Está en la página 1de 33

Capítulo I: Ondas y partículas.

Introducción a las ideas fundamentales de la


Mecánica Cuántica.
En el estado actual de conocimiento científico, la mecánica cuántica desempeña un papel
fundamental en la descripción y entendimiento de los fenómenos naturales. De hecho, fenómenos
que ocurren a muy pequeña escala (atómica o subatómica) no pueden ser explicados fuera de la
estructura de la física cuántica. Por ejemplo, la existencia del átomo y sus propiedades, los enlaces
químicos y la propagación del electrón en un cristal no pueden ser entendidos en términos de la
mecánica clásica. Aun cuando estemos tratando sólo con objetos físicos macroscópicos, es necesario
en principio, hacer un estudio del comportamiento de sus constituyentes (átomos, iones, electrones)
para alcanzar una completa descripción científica.
La Mecánica Cuántica se ocupa del comportamiento de la materia y la radiación en las escalas atómica
y subatómica. De esta forma procura describir y explicar las propiedades de las moléculas, los átomos
y sus constituyentes: electrones, protones, neutrones, y otras partículas más esotéricas como los
quarks y los gluones. Esas propiedades incluyen las interacciones de las partículas entre sí y con la
radiación electromagnética. El comportamiento de la materia y la radiación en la escala atómica
presenta aspectos peculiares y las consecuencias de la Mecánica Cuántica no siempre son intuitivas
ni fáciles de entender. Sus conceptos chocan con las nociones que nos resultan familiares porque
estas se derivan de las observaciones cotidianas de la naturaleza en la escala macroscópica. Sin
embargo, no hay razones en virtud de las cuales el comportamiento del mundo atómico y subatómico
deba seguir las mismas pautas que los objetos de nuestra experiencia diaria.
El desarrollo de las ideas básicas de la Mecánica Cuántica comenzó a principios del siglo pasado, como
consecuencia de una serie de descubrimientos y observaciones que pusieron en evidencia las graves
dificultades de la Física Clásica para interpretar las propiedades del átomo y sus partes
constituyentes, así como las propiedades de la radiación electromagnética y su interacción con la
materia. Esos descubrimientos revolucionaron las nociones hasta entonces sustentadas por los
físicos y plantearon una asombrosa cantidad de enigmas, cuya solución obligó a realizar un profundo
replanteo de los fundamentos y conceptos básicos de la Física.
Desde un punto de vista histórico, las ideas cuánticas contribuyeron de manera notable a unificar los
conceptos de la física fundamental, tratando las partículas materiales y la radiación al mismo nivel.
Al final del siglo XIX, se distinguía entre las dos ideas: materia y radiación, siendo usadas leyes
completamente diferentes para cada una. Para predecir el movimiento de cuerpos materiales, fueron
usadas con mucho suceso las leyes de la mecánica newtoniana. Con respecto a la radiación, la teoría
del electromagnetismo, gracias a la introducción de las ecuaciones de Maxwell, produjo una
interpretación unificada de un grupo de fenómenos que antes de ello habían sido considerados como
de dominios diferentes: electricidad, magnetismo y óptica. En particular, la teoría electromagnética
de la radiación fue espectacularmente confirmada experimentalmente por el descubrimiento de las
ondas hertzianas. Finalmente, las interacciones entre radiación y materia fueron bien explicadas por
la fuerza de Lorentz1. Este grupo de leyes llevaron a la física a un punto considerado como
satisfactorio, basados en los datos experimentales con que se contaba en la época.
No obstante, en el inicio del siglo XX, la física sufrió una profunda sacudida que llevó a la introducción
de la mecánica relativista y de la mecánica cuántica. La “revolución” relativística y la “revolución”

1Para una partícula sometida a un campo eléctrico combinado con un campo magnético, la fuerza electromagnética total
o fuerza de Lorentz sobre esa partícula viene dada por: F = q(E+vxB)

1
cuántica fueron, en gran medida, independientes ya que cuestionaron la mecánica clásica en
diferentes puntos. Las leyes clásicas pararon de tener validez para cuerpos materiales viajando a muy
altas velocidades, comparables a la de la luz (lo que se conoce como dominio relativístico), sumado a
ello, se encontró su no validez a una escala atómica o subatómica (dominio cuántico). Sin embargo
es importante tener en cuenta en ambos casos que la física clásica puede ser vista como una
aproximación de las nuevas teorías, una aproximación que es válida para muchos fenómenos a escala
macro.
El estudio de la Mecánica Cuántica es importante por varias razones. En primer lugar porque pone
de manifiesto la metodología esencial de la Física. En segundo lugar porque ha tenido un éxito
formidable dando respuestas válidas a casi todos los problemas en los cuales se la ha aplicado. En
tercer lugar porque es la herramienta teórica básica para numerosas disciplinas de gran importancia,
como la Fisicoquímica, la Física Molecular, Atómica y Nuclear, la Física de la Materia Condensada y la
Física de Partículas. Subsiste, sin embargo, una curiosa paradoja alrededor de la Mecánica Cuántica:
A pesar de su notable éxito en todas las cuestiones de interés práctico en las que se la ha aplicado,
sus fundamentos contienen aspectos aún no aclarados en forma completamente satisfactoria. En
particular, cuestiones relacionadas con el proceso de medición: Una característica esencial de la
Mecánica Cuántica, que la diferencia de la Mecánica Clásica, es que en general es imposible por
razones de principio, efectuar una medición sobre un sistema sin perturbarlo. Pero los detalles de la
naturaleza de esta perturbación, y el punto exacto en que ella ocurre son asuntos aún oscuros y
controvertidos. Por estos motivos la Mecánica Cuántica atrajo algunos de los más brillantes
científicos del siglo XX, que han erigido con ella un majestuoso y elegante edificio intelectual.
La mecánica cuántica es la única teoría que permite entender la existencia de un cuerpo sólido y los
valores de los parámetros macroscópicos asociados con el (densidad, calor específico, elasticidad,
etc). En la actualidad no contamos con una teoría totalmente satisfactoria que unifique las mecánicas
cuántica y relativística, sin embargo, muchos fenómenos atómicos y moleculares son bien explicados
por la mecánica cuántica no relativística.
1.1. Ondas Electromagnéticas y Fotones
 Cuanto de luz y relación Planck-Einstein
Newton consideró la luz como un haz de partículas. Durante la primera mitad del siglo XIX se
demostró la naturaleza tipo onda de la luz (interferencia, difracción), lo que permitió posteriormente
integrar la óptica a la teoría electromagnética. En este contexto, la velocidad de la luz, c, está
relacionada con constantes eléctricas y magnéticas,2 y los fenómenos de polarización de la luz pueden
ser interpretados como manifestaciones del carácter vectorial del campo eléctrico.
Sin embargo, el estudio de la radiación de cuerpo negro no pudo ser explicado con la teoría
electromagnética, llevando a Planck a sugerir la hipótesis de los cuantos de energía (1900): para una
onda electromagnética de frecuencia , las únicas energías posibles son múltiples enteros del cuanto
h, siendo h una nueva constante fundamental. Generalizando esta hipótesis, Einstein propuso un
regreso a la teoría de partículas (1905): la luz consiste de un haz de fotones de energía h. Einstein
mostró cómo la introducción del fotón hace posible entender, de una forma muy simple, ciertas

2La velocidad de la luz, c, está dada por la permitividad eléctrica del vacío ( 0=8.85x10-12 F/m) y la permeabilidad
magnética del vacío (0=4x 10-7 N/A2): c  1 /  0 0

2
características no explicadas del efecto fotoeléctrico. Pasaron 20 años antes de que fuera realmente
mostrada la existencia del fotón como entidad distinguible, gracias al efecto Compton (1924)3.
Estos resultados llevaron a la siguiente conclusión: la interacción de una onda electromagnética con
la materia se da por medio de procesos elementales indivisibles en los que la radiación parece ser
compuesta por partículas, los fotones. Los parámetros de partícula (la energía E y el momento p del
fotón) y parámetros ondulatorios (la frecuencia =2 y el vector de onda k, con k=2/) quedan
vinculados por las relaciones fundamentales:
E  h  
(Relaciones Planck-Einstein) (1.1)
p  h /   k
Donde   h / 2 se define en términos de la constante de Planck h:
h  6.62 x1034 Joule * segundo
La energía y el momento total se deben conservar durante cada proceso elemental.
Con lo anterior regresamos a la concepción corpuscular de la luz. ¿Significa esto que debe ser
abandonada la teoría ondulatoria? Ciertamente no. Sabemos que desde un formalismo puramente
corpuscular no pueden ser explicados fenómenos ondulatorios típicos, tales como interferencia y
difracción. El análisis del experimento de la doble rendija de Young puede llevar a la siguiente
conclusión: una interpretación completa del fenómeno puede ser obtenida sólo si se consideran
ambos aspectos de la luz, ondulatorio y corpuscular. Esta paradoja puede ser resuelta por la
introducción de conceptos cuánticos fundamentales.
 Análisis del experimento de la doble rendija de Young
El dispositivo usado en el experimento se muestra esquemáticamente en la figura 1.1. La luz
monocromática emitida por la fuente L llega a una pantalla opaca perforada con dos rendijas
estrechas F1 y F2, que iluminan la pantalla de observación E (por ejemplo, una placa fotográfica). Si
se bloquea F2 se obtiene en E una distribución de intensidad de luz I1(x) que es el patrón de difracción
de F1. De la misma forma, cuando se bloquea F1 el patrón de difracción está descrito por I2(x). Cuando
las dos rendijas F1 y F2 se abren al mismo tiempo, se observa en la pantalla un sistema de franjas de
interferencia. En particular, se resalta el hecho de que I(x) no es la suma de las intensidades
producidas por F1 y F2 separadamente:
I  x   I1  x   I 2  x  (1.2)
¿Cómo se podría explicar, en términos de una teoría de partículas el resultado experimental descrito?
La existencia de un patrón de difracción cuando sólo una de las dos rendijas está abierta puede
explicarse como el resultado de colisiones de fotones con los bordes de la rendija. Vamos a
concentrarnos en el fenómeno de interferencia. Podemos explicarlo como resultado de la interacción
entre los fotones que pasan a través de la rendija F1 y los que pasan a través de la rendija F2. Tal
explicación puede llevar a la siguiente predicción: si la intensidad de la fuente L (el número de fotones
emitidos por segundo) se disminuye hasta que los fotones golpeen la pantalla prácticamente uno a

3El efecto Compton (o dispersión Compton) consiste en el aumento de la longitud de onda de un fotón cuando choca con
un electrón libre y pierde parte de su energía. La frecuencia o la longitud de onda de la radiación dispersada depende
únicamente del ángulo de dispersión:
 
h
1 cos 
me c
3
uno, la interacción entre ellos debe disminuir y, eventualmente, desparecer. Por tanto, las franjas de
interferencia deben desaparecer.

Figura 1.1. Diagrama del experimento de la doble rendija de Young de interferencia de la luz (figura a). Cada una
de las rendijas F1 y F2 produce un patrón de difracción en la pantalla E. Las correspondientes intensidades son
I1(x) y I2(x) (líneas sólidas en la figura b). Cuando las dos rendijas están abiertas simultáneamente, la intensidad
I(x) observada en la pantalla no es la suma I1 + I2 (líneas punteadas en las figuras b y c), mostrando oscilaciones
debidas a la interferencia entre los campos eléctricos radiados por F1 y F2 (línea sólida en la figura c).
Antes de precisar la respuesta dada por el experimento, hay que recordar que la teoría de ondas da
una interpretación completamente natural de las franjas. La intensidad de la luz en un punto de la
pantalla E es proporcional al cuadrado de la amplitud del campo eléctrico en ese punto. Si E1(x) y
E2(x) representan, en notación compleja, el campo eléctrico producido en x por las rendijas F1 y F2
respectivamente (las rendijas se comportan como fuentes secundarias), el campo total resultante en
el punto cuando F1 y F2 están abiertas, es:
E  x   E1  x   E2  x  (1.3)
Usando notación compleja, tenemos:

I x   E x   E1 x   E2 x 
2 2
(1.4)

Ya que las intensidades I1(x) y I2(x) son proporcionales a E1 x  y E2 x 


2 2
respectivamente, la
ecuación (1.4) muestra que I(x) difiere de I1  x   I 2  x  por un término de interferencia que depende
de la diferencia de fases entre E1 y E2 y cuya presencia explica las franjas. Así, la teoría ondulatoria
predice que la disminución de la intensidad de la fuente L debe causar simplemente que la intensidad
de las franjas disminuya, pero sin desaparecer.
¿Qué pasa realmente cuando la fuente emite fotones prácticamente de uno en uno? No se verifican las
predicciones ni de la teoría ondulatoria ni de la corpuscular. De hecho:
(i) Si se cubre la pantalla con una placa fotográfica y se incrementa el tiempo de exposición
para capturar un número grande de fotones en cada fotografía, se observará que las franjas
no desaparecen. Por tanto, la interpretación corpuscular pura debe ser rechazada.
(ii) Por otro lado, la placa puede ser expuesta durante un tiempo tan corto que reciba sólo
algunos fotones. Se observa entonces que cada fotón produce un impacto localizado en E
y no un patrón de difracción muy débil. Por tanto, la interpretación ondulatoria pura debe
ser rechazada.

4
En realidad, cuantos más y más fotones golpeen la placa fotográfica ocurre el siguiente fenómeno:
Sus impactos individuales se distribuyen aleatoriamente y sólo cuando un gran número de ellos
alcanza a E la distribución del impacto tiene un aspecto continuo. La densidad de impactos en cada
punto de E corresponde a las franjas de interferencia: el máximo en una franja brillante y cero en una
franja oscura. Puede entonces decirse que los fotones, tal como llegaron, construyeron el patrón de
interferencia.
Por tanto, el resultado de este experimento lleva aparentemente a una paradoja. Por ejemplo, con el
marco de la teoría de partículas puede ser expresado de la siguiente manera: Ya que la interacción
fotón-fotón está excluida, cada fotón debe ser considerado separadamente. Pero entonces no es claro
porqué el fenómeno debe cambiar drásticamente en función de si sólo una rendija o ambas rendijas
están abiertas. Para un fotón que pase a través de una rendija, ¿por qué el hecho de que la otra esté
abierta o cerrada debe tener tal importancia crítica?
Antes de discutir el problema, notemos que en el experimento no se busca determinar a través de
cuál rendija pasó cada electrón antes de golpear la pantalla. Para obtener esta información podemos
imaginar colocar detectores (fotomultiplicadores) detrás de F1 y de F2. Podría entonces observarse
que, si los fotones llegan uno a uno, cada uno pasa a través de una rendija bien determinada (se
registra una señal en el detector que está atrás de F1 o por el que está atrás de F2, pero no por ambos
al mismo tiempo). Pero, obviamente, los fotones detectados de esta forma son absorbidos y no
alcanzan la pantalla. Quitemos ahora el fotomultiplicador que bloquea F1, por ejemplo. El que
permanece detrás de F2 nos dice que de un número grande de fotones, alrededor de la mitad pasan a
través de F2. Concluimos que los otros (que pueden continuar hasta la pantalla) pasan a través de F1.
Pero el patrón de difracción que construyen gradualmente en la pantalla no es un patrón de
interferencia, ya que F2 está bloqueado. Tenemos entonces sólo el patrón de difracción de F1.
 Unificación cuántica de los dos aspectos de la luz.
El anterior análisis muestra que es imposible explicar todos los fenómenos observados si se
considera sólo uno de los dos aspectos de la luz. Ahora estos dos aspectos se ven como mutuamente
excluyentes. Para superar esta dificultad se hace indispensable reconsiderar de una forma crítica los
conceptos de la física clásica. Debemos aceptar la posibilidad de que, aunque nuestra experiencia del
día a día los encuentre bien fundamentados, estos conceptos pueden no ser válidos en el nuevo
dominio en el que nos adentramos. Por ejemplo, una característica esencial de este nuevo dominio
aparece cuando colocamos contadores atrás de las rendijas de Young: cuando se hace una medida
sobre un sistema microscópico se le perturba de manera fundamental. Esta es una nueva propiedad, ya
que en el dominio macroscópico se tiene siempre la posibilidad de concebir dispositivos de medida
cuya influencia sobre el sistema es casi nula. Esta revisión crítica de la física clásica se impone por la
experimentación y por tanto debe ser guiada por el experimento.
Dijimos que si tratamos de detectar los fotones cuando atraviesan las rendijas, evitamos que alcancen
la pantalla. Para mayor generalidad, un análisis experimental detallado muestra que es imposible
observar patrones de interferencia y saber al mismo tiempo a través de cuál rendija pasó cada fotón.
Por tanto es necesario, para resolver la paradoja, renunciar a la idea de que un fotón inevitablemente
pasa a través de una rendija particular. Esto nos lleva a cuestionar el concepto (fundamental en física
clásica) de la trayectoria de una partícula.
Por otra parte, como los fotones llegan uno a uno, impactan la pantalla gradualmente construyendo
el patrón de interferencia, lo que implica que para un fotón particular no sepamos de antemano
dónde pueda golpear a la pantalla. Estos fotones son emitidos todos en las mismas condiciones. Así
otra idea clásica ha sido destruida: “la condición inicial determina completamente el siguiente
5
movimiento de una partícula”. Sólo podemos decir, cuando un fotón es emitido, que la probabilidad
de su choque contra la pantalla en x es proporcional a la intensidad I(x), calculada usando la teoría
ondulatoria, es decir, E x  .
2

Después de muchos esfuerzos tentativos, fue formulado el concepto de dualidad onda-partícula, que
puede ser resumido esquemáticamente así:
(i) Los aspectos corpusculares y ondulatorios de la luz son inseparables. La luz se comporta
simultáneamente como una onda y como un flujo de partículas, permitiendo la onda calcular
la probabilidad de manifestación de la partícula.
(ii) Las predicciones acerca del comportamiento de un fotón sólo pueden ser probabilísticas.
(iii) La información acerca de un fotón en el tiempo t está dada por la onda E(r,t), que es
solución de las ecuaciones de Maxwell. Se dice que esta onda caracteriza el estado del fotón
en el tiempo t. Se interpreta E(r,t) como la amplitud de probabilidad de que un fotón
aparezca, en el tiempo t, en la posición r. Esto significa que la correspondiente
probabilidad es proporcional a E r,t  .
2

Comentarios:
(i) Ya que las ecuaciones de Maxwell son lineales y homogéneas, se puede usar el principio
de superposición: si E1 y E2 son soluciones de estas ecuaciones, entonces E  1E1  2 E2 ,
donde 1 y 2 son constantes, también es solución. Es este principio de superposición el
que explica el fenómeno ondulatorio en óptica clásica (interferencia, difracción). En física
cuántica es esencial la interpretación de E(r,t) como una amplitud de probabilidad.
(ii) La teoría simplemente permite calcular la probabilidad de la ocurrencia de un evento
dado. Se deben encontrar verificaciones experimentales con la repetición de un gran
número de experimentos idénticos. En el experimento analizado, son emitidos
sucesivamente un gran número de fotones, producidos todos de la misma forma, y se
construye el patrón de interferencia, que es la manifestación de las probabilidades
calculadas.
 El principio de la descomposición espectral
Con las ideas anteriores vamos ahora a discutir otro experimento simple de óptica cuyo tema es la
polarización de la luz. Esto posibilitará introducir los conceptos fundamentales que involucra la
medida de cantidades físicas.
El experimento consiste en dirigir una onda de luz monocromática polarizada en el plano hacia un
analizador A. Oz designa la dirección de propagación de esta onda y ep el vector unitario que describe
su polarización (tal como se observa en la figura 1.2). El analizador A transmite la luz polarizada
paralela a Ox y absorbe la luz polarizada paralela a Oy.
La descripción clásica de este experimento (válida para un haz de luz suficientemente intenso) es la
siguiente. La onda plana polarizada se caracteriza por un campo eléctrico de la forma:
 
E ( r , t )  Eo eˆ p ei kz t  (1.5)
2
Donde E0 es una constante. La intensidad de la luz, I, es proporcional a E0 . Después de pasar a través
del analizador A, la onda plana es polarizada a lo largo de Ox:
6
 
E´( r , t )  E0´ eˆ x e i kz t  (1.6)
2
Y su intensidad I´, proporcional a E0´ , está dada por4:

I ´ I cos2  (1.7)
(ex es el vector unitario del eje Ox y  es el ángulo entre ex y ep).

Figura 1.2. Medida experimental simple que involucra la polarización de una onda de luz. Un haz de luz se
propaga a lo largo de la dirección Oz y atraviesa sucesivamente el polarizador P y el analizador A .

¿Qué debe suceder en el nivel cuántico, es decir, cuando la intensidad es débil lo suficiente para que
los fotones alcancen el analizador uno a uno? (Se ubica un fotodetector detrás del analizador).
Primero que todo, el detector nunca registrará “una fracción de fotón”, los fotones o atraviesan el
analizador o son totalmente absorbidos. No es posible predecir con certeza sin un fotón particular
pasó o fue absorbido, sólo se conocerá las correspondientes probabilidades. Finalmente, si se envía
un gran número de fotones uno después del otro, el resultado sobre el número de fotones que
atraviesan debe corresponder a la ley clásica, en el sentido de que cerca de Ncos2 fotones deben ser
detectados en el analizador.
Podemos extraer las siguientes ideas a partir de la descripción anterior:
(i) El dispositivo de medida (en este caso, el analizador) puede dar sólo ciertos resultados
privilegiados, que denominaremos resultados propios – eigen resultados – (o
autoresultados). En el experimento hay sólo dos resultados posibles: los fotones cruzan el
analizador o son detenidos, por lo que se dice que hay una cuantización del resultado de
la medida, contrario a lo que sucede en el caso clásico donde la intensidad transmitida I´
puede variar continuamente entre 0 e I, de acuerdo con los valores de tal como se espera
de la ecuación 1.7).
(ii) A cada uno de estos resultados propios le corresponde un estado propio (autoestado–
eigenstate). En el experimento descrito hay dos estados propios caracterizados por:
eˆ p  eˆx eˆ p  eˆ y 1.8

4
Ley de Malus: podemos descomponer el campo eléctrico de la onda polarizada en dos componentes, una paralela al eje
de polarización del analizador (que pasará) y otra perpendicular (que no pasará). La amplitud de la componente paralela
será E cos , y como la intensidad de la onda es proporcional al cuadrado de la amplitud del campo eléctrico, entonces se
tiene I´ = Icos2.
7
(ey es el vector unitario del eje Oy). Si eˆ p  eˆx , se sabe con certeza que el fotón atravesó el
analizador; si por el contrario eˆ p  eˆ y , se sabe que fue detenido. La correspondencia entre
resultado propio y estado propio es la siguiente. Si antes de la medida la partícula está en
uno de los estados propios, el resultado de esta medida se conoce con certeza: sólo puede
ser el resultado propio asociado.
(iii) Cuando antes de la medida el estado es arbitrario, sólo se puede predecir la probabilidad
de obtener los diferentes resultados propios. Para encontrar estas probabilidades se
descompone el estado de la partícula en una combinación lineal de varios estados propios,
así, ep puede ser escrita como:
eˆ p  eˆx cos  eˆ y sen (1.9)

La probabilidad de obtener un resultado propio particular es proporcional al cuadrado del


valor absoluto de los coeficientes de los correspondientes estados propios. El factor de
probabilidad se determina por la condición de que la suma de todas las probabilidades
debe ser igual a 1. Así, de 1.9 se deduce que cada fotón tiene una probabilidad cos 2() de
atravesar el analizador y una probabilidad sen2() de ser detenido antes. Note que la
descomposición se hace dependiendo del tipo de dispositivo de medida que se considere,
ya que se debe usar los estados propios correspondientes: en la ecuación (1.9), la elección
de los ejes Ox y Oy son fijados por el analizador.
(iv) Después de pasar a través del analizador, la luz es completamente polarizada a lo largo de
ex. Si ubicamos, después del primer analizador A, un segundo analizador A´ que tenga el
mismo eje, todos los fotones que atraviesan a A deberán atravesar también a A´. De
acuerdo con lo que se expuso en el punto (ii), esto significa que, después que atraviesan A,
el estado de los fotones es el estado propio caracterizado por ex. Por tanto, hubo un
abrupto cambio en el estado de las partículas. Antes de la medida, este estado estaba
definido por un vector E(r,t) que era colineal con ep. Después de la medida, se tiene una
información adicional (el fotón pasó) que es incorporada describiendo el estado por un
vector diferente, que es ahora colineal con ex. Esto expresa el hecho de que la medida crea
un disturbio del sistema microscópico (para el caso, el fotón) de una forma fundamental.

1.2. Partículas materiales y ondas de materia.


 Las relaciones de de Broglie.
Paralelo al descubrimiento de los fotones, el estudio de la emisión atómica y absorción espectral
arrojó un hecho fundamental que la física clásica no podía explicar: los espectros son compuestos
por líneas estrechas. En otras palabras, un átomo particular emite o absorbe sólo fotones que tengan
frecuencias bien determinadas (es decir, energía bien determinada), hecho que puede ser fácilmente
interpretado si se acepta que la energía de los átomos está cuantizada, es decir, que puede tomar sólo
ciertos valores discretos Ei (i=1,2,…,n,…): la emisión o absorción de un fotón está acompañada por un
“salto” en la energía del átomo desde un valor permitido Ei a otro Ej. La conservación de la energía
implica que el fotón tiene una frecuencia i,j tal que:
h i , j  Ei  E j (1.10)

Por tanto, sólo frecuencias que obedecen (1.10) pueden ser emitidas o absorbidas por el átomo.
8
La existencia de tales niveles discretos de energía fue confirmada de forma independiente por el
experimento de Franck-Hertz. Bohr lo interpretó en términos de orbitales electrónicos privilegiados
y, junto con Sommerfeld, estableció una regla empírica que permitía el cálculo de estos orbitales para
el caso del átomo de hidrógeno. Pero el origen fundamental de estas reglas de cuantización era
misterioso.
No obstante, en 1923 de Broglie propuso la siguiente hipótesis: partículas materiales, al igual que los
fotones, pueden tener un aspecto ondulatorio. Él derivó las reglas de cuantización de Bohr-Sommerfeld
como una consecuencia de esta hipótesis: los niveles de energía permitidos aparecieron como un
análogo de los modos normales de una cuerda vibrante. Los experimentos de difracción electrónica
(Davisson and Germer, 1927) sorprendentemente confirmaron la existencia de un aspecto tipo onda
de la materia mostrando que se pueden obtener patrones de interferencia con partículas materiales
tales como los electrones.
Por lo anterior, se asocia con las partículas materiales con energía E y momento p, una onda cuya
frecuencia angular  y vector de onda k están dados por las mismas relaciones de los fotones5:
E  h  
  (1.11)
p  k
En otras palabras, la correspondiente longitud de onda es
2 h
    (Relación de de Broglie) (1.12)
k p

 Funciones de onda. Ecuación de Schrödinger


De acuerdo con la hipótesis de de Broglie, es posible aplicar a todas las partículas materiales las ideas
ya analizadas para el caso del fotón. Recordando las conclusiones obtenidas, se tiene la siguiente
formulación:
(i) El concepto clásico de trayectoria se debe sustituir por el concepto de un estado variante
en el tiempo. El estado cuántico de una partícula, tal como el electrón, se caracteriza por
una función de onda (r,t) que contiene toda la información que es posible obtener acerca
de la partícula.
(ii) Se interpreta (r,t) como una amplitud de probabilidad de la presencia de la partícula. Ya
que las posibles posiciones de la partícula son continuas, la probabilidad dP(r,t) de que la
partícula, en el tiempo t, en un elemento de volumen d3r=dxdydz esté situada en el punto
 2
r debe ser proporcional a d3r y por tanto infinitesimal. Se interpreta entonces  r ,t 
como la correspondiente densidad de probabilidad, con:
  2
dPr , t   C  r , t  d 3r (1.13)

Donde C es una constante de normalización.

5El pequeñísimo valor de la constante de Planck, h, explica por qué la naturaleza ondulatoria de la materia es muy difícil de demostrar
a escala macroscópica. Posteriormente se discutirán los órdenes de magnitud de la longitud de onda de de Broglie asociada con varias
partículas física
9
(iii) El principio de descomposición espectral aplica para la medida de una cantidad física
arbitraria:
– El resultado encontrado debe pertenecer a un grupo de resultados propios {a}.
– Se asocia un valor propio a a cada estado propio, es decir, una función propia a(r). Esta
función es tal que, si (r,t0)=a(r) (donde t0 es el tiempo en el que fue hecha la medida),
el resultado de la medida debe ser a.
– Para algún (r,t), la probabilidad Pa de encontrar los valores propios de a en un tiempo
de medida t0 se encuentra por descomposición de (r,t) en términos de las funciones
a(r):
 
 r , t0    ca a r  (1.14)
a

Entonces:
2
ca
Pa  (1.15)
 ca
2

(La presencia del denominador asegura que la probabilidad total sea igual a 1: P
a
a 1 )

– Si la medida da como resultado a, la función de onda de la partícula inmediatamente


después de la medida es:
´(r,t0)=a(r) (1.16)
(iv) Se da por válida la ecuación que describe la función  (anexo A), que se denominará
ecuación de Schrödinger.
Cuando la partícula (de masa m) está bajo la influencia de un potencial V(r,t), la ecuación
de Schrödinger toma la forma:
  2   
i  r , t     r , t   V r , t  r , t  (1.17)
t 2m
Donde  es el operador Laplaciano  2 / x 2   2 / y 2   2 / z 2
Lo primero que se observa es que esta ecuación es lineal y homogénea en . Como
consecuencia, para partículas materiales, existe un principio de superposición que,
combinado con la interpretación de  como siendo una amplitud de probabilidad, es la
fuente del efecto tipo onda. Notemos además que la ecuación diferencial 1.17 es de primer
orden con respecto al tiempo. Esta condición es necesaria si el estado de la partícula en un
tiempo t0, caracterizado por (r,t0), determina el siguiente estado.
Existe así una analogía fundamental entre materia y radiación: en ambos casos, una
correcta descripción del fenómeno necesita la introducción de conceptos cuánticos, y, en
particular, la idea de la dualidad onda-partícula.
Anexo A: Ecuación de Schrödinger.
 Observaciones Preliminares:
10
Ya fueron estudiadas las bases experimentales y teóricas para atribuir una longitud de onda definida
a las partículas de una cantidad de movimiento dada. También se desarrollaron las similitudes
existentes entre las descripciones de la propagación de la luz y el movimiento de las partículas
materiales. Se estudiará ahora qué tipo de ecuación de onda puede idearse para las partículas
materiales de modo que incluya estas similitudes y nos permita extender la dinámica de las partículas
al dominio atómico.
Las ecuaciones (1.11) y (1.12) serán las bases que nos permitan construir una ecuación para ondas
corpusculares. Cualquier ecuación de onda que intentemos desarrollar deberá incluir la correcta
relación dinámica entre E y p. En la mecánica clásica (no relativística), esta relación procede
directamente del hecho de que la energía total de una partícula es la suma de su energía cinética
p2/2m y su energía potencial V. Así tenemos:

p2
E V
2m
Y por lo tanto

2k 2
  V (A1)
2m
Esta última ecuación no es aplicable para fotones, ya que son “completamente relativistas” (m=0 y
v=c), pero es aplicable a todas las partículas que posean una masa en reposo m siempre que se cumpla
la condición de que su energía cinética sea mucho menor que mc2.
Anexo A: Ecuación de Schrödinger.
 Observaciones Preliminares:
Ya fueron estudiadas las bases experimentales y teóricas para atribuir una longitud de onda definida
a las partículas de una cantidad de movimiento dada. También se desarrollaron las similitudes
existentes entre las descripciones de la propagación de la luz y el movimiento de las partículas
materiales. Se estudiará ahora qué tipo de ecuación de onda puede idearse para las partículas
materiales de modo que incluya estas similitudes y nos permita extender la dinámica de las partículas
al dominio atómico.
Las ecuaciones (1.11) y (1.12) serán las bases que nos permitan construir una ecuación para ondas
corpusculares. Cualquier ecuación de onda que intentemos desarrollar deberá incluir la correcta
relación dinámica entre E y p. En la mecánica clásica (no relativística), esta relación procede
directamente del hecho de que la energía total de una partícula es la suma de su energía cinética
p2/2m y su energía potencial V. Así tenemos:

p2
E V
2m
Y por lo tanto

11
2k 2
  V (A1)
2m
Esta última ecuación no es aplicable para fotones, ya que son “completamente relativistas” (m=0 y
v=c), pero es aplicable a todas las partículas que posean una masa en reposo m siempre que se cumpla
la condición de que su energía cinética sea mucho menor que mc2.
 Aproximación a una Ecuación Onda-Partícula
Erwin Schrödinger fue quien, en 1925, describió una forma de ecuación de onda apropiada, para lo
cual utilizó algunas profundas analogías formales entre la óptica y la mecánica clásica de partículas,
desarrolladas por R. Hamilton y otros en el siglo XIX. Lo que nos interesa es intentar comprender la
forma de la ecuación, para lo cual vamos a centrar el interés en la solución de la ecuación y en su
interpretación física. La ecuación que estamos buscando nos permitirá calcular las amplitudes
cuánticas, y por lo tanto la distribución de probabilidades, como una función de la posición y el
tiempo para partículas de un tipo dado en un entorno físico determinado, como el interior de un
átomo.
Empezaremos considerando partículas libres (V=0 en A1) que tengan valores específicos de E y p. La
analogía de una onda clásica es una onda sinusoidal progresiva que tiene valores específicos de k y
. Esta onda puede describirse mediante una ecuación de la forma
y ( x, t )  Asen(kx  t ) A2

para una onda que se propaga en la dirección x positiva. La variable y puede ser un desplazamiento
lineal, la presión, el campo eléctrico, etc., expresado como una función de la posición y el tiempo.
Subyacente a esta expresión existe una ecuación diferencial básica del movimiento ondulatorio. Para
ondas clásicas llegamos a esta ecuación diferencial a partir de una consideración de la dinámica del
sistema. Por ejemplo, la ecuación diferencial que gobierna las ondas transversales en una cuerda
larga, o las ondas sonoras longitudinales en un gas, proviene del enunciado de la segunda ley de
Newton (F=ma) aplicado a una pequeña sección del sistema. Para estas ondas la ecuación diferencial
básica toma la forma

2 y 1 2 y
 Clásica A3
x 2 w 2 t 2
Donde w es la velocidad de propagación de las ondas. Para ondas mecánicas podemos aceptar que el
término que se refiere a la derivada segunda respecto al tiempo está directamente relacionado con
la aceleración en la segunda ley de Newton. Para ondas electromagnéticas se aplica una ecuación de
la misma forma, aunque la base física sea muy diferente.
Una vez establecido el fundamento físico de la ecuación diferencial básica A3, se puede comprobar
que la ecuación A2 es una solución posible de ella, aunque puede haber (y las hay) muchas otras
soluciones. Supongamos, no obstante, que empezamos sabiendo que la ecuación A2 describe un
posible tipo de onda. ¿Qué podemos deducir acerca de la ecuación diferencial básica que fundamenta
a la onda? Si derivamos esta ecuación separadamente respecto a x y t obtenemos:

12
y
 kAcos( kx  t )
x
y
 A cos( kx  t )
t
Por tanto y obedece la ecuación diferencial
y k y 1 y
 
x  t w t
Donde w es la velocidad de la onda, /k.
Esta ecuación diferencial de primer orden parece ser una base perfecta para el análisis de ondas en
una sola dimensión. Se puede comprobar fácilmente que cualquier perturbación progresiva de la
forma f(x-t) es una posible solución. Sin embargo esta ecuación diferencial tiene un gran defecto:
No permite la posibilidad de ondas que se propaguen a lo largo del eje x negativo. Las soluciones
correspondientes a esta situación, f(x+t), necesitan una ecuación diferencial de primer orden de la
forma
y 1 y

x w t
Como en nuestra experiencia no hay nada que nos pueda sugerir una diferencia fundamental en la
física de ondas que se propagan en sentidos opuestos, debemos concluir que no hemos profundizado
lo suficiente. Para ello vamos a considerar las segundas derivadas de y respecto a x y a t. Entonces
nos encontramos con que las ondas que se propagan en ambos sentidos son posibles soluciones de
la ecuación de segundo orden A3, que, como sabemos, expresa la física básica del problema.
 Ecuación de Schrödinger
Nuestra aproximación a la ecuación de Schrödinger es muy semejante a la línea de estudio que hemos
seguido, aunque incluye un “nuevo ingrediente”.
Para describir una onda partícula progresiva de número de onda k=p/  y frecuencia angular =E/
 debemos empezar con una función de onda similar a la ecuación A2.
  x, t   Asen( kx  t ) A4

Como k es proporcional a la cantidad de movimiento, cuyo signo determina la dirección de


propagación a lo largo del eje x, el argumento que utilizamos en la simetría esencial de sentidos
opuestos para ondas clásicas puede ser también aplicado aquí. De esta manera llegamos
directamente a la derivada segunda de  respecto a x:

 2   x, t 
  k 2 Asen ( kx  t ) A5
x 2

Sin embargo, en la derivación respecto a t debemos detenernos en la primera derivada:

13
x, t 
 A cos(kx  t )
t
De acuerdo con la ecuación A1, la relación entre  y k para una partícula libre, viene dada por:

k 2

2m
Utilizando esta expresión podemos escribir la ecuación anterior como sigue

  x, t  k 2
 A cos( kx  t ) A6
t 2m
Si no existiera la función sinusoidal en la ecuación A5 y la función coseno en la A6, podríamos
combinarlas perfectamente en una ecuación diferencial parcial de la forma

 2  2 m 

x 2  t
Desde luego, no podemos hacer esto. Sin embargo, hay otra forma posible para y, utilizada
comúnmente en el análisis puramente matemático de los problemas ondulatorios clásicos, que
supera esta dificultad. Tenemos

x, t   Aei ( kx t ) A7

En el análisis clásico la solución verdadera surge como la parte real de esta magnitud compleja, pero
en la mecánica cuántica no se impone esta condición. Este es el nuevo “ingrediente” que se mencionó
antes. Si adoptamos la ecuación A7 como la forma esencial de la función de onda para una partícula
libre, de cantidad de movimiento único y cuya energía se propaga en una dirección particular,
obtenemos

 2   x, t  i ( kx t ) p2
  k Ae
2
 2 
x 2 
x, t  iE
 iAei ( kx t )   
t 
Combinándolas llegamos a la ecuación diferencial

 2   x, t  2mE 2m   x, t 
  2   i
x 2
  t
De un modo más general, cuando la energía total E también incluye un término de energía potencial,
resulta:

p 2  2mE  V   2 k 2

14
Esto incluye el hecho (familiar de la mecánica clásica) de que una partícula de una energía total
definida E posee una cantidad de movimiento p que varía de un sitio a otro como resultado de la
variación espacial de la energía potencial V. Para el caso cuántico, tenemos

2 2m 2m  2m
  2 ( E  V )   i  2 V
x 2
  t 
Que puede escribirse de dos maneras diferentes:

2  2
  V  E A8
2m x 2

2 2 
  V   i A9
2m x 2
t
Las ecuaciones A8 y A9 representan formas alternativas de la ecuación de Schrödinger en una
dimensión. La ecuación A8, que no incluye explícitamente al tiempo, se denomina Ecuación de
Schrödinger independiente del tiempo; nos proporciona la base para analizar los estados estacionarios
de los sistemas atómicos. La ecuación de Schrödinger dependiente del tiempo, A9, deben utilizarse
cuando se estudian problemas como el movimiento real de partículas de un punto a otro.
Comentarios:
(i) Para un sistema compuesto por una sola partícula, la probabilidad total de encontrar la
partícula en cualquier lugar del espacio, en un tiempo t, es igual a 1:

 dPr , t   1 (1.18)

Ya que dP(r,t) está dada por la expresión (1.13), se concluye que la función de onda (r,t)
debe ser de cuadrado integrable:
 2 3
  r , t  d r es finita (1.19)

La constante de normalización C que aparece en (1.13) queda dada por la relación:


 2
   r , t  d 3 r
1
(1.20)
C
Se acostumbra usar funciones de onda normalizadas, tal que:
 2 3
  r , t  d r  1 (1.21)

por tanto la constante C es igual a 1.


(ii) Note la importante diferencia entre los conceptos de estado clásico y estado cuántico. El
estado clásico de una partícula es determinado en el tiempo t especificando seis
parámetros que caracterizan su posición y su velocidad en el tiempo t: x, y, z; vx, vy, vz. El
estado cuántico de una partícula se determina por un número infinito de parámetros: los
valores de la función (r,t) en los diferentes puntos en el espacio que se asocian con ella.
La idea clásica de trayectoria (la sucesión en el tiempo de los diferentes estados de la
partícula), se debe substituir por idea de la propagación de la onda asociada con la
15
partícula. Consideremos por ejemplo el experimento de la doble rendija de Young, descrito
para el caso del fotón pero que en principio también puede ser realizado con partículas
elementales como electrones: Cuando se observa el patrón de interferencia, no tiene
sentido preguntarse a través de qué rendija ha pasado cada partícula, ya que la onda
asociada con ella pasa a través de ambas.
(iii) Hay que señalar que, a diferencia de los fotones, que pueden ser emitidos o absorbidos
durante un experimento, las partículas materiales no pueden ser creadas ni destruidas.
Por ejemplo, los electrones emitidos por un filamento caliente ya existían en el filamento.
De la misma forma, un electrón absorbido por un contador no desaparece; pasó a hacer
parte de un átomo o de una corriente eléctrica. Realmente, la teoría de la relatividad
muestra que es posible crear y aniquilar partículas materiales: por ejemplo, un fotón que
tenga suficiente energía, pasando cerca de un átomo, puede materializarse dentro de un
par electrón-positrón. De forma inversa, el positrón, cuando colisiona con el electrón se
aniquila emitiendo fotones. Sin embargo, en el esquema de la mecánica cuántica no
relativística no pueden ser ni creadas ni aniquiladas.
1.3. Descripción cuántica de una partícula. Paquete de ondas.
Ya fueron introducidos los conceptos fundamentales necesarios para la descripción cuántica de una
partícula. Nos familiarizaremos ahora con estos conceptos y deduciremos de ellos varias propiedades
importantes. Empecemos estudiando un caso especial muy simple, el de la partícula libre.
 La partícula libre.
Consideremos una partícula cuya energía potencial es cero (o tiene un valor constante) en cada punto
del espacio. La partícula no estará bajo la influencia de ninguna fuerza, por lo que se denomina
partícula libre.
Cuando V(r,t) = 0, la ecuación de Schrödinger toma la forma:
  2 
i  r , t     r , t  (1.22)
t 2m
Esta ecuación diferencial es satisfecha por soluciones de la forma:
 r , t   Aei k . r t 
 

(1.23)
(donde A es una constante), con la condición de que k y  satisfacen la relación:

k 2
 (1.24)
2m
Observe que, de acuerdo con la relación de de Broglie (1.11), la condición (1.24) expresa el hecho de
que la energía E y el momentum p de la partícula libre satisfacen la ecuación ampliamente trabajada
en la mecánica clásica:

p2
E (1.25)
2m
Hemos visto que, ya que

 r , t   A
2 2
(1.26)

16
una onda plana de este tipo representa una partícula cuya probabilidad de presencia es uniforme a
través de todo el espacio.
1.4. Partícula en un potencial escalar independiente del tiempo.
La descripción cuántica de una partícula se reduce a la descripción clásica cuando la constante de
Planck se considera nula. En la aproximación clásica no aparece el carácter tipo onda porque la
longitud de onda =h/p asociada con la partícula es mucho menor que la característica longitud de
su movimiento. Esta situación es análoga a la encontrada en óptica. La óptica geométrica, que ignora
las propiedades tipo onda de la luz, constituye una buena aproximación cuando la correspondiente
longitud de onda puede ser obviada compara con la longitud con que se está trabajando.
Trataremos ahora partículas en potenciales independientes del tiempo. Lo que se ha dicho hasta el
momento implica que los efectos cuánticos deben surgir cuando el potencial varía apreciablemente
sobre distancias más cortas que la longitud de onda. Esta es la respuesta al porqué estudiaremos el
comportamiento de partículas cuánticas colocadas en varios “potenciales cuadrados”, es decir,
“potenciales escalón”, tal como se muestra en la figura 1.3. Tal potencial, que es discontinuo, varía
considerablemente en intervalos del orden de la longitud de onda, por pequeña que ella sea: por
tanto siempre deben aparecer efectos cuánticos. Antes de empezar esa discusión, vamos a ver
algunas propiedades importantes de la ecuación de Schrödinger cuando el potencial no depende del
tiempo.
 Separación de variables. Estados estacionarios.
La función de onda de una partícula cuya energía potencial V(r) no depende del tiempo debe
satisfacer la ecuación de Schrödinger:
  2   
i  r , t     r , t   V r  r , t  (1.30)
t 2m
a. Existencia de estados estacionarios
Veamos si existe solución a esta ecuación de la forma (r,t)=(r)(t). Sustituyendo esta expresión
en (1.30), se obtiene:
 d t   2   
i r    t   r    t V r  r  (1.31)
dt  2m 
Si se divide a ambos lados por el producto (r)(t), tenemos:
i d t  1  2  
    r   V r  (1.32)
 t  dt  r   2m 
Esta ecuación iguala una función de t (lado izquierdo) a una función de r (lado derecho). Esta igualdad
sólo es posible si cada una de estas funciones es una constante, que nosotros haremos igual a E ( 
6), donde  tiene dimensiones de frecuencia angular. Con esta elección, se obtiene para (t) una

ecuación fácilmente integrable que da:


 t   Aeit (1.33)

6Usted puede obtener E trabajando con la parte temporal, lado izquierdo de (1.32), haciéndola igual a una constante c, y
resolviendo la ecuación. Finalmente, con un análisis dimensional del argumento de la exponencial encontrará que c=E.
17
De la misma forma, (r) debe satisfacer la ecuación:
2    
  ( r )  V ( r ) ( r )   ( r ) (1.34)
2m
Si ponemos A=1 en la ecuación (1.33), tenemos el siguiente resultado: la función
 
 (r , t )   (r )e it (1.35)
es una solución de la ecuación de Schrödinger, con la condición de que (r) sea una solución de la
ecuación (1.34).
Si ponemos A=1 en la ecuación (1.33), tenemos el siguiente resultado: la función
 
 (r , t )   (r )e it (1.35)
es una solución de la ecuación de Schrödinger, con la condición de que (r) sea una solución de la
ecuación (1.34).
Una función de onda de la forma (1.35) es conocida como solución estacionaria de la ecuación de
Schrödinger ya que conduce a una densidad de probabilidad independiente del tiempo
 2  2
 (r , t )   (r )
En una función estacionaria aparece una única frecuencia angular ; de acuerdo con las relaciones
Planck-Einstein, un estado estacionario corresponde a

un estado con una energía bien definida E   (energía del estado propio), lo que en mecánica
clásica es equivalente a que la energía total es una constante del movimiento (energía potencial es
independiente del tiempo).
La ecuación (1.34) puede ser escrita como:
 2    
  2m   V ( r ) ( r )  E ( r ) (1.36)
 
O:
 
H ( r )  E ( r ) (1.37)
Donde H es el operador diferencial:
2 
H    V (r ) (1.38)
2m
H es un operador lineal ya que, si 1 y 2 son constantes, tenemos:
   
H 11 ( r )  2 2 ( r )  1 H1 ( r )  2 H 2 ( r ) (1.39)
La ecuación (1.37) se denomina ecuación de valores propios del operador lineal H: la aplicación de H
sobre las funciones propias (r) da como resultado la misma función, multiplicada por el
correspondiente “valor propio” E. Por tanto, las energías permitidas son los valores propios del
operador H. Veremos luego que la ecuación (1.37) tiene solución cuadrado integrable (r) sólo para
ciertos valores de E: este es el origen de la cuantización de la energía.
18
Las ecuaciones (1.36) y (1.37) son conocidas como “ecuación de Schrödinger independiente del
tiempo”, para diferenciarlas de la ecuación dependiente del tiempo, (1.30). No obstante, reforcemos
su diferencia esencial: La ecuación (1.30) es una ecuación general que da la evolución de la función
de onda, cualquiera que sea el estado de la partícula; por otro lado, la ecuación de autovalores
(valores propios) (1.37) nos permite encontrar, entre todos los estados posibles, aquellos que son
estacionarios.
b. Superposición de estados estacionarios.
Para distinguir entre los diferentes valores posibles de la energía E (y la correspondiente función
propia (r,t)), vamos a usar el subscrito n, con lo que tenemos:
 
Hn (r )  Enn (r ) (1.40)
Y los estados estacionarios de las partículas tienen como funciones de onda:
 
 n ( r , t )   n ( r )e iEnt /  (1.41)

(r,t) es una solución a la ecuación de Schrödinger (1.30). Ya que esta ecuación es lineal, tiene toda
una serie de otras soluciones de la forma
 
 n ( r , t )   cn n ( r )e  iEn t /  (1.42)
n

Donde los coeficientes cn son constantes complejas arbitrarias. En particular, tenemos:


 
 n ( r ,0)   cn n ( r ) (1.43)
n

Por tanto, los coeficientes cn quedan determinados por (r,0), es decir, por el estado de la partícula
en t=0. La correspondientes solución (r,t) de la ecuación de Schrödinger está dada por (1.42), todo
lo que hay que hacer es multiplicar cada término de (1.43) por el factor e  iEn t /  , donde En es el valor
propio asociado con n(r). Hay que hacer énfasis en el hecho de que estos factores de fase difieren de
un término a otro. Sólo para el caso de los estados estacionarios la dependencia temporal involucra
sólo un exponencial.
 Potencial “cuadrado” unidimensional. Estudio cualitativo.
Se mencionó anteriormente que para observar efectos cuánticos consideraríamos potenciales que
variaran considerablemente sobre pequeñas distancias. Nos limitaremos inicialmente a un estudio
cualitativo, con el fin de concentrarnos en las ideas físicas. Para simplificar el problema,
consideraremos un modelo unidimensional, en el que la energía potencial depende sólo de x.
a. Significado físico de potencial cuadrado.
Un potencial de este tipo de muestra en la figura 1.3. El eje Ox se divide entre un cierto número de
regiones de potencial constante. En el borde de dos regiones adyacentes el potencial hace un salto
abrupto (presenta discontinuidad). Realmente, una función de este tipo no puede representar un
potencial físico, que debe ser continuo, pero será usada para representar un potencial V(x) que
realmente tiene la forma mostrada en la figura 1.3b: no hay discontinuidades, pero V(x) varía muy
rápidamente en las vecindades de cierto valor de x.

19
Figura 1.3. Potencial cuadrado (fig. a) que esquemáticamente representa un potencial real (fig. b) para el que la
fuerza tiene la forma que se presenta en la figura c.
Cuando los intervalos sobre los que ocurre esta variación son mucho menores que toda otra distancia
envuelta en el problema (en particular, menor que la longitud de onda asociada con la partícula), es
posible remplazar el potencial verdadero por el potencial cuadrado de la figura 1.3b. Esta es una
aproximación que debe dejar de ser válida para, por ejemplo, partículas con energía muy alta, cuya
longitud de onda debe ser muy cortas.
Las predicciones de la mecánica clásica respecto al comportamiento de una partícula en un potencial
como el de la figura 1.3 son fáciles de determinar. Por ejemplo, suponga que V(x) es la energía
potencial gravitacional. La figura 1.3b representa el perfil real del terreno en el que se mueve nuestra
partícula: las correspondientes discontinuidades son pendientes afiladas, separadas por planicies
horizontales. Note que, si fijamos la energía total E de la partícula, el dominio del eje Ox donde V>E
no son tenidos en cuenta (su energía cinética Ek=E-V debe ser positiva).
Comentario:
La fuerza ejercida sobre la partícula es F(x)=-dV(x)/dx. En la figura 1.3c se ha representado esa fuerza
a partir del potencial de 1.3b. Como puede verse, la partícula no está bajo la influencia de ninguna
fuerza en toda la región donde el potencial es constante. Sólo en la frontera entre las dos planicies
actúa una fuerza y, dependiendo del caso, la acelera o la retarda.
b. Analogía óptica
Vamos a considerar estados estacionarios de una partícula en un potencial cuadrado unidimensional.
En la región donde el potencial tiene un valor constante V, la ecuación de valores propios está dada
por (1.36):
 2 d 2 
  2m dx 2  V  ( x )  E ( x ) (1.44)
 
O:
 d 2 2m 
 dx 2   2 E  V  ( x )  0 (1.45)
 

20
Ahora, en óptica existe una ecuación completamente análoga. Consideremos un medio transparente
cuyo índice n no depende de r ni de t. En este medio debe haber ondas electromagnéticas cuyo campo
eléctrico E(r,t) sea independiente de y y z y tenga la forma:

E (r , t )  eˆE ( x)eit (1.46)
Donde e es un vector unitario perpendicular a Ox. E(x) debe entonces satisfacer la ecuación:
 d 2 n 2 2 
 dx 2  c 2  E ( x )  0 (1.47)
 
Vemos que las ecuaciones (1.45) y (1.47) son idénticas si establecemos que:
n 2 2
2m
 E  V   (1.48)
2 c2
Por otra parte, en un punto x donde el potencial V (y por consecuencia el índice n dado por 1.48) es
discontinuo, las condiciones de frontera para (x) y E(x) son las mismas: ambas funciones, así como
su primera derivada, deben ser continuas. Por lo tanto, la analogía estructural entre las ecuaciones
(1.45) y (1.47) nos permite asociar un problema de mecánica con un problema de la óptica: la
propagación de una onda electromagnética de frecuencia angular  en un medio cuyo índice n tiene
discontinuidades del mismo tipo que el potencial cuántico. De acuerdo con (1.48), la relación entre
los parámetros óptico y mecánico es:

2mc2 E  V 
1
n ( )  (1.49)

Para una onda de luz, una región donde E>V corresponde a un medio transparente cuyo índice es
real. La onda es entonces de la forma
e ikx
Cuando V>E la ecuación (1.48) da como resultado un índice imaginario. En (1.47) n2 sería negativo y
la solución respectiva sería de la forma
e  x
lo que en óptica corresponde a una “onda evanescente” 7. Ciertos aspectos de la situación son
parecidos a la propagación de una onda electromagnética en un medio metálico.
Lo anterior es puramente una analogía, ya que la interpretación que se da a la función de onda en
mecánica cuántica es fundamentalmente diferente.
c. Ejemplos.
 Potencial escalón y barrera de potencial.
Consideremos una partícula de energía E que, viajando desde la región x negativa, llega al potencial
escalón de altura V0 que se muestra en la figura 1.4.

7En general, el índice de refracción es un número complejo (nr = nr' + inr'') cuya parte real es la conocida n y cuya parte
imaginaria es el coeficiente de absorción, también llamado coeficiente de atenuación. Así, una onda evanescente es
una onda estacionaria con una intensidad que muestra un decaimiento exponencial con distancia desde el límite en el
cual la onda se produjo.
21
Si E>V0 (el caso en el que la partícula clásica supera el potencial y continúa su camino hacia la derecha
con una velocidad menor), la analogía óptica es la siguiente: una onda de luz propagándose de
izquierda a derecha en un medio de índice n1 tal que:
c
n1  2mE (1.50)


Figura 1.4. Potencial escalón


En x = x1 hay una discontinuidad y el índice para x>x1 es

2mE  V0 
c
n2  (1.51)

Sabemos que la onda incidente que viene desde la izquierda se divide en una onda reflejada y una
onda transmitida. Vamos a llevar este resultado a la mecánica cuántica, sabemos que la partícula no
se “parte en dos”: la partícula tiene una cierta probabilidad P de ser reflejada y sólo la probabilidad 1-
P de seguir su curso hacia la derecha. Este resultado es contrario a lo que predice la mecánica clásica.
Cuando E<V0, el índice n2, que corresponde a la región x>x1, se vuelve imaginario, y la onda de luz
incidente es totalmente reflejada. La predicción cuántica coincide en este punto con la mecánica
clásica. Sin embargo, la existencia de una onda evanescente para x>x1 muestra que la partícula
cuántica tiene una probabilidad diferente de cero de ser encontrada en esta región.
El papel de esta onda evanescente es más sorprendente en el caso de una barrera de potencial (figura
1.5).

Figura 1.5. Barrera de potencial


Para E<V0, una partícula clásica debe siempre volver atrás. Pero, en el correspondiente problema
óptico, tendríamos una capa de espesor finito, con un índice imaginario, rodeado por un medio
transparente; si el espesor no es más grande que el rango 1/  de la onda evanescente, parte de la
onda incidente es transmitida a la región x > x2. Por tanto, aun para E<V hay una probabilidad
diferente de cero de que la partícula atraviese la barrera. Esto se conoce como “efecto túnel”.
 Pozo de potencial.

22
La función V(x) tiene ahora la forma mostrada en la figura 1.6. Las predicciones de la mecánica clásica
son las siguientes:
 Cuando la partícula tiene una energía negativa E (pero mayor que –V0) puede sólo oscilar
entre x1 y x2, con energía cinética Ek=E+V0;
 Cuando la partícula tiene una energía positiva y llega desde la izquierda es sometida a una
aceleración abrupta en x1, luego una desaceleración en x2, y luego continúa su camino hacia
la derecha.

Figura 1.6. Pozo de potencial


En la analogía óptica para el caso –V0<E< 0, los índices n1 y n3, que corresponden a la regiones x<x1 y
x>x2, son imaginarios, mientras que el índice n2 que caracteriza el intervalo [x1,x2] es real. Así,
tenemos el equivalente de una capa de aire, por ejemplo, entre dos medios reflectantes. Las
diferentes ondas reflejadas sucesivamente en x1 y x2 se destruyen entre sí a través de la interferencia,
excepto para ciertas frecuencias bien definidas (“modos normales”) que permiten que se establezcan
ondas estacionarias8. Desde el punto de vista cuántico, esto implica que las energías negativas están
cuantizadas, mientras que clásicamente todos los valores entre –V0 y 0 son posibles.
Para E>0, los índices n1, n2 y n3 son reales:
c 1
n1  n3  2mE (1.52)


2mE  V0 
c 1
n2  (1.53)

Ya que n2 es mayor que n1 y n3, la situación es análoga a la de una capa de vidrio en aire. Para obtener
la onda reflejada para x < x1, o la onda transmitida en la región x>x2, es necesario superponer un
número infinito de ondas que provengan de sucesivas reflexiones en x1 y x2. Se encuentra entonces
que, para ciertas frecuencias incidentes la onda es totalmente transmitida. Desde el punto de vista
cuántico, en general la partícula tiene cierta probabilidad de ser reflejada. Sin embargo, existen
valores de energía llamadas energías de resonancia, para las que la probabilidad de transmisión vale
1, y por consiguiente, la probabilidad de reflexión es 0.
Estos pocos ejemplos muestran cómo muchas de las predicciones de la mecánica cuántica pueden
diferir de las de la mecánica clásica. También resaltan claramente el papel primordial de la
discontinuidad del potencial (que representa, esquemáticamente, variaciones rápidas).

8
Ondas estacionarias: Ondas en las cuales ciertos puntos, llamados nodos, permanecen inmóviles. Se forman por la
interferencia de dos ondas de la misma naturaleza con igual amplitud, longitud de onda (o frecuencia) que avanzan
en sentido opuesto a través de un medio. Las ondas estacionarias permanecen confinadas en un espacio (cuerda,
tubo con aire, membrana, etc.)

23
 Potencial “cuadrado” unidimensional. Estudio cuantitativo.
Estamos interesados ahora en calcular cuantitativamente los estados estacionarios de una partícula,
discutiendo sus implicaciones físicas, limitándonos a modelos unidimensionales.
Comportamiento de la función de onda estacionaria (r).
(Regiones de energía con potencial constante)
En el caso de un potencial cuadrado, V(x) es una función constante V(x)=V en ciertas regiones del
espacio. En tal región, la ecuación (d-8) puede ser escrita como:
d2 2m
2
 ( x )  2 ( E  V ) ( x )  0 (1.52)
dx 
Debemos distinguir entre varios casos:
(i) E>V
Vamos a introducir la constante positiva k, definida por:
2k 2
E V  (1.53)
2m
La solución de la ecuación (1.52) puede entonces ser escrita como:
 ( x)  Aeikx  A´e ikx (1.54)
Donde A y A´son constantes complejas
(ii) E<V
Esta condición corresponde a las regiones del espacio que deben ser prohibidas para la partícula, de
acuerdo con las leyes de la mecánica clásica. En este caso se introduce una constante positiva 
definida por:
2 2
V E  (1.55)
2m
Y la solución para (1.52) puede ser escrita como:
 ( x)  Be x  B´e  x (1.56)
Donde B y B´ son constantes complejas
(iii) E=V
En este caso (x) es una función lineal de x.
(Regiones de energía con potencial discontinuo)

24
¿Cómo se comporta la función de onda en el punto x=x1 donde el potencial es discontinuo? Se podría
pensar que en este punto la función de onda se comporta extraño, por ejemplo, es discontinua, no
obstante no es este el caso: tanto (x) como d(x)/dx son continuas y sólo la segunda derivada es
discontinua en x=x1.
De acuerdo con los argumentos anteriores, el proceso para determinar estados estacionarios en un
potencial cuadrado es el siguiente: en todas las regiones donde V(x) sea constante, es válido
escribir(x) en cualquiera de las dos forma (1.54) o (1.56), como paso siguiente se aplican criterios
de continuidad tanto sobre (x) como d(x)/dx en los puntos donde V(x) es discontinua.
Ejemplos simples
Vamos ahora a obtener cálculos cuantitativos de estados estacionarios, siguiendo el método descrito
en el párrafo anterior para todas las formas de V(x) ya descritas, podremos así verificar que la forma
de las soluciones es predicha por la analogía óptica.
(a) Potencial escalón

Figura a1. Potencial escalón

a1. Caso donde E > V0; reflexión parcial


Sea:
2mE
 k1 (a1)
2
2mE  V0 
 k2 (a2)
2
La solución de (1.52) tiene la forma (1.54) en las dos regiones I (x < 0) y II (x > 0):
 I ( x)  A1eik x  A1´e ik x
1 1
(a3)

 II ( x)  A2 eik x  A2 ´e ik x
2 2
(a4)
El problema esquematizado en la figura a1. hace referencia a una partícula en la región I viajando
desde x = -∞. En la ecuación (a4) el segundo término (con coeficiente A2´) hace referencia a una
partícula que viaja desde x = ∞. No hay en la región II una “pared de potencial” en la que la partícula
pueda reflejarse y cambiar la dirección de su movimiento, por lo tanto este término no tiene sentido
y A2´=0. Con lo anterior y aplicando las condiciones de frontera, se obtiene:
A1´ k1  k 2
 (a5)
A1 k1  k 2
A2 2k1
 (a6)
A1 k1  k 2

25
I(x) es la superposición de las dos ondas. La primera (el término en A1) corresponde a una partícula
incidente, con momento p = ħk1, propagándose desde la izquierda hacia la derecha. El segundo
término (el de A1´) corresponde a una partícula reflejada con momento –ħk1, propagándose en la
dirección opuesta. Ya que se elige A2´= 0, II(x) consiste de sólo una onda, que es asociada con una
partícula transmitida. Así, se definen los coeficientes de reflexión R y de transmisión T del potencial
escalón. Estos coeficientes dan la probabilidad de que la partícula que viaja desde –∞ pase por el
potencial en x = 0 o sea devuelta por este. Así, se tiene:
2

R 1 (a7)
A1
2
k A
T 2 2 (a8)
k1 A1
Llevando (a5) y (a6) a estas dos expresiones, se tiene:
4 k1 k 2
R  1 (a9)
k1  k 2 2
4 k1 k 2
T (a10)
k1  k 2 2
Es fácil verificar que R + T = 1: la partícula puede ser tanto transmitida como reflejada. Contrario a lo
que predice la mecánica clásica, la partícula tiene una probabilidad diferente de cero de ser reflejada
por el potencial. Esto puede ser explicado usando la analogía óptica considerando la reflexión de una
onda de luz desde un medio con n1 a un medio con n2, n1> n2. Además, es fácil verificar usando (a1),
(a2) y (a10) que si E>>V0, T≃1: cuando la energía de la partícula es suficientemente grande en
comparación con la altura del potencial, la partícula pasará por el potencial como si no existiera.
a2. Caso donde E<V0; reflexión total
Para este caso remplazamos (a2) y (a4) por
2m(V0  E )
 2 (a11)
2
 II ( x)  B2e x  B2´e  x
2 2
(a12)
Para que la solución tenga límite cuando x →∞, es necesario que B2 = 0. Aplicando la condición de
continuidad de la función y de su primera derivada en x = 0, se obtiene:
A1´ k1  i 2
 (a13)
A1 k1  i 2
B2 ´ 2k1
 (a14)
A1 k1  i 2
Por tanto, el coeficiente de reflexión R es igual a:

26
2 2
A´ k  i 2  k  i 2  k1  i 2 
R 1  1   1    1 (a15)
A1 k1  i 2  k1  i 2  k1  i 2 
Como sucede en el análisis clásico, la partícula será siempre reflejada (reflexión total). No obstante
hay una diferencia importante: debido a la existencia de la onda evanescente, e   2 x , la partícula tiene
una probabilidad diferente de cero de estar en la región del espacio que es clásicamente prohibida.
Esta probabilidad decrece exponencialmente con x y se anula cuando x es mayor que el rango 1/2
de la onda evanescente. Note que el coeficiente A1´/A1 es complejo. Aparece un cierto desfase en la
reflexión que, físicamente, se debe al hecho de que la partícula se retrasa cuando penetra en la región
x > 0. Este desfase es análogo al que se da cuando la luz es reflejada por un tipo de sustancia metálica;
sin embargo, no hay análogo en mecánica clásica.
(a) Barrera de potencial

Figura b1. Barrera cuadrada de


potencial

La figura b1 hace referencia a una partícula que viaja desde x=-∞ en la dirección +x, con una energía
E.
b1: Análisis para E >V09
Usando las expresiones (a1) y (a2), encontramos para las tres regiones: I (x<0, V=0), II (0<x<l, V=V0)
y II (x>l, V=0), tenemos:
 I ( x)  Aeik x  Be ik x
1 1
(b1)

 II ( x)  Ceik x  De ik x
2 2
(b2)

 III ( x)  Feik x  Geik x


1 1
(b3)

En (b3) se elige G=0 ya que este término hace referencia a una onda que viaja desde x=+∞, y no hay
nada en el problema que permita suponer la existencia de esa onda. Aplicando condiciones de
existencia dela función (tener límite) y de continuidad para la función y su derivada:

9 Si V0 es negativo se tiene el caso de un pozo de potencial


27
 I (0)   II (0)
(b4)
 ´ I (0)   ´ II (0)
 II (l )   III (l )
(b5)
 ´ II (l )   ´ III (l )
Se tienen los siguientes desarrollos:
 k 2  k 22 
A  cosk 2 l   i 1 sen k 2 l  e ik1l F
 2 k1 k 2  (b6)
k  k1
2 2
Bi 2 sen k 2 l e ik1l F
2 k1 k 2
B/A y F/A permiten calcular el coeficiente de reflexión y el coeficiente de transmisión,
respectivamente, en la barrera:

R
B

2
k12  k22  sen 2 k2l 2

(b7)
4k12 k 22  k12  k 22  sen 2 k 2 l 
2
A
2
F 4k12 k 22
T  (b8)
4k12 k 22  k12  k 22  sen 2 k 2 l 
2
A

Es fácil verificar que R+T=1. De acuerdo con las expresiones para k1 y k2 (ecuaciones a1 y a2), se
tiene:
4 E ( E  V0 )
T
4 E ( E  V0 )  V02 sen 2  2m( E  V0 )l /   (b9)

En la figura b2 se muestra la variación del coeficiente de transmisión con respecto a l (con E y V0


fijos): T oscila periódicamente entre su valor mínimo, [1+ V02/(4E(E-V0))]-1, y su máximo valor, que
es 1.

Figura b2. Variación del coeficiente de


transmisión T de la barrera como función de
su anchura (l). Aparece resonancia cada vez
que l es múltiplo entero de media longitud de
onda /k2 en la región II.

Esta función es análoga a la que describe la transmisión de un interferómetro Fabry-Perot. Como en


óptica, las resonancias (obtenidas cuando T=1, es decir, cuando k2l = n) corresponden a valores de
l que son múltiplos enteros de la mitad de la longitud de onda de la partícula en la región II. Cuando
E>V0, la reflexión de la partícula en cada discontinuidad del potencial se da sin una diferencia de fase
de la función de onda. Esto es debido a que la condición de resonancia k2l=n corresponde a los
valores de l para los cuales puede existir un sistema de ondas estacionarias en la región II. Por otro
lado, lejos de la resonancia, las diferentes ondas que son reflejadas en x = 0 y en x = l se destruyen
entre sí por interferencia, por lo que los valores de la función de onda son pequeños.

28
(b) Barrera de potencial

Figura b1. Barrera cuadrada de


potencial

La figura b1 hace referencia a una partícula que viaja desde x=-∞ en la dirección +x, con una energía
E.
b2. Análisis para E<V0, efecto túnel
Para este análisis se debe sustituir (b2) por (a12), siendo que 2 está dado por (a11), entonces:
2m(V0  E )
  2 , y:
2
 I ( x)  Aeik x  Be ik x
1 1
(b10)

 II ( x)  Ce x  De   x
2 2
(b11)

 III ( x)  Feik x  Geik x


1 1

(b12)

Figura b3. Representación esquemática de las funciones de onda en las regiones I, II y III. La onda en la región II es una
onda “evanescente”.
Aplicando de nuevo las condiciones de continuidad de la función y su derivada y luego de hacer
alguna álgebra se puede escribir el coeficiente de transmisión de la barrera, no obstante no es
necesario hacer todos los cálculos, lo único que se debe hacer es sustituir k2 por -i2, así:
4k12  22
2
F
T  (b13)
4k12  22  k12   22  senh 2  2 l 
2
A

4 E (V0  E )
T
4 E (V0  E )  V02 senh 2  2m(V0  E )l /   (b14)

Y, por supuesto, R=1-T. Cuando 2l >> 1, se tiene:

29
16E (V0  E )  2  2l
T e (b15)
V02
Ya hemos visto porqué, contrario a las predicciones clásicas, la partícula tiene una probabilidad
diferente de cero de cruzar la barrera de potencial. La función de onda en la región II es diferente de
cero, pero tiene comportamiento de “onda evanescente” de rango 1/ 2, tal como se observa en la
figura b3. Cuando l ≤ 1/2, la partícula tiene una probabilidad considerable de atravesar la barrera
por “efecto túnel”. Este efecto tiene numerosas aplicaciones físicas, entre las que se pueden resaltar
el microscopio de efecto túnel, que permite la resolución a nivel atómico de la topografía de
superficies cristalinas. Por otro lado el efecto túnel de protones presentes en el átomo de hidrogeno
entre distintas configuraciones en una molécula de ADN corresponde a un mecanismo importante de
mutación. Otras aplicaciones importantes del efecto túnel incluyen las junturas túnel y el diodo túnel,
ambos referidos al efecto túnel de electrones en semiconductores.
(c) Estados ligados: pozo cuadrado de potencial.
En los casos anteriores hemos tratado el movimiento de partículas en potenciales que son incapaces
de ligar la partícula a regiones limitadas del espacio. También se han presentado un número de
fenómenos cuánticos interesantes en los que no ocurre la cuantización de la energía. El caso
mostrado en la figura b2 permite intuir que sólo se puede esperar la cuantización de la energía para
potenciales que son capaces de ligar una partícula. En esta sección se estudiará uno de los potenciales
más simples que tienen esta propiedad, el potencial de pozo cuadrado.
C1. Pozo de profundidad infinita.

Asumiremos que V(x) es cero para 0 < x < a (en el gráfico, 0 < x < L) e infinito para rangos fuera de
ese. Se tiene:
2mE
k (c16)
2
(x) debe ser cero fuera del intervalo [0,a], y continua en x=0, así como en x=a.
Ahora, para 0 ≤ x ≤ a:
 ( x)  Aeikx  Be ikx (c17)
Ya que (0) = 0, se puede deducir que B = -A, por tanto:
 ( x )  2iAsen (kx) (c18)
Sin embargo, (a) debe ser 0, entonces

30
n
k (c19)
a
Donde n es un entero positivo arbitrario. Si normalizamos la función (c18), tomando en cuenta (c19)
se obtiene la función de estados estacionarios:
2 n x
 n ( x)  sen ( ) (c19)
a a
Con energías:
n 2 2  2
En  (c20)
2ma 2
Es decir, para este caso particular la cuantización de la energía surge de un modo simple.
C2. Pozo de profundidad finita.
El caso se representa en la figura c1. Nos limitaremos aquí a estudiar el caso –V0<E< 0 (el caso E> 0
fue incluido en el análisis anterior). En las regiones I (x< -a/2), II (-a/2 ≤ x ≤ a/2) y III (x>a/2),
tenemos respectivamente:

Figura c1. Pozo


cuadrado de potencia.

 I ( x)  Aex  Be  x (c1)

 II ( x)  Ceikx  De ikx (c2)

 III ( x)  Fex  Ge x (c3)


Con
2mE
i  i (c4)
2
2m( E  V0 )
k (c5)
2
Ya que (x) debe tener límite en la región I, tenemos que B=0 (debe tener límite en x=-∞).
Aplicando la condición de continuidad para la función y su derivada, se tiene:
Para x = -a/2:
  ik
C  e    ik a / 2 A
2ik (c6)
  ik
D  e    ik a / 2 A
2ik

31
Para x = a/2:
F e  a

A 4ik

  ik 2 e ika    ik 2 e ika 
(c7)
G 2  k2
 sen ( ka)
A 2 k
Pero (x), también debe tener límite en la región III, por lo que F debe ser nula ( debe tener límite
en x=+∞), llevando esta condición a F/A se obtiene:
  ik 2  e 2ika (c8)
  ik 2
Ya que  y k dependen de E, la ecuación (c8) se satisface sólo para ciertos valores de E. Por lo tanto,
imponer una cota en (x) en todas las regiones del espacio implica la cuantización de la energía. Más
precisamente, son posibles dos casos:
(i) Si:
  ik
  e ika (c9)
  ik
Se tiene:
  ka 
 tan  
k  2 
2mV0
ahora, haciendo k0  2
 k2  2 (c10)

se obtiene:

 ka  k  
2
k 
2 2
1
 1  tan 2     0  (c12)
 ka   2 k 2
k 
cos 2  
 2
Por tanto, la ecuación (c9) es equivalente al sistema de ecuaciones:
 ka  k
cos  
 2  k0
(c13)
 ka 
tan    0
 2 
Los niveles de energía son determinados por la intersección de una línea recta, que tiene pendiente
1/k0, con arcos sinusoidales (líneas punteadas largas en la figura c2). Se obtiene así un cierto número
de niveles de energía, cuyas funciones de onda son pares. Esto se ve claramente si se sustituye (c9)
en (c6) y (c7); es fácil verificar que G=A y que C=D, por lo tanto (-x)=(x).
(ii) Si:

32
  ik
 e ika (c14)
  ik
Haciendo un cálculo como el anterior, se tiene:
 ka  k
sen   
 2  k0
(c15)
 ka 
tan    0
 2 

Entonces los niveles de energía son determinados por la intersección de la misma línea recta con
otros arcos sinusoidales (líneas punteadas cortas en la figura c2). Los niveles así obtenidos caen entre
aquellos encontrados en (i), y las correspondientes funciones de onda son impares.

Figura c2. Solución gráfica de la ecuación (c8), dando las energías de los estados ligados de una partícula en un pozo de
potencial cuadrado. En la figura hay 5 estados ligados, tres pares (asociados con los puntos P) y dos impares (puntos I).

33

También podría gustarte