Alejandro Portes en su capítulo "Los postulados sobre los que se asienta la disciplina"
explica que la noción de acción económica hace referencia a la adquisición y uso de medios
escasos. Cualquier actividad necesaria para este proceso se clasifica comúnmente como
económica. Hay dos campos que se ocupan de explicar los motivos que mueven a los
actores y sobre la influencia de tipo social que ejercen otros sobre sus actividades. El
campo de la psicología y el campo de la sociología. El triunfo del enfoque neoclásico
dependía de que se adoptaran una serie de asunciones simplificadoras que permitieran la
creación de complejos modelos matemáticos. Esta racionalidad se caracteriza por la
búsqueda de ganancias a toda costa por parte de los actores económicos. El campo de la
econnomía del comportamiento se ha centrado en la racionalidad individual y ha
demostrado su insostenibilidad en ciertos contextos. (Pág. 44) La sociología económica,
sin embargo, se ha ocupado de las limitaciones creadas por el entorno social. Su atención
se ha fijado en la forma en la que las influencias externas modifican el comportamiento de
los individuos y conducen a predicciones distintas realizadas por los modelos económicos
convencionales. este enfoque da por sentado que los actores son racionales porque buscan
sus metas utilizando medios expresamente seleccionados y existen relaciones en cada una
de las etapas del proceso (desde la selección de los objetivos económicos hasta la
organización de los medios necesarios para alcanzarlos).
Max Weber en Economía y Sociedad distingue tres tipos de acciones: las dirigidas por la
costumbre, por el sentimiento y por la búsqueda deliberada de ciertas metas. Este último
como "acción racional", puede tomar dos formas dependiendo de que su estructura de
medios y fines esté dirigida a la consecución de fines individuales o a la búsqueda de un
valor trascendental. Para Weber, tener en cuenta a los otros hace referencia a las
espectativas reales vinculadas a la sociabilidad. Gracias a que pertenecen a grupos, los
individuos adquieren una serie de privilegios y obligaciones que simultáneamente
favorecen y limitan sus intereses personales. Todas las interacciones crean sociabilidad
que generan una serie de espectativas estables, jerarquías de estatus y sentimientos.
- La acción económica está orientada socialmente en el sentido de que puede estar regida
por la introyección de valores. En esta categoría se incluye cualquier acción guiada por
consideraciones morales, que puede influir sobre el carácter de las metas individuales y
sobre los medios para alcanzarlas.
Así pues, la renovada disciplina de la sociología económica no es que haya abandonado las
consideraciones morales como una de las formas de influencia social sobre el
comportamiento económico sino que se ha centrao más en los criterios de aprobación
social y expectativas de reciprocidad. (pág. 47) La acción económica socialmente orientada
no es un mecanismo explciativo, sino una estrategia orientadora: una metaasunción. Su
valor radica en que hace hincapié sobre ciertas características de la estructura y del
intercambio económico.
d. El resultado inesperado (la más importante): Hace referencia a estados finales que
son cualitativamente diferentes y opuestas a lo que se buscaba originalmente. El
pasado no conduce al presente, sino que los acontecimientos toman giros
inesperados. Simmel explica que los datos formales del número y del espacio
trastocan la acción intencional dando lugar a múltiples resultados inesperados.
(pág. 53-54) Este tipo se acerca al tratamiento que da originalmente Merton a los
efectos no intencionales. Quien resalta el papel de lo paradójico en la vida social,
una perspectiva que se desarrollaría en sus análisis sobre profecías autocumplidas
y sobre los conflictos entre los fines culturales y sus oportunidades estructurales
para obtenerlos. James Coleman señala que cuando varios actores persiguen sus
metas sin restricciones institucionales, sus acciones conducen a consecuencias
opuestas.
e. El giro afortunado de los acontecimientos: Ejemplifica este tipo con el reinado de
Luis XIV, quien reflexionaba sobre sus logros al conseguir la paz y el orden interno
para su reino. Presentó sus logros como resultado de un plan previsto y bien
pensado (cosa que no fue así).
3. Diferencia entre capital económico, capital humano, capital social y capital cultural:
Del mismo modo que el neoliberalismo surgió como respuesta a la crisis de los 70, la vía
elegida hoy definirá el carácter de la futura evolución del capitalismo. La política actual
propone salir con una mayor consolidación y centralización del poder de la clase
capitalista. Las crisis financieras sirven para racionalizar las irracionalidades del
capitalismo. Propician generalmente nuevas configuraciones, nuevos modelos de
desarrollo, nuevas esferas de inversión y nuevas formas de poder de clase.
8. D. Harvey observa que el giro hacia la financiación desde 1973 nació de la necesidad de
absorber el excedente de capital. ¿Podrías describir y explicar este proceso y su
dislocamiento desde principios del presente siglo?
Una de las principales barreras para la acumulación continua del capital y la consolidación
del poder de la clase capitalista fue el movimiento obrero organizado. Había escasez de
mano de obra, y los trabajadores estaban bien organizados, razonablemente bien pagados
y tenían influencia política. Sin embargo, el capital pretendía disponer de una oferta de
mano de obra más dócil y más barata, para lo que existían varios medios. Uno de ellos era
alentar la inmigración: Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965 (abolió las cuotas
según el origen nacional). Permitió al capital estadounidense acceder a la población
excedente global. A finales de los 70 el gobierno francés subvencionaba la importación de
mano de obra del norte de África, los alemanes recurrían a los turcos, Suecia a yugoslavos
y Gran Bretaña a los habitantes del pasado imperio. Otro método consistía en la invención
de tecnologías capaces de ahorrar trabajo, que provocba desempleo. Suscitaban mucha
resistencia por parte de los trabajadores, que insistían en acuerdos sobre la productividad.
(Pág. 19) La consolidación del poder de los monopolios también debilitó la tentación de
desplegar nuevas tecnologías, porque los mayores costes laborales podrían cargarse al
consumidor con precios más altos. Mientras tanto Ronald Reagan, Margaret Thatcher y
Augusto Pinochet armados de la doctrina neoliberal y dispuestos a emplear el poder del
Estado para aplastar el movimiento obrero organizado. Alán Budd, principal asesor de
Thatcher, admitió más tarde que la política de los 80 de combatir la inflación
estrangulando la economía y el gasto público fueron una cobertura para derrotar a los
trabajadores y crear un ejército de reserva industrial que permitiría a los capitalistas
obtener grandes beneficios. En EEUU el desempleo creció mucho como consecuencia de
las medidas antiinflacionistas y los salarios se estancaron. Esto se vio acompañado de una
política de criminalización y encarcelamiento de los más pobres con una población reclusa
de más de dos millones de personas en el 2000.
La brecha entre lo que los trabajadores ganaban y lo que podían ganar se cubrió con la
aparición de las tarjetas de crédito y las facilidades para el endeudamiento. La deuda de
las familias fue aumentando pero esto requería que las instituciones financieras apoyaran
y promovieran las deudas de los trabajadores cuyos salarios no crecían en la misma
medida. Al principio lo hacían con aquellos que contaban con un empleo fijo, pero a finales
de los 90 tuvieron que extenderse porque ese mercado de había agotado. Así pues, se
extendieron a los que tenían ingresos más bajos. Se ejerció una presión política sobre las
instituciones financieras para que reflejaran las condiciones de crédito para todos y se
comezó a financiar las compras de aquellos que no tenían ingresos fijos.