En un mundo obscuro, donde los caminos están hechos del polvo que
dejaron los recuerdos enterrados,
Este es mi mundo, donde los caminos adelgazan a la oscuridad
Y el polvo es apenas un recuerdo enterrado por donde transito
donde el viento susurra lamentos
al correr entre los árboles marchitos que rasgan su voz, donde los cadáveres de seres amorfos son los hogares de los solitarios cuervos que graznan al advenimiento de una nueva tragedia,
El viento no es un lamento porque ya hay árboles que rasgan su
propia voz Y los pocos cadáveres que aún existen Son hogares solitarios para una nueva tragedia.
donde el cielo es gris y la esperanza es ilusoria, donde el día y la
noche comparten tonalidades monótonas, donde una lágrima es una melancólica nota que musicaliza el fosco ambiente, donde los amores se vuelven agonías y la felicidad es un mito, donde la calígine es un camino directo a la locura, donde los abismos prometen el fin del sufrimiento invitándote a caer en ellos para alimentarse de tus exiguas fuerzas, donde el horizonte se ilumina por un astro negro y la muerte te seduce con su monumental magnificencia, donde la amorfa existencia de los seres se materializa en un monstruo doliente que se desangra en mares a cada paso que avanza en busca de la paz;
en ese mundo vivo, inmersa, en algo que promete ser la nada y se
convierte en un todo engendrado por el gélido dolor de un alma perdida.
Mi mundo, mi prisión, mi añorada libertad vuelta en miseria.