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Jatropha curcas L. Alternativa


Bioenergética en Mexico

Book · December 2013

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Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Jatropha curcas L.
Alternativa bioenergética en México

Editores científicos
Dr. Alfredo Zamarripa Colmenero
Líder del Programa de Investigación de Bioenergía
Campo Experimental Rosario Izapa

Ing. José Luis Solís Bonilla


Investigador del Programa de Bioenergía
Campo Experimental Rosario Izapa

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias


Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Rosario Izapa

Libro científico No. 1


Primera Edición 2013
Código INIFAP: MX-0-310101-52-07-34-04-01
ISBN: 978-607-37-0108-2

II
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

DIRECTORIO INSTITUCIONAL

Secretaría de Agricultura, Ganadería,


Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
Lic. Enrique Martínez y Martínez
Secretario

Lic. Jesús Aguilar Padilla


Subsecretario de Agricultura
Prof. Arturo Osornio Sánchez
Subsecretario de Desarrollo Rural
Lic. Ricardo Aguilar Castillo
Subsecretario de Alimentación y Competitividad
Lic. Marcos Bucio Mújica
Oficial Mayor
Lic. Víctor Hugo Celaya Celaya
Coordinador General de Delegaciones
Instituto Nacional de Investigaciones Centro de Investigación Regional
Forestales, Agrícolas y Pecuarias Pacífico Sur
Dr. Pedro Brajcich Gallegos Dr. René Camacho Castro
Director General Director Regional
Dr. Salvador Fernández Rivera Dr. Juan Francisco Castellanos Bolaños
Coordinador de Investigación, Innovación y Director de Investigación
Vinculación Dr. Miguel Ángel Cano García
MSc. Arturo Cruz Vázquez Director de Planeación y Desarrollo
Coordinador de Planeación y Desarrollo C.P. Jaime Alfonso Hernández Pimentel
Lic. Luis Carlos Gutiérrez Jaime Director de Administración
Coordinador de Administración y Sistemas
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Progreso No. 5, Col. Barrio de Santa Catarina. Delegación Coyoacán, C.P. 04010. México D. F., Teléfono (55) 3871-8700.

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provienen de los impuestos que pagan todos los contribuyentes. Está prohibido el uso de este programa con fines políticos,
electorales, de lucro y otros distintos a los establecidos. Quien haga uso indebido de este programa deberá ser denunciado y
sancionado de acuerdo con la ley aplicable y ante la autoridad competente.

III
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Contenido
INTRODUCCIÓN 5
I. CONTEXTO 7
1.1 CAMBIO CLIMÁTICO 7
Sustentabilidad ambiental 8
1.2 LOS BIOCOMBUSTIBLES 9
Tipos de biocombustibles 10
1.3 EL BIODIESEL 10
II. ORIGEN Y DESCRIPCIÓN BOTÁNICA DE J. CURCAS 13
2.1 ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN 13
2.2 DESCRIPCIÓN BOTÁNICA 14
Porte 16
Tallo y hojas 16
Flor 17
Fruto 21
Semilla 22
III. DIVERSIDAD GENÉTICA Y SELECCIÓN DE PLANTAS 25
3.1 BASES DE LA SELECCIÓN 25
3.2 RECURSOS GENÉTICOS 26
Caracterización morfológica 27
Caracterización molecular 33
Relaciones genéticas 38
Análisis AFLP 38
Caracterización agronómica 41
3.3 EVALUACIÓN Y SELECCIÓN DE VARIEDADES 41
INIFAP-RIJAT 294 43
INIFAP-RIJAT 032 44
INIFAP-RIJAT 952 45
INIFAP-RIJAT 042 46
INIFAP-RIJAT 102 46
IV. MANEJO AGRONÓMICO DE J. CURCAS 49
4.1 PREPARACIÓN DEL TERRENO 49
4.2 ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE LA PLANTACIÓN 50
Siembra 51
Sistemas de producción 52
Biofertilizantes 53
Fertilización 53
Podas 55
Poda de formación 55
Poda productiva 57
Control de malezas 58
Cosecha y poscosecha 58
V. CULTIVO DE TEJIDOS VEGETALES 59
5.1 LA PROPAGACIÓN IN VITRO 60
Fertilización de estacas de piñón y efectos in vitro
sobre la contaminación y callogénesis 60
Influencia de citocininas en la brotación
de estacas para obtención de cultivos asépticos 62
5.2 CULTIVO IN VITRO DE MERISTEMOS DE PIÑÓN 64
5.3 INDUCCIÓN DE LA ORGANOGÉNESIS INDIRECTA 67

IV
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

VI. PLAGAS DE J. CURCAS 69


6.1 INSECTOS Y ÁCAROS FITÓFAGOS ASOCIADOS 69
6.2 LAS CHINCHES COMO PLAGA 72
6.3 OTRAS PLAGAS DE IMPORTANCIA 73
6.4 EVALUACIÓN DE DAÑOS 74
6.5 ARTRÓPODOS ASOCIADOS AL PIÑÓN EN MÉXICO 74
Artrópodos asociados al piñón en el sur de México 77
VII. ENFERMEDADES DE J. CURCAS 83
7.1 COMPLEJO ANTRACNOSIS 84
7.2 ROYA DEL PIÑÓN 87
Hongo hiperparásito de la roya: Darluca sp. 90
7.3 MANCHA DEL TALLO 90
7.4 PUDRICIÓN DEL TALLO 91
7.5 MUERTE SECA DESCENDENTE 93
7.6 HONGO DE LA MADERA 94
7.7. MARCHITEZ Y PUDRICIÓN BASAL BACTERIANA 95
7.8 VIRUS DEL PIÑÓN EN CHIAPAS 99
VIII. BALANCE ENERGÉTICO 103
8.1 FINALIDAD DEL BALANCE ENERGÉTICO 104
8.2 IMPORTANCIA DEL BALANCE ENERGÉTICO 105
8.3 METODOLOGÍA PARA CALCULAR
EL BALANCE ENERGÉTICO 106
8.4 ESTUDIO DEL BALANCE ENERGÉTICO
DEL PIÑÓN MEXICANO 106
Estudio de caso. Tecnología del año 1 106
Estudio de caso. Tecnología del año 2 108
Estudio de caso. Tecnología del año 3 110
Estudio de caso. Tecnología del año 1 asociado con maíz 111
Resumen del balance energético de J. curcas 114
IX. CALIDAD DE LOS INSUMOS BIOENERGÉTICOS 117
9.1 COMPOSICIÓN DE TRIGLICÉRIDOS
EN LOS ACEITES VEGETALES 117
9.2 PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DE LOS ACEITES 118
Viscosidad 119
Índice de refracción 119
Densidad 119
Punto de fusión 120
Índice de acidez 120
Índice de peróxido 120
Índice de yodo 121
Índice de saponificación 121
Insolubles y agua 122
9.3 IMPORTANCIA DE LA CALIDAD DE LOS ACEITES 122
9.4 BIODIESEL 125
9.5 CALIDAD DEL BIODIESEL 125
Estándares de calidad del biodiesel 126
9.6 ESTUDIOS DE CALIDAD DEL ACEITE 129
Características físicoquímicas del aceite de J. curcas 129
Perfil de ácidos grasos del aceite de J. curcas 132
X. PERSPECTIVAS 135
BIBLIOGRAFÍA

V
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

INTRODUCCIÓN

D
e acuerdo con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, 2007), uno de
los problemas mundiales más importantes de orden económico, social, ambiental y aun de
sobrevivencia de la propia humanidad, es el cambio climático provocado principalmente
por la emisión de dióxido de carbono (CO2) y su acumulación en la atmósfera.
Durante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático celebrada en
Kyoto, Japón, se formuló un protocolo que contiene los mecanismos para hacer frente, de manera
integral, al efecto invernadero. Uno de los acuerdos logrados consistió en reducir su impacto
negativo en el ambiente a través de procesos, máquinas e implementos más eficientes y mediante
el uso de fuentes de energía renovables (ONU, 1997).
El efecto invernadero trae como consecuencias el incremento del promedio de la temperatura
de la tierra, las sequías, el deshielo de los polos y las inundaciones que afectan la vida de miles
de personas, las economías familiares y nacionales y la producción y productividad agropecuaria
y forestal. Las pérdidas económicas por este fenómeno en 2005 fueron superiores a 200 mil
millones de dólares (IPCC, 2011).
Ante este escenario, diversos países de América y del mundo impulsan el uso de energías
renovables más eficientes y limpias como los biocombustibles para disminuir los efectos del cambio
climático y contribuir a la conservación del ambiente. El gobierno de México decretó, en febrero de
2008, la Ley de Promoción y Desarrollo de Bioenergéticos que considera, entre otros propósitos,
la diversificación energética mediante fuentes renovables de energía como los biocombustibles y el
impulso a la investigación e innovación tecnológica así como a la agroindustria para la producción
de biodiesel y etanol.
México ocupa el décimo segundo lugar a nivel mundial en las emisiones de CO2 por quema
de combustibles fósiles con 416.26 millones de toneladas que representan 1.5% de las emisiones
globales. La información que proporciona el INEGI (2011) indica que el incremento en las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) fue de aproximadamente 40% durante el periodo
de 1990 a 2006, lo que significa una tasa media de crecimiento anual de 2.4%. Se estima que
para los próximos años las emisiones se duplicarán si no se toman las medidas necesarias para la
reducción de gases contaminantes.
Aunado a los problemas ambientales, el agotamiento de las reservas probadas de petróleo
del país, cuya duración se estima en ocho años y el aumento constante de su precio, justifican
sobremanera la necesidad de explorar nuevas fuentes de energía renovables como el etanol y el
biodiesel a partir de especies agropecuarias y forestales.
A diferencia de otros cultivos agroindustriales, actualmente el factor determinante para el éxito
en el desarrollo de los bioenergéticos es la materia prima. Entre las especies que más rinden en
la producción de biodiesel se encuentran la palma de aceite y el cocotero, ambas destinadas para
el consumo humano y por ello, de acuerdo con la política nacional, no deben ser usadas para la
producción de biocombustibles. Por otro lado, no se dispone de una producción suficiente de estas
oleaginosas ni de otras como la soya, la canola o el cártamo para considerar su posible uso en la

5
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

elaboración de aceites y obtención de biodiesel como lo hacen actualmente otros países. México
importa más de 90% de granos de oleaginosas para satisfacer el abasto nacional para consumo
humano y para la alimentación pecuaria (Zamarripa et al., 2011).
La falta de materia prima para la industria nacional apremia la búsqueda de nuevas fuentes
generadoras de energía renovable para la producción de biocombustibles. La gran biodiversidad
vegetal que existe en el territorio nacional facilitará la obtención de especies con alto potencial
energético como opciones que no compitan con las especies cultivadas en forma comercial ni con
las destinadas a la alimentación.
México cuenta con especies vegetales potenciales para la producción de biodiesel que reúnen
a corto, mediano y largo plazos, ventajas agronómicas y tecnológicas tales como disposición de
riqueza genética para la selección de variedades, adaptación a zonas subtropicales y tropicales,
bajo requerimiento de agua y alto potencial de rendimiento de grano y de aceite que, además, no
compiten con la alimentación humana como es el caso del piñón mexicano (Jatropha curcas L.).
En los países latinoamericanos no se cuenta con variedades mejoradas de J. curcas que estén
adaptadas a las regiones potenciales de cultivo. Asimismo, se desconoce el manejo agronómico y
el rendimiento agroindustrial por lo que se requiere realizar trabajos de adaptación y selección de
variedades así como desarrollar la tecnología de producción apropiada que convierta en rentable
y competitiva la producción de aceite mediante el uso de esta especie.
Esta publicación tiene el propósito de informar a productores, técnicos y profesionistas sobre
los resultados de investigación enfocados al conocimiento del potencial agronómico y energético
de J. curcas como insumo bioenergético, generados por un equipo científico interdisciplinario e
interinstitucional a través de estudios y experimentos desarrollados en diversos agroambientes de
México.

6
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

I. CONTEXTO
1.1 CAMBIO CLIMÁTICO

E
l cambio climático es una transformación originada por las emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) derivadas de las actividades humanas a partir de la revolución industrial.
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) concluyó que este fenómeno
inició desde hace más de dos siglos y los humanos contribuimos día a día a incrementarlo (IPCC,
2007).
En los últimos 100 años la temperatura media global del planeta ha aumentado 0.7°C y, desde
1975, el incremento por década es de aproximadamente 0.15°C. En lo que resta del siglo XXI,
la temperatura media anual aumentará entre 2 y 3°C, lo que supondrá para el planeta el mayor
cambio climático en los últimos 10 mil años y será difícil para las personas y los ecosistemas
adaptarse a esta perturbación en el clima (IPCC, 2011).
Las concentraciones atmosféricas de CO2 han aumentado 30% en el último siglo debido a la
combustión originada por el hombre a través de los carburantes fósiles. El aumento constante del
CO2 atmosférico ha sido el responsable de la mayor parte del calentamiento.
El Protocolo de Kyoto contiene los mecanismos para hacer frente de manera integral al efecto
invernadero provocado por la emisión de dióxido de carbono y su acumulación en la atmósfera.
Uno de los acuerdos consiste en reducir el impacto negativo en el ambiente a través de procesos,
máquinas e implementos más eficientes y mediante el uso de fuentes de energía renovables (ONU,
1997).
Para el periodo 2008-2012 el objetivo fue reducir en no menos de 5% las emisiones de los
gases de efecto invernadero de origen humano. Las actividades del hombre generan emisiones
GEI de larga permanencia: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) e
hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6) (ONU,
1997).
En concordancia con el Protocolo de Kyoto, existe el compromiso de investigar, promover,
desarrollar y aumentar el uso de formas nuevas y renovables de energía para limitar y reducir las
emisiones de gases contaminantes que provocan el calentamiento de la tierra (ONU, 1997). Hoy,
184 países, incluyendo a México, lo han ratificado; estas naciones suman 61.6% de las emisiones
de GEI.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en su artículo
cuatro indica que las Partes deberán promover y apoyar con su cooperación la investigación –
científica, tecnológica, técnica, socioeconómica y de otra índole–, la observación sistemática y el
establecimiento de archivos de datos relativos al sistema climático, con el propósito de facilitar la
comprensión de las causas, los efectos, la magnitud y la distribución cronológica del cambio climático
y las distintas estrategias de respuesta para reducir o eliminar los elementos de incertidumbre.

7
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

La COP (Conference of the Parties) hace referencia a las reuniones de las Partes de numerosos
tratados internacionales. Sin embargo, por la relevancia del tema dentro de la agenda internacional,
el nombre COP se relaciona con el cambio climático. Estas conferencias se celebran anualmente
entre los meses de noviembre y diciembre. En 2010, se celebró en Cancún, México.
La COP16/CMP6 es la décima sexta edición de la Conferencia de las Partes de la Convención
Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y la Sexta Conferencia de las Partes que
se considera como Reunión de las Partes del Protocolo de Kyoto. Se entiende por “Partes” aquellos
países que firmaron y ratificaron esos dos tratados internacionales, obligándose a observar y cumplir
su contenido en materia de cooperación internacional en contra del cambio climático.
La Convención Marco cuenta con 194 Estados Parte y su Protocolo de Kyoto con 184. De
acuerdo con el artículo siete de la Convención, la Conferencia de las Partes en su calidad de órgano
supremo tiene como mandato adoptar las decisiones necesarias para promover su aplicación eficaz.
El fenómeno del cambio climático, el crecimiento de la población mundial y en consecuencia
su mayor demanda de energía y el cambio de las condiciones ambientales, así como la reducción
y dificultad cada vez mayor de acceso a yacimientos de combustibles fósiles, han hecho que la
sociedad, diversas instancias de gobierno y centros de educación e investigación, busquen fuentes
alternas de energía limpias para cubrir sus necesidades.
El sector agrícola de nuestro país tiene por delante importantes retos en la producción de insumos
vegetales para la obtención de biocombustibles, supeditados al avance de las investigaciones sobre
los cultivos que tienen ese potencial, los cuales se sumarán a los insumos de segunda y tercera
generación, considerando su rentabilidad económica.

Sustentabilidad ambiental

El requerimiento mundial de materias primas agrícolas crece de manera constante. Una de las
formas de responder a esta demanda creciente será el aumento de la superficie de áreas cultivadas.
La restauración de tierras degradadas o altamente contaminadas que no pueden ser explotadas con
fines agrícolas, en su estado actual constituyen un medio para aumentar las superficies disponibles
para los cultivos.
Dado que el fomento de los biocombustibles contribuirá al crecimiento de la demanda de
materias primas agrícolas, el régimen de sustentabilidad debe promover la explotación y restauración
de tierras degradadas.
La Comisión Europea, en el marco de la Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo y
del Consejo del 23 de abril de 2009, ha establecido en el artículo 17 que los biocarburantes y los
biolíquidos deben responder a los siguientes criterios de sustentabilidad medioambiental:
Una reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero de al menos 35% a partir del 1 de
enero de 2013; para el 1 de enero de 2017 será de 50% como mínimo y en 2018 la disminución
de dichas emisiones será de por lo menos 60% para los biocarburantes y biolíquidos producidos
en instalaciones cuya producción haya comenzado a partir del 1 de enero de 2017.
No tener procedencia de tierras que presenten un gran valor en términos de biodiversidad:

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Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

bosques y selvas vírgenes inalterados por la actividad humana, áreas naturales protegidas, prados
ricos en biodiversidad.
No tener orígenes de tierras con elevadas reservas de carbono (humedales, zonas forestales
continuas) y en el caso de la producción destinada a la exportación, deberán observarse las normas
medioambientales aplicables en el marco de la política agrícola común.
Además de estos criterios, la SEMARNAT establece que:
La energía generada por los biocombustibles debe ser mayor que la energía utilizada en su
producción.
Se debe evitar la contaminación de áreas naturales y protegidas cercanas a la unidad de
producción.

1.2 LOS BIOCOMBUSTIBLES

De acuerdo con la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos emitida en febrero de 2008,
éstos son combustibles obtenidos de la biomasa proveniente de materia orgánica de las actividades
agrícolas, pecuarias, silvícolas, acuícolas, de la algacultura, los residuos de la pesca, domésticos,
comerciales, industriales, de microorganismos y de enzimas, así como los derivados de productos
que se obtienen por procesos tecnológicos sustentables que cumplan con las especificaciones y
normas de calidad.
El biocombustible es cualquier tipo de carburante que derive de la biomasa o masa biológica.
A cada tipo de biomasa corresponde una tecnología y procesos diferentes para su beneficio como
energía.
La biomasa sólida con elevada cantidad de lignina/celulosa como la madera, se quema o se
gasifica y produce un gas llamado gas de síntesis, compuesto principalmente de hidrógeno y
monóxido de carbono. La biomasa líquida como los aceites vegetales se utiliza directamente en
motores o turbinas.
La biomasa húmeda se puede convertir en gas; el biogás se obtiene por la acción de algunos
microorganismos sobre los residuos biodegradables como las excretas de bovinos, lodos de las
estaciones depuradoras de aguas residuales, o los residuos biodegradables industriales generados
por empresas azucareras, cerveceras, procesadoras de lácteos, etc.
Las tecnologías que se utilizan para producir biocombustibles en forma de calor, electricidad
o para su uso en el transporte, están avanzando rápidamente y se enfocan principalmente en los
biocarburantes líquidos como biodiesel y etanol.
Muchos países han anunciado planes para aumentar el uso de bioenergéticos como
reemplazo parcial al suministro de combustibles tradicionales, por lo que la producción global
de biocombustibles se ha duplicado en el último lustro y se espera un crecimiento similar en los
próximos años. Estados Unidos de América, Canadá, Australia, Colombia, China, India y la Unión
Europea, entre otros, han establecido metas de largo plazo para la introducción de biocombustibles
en su portafolio energético.

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Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Tipos de biocombustibles

Los biocombustibles se clasifican de acuerdo con la procedencia de los insumos para la producción
de bioenergía en tres grupos: de primera, segunda y tercera generación.
Primera generación
Los biocombustibles de primera generación se obtienen de biomasa comestible; es decir, se
producen a través de la tecnología convencional con azúcar, almidón, aceite vegetal o grasa animal.
Algunos ejemplos de insumos para producir biodiesel son el aceite de soya, de palma, de colza y
de girasol. También se incluyen en este grupo las grasas animales y los aceites reciclados. Debe
destacarse que la elaboración de biocombustibles de primera generación puede competir con la
producción de alimentos.
Segunda generación
La creciente demanda de biocombustibles obligó a desarrollar alternativas que evitan entrar
en competencia directa con la producción de materia prima de la industria alimenticia. Los
bioenergéticos que se obtienen, denonimados de segunda generación, se producen a partir de
cultivos no comestibles o de residuos y materiales celulósicos.
Se utiliza la transesterificación sobre oleaginosas no tradicionales como el piñón mexicano
(Jatropha curcas) y la higuerilla (Ricinus communis), entre otras. La tecnología para producir etanol
a partir de materiales celulósicos se basa principalmente en un pretratamiento que consiste en una
hidrólisis cuyo objetivo es la conversión de la celulosa en glucosa y en la fermentación para obtener
finalmente el biocombustible. Estos biocarburantes de segunda generación pueden ofrecer una
mayor reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que los biocombustibles de primera
generación.
Tercera generación
Los biocombustibles de tercera generación son los que se producen a partir de algas que utilizan
de manera eficiente la radiación solar, el agua, el dióxido de carbono y los elementos orgánicos;
también se emplean materiales celulósicos conocidos como biomasa liquida, su producción se
basa en un proceso químico que transforma biomasa en hidrocarburos líquidos a través de una
gasificación y reacción de síntesis conocido como Fischer Tropsch cuyo producto obtenido por
dicho proceso es diesel, keroseno, nafta, cera y lubricantes. Existen muchos tipos de materiales
celulósicos que sirven como insumos para esta tecnología: residuos de madera, tallo de plantas y
muchas variedades de plantas usadas para forrajes.

1.3 EL BIODIESEL

El biodiesel es un biocombustible de origen vegetal que puede reemplazar al diesel derivado


del petróleo. Se genera a partir del procesamiento de aceites vegetales obtenidos de oleaginosas
como la soya, colza, girasol, cártamo e higuerilla, y de desechos orgánicos como la grasa animal o
residuos de cocinas y restaurantes. El biodiesel está autorizado como combustible por la Agencia

10
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

de Protección Ambiental de Estados Unidos (ASERCA, 2007). La American Society for Testing
and Material define al biodiesel como “el éster monoalquílico de cadena larga de ácidos grasos
derivados de recursos renovables, como por ejemplo aceites vegetales o grasas animales, para
utilizarlos en motores diesel”.

Ugolini (2000) consigna diversas ventajas y atributos técnicos del uso de biodiesel en
comparación con el diesel:

• Rendimiento similar al del diesel • No necesita convertir motores


• No altera el equipo de mantenimiento • No altera el torque
• No altera el consumo • Mejora notablemente la lubricación
• No es tóxico • No contiene azufre
• Reduce los contaminantes de escape • Es biodegradable
• Elimina la irritabilidad en piel y ojos • Reduce significativamente el olor

El biodiesel está constituido por al menos 98% de ésteres metílicos o etílicos de ácidos grasos
con características fisicoquímicas similares a las del diesel. La obtención del biodiesel se realiza
mediante el proceso llamado transesterificación (Martínez et al., 2011b)
El biodiesel se enmarca en el actual paradigma de la sustentabilidad de los agroecosistemas. Su
inclusión como combustible puro 100% o como una base de mezcla para el diesel (20%) o en una
proporción baja como aditivo de 1 a 5%, contribuirá a mantener libre de contaminantes el aire, el
agua y el suelo.
Algunos países de la Unión Europea y Asia buscan impulsar el desarrollo del biodiesel, mientras
que otros países están analizando la participación que los biocombustibles deberán tener en sus
sistemas de energía en el futuro.
Durante la década pasada, la producción de biodiesel se concentró en países europeos, con un
marcado liderazgo por parte de Alemania. En años recientes la mayor capacidad de producción se
ha registrado en Estados Unidos, Brasil, Canadá, Australia y el sur de Asia.
Actualmente, la mayor parte de la producción mundial de bioenergéticos está basada en materias
primas de origen agrícola. A pesar de que los biocombustibles representan una fracción poco
significativa de la demanda global de combustibles para el transporte, se espera un crecimiento
importante en el largo plazo, principalmente en aquellas regiones donde existe un mayor potencial.
Los países líderes en la producción de biodiesel durante 2008 fueron Alemania con 2 mil 200
millones de litros, Estados Unidos de América, con 2 mil millones; Francia, 1 mil 600 millones;
Argentina, 1 mil 200 millones; Brasil, 1 mil 200 millones y Tailandia con 400 millones de litros
(Figura 1).

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Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Figura 1. Países líderes en la producción de biodiesel en 2008.

12
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

II. ORIGEN Y DESCRIPCIÓN BOTÁNICA


DE J. CURCAS
José Luis Solís Bonilla
Alfredo Zamarripa Colmenero

2.1 ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN

J
a tropha curcas es una planta oleaginosa que tiene gran capacidad de adaptación. De
acuerdo con Henning (2004) se encuentra como cerca viva en muchos países del trópico
y subtrópico. Heller (1996) menciona que J. curcas tiene su origen muy probablemente en
Centroamérica, presumiblemente en México.
Estudios realizados en África y Asia revelaron una baja variabilidad genética del germoplasma
de J. curcas africano y asiático (Basha y Sujatha, 2007; Sudheer et al., 2008; Sun et al., 2008;
Kumar et al., 2008).
Estudios de caracterización morfológica, bioquímica y molecular mediante marcadores AFLP,
demostraron la existencia de gran diversidad genética en poblaciones del estado de Chiapas
(Zamarripa, 2011). La caracterización morfológica se realizó con base en la guía de descriptores
sugerida por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias para la
caracterización varietal de J. curcas. La caracterización realizada con 68 descriptores varietales
presentó variación morfológica principalmente por la forma de la hoja, forma y peso de fruto y
semilla y tipos de flores (Zamarripa et al., 2011).
Pecina et al. (2011) determinaron la existencia de alta diversidad genética en 88 accesiones
del banco de germoplasma de J. curcas del INIFAP mediante el uso de marcadores moleculares
(SSR y AFLP). El índice de diversidad genética con marcadores moleculares AFLP fue 0.66.
Con el uso de marcadores SSR, el índice de diversidad genética fue de 0.74. De acuerdo con este
estudio realizado por el INIFAP, México es probablemente el centro de origen del piñón J. curcas
(Pecina et al., 2011; Zamarripa et al., 2010b). Información similar obtuvo Azurdia et al. (2008)
en estudios realizados por la Universidad de San Carlos en Guatemala.
J. curcas se encuentra ampliamente distribuida en Centroamérica, el Caribe, Sudamérica, Asia
y África. Según Heller (1996), fue llevada a las islas de Cabo Verde antes de 1800 por marineros
portugueses, en donde se cosechaban cantidades significativas de semilla. Actualmente, la
producción en dicho lugar es prácticamente nula. Se especula que también fueron portugueses
quienes difundieron la Jatropha por toda la zona tropical del viejo mundo durante el siglo XVIII.
Esta especie fue conocida y utilizada por los mayas, según Schmook et al. (1997) y sugieren que
desde el Caribe fue probablemente distribuida por los navegantes portugueses a países de África, a
través de Cabo Verde y Guinea Bissau así como a países del sudeste de Asia, tales como Indonesia,
Malasia y Filipinas. Hoy, en el centro y sudeste de la India se cultiva J. curcas para la producción de
biodiesel en una extensión de 500 mil hectáreas (Gupta, citado por Zamarripa et al., 2009).
En India, Egipto, Madagascar, Argentina y Brasil, se realizan investigaciones sobre el potencial
de J. curcas para la producción de combustible natural (Henning, 2004; Bolívar, 2007; Wasilevsky,
2007).

13
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

J. curcas se encuentra distribuida en Cuba donde se usa como cerca viva y para la producción
de jabones artesanales y glicerina (Montes de Oca et al., 2007). Se reporta su uso en las Antillas,
Centroamérica, América tropical continental, sureste de Asia, India y África (Bisse, 1988; Azam
et al., 2005; Ndiaye et al., 2007).
En diversos estudios de biodiversidad se ha obtenido información sobre la distribución de
esta especie en la república mexicana (Rzedowski, 1981; Cuevas, 1988) en los estados de Chiapas,
Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y
Yucatán (Sánchez, 2009).
En México, las primeras siembras comerciales de piñón iniciaron en 2007 y se encuentran
en los estados de Chiapas y Michoacán, entidades que impulsan con la participación social,
privada y pública, programas de desarrollo para la producción de biocombustibles. También
existen plantaciones en los estados de Sinaloa, Yucatán, Veracruz, Morelos, Oaxaca, Tamaulipas
y San Luis Potosí (Zamarripa et al., 2009).
En la búsqueda de biocombustibles, el uso del aceite de piñón mexicano (Jatropha curcas
L.) ha demostrado tener ventajas técnicas y está posicionado como una oportunidad para el
desarrollo agrícola en áreas áridas y empobrecidas de las zonas tropicales y subtropicales
(Zamarripa, 2011).

2.2 DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

La clasificación taxonómica del piñón mexicano, según el Sistema Integrado de Información


Taxonómica (SIIT, 2011), elaborado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad es:
Reino Plantae
Subreino Viridaeplantae
División Tracheophyta
Clase Magnoliopsida
Orden Malpighiales
Familia Euphorbiaceae
Género Jatropha
Especie curcas

Es una especie diploide con un número de cromosomas 2n=22 (Dehgan, 1984). Carvalho
et al. (2008) determinaron mediante un estudio que el tamaño del genoma de J. curcas es de
(1C) para 416 millones de bases (Mbp). Por su parte, Zonneveld et al. (2005) mencionan que es
relativamente pequeño para el genoma de una planta lo cual hace que J. curcas sea un atractivo
candidato para secuenciación del genoma.
J. curcas ha sido clasificada como: Castiglionia lobata Ruiz and Pav.; Curcas adansonii Endl.
Ex Heynh.; Curcas curcas Britt. Millsp.; Curcas indica A. Rich.; Curcas purgans Medic.; Jatropha
acerifolia Salisb.; Jatropha edulis Cerv.; Ricinus americanus Miller.; Ricinus jarak Thunb (Bisse,
1988).

14
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

De acuerdo con Font (2003), el género Jatropha fue determinado por Linneo incluyendo en
él siete especies, dos de ellas hoy incluidas en Cnidoscolus, una especie segregada como tipo del
género Manihot y otra especie hoy referida al género Aleurites; mientras que las tres especies
linneanas restantes aún forman parte del género: J. gossypifolia, J. multifida y J. curcas.
En Cuba, J. curcas es conocida con el nombre común de piñón botija, piñón de cercas y
piñón purgante (Bisse, 1988). En Perú se conoce como piñol; en Costa Rica y El Salvador como
tempate; en España como coquillo; y en Honduras cotoncillo. Otros nombres son: coquito,
capate, higo del duende, barbasco, higo de infierno, purga de fraile, tua tua y pinhao manso, entre
otros (Torres, 2007).
En México, J. curcas tiene varios nombres comunes en diversas lenguas indígenas: Ashcuahuitl,
en lengua náhuatl de Hidalgo; en náhuatl de Veracruz se escribe Ashté; Cak siil en lengua huave
de Oaxaca; Cuipi en tzotzil en Chiapas; Kxakal-che en maya de Yucatán; Que-ca en lengua
chontal en Oaxaca; Scu-luú en totonaca de Veracruz; Yaga-be-pale, en zapoteco de Oaxaca, y
Xuta en el totonacapan poblano y veracruzano (Lozoya, 2009).
De acuerdo con Reyes-Quintanar (2003), J. curcas es una especie con una alta resistencia a
condiciones extremas que se cultiva en las zonas tropicales como cerca viva. Muchas partes de
las plantas se utilizan en la medicina tradicional.
Según Jones y Miller (1992), el piñón es un arbusto que puede sobrevivir y crecer en tierras
marginales y erosionadas; de acuerdo con Kumar y Sharma (2006), Achten et al. (2008) y King
et al. (2009), esta especie se adapta a un gran rango de tipos de suelo, puede crecer en tierras
áridas, semiáridas, cascajosas, arenosas, salinas e incluso crecen en terrenos pedregosos. Además,
los niveles de nutrientes y de agua de los suelos donde crece el piñón suelen ser bajos.
A pesar de que J. curcas es considerada una planta rústica, requiere de la aplicación de
componentes tecnológicos, principalmente de la fertilización y las prácticas de poda para obtener
buenas cosechas. El Campo Experimental Rosario Izapa (CERI) del INIFAP, ha comprobado
que el piñón responde bien a la fertilización mineral y orgánica, con resultados positivos en el
crecimiento, la floración y el rendimiento de grano.
Esta planta ha sido considerada tóxica pues se ha encontrado en el grano la presencia de
alcaloides conocidos como ésteres de forbol, que provocan un efecto purgante y algunos otros
síntomas. Sin embargo, en México se han encontrado grandes poblaciones de plantas no tóxicas,
cuyos granos son consumidos por los pobladores de la región de Totonacapan en Puebla y
Veracruz después de pasar por un proceso de tostado (Cano, 2009).
Kobilke (1989) describe a J. curcas como un arbusto caducifolio de cuatro a seis metros de
altura, con diámetro de tronco aproximado de 14 a 18 centímetros en arbustos adultos, con
una corona delgada de ramas muy redondeadas y extendidas; las plantas jóvenes tienen una
corona delgada e irregular, corteza externa lisa escamosa y muy delgada, de color pardo claro, con
pequeñas lenticelas, corteza interna lisa verrugosa de color verde oscuro, látex blanquecino con
sabor amargo, olor a hierba fresca; ramas de tres a cinco centímetros de diámetro, de color verde
claro y grisáceo con cicatrices marcadas.

15
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Porte

Es un arbusto caducifolio, que tira las hojas como respuesta a condiciones extremas (Figura
2). Según Bisse (1988), Heller (1996) y Joker y Jepsen (2003), esta especie se caracteriza por
presentar un porte de hasta ocho metros de altura si no se poda, a veces es algo arbustiva con
fuste ramificado a poca altura, con copa abierta, ancha e irregular.

Figura 2. Plantación de piñón mexicano en el Soconusco, Chiapas.


La planta muestra crecimiento articulado, con una discontinuidad morfológica en cada
incremento. La inactividad es inducida por fluctuaciones en la precipitación, temperatura y luz
(Kobilke, 1989).

Tallo y hojas

El tallo es cilíndrico, verde, robusto, que produce ramas con savia láctea o rojiza viscosa.

La lámina foliar es simple, alterna, con peciolos largos, con una longitud de 10 a 15 cm y

16
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

anchura de 9 a 15 cm, ovadas, con una filotaxia espiral. Son anchamente ovadas, abiertamente
cordadas en la base con cinco nervaduras; lámina acorazonada, de 7 a 32 cm de diámetro, con
tres a cinco lóbulos, de borde liso, acuminados, pocos profundos y grandes (Figura 3). El haz es
verde; el envés verde claro, glabro o con pelillos finos (Heller, 1996).

Figura 3. Hojas de piñón mexicano, cultivado en el estado de Chiapas.

Flor

El piñón mexicano es una planta monoica, rara vez unisexual, produce flores masculinas
y femeninas en sus inflorescencias y su proporción es variable. Se han realizado estudios de
microsporogénesis y gametogénesis masculina en J. curcas (Liu et al., 2007).
Las flores son actinomorfas y dispuestas en racimos, cinco sépalos, de cinco a siete milímetros
de largo, corola de color amarillo verdoso campanulada, los pétalos de 0.5 a 1 cm de largo; 10
estambres unidos en la base con algunos abortivos, los filamentos delgados, las anteras ditécicas,
con dehiscencia longitudinal, cinco nectarios presentes a un costado de la inserción de los

17
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

estambres, ovario supero, trilocular con una placentación axilar, el estilo concrescente, el estigma
dividido en seis partes (Heller, 1996).
En la inflorescencia una flor femenina es rodeada normalmente por un grupo de flores
masculinas (Figura 4). Las flores masculinas abren por un periodo de ocho a 10 días en la
inflorescencia. Las flores femeninas abren solamente dos a cuatro días. Los sépalos y los pétalos,
en las flores femeninas se agrandan gradualmente después de la fertilización de los óvulos y
protegen de las condiciones ambientales al embrión (Figura 5).
En general las flores del género Jatropha se caracterizan por ser unisexuales, a excepción de
J. curcas que presenta flores hermafroditas. Resultados de estudios realizados por el INIFAP
muestran la presencia de plantas con más de 80% de flores hermafroditas (Figura 6).

Figura 4. Inflorescencia de J. curcas constituida por flor femenina rodeada por un grupo de flores
masculinas.

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Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 5. Inflorescencia de J. curcas constituida por flores femeninas.

Figura 6. Inflorescencia de J. curcas constituida por flores hermafroditas.

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Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Las flores masculinas tienen 10 estambres, cada uno de los cuales llevan cuatro microsporangias
(Figura 7). El desarrollo de la pared de la antera es de tipo dicotiledónea y se compone de una
epidermis, endotecio, capa intermedia y tapetum glandular (Chang-Wei et al., 2007a y Chang-
Wei et al., 2007b).

Figura 7. Inflorescencia de J. curcas constituida por flores masculinas.

Dhillon et al. (2006) observaron en la India flores en el extremo de las ramas después de
la temporada de lluvias. Sin embargo, algunas plantas florecen incluso de marzo a abril, en
temporada de primavera. La relación de flores masculinas y femeninas fue de 20:1, la cual
cambia drásticamente (108:1) con la reducción de la temperatura.

20
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Zamarripa et al. (2010a) realizaron un estudio sobre el comportamiento agroindustrial y


energético del piñón mexicano en México. Los resultados en la caracterización agronómica
mostraron diferencias significativas entre las accesiones evaluadas en el número de inflorescencias,
número de frutos, peso del fruto, peso de la semilla y longitud y grosor de las semillas. En este
estudio se encontró que el número de inflorescencias varió de 1 a 123 por planta. El máximo
valor de flores masculinas fue de 11 077 flores por planta. El valor máximo de flores femeninas
fue de 1 050 flores por planta. La relación de flores masculinas-femeninas 12:1; sin embargo, se
detectaron árboles con flores únicamente femeninas.
Zamarripa et al. (2012a) reportaron que de una población de 1300 genotipos de J. curcas del
estado de Chiapas, México, el 12% de dicha población fueron plantas con flores completamente
pistiladas.
Prakash et al. (2007) observaron variaciones en la relación de flores masculinas y femeninas
en el primer año con relación promedio de 25:1, y se redujo a 13:1 en el segundo año lo que
indica una tendencia positiva hacia la productividad.
En el cultivo de piñón prevalecen tres mecanismos de polinización: geitonogamia, cuando la
polinización ocurre entre flores distintas del mismo individuo; xenogamia, la polinización ocurre
con polen proveniente de flores de otros individuos; y apomixis, ocurre cuando se producen
frutos y semillas sin que ocurra polinización (Les, 1998). A pesar de la existencia común de
geitonogamia, la tendencia a promover xenogamia es significativa (Stebbins, 1970; Faegri y Pijl,
1979).
J. curcas tiene diferentes formas de adaptación para garantizar xenogamia: hercogamia,
separación entre plantas sexuales masculinas y femeninas; dicogamia, desarrollo de flores
masculinas y femeninas en un individuo a diferentes tiempos, favoreciendo la polinización
cruzada; los estilos opuestos, estilos de diferentes longitudes y autoincompatibilidad (incapacidad
de una planta para autopolinizarse aunque presente gametos viables) (Wyatt, 1983; Fang, 1996).
Dhillon et al. (2006) reportan en estudios realizados en J. curcas que la planta en polinización
libre es capaz de producir frutos a través de autofecundación y polinización cruzada.
Varios autores consideran que la capacidad de auto polinización a través de geitonogamia es
adaptable en J. curcas y sugieren que la producción de frutos puede ser impulsada mediante la
manipulación de los procesos biológicos de la polinización y el crecimiento (Rajú y Ezradanam,
2002; Chang-Wei et al., 2007b; Abdelgadira et al., 2008).

Fruto

Es una drupa oval, de cuatro a cinco cm de largo y tres a cuatro cm de ancho, en estado inmaduro
presenta un color verde, y en estado maduro se torna de un color amarillo (Figura 8) (Miller, et
al., 1962). El periodo de desarrollo y madurez del fruto oscila entre 55 a 61 días desde la fecha
de la primera floración (Dhillon et al., 2006).

21
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Semilla

Ovoides, de 2.0 a 2.4 cm de longitud y de 1.0 a 1.2 cm de ancho, convexas en la parte dorsal
y tectiformes en la ventral, presentan algunas líneas amarillentas, con otra línea blanquecina
apical, indicando la posición de la carúncula, endospermo grueso, el embrión con dos cotiledones
foliáceos, de 10 a 13 mm de longitud, de color blanco crema; plántulas con cotiledones simples
glabros, con la base redondeada, el margen entero y el bordo liso (Miller et al., 1962).
Estudios realizados en semillas de accesiones del banco nacional de germoplasma del CERI
del INIFAP, mostraron que el peso de las semillas varió de 0.30 a 1.70 g, la longitud fluctuó de
1.1 a 2.15 cm, el ancho de 0.70 a 1.38 cm y normalmente se encuentran tres semilla por fruto.
Martínez et al. (2011b) encontraron variaciones importantes en el contenido de aceite y
proteína así como en la composición de ácidos grasos de semillas de J. curcas. Estos autores
reportan contenidos de aceite que fluctúan de 18 a 60%.
Las semillas de J. curcas contienen curcina, la cual a menudo se clasifica como una lectina
similar a la ricina de la higuerilla con la implicación que tiene un efecto similar. Tanto la curcina
como la ricina son proteínas inactivantes de ribosoma (RIP), las cuales impiden el funcionamiento
ribosómico de manera catalítica por inactivación del ácido ribonucleico. La curcina es RIP del
tipo 1 (Barbieri et al., 1993; Juan et al., 2003). La proteínas RIP Tipo I se encuentran en muchos
materiales vegetales comestibles, incluidos muchos cereales como el trigo y la cebada (Motto y
Lupotto, 2004), así como en hojas de remolacha, espinacas y espárragos (Barbieri et al., 2006).
Otro compuesto presente en las semillas de J. curcas son los ésteres de forbol (Adolf et al.,
1984; Hirota et al., 1988). Por su parte Haas et al. (2002) determinaron mediante resonancia
magnética nuclear (RMN) la estructura de seis ésteres de forbol.
También contiene algunos compuestos antinutricionales como los inhibidores de la tripsina,
ácido fítico, lectina y saponinas que disminuyen su valor alimenticio. Sin embargo, el contenido y
la calidad de la proteína de la semilla es alto (Makkar et al., 1998) y el contenido de aminoácidos
esenciales, con excepción de la lisina, es superior al requerimiento diario definido por los
organismos de salud (FAO/WHO, 1991). Esta condición de alto contenido de proteína en
la semilla indica un uso potencial para la alimentación animal lo que puede generar un valor
agregado al cultivo y darle mayor rentabilidad.

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Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 8. Maduración de frutos de piñón mexicano en Chiapas.

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Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

III. DIVERSIDAD GENÉTICA Y SELECCIÓN


DE PLANTAS
Alfredo Zamarripa Colmenero
Víctor Pecina Quintero
Carlos Hugo Avendaño Arrazate
José Luis Solís Bonilla
María Rocío Aguilar Rangel
José Luis Anaya López
Carlos Alberto Núñez Colín
Carlos Aníbal Alvarado

3.1 BASES DE LA SELECCIÓN

E
l mejoramiento de plantas es la búsqueda continua de una ganancia genética. El
mejorador utiliza el material genético preexistente que constituye su materia prima. Para
transformarlo y mejorarlo emplea las herramientas que son los métodos de selección.
El mejoramiento genético es el arte y la ciencia que permiten cambiar y mejorar la herencia
de las plantas (Milton, 1981). De acuerdo con Demarly (1977), es la búsqueda de mejores vías
que permitan realizar, a partir de una construcción imperfecta, una estructura genética adaptada
a los criterios y necesidades del hombre.
El progreso en la selección se da sólo si el material vegetal disponible presenta una variabilidad
genética.
La variación es la aparición de diferencias entre individuos debidas a su composición genética
o al medio en donde se desarrollaron las diferencias entre las progenies y los progenitores.
La variación observada en las plantas depende de la interacción entre la herencia y el medio
ambiente. La constitución genética determina una variación que es intrínseca de cada individuo
y depende de su origen. La variación debida al medio es independiente del origen del individuo
y no es heredable.
A manera de ejemplo, en un mismo árbol los frutos tienen la misma constitución genética;
sin embargo, si se pesan o se miden los frutos, se observa una diferencia de tamaño o de peso que
agrupados dentro de ciertas categorías, tendrán una distribución de frecuencias correspondiente
a la curva de Gauss o de distribución normal.
Si en una población con individuos que poseen el mismo genotipo se observa variación, ésta
es debida al medio ambiente como resultado de una acción desigual en los individuos.
La variación que se presenta en una población de plantas puede ser genética o variación del
medio. La aparición de la importancia relativa de los diferentes efectos génicos presenta una
gran importancia en la selección, en particular la estimación de la parte de los efectos aditivos.
En efecto, la asociación genética particular llamada genotipo que constituye todo individuo
será destruida al momento de su reproducción y todas las relaciones de interacción serán
desordenadas. Cada individuo transmite a cada uno de sus descendientes sólo la mitad de sus
genes.
Así, los efectos genéticos transmisibles con certeza son los efectos aditivos; por esta razón,

25
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

la aditividad sirve también para definir la heredabilidad; es decir, la probabilidad de transmisión


de un carácter o aun, la parte de la superioridad de un individuo que podrá ser trasmitida a su
descendencia.
El mejoramiento genético de plantas es una estrategia económica, eficiente y sostenible en la
solución de problemas agronómicos y de limitantes bióticos y abióticos que permite incrementar
los rendimientos unitarios y la calidad del producto para elevar su competitividad.
Para que el proceso de mejoramiento tenga éxito es necesario disponer de alta variabilidad
genética para la identificación de genotipos y genes que regulan los caracteres de interés
agronómico e industrial.

3.2 RECURSOS GENÉTICOS

Según el Instituto Internacional para los Recursos Fitogenéticos (IPGRI), los recursos
fitogenéticos, “representan la materia viviente que puede propagarse sexual o asexualmente;
tienen un valor actual o potencial para la alimentación y agricultura y pueden ser cultivares
primitivos, obsoletos, modernos; poblaciones en proceso de mejora genética, poblaciones
silvestres y especies relacionadas”.
 Los bancos de germoplasma son contenedores de recursos fitogenéticos que proporcionan la
materia prima para el mejoramiento de los cultivos. Estos recursos cumplen una función vital en
el desarrollo sostenible y competitivo de la agricultura en tanto ayuden a aumentar la producción.
Los recursos fitogenéticos que se almacenen y conserven en los bancos de germoplasma son un
recurso vital e irreemplazable, una herencia que debe ser conservada para tener opciones para
enfrentar los problemas actuales y futuros de la agricultura, la alimentación y el medio ambiente,
en un mundo globalizado que enfrenta el cambio climático y muchos otros desafíos.
El valor de los recursos genéticos de un banco de germoplasma de J. curcas reside en la
utilización que de éstos se realice para la domesticación de la especie y la obtención de
nuevas variedades. Con la caracterización y la evaluación de este recurso genético se busca la
diferenciación de las accesiones y el conocimiento de su valor agronómico e industrial, así como
proveer al método de mejoramiento genético de las variantes genéticas o genotipos que permitan
responder a la demanda de agrobiocombustibles en México.
La caracterización, definida como la descripción de la variación que existe en una colección
de germoplasma en términos de características morfológicas, bioquímicas, agronómicas y
moleculares, permite la diferenciación de las accesiones establecidas en bancos de germoplasma y
el conocimiento de la diversidad genética existente. Este primer paso determina en gran medida
el éxito de futuros cultivos comerciales como es el caso del piñón mexicano.
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)
cuenta con 422 accesiones tóxicas y no tóxicas de piñón mexicano colectadas en los estados
de Jalisco, Chiapas, Guanajuato, Veracruz, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Morelos, Puebla,
Tamaulipas, Colima y Yucatán, las que constituyen la base para estudiar la diversidad genética y
para la obtención de materiales élite que están siendo evaluados en diferentes regiones del país
(Zamarripa, 2011).

26
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Caracterización morfológica

La caracterización morfológica se refiere a la caracterización de la variabilidad detectable


visualmente. Esta se puede dividir en características responsables de la morfología y la
arquitectura, características relacionadas con aspectos de manejo agronómico y de producción de
la especie, características detectables visualmente que sólo se expresan como reacción a estímulos
del medio ambiente (plagas y enfermedades, sequías, deficiencias de minerales y cambios en
temperatura). A este último tipo de caracterización se le denomina evaluación varietal.
Para la caracterización varietal es indispensable el uso de descriptores varietales. Un descriptor
es una característica o atributo cuya expresión es fácil de medir, registrar o evaluar y que hace
referencia a la forma, estructura o comportamiento de una accesión (Hidalgo, 2003). Los datos
de la caracterización varietal son tomados principalmente de las características de la planta y de
estructuras como hojas, tallos, flores, frutos, semillas y raíces (Abadie y Berretta, 2001).
En J. curcas son muy pocos los estudios de caracterización morfológica que se han realizado
de manera sistematizada; por su parte, Pérez et al. (2009) reportan la caracterización de
germoplasma de piñón en el estado de Veracruz; esta caracterización se enfocó a la toxicidad y
algunos componentes del rendimiento (tamaño y peso del fruto y la semilla).
En el presente estudio, se caracterizaron 90 accesiones de piñón (J. curcas L.) para los caracteres
de planta, hoja y flor y sólo 45 accesiones para todos los caracteres (planta, hoja, flor, fruto y
semilla) de los bancos de germoplasma del INIFAP en el Campo Experimental Rosario Izapa.
La caracterización se realizó con base en la guía de descriptores para la caracterización
varietal de J. curcas utilizando un total de 68 descriptores morfológicos para piñón (Avendaño y
Zamarripa, 2012) (Cuadro 1).

Cuadro 1. Descriptores utilizados en la caracterización del piñón.


Descriptor Tipo
Planta
Altura de la rama más alta Cuantitativo
Altura de la primera bifurcación Cuantitativo
Número de bifurcación del primer racimo Cuantitativo
Vigor de la planta Cualitativo
Porte de la planta Cualitativo
Tallo
Color del tallo Cualitativo
Hoja
Forma de la hoja Cualitativo
Color de la hoja joven Cualitativo
Color de la hoja madura Cualitativo
Número de lóbulos Cuantitativo
Longitud de la hoja Cuantitativo
Anchura de la hoja Cuantitativo
Relación longitud/anchura Cuantitativo

27
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Continuación del Cuadro 1...


Forma del ápice Cualitativo
Margen del lóbulo Cualitativo
Longitud del pedúnculo Cuantitativo
Color del pedúnculo Cualitativo
Color en la inserción del pedúnculo Cualitativo
Diámetro del pedúnculo Cuantitativo
Ángulo de la inserción Cuantitativo
Color de la nervadura Cualitativo
Flor Masculina
Color del pétalo Cualitativo
Número de pétalos Cuantitativo
Longitud del pétalo Cuantitativo
Color del sépalo Cualitativo
Número de sépalos Cuantitativo
Longitud de los sépalos Cuantitativo
Color del estambre Cualitativo
Flor Femenina
Color del pétalo Cualitativo
Número de pétalos Cuantitativo
Longitud del pétalo Cuantitativo
Longitud de los sépalos Cuantitativo
Color del estambre Cualitativo
Color del sépalo Cualitativo
Racimo
Longitud del racimo Cuantitativo
Número de la bifurcación del racimo Cuantitativo
Número de racimos en la inserción Cuantitativo
Número de racimos en plena producción Cuantitativo
Número de frutos por racimo Cuantitativo
Número de frutos totales Cuantitativo
Compactación del racimo Cualitativo
Color del raquis Cualitativo
Fruto
Número de flores femeninas Cuantitativo
Número de flores masculinas Cuantitativo
Color del fruto verde Cualitativo
Color del fruto maduro Cualitativo
Longitud del fruto Cuantitativo
Anchura del fruto Cuantitativo
Relación longitud/anchura Cuantitativo

28
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Continuación del Cuadro 1...

Número de semillas por fruto Cuantitativo


Dehiscencia del fruto Cualitativo
Peso de 30 frutos Cuantitativo
Peso seco individual de los frutos Cuantitativo
Longitud del pedúnculo Cuantitativo
Color del pedúnculo Cualitativo
Uniformidad en la maduración por racimo Cualitativo
Grosor de la cáscara Cuantitativo
Grosor del mesocarpo Cuantitativo
Semilla
Diámetro de la semilla Cuantitativo
Forma de la semilla Cualitativo
Color de la semilla Cualitativo
Longitud de la semilla Cuantitativo
Anchura de la semilla Cuantitativo
Grosor de la semilla Cuantitativo
Relación longitud/ancho Cuantitativo
Peso de 50 semillas Cuantitativo
Peso individual de las semillas secas Cuantitativo

En la Figura 9 se observa
la medición de los descriptores
varietales usados para la
caracterización morfológica de
piñón.

Figura 9. Medición de los


descriptores varietales de piñón para
la caracterización morfológica.

29
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Una vez obtenida la información de la caracterización morfológica, se realizó la codificación de


datos en hojas de cálculo, con el programa Excel 2003. Para los caracteres cualitativos se utilizó
la moda y para los cuantitativos se tomó la media. La matriz se usó para un análisis multivariado,
con el programa SAS (Version 6.12, Cary, N C 27513, USA), con la finalidad de observar la
variabilidad morfológica dentro de las accesiones.
El análisis por componentes principales se realizó mediante el procedimiento PRINCOMP
de SAS, partiendo de la matriz de correlaciones de Pearson. Se consideraron los valores propios
(Eigenvalues), los vectores propios (Eigenvectors) y el coeficiente de correlación entre las
variables originales y los componentes principales.
Los componentes principales se graficaron en un plano cartesiano para observar la distribución
de las accesiones caracterizadas. El análisis de conglomerados jerárquicos se realizó mediante el
procedimiento PROC CLUSTER de SAS, se utilizó el algoritmo por agrupamiento jerárquico
del cual se generó un dendograma que permitió distinguir los grupos conformados por las
accesiones caracterizadas.
De acuerdo con el análisis de componentes principales (CP), con los primeros cuatro se
explicó 42.5% de la variación total. Las variables que contribuyeron a la variación en el CP1
fueron las relacionadas con color y tamaño de la flor masculina y el número de frutos por racimo;
en el CP2 variables relacionadas con el color principal del fruto, relación longitud/anchura de la
semilla y en el CP3 con variables relacionadas con la relación longitud/anchura de hoja, forma
y peso de semilla.
La dispersión de las colectas fueron graficadas de acuerdo con los primeros tres componentes
principales. En la Figura 10 se observa la dispersión de las accesiones de acuerdo con los CP1 y
CP2.

Figura 10. Dispersión


de 45 colectas de piñón con
base en 68 descriptores
varietales, en función de los
componentes principales 1
y 2.

En la Figura 11, se observa la dispersión de las colectas de piñón en función de los componentes
principales 1 y 3.

30
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 11. Dispersión


de 45 colectas de piñón con
base en 68 descriptores
varietales, en función de los
componentes principales 1
y 3.

De acuerdo con el
análisis de componentes
principales se encontró
variación morfológica en
las colectas de piñón del
banco de germoplasma
del Campo Experimental
Rosario Izapa (CERI-
INIFAP), la variación
se reflejó en la forma del
fruto y las semillas y el
peso del fruto y la semilla.

Con el análisis de conglomerados jerárquicos a una distancia de 0.04 se diferenciaron seis


grupos (Figura 12).

Figura 12. Dendograma de 45 accesiones de J. curcas con base en 68 descriptores varietales .

31
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

El grupo I se diferenció principalmente por ser una accesión que sólo presentó flores
femeninas y los racimos fueron más vigorosos. El grupo II fue el más grande con 17 accesiones
y se observó más variación en tamaño de semilla y fue seguido del grupo V con 12 accesiones.
La variación del fruto entre accesiones de piñón se observa en la Figura 13 y en el Cuadro 2
se observan los valores promedio de algunos de los descriptores que diferencian a los grupos
formados en el dendograma.

Cuadro 2. Valores promedio de los descriptores varietales de cada grupo formado con el análisis de
conglomerados jerárquicos.

Descriptores I II III IV V VI

Número de racimos en plena producción 5. 17 5.05 5.25 3.50 4.68 3.66


Número de frutos por racimo 6.1 2.78 4.12 3.48 4.07 2.79
Número de frutos totales 30.5 11.09 20.58 12.17 17.61 10.42
Compactación del racimo 3 1 2 2 2 2
Color del raquis 1 1 1 1 1 1
Número de flores masculinas 0 140.32 142.92 130.17 160.06 126.78
Número de flores femeninas 15.17 8.64 17.50 12.17 9.07 8.35
Forma del fruto 3 1 2 3 2 2
Longitud del fruto 3.84 3.50 3.80 3.57 3.63 3.54
Anchura del fruto 3.09 3.11 3.12 2.80 3.36 3.08
Relación longitud/anchura 1.24 1.13 1.22 1.28 1.16 1.15
Número de semillas por fruto 3 3 3 3 3 3
Peso de 30 frutos 114.50 95.32 101.14 96.73 88.58 104.49
Peso seco individual de los frutos 3.72 3.12 3.44 0.96 2.97 4.62
Longitud del pedúnculo 2.35 3.71 2.68 3.49 3.96 3.65
Color del pedúnculo 1 1 2 2 1 1
Grosor de la cáscara 0.78 1.28 1.51 1.21 1.22 1.39
Grosor del mesocarpo 3.16 4.08 3.73 3.14 3.76 3.60
Diámetro de la semilla 9.27 8.38 9.20 8.17 8.62 8.60
Forma de la semilla 1 4 4 1 1 3
Longitud de la semilla 20.18 18.37 19.84 19.76 19.07 18.81
Anchura de la semilla 11.78 11.20 11.89 10.38 11.02 11.48
Grosor de la semilla 10.36 9.23 10.54 9.08 9.37 9.66
Relación longitud/anchura 1.72 1.64 1.69 1.91 1.74 1.65
Peso de 50 semillas 51.06 41.77 72.41 47.30 47.16 44.55
Peso individual de las semillas secas 0.95 0.97 1.07 3.92 0.82 0.84

32
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 13. Variación en la forma de frutos entre accesiones de J. curcas.


Caracterización molecular
El conocimiento de la diversidad genética de esta planta es imprescindible para diseñar programas de
mejoramiento genético y selección asistida. Casi todos los estudios de diversidad genética de J. curcas
se han realizado con colectas de la India (Sudheer-Pamidimarri et al., 2009a; Basha y Sujatha, 2007;
Tatikonda et al., 2009) o de China (Shen et al., 2010; Sun et al., 2008), y aunque en algunos casos se
ha reportado una alta variabilidad (Gupta et al., 2008), la mayoría coinciden en que el germoplasma de
estas regiones tiene una variabilidad baja. En este sentido, es probable que en los centros de origen de
J. curcas exista una amplia diversidad genética. Sin embargo, a excepción de la investigación realizada
por Azurdia et al. (2008) con germoplasma de Guatemala, donde se encontró alta variabilidad genética,
no se han reportado otros estudios con materiales procedentes del centro de origen de Jatropha.
En México, esta planta tiene una amplia distribución en las áreas tropicales y subtropicales. Por
ello, se realizó un estudio para conocer la diversidad genética del germoplasma de J. curcas de Chiapas,
México usando los polimorfismos en la longitud de los fragmentos amplificados (AFLP). La técnica
de AFLP representa un sistema de marcadores dominantes que permite el análisis simultáneo de
un gran número de locus en el genoma, es altamente reproducible, tiene un costo moderado, y ha
sido ampliamente usada para analizar la diversidad y la huella genética en varias especies de plantas
(Bensch y Akesson, 2005). Se ha usado con éxito para identificar la variabilidad genética de J. curcas, y
para diferenciar entre variedades tóxicas y no tóxicas (Sudheer-Pamidimarri et al., 2009b; Tatikonda
et al., 2009).
Para este estudio de J. curcas, de Chiapas, México se utilizó un conjunto de 88 accesiones para
el análisis de la diversidad, seleccionadas a partir de las 422 existentes en el banco de germoplasma
de J. curcas establecido en el CERI-INIFAP. La selección se basó en la distribución geográfica y las
variaciones de los caracteres cualitativos y cuantitativos (Cuadro 3).

33
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

El ADN genómico total fue extraído de hojas jóvenes de cinco plantas de cada accesión,
macerando el tejido vegetal con ayuda de nitrógeno líquido, el polvo se homogenizó en 800 µl
del tampón de extracción [100 mM Tris, pH 8.0; 150 mM EDTA, pH 8.0; 2.1 M NaCl; 3 %
(w/v) CTAB; 1% (v/v) β -mercaptoetanol] (Doyle y Doyle, 1990). El Análisis AFLP se realizó
según lo descrito por Vos et al. (1995) con mínimas modificaciones, utilizando cuatro pares de
iniciadores AFLP.

Cuadro 3. Lista del germoplasma de J. curcas de Chiapas, México.


Número de Número de
Grupo Población
localidades Colectas
Centro Acala 3 37, 38, 75
Centro Chiapa de Corzo 5 26, 53, 78-80
Centro Cintalapa 4 27-30
Centro Jiquipilas 1 63
Centro Suchiapa 1 25
Centro Venustiano Carranza 5 33-36, 69
Frailesca Ángel Albino Corzo 1 44
Frailesca La Concordia 3 42, 43, 64
Frailesca Villa Corzo 3 41, 70, 71
Frailesca Villa Flores 2 40, 72
Fronteriza Chicomuselo 5 54-56, 81, 82
Fronteriza Frontera Comalapa 7 48, 57-62
Istmo Costa Arriaga 3 50, 76, 77
Norte Pantepec 1 67
Selva Ocosingo 2 65, 66
Sierra Amatenango 1 49
Sierra Bella Vista 2 51, 52
Sierra Mazapa de Madero 3 86-88
Sierra Siltepec 5 39, 45-47, 68
Soconusco Acapetahua 2 73, 74
Soconusco Frontera Hidalgo 3 22-24
Soconusco Huehuetán 5 14-18
Soconusco Huixtla 2 31, 32
Soconusco Mapastepec 3 83-85
Soconusco Mazatán 1 19
Soconusco Metapa de Domínguez 1 7
Soconusco Suchiate 6 8-13
Soconusco Tapachula 2 20, 21
Soconusco Tuxtla Chico 6 1-6

Todos los geles se analizaron y las bandas polimórficas fueron contabilizadas. Se asumió que
las bandas con mismo peso molecular en diferentes individuos son idénticas. La presencia de una
banda fue indicada por un número uno (1) y la ausencia como cero (0).

34
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Con el fin de determinar cuáles combinaciones AFLP fueron más informativas se calcularon
algunos parámetros propuestos por Laurentin y Karlovsky (2007): el contenido de información
polimórfica (PIC), el índice de marcador (MI) y el poder de resolución (PR).

El contenido de información polimórfica. Para cada combinación de iniciadores AFLP se


calculó el PIC según lo propuesto por Roldán-Ruiz et al. (2000):

PICi = 2fi (1- fi)

PIC es el contenido de información polimórfica del marcador i, fi la frecuencia de los


fragmentos del marcador que estaban presentes y 1 - fi la frecuencia de los fragmentos del
marcador que estaban ausentes. El PIC fue un promedio de los fragmentos para cada combinación
de primers AFLP. Para los valores de PIC se tiene que: Altamente informativo (PIC > 0.5),
Aceptablemente informativo (0.25 < PIC < 0.5), Bajamente informativo (0.25 > PIC).

El índice del marcador (MI). Este se calculó como se indica en Varshney et al. (2007):

MI = PIC x EMR

EMR es la proporción múltiple efectiva, (E) se define como el producto del número total de
loci / fragmentos por iniciador (n) y la fracción de loci polimórficos/ fragmentos (β ),

(E = n.β ).

El poder de resolución (PR). El valor de PR para cada iniciador se calculó de acuerdo a Prevost
y Wilkinson (1999):

RP = ΣI

Donde Ib representa la informatividad del fragmento. La Ib se puede representar en una


escala 0 - 1 por la siguiente fórmula:

Ib = 1 - [2 x (0.5 – p)]

Donde p es la proporción de las 88 accesiones que contiene el fragmento.

El análisis de la varianza. La matriz de ceros y unos se utilizó para calcular el análisis de


varianza molecular (AMOVA) basado en la siguiente jerarquía propuesta: grupos = eco-regiones
geográficas, poblaciones (municipios) y dentro de poblaciones (localidades) (Schneider et al.,
1996).

35
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

El índice de diversidad. El índice de diversidad genética de germoplasma se calculó sobre la


base de la fórmula de Powell et al. (1996):

DI = 1 – ΣPi2

Donde Pi es la frecuencia del alelo in, cada alelo individual es considerado único en sí mismo y
un fragmento de amplificación.

Con la matriz de datos presencia/ausencia se calculó el índice de similitud desarrollado por


Dice (1945) y adaptado por Nei y Li (1979) para datos moleculares. Matrices de similitud por
parejas fueron generados utilizando la versión NTSYS-PC 2.11 (Rohlf, 1998). Se construyeron
dendrogramas utilizando el método de par-grupo no ponderado con la media aritmética
(UPGMA) y el principal método de coordinar el análisis se realizó utilizando la versión de
PC NTSYS 2.11 (Bioestadística Aplicada Inc, Setauket, EE.UU.). Un remuestreo bootstrap
se realizó para determinar la robustez del dendrograma. Un millar de réplicas de bootstrap
se obtuvieron de los datos originales de 88 accesiones. A partir de estas matrices de 1 000, se
determinaron los límites de confianza para cada comparación por pares (Felsenstein, 1985). Los
datos también fueron analizados utilizando métodos multivariados para la realización de análisis
de componentes principales.
El número de productos amplificados por ensayo varió de 61 a 130. En total las seis
combinaciones de oligonucleótidos selectivos amplificaron 566 productos, de los cuales 510
(90%) fueron polimórficos (Cuadro 4.)

Cuadro 4. Combinaciones AFLP usadas, nivel de polimorfismo e información observada.


Número de fragmentos
Iniciadores
Amplificados Polimórficos Únicos Raros
E_ACA + M_GTA 98 98 3 17
E_ACG + M_GTA 86 80 3 8
E_ACA + M_GGT 130 130 2 35
E_AGA + M_GGT 108 106 1 12
E_AAC + M_CAG 83 52 3 7
E_ACG + M_CAG 61 44 1 6
Total 566 510 13 85

En el análisis de las frecuencias y distribución de los fragmentos polimórficos se observó


un total de 13 fragmentos específicos presentes en sólo una accesión, con un promedio de
dos por combinación. Tres de las combinaciones AFLP presentaron tres alelos únicos. En la
combinación E-ACA/M-GTA los alelos únicos se observaron en las accesiones Suchiate 12,
Villacorzo 41 y Chicomuselo 55. Las accesiones Venustiano Carranza 34, Venustiano Carranza
35 y Chicomuselo 55 presentaron alelos específicos en la combinación E-ACG/M-GTA. En
la combinación E-AAC/M-CAG la accesión Cintalapa 27 presentó dos alelos únicos y uno
Acala 37. Las accesiones Huixtla 31 y Venustiano Carranza 35 presentaron alelos únicos en la

36
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

combinación E-ACA/M-GGT. En las combinaciones E-AGA/M-GGT y E-ACG/M-CAG


solo se observó un fragmento único en las accesiones Acala 75 y Tapachula 21.

Cuadro 5. Atributos de los marcadores AFLP usados y diversidad genética.


Combinación de iniciadores PIC EMR MI RP DI
E-ACA + M-GTA 0.281 94 26.41 40.66 0.74
E-ACG + M-GTA 0.249 80 19.93 31.59 0.73
E-ACA + M-GGT 0.271 130 35.18 52.05 0.53
E-AGA + M-GGT 0.325 106 34.49 53.43 0.65
E-AAC + M-CAG 0.161 52 8.37 18.82 0.41
E-ACG + M-CAG 0.201 45 9.06 18.11 0.49
Promedio 0.60
PIC: contenido de información polimórfica, EMR: proporción múltiple efectiva, MI: índice de marcador, RP: poder de
resolución y DI: índice de diversidad.

Asimismo se evaluó el número de fragmentos raros (sólo presentes en 10% de las accesiones)
por combinación AFLP. Se observó un total de 85 fragmentos raros con un promedio de 14
por combinación AFLP. El mayor número de fragmentos raros se observó en la combinación
E-ACA/M-GGT con 35. Mientras que la combinación E-ACG/M-CAG sólo presentó seis
alelos raros. De las 88 accesiones de J. curcas evaluadas las accesiones de Suchiate 12, Tuxtla
Chico 1, Siltepec 47 y Arriaga 50 presentaron el mayor número de fragmentos raros.
Se observó un total de 265 fragmentos compartidos (fragmentos presentes hasta en un
70% de las accesiones para un locus en particular) las combinaciones AFLP E-ACA/M-GTA,
E-ACA/M-GGT y E-AGA/M-GGT exhibieron el mayor número de fragmentos compartidos,
se observó además que este tipo de fragmentos son los más informativos ya que presentaron un
PIC en promedio 0.405 por las combinaciones AFLP.
El número de fragmentos similares (fragmentos presentes en más de 70% de las accesiones
para un locus en particular) fue de 147 con un promedio de 24 por combinación. La combinación
con mayor número de fragmentos similares fue E-ACG/M-GTA con 36 y la que menor número
de fragmentos similares presentó fue E-ACG/M-CAG con 11 fragmentos.
Para determinar cuáles iniciadores AFLP son más informativos se calculó el contenido
de información polimórfica (PIC) de las seis combinaciones de AFLP la que varió de 0.161
(E-AAC+ M-CAG) a 0.325 (E-AGA + M-GGT) con un promedio de 0.248. Además, la
combinación E-AGA + M-GGT fue la segunda combinación que presentó el mayor número de
fragmentos compartidos los que en promedio presentaron un valor promedio de PIC de 0.429.
El índice de marcador (MI) presentó valores de 35.18 a 8.37 con un promedio por
combinación de 22.24. El valor más alto lo presentó la combinación E-ACA/M-GGT y el más
bajo E-AAC/M-CAG. Se observó correlación entre el PIC y MI (r2 = 0.91 a p < 0.05).
Para evaluar el poder discriminatorio entre combinaciones AFLP se calculó el poder de

37
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

resolución (RP) el cual varió de 18.11 a 53.43 con un promedio de 35.77 (Cuadro 5). El valor
más alto se observó en la combinación E-AGA/M-GGT y el más bajo en E-ACG/M-CAG.
Se encontró una correlación positiva entre RP y el MI (r2 = 0.99 a p < 0.05).
El análisis de varianza molecular (AMOVA) indicó la existencia de diferencias significativas
(p ≤ 0.01) entre las diferentes regiones de Chiapas, así como entre municipios y entre localidades.
La mayor varianza genética molecular (79%) se observó entre localidades. El índice de diversidad
varió de 41 a 74% por combinación y con un valor promedio de 60%.

Relaciones genéticas

En general las distancias genéticas variaron de 0.10 a 0.9. Aunque existe una tendencia de
agrupación por su origen geográfico la dispersión de algunas colectas a través del dendrograma
sugiere una amplia base genética. El cluster I es el grupo mas homogéneo y lo componen 43
accesiones, las distancias genéticas varían de 0.111 a 0.396 y lo integran las accesiones de La
Concordia 42 y 43; Siltepec 39, 45 y 46; Venustiano Carranza 33, 34 y 36 divergentes entre sí;
Huixtla 31; Siltepec 45; Ángel Albino Corzo 44; Villa Corzo 41; Villa Flores 40; Villa de Acala
37 y 38; Suchiate 8; Huehuetán 15; Tuxtla Chico 1,2,3, 4 y más divergentes 5 y 6; Suchiate
9,11,12 y 13; Metapa de Domínguez 7; Tapachula 20 y 21; Mazatán 19; Huehuetán 14, 16, 17 y
18; Frontera 22, 23 y 24; Chiapa de Corzo 26; Suchiapa 25 y Cintalapa 28, 29 y 30.
El clustler II es más heterogéneo con distancias que varían de 0.106 a 0.607 y lo integran
38 accesiones, dos accesiones, 87 y 88, de Mazapa de Madero; de Mapastepec la 84, 85 y la
accesión 83 que difiere de las dos anteriores; le sigue Villa Flores 73; Villa Corzo 70 y 71;
Jiquipilas 63; Frontera Comalapa 59 y 60; Ocosingo 65; Amatenango 49; Frontera Comalapa
48 y 57; Chicomuselo 56; Frontera Comalapa 58; Bella Vista 51 y 52; Chicomuselo 54 y 55;
Alcala 75; Acapetahua 73 y 74; Venustiano Carranza 69; Siltepec 68; Pantepec 67; Ocosingo
66; La Concordia 64; Frontera de Comalapa 61 y 62; Arriaga 76 y 77; Chiapa de Corzo 78;
Chicomuselo 81; Chiapa de Corzo 79 y 80; Mapastepec 83, y Chicomuselo 82.
Las accesiones más divergentes entre sí y con estos dos grupos presentaron distancias
genéticas que en promedio varían de 0.420 a 0.806. Las accesiones Arriaga 50, Siltepec 47,
Mazapa de Madero 86 y Huixtla 32, formaron un pequeño nodo, mientras que las accesiones
Chiapa de Corzo 53, Suchiate 10 y Venustiano Carranza 35, no se agruparon en nodo alguno.
Los índices de confianza de Felsenstein muestran que la mayoría de las agrupaciones en los
nodos son robustas pues presentan valores superiores a 0.5.

Análisis AFLP

Los polimorfismos en la longitud de los fragmentos amplificados (AFLP) han demostrado ser los
marcadores moleculares más eficientes y eficaces en la detección de polimorfismos en diferentes
especies (Bensch y Akesson, 2005) incluida J. curcas (Tatikonda et al., 2009), lo que permite una
mejor estimación de las relaciones genéticas entre individuos estrechamente relacionados (Ude
et al., 2003). En este estudio el Análisis AFLP detectó un alto nivel de polimorfismo (90%) en las
88 accesiones de J. curcas, del estado de Chiapas, México, y permitió discriminar entre accesiones,
lo que confirma la utilidad de este sistema de marcadores aun en especies donde no se cuenta

38
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

con información genética previa (Sun et al., 2008; Sudheer et al., 2008; Tatikonda et al., 2009).
En el análisis de las frecuencias y distribución de los fragmentos polimórficos se observó un
total de 13 fragmentos específicos presentes en sólo una accesión y 85 fragmentos raros presentes
sólo hasta en 10% de las accesiones, esta información es de gran utilidad en los programas de
mejoramiento genético ya que permite la selección de genotipos diversos (Narvel et al., 2000;
Hudcovicova y Kraic, 2003) con el fin de incrementar la variabilidad o de explotar la heterosis;
en la actualidad son escasas las variedades mejoradas de J. curcas que existen en el mundo y las
que se comercializan son producto de la selección masal y selección recurrente (Divakara et al.,
2010; Jongschaap et al., 2007).
Las combinaciones AFLP que presentaron el mayor número de fragmentos específicos y raros
en este estudio (E-ACA + M-GGT y E-ACA + M-GTA) fueron diferentes a las reportadas en
otros trabajos (Tatikonda et al., 2009) por lo que pueden ser útiles en el análisis de diversidad.
Asimismo, las accesiones que presentaron el mayor número de fragmentos únicos y raros fueron
Tuxtla Chico 1, Suchiate 12 y Siltepec 47, la presencia de estos fragmentos en una accesión en
particular hace posible el desarrollo de secuencias objetivo para la identificación y protección de
la accesión, o para el desarrollo de marcadores ligados a caracteres de importancia agronómica
(Fernández et al., 2002; Dekkers y Hospital, 2002). En este estudio la accesión Tuxtla Chico 1
fue la que más fragmentos raros presentó y la que exhibe caracteres de importancia agronómica
como 100% de flores pistiladas (Zamarripa et al., 2010b). La detección de plantas con sólo
flores femeninas en J. curcas tendrá un gran impacto en el mejoramiento de esta especie y en la
explotación de la heterosis. También puede ahorrar mucho tiempo en el desarrollo de nuevas
variedades o híbridos debido a la capacidad de cruzar los genotipos superiores y la transferencia
de genes de otras especies.
Los fragmentos compartidos representaron más de 50% de los productos polimórficos y el
más alto valor de PIC (0.405), este tipo de fragmentos son los más deseables por la cantidad
de información que generan y de gran utilidad en los análisis de diversidad genética, por lo
que es conveniente la selección de iniciadores que presenten el mayor porcentaje de este tipo
de fragmentos como sucedió en este estudio, aunque los fragmentos similares son también
importantes pues ayudan a establecer y a entender las relaciones genéticas entre el germoplasma
y deducir el posible origen geográfico de una accesión desconocida (Tatikonda et al., 2009).
Aunque el PIC se ha utilizado extensivamente en estudios de diversidad (Gupta et al.,
2008; Varshney et al., 2007), Prevost y Wilkinson (1999) introdujeron el concepto de poder de
resolución (RP) para evaluar el poder discriminatorio de las combinaciones de iniciadores AFLP.
Basado en el valor de PIC (0,32) la combinación E-AGA + M-GGT es recomendable para el
uso en el análisis de germoplasma de J. curcas y fue diferente a las reportadas por Tatikonda et
al. (2009).
Otros parámetros (por ejemplo, MI) confirman que las combinaciones E-AGA + M-GGT y
E-ACA + GGT-M son recomendables para uso en los análisis de germoplasma, ya que mostraron
un MI de 35.18 y 34.49, respectivamente. Por otra parte, se ha reportado una fuerte relación
lineal entre la capacidad de un iniciador para distinguir accesiones y RP. Las combinaciones
de E-AGA + M-GGT y E-ACA + M-GGT (con los más altos valores de RP 52.05 y 53.43,
respectivamente) son las combinaciones de iniciadores mas informativos para distinguir las
accesiones (Prevost y Wilkinson, 1999; Fernández et al., 2002).

39
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Las 88 accesiones de J. curcas del germoplasma del INIFAP en el estado de Chiapas,


presentaron un alto nivel de diversidad genética (60%) en comparación con las colecciones de
África, China y la India (Basha y Sujatha, 2007; Ganesh Ram et al., 2008; Sudheer-Pamidimarri
et al., 2009a; Basha et al., 2009). A pesar de que la evaluación sólo incluyó colectas del estado
de Chiapas, México, confirma la presencia de una rica diversidad genética en el germoplasma
mexicano. Esto explica porqué México se considera un centro de origen de J. curcas. La gran
diversidad dentro de las accesiones muestra que existe un apareamiento no al azar entre los
grupos y/o regiones de las accesiones de J. curcas, lo que hará difícil la selección de colecciones
representativas. Las variaciones observadas dentro de las poblaciones entre las accesiones,
también deberá ser explotada para la selección de genes que sean representativos de cada región
y, en consecuencia, ampliar la base genética de la colección de J. curcas (Wright y Upadhyaya,
1978). Los índices de fijación FST también podrían utilizarse como herramientas adicionales
para la selección de germoplasma, por ejemplo, como indicadores de las diferencias o similitudes
en la carga genética entre las accesiones analizadas de J. curcas. Esto también podría ser un reflejo
de la forma (propagación asexual) en que los diferentes genotipos de J. curcas se distribuyeron
entre los agricultores.
El dendrograma mostró la formación de dos principales grupos de accesiones y accesiones
atípicas, lo que sugiere una amplia base genética en el germoplasma de Chiapas, México. Esta base
de germoplasma presenta genotipos que pueden tener pocos cambios genéticos o probablemente
únicos. Estos cambios podrían ser el resultado de la evolución de J. curcas en algunos ambientes
o para adaptarse a diferentes hábitats (Dobzhansky, 1970).
No hay evidencia de que la formación de los dos grupos de accesiones esté influenciada por
factores ambientales, ya que accesiones de las diferentes regiones agroclimáticas de Chiapas,
México, e incluso colectas divergentes con un origen común (por ejemplo, el mismo lugar), se
mezclan en el mismo grupo. Esto sugiere que la variación es genotípica y no ambiental (Santiago,
2008). Además, las accesiones 50 de Arriaga, 47 de Siltepec, 86 de Mazapa de Madero, 32 de
Huixtla, 53 de Chiapa de Corzo, 10 de Suchiate y 35 de Venustiano Carranza fueron muy
divergentes. Algunas de estas accesiones tienen excelentes características agronómicas, lo que
hace que sean adecuadas para su uso en programas de mejoramiento genético.
Estudios previos del germoplasma Chiapas han mostrado que las accesiones con el mayor
contenido de aceite (56-69%) son de las regiones de Frontera, Centro, Frailesca y Sierra. En
este estudio, cuatro de las siete accesiones (47 de Siltepec, 86 de Mazapa de Madero, 53 de
Chiapa de Corzo y 35 de Venustiano Carranza) son de la región Central y la Sierra, mientras
que las accesiones 50 de Arriaga, 32 de Huixtla y 10 de Suchiate pertenecen a las regiones
del Istmo-Costa y Soconusco. En estas últimas regiones, se ha observado que las accesiones
presentan los mayores perímetros y longitudes de las semillas, características que puede ser de
gran importancia en la selección de genotipos para mejorar el contenido y rendimiento de aceite
(Kaushik et al., 2007).
La técnica AFLP permitió estimar las relaciones genéticas en el germoplasma de J. curcas
de Chiapas, México y detectar un alto nivel de polimorfismo. El análisis de la frecuencia y
distribución de fragmentos polimórficos permitió detectar en una sola adhesión (1 de
Tuxtla Chico) fragmentos raros. También la detección de colecciones muy divergentes de las
regiones donde se ha observado altos contenidos de aceite y otros caracteres relacionados con

40
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

la productividad. Por otra parte, el análisis de las relaciones genéticas, el análisis de varianza
molecular (AMOVA) y el índice de diversidad (ID = 60%) confirman una amplia base genética
en el germoplasma de J. curcas de Chiapas, México.

Caracterización agronómica

La caracterización agronómica de variedades se puede definir como la descripción del


comportamiento de un genotipo o una población en un ambiente. Para la evaluación agronómica
se trabajó con una población de 288 individuos al cuarto año de producción y se registró el
número de inflorescencias, número de flores masculinas y femeninas, número de frutos, peso del
fruto y rendimiento del fruto y la semilla (Cuadro 6).

Cuadro 6. Variación de características de flor, fruto y semilla de accesiones de J. curcas establecidas en el


banco de germoplasma del INIFAP .
Características Rango
Número de inflorescencias 1 - 244
Número de flores masculinas 6 – 17 883
Número de flores femeninas 1 – 1 082
Número de frutos 0 – 1 018
Peso promedio de la semilla (g) 0.3 – 1.7
Largo de la semilla (cm) 1.1 – 2.1
Grosor de la semilla (cm) 0.7 – 1.4
Rendimiento por planta (kg) 0.010 – 6.7
Toxicidad (ésteres de forbol (mg/g) ausente – 3.56

El número de inflorescencias varió de 1 a 244 por planta. El máximo valor de flores masculinas
fue de 17 883 flores por planta. El valor máximo de flores femeninas fue de 1 082 flores por
planta. La relación de flores masculinas-femeninas 12:1; sin embargo, se detectaron árboles con
flores únicamente femeninas. El número de frutos varió de 0 a 1 018 frutos por planta, con una
variación en el peso de 9 a 30 g por fruto. El rendimiento varió dependiendo de la accesión de
10 g a 6.7 kg de fruto por planta.

3.3 EVALUACIÓN Y SELECCIÓN DE VARIEDADES

La obtención de variedades propias con alta eficiencia energética y rendimiento agroindustrial,


otorgará seguridad y rentabilidad a los productores nacionales para enfrentar la competencia en
el mercado.
El piñón mexicano es una especie capaz de producir frutos por autofecundación y por
polinización cruzada. De acuerdo con Qing et al. (2007), J. curcas es autocompatible y tiende a la
polinización cruzada logrando 86.6% por cruzamiento artificial y 76.4% por cruzamiento natural,
lo que permite un alto grado de variación genética y amplias posibilidades para seleccionar las
características deseadas en las plantas.
Dada la gran heterogeneidad de ambientes presentes en México, resultó imprescindible

41
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

realizar experimentos en una gama de condiciones ambientales para conocer tanto la adaptación
como la adaptabilidad de las variedades de piñón mexicano. La evaluación varietal permitió
seleccionar los mejores genotipos para su evaluación en diferentes ambientes.
La Figura 14 muestra el rendimiento de fruto de genotipos élite seleccionados de piñón; si se
observa, la media poblacional de 288 variedades alcanza rendimientos de 0.839 t ha-1 de fruto,
mientras que las mejores cinco selecciones alcanzan de 5.7 a 11.2 t ha-1 ; es decir, con la selección
individual se pueden obtener genotipos que presentan de 7 a 13 veces más rendimiento.

Figura 14. Rendimiento


de fruto de genotipos élite
seleccionados en el banco
de germoplasma de J.
curcas comparados con la
media de 288 genotipos.

La Figura 15 muestra el rendimiento de grano de genotipos élites seleccionados de piñón; las


mejores cinco selecciones alcanzan rendimientos de 1.07 a 1.98 t ha-1. La selección individual
permite obtener genotipos que presentan hasta 12 veces más rendimiento.

Figura 15. Rendimiento


de grano de genotipos élite
seleccionados en el banco
de germoplasma de J.
curcas comparados con la
media de 288 genotipos.

42
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

De acuerdo con Zamarripa (2011), considerando que el piñón mexicano es un cultivo


perenne, el rendimiento de las primeras tres cosechas es insuficiente para determinar el mejor
genotipo del grupo en estudio, lo cual hace necesario disponer al menos de cinco cosechas, que
será cuando el cultivo alcance la estabilidad en la producción, para estar en posibilidad de hacer
una selección eficiente.
Con base en estos resultados se cuenta con un primer grupo de selecciones adaptadas para
el ambiente de Chiapas con la posibilidad de obtener en el mediano y largo plazos variedades
de alto rendimiento mediante un programa de mejoramiento genético usando la hibridación
intraespecífica y/o la selección recurrente.
A continuación se presentan las características de cinco genotipos como parte de los avances
en la selección de individuos élite de J. curcas.

INIFAP-RIJAT 294
Este genotipo es de porte intermedio con copa abierta y área de goteo de 4.01 m2. El tallo es
de color verde con diámetro de 5.5 cm, ramificado desde la base con cuatro ejes y 95 ramas en
promedio, las cuales presentan hojas apicales. Las hojas son grandes de forma acorazonada con
tres lóbulos. Los brotes son bronceados (Figura 16).

a b

c d
Figura 16. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 294. a) cobertura de la
copa, b) copa abierta y extendida, c) ramificación desde la base y d) altura de la planta.

Presenta flores 100% femeninas con sépalos grandes, con 94 racimos en promedio (Figura
17).
La semilla es de color negro, de forma elíptica. Este genotipo presenta un peso promedio de
semillas de 0.77 g. Las semillas tienen una longitud de 1.74 cm, 1.15 cm de ancho y 0.93 cm de
grosor. Para la región de Chiapas este genotipo presenta rendimientos al tercer año de 1 979 kg
ha-1 de grano seco con contenidos de aceite de 53.43%.

43
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Figura 17. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 294. a) floración con
flores 100% femeninas y b) forma del fruto.

INIFAP-RIJAT 032

La planta presenta un porte bajo y un área de goteo de 3.8 m2. El tallo es de color verde con
diámetro de 4.0 cm, ramificado desde la base con nueve ejes y 79 ramas en promedio, las cuales
presentan hojas apicales. Las hojas son pequeñas de forma acorazonada con tres lóbulos. Los
brotes son verde claro (Figura 18).

Figura 18. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 032. a) cobertura de la
copa, b) tallo y c) hojas.

Presenta flores 100% femeninas con sépalos pequeños (Figura 19), este genotipo tiene la
característica de presentar tres periodos de floración al año con 194 racimos en promedio.

44
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 19. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 032. a) floración 100%
femenina, b) forma del fruto.

Las semillas son de color negro, de forma elíptica. Este genotipo presenta un peso promedio
de semillas de 0.83 g. Las semillas tienen una longitud de 1.83 cm, 1.17 cm de ancho y 0.83
cm de grosor. Para la región de Chiapas este genotipo presenta rendimientos al tercer año de
cosecha de 1 431 kg ha-1 de grano seco con contenidos de aceite de 56.75%.

INIFAP-RIJAT 952

La planta presenta un porte bajo, con área de goteo de 4.1 m2. El tallo es de color verde con
diámetro de 5.0 cm, ramificado desde la base con ocho ejes y 48 ramas en promedio. Las hojas
son pequeñas de forma acorazonada con tres lóbulos. Los brotes son verde claro (Figura 20).

Figura 20. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 952. a) cobertura de la
copa y b) ramificación desde la base.
Presenta flores 100% femeninas con 100 racimos en promedio. La semilla es de color negro, de
forma elíptica. Esta selección élite presenta rendimientos de 1 187 semillas con peso promedio
de 0.70 g. Las semillas tienen una longitud de 1.81 cm, 1.18 cm de ancho y 0.86 cm de grosor.

45
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Para Chiapas esta selección presenta una producción al tercer año de 1 414 kg ha-1 de granos
con contenidos de aceite de 55.08%.

INIFAP-RIJAT 042

La planta presenta un porte intermedio, copa abierta y con área de goteo de 4.0 m2. El tallo
es de color verde con diámetro de 4.3 cm, ramificado desde la base con tres ejes y 61 ramas en
promedio, las cuales presentan hojas apicales. Las hojas son pequeñas de forma palmeada con
cinco lóbulos. Los brotes son verdes con tonalidades bronceadas (Figura 21).

Figura 21. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 042; a) ramificación
desde la base, b) cobertura de la copa y c) altura de la planta.

Este genotipo presenta flores 100% femeninas y tiene un rendimiento de 211 racimos. Las
semillas presentan un peso promedio de 0.83 g. Las semillas tienen una longitud de 1.99 cm,
1.09 cm de ancho y 0.89 cm de grosor. Este genotipo para las condiciones de Chiapas presenta
al tercer año rendimientos de 1 182 kg ha-1 de granos con contenidos de aceite de 53.44%.

INIFAP-RIJAT 102

La planta presenta un porte intermedio con una cobertura de copa de 3.9 m2. El tallo es de color
verde con diámetro de 4.6 cm, ramificado desde la base con siete ejes y 59 ramas en promedio.
Las hojas son medianas de forma acorazonada con cinco lóbulos. Los brotes son verde claro
(Figura 22).
Su inflorescencia está constituída por flores masculinas, femeninas y hermafroditas (Figura
23) con una relación de flores masculinas/femeninas de 20:1. Este genotipo produce 17 883
flores masculinas, 11 flores femeninas y 879 flores hermafroditas.

46
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

La semilla es de color negro con vetas café, de forma elíptica. Esta selección élite produce
semillas con peso promedio de 0.66 g. Las semillas tienen una longitud de 1.8 cm, 1.2 cm de
ancho y 0.83 cm de grosor. Para Chiapas esta selección presenta un rendimiento al tercer año de
1 065 kg ha-1 de granos con contenidos de aceite de 49.78%.

Figura 22. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 102. a) cobertura de la
copa y altura de la planta y b) ramificación desde la base.

­
­

Figura 23. Características de la planta del genotipo élite INIFAP-RIJAT 102. Floración con flores
hermafroditas.

47
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

IV. MANEJO AGRONÓMICO DE


J. CURCAS
José Luis Solís Bonilla
Alfredo Zamarripa Colmenero
Alfredo González Ávila
Alberto González Jiménez
Héctor R. Rico Ponce

E
l piñón mexicano representa una nueva opción de diversificación para los productores de
biocombustibles que podría incrementar las ganancias, contribuir al desarrollo sustentable
y mitigar la emisión de gases contaminantes (GEI). Sin embargo, a pesar de su gran
importancia, la investigación nacional en el tema de bioenergía y en específico con J. curcas es
reciente, por lo que aquí se plasman los avances en el desarrollo de tecnología para su cultivo.
Para el establecimiento de una plantación de piñón mexicano es muy importante la selección
del sitio de siembra, el cual debe reunir las condiciones agroecológicas con potencial productivo
alto.

4.1 PREPARACIÓN DEL TERRENO

Debido a que J. curcas es muy susceptible a la humedad, la preparación de terreno inicia con la
selección del mismo, el cual debe de ser lo más homogéneo posible para evitar encharcamientos
en época de lluvias.
La preparación del suelo, conocida también como labranza, busca crear condiciones favorables
para el buen desarrollo de los cultivos, es decir, para la germinación de las semillas, el crecimiento
de las raíces y plantas, y en la mayoría de los casos, para la formación del fruto e incremento
significativo de la producción (Márquez, 2001; Leyva, 2009).
El terreno se prepara dos meses antes de iniciar las lluvias. Las actividades en esta etapa se
enlistan y describen a continuación.
El chapeo se realiza con la finalidad de eliminar la maleza que se encuentre presente en el
terreno y facilitar su incorporación como fuente de materia orgánica; además, facilita el paso de
los implementos agrícolas.
Con el barbecho se rompe la capa compactada del suelo y propicia mejores condiciones de
aireación y de retención de humedad para el desarrollo de raíces. Se realizan dos pases con el
arado de discos a una profundidad de 20 a 30 cm.
El rastreo se debe efectuar de una a dos semanas después de haber realizado el barbecho,
deben efectuarse dos pases cruzados de rastra de 24 discos a una profundidad de 10 a 20 cm
dependiendo de la textura y características del terreno. Esto permitirá mullir bien el suelo.
Se sugiere realizar el surcado a una distancia de dos metros para los genotipos de porte bajo
y a tres metros para los de porte medio. La profundidad de los surcos puede ser de 15 a 20
centímetros en la siembra de granos.

49
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

4.2 ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE LA PLANTACIÓN

El establecimiento de plantaciones puede realizarse por medio de semilla, estacas o por material
vegetativo proveniente de cultivo de tejidos.

Por semilla. Por lo general, la semilla fresca muestra porcentajes altos de germinación
(alrededor de 80%) y ésta se inicia entre 10 y 30 días después de la siembra, y puede hacerse en
camas, en bolsas o en siembra directa (Heller, 1996; IIAP, 1999). En condiciones del trópico
húmedo de México, la emergencia de plantas ocurre a partir del sexto día.
En bolsas es recomendable utilizar un sustrato con textura franco a franco arenoso,
preferiblemente mezclado con abono orgánico. Las plantas tardan de cinco a siete semanas para
alcanzar la altura apropiada para su establecimiento en el campo.
Cuando se realiza la siembra por semilla, debido a que J. curcas presenta polinización cruzada,
presentará heterogeneidad en sus características fenotípicas y genéticas como la uniformidad de
plantas, rendimientos y contenidos de aceite (Zamarripa et al., 2009).
Por ello, resulta imprescindible realizar el mejoramiento genético de J. curcas para generar
variedades, híbridos o clones, y así producir material certificado que mantenga su identidad y
pureza genética, con características favorables como el alto rendimiento en campo, alto contenido
de aceite y alta calidad industrial.
Estacas. Esta especie también puede propagarse mediante estacas de tallos de plantas
seleccionadas por características de interés. Zamarripa et al. (2009) recomiendan cortar las
estacas después de la época de lluvias, deben ser rectas de 0.80 a 1.0 metros de largo y de
aproximadamente cuatro centímetros de diámetro.
Para la siembra se realiza una cepa de 20 x 20 x 20 centímetros. Al momento de la siembra,
la estaca queda de 0.60 ó 0.80 metros de altura, favorable para la emisión de brotes vegetativos
los cuales formarán la estructura de la planta. Con este método de propagación el prendimiento
es superior a 95% y la emergencia de brotes se observa a los 18 días en las condiciones de trópico
húmedo (Zamarripa et al., 2009). Cabe destacar que el porcentaje de prendimiento depende
del genotipo. En experimentos realizados con 17 variedades y usando estacas de 40 centímetros
de longitud se observaron, al tercer mes de siembra, valores que fluctuaron de 7 a 85% de
prendimiento.
Para una huerta comercial, las varetas pueden ser de 0.40 a 0.50 metros de largo y con un
diámetro superior a tres centímetros.
Cultivo de tejidos vegetales. Esta técnica tiene la ventaja de producir un mayor volumen
de plantas en corto tiempo y a bajos costos. La técnica consiste en aislar cualquier parte viva de
una planta (célula, un tejido o un órgano) para cultivarla en laboratorio, en un medio nutritivo
y en condiciones asépticas artificiales para regenerar una planta completa. Actualmente en
el laboratorio de biotecnología del Campo Experimental Rosario Izapa se están realizando
estudios para propagar genotipos élite mediante tejido somático que garantice las características
sobresalientes de los materiales seleccionados al mantener íntegra la información genética.

50
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Siembra

La fecha de siembra recomendada es al inicio de lluvias, durante mayo y junio. Se requiere


considerar en promedio de 3 a 4 kilogramos de semillas para el establecimiento de una hectárea
de J. curcas. Se utiliza una semilla por golpe.
La profundidad de siembra de la semilla es de dos a tres centímetros dentro de la capa húmeda
del suelo, no es conveniente sembrar muy profundo ya que se puede retardar la emergencia de
la plántula, y se corre el riesgo de que la semilla no germine. La emergencia de la plántula se
observa en promedio a los seis días. Es importante realizar un conteo de las fallas a los 15 días
para realizar una resiembra.
Según Hooda y Rawat (2005), la experiencia de la India y otros lugares muestra que una
densidad de 2 500 plantas por hectárea (con distancia de 2 x 2 metros) puede ser óptima. De
acuerdo con Mayorga (2006), la siembra puede hacerse en tresbolillo, en un marco de plantación
de 2 x 4 metros y en el primer año puede sembrarse un cultivo anual intercalado.
En México se realizaron experimentos de evaluación de densidades de población en diferentes
ambientes. Se evaluaron diferentes densidades de población, que variaron de 816 hasta 4 444
plantas por hectárea, en diversos marcos de plantación de 1.5 x 1.5 metros, 2 x 2 metros, 2.5 x
2.5 metros, 3 x 3 metros y 3.5 x 3.5 metros.
Las mejores densidades fluctuaron entre 2 500 y 4 444 plantas por hectárea, ya que a
densidades menores los rendimientos fueron inferiores. Para ambientes más húmedos, como el
estado de Chiapas, la densidad recomendada es de 1 666 a 2 222 plantas por hectárea en arreglos
de 3 x 2 y 3 x 1.5 metros, respectivamente.
En el Cuadro 7 se muestran los resultados del comportamiento productivo en cuatro
densidades evaluadas. El mayor desarrollo fenológico y productivo se observó en la densidad de
2 500 plantas por hectárea. Es importante anotar que los resultados corresponden al primer año
de producción por lo que la competencia entre plantas es menor.

Cuadro 7. Resultados del experimento de densidades de J. curcas.

Distancias de siembra Número de Rendimiento


Población ha-1 Altura (m)
(m) racimos (kg ha-1)
2.0 x 2.0 2 500 1.65 a 4.8 a 703 a
2.5 x 2.5 1 600 1.50 a 4.6 a 565 a
3.0 x 3.0 1 111 1.20 b 3.0 b 250 b
3.5 x 3.5 816 1.10 b 2.0 b 60 c
Medias con letra diferente en la columna son estadísticamente diferentes (Student a ≤ 0.05).

51
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Sistemas de producción

El piñón mexicano se puede establecer en asociación con otros cultivos, intercalado con maíz,
frijol, calabaza o el cultivo de la región. Se sugiere la siembra de este sistema utilizando distancias
de tres a cuatro metros entre calle y dos metros entre plantas de piñón.
En Chiapas se estudió el sistema de producción piñón mexicano-maíz (Zea mays L.) con
relevo de frijol (Phaseolus vulgaris L.), con el objeto de obtener el mejor arreglo de plantación
que permita optimizar la productividad y el uso eficiente del suelo. Las distancias de siembra
utilizadas en piñón fueron de 2 x 2, 2 x 4 y 4 x 4 metros con densidades de población de 2 500,
1 250 y 650 plantas ha-1, respectivamente. En maíz se utilizaron uno, cuatro y cuatro surcos de
plantas entre las calles de piñón en las densidades citadas. En rotación, se utilizaron dos, cinco
y siete surcos de frijol entre los surcos de piñón en las distancias mencionadas. De acuerdo con
los resultados obtenidos, se recomienda establecer una plantación de piñón mexicano de 2 x 4
metros con cuatro surcos de maíz en la calles y en rotación cinco surcos de frijol (Cuadro 8).

Cuadro 8. Resultados del experimento de piñón mexicano asociado con maíz en el estado de Chiapas.
Densidad de Densidad Densidad
Distancias de Rendimiento Rendimiento de
Jatropha por de maíz por de frijol
siembra (m) de maíz (t ha-1) frijol (kg ha-1)
ha-1 ha-1
por ha-1
2x2 2 500 32 166 1.4 b 71 050 615
2x4 1 250 60 416 4.2 a 109 200 1 018
4x4 625 60 416 4.4 a 84 000 720
Medias con letra diferente en la columna son estadísticamente diferentes (Tukey a ≤ 0.05).

Figura 24. Piñón mexicano asociado con maíz en relevo con fríjol en el estado de Chiapas.

52
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Estos resultados muestran la factibilidad técnica de la asociación piñón mexicano-maíz-


frijol. La asociación del piñón con cultivos básicos es recomendada, ya que permite desde el
primer año la obtención de ingresos y/o alimentos al productor, mientras el piñón alcanza la
etapa productiva.
Estudios recientes sobre la factibilidad económica de este sistema de producción (piñón-
maíz-frijol) demostraron que la tasa de rentabilidad fue de 102% promedio anual (Rodríguez,
2011. com. pers.).

Biofertilizantes

Las actividades agropecuarias modernas utilizan altas cantidades de energía en la producción que
generalmente proviene de recursos fósiles no renovables como el petróleo y el gas. Esta forma de
hacer agricultura, que incluye innovaciones tecnológicas, como la generación de variedades, han
permitido incrementar sustancialmente los rendimientos aunque pueden provocar contaminación
ambiental por el uso de agroquímicos, especialmente de los fertilizantes sintéticos.
Hoy se plantea el desarrollo de la agricultura sustentable, basada en principios de interacción
ecológica (Harwood, 1990) con el fin de cubrir las necesidades del presente, sin comprometer la
capacidad de futuras generaciones, para que puedan satisfacer sus propias necesidades.
Los biofertilizantes han demostrado ser una opción más para las actividades agropecuarias y
forestales con un enfoque ecológico y de sustentabilidad.
Estas bondades han sido consideradas para ser utilizadas en bien de las actividades
agropecuarias y forestales, como es el caso de la fijación de nitrógeno por los rizobios, que
pueden abastecer de este nutrimento a las leguminosas, las aportaciones que hace Azospirillum
en el mismo proceso en otras plantas no leguminosas y los beneficios que genera la simbiosis
micorrízica, sobre todo los hongos endomicorrízicos, a favor del transporte de fósforo, nitrógeno,
calcio y agua en plantas anuales y perennes (Aguirre-Medina, 2006).
Los resultados de investigación, validación y los de las parcelas de productores en cultivos
anuales y perennes confirman la bondad de la simbiosis planta- microorganismo para mejorar
la nutrición de cultivos e incrementar la biomasa y los rendimientos en condiciones de campo
(Aguirre-Medina, 2006). Se recomienda aplicarlos una vez que sean evaluados y demuestren
capacidad para inducir mejor desarrollo vegetal y reproductivo. Su aplicación en los cultivos
bionergéticos, además de sus bondades ambientales y de la reducción de costos de producción
favorecerá el balance energético y el balance de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Fertilización

Uno de los grandes mitos del piñón es que se adapta a suelos pobres de baja fertilidad y que no
requiere fertilización. El INIFAP ha demostrado que una planta de piñón sin fertilizar o abonar
estará mal nutrida, débil, poco vigorosa y propensa a tener una baja producción.
Los expertos en el cultivo de piñón mexicano del INIFAP, realizaron ensayos de fertilización
en ambientes edafoclimáticos diversos. Se encontró una respuesta alta a la aplicación de
fertilizantes tanto químicos como orgánicos, en el primer y segundo año de la plantación.
La fertilización con nitrógeno (N) y fósforo (P) incrementó el rendimiento de 400 a 800%

53
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

y favoreció el desarrollo vegetativo de manera significativa (número de ramas, número de hojas,


diámetro de tallo, etcétera).
En el caso de Chiapas, todos los tratamientos con nitrógeno (N) aumentaron el rendimiento
en comparación con el testigo (sin fertilizar), siendo la fórmula 60-40-20, la de mejor respuesta
con un rendimiento de semilla superior a 400%.
La nutrición de J. curcas, se realizará en el primer año del establecimiento del cultivo con la
fórmula 60-40-20 con dos aplicaciones al año. La primer dosis se debe de aplicar a los 30 días
después de la siembra, la cual se puede obtener mediante una mezcla física con 130.43 kg de
urea, 86.95 kg de superfosfato triple (SFT) y 33.33 kg de cloruro de potasio (KCl) (Figura 25).

Figura 25. Elaboración de la mezcla física de la fórmula fertilizante 60-40-20.

La segunda dosis se debe aplicar después de realizar la poda de formación. Al mes de haber
realizado la poda y la aplicación de la segunda parte de fertilizante se puede utilizar nutrientes
foliares a razón de 1 L ha-1.
Al segundo año de establecido el cultivo es recomendable la aplicación de la fórmula
fertilizante 80-40-20 dividido en dos aplicaciones, la cual se puede obtener con la mezcla física
de 117.6 kilogramos de la fórmula 17-17-17, de urea 130.4 kilogramos y 43.4 kilogramos de
superfosfato triple. La primera dosis se aplica después de la segunda poda de formación; al mes
de esta actividad se sugiere realizar una aplicación de fertilizante foliar a razón de 1 L ha-1.
La aplicación de la segunda dosis se debe realizar durante el periodo de inicio de lluvias,
es recomendable para el amarre de flor y fruto la aplicación de nutrientes foliares en la dosis
recomendada (1 L ha-1).
Para la aplicación del fertilizante se debe usar la técnica de rayado en media luna o a círculo
completo de acuerdo con las condiciones topográficas del terreno; la mezcla fertilizante se aplica
a medio metro del tronco y se tapa con la tierra del rayado y la hojarasca (Figura 26).

54
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Es altamente recomendable complementar la fertilización química con la aplicación de


abonos orgánicos los cuales contienen nutrimentos esenciales para el crecimiento de las plantas.
Se sugiere aplicar también, con la misma técnica de rayado, de dos a tres kilogramos de abonos
orgánicos por planta divididos en dos o tres aplicaciones al año.

Figura 26. Técnica de rayado para la aplicación de fertilizantes en J. curcas en Chiapas.

Podas
La poda permitirá formar la arquitectura ideal de la planta, fomentar la producción temprana,
obtener una mejor producción, más competitiva y constante a través del tiempo y lograr una
larga vida productiva de la plantación.
Dada la diversidad genética presente en J. curcas se observarán plantas provenientes de semilla
con buena arquitectura, en las cuales sólo se debe realizar una poda selectiva (eliminando ramas
con crecimiento hacia el suelo, entrecruzadas y enfermas) y una poda de aclareo, fomentando
la mejor circulación de aire y penetración de luz, que influye directamente en el crecimiento del
rebrote, en el cual se realizarán las futuras fructificaciones.
La mayoría de las plantas de una población sin selección genética presentan crecimiento
raquítico y sin formación de ramas adecuadas para la producción de frutos. En estos genotipos
es necesario formar su estructura mediante las podas estimulando la ramificación y formación
de la planta a través del tiempo.
Con la realización de la poda en la planta de piñón mexicano, se pretende: 1) regular el
porte y el equilibrio, según las necesidades del cultivo; 2) adaptar la plantación al sistema de
formación de la planta; 3) mejorar la aireación e iluminación de la planta; 4) eliminar las partes
dañadas, improductivas o enfermas; 5) Favorecer la floración y fructificación, y 6) aumentar el
rendimiento de la plantación.

Poda de formación
Esta operación consiste en el acotado de la planta de piñón mexicano a la altura en la que
se desea iniciar la formación del árbol. Dependiendo del genotipo y del sistema de formación
elegido, el acotado se va a realizar a una altura diferente. Es recomendable mantener la altura

55
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

del primer corte entre 40 y 60 centímetros.


Para la realización del acotado en una plantación, es importante tomar una referencia de
altura, como varas o reglas previamente medidas. Se debe tratar de mantener la misma altura
desde el suelo al corte en toda la plantación, obteniendo así un sistema de formación homogéneo
(Figura 27).
Esta primera poda se realiza al quinto mes de edad de la plantación o al final de la época de
lluvias. Una vez realizado el acotado, se producirá una brotación de la cual emergen los brotes
que se convertirán en los futuros brazos de la estructura del piñón, generalmente emite cuatro
brotes.
Cuando los brotes alcanzan un mayor grado de lignificación se comienzan a guiar eliminando
las ramas que no queden dentro de la orientación deseada.

Figura 27. Primera poda de formación acotada a 40 centímetros obteniendo un sistema homogéneo.

La segunda poda de formación se


realiza en las ramas primarias o brazos
principales, efectuando un corte a 80
centímetros del cuello del tallo (Figura
28) con esta actividad se puede propiciar
la formación de alrededor de 20 ramas.
Esta actividad se realiza al finalizar
la cosecha o después del periodo de
lluvias durante la fase vegetativa.

Figura 28. Segunda poda de formación


acotada a 80 centímetros.

56
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Poda productiva

Esta poda se realiza para bajar el porte de la planta de piñón y para fomentar la emergencia de
brotes productivos. Esta actividad se debe de realizar un mes después del término de la cosecha
y de acuerdo con el ciclo fisiológico de la planta; pues de lo contrario, se puede dañar el ciclo
productivo del piñón. Para las condiciones del estado de Chiapas, la mejor época para realizar la
poda productiva es de octubre a noviembre, meses que coinciden con el término del periodo de
lluvias, la conclusión de la cosecha y el periodo de descanso de J. curcas. Cuando se atiende a este
proceso, se fomenta el desarrollo de brotes productivos conforme al ciclo fisiológico de la planta.
Se realiza el acotado a una altura de 1.20 a 1.40 metros facilitando la cosecha. El corte se debe
realizar en forma diagonal, para evitar durante el temporal, la acumulación de agua de lluvia y
pudrición de ramas (Figura 29).
Después de la poda de las ramas hay que aplicar cal disuelta en agua, oxicloruro de cobre o
pintura de aceite en el área del corte para ayudar a una rápida cicatrización y evitar daños por
plagas y enfermedades. Al mes de realizar la poda productiva se observará el crecimiento de los
brotes vegetativos y la aparición de los primeros brotes florales (Figura 30).

Figura 29. Poda productiva de J. curcas en Chiapas.

Figura 30. Respuesta a la poda productiva en J. curcas; a y b) brotes productivos de tres meses de
edad y c) plantación después de realizar la poda productiva.

57
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

La respuesta a la poda depende de la variedad. Se han encontrado genotipos que a pesar


de haber realizado las podas de formación y podas productivas no han tenido una respuesta
favorable o positiva en el rendimiento de grano. La actividad de poda tiene grandes ventajas
agronómicas en variedades seleccionadas por su alto rendimiento de grano.

Control de malezas

La planta presenta un crecimiento inicial lento, siendo las malezas un problema importante
en esta etapa de crecimiento. Las malezas compiten con el cultivo de J. curcas por agua, luz,
nutrientes, espacio y CO2. Diversos autores reportan que algunas malezas segregan sustancias
alelopáticas que limitan el crecimiento del piñón mexicano. De las especies de maleza que más
se encuentran asociadas al cultivo de piñón mexicano son: zacate gigante (Pennisetum purpureum
Schumacher), pepinillo de caballo (Cucumis anguria L.), mozote (Achyranthes indicus), bledo
espinoso (Amaranthus spinosus) falsa dormilona (Chomaecripta trichopoda), zarza (Mimosa
somnians) dormilona (Mimosa pudica), verdolaga (Portulaca oleracea), zacate Johnson (Sorghum
halapense) y flor amarilla (Melampodium divaricatum), entre otras.
El control de malezas puede realizarse de forma manual y/o química. Para el caso del trópico
húmedo se hace de forma integral llevando a cabo una limpia manual un mes después de
establecido el cultivo, elaborando el cajete en la zona de goteo de la planta. Una semana después
de haber concluido esta actividad se procede a la aplicación de un herbicida comercial específico
al tipo de malezas, se deben de realizar las aplicaciones por la mañana cuando los vientos son
menos fuertes. Esta actividad integral se ejecuta por lo menos dos veces al año.

Cosecha y poscosecha

La falta de uniformidad durante la maduración dificulta determinar el punto de cosecha, por lo


cual se recolectan únicamente los frutos con madurez a corte, que tienen tonalidades amarillas.
Actualmente esta actividad se realiza de forma manual, ocupando dos jornales para cortar 500
kilogramos de fruta por unidad de superficie en cada corte. Se considera que una buena variedad
de J. curcas debe presentar uniformidad en la fructificación y maduración permitiendo que la
actividad de cosecha se realice con un mínimo de cortes. La diversidad genética presente en
México deberá permitir el desarrollo de variedades más uniformes con maduración homogénea.
Para beneficiar el fruto se utiliza una descascaradora manual. El rendimiento de semilla es en
promedio de 20% sobre frutos cosechados. Después de las actividades de cosecha y beneficiado,
los granos de la planta deben ser envasados en sacos de 50 kilogramos y almacenados para su
proceso de comercialización.

58
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

V. CULTIVO DE TEJIDOS VEGETALES


Leobardo Iracheta Donjuan
Pablo López Gómez
Marbella Castellanos Juárez
Alfredo Zamarripa Colmenero

E
n el Campo Experimental Rosario Izapa del INIFAP, se tienen avances importantes en la
caracterización, evaluación y selección de materiales élite de J. curcas (Pecina et al., 2011;
Zamarripa et al., 2010). Toda vez que se han seleccionado genotipos con alto rendimiento
de frutos y sobre todo con elevada producción de aceite, un paso obligado para su propagación
y distribución, es la reproducción vegetativa. Lo anterior debido a la condición alógama de la
especie, que al ser propagada por semilla no es posible conservar la información genética, que
hace de la planta madre un genotipo élite.
Por tal motivo, la propagación mediante procedimientos biotecnológicos como el cultivo de
tejidos vegetales es una opción viable para la producción de planta a gran escala (Zamarripa,
1993; Sujatha et al., 2008). Esto debido a que es una técnica que aprovecha la totipotencia celular;
esto es, la capacidad de una célula de regenerar una planta completa (Radice, 2004). Por lo que
es factible la producción de millones de plantas mejoradas a bajo costo, libres de enfermedades y
a partir de distintos explantes, como protoplastos, callos embriogénicos y organogénicos, células
en suspensión, tejidos y órganos diversos (Iracheta, 2002; Mroginski et al., 2004; López et al.,
2009).
Adicionalmente, con esta técnica es posible entender diversos procesos celulares, fisiológicos
y bioquímicos de forma más controlada y que acontecen en las células o tejidos en respuesta a
factores bióticos y abióticos (Kumar et al., 2008; Li et al., 2005).
Se han reportado diversos trabajos de investigación con el fin de lograr la regeneración y
multiplicación masiva de piñón, la mayoría por la vía organogénica (Sujatha y Mukta,1996;
Sujatha et al., 2005; Kalimuthu et al., 2007; Manjari et al., 2007; Rajore y Batra, 2007; Deore
y Johnson, 2008; Shrivastava y Banerjee, 2008; Kaewpoo y Te-Chato, 2009; Peña, 2009; Coig-
O´Donnell, 2009; Warakagoda y Subasinghe, 2009; Varshney y Johnson, 2010) y un grupo
reducido a través de la embriogénesis somática (Baranjha et al., 2007; Freire, 2009; Varshney
y Johnson, 2010). Sin embargo, en la mayoría de estas investigaciones, el éxito y grado de
regeneración in vitro de piñón no es consistente debido al efecto del genotipo. Por lo que es
importante desarrollar y adecuar protocolos de regeneración que favorezcan la interacción
del genotipo con los componentes del medio, sobre todo para genotipos seleccionados por
fitomejoradores del Programa de Investigación en Bioenergía.
Existen factores preponderantes que condicionan la obtención y el crecimiento de nuevas
plantas como el genotipo, tipo de explante, estado fisiológico del mismo, así como las condiciones
químicas y físicas seleccionadas para realizar el cultivo in vitro (Radice, 2004; López et al., 2009;
He et al., 2009).
De allí la importancia de establecer protocolos específicos en cada etapa de la micropropagación
del piñón, lo cual es posible a través de evaluaciones de diferentes métodos para el establecimiento
aséptico, medios de cultivos, así como tipos y concentraciones de reguladores de crecimiento en

59
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

cada etapa (Baranjha et al., 2007; Peña, 2009).


Por tal motivo en este capítulo, se describen los principales avances en la regeneración del
piñón mexicano en el Campo Experimental Rosario Izapa.

5.1 LA PROPAGACIÓN IN VITRO


Uno de los principales problemas para el establecimiento aséptico y regeneración de genotipos
seleccionados de piñón ha sido la contaminación de casi cualquier tipo de explante, debido al alto
índice de microorganismos endofíticos (Misra et al., 2010a); así como la aplicación de elevadas
concentraciones de desinfectantes, que en el peor de los casos matan el tejido vegetal.
La elevada contaminación está asociada a la alta humedad relativa y temperaturas del lugar,
las que resultan poco favorables para la adaptación del cultivo colectado en otras regiones. En los
primeros intentos de establecimiento aséptico se obtuvo 100% de contaminación, debido a hongos
como Alternaria sp, Romularia sp y Fusarium sp, así como por diversas bacterias. Para solucionar
este problema se han llevado a cabo diversos trabajos con estacas enraizadas crecidas y tratadas con
fungicidas en invernadero.
En éstas, se han evaluado fertilizantes químicos y biofertilizantes, hasta el efecto de diversos
reguladores del crecimiento ex vitro sobre la aceleración del crecimiento meristemático; todo con
la finalidad de obtener tejidos jóvenes, como hojas y meristemos apicales, con menor carga de
enfermedades que aseguren cultivos asépticos (Pérez et al., 2011; Martínez et al., 2011a; González
et al., 2011) y posteriormente propicien la morfogénesis.

Fertilización de estacas de piñón y efectos in vitro sobre la contaminación y callogénesis

El presente trabajo se llevó a cabo con la finalidad de obtener explantes in vitro de J. curcas
libres de contaminantes endógenos, mediante la fertilización previa de estacas en invernadero.
Lo anterior partió de la hipótesis de que en una estaca crecida en condiciones de invernadero y
tratada con fertilizantes químicos o biofertilizantes, es posible acelerar el crecimiento de yemas y
ápices. Con tal aceleración del crecimiento, sería posible obtener hojas y ápices con menos carga
de microorganismos endofíticos, pues la velocidad de crecimiento de la yema o ápice sería mayor
que la de los microorganismos. De igual forma, los biofertilizantes como la micorriza Glomus
intraradices y la bacteria diazótrofa Rhizobium 11B, podrían no sólo facilitar la introducción
de algunos nutrientes, agua o reguladores del crecimiento como el ácido indolacético, sino que
también podrían actuar como antagonistas con microorganismos patógenos.
Para comprobar tal hipótesis se usó turba como sustrato y se sembraron estacas de J. curcas de
los genotipos INIFAP-03 e INIFAP-04 (Figura 31 a y b). Estas fueron sometidas a cinco formas
de biofertilización o fertilización química, cada una con dos dosis, las cuales consistieron en: a)
Glomus intraradices (Glo: 1 y 2 g), b) bacteria diazótrofa Rhizobium 11B proporcionada por el
Centro de Biociencias de la UNACH (11B: 0 y 2 mL con 108 células mL-1), c) Glo-11B (1 y 2 g/2
mL-1), d) sales MS (50 y 100%), e) Nitrofoska® (Nitrof 1 y 2 g).
Se tuvo un total de 10 tratamientos por genotipo, cada uno con 10 réplicas. A los 30 días se
evaluó el número de brotes, número de hojas y porcentaje de supervivencia. Para el cultivo in vitro
se desinfectaron hojas del genotipo INIFAP-03 con 1.8% de hipoclorito de sodio; se estableció 1
cm² de éstas en medio MS. A los 45 días se evaluó la contaminación y callogénesis.

60
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

En este caso, ninguno de los tratamientos presentó diferencias significativas para la inducción
de brotes y supervivencia (Cuadro 9). El tratamiento con 1 g de Nitrofoska® propició un alto
promedio de hojas expandidas de 2.14. Sin embargo, en laboratorio, los explantes del genotipo
INIFAP-03 con Glomus (1 y 2 g) fueron los que propiciaron cultivos libres de patógenos y 100%
de callogénesis (Cuadro 10).

Cuadro 9. Efecto de fertilizantes en el crecimiento de brotes y hojas de dos genotipos de J. curcas.


Tratamiento Brotes/Vareta Hojas expandidas Supervivencia
INIFAP-03/Glo 1g 1.2 a 1.48 ab 1.13 a
INIFAP-03/Glo 2g 1.0 a 1.00 b 1.00 a
INIFAP-03/11B 0 mL-1 1.1 a 1.54 ab 1.13 a
INIFAP-03/11B 2 mL-1 1.2 a 1.54 ab 1.13 a
INIFAP-03/Glo-11B 1g 1.1 a 1.13 b 1.13 a
INIFAP-03/Glo-11B 2g 1.2 a 1.74 ab 1.13 a
INIFAP-03/MS 50% 1.0 a 1.00 b 1.00 a
INIFAP-03/MS 100% 1.0 a 1.00 b 1.24 a
INIFAP-03/Nitrofoska 1g 1.3 a 2.14 a 1.27 a
INIFAP-03/Nitrofoska 2g 1.0 a 1.00 b 1.00 a
INIFAP-04/Glo 1g 1.3 a 1.66 ab 1.00 a
INIFAP-04/Glo 2g 1.0 a 1.00 b 1.13 a
INIFAP-04/11B 0 mL-1 1.2 a 1.33 ab 1.00 a
INIFAP-04/11B 2 mL-1 1.0 a 1.00 b 1.13 a
INIFAP-04/Glo-11B 1g 1.0 a 1.00 b 1.00 a
INIFAP-04/Glo-11B 2g 1.0 a 1.00 b 1.00 a
INIFAP-04/MS 50% 1.0 a 1.00 b 1.00 a
INIFAP-04/MS 100% 1.2 a 1.48 ab 1.00 a
INIFAP-04/Nitrofoska 1g 1.2 a 1.57 ab 1.27 a
INIFAP-04/Nitrofoska 2g 1.0 a 1.00 b 1.13 a
Coeficiente de variación 23.59 45.07 17.69
Medias con letras iguales no son estadísticamente diferentes (LSD = 0.05).

Cuadro 10. Evaluación de la contaminación y callogénesis 45 días después de la siembra in vitro.


Tratamiento Contaminación (%) Callogénesis (%)
INIFAP-03/Glomus 1g 0b 100 a
INIFAP-03/Glomus 2g 0b 100 a
INIFAP-03/11B 0 mL-1 0b 0b
INIFAP-03/11B 2 mL-1 33 ab 66 ab
INIFAP-03/Glo-11B 1g 16 b 83 a
INIFAP-03/Glo-11B 2g 16 b 83 a
INIFAP-03/MS 50% 33 ab 66 ab
INIFAP-03/MS 100% 66 ab 50 ab
INIFAP-03/Nitrofoska 1g 100 b 0b
INIFAP-03/Nitrofoska 2g 0 b    0b
Medias con letras iguales no son estadísticamente diferentes (LSD= 0.05).

61
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Como puede apreciarse, las estacas del genotipo INIFAP-04, si bien produjeron brotes en
respuesta a la fertilización, fue notorio que la totalidad de los tratamientos comenzó a manifestar
rápidamente síntomas de enfermedades microbianas, por lo que al poco tiempo de concluida la
evaluación ocurrió una defoliación (Figura 31c). Lo anterior impidió cualquier tipo de evaluación
morfogénica en laboratorio (Figura 31d).

Figura 31. Secuencia de crecimiento de estacas y cultivo in vitro. a) estacas en invernadero, b) estaca
con crecimiento de yemas, c) estacas con problema de contaminación endógena, d) contaminación de
explantes in vitro y e) explantes sin contaminación y con alta tasa de producción de callo.

No obstante, en el genotipo INIFAP-03 se lograron explantes con 100% de asepsia y


formación de callo con la aplicación previa de Glomus intraradices (Figura 31e).

Influencia de citocininas en la brotación de estacas para obtención de cultivos asépticos

El objetivo de este trabajo fue disminuir la contaminación de explantes foliares in vitro de


piñón mediante la estimulación del crecimiento de brotes y hojas en estacas ex vitro; así como
evaluar el efecto de la aplicación exógena de citocininas sobre la respuesta morfogénica in vitro.
Para el caso, se utilizaron estacas de los genotipos INIFAP-33 e INIFAP-10, provenientes del
CERI-INIFAP. Las estacas fueron asperjadas a los 7, 10, 13, 18, 23 y 28 días con 10 tratamientos
hormonales, con un testigo sin la aplicación de hormonas. Los 10 tratamientos resultaron de la
combinación de cinco citocininas (ZEA, BAP, 2iP, TDZ, KIN), y dos concentraciones (5 y 10

62
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

mg L-1). A los 30 días se evaluó el número de brotes, hojas expandidas, supervivencia y estacas
con raíces. Las hojas se desinfectaron con 1.8 % de NaClO y se estableció 1 cm² de éstas en
medio MS (Murashige y Skoog, 1962) in vitro. Cada tratamiento contó con 10 réplicas. A los
45 días se evaluó la contaminación y formación de callo.
Las evaluaciones a los 45 días mostraron que las estacas del genotipo INIFAP-33 presentaron
mayor formación de hojas y raíces, sin presencia de necrosis (Cuadro 11). El tipo de citocininas
afectó la respuesta de las estacas de forma diferente según la variable medida. Sin embargo, la
concentración de citocinina no modificó la respuesta en el desarrollo de la estaca. En el diseño
completamente al azar (datos no mostrados), la mejor combinación para la inducción de brotes
y expansión de hojas fue el tratamiento con BAP con 10 mg L-1. No obstante, en los casos in
vitro, sólo se introdujo el genotipo INIFAP-33, debido a la elevada necrosis en el INIFAP-10.
En el caso del primero, el TDZ, 2ip y BAP a 10 mg L-1 lograron reducir de manera significativa
la contaminación y elevar la callogénesis (Figura 32 y 33 c).

Hojas Necrosis Rizogénesis Cuadro 11. Número de brotes por


Factor Brotes estaca, número de hojas expandidas,
expandidas (%) (%)
Genotipo porcentaje de necrosis y rizogénesis a
C-033 2.13 a 5.53 a 0.00 b 63.3 a los 30 días.
C-010 1.83 a 1.20 b 40.0a 20.0 b
Regulador
Zeatina 2.08 ab 3.58 a 16.6 ab 50.0 ab
BAP 1.41 b 2.50 a 16.6 ab 66.6 a Medias con las mismas letras por columna
2ip 1.75 ab 4.16 a 41.6 a 33.3 ab son significativamente iguales (LSD
TDZ 2.33 a 3.00 a 8.3 b 16.6 b
p<0.05). BAP: 6-bencilaminopurina,
Kinetina 2.33 a 3.58 a 16.6 ab 41.6 ab
2ip: dimethylallyl-aminopurina, TDZ:
Concentración
tidiazuron.
5 mg L-1 2.13 a 3.60 a 16.6 a 40.0 a
10 mg L -1 1.83 a 3.13 a 23.3 a 43.3 a

Figura 32. Contaminación y oxidación de explantes del genotipo INIFAP-33 a los 45 días de la
siembra in vitro.

63
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Figura 33. Crecimiento de estacas con citocininas y cultivo in vitro. a) estacas en invernadero, b)
estaca con crecimiento múltiple de yemas por efecto de citocininas y c) explantes sin contaminación y
con alta tasa de producción de callo.
Al igual que con ciertos fertilizantes, la aplicación de citocininas estimuló el desarrollo de
brotes; con ello fue posible incrementar en 100% la asepsia y respuesta morfogénica de explantes
in vitro, por lo que se logró inducir la formación de brotes a partir del segundo subcultivo de los
callos producidos.

5.2 CULTIVO IN VITRO DE MERISTEMOS DE PIÑÓN

Este trabajo tuvo como finalidad evaluar el efecto de sales inorgánicas y la concentración de
BAP en la obtención de brotes asépticos de J. curcas mediante el cultivo in vitro de meristemos
apicales. Para lograrlo, se utilizaron ápices de estacas enraizadas de cuatro genotipos de piñón
(INIFAP 1, INIFAP 74, INIFAP 76-1, INIFAP 76-2), provenientes del banco de germoplasma
del INIFAP (Figura 34 a-f ). Las estacas fueron cultivadas y fumigadas durante 30 días en
invernadero. Se colectaron ápices de dos centímetros y se lavaron con agua y jabón. Luego fueron
desinfectados con hipoclorito de sodio a 1.88% durante 15 minutos y se colocaron en una
solución antioxidante. Se redujo el tamaño a cinco milímetros y se sumergieron en una solución
de Microdyn®. Posteriormente se obtuvieron los meristemos de 2 mm con un primordio foliar.
Se evaluaron un total de 24 tratamientos, resultado de la combinación de cuatro genotipos, tres
sales inorgánicas (Yasuda, N6, MS) y dos concentraciones de 6-bencilaminopurina (BAP, 0 y 0.5
mg L-1). Cada tratamiento tuvo cuatro repeticiones. Un meristemo fue una repetición y unidad
experimental. A los 20 días se evaluó la oxidación, contaminación, crecimiento en volumen,
callogénesis, brotación y desarrollo de hojas.
Los principales resultados mostraron que los genotipos no presentaron diferencias
significativas para la mayoría de las variables (Cuadro 12); aunque los genotipos INIFAP 1 y
74 registraron los mayores porcentajes de brotación (>50 %) y desarrollo de hojas (20 a 37 %).
Para los factores sales inorgánicas y concentración de BAP, sólo en la callogénesis se obtuvieron
diferencias significativas. Las sales de Yasuda y MS, así como el BAP a 0.5 mg L-1 propiciaron
las mejores condiciones para inducir la formación de callo organogénico.

64
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Cuadro 12. Efecto de los factores genotipo, medio y BAP a los 20 días del establecimiento in vitro.

Factor Oxidación (%) Contaminación (%) Crecimiento (%) Callo (%) Brotación (%) D. hoja (%)
Genotipo
INI.1 29.1 a 8.3 a 87.5 a 37.5 a 54.1 a 37.5 a
INI.74 20.0 a 0.0 a 80.0 a 40.0 a 66.6 a 20.0 a
INI.76-1 18.7 a 6.2 a 81.2 a 56.2 a 25.0 b 6.2 b
INI.76-2 37.5 a 0.0 a 70.8 a 33.3 a 41.6ab 8.3 ab
Sales Inorgánicas
Yasuda 21.2 a 3.0 a 84.8 a 51.5 a 48.4 a 18.1 a
N6 37.5 a 0.0 a 81.2 a 18.7 b 50.0 a 25.0 a
MS 30.0 a 6.6 a 73.3 a 40.0 a 43.3 a 16.6 a
BAP
0.5 mg L-1 17.9 a 2.5 a 87.1 a 71.7 a 38.4 a 17.9 a
0 mg L-1 37.5 a 5.0 a 72.5 a 10.0 b 55.0 a 20.0 a
C.V. 16.45 7.96 12.5 12.8 15.36 14.69
Medias con la misma letra por columna y factor no difieren estadísticamente (LSD ≤ 0.05). C.V.: coeficiente de variación,
D. hoja: desarrollo de hoja.

Figura 34. Siembra de estacas en invernadero y obtención de meristemos. a) aplicación de solución


enraizadora, b) siembra en turba, c) fertilización de estacas con Nitrofoska (1 g), d) formación de
brotes y aplicación de 6-bencilaminopurina ex vitro, e) desinfección y extracción de meristemos y f )
meristemo de piñón.

65
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Los genotipos INIFAP 1 e INIFAP 74 presentaron los porcentajes más altos de brotación
y desarrollo de hojas (Figura 35 a-f ). Los medios Yasuda y MS, con la adición de BAP, fueron
los mejores para la formación de callo. En la obtención de brotes asépticos no influyó de manera
significativa la concentración de BAP y las sales evaluadas.

Figura 35. Respuesta de los meristemos al medio de cultivo. a) formación de callo, b) crecimiento
de primordios foliares, c) crecimiento de meristemo, d) desarrollo de nuevas hojas, e) formación de
brotes múltiples y f ) desarrollo de brotes.

La respuesta de los meristemos fue variada, produjeron la formación de una masa de


callo sin inducción de brotes (Figura 35 a-f ), crecimiento solamente de primordios foliares
que posteriormente se dediferenciaron hacia callo, o bien el crecimiento sólo del meristemo
así como la formación de hojas nuevas completamente extendidas, pero sin aparente actividad
meristemática, o bien la formación de brotes completos, con clara actividad del meristemo.
Aunque también fue posible observar explantes que propiciaron la formación de estructuras
celulares con brotación múltiple.
Se ha llegado a sugerir que la respuesta de los explantes podría estar condicionada por el
proceso de desinfección. Al respecto, en J. curcas se han realizado algunos estudios relacionados
con la fisiología y bioquímica de los explantes al estrés in vitro, ya sea a sales de cloruro de sodio
(Kumar et al., 2008), al cromo (Yadav et al., 2010), al mercurio (Shun-Gao et al., 2010) y algunos
componentes del medio de cultivo como los antioxidantes (Misra et al.,2010b).
No obstante, estos trabajos han estado encaminados a evaluar los efectos de estos factores
sólo en cultivos ya establecidos in vitro, principalmente callos, donde se han encontrado cambios
en la expresión genética para la síntesis de enzimas antioxidantes, acumulación de ácidos grasos
y prolina. Sin embargo, no se reportan estudios sobre los efectos de los tipos y concentraciones de
desinfectantes sobre la respuesta fisiológica y bioquímica de los explantes y las repercusiones de
estos cambios sobre la capacidad de los explantes para desencadenar una respuesta morfogénica
específica.

66
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Por tal motivo, una vez superados los problemas de contaminación in vitro, los siguientes
trabajos estuvieron enfocados a incrementar la frecuencia de la brotación y desarrollo de plantas
de calidad. De igual forma, si se desea escalar la producción de plantas seleccionadas de J. curcas
a un nivel comercial será necesario considerar el desarrollo de protocolos de embriogénesis
somática; aunque en este caso se deberá estar enterado de los obstáculos de tipo hormonal y
variación genética que podría representar esta vía morfogénica.

5.3 INDUCCIÓN DE LA ORGANOGÉNESIS INDIRECTA

Durante los trabajos de inducción de la organogénesis in vitro de J. curcas, un problema frecuente


es la producción de un callo abundante sin formación de brotes el cual, al momento del subcultivo,
tiende a oxidarse. Por eso se evaluó el efecto del tipo de explante, los pretratamientos hormonales
y su combinación con medios de cultivo en la inducción de la organogénesis indirecta de J.
curcas, debido a que la caulogénesis se puede inducir al adicionar pretratamientos hormonales
en el medio de cultivo y posteriormente subcultivar los callos en un medio con diferente tipo o
concentración de reguladores.
Para tal efecto se evaluaron 12 tratamientos por genotipo, derivados de combinar dos tipos de
explantes (hojas y peciolos), dos pretratamientos en un medio para inducir callo (MIC) por 30
días previos: con MIC (MS +ANA 1 mg L-1 + BAP 5 mg L-1) y sin MIC. Los tratamientos que
indujeron callo se combinaron a su vez con tres medios de cultivos para inducir brotación: MS0
(MS + BAP 5 mg L-1+ AIB 0.1 mg L-1), MS1 (MS + BAP 1.5 mg L-1 + AIB 1 mg L-1) y MS2
(MS + adenina 5.12 mg L-1 + AIB 0.1 mg L-1 + Kinetina 0.48 mg L-1). Una vez establecidos los
explantes en el medio de cultivo, estos fueron incubados en condiciones de 12 h luz (45 E m-2
s-1) a 24 °C ± 1, durante 45 días.
En el Cuadro 13 se consignan los resultados para los genotipos INIFAP 1 e INIFAP 4, donde
sólo 19 tratamientos indujeron callo en la primera etapa. Los resultados obtenidos mostraron un
porcentaje elevado de oxidación (50 a 100%) para la mayoría de los tratamientos a excepción de los
tratamientos 19 (INIFAP 4/Hoja/MS0) y 23 (INIFAP 4/Hoja/MS1); lo anterior propició una
escasa respuesta para la formación de brotes en la mayoría de los tratamientos. Los tratamientos
5 y 22 presentaron 33.3 y 10.0% de explantes con brotes. Mientras que el tratamiento 23 fue el
mejor para inducir la morfogénesis; el cual presentó el valor más bajo de oxidación (15%) y con
porcentajes más altos para las variables de explantes con brotes (90%), número de brotes por
explante (2.9), explantes con hojas (60%) y brotes con desarrollo de tallo (30%).
Con estos resultados, se consideró que la respuesta obtenida para la formación de brotes
podría estar asociada al balance hormonal interno de los genotipos utilizados y a la combinación
citocinina-auxina (BAP 1.5 mgL-1 + AIB 1 mg L-1). No obstante, fue posible identificar al
menos un tratamiento donde 90% de los explantes indujeron la caulogénesis.

67
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Cuadro 13. Efecto del genotipo, tipo de explante y el medio de cultivo en la inducción de brotes y su desarrollo a
partir de callos de J. curcas a los 45 días después del establecimiento.

Tratamiento Oxidación CONT EB NBE EH BDT


(%) (%) (%) (%) (%)

1. INIFAP1/Pec/MS0†† 52.7 abc† 0.0 d† 0.0 c† 0.0 b† 0.0 b† 0.0 b†

2. INIFAP1/Pec/MS1†† 52.7 abc 11.1 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

3. INIFAP1/Pec/MS2 ††
95.0 a 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0 .0 b

4. INIFAP1/Pec/MS0 100 a 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

5. INIFAP1/Pec/MS1 83.3 a 0.0 d 33.3 b 0.7 b 11.1 b 11.1 ab

7. INIFAP1/Hoja/MS0†† 63.8 ab 33.3 bcd 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

8. INIFAP1/ Hoja /MS1†† 63.8 ab 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

9. INIFAP1/ Hoja /MS2 ††


77.5 a 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

10. INIFAP1/Hoja /MS0 94.4 a 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

11. INIFAP1/Hoja /MS1 92.8 a 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

13. INIFAP4/Pec/MS0†† 75.0 ab 80.0 abc 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

14. INIFAP4/Pec/MS1†† 75.0 ab 83.3 ab 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

15. INIFAP4/Pec/MS2 ††
100.0 a 100.0 a 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

16. INIFAP4/Pec/MS0 66.6 ab 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

19. INIFAP4/Hoja/MS0†† 28.1 bc 25.0 cd 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

20. INIFAP4/ Hoja/MS1†† 63.8 ab 22.2 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

21. INIFAP4/ Hoja/MS2†† 97.5 a 0.0 d 0.0 c 0.0 b 0.0 b 0.0 b

22. INIFAP4/ Hoja/MS0 90.0 a 60.0 abcd 10.0 bc 0.4 b 10.0 b 0.0 b

23. INIFAP4/ Hoja/MS1 15.0 c 10.0 d 90.0 a 2.9 a 60.0 a 30.0 a

Coeficiente de variación 32 10.8 6.6 19.7 7.1 6


Medias por columna con distintas letras son significativamente diferentes (Tukey ≤ 0.05). †† Tratamientos que estuvieron en
un medio de inducción de callo, CONT: contaminación, EB: explantes con brote, NBE: número de brotes por explante, EH:
explantes con hojas, BDT: brotes con desarrollo de tallo. Pec= explante de peciolo, Hoja= explante de hoja.

68
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

VI. PLAGAS DE J. CURCAS


Guillermo López Guillén
Juan Francisco Barrera Gaytán
Jaime López Gómez
Alfredo Zamarripa Colmenero

L
a información disponible sobre las plagas de este cultivo es incipiente, esto se debe a la
supuesta resistencia o tolerancia que tiene el piñón al ataque de plagas y enfermedades. Esta
creencia se fundamenta en a) las observaciones casuales procedentes de la investigación
agrícola en diversos campos del conocimiento (Grimm y Maes, 1997c), b) las observaciones
sobre plantas individuales o cultivadas sin propósito comercial ( Jongschaap et al., 2007), c) la
presencia de sustancias altamente tóxicas para el humano y los animales (Kumar y Sharma,
2008) y d) el tiempo que les toma a las plagas, puede abarcar varios años, para causar daños a este
cultivo recién introducido a una región (Nielsen, 2010).
En cuanto a la supuesta resistencia o tolerancia a las plagas, la evidencia muestra que algunos
artrópodos logran secuestrar o inhibir algunos compuestos tóxicos para superar las defensas
naturales del piñón y por ende, viven exitosamente a expensas de la planta. Por ejemplo, las
ninfas de quinto instar y adultos de Pachycoris kluglii Burmeister que se alimenta en J. curcas,
contienen un éster de forbol, compuesto que resulta tóxico a muchos insectos, moluscos y
vertebrados; sin embargo, P. klugii tiene una enzima conocida como protein kinasa C, que le
ayuda a digerir dicho compuesto (Wink et al., 2000). Por la capacidad de neutralizar sustancias
tóxicas, artrópodos como P. klugii tienen el potencial de convertirse en plagas del cultivo si se
presentan las condiciones apropiadas.
Desde el punto de vista de la sanidad vegetal, es importante conocer el centro de origen
de las plantas porque influye sobre la diversidad y abundancia de los organismos asociados a
éstas: en el centro de origen se espera mayor diversidad (Van Driesche et al., 2007). Por tanto,
hipotéticamente, en Chiapas podría esperarse una importante diversidad de artrópodos asociada
al piñón debido a que las plantaciones del estado tienen el mayor índice de diversidad genética
(Pecina et al., 2011).
Aunque en los últimos años se ha generado información sobre artrópodos asociados a esta
euforbiácea, sobre todo por el interés que ha despertado como cultivo bioenergético, se considera
incipiente tanto el conocimiento sobre la identidad de estos organismos y sus relaciones intra e
interespecíficas, como las pérdidas que ocasionan y el manejo que requieren las especies dañinas.

6.1 INSECTOS Y ÁCAROS FITÓFAGOS ASOCIADOS

Nielsen (2010) menciona que cuando J. curcas crece como planta sola o en pequeños grupos
raramente muestra daños por plagas y enfermedades, pero que cuando se cultivan plantaciones
comerciales se presentan frecuentes e intensos brotes poblacionales de diversos organismos.
Asimismo, este autor indica que se estan incrementando los reportes procedentes de todas partes
del mundo sobre plagas y enfermedades que afectan al cultivo de J. curcas, aunque la mayoría
son de menor importancia. La revisión a nivel mundial de Grimm y Maes (1997a) enlista 27

69
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

organismos entre insectos y ácaros asociados a esta planta y, tan sólo para Chiapas, Quiroga et al.
(2010) reportan casi 60 especies de artrópodos fitófagos.
Los daños y tipo de plaga varían de lugar a lugar, aunque algunas de ellas pueden estar
presentes en distintas regiones. En Asia las plagas más devastadoras son Agonosoma trilineatum
(F.), Scutellera nobilis Fabr. Chrysocoris purpureus (Westw.) (Hemiptera: Scutelleridae), Pempelia
morosalis (= Salebria morosalis) (Saalm Uller), Stomphasistis (Acrocercops) thraustica (Stomphastis
plectica Meyrick) (Lepidoptera: Bucculatricidae), Achaea janata Fabricius (Lepidoptera:
Noctuidae), Oxycetonia versicolor Fab. (Coleoptera: Scarabaeidae; Cetoniinae), Paracoccus
marginatus Williamas & Granara de Willink (Hemiptera: Pseudococcidae), Retithrips
syriacus (Mayet) (Thysanoptera: Thripidae), Rhipiphorothrips cruentatus Hood (Thysanoptera:
Heliothripidae) y Polyphagotarsonemus latus (Banks) (Acari: Tarsonemidae) (Shanker y Dhyani,
2006; Patel et al., 2009; Shankara y Sannaveeppanavar, 2009).
En África, se cita como más importante a Aphthona dilutipes ( Jacoby) (Coleoptera:
Chrysomelidae) (Nielsen, 2009, 2010). Y en Centro y Sudamérica las plagas de importancia
económica son Pachycoris torridus (Scopoli), P. klugii (Hemiptera: Scutelleridae) y Leptoglossus
zonatus Dallas (Hemiptera: Coreidae) (Grimm y Maes, 1997a,b,c; Sánchez-Soto et al., 2004;
Grimm y Somarriba, 1999) (Cuadro 14).

Cuadro 14. Insectos fitófagos que atacan a J. curcas.


Orden Familia Género y especie Lugar Referencia
Raíces y plántulas
Coleoptera Scarabaeidae Phyllophaga sp.@ Honduras Bártoli (2008)
Orthoptera Acrididae Oedaleus senegalensis@ África e India Hannan-Jones y Csurhes (2008)
Hojas
Orthoptera Acrididae Oedaleus senegalensis@ África e India Hannan-Jones y Csurhes (2008)
Stomphastis (Acrocercops) Shanker y Dhyani (2006); Xiao et al.
Lepidoptera Bucculatricidae thraustica (Stomphastis India y China (2009)
plectica*
Lepidoptera Noctuidae Achaea janata* India Shanker y Dhyani (2006)
Lepidoptera Noctuidae Spodoptera litura@ India Meshram y Joshi (1994)
Oncometopia clariorm y
Hemiptera Cicadellidae Perú INIA (2009)
Molomea consolida@
Hemiptera Cicadellidae Empoasaca sp.@ Perú INIA (2009)
Hemiptera Cicadellidae Empoasaca Krameri* Brasil De Oliveira et al. (2010)
Hemiptera Coreidae Anasa scorbutica@ Nicaragua Grimm y Maes (1997c)
Hemiptera Coccidae Icerya purchasi@ Perú INIA (2009)

Hemiptera Pseudococcidae Paracoccus marginatus @


India Regupathy y Ayyasamy (2009)

Hemiptera Pseudococcidae Dysmicoccus brevipes @


Cuba Martínez et al. (2005)
Hemiptera Aleyrodidae Bemissia tabaci* India Hannan-Jones y Csurhes (2008)
Hymenoptera Formicidae Atta sp.* Honduras Bártoli (2008)
Hymenoptera Formicidae Atta cephalotes@ Perú INIA (2009)
Hymenoptera Apidae Trigona fuscipennis @
Perú Rasmussen et al. (2009)

70
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Continuación del Cuadro 14...

Tetranychus urticae y T. India, Brasil y Kavitha et al. (2007); Almeida et al.


Acari Tetranychidae bastosi@ Perú (2011); INIA (2009)
Acari Tarsonemidae Polyphagotarsonemus latus@ India, Brasil y Kavitha et al. (2007); Almeida et al.
Perú (2011); INIA (2009)
Ramas y tallos
Grimm y Maes (1997c);Grimm y Führer
Coleoptera Cerambycidae Lagocheirus undatus* Nicaragua (1998)
Coleoptera Cerambycidae Sthenias grisator@ India Balasubramanian (1990)
Trigona Amaltea y T.
Hymenoptera Apidae Perú Rasmussen et al. (2009); INIA (2009)
truculenta@
Hemiptera Membracidae Oxyrachis tarandus@ India Ali et al. (2006)
Flores, frutos y semillas
Grimm y Maes (1997b); Grimm y
Hemiptera Scutelleridae Pachycoris kuglii* Nicaragua Führer (1998)
Grimm y Maes (1997b); Broglio-
Perú, Brasil y Micheletti et al.
Hemiptera Scutelleridae Pachycoris torridus* (2010); Grimm y Führer
Nicaragua (1998); INIA (2009)
Hemiptera Scutelleridae Agonosoma trilineatum* Australia Shanker y Dhyani (2006)
Hemiptera Scutelleridae Scutellera nobilis* India Shanker y Dhyani (2006)
Hemiptera Scutelleridae Chrysocoris purpureus* India Ambika et al. (2007)
Hemiptera Scutelleridae Sphyrocoris punctellus@ Australia Grimm y Maes (1997a)

Hemiptera Scutelleridae Chelisomidea variabiliss Grimm y Maes (1997b); Grimm y


Nicaragua Führer (1998)
Grimm y Maes (1997b); Grimm y
Hemiptera Coreidae Leptoglossus zonatus* Nicaragua Führer (1998)
Hemiptera Coreidae Leptoglossus gonagra @
Perú Grimm y Maes (1997c), INIA (2009)
Hemiptera Coreidae Leptoglossus concolor@ Perú INIA (2009)
Hypselonotus intermediuss Grimm y Maes (1997c); Grimm y
Hemiptera Coreidae Nicaragua Führer (1998)
Hemiptera Coreidae Hypselonotus lineatus detersuss Nicaragua Grimm y Führer (1998)

Hemiptera Pentatomidae Proxys punctulatus@ Grimm y Maes (1997c); Grimm y


Nicaragua Führer (1998)
Grimm y Maes (1997c); Grimm y
Hemiptera Pentatomidae Acrosternum marginatum@ Nicaragua Führer (1998)
Nicaragua y Grimm y Maes (1997c); Hannan-Jones
Hemiptera Pentatomidae Nezara viridula@ Australia y Steve Csurhes (2008)
Hemiptera Pentatomidae Crysocoris spp. @
India Arif y Ahmed (2009)
Grimm y Maes (1997c); Grimm y
Hemiptera Alydidae Stenocoris tipuloides@ Nicaragua Führer (1998)
Hyalymenus tarsatus@ Grimm y Maes (1997c); Grimm y
Hemiptera Alydidae Nicaragua Führer (1998)
Hemiptera Rhopalidae Niesthrea sidae@ Nicaragua Grimm y Führer (1998)
Pempelia morosalis (=
Lepidoptera Pyralidae India Shanker y Dhyani (2006)
Salebria morosalis)*
Coleoptera Scarabaeidae Oxycetonia versicolor* India Shanker y Dhyani (2006)
Coleoptera Curculionidae Hypothenemus sp.@ Perú INIA (2009)
Coleoptera Curculionidae Exophthalmus sp.@ Perú INIA (2009)

71
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Continuación del Cuadro 14...

Orthoptera Acrididae Schistocerca nitens@ Nicaragua Grimm (1999)


Schistocerca piceifrons
Orthoptera Acrididae Nicaragua Grimm (1999)
piceifrons@
Orthoptera Acrididae Aldemona azteca@ Nicaragua Grimm (1999)
Orthoptera Tettigoniidae Idiarthron sp.@ Nicaragua Grimm (1999)
Orthoptera Tettigoniidae Dolichocercus sp.@ Nicaragua Grimm (1999)
Orthoptera Tettigoniidae Orophus sp. @
Nicaragua Grimm (1999)
Orthoptera Tettigoniidae Phylloptera sp.@ Nicaragua Grimm (1999)
* : plaga clave, : plaga secundaria, : causa daños sin que se tenga reporte de pérdidas.
S @

6.2 LAS CHINCHES COMO PLAGA

Las chinches del orden Hemiptera, con al menos 15 especies reportadas sólo en Nicaragua, han
sido los insectos más frecuentemente asociados al piñón en su área de distribución (Grimm y
Maes, 1997a). De acuerdo con Grimm y Führer (1998), en Nicaragua la presencia y composición
de especies de chinches puede variar considerablemente entre plantaciones y épocas del año.
En Brasil, la chinche P. torridus, es la única entre los insectos asociados a J. curcas que ha
requerido medidas de control. De acuerdo con Sánchez-Soto et al. (2004), P. torridus es el
único escutelérido plaga en Brasil, donde además de J. curcas, se le reporta como plaga en arroz,
eucalipto, mandioca, mango y naranja, entre otros. Por su distribución, P. torridus es más común
en Sudamérica y rara en México (Santos et al., 2005), mientras que P. klugii, confundida con
frecuencia en el pasado con P. torridus, es la especie predominante en México y Centroamérica
(Cervantes Peredo, 2002).
En la India, se reporta que S. nobilis es una plaga emergente que devasta los monocultivos de
J. curcas (Shanker y Dhyani, 2006; Sharma y Srivastava, 2010). Estas chinches provocan caída de
flores, aborto de frutos y deformación de semillas; son gregarias al nacer y presentan variados y
característicos patrones de manchas rojas, negras o amarillas en el pronoto y escutelo.
Específicamente para Nicaragua, donde a diferencia de otros países se han realizado estudios
con más detalle sobre artrópodos asociados a J. curcas, se reporta que P. klugii es la plaga clave,
y junto con L. zonatus, son las dos chinches más importantes que dañan a los frutos (Grimm y
Maes, 1997a).
En México, la planta hospedera natural de P. klugii es Cnidoscoulus multilobus (Pax) I.M.
Johnston (Euphorbiaceae), llamada “mala mujer” o “chichicaste”, que se distribuye ampliamente
en México (Cervantes Peredo, 2002). En Nicaragua, P. klugii pasa todo su ciclo de vida en el
piñón, pues no se ha encontrado en otra planta hospedera. Varias generaciones se desarrollan
durante el año, particularmente en la época lluviosa y alcanzan en este país centroamericano la
densidad máxima de 145 mil individuos por hectárea (Grimm y Maes, 1997a).

72
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

6.3 OTRAS PLAGAS DE IMPORTANCIA

En Nicaragua, Grimm y Maes (1997a) indican que después de las chinches del orden Heteroptera,
el barrenador de tallos y ramas Lagocheirus undatus undatus (Voet) (Coleoptera: Cerambycidae),
capaz de matar plantas maduras de J. curcas, se sitúa en segundo lugar por su daño potencial,
mientras que chapulines, escarabajos, orugas y chicharritas constituyen un grupo pequeño de
insectos que se alimentan de las hojas del piñón y que aparentemente son incapaces de hacer
mucho daño después del estado de plántula.
En la India, otra plaga que causa estragos es P. morosalis, que barrena los pedúnculos y frutos,
además, teje su seda en las inflorescencias (Lepidoptera: Pyralidae) (Shanker y Dhyani, 2006;
Sharma y Srivastava, 2011). Las hembras adultas de P. morosalis tienen una longevidad de 12 a
15 días y depositan un total de entre 41 y 60 huevos, lo cual hace a esta plaga muy prolífica por
lo que deben tomarse medidas de control (Sharma y Srivastava, 2011).
En Perú, las abejas sin aguijón Trigona amalthea (Olivier), T. truculenta Almeida y T. fuscipennis
Friese (Hymenoptera: Apidae) dañan las ramas, peciolos y nervaduras de las hojas de J. curcas
(Rassmusen et al., 2009). De acuerdo con estos autores dichas abejas utilizan las fibras y resinas
para construir sus nidos, por lo que para reducir sus daños los nidos deben ser localizados y
removidos. De Olivera et al. (2010) mencionan que la chicharrita verde, Empoasca kraemeri Ross
y More (Homoptera: Cicadellidae), ataca las hojas de los cultivos de piñón en Brasil. De acuerdo
con estudios de fluctuación poblacional, la chicharrita se presenta en densidades altas durante los
meses de febrero a junio, en los que se ha observado amarillamiento y deformación de las hojas.
También en Brasil se ha reportado la presencia de dos ácaros: P. latus y Tetranychus bastosi Tuttle,
Baker & Sales (Acari: Tetranychidae), los cuales ocasionan que las hojas terminales y los botones
florales se deformen (Almeida et al., 2011).

73
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

6.4 EVALUACIÓN DE DAÑOS

Los estudios para evaluar daños de plagas sobre J. curcas son poco frecuentes. Por ejemplo, en
Nicaragua, se cuantificó el daño ocasionado por chinches mediante tablas de vida, encontrando
una reducción de la producción de semilla de 185% con densidades bajas (3 500 individuos por
hectárea) (Grimm y Maes, 1997a). También en plantaciones de piñón en Nicaragua se reporta
que existen pérdidas de 53% de semillas potenciales, cuyos responsables son las chinches, tales
como P. klugii, L. zonatus y Hypselonotus intermedius Distant (Coreidae), que dañan 18.5% de
semillas; y saltamontes, tales como Schistocerca nitens, Schistocerca piceifrons piceifrons, Idiarthron
sp., Aldemona azteca, Dolichocercus sp., Orophus sp. y Phylloptera sp., los cuales contribuyen con
0.9%; el resto de las pérdidas se atribuyen a factores abióticos (Grimm, 1999).
En otro experimento, Grimm (1999) evaluó el daño de chinches en jaulas de campo; observó
que P. klugii y L. zonatus, las chinches que atacan a los frutos, y H. intermedius que se alimenta
de las flores, redujeron la producción y disminuyeron el contenido de aceite de la semilla, aunque
no su contenido de proteína. En la India, Sharma y Srivastava (2010) confinaron cantidades
conocidas de ninfas de S. nobilis en brotes de J. curcas, y encontraron un incremento en daño al
aumentar la densidad. En este experimento, dos ninfas por planta no causaron daño, pero con
20, el daño fue considerable con respecto al testigo.

6.5 ARTRÓPODOS ASOCIADOS AL PIÑÓN EN MÉXICO

En México, la información disponible sobre plagas y otros organismos asociados al piñón es aún
limitada; sin embargo existe información sobre insectos asociados en Chiapas, Morelos y Puebla.
En Yautepec, Morelos se colectaron 92 individuos pertenecientes a 36 familias y ocho
órdenes. Los grupos más abundantes y diversos fueron Hemiptera con ocho familias y 40
individuos, Coleoptera con siete familias y 18 individuos e Hymenoptera con seis familias y
10 individuos, mientras que los menos abundantes fueron Diptera, Lepidoptera, Orthoptera,
Phasmantodea y Dermaptera. Entre estos insectos, los cuales fueron colectados en dos de cinco
plantas muestreadas de piñón, se observaron adultos de L. zonatus y P. klugii.
En Jonotla, Puebla se colectaron 106 individuos ubicados taxonómicamente en 47 familias
de 10 órdenes. Los grupos más abundantes fueron Hemiptera con 11 familias y 30 individuos,
Coleoptera con nueve familias y 26 individuos e Hymenoptera con ocho familias y 11 individuos.
En menor abundancia siguieron los órdenes Diptera, Lepidoptera, Orthoptera, Psocoptera,
Blattodea, Odonata y Neuroptera. En esta localidad se encontró únicamente un macho de L.
zonatus (Calyecac-Cotero et al., 2011).
Para el caso de Chiapas se dispone de listas de organismos parcialmente identificados
con énfasis en la Depresión Central del estado (Quiroga-Madrigal et al., 2010). Entre estos
organismos se han registrado 29 especies de fitófagos: tres asociadas a raíces y plántulas, 18 al
follaje, tres a ramas y tallos, y cinco a frutos (Cuadro 15). Además, se han registrado 14 grupos de
insectos entomófagos y arañas, y 11 grupos de polinizadores. Posteriormente, el mismo grupo de
investigadores reportó 304 ejemplares asociados al fruto de J. curcas pertenecientes a Hemiptera
(siete familias y 23 especies) y Orthoptera (una familia y una especie) (Morales-Morales et al.,
2011) (Cuadro 15).

74
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

En este estudio, la familia Coreidae tuvo la mayor diversidad de especímenes con 133
ejemplares ubicados en siete géneros y 12 especies. Las especies más abundantes fueron
L. zonatus, Acanthocephala femorata Fabricius, Mozena lunata Burmeister, H. intermedius,
Chariesterus moestus Burmeister y H. concinnus concinnus Dallas. Los mismos autores mencionan
que Rhyssocephala rufonotata Stål, Rhyssocephala infuscata Rider (Hemiptera: Pentatomidae),
Salamancaniella alternata Dallas, Hypselonotus concinnus concinnus Dallas (Hemiptera: Coreidae),
Agrosoma placetis Medl., Erythrogonia areolata Signoret (Hemiptera: Cicadellidae) y Sphenarium
purpurascens Charpentier (Orthoptera: Eumastacidae) representan los primeros registros como
posibles plagas del fruto del piñón debido a que no encontraron ningún reporte de ellas en la
literatura.

Cuadro 15. Insectos asociados a J. curcas en la Depresión Central de Chiapas (Quiroga-Madrigal et al.,
2010; Morales-Morales et al., 2011).
Nombre común Orden y familia Género y especie probable o afín

Raíces y plántulas

Gallina ciega Coleoptera: Melolonthidae Phyllophaga sp.

Hormiga arriera Hymenoptera: Formicidae Atta sp.

Gusano trozador Lepidoptera: Noctuidae Spodoptera spp.

Comedores de hojas

Esperanzas verdes Orthoptera: Tettigoniidae Stilpnochlora sp.

Chapulines mantequilla Orthoptera: Eumastacidae Sphenarium purpurascens, Charpentier

Chapulines cafés Orthoptera: Acrididae  

Chinches rojas Hemiptera: Pyrrhocoridae  

Chinches de encaje Hemiptera: Tingidae  

Chicharritas comunes Homoptera: Cicadellidae Agrosoma placetis, Erythrogonia areolata

Chicharritas harinosas Homoptera: Flatidae

Periquitos Homoptera: Membracidae  

Pulgones Homoptera: Aphididae  

Piojos harinosos Homoptera: Pseudococcidae Paracoccus sp., Ferrisia sp., Llaveia sp., Coccus sp.

Thysanoptera: Thripidae y
Trips
Phlaeothripidae

Diabróticas, cotorritas y
Coleoptera:Chrysomelidae
pulgas saltonas

Minador de la hoja Lepidoptera: Gracillariidae Stomphastis (Stomphosistis) thraustica

75
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Gusanos peludos Lepidoptera: Arctiidae y Saturniidae  

Gusano peludo cremoso Lepidoptera: Pieridae Ascia monuste

Gusano botijona verde Lepidoptera: Saturniidae Rothschildia sp.

Gusano medidor Lepidoptera: Geometridae  

Mosca pinta, salivazo Homoptera: Cercopidae Aeneolamia sp., Prosapia sp.

Barrenadores de las Coleoptera: Cerambycidae y


Lagocheirus sp.
ramas Buprestidae

Frutos

Orthoptera: Eumastacidae Sphenarium purpurascens

Chinches gregarias de
Hemiptera: Scutelleridae Pachycoris klugii, Chelysoma variabilis, Eurygaster sp.
manchas de colores

Hemiptera: Lygaeidae Oncopeltus sp.

Hemiptera: Alydidae Hyalymenus sp.

Hemiptera: Cicadellidae Agrosoma placetis

Erythrogonia areolata

Piezodorus guildinii, Rhyssocephala infusscata,


Chinches apestosas
Hemiptera: Pentatomidae Rhyssocephala rufonotata, Acrostemum (Chinavia)
verdes
marginatum, Edessa rufomarginata

Acanthocephala femorata, Leptoglossus zonatus,


Leptoglossus gonagra, Anasa scorbutica, Hypselonotus
Chinches de patas intermedius, Hypselonotus lineatus, Hypselonotus
Hemiptera: Coreidae
laminadas coccinnus coccninnus, Chariesterus albiventris,
Chariesterus moestus, Salamancaniella alternata,
Mozena lunata, Mozena ventralis.

Oruga barrenadora del


Lepidoptera  
fruto y semilla

Mosca de la pulpa del


Diptera: Lonchaeidae  
fruto

Fitófagos no determinados

Picudos Coleoptera: Curculionidae  

Moscas de la fruta Diptera: Tephritidae Anastrepha sp.

Gorgojos Coleoptera: Bruchidae Megacerus sp.

76
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Artrópodos asociados al piñón en el sur de México

Los estudios de la fauna de artrópodos de J. curcas para otras regiones del sur de México
que incluyen sitios de Chiapas distintos a los reportados por Quiroga-Madrigal et al. (2010)
son incipientes. De acuerdo con nuestras observaciones, en plantaciones experimentales y
cercas vivas de J. curcas localizadas en el Soconusco, Chiapas, se ha encontrado a Psapharochrus
sp., un barrenador de la familia Cerambycidae que ataca los tallos y ramas de la planta,
diferente al reportado para la Depresión Central; chicharritas de la familia Cicadellidae que
se alimentan de la savia de las hojas, entre las cuales se identificó a Empoasca sp.; ácaros de
la familia Tetranychidae, identificados como Tetranychus mexicanus (McGregor), los cuales son
depredados por larvas del género Ceraeochrysa sp. (Chysopidae) y Stethorus sp. (Coccinellidae);
pulgones de la familia Aphididae, determinados como Aphis spiraecola Patch; minador de la hoja
de la familia Gracillariidae; gusanos peludos de la familia Nymphalidae, por ejemplo, Chlosyne
janais (Drury) que se alimentan de las hojas; gusanos de alambre (Coleoptera: Elateridae) que
se alimenta en las raíces de la planta de piñón; y larvas de lepidópteros que dañan los frutos y
semillas. También se ha observado la incidencia de abejas sin aguijón de dos especies, Trigona
fuscipennis Friese y Trigona nigerrima Cresson, que dañan las ramas, pedúnculos, nervaduras de
las hojas y frutos de las plantas de piñón (Figura 36); así como a las chinches P. klugii y P. torridus
que se nutren de frutos, brotes y flores; P. klugii también ha sido reportado en Los Tuxtlas,
Veracruz, México (Cervantes Peredo, 2002) y en Nicaragua (Grimm y Zomarriba, 1998). Un
parasitoide, posiblemente Telenomus pachycoris (L.) (Scelionidae), fue observado en Rosario
Izapa parasitando los huevos mientras la hembra de P. torridus ovipositaba, y recientemente en
el Soconusco se encontró otra especie de parasitoide, Hexacladia sp. (Encyrtidae), emergiendo
de adultos de P. torridus, lo cual constituye un nuevo reporte para México. Anteriormente, en
Brasil un parasitoide de ninfas y adultos, Hexacladia smithii Ashmead, fue reportado atacando
a P. torridus, Euschistus eros (F.), Holhymenia histrio (Fabricius) y Anisoscelis foliacea marginella
(Dallas) (Costa-Lima, 1930; Corrêa-Ferrerira et al., 1998; Baldin et al., 2010), por lo que es
probable que el parasitoide que se encontró en Chiapas sea la misma especie (Figura 36).
En las hojas de las plantas de piñón en el Campo Experimental Rosario Izapa (CERI) y
en el municipio de Tuzantán, se encontraron piojos harinosos de la familia Pseudococcidae.
En el CERI también se han encontrado hormigas de la familia Formicidiae identificadas
como Ectatoma ruidum y E. tubercultum; en el caso de la segunda especie se ha observado que
construyen nidos en los primeros centímetros de los tallos de plantas de piñón mexicano.
En las hojas de plantas de piñón del Soconusco se han encontrado trips identificados como
Leptothrips sp., especie que aparentemente no es fitófaga sino más bien fungívora. En los botones
florales y flores han sido observadas abejas sin aguijón del género Trigona ssp. NannoTrigona
perilampoides, Partamona bilineata, así como Apis mellifera y avispitas de la familia Eucharitidae;
aparentemente estas últimas provocan la caída de flores por efecto de daño mecánico, problema
serio que merece particular atención para la producción de piñón en el Soconusco porque se
presenta en altas poblaciones (Figura 36).
Especial atención merece la larva de un insecto de la familia Pyralidae (Lepidoptera) que
perfora el fruto para alimentarse de las semillas y que también se puede encontrar perforando
ramas y tallos; este insecto puede provocar pérdidas bastante serias porque daña hasta dos

77
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

semillas por fruto (Figura 36).


Desde junio de 2011, en la Depresión Central de la entidad, se han observado a P. klugii,
P. torridus, Leptoglossus zonatus, Leptoglossus ssp. También observamos plantas atacadas por
barrenadores del tallo de las familias Buprestidae y Cerambycidae, el cual ha sido identificado
como Lagocheirus undatus undatus (Voet), posiblemente el cerambícido observado sea el mismo
reportado como Lagocheirus sp. por Quiroga-Madrigal et al. (2010). En cuanto al bupréstido,
fue identificado como Chrysobothris distincta Gory. Juntos, estos barrenadores pueden infestar
entre 10 y 15% de las plantas de piñón en ciertas áreas de Villa de Acala (Figura 37). También se
encontraron chapulines Sphenarium purpurascens (Charpentier) (Orthoptera: Pyrgomorphidae),
alimentándose en las hojas de piñón en una plantación comercial del gobierno del estado de
Chiapas, ubicada en Arriaga (Figura 37).
En plantaciones experimentales y de cercas vivas de piñón en Morelos, se colectaron 274
especímenes pertenecientes a los órdenes Hemiptera, Coleoptera, Diptera, Lepidoptera
Trichoptera, Dermaptera, Neuroptera, Blattodea y Ephemeroptera. Del orden Hemiptera se
colectaron 141 ejemplares; Coleoptera, 94; Diptera, 22; Lepidoptera, cinco; Trichoptera, uno;
Dermaptera, cuatro; Neuroptera, cinco; Blattodea, uno, y Ephemeroptera un ejemplar; de los
cuales se identificaron 34 familias, dos géneros y dos especies. También se colectaron cinco
ejemplares del Orden Araneae, así como también se colectaron decenas de ejemplares de
Acarina; de los últimos se determinó un género. En plantaciones experimentales de Morelos se
encontró a P. klugii y L. zonatus, los cuales se alimentan en frutos de J. curcas. También se observó
la presencia de Tetranychus sp. en las hojas de piñón.
En plantaciones experimentales y de cercas vivas de piñón en Yucatán, se revisaron 447
especímenes pertenecientes a los órdenes Hemiptera, Coleoptera, Lepidoptera, Hymenoptera,
Neuroptera, Diptera, Dyctioptera, Orthoptera,Thysanoptera, Psocoptera y Collembola. Del orden
Hemiptera se colectaron 161 ejemplares; Coleoptera, 122; Lepidoptera, uno; Hymenoptera, 69;
Neuroptera, 33; Collembola, uno; Diptera, 29; Thysanoptera, 17; Psocoptera, uno; Dyctioptera,
uno, y Orthoptera, 12 ejemplares. De los especímenes colectados se determinaron 74 familias,
un género y una especie. También se colectaron decenas de especímenes pertenecientes al orden
Acarina, de los cuales se determinó un género y una especie. En plantaciones experimentales de
Yucatán se encontró a L. zonatus, insectos que se alimentan en frutos de J. curcas. También se
observó la presencia de T. mexicanus en las hojas de piñón.

78
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

79
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

g h

i j

k l

80
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

m n
Figura 36. Plagas localizadas en el Soconusco, Chiapas. a) larva y pupa del barrenador del tallo y las ramas,
Psapharochrus sp., b) gusano de alambre, c) daño de minador, d) daño en botón floral por la avispita Eucharitidae, e)
adulto de P. torridus, f ) huevos de P. klugii, g) Trigona sp., h) daño de Trigona sp., i) larva de lepidóptero, j) daño en
semilla de piñón por lepidóptero de la familia Pyralidae, k) Chinche de patas laminadas, L. zonatus, l) Hexacladia
sp., parasitoide de P. torridus,m) avispita de la familia Eucharitidae, y n) adulto de Pachycoris klugii.

a b

c d

Figura 37. Plagas localizadas en la Depresión Central de Chiapas. a) daño del barrenador del tallo y las ramas, C.
distincta, b) larva del barrenador de las ramas, c) chapulín, S. purpurascens, d) chapulines alimentándose con las
hojas de piñón.

81
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

VII. ENFERMEDADES DE J. CURCAS


Ricardo René Quiroga Madrigal
María de los Ángeles Rosales Esquinca
Mercedes Patricia Rincón Espinosa
Eduardo Garrido Ramírez
Francisco Holguín Meléndez
Jesús Andrey González Pinacho
Wester Moisés Salazar Pinacho
Gabriela Sol Hernández

E
n este capítulo se reportan trabajos realizados sobre los principales fitopatógenos
causantes de enfermedades y otros microorganismos asociados al piñón, en 48 sitios
de 11 municipios de la Depresión Central de Chiapas y tres de la región Istmo-Costa,
en el municipio de Arriaga, Chiapas. Los muestreos se realizaron de 2008 a 2011, de manera
intermitente, con mayor intensidad en los meses del temporal de lluvias, de junio a noviembre,
disminuyendo los recorridos en los meses de diciembre a mayo.
Los sitios se georreferenciaron aproximadamente cada 10 kilómetros en carretera, en
los cercos vivos, huertos madre para producción de semilla y plantaciones comerciales de
productores. Se colectaron muestras de material vegetativo de hojas, tallos, ramas, raíces, flores
y frutos, con síntomas presuntivos causados por fitopatógenos, tales como manchas foliares,
tizones, pudrición, marchitez y la presencia de signos como mohos, esporulaciones, pústulas,
cuerpos fructíferos, exudados y olores putrefactos, entre otros.
El material enfermo colectado fue etiquetado y colocado en bolsas de papel para su envío
a los Laboratorios de Fitopatología de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad
Autónoma de Chiapas, en Villaflores, Chiapas, donde fue evaluado con apoyo de técnicas
convencionales y de revisión documental. El diagnóstico de bacterias fitopatógenas en
colaboración con el Laboratorio de Diagnóstico Fitosanitario, de El Colegio de la Frontera Sur,
Unidad Tapachula, Chiapas y las pruebas de diagnóstico de virus fitopatógenos se realizaron en
el Laboratorio de Fitosanidad del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y
Pecuarias (INIFAP) en Ocozocoautla, Chiapas.
Entre las técnicas empleadas para la determinación de hongos se utilizaron: a) observación
microscópica directa, b) montajes temporales, c) montajes permanentes de raspado y cortes
de tejido, d) inducción de esporulación en cámara húmeda, y e) aislamiento y purificación de
patógenos en medios de cultivo (López-Aceves, 1984).
Entre las técnicas empleadas para la determinación de bacterias se utilizaron (Schaad et al.,
2001): a) tinción de Gram, b) reacción al KOH, c) crecimiento anaeróbico en medio de Hugh y
Leifson, d) color y consistencia de la colonia en medio de cultivo YDC a 30ºC, e) pudrición de
tubérculos de papa, f ) formación de pigmentos en medio B de King, g) producción de ureasas
en medio YS con urea, h) producción de oxidasas en NGA por 24 h; i) crecimiento a 40ºC en el
medio NBY líquido, j) producción de catalasa, k) medio de cultivo cloruro de trifenil tetrazolio,
y l) hipersensibilidad en tabaco.

83
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

El análisis de plantas con síntomas aparentes de virosis, como disminución de talla,


reducción de lámina foliar, enchinamiento, rizado foliar, distorsión y ámpulas cloróticas de las
hojas, se realizó mediante pruebas serológicas de Double Antibody Sandwich Enzyme-Linked
Inmunosorbent Assay (DAS-ELISA), para determinar la presencia de Virus del Mosaico del
Tabaco (TMV), Virus X de la Papa (PVX), Virus del Bronceado del Tomate (TSWV), Virus
del Mosaico del Pepino (CMV) y Potyvirus. Para determinar la presencia de Geminivirus se
analizaron muestras mediante la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), para lo
cual se realizó la extracción del ADN con el método de Dellaporta et al. (1983).

7.1 COMPLEJO ANTRACNOSIS

Síntomas: La antracnosis se
manifiesta en forma de manchas
necróticas oscuras, circulares a
semialargadas, hundidas, a veces con
círculos concéntricos. Estas manchas
se presentan en hojas, peciolo foliar,
flores y frutos. En el microscopio
estereoscópico pueden verse las
fructificaciones denominadas
acérvulos, con setas oscuras que
sobresalen de la fructificación. En
Chiapas se presentan dos especies
del género Colletotrichum: C.
gloeosporioides (Penz.) Sacc.y C.
circinans Berk (Figuras 38 a 41).

Figura 38. Síntomas de antracnosis


Colletotrichum gloeosporioides en hojas,
flores y frutos de piñón mexicano detectadas
en el municipio de Chiapa de Corzo.

La antracnosis del piñón se presenta


comúnmente como manchas necróticas
oscuras en las hojas; en el peciolo foliar las
manchas necróticas son pequeñas, alargadas
y ligeramente hundidas. También ataca como
tizón de las flores, originando caída o aborto
de frutos. En frutos, aparecen pequeñas
lesiones necróticas oscuras, semihundidas Figura 39. Escala de severidad de daño por antracnosis
más o menos circulares, coalescentes, en Colletotrichum gloeosporioides en Chiapa de Corzo,
cualquier etapa de desarrollo del fruto. octubre de 2008.

84
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 40 Escala de severidad de


daño por antracnosis en fruto de piñón
mexicano.

Figura 41. Complejo antracnosis detectado


en plantaciones de piñón mexicano en el
municipio de Villaflores, Chiapas.

Etiología: Colletotrichum gloeosporioides


Penz. es un parásito facultativo del
orden Melanconiales. El hongo produce,
en el tejido infectado, fructificaciones
denominadas acérvulos, los cuales son
subepidérmicos, de apariencia cerosa,
típicamente presentan setas oscuras y
puntiagudas (Figuras 42 y 43).

Los conidióforos son cortos, simples, los que


originan las conidiosporas (conidios) que
son hialinas, unicelulares, ovoides a oblongas,
ligeramente curvadas y a veces ligeramente
constreñidas en el centro. Los conidios miden de
10 a 15 µm de longitud por 5 a 7 µm de ancho.
Las masas de conidios son de color rosado o
salmón.

Figura 42. Acérvulo, setas y conidiosporas de C.


gloeosporioides (40X).

85
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Colletotrichum circinans presenta micelio septado,


ramificado, hialino al principio; las paredes se
oscurecen y engruesan con la edad. Se forman
estromas de color verde oscuro a negro de
menos de 1 milímetro de diámetro y de
un espesor de varios cientos de µm, que a
veces se reúnen o se conectan entre sí por
el micelio de paredes oscuras. En estos
estromas aparecen acérvulos en contacto
con la cutícula, los que provocan su rotura,
emergiendo sobre el tejido. Acérvulos
con numerosas setas gruesas, oscuras,
puntiagudas (Figura 44). Los conidios
son fusiformes, unicelulares, ligeramente
curvados, falcados y gradualmente
puntiagudos en ambos extremos; miden de 14
a 30 µm de largo x 3 a 6 µm de ancho, aunque
Sutton (1992) menciona que son de 19 a 21 x 3.5
μm.
Figura 43. Setas y conidiosporas de C. gloeosporioides
(100X).

Fagbola y Abang (2004), indican la existencia


de 39 especies del género Colletotrichum,
basados en morfología, características
culturales y patogenicidad; sin embargo,
aún se desconoce el rango completo
de hospedantes para la mayoría de
las especies del género, sin afirmar
categóricamente que existe una relación
específica de las especies del género
con sus hospedantes. Por ello, se puede
considerar que existe infección cruzada
entre diferentes especies de Colletotrichum
en hospedantes diversos (Freeman et al.,
1998), como sería el caso del piñón, por
la presencia simultánea de ambas especies
(C. gloeosporioides y C. circinans) en colectas
realizadas en Chiapas.
La fase perfecta o sexual de
Colletotrichum gloeosporioides es Glomerella
cingulata (Stoneman) Spauld. & H. Schrenk Figura 44. Acérvulo, setas, conidióforos
y se clasifica en la familia Glomerellaceae, y conidiosporas de C. circinans (40X).

86
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

clase Sordariomycetes, división Ascomycota (Species


Fungorum, 2012). Glomerella cingulata forma
peritecios café oscuros, escasos o en grupos
embebidos en un estroma negro, ostiolados,
sin parafisos y de 125 a 250 µm de diámetro;
las ascas son oblongas a claviformes
de 55 a 70 x 8 a 10 µm y contienen
ocho ascosporas hialinas unicelulares,
ligeramente en forma de media luna, con
los márgenes redondeados y miden 12 a
22 µm x 3 a 5 µm (Figuras 45 y 46).
En general, la antracnosis es bastante
común y destructiva en numerosas plantas
de cultivo, pues entre otros factores,
Colletotrichum es un parásito polífago de
distribución geográfica generalizada, que
causa pérdidas significativas en diversos cultivos
tropicales y subtropicales (Agrios, 2001). El
complejo antracnosis es la enfermedad
más común del piñón en Chiapas, Figura 45. Peritecios y ascas de Glomerella
cingulata (40X).

distribuida en todo el estado y por ello, podría ser


una limitante importante para la producción de
plantaciones en monocultivo.
Por otro lado, Torres Calzada et al.
(2011) reportan en el piñón en Yucatán, a
otra especie de antracnosis, Colletotrichum
capsici (Syd.) E. J. Butler & Bisby, como
un patógeno de gran importancia que
afecta 25% de la producción en el
estado. Asimismo, observaron en campo
síntomas de necrosis foliar en plantas
desarrolladas y cáncer en la corona
del tallo, muerte apical en plántulas y
defoliación en 70%.

7.2 ROYA DEL PIÑÓN


Síntomas: Las royas son parásitos obligados
con rangos estrechos de hospedantes. Estos
Figura 46. Ascas y ascosporas de Glomerella hongos pueden producir hasta cinco fases
cingulata (100X). diferentes de esporas y pueden requerir

87
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

de dos plantas hospedantes diferentes para completar su ciclo de vida. Se producen pústulas
polvorientas de esporas color herrumbre rojizas, anaranjadas o amarillentas. En el caso de la
roya del piñón, las pústulas son amarillentas, además de presentar un halo clorótico y en casos
severos la necrosis puede ser total en las hojas, así como la defoliación de la planta en los estratos
inferiores de la misma (Figuras 47 a 49). No se han reportado a la fecha hospedantes alternos,
así como tampoco la descripción completa del ciclo de vida (fases ecial, picnial y basidial), sólo
se reportan la fase uredial y telial (León-Gallegos y Cummins, 1981). Phakopsora jatrophicola se
reporta como hospedante en Jatropha canescens (Benth.) Müll. Arg., en Baja California Norte
(León-Gallegos y Cummins, 1981) y en J. gossypifolia en Brasil (Vieira-Júnior et al., 2009).
Gomes-Carneiro et al. (2009), señalan su presencia en J. curcas en el estado de Paraná, Brasil.
Vieira-Júnior et al. (2009), señalan que la sintomatología puede confundirse con la defoliación
causada por senectud fisiológica natural. Por otro lado, la caída y degradación de las hojas en el
periodo de estiaje puede disminuir la densidad de inóculo para el siguiente ciclo de crecimiento
del piñón, aunque la supervivencia mediante teliosporas ejerce el efecto contrario, permitiendo
la permanencia de inóculo primario.

Figura 47. Síntomas


iniciales de roya en el haz y
envés foliar de J. curcas.

Figura 48. Síntomas


moderados y avanzados de
roya del piñón.

Figura 49. Escala de severidad de daños por roya del


piñón en Acala, Chiapas.

88
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Etiología: La clasificación taxonómica de la roya del piñón es la siguiente: Phylum


Basidiomycota. Clase Pucciniomycetes. Orden Pucciniales. Familia Phakopsoraceae. Género
Phakopsora. Nombre científico Phakopsora jatrophicola Cummins (ZipcodeZoo, 2012). Se
describe, según León-Gallegos y Cummins (1981), con las siguientes estructuras microscópicas:
uredias generalmente en el envés, agrupadas o confluentes en áreas ligeramente descoloridas o
uniformemente dispersas, cónicas, pequeñas, de 0.1 a 0.3 mm de diámetro, cubiertas a lo largo
por la epidermis abovedada, abriéndose a través de un poro central que gradualmente se alarga;
peridio parafisoide; parafisos clavados o capitados con el estipe delgado, firmemente unido
dentro de una pared proyectados imbricadamente dentro de la cavidad del soro, de 9 a 12 µm de
ancho, pared lisa de 1 µm de espesor e incolora hacia abajo, de 3 a 7 µm hacia arriba ligeramente
teñida o incolora; urediosporas elipsoides u ovoides, de 16 a 20 por 24 a 29 µm, pared de color
amarillo pálido a incolora delgada, de 1 a 1.5 µm de espesor, moderadamente equinulada, poros
oscuros (Figura 50 y 51). Telia en el envés, subepidérmica indehiscente, de color café, con 5 a 12
células irregulares superpuestas; teliosporas cuboides u oblongas, de 7 a 13 por 13 a 27 µm, pared
de color café castaño, de 1 µm de espesor, ligeramente más gruesa en el ápice (León-Gallegos y
Cummins, 1981).
Pontes-Sotão et al. (2006), señalan que la clasificación taxonómica válida es Phakopsora
arthuriana Buriticá & Hennen (1994) y que la clasificación original de Cummins en Phakopsora
jatrophicola (Mycologia 48:604, 1956), es incorrecta.

Figura 50. Urediosporas de la roya del


piñón (40X).

Figura 51. Urediosporas y teliosporas de


la roya del piñón (100X).

Distribución e importancia: En Chiapas se encontró en 14 de los 51 sitios muestreados (27%


de frecuencia), presentando en algunos sitios alta severidad. Roese et al. (2008) indican que
la enfermedad provoca defoliación severa en el estado Mato Grosso do Sul, Brasil, afectando
principalmente los estratos inferior y medio de la planta, lo cual coincide con las observaciones

89
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

efectuadas en Chiapas, en el sentido de defoliar la parte inferior de la planta. Por tratarse de un


parásito obligado, la relación hospedante-parásito es muy específica, por lo que resulta básico
desarrollar la evaluación y selección de accesiones élite que muestren tolerancia a este patógeno,
para incorporarla en las futuras variedades mejoradas.

Hongo hiperparásito de la roya: Darluca sp.

Diagnóstico y etiología: En esta investigación se


observó la presencia de Darluca sp., un hongo parásito
de la roya del piñón (Figura 52).
Se clasifica en la clase Fungi Imperfecti
(Deuteromycetes), orden Sphaeropsidales.
Se presenta dentro de las pústulas de la roya
formando pequeños picnidios oscuros, los
cuales invaden totalmente a la pústula y
son esféricos, ostiolados y superficiales
de aproximadamente 40 X 60 μm; las
conidiosporas son hialinas, con dos células
fusionadas, oblongas, miden aproximadamente
1 X 7 μm (Barnett y Hunter, 1972). Las especies
del género Darluca son consideradas parásitos de
royas, especialmente en la fase uredial.

Figura 52. Conidiosporas de Darluca sp., hongo


parásito de la roya Phakopsora arthuriana en
piñón (40X).

Distribución e importancia: En esta investigación se observó en tres sitios de Chiapas: ejido


Hermenegildo Galeana en Ocozocoautla, Facultad de Ciencias Agronómicas en Villaflores y
Finca San Antonio en Villa Corzo. Es parásito de la roya localizado en las uredias, por lo tanto
se puede considerar como agente de control biológico. Si se considera que el piñón se cultivará
masivamente en Chiapas y estados del trópico mexicano, la presencia de Darluca podría ser
un método de control biológico natural o inducido, como parte del manejo integrado de royas
(Moricca y Ragazzi, 2008).

7.3 MANCHA DEL TALLO


Síntomas: Los síntomas observados de esta enfermedad en campo son lesiones de color café
claro, que gradualmente aumentan de tamaño y adquieren un color café oscuro. Algunas lesiones
se alargan considerablemente quedando de color café grisáceo conforme avanza la enfermedad
(Figura 53).

90
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 53. Síntomas de pudrición de tallo por Pestalotia sp. en


piñón.
Etiología: El hongo pertenece a la clase Deuteromycetes,
orden Melanconiales. El acérvulo es de forma discoide y
de color café oscuro a negro con cojín subepidérmico. Los
conidióforos son cortos y simples; los conidios son oscuros y
formados por cinco células de forma oblonga o elíptica con dos
o tres apéndices apicales hialinos; las dos células terminales
son hialinas, de forma cónica, mientras que las células de la
parte media son generalmente de color café claro a oscuro. El
micelio se multiplica en el hospedante intracelularmente.

Distribución e importancia: De
acuerdo con los recorridos de campo,
se observó la presencia de Pestalotia con
muy baja frecuencia en dos sitios del total
muestreado (4%) y baja severidad de Figura 54. Conidiosporas de Pestalotia sp., agente
daño ocasionando manchas y pudrición causal de manchas y pudrición de tallo en piñón (40X
del tallo, lo cual no representó un daño y 100X).
significativo. Por otro lado, Jongschaap
et al. (2007) reportan en J. curcas a la mancha foliar causada por Pestalotiopsis spp. Heller (1996)
cita a Singh (1983), quien reporta a la mancha foliar por Pestalotiopsis paraguariensis y a Phillips
(1975), quien reporta a la mancha foliar por P. versicolor. Asimismo, Esquivel-R. (2008), reporta
a la mancha foliar P. paraguariensis en Panamá. Estos reportes indican que si bien la presencia de
esta enfermedad en piñón aparentemente es cosmopolita, su severidad de daño no es significativa.

7.4 PUDRICIÓN DEL TALLO

Síntomas: En un cerco vivo del municipio de Villa Corzo (Ejido Emiliano Zapata), Chiapas
se observaron síntomas de una pudrición del tallo, ocasionado por Fusarium sp. (Figura 55);
la presencia se relaciona como hongo saprófito facultativo, sin poder definir con claridad su
naturaleza parasítica, pues no se hicieron pruebas de patogenicidad de los aislamientos obtenidos
(Postulados de Koch). Los síntomas de esta enfermedad fueron notorios por sus efectos en la
planta; el tallo se agrieta longitudinalmente, esto ocasiona que las hojas se amarillan y se caen, el
crecimiento se reduce o detiene o hay muerte de brotes. En el interior del tallo se observó una
pudrición seca que provocó un ahuecado del mismo.

91
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Figura 55. Síntomas de pudrición de tallo por Fusarium sp. en piñón.

Etiología: Las características de este hongo anamórfico (Deuteromycetes) del orden


Moniliales son: hifas hialinas, septadas, abundantes; conidióforos (fiálides) alargados en forma
de botella, con ramas a intervalos regulares o verticiladas, septados, individuales o agrupados en
esporodoquios, macroconidios falcados, o en forma de media luna o elípticos, de dos a nueve
septos y base puntiaguda; abundante presencia de microconidias hialinas, ovoides a cilíndricas
(Romero-Cova, 1988). Las especies de Fusarium causantes de marchitez y pudrición de tallos,
generalmente comienzan su ciclo con la presencia de macroconidios, microconidios y/o micelio
en el suelo infestado (Figura 56 y 57); éstos germinan y penetran por heridas o aberturas
naturales, atacando el xilema e invadiendo su interior. Fusarium excreta enzimas pectolíticas
que destruyen la lámina del parénquima del xilema, las células se tornan color café y mueren
(Mendoza-Zamora, 1996).

Figura 56. Abundante micelio y


macroconidios de Fusarium sp., obtenido
de material de piñón enfermo.

10X 40X

Figura 57. Microconidios y


macroconidios de Fusarium sp., aislados
de material de piñón enfermo.

100X 100X

92
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Distribución e importancia: Debido a que sólo se encontró en un sitio de los 51 que se


muestrearon, su importancia es mínima; sin embargo, debe considerarse el daño potencial, ya
que existen diversos reportes en el mundo que denotan su importancia en J. curcas: Jongschaap
et al. (2007) reportan pudrición de raíz causada por Fusarium moniliforme. Heller (1996) señala
a Fusarium spp., como causante de damping off y pudrición de raíz, junto con los hongos
Phytophthora spp. y Pythium spp. Esquivel-R. (2008) reporta en Panamá a Fusarium oxysporum
causante de pudrición de raíces y a Fusarium moniliforme causante de pudrición de semillas.
Kaushik et al. (2007), reportan a F. moniliforme como el agente causal de pudrición de raíz en
India, con síntomas de amarillamiento del follaje, defoliación, secadera descendente y colapso de
plantas hasta 25% de mortalidad.

7.5 MUERTE SECA DESCENDENTE

Síntomas: En Arriaga, Chiapas, en 2010, se detectó una


enfermedad cuyos síntomas consisten de una pudrición seca
descendente de las ramas centrales, que se extiende hasta la
base del tallo probablemente por Botryodiplodia sp. A veces
la secadera deja tramos de ramas verdes intercalados con
tramos secos y puede llegar hasta la base y matar al árbol.
Los síntomas se desarrollan en época de lluvias, pero la planta
puede morir hasta varios meses después, en el próximo ciclo
de secas. En ese lugar a la enfermedad le han dado el nombre
de “fosilizado”, debido a que la planta queda seca y dura,
similar a un fósil (Figura 58 y 59).
Etiología: Botryodiplodia es un género de hongos
Deuteromycetes (Fungi Imperfecti), del orden
Sphaeropsidales, familia Sphaeropsidaceae. Las hifas son
septadas, oscuras. Sobre éstas, se forman las estructuras de
fructificación asexuales llamados picnidios, de color oscuro,
con ostiolo apical por donde son expulsadas las conidiosporas;
conidiosporas hialinas y aseptadas cuando están inmaduras y
oscuras y septadas cuando están maduras (Barnett y Hunter,
1972).
En esta investigación, la causa de esta enfermedad no está
Figura 58. Síntomas de claramente determinada, pero en la inducción de esporulación
“fosilizado” o muerte seca de cámara húmeda, se detectaron picnidios y conidiosporas
descendente, que involucra al semejantes a las producidas por el hongo Botryodiplodia sp., de
hongo Botryodiplodia sp. en cuyo género, Botryodiplodia theobromae (Pat.) es considerado
el complejo causal, en Arriaga, el estado imperfecto (anamorfo) de Lasiodiplodia theobromae
Chiapas, octubre 2010. Griff. & Maubl (Figura 60). Este hongo fitopatógeno
oportunista, parásito facultativo, frecuente en las regiones
tropicales y subtropicales, presenta un rango bastante amplio

93
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

de hospedantes (280 plantas vasculares), donde causa muerte descendente, cáncer del tallo y
pudriciones de ramas, tallos y frutos en muchas especies leñosas, particularmente importante en
aguacate (Alama et al., 2006), mango y cítricos. La incidencia de la enfermedad se asocia a estrés
hídrico, deficiencias nutricionales e inadecuadas prácticas agronómicas (Verde-Bedoya, 2005).

Figura 59.Secadera descendente, ramas y tallos quebradizos donde se involucra al hongo


Botryodiplodia sp. , Arriaga, Chiapas, marzo 2011.

Figura 60. Conidiosporas inmaduras (hialinas y aseptadas) de Botryodiplodia sp., obtenidas a


partir de cámara húmeda de tallos con síntomas de secadera descendente.

Distribución e importancia: A pesar de ser observada en un solo sitio (Rancho San Jacinto,
Arriaga, Chiapas) en 2010 y 2011, esta enfermedad presentó una incidencia moderada, matando
un cierto número de plantas en el huerto comercial referido. Sulaiman et al. (2012) reportan
cáncer del tallo por Lasiodiplodia theobromae en plantaciones de J. curcas en varias localidades de
Malasia, alcanzando muy severa incidencia de hasta 80%. En el estado de Tamil Nadu, India,
plantaciones de piñón sufrieron severas pérdidas debido a una enfermedad en la base (corona)
del tallo (collar rot) y pudrición de raíz en 2007 (Latha et al., 2009). Por ello, es muy importante
el diagnóstico preciso y el monitoreo epidemiológico de la enfermedad en las plantaciones
comerciales de Chiapas.

7.6 HONGO DE LA MADERA

Síntomas y etiología: Este género de hongos se reconoce por su crecimiento en grupos de


setas (basidiocarpos o cuerpos fructíferos) sobre la madera, donde la forma del sombrero es

94
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

a manera de abanico, de embudo, de ostra, redondeado o espatulado, pero siempre carnosos y


consistentes, al igual que su pie, ya que son una misma unidad homogénea (Figura 61). Es un
hongo de la clase Basidiomycetes, del orden Agaricales, familia Pleurotaceae, donde la especie
tipo es Pleurotus ostreatus ( Jacq.) P. Kumm. Su diámetro oscila entre 5 y 15 cm, dependiendo de
la edad del hongo. El color es variable, desde gris claro, gris pizarra, crema, hasta pardo, tomando
una coloración más amarillenta con el tiempo. El pie puede ser excéntrico o lateral. Las setas
presentan laminillas decurrentes que van desde el pie o tallo que lo sostiene, hasta el borde. Son
anchas, espaciadas unas de otras, a veces bifurcadas y en ellas se producen las esporas destinadas
a la reproducción (Guzmán, 2003). En general, todas las especies de este género son comestibles,
destacando Pleurotus eryngii (De Candolle:Fries) Quélet y Pleurotus ostreatus ( Jacq.) P. Kumm.,
la cual es una de las setas más comercializadas en el mundo occidental.

Figura 61. Esporocarpos (cuerpos fructíferos) de Pleurotus sp., sobre un tallo lignificado (de
avanzada edad) de piñón, en cerco vivo, ejido Hermenegildo Galeana, Ocozocoautla, Chiapas.

Distribución e importancia: El hongo de la madera Pleurotus sp., encontrado en tallos,


sugiere el posible uso de la pasta residual derivada de la extracción del aceite, para producir cepas
comestibles de Pleurotus ostreatus. Los hongos del género Pleurotus tienen habilidad para degradar
fibra, ya que producen diferentes complejos enzimáticos lignocelulolíticos más que de celulasas
y xilanasas (Márquez-Araque et al., 2007). La cascarilla de J. macrocarpa, a partir de frutos
recolectados manualmente, en combinación con otros desechos de residuos agroindustriales,
sirvió como sustrato para el cultivo de Pleurotus ostreatus en Argentina (Fracchia et al., 2009). En
este sentido, se sugiere evaluar la calidad bioquímica de los residuos que genere el piñón como
cultivo masivo, para aprovecharlos en el cultivo de estas setas comestibles.

7.7 MARCHITEZ Y PUDRICIÓN BASAL BACTERIANA

Síntomas: En dos sitios del municipio de Arriaga, Chiapas, en materiales de piñón de dos años
de edad, procedentes de India, en 2009, se reportaron síntomas de una marchitez y pudrición basal
(Figura 62 a 66). Los síntomas en la parte aérea son: flacidez de peciolos y declinación de hojas
de manera descendente; marchitez y decaimiento general de la planta; amarillamiento, secamiento
y caída de hojas; en la raíz y parte basal del tallo hay una pudrición que avanza hacia arriba
internamente en el tallo, hasta la primera o segunda bifurcación (10-25 centímetros) y hacia abajo
hasta alcanzar las raíces secundarias y terciarias, ocasionando la pudrición total de la raíz, con un
olor nauseabundo. En las fases finales previas a la muerte de la planta se generan raíces adventicias
como sucede en otros hospedantes (González et al., 2011; Hernández et al., 2005).

95
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Figura 62. Síntomas iniciales de la marchitez y pudrición basal bacteriana.

Figura 63. Síntomas intermedios de la marchitez y pudrición basal bacteriana.

Figura 64. Síntomas avanzados de la marchitez y pudrición basal bacteriana.

96
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 65. Síntomas de la marchitez y pudrición basal bacteriana.

Figura 66. Síntoma final de la marchitez y pudrición basal bacteriana: generación de raíces
adventicias.

Etiología: A partir de material vegetal enfermo de Arriaga, Chiapas, y mediante el análisis de


pruebas bioquímicas, se han aislado cepas bacterianas cuyos resultados se concentran en el Cuadro 16.

Cuadro 16. Aislado de cepas bacterianas mediante el análisis de pruebas bioquímicas.


Código de cepa bacteriana
Prueba M1 M2 5 5-1 5-2 5-2 5
M3 #3 3B1 4-2 Testigo1 Ralstonia2
B1 B1 B1 R-1 R-1 R-2 B2
Gram - - - - - - - - + - - - -
Reacción KOH + + + + + + + + - + + + +
Anaerobiosis + + + - - - + + + + + - -
Aerobiosis + + + + - + + + + + + + +

97
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Continuación del Cuadro 16...


YDC Colonia - - - - - - - - - - - - -
amarilla
YDC Colonia - - + - - - + + + + - - -
mucoide 30ºC
BK Pigmento - - - - - - - - - - - - -
fluorescente
BK Pigmento + - - - - - - - - - - - -
difusible
Ureasa - - - + - + + + - + + + +
Oxidasa + - - + + + - - - - - + +
Catalasa + + + + + + + + + + + + +
Medio TTC - - - + + + - - - - - + +
/Testigo: cepa de Ralstonia solanacearum aislada de tomate de Villaflores, Chiapas. /de acuerdo con Schaad et al., 2001.
1 2

Al menos una cepa (código #3), muestra las características de Ralstonia solanacearum E.F.
Smith, a pesar de que se observa inconsistencia en las características de las cepas aisladas, debido
probablemente a la contaminación de cepas o pérdida de patogenicidad de las mismas, lo cual es
muy frecuente que ocurra con este tipo de patógenos.

Distribución e importancia: Reportes provenientes de Indonesia describen la importancia,


síntomas y daños de la marchitez bacteriana causada por Ralstonia solanacearum Smith (Ginting
y Maryono, 2009; Hendroko et al., 2008; Hendra, 2009; Hidayah y Yulianti, 2009), muy similares
a los descritos para Chiapas en este reporte. Hidayah y Yulianti (2009) indican que el material de
semilla es más susceptible que el material sembrado por estacas.
En Chiapas, el primer foco de infección surgió en 2009, en material, de dos años, procedente
de India, en el Rancho San Jacinto, Fracción Morelia. Posteriormente apareció otro foco de
infección en 2011, en material nativo de Chiapas, de un año de edad, en un predio del Campus
IX de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), situado a unos 10 kilómetros del primer
foco. La virulencia (grado de patogenicidad o cantidad de enfermedad que puede causar) y la
agresividad (tasa de desarrollo de la enfermedad o virulencia expresada en función del tiempo)
de este patógeno son extremadamente elevadas y rápidas, en plantaciones de uno a tres años
de edad (M. Rajpurohit, 2011, com. pers., Bulk Agro India, Rajasthan, India). La severidad del
daño en el primer foco de infección fue de 90%, entre 2009 y 2010 (dos y tres años de edad;
el productor abandonó cerca de 40 hectáreas de cultivo, con la pérdida total de la inversión
económica. En el segundo foco de infección (tres hectáreas) se aplicaron medidas de control
en un ensayo experimental. Una evaluación preliminar de la tasa de la epidemia en este sitio,
indica que la primera planta observada con síntomas (planta # 1) fue el 24 de julio de 2011. El
3 de agosto, 10 días después, se contaron 57 plantas con síntomas (1.71% de incidencia). El
patógeno es extremadamente virulento y agresivo. Se debe determinar la curva de crecimiento
de la enfermedad, aparentemente exponencial. Conforme a la literatura disponible basada
en reportes de Indonesia (Hendroko et al., 2008; Karmawati y Sukamto, 2008), se aplicaron
antibióticos al follaje (estreptomicina y oxitetraciclina) y bacterias antagónicas al suelo (Bacillus

98
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

subtilis cepa Q11) y se ensayó con 2-(tiocianatometiltio) benzotiazol (TCMTB) aplicado al


suelo, mostrando aparente detención de la tasa epidémica, con 101 plantas infectadas (3.04%) a
los 32 días posteriores al inicio de la enfermedad (Cuadro 17).

Cuadro 17. Fechas de muestreo de la epidemia de marchitez y pudrición basal del piñón y aplicación de
antibióticos en Arriaga, Chiapas, julio y agosto de 2011.
Plantas dañadas1
% de daño poblacional
Fecha Muestreo No.
Inicial Intermedio Avanzado Total (N = 3,324 pl)2

2011-07-24 1 0 1 0 1 0.03%
2011-08-03 2 12 25 20 57 1.71%
2011-08-03 Aplicación de estreptomicina 17% + oxitetraciclina 8% más minerales y ac. fúlvicos3
2011-08-18 3 16 11 60 87 2.62%
2011-08-18 Aplicación de estreptomicina 17% + oxitetraciclina 8% más minerales y ac. fúlvicos
2011-08-25 4 5 40 56 101 3.04%
1
/Daño inicial: síntomas de marchitez en hojas jóvenes, la planta conserva el color verde, Daño intermedio: marchitez pronunciada y comienza
el amarillamiento del follaje, Daño avanzado: amarillamiento y secamiento y/o defoliación general de la planta. 2/N : total poblacional de la
plantación comercial, sembrada de semilla el 20 de julio de 2010 (13 meses de edad). 3/también se hicieron otras aplicaciones experimentales al
suelo de TCMTB y Bacillus subtilis cepa Q11.

7.8 VIRUS DEL PIÑÓN EN CHIAPAS

Los resultados del análisis de plantas de los municipios de Arriaga, Villaflores, Chiapa de
Corzo y Acala, en 2009, con síntomas aparentes de virosis (disminución de talla, reducción
de lámina foliar, enchinamiento, rizado foliar, distorsión y ámpulas cloróticas de las hojas),
realizado mediante pruebas serológicas de DAS-ELISA, fueron negativos a la presencia de los
virus siguientes: Virus del Mosaico del Tabaco (TMV), Virus X de la Papa (PVX), Virus del
Bronceado del Tomate (TSWV), Virus del Mosaico del Pepino (CMV) y Potyvirus.
Asimismo, los análisis de PCR realizados no mostraron la presencia de Geminivirus en las
muestras colectadas. Algunos Geminivirus son transmitidos por la mosquita blanca (Bemisia
tabaci Genn.), entre los que se encuentra el Virus del Mosaico de Jatropha (VMJ). El VMJ
es reportado en Jatropha gossypifolia en Puerto Rico (Kim et al., 1986) y en India en J. curcas
(Aswatha et al., 2006). Por otro lado, Padilla y Monterroso (1999) reportan la presencia de un
Geminivirus (Mosaico Amarillo) en Nicaragua. Sin embargo, debido a que un muestreo intensivo
realizado previamente en una amplia zona de Chiapas, no se reportó la presencia de mosquita
blanca (Aleyrodidae) asociada al piñón, por consiguiente es poco probable la presencia de
Geminivirus en piñón en Chiapas (Quiroga et al., 2010).
Estos resultados indican la posible falta de afinidad virus-hospedante del piñón en Chiapas
con estos grupos de virus. Sin embargo, se debe continuar con el monitoreo de estos importantes
fitopatógenos en las plantaciones del estado.

99
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Cuadro 18. Sitios de muestreo general de enfermedades asociadas al piñón en las regiones Depresión
Central e Istmo-Costa de Chiapas, México.
Altitud
No. Tipo1 Municipio Localidad LN LW (msnm)
1 CV Villacorzo Finca San Antonio 16° 10’ 15” 93° 16’ 22” 590
2 VI Villacorzo Ejido Emiliano Zapata 16° 09’ 34” 93° 15’ 42” 614
3 CV Villacorzo Límite Villacorzo-Chiapa de Corzo 16° 25’ 49” 92° 56’ 37” 639
4 PC Villacorzo Ejido El Parral 16° 21’ 43” 92° 58’ 45” 653
5 CV Villacorzo Ejido Jericó 16° 16’ 53” 92° 54’ 02” 625
6 CV Villacorzo Rancho Las Brisas 16° 15’ 14” 93° 00’ 07” 647
7 CV Villacorzo Rancho El Rubí 16° 12’ 13” 93° 00’ 54” 609
8 CV Villacorzo Ejido Primero de Mayo 16° 09’ 04” 93° 07’ 09” 580
9 CV Villacorzo Aserradero 16° 08’ 56” 93° 12’ 24” 663
10 CV Villacorzo Gas Villacorzo 16° 12’ 07’’ 93° 15’ 39” 587
11 CV Villacorzo Rancho Alemania 16° 08’ 15” 93° 18’ 06” 610
12 CV Villacorzo Puente Río Pando 16° 12’ 39” 93° 16’ 02” 575
13 CV Villacorzo Desvío El Cimarrón 16° 02’ 36” 93° 23’ 16” 721
14 CV Villacorzo Rancho La Polka 16° 05’ 05” 93° 20’ 51” 645
15 CV Villacorzo Rancho El Paraíso 16° 09’ 19” 93° 33’ 13” 906
16 CV Villacorzo 05 km El Paraíso a ejido Sierra Morena 16° 10’ 44” 93° 29’ 42” 763
17 CV Villacorzo 10 km El Paraíso a ejido Sierra Morena 16° 10’ 47” 93° 25’ 47” 666
18 CV Villacorzo 15 km El Paraíso a ejido Sierra Morena 16° 11’ 29” 93° 21’ 21” 609
19 CV Villacorzo Ejido Champerico 16° 22’ 32” 93° 35’ 53” 950
20 CV Villaflores 2 km desvío ejido Los Ángeles 16° 20’ 21” 93° 32’ 58” 680
21 CV Villaflores Ejido Progreso Agrario 16° 22’ 14” 93° 30’ 16” 645
22 CV Villaflores Tablón Rancho San Martín 16° 21’ 23” 93° 26’ 36” 719
23 CV Villaflores Desvío Ignacio Zaragoza 16° 19’ 56” 93° 07’ 19” 531
24 CV Villaflores Santa Inés 16° 18’ 57” 93° 08’ 58” 524
25 CV Villaflores Puente El Chato 16° 09’ 19” 93° 33’ 13” 906
26 CV Villaflores Ejido Benito Juárez 16° 25’ 22” 93° 18’ 58” 620
27 CV Villaflores Límite Villaflores-Ocozocoautla 16° 29’ 27” 93° 27’ 27” 808
28 CV Villaflores Ejido Tenochtitlán 16° 26’ 14” 93° 24’ 24” 607
29 CV Villaflores Rancho Las Camelias 16° 24’ 05” 93° 27’ 47” 643
30 CV Villaflores Ejido Jesús M. Garza 16° 23’ 46” 93° 17’ 11” 637
31 CV Villaflores Carr. Ocozocoautla-Villaflores km 85 16° 16’ 14” 93° 16’ 32” 602
32 CV Villaflores Ejido Cuauhtémoc 16° 19’ 06” 93° 12’ 21” 564
33 CV Villaflores Facultad de Ciencias Agronómicas 16°15’ 24” 93°15’ 57” 577
34 BG Villaflores CUTT Campus V UNACH 16°15’ 32” 93°15’ 48” 591
35 CV Montecristo Cabecera municipal 15°44’ 85” 92°38’ 28” 790
36 CV Montecristo San Nicolás de Allende ND ND ND
37 CV Montecristo Ejido Libertad Pajal ND ND ND
38 CV Ángel A. Corzo Secundaria Técnica ND ND ND
39 CV Jiquipilas Ejido Santa Lucía 16° 35’ 13” 93° 37’ 24” 544
40 CV Cintalapa Aserradero 16° 42’ 13” 93° 42’ 46” 550

100
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Continuación del Cuadro 18...


41 CV Cintalapa Transecto 2 16° 43’ 53” 93° 45’ 45” 654
42 HM Cintalapa Ejido Tolán 16° 30’ 21” 93° 57’ 36” 663
43 CV Ocozocoautla Ejido Hermenegildo Galeana 16° 34’ 40” 93° 23’ 32” 1159
44 CV Ocozocoautla Km 10 de ejido Hermenegildo Galeana 16° 38’ 54” 93° 19’ 45” 799
Chiapa de
45 HM Rancho San Antonio Buenavista 16° 42’ 50” 93° 01’ 56” 408
Corzo
46 HM Acala Rancho La Ilusión 16° 33’ 20” 92° 54’ 60” 443
47 CV Suchiapa Auditorio Municipal 16° 38’ 23” 93° 05’ 30” 500
48 CV La Concordia Independencia 16° 04’ 42” 92° 50’ 06” 550
49 PC Arriaga Rancho San Jacinto, Fracc. Morelia 16º 13’ 18” 94º 01’ 07” 50
50 PC Arriaga Rancho San Jacinto 16º 14’ 60” 93º 59’ 32” 35
51 PC Arriaga CUTT Campus IX UNACH 16º 11’ 05” 93º 55’ 57” 38
/CV: cerco vivo, VI: vivero, PC : plantación comercial, BG: banco de germoplasma, HM: huerto madre para semilla.
1

Cuadro 19. Frecuencia y severidad general de enfermedades asociadas al piñón en 51 sitios de las regiones
Depresión Central e Istmo-Costa de Chiapas, México, periodo 2008-2011.

Enfermedad/ Patógeno Sitios Frecuencia (%) Severidad


Antracnosis Colletotrichum gloeosporioides (Penz.) 50 98 Alta
Roya Phakopsora arthuriana Buriticá & Hennen 14 27 Alta
Antracnosis Colletotrichum circinans (Berk) 7 14 Media
Mancha foliar por Cercospora sp. 4 8 Baja
Fumagina Meliola sp. 3 6 Baja
Darluca sp. 3 6 Hiperparásito
Mancha foliar por Phoma sp 2 4 Baja
Mancha del tallo por Pestalotia sp. 2 4 Baja
Tizón foliar por Pleospora sp. 2 4 Baja
Marchitez, pudrición basal del tallo y raíz Ralstonia solanacearum E.F.
2 4 Muy Alta
Smith,
Muerte seca descendente prob. Botryodiplodia sp. 1 2 Media
Mancha foliar (hongos oportunistas) por Alternaria sp. 1 2 Baja
Pudrición del tallo por Fusarium sp. 1 2 Baja
Hongo de la madera Pleurotus sp. 1 2 Baja

Como conclusión de este capítulo podemos mencionar que el complejo antracnosis y la roya
son las enfermedades que por su amplia dispersión y elevada incidencia, son las más importantes
en el cultivo. Sin embargo, debido a su alta agresividad y virulencia, la marchitez y pudrición basal
bacteriana, encontrada solamente en la zona de Arriaga, Chiapas, es una enfermedad que debe
estudiarse a profundidad en todos sus aspectos, en el corto plazo. La muerte seca descendente,
probablemente Botryodiplodia, también es importante dada la severidad y daños a la planta.

101
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Los estudios de las enfermedades del piñón, en el corto y mediano plazo, de 1 a 5 años,
deben considerar en general aspectos epidemiológicos, evaluación de daños, respuesta genética
del hospedante y prácticas de manejo integrado, principalmente. En el largo plazo, de 5 a 10
años, se debe avanzar en la determinación genética-molecular de razas y patovares, mecanismos
bioquímicos de patogenicidad evaluación in vitro, in vivo e in situ, de la respuesta a la infección
por accesiones élite o variedades comerciales a liberar, de acuerdo al estado de avance que
guarden los programas de mejoramiento genético, ya que el piñón aún es considerada una
especie semidomesticada.

102
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

VIII. BALANCE ENERGÉTICO


Alfredo Zamarripa Colmenero
Lexi Javivi López Ángel
José Luis Solís Bonilla
Alberto González Jiménez
Biaani Beeu Martínez Valencia
Jorge Basulto Graniel

E
l balance de energía en los biocombustibles fue establecido en los años 70 del siglo pasado,
cuando la industria para obtener biocombustible comenzó a determinar si el etanol
obtenido de cultivos agrícolas, era un sustituto energético adecuado de la gasolina. A
partir de los 80 resurgió el interés de sustituir el combustible por biocombustibles destinados
para transporte, debido a los altos precios de la gasolina y del diesel así como a las expectativas
de escasez de los recursos fósiles (Shapouri et al., 1995).
Para que los biocombustibles se constituyan en una fuente de energía renovable alterna,
deben de contar con un balance de energía que indique que la relación entre la energía fósil de
entrada y la energía renovable generada es positiva (Zamarripa et al., 2010a).
Un balance de energía positivo es un valor internacional requisitado para los bioenergéticos
derivados de cultivos agrícolas. Lo cual indica que es un sustituto energético viable por ser un
combustible renovable, que requiere menos energía, y además es benéfico al medio ambiente
debido a la captura del dióxido de carbono (CO2) atmosférico que realizan las plantas (Patzek,
2004).
El mejoramiento continuo en la tecnología (insumos agrícolas y de transformación)
permite utilizar menor cantidad de insumos para la producción de cultivos bioenergéticos, lo
que representa un factor importante para obtener resultados positivos en el balance energético
( Janulis, 2004). Esto impacta directamente en la disminución de costos por menor uso
energético por unidad de biocombustible producido, y aumenta la eficiencia energética en la
cadena producción-transformación.
El balance energético no sólo determina la energía contenida en el biocombustible, también
documenta y pone en evidencia las etapas con mayor consumo energético en la producción
(Shapouri et al., 2002).
El balance de energía es la diferencia entre la energía de entrada (energía usada) y la
energía de salida (energía producida) durante el proceso de obtención y transformación de
los insumos bioenergéticos, con la finalidad de determinar la energía neta. Los modelos más
utilizados provienen de la Primera Ley de Termodinámica que, con ciertas consideraciones, es
conocida como la Ley de la Conservación de la Energía; la cual señala que la energía puede ser
transformada de una forma a otra, pero no puede ser creada ni destruida (Kotas, 1985).

El estudio del balance energético implica:


• Determinar si un tipo de insumo para biocombustible es un sustituto energéticamente
adecuado, bajo cierta condición agroecológica, del combustible fósil.
• Caracterizar el consumo y aportación de energía durante la producción-transformación

103
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

de determinado cultivo energético.


• Determinar las etapas y actividades de mayor consumo de energía.
• Analizar si el proceso en su conjunto es energéticamente eficiente.

8.1 FINALIDAD DEL BALANCE ENERGÉTICO

El balance energético explora los requerimientos de entrada de energía por cada etapa de la cadena
producción-transformación del biocombustible en un tiempo determinado. Ayuda a determinar
las etapas y actividades donde se tienen los mayores consumos energéticos originados en el
cultivo, el proceso de transformación y la entidad geográfica, apoyado con información derivada
de la documentación reunida y que hace referencia a las condiciones iniciales del terreno, los
productos empleados y los consumos.
Lo anterior permite la formulación de una estrategia de validación para aquellas zonas en las
que se desea aumentar la productividad a través de la disminución de costos gracias al balance de
energía positivo como al incremento del índice energético (Pimentel, 2003).
Una vez completada la validación con resultados positivos debido al control de las variables
obtenidas por la base de datos previamente inventariada, se podrán realizar recomendaciones
técnicas pertinentes sobre los paquetes tecnológicos generados para los cultivos energéticos. Los
resultados del balance de energía a nivel nacional constituyen un elemento importante en la
toma de decisiones en materia de política energética para biocombustibles.
El balance energético permite explorar la cantidad de energía en combustible fósil que se
emplea para obtener el biocombustible; actividad que se logra a través de un inventario de
insumos en cada una de las actividades y etapas expresado por medio de unidades de energía
de los flujos de consumo energético no renovable (entradas), y producción energética a partir
de recursos renovables (salidas) (Figura 67). Todo el proceso toma como sistema de análisis un
periodo de tiempo determinado. A continuación se describen las entradas y las salidas:
Entradas. Se involucra la energía directa consumida como combustibles, electricidad, agua,
gas y la indirecta, como energía asociada al transporte de fertilizantes y de materiales.
Salidas. Se integra la energía directa de los productos como el biodiesel y bioetanol e
indirecta, proveniente de los subproductos como leña, pasta y glicerina.

A partir de los datos de entrada y salida en el proceso de producción del biocombustible


se puede determinar el índice energético, lo que permite cuantificar la energía que se obtiene
por unidad de energía aportada. Cuando el valor del índice energético resulte mayor a uno el
balance es positivo y cuando el valor del índice energético es menor a uno, entonces el balance
es negativo.
El INIFAP y la Red Mexicana de Bioenergía (REMBIO), establecen que una relación
energética con valor de dos es aceptable y valores superiores a tres son óptimos y deseables.

104
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Figura 67. Esquema general del balance de energía (entradas y salidas) en la producción de biodiesel.

8.2 IMPORTANCIA DEL BALANCE ENERGÉTICO

El balance de energía es un valor requerido a nivel internacional para los biocombustibles


derivados de cultivos agrícolas, lo cual permite comprobar la viabilidad energética del insumo
(López y Zamarripa, 2010).
En la Unión Europea sólo se podrán emplear biocombustibles producidos de modo
sustentable. Es decir, aquellos que sean eficientes en reducir el efecto invernadero; debido a lo
anterior, deben cumplir con los requerimientos siguientes:
El balance energético tiene que ser altamente positivo, es decir, la energía útil tiene que ser
mayor que la energía consumida en el proceso de obtención del biocombustible.
Reducir los gases de efecto invernadero de 35% hoy en día, hasta 50% en el año 2017 y 60%
para 2018.
Los cultivos para los biocombustibles no deben afectar zonas naturales con un gran valor de
biodiversidad, de acuerdo con la Directiva Europea de Energías Renovables (DEER, 2009).
Los resultados del cálculo de las energías de entrada en los cultivos agrícolas, son variables y
dependen de la zona de producción y de la tecnología usada, debido a que hay regiones que requieren
utilizar combustible para bombeo y en otras el cultivo es de temporal. Estos resultados también
varían en función de los pesticidas, fertilizantes, otros químicos, combustibles líquidos, gaseosos como
sólidos y otros empleados en la producción agrícola.
En cuanto a las resoluciones de la transformación del cultivo agrícola a biocombustible, se tienen
igualmente variaciones en función de la industria transformadora, por costos energéticos directos e
indirectos debido a su capacidad instalada, productividad, tecnología y tipo de procesos empleados.
En el balance energético cuando la relación energética es menor a uno significa que la producción
es más consumidora que productora de energía, para lo cual se deberán analizar e identificar los
elementos con mayor consumo energético, lo que permitirá reducir el impacto ambiental en

105
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

combustibles convencionales. La determinación de estos elementos permite proponer diferentes


soluciones que deberán ser puestas en acción con la intención de aumentar el valor positivo de la
relación energética (Quintero y Elizondo, 2008).

8.3 METODOLOGÍA PARA CALCULAR EL BALANCE


ENERGÉTICO

La metodología utilizada para el cálculo del balance energético se basa en las directrices
establecidas por la Directiva Europea de Energías Renovables (DEER, 2009) en la Unión
Europea. El modelo para el balance energético permite contabilizar el gasto energético de
todos los insumos tomando en cuenta tres etapas: la agrícola, la industrial y la del transporte,
analizando los valores de forma individual (Farrell et al., 2006) (Figura 68).

Figura 68. Etapas del


modelo de cuantificación en
el ciclo de obtención de los
biocombustibles.

8.4 ESTUDIO DEL BALANCE ENERGÉTICO DEL PIÑÓN MEXICANO

Los resultados que se muestran a continuación son elaborados a partir de paquetes tecnológicos
para el piñón mexicano, los cuales fueron desarrollados por la Red de Investigación e Innovación
en Bioenergéticos del INIFAP.

Estudio de caso. Tecnología del año 1

Este paquete tecnológico está basado en un sistema de producción unicultivo de temporal en


condiciones de trópico húmedo, con una distancia de siembra de 1.5 x 1.5 m que equivale a una
densidad de población de 4 444 plantas ha-1. El rendimiento fue de 0.5 t ha-1 de grano seco y
producto de las podas se obtuvo 1.11 t MS ha-1 año.
En este estudio se muestran los resultados del gasto energético en MJ ha-1 durante la
producción de la materia prima, la etapa de transporte y la etapa industrial.
En el Cuadro 20, se aprecia que el mayor consumo de energía corresponde a las actividades
de manejo del cultivo (6 849 MJ ha-1), lo que representa 67% del gasto total de esta etapa debido
a la alta cantidad de fertilizantes y agroquímicos utilizados. Se reflejó un gasto de 32% en la
preparación del terreno por el combustible usado en la maquinaria agrícola.

106
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Cuadro 20. Consumo de energía en la etapa agrícola de la producción de piñón como unicultivo en el año 1.

Etapa agrícola (MJ ha-1) Gasto energético (MJ ha-1)

Preparación del terreno 3240 32


Limpia del terreno 810
Barbecho 1 080
Rastreo 1 080
Surcado 270
Siembra 116 1
Siembra manual 116
Manejo del Cultivo 6 849 67
Aplicación de insecticida 135
Aplicación de fungicida 339
Aplicación de herbicida 327
Fertilización sólida 3024
Segunda fertilización 3024
Fertilización foliar 0.0040
Total 10 205 100

En la Figura 69 se observa que el consumo de fertilizante es uno de los factores que aumenta
significativamente el gasto energético en esta etapa con una participación de 59% y el gasto de
diesel representa 31% mientras que el gasto del aceite, semilla e insumos químicos tuvieron 10%
del consumo energético en esta primer etapa.

Figura 69. Participación del gasto energético de los insumos en la etapa agrícola del sistema piñón
unicultivo en el año 1.

En el Cuadro 21 se presentan los resultados del consumo de energía en la fase de transporte


(durante la etapa agrícola y hasta la planta de procesamiento). El consumo energético del
transporte durante la etapa agrícola fue de 3 866 MJ ha-1; esto representa 98% sobre el total
de la energía consumida en esta fase, debido a que existe un número mayor de actividades que
requiere el consumo de combustible durante todo el ciclo productivo del cultivo comparado con
el gasto hacia la fábrica de procesamiento, que tan sólo ocupa 2%.

107
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Cuadro 21. Consumo de energía del transporte de la etapa agrícola hasta la fábrica de procesamiento.

Etapa de transporte Gasto energético (MJ/L) %


Transporte de insumos y cosecha (gasolina) 3866 98
Transporte a fábrica (diesel) 63 2
Total 3929 100

Para la producción energética se consideró el rendimiento de semilla por hectárea; además,


se tomó en cuenta 50% de contenido en aceite y 85% de eficiencia en la extracción de prensado
(0.5 t ha-1 x 0.50 x 0.85), lo que dio como resultado 0.21 t ha-1 año de aceite. El poder calorífico
del aceite de piñón empleado fue de 39.5 MJ/kg.

En la etapa industrial, la planta de extracción de aceite tiene la capacidad de 5 t día mientras


que la planta de transesterificación es de una capacidad de 2 000 L día y el consumo energético
para 0.5 t de semillas del cultivo es de 661 MJ ha-1 (Cuadro 22).
En el Cuadro 22 se muestra el resumen del gasto energético en las tres etapas analizadas
en este estudio. Se obtuvo un consumo total de 14 795 MJ ha-1 con una producción energética
con base en 0.5 t ha-1 y a la leña producto de las podas que es el aporte energético principal
con una relación de cuatro a uno, con respecto a la energía obtenida del aceite de 28 168 MJ
ha-1; lo cual generó una relación energética de 1: 1.90. El valor anterior indica que en estas
etapas involucradas el balance de energía es positivo, pero bajo, debido principalmente al escaso
rendimiento durante el primer año.

Cuadro 22. Balance energético del cultivo de piñón mexicano para la producción de biodiesel (MJ ha-1).

Etapa MJ ha-1
Agrícola 10 205
Transporte 3 929
Industrial 661
Consumo total 14 795
Producción energética biodiesel + leña 28 168

Estudio de caso. Tecnología del año 2

Para el estudio energético en el segundo año de la plantación se consideraron las mismas


condiciones del paquete anterior, algunos valores cambian porque en el segundo año algunas
actividades no se realizan. Se consideró un rendimiento de 1.125 t ha-1 al año de grano seco con
50% de contenido de aceite y producto de las podas se obtiene 2.5 kg de materia verde por planta
lo que dio un resultado de 2.75 t MS ha-1.
En el Cuadro 23 se aprecia el análisis de la actividad de manejo agronómico del cultivo como
seguimiento en su segundo año que reflejó un gasto energético de 9 107 MJ ha-1. La aplicación
de fertilizante representó el mayor consumo con 91% del gasto total, debido a su alto poder
calorífico, los insumos químicos tuvieron un gasto energético bajo en esta etapa.

108
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Cuadro 23. Consumo de energía en la etapa agrícola de la producción de piñón como unicultivo en el año 2.

Etapa agrícola MJ ha-1 Gasto energético (MJ ha-1) Porcentaje


Manejo agronómico
Primera fertilización 3 384 37
Aplicación de insecticida 135 1
Aplicación de fungicida 339 4
Aplicación de herbicida 327 4
Segunda fertilización 4 922 54
Fertilización foliar 0.0040 0
Total 9 107 9 107 100

En el Cuadro 24 se observa que el consumo energético del transporte en la etapa agrícola


representa 96% sobre el total de la energía consumida en esta etapa, lo que indica que para este
segundo año los valores son similares al primer año del cultivo.

Cuadro 24. Consumo de energía del transporte de la etapa agrícola hasta la fábrica de procesamiento.

Fase de transporte Gasto energético (MJ/L) Porcentaje


Transporte de insumos y cosecha (gasolina) 3 306 96
Transporte a fábrica (diesel) 144 4
Total 3 450 100

Para obtener la producción energética del aceite se tomó como punto de partida un contenido
de aceite de 50% y 85% de eficiencia en la extracción de prensado; el rendimiento en semillas
secas obtenidas al segundo año de la plantación fue de 1.125 t ha-1, lo que resulta en 0.5 t ha-1
año de aceite.
La planta de extracción de aceite tiene capacidad de 5 t día mientras que la planta de
transesterificación presenta una capacidad de 2 000 L día y el consumo energético para 1.2 t de
semillas del cultivo es de 1 526 MJ ha-1 (Cuadro 25).

Cuadro 25. Balance energético del cultivo de piñón mexicano para la producción de biodiesel.

Etapa MJ ha-1
Agrícola 9 107
Transporte 3 450
Industrial 1 526
Consumo Total 14 083
Producción energética biodiesel + leña 70 237

En el Cuadro 25, se observa el resumen del gasto energético del año 2, se obtuvo un consumo
total de 14 083 MJ ha-1 con una producción energética con base en 1.125 t ha-1 y a la aportación
energética de 2.75 t MS ha-1 de 70 237 MJ ha-1, lo que resultó en una relación energética de 1:

109
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

4.99; lo que indica que por cada unidad de combustible fósil se generaron 4.9 unidades de energía
renovable; esta relación energética es altamente positiva y deseable para un paquete tecnológico
desde el punto de vista energético; sin embargo, se debe tener en cuenta que la aportación más
importante es la obtenida de la leña, por lo cual se debe tomar en cuenta al menos durante los
dos primeros años en el que los rendimientos de grano son bajos.

Estudio de caso. Tecnología del año 3

En el tercer año de la plantación se mantienen las mismas características de distancia de siembra


de 1.5 x 1.5 m, con una densidad de población de 4 444 plantas ha-1. Se obtuvo un rendimiento
de 2.2 t ha-1 al año de grano seco, con 50% de contenido de aceite y como producto de las podas
de producción se obtuvo 2.7 kg materia verde/planta, lo que dio un resultado de 3 t MS ha-1.
En el Cuadro 26 se observa que la actividad de manejo agronómico del cultivo en su tercer
año reflejó un gasto energético de 11 371 MJ ha-1, donde la aplicación de fertilizante representó
el mayor consumo con 93% del gasto total, debido a su alto poder calorífico, los insumos químicos
tuvieron un gasto energético bajo al igual que en los sistemas anteriores.

Cuadro 26. Consumo de energía en la etapa agrícola de la producción de piñón como unicultivo en el año 3.

Etapa agrícola MJ ha-1 Gasto energético (MJ ha-1) Porcentaje

Manejo agronómico 11 371

Primera fertilización 5 648 50

Aplicación de insecticida 135 1

Aplicación de fungicida 339 3

Aplicación de herbicida 327 3

Segunda fertilización 4 922 43

Fertilización foliar 0.0040 0

Total 11 371 11 371 100

En el Cuadro 27 se observa que el consumo energético del transporte en la etapa agrícola


representó 92% sobre el total de la energía consumida en esta etapa, lo que indica que para este
tercer año los valores son similares a los de los años 1 y 2 del cultivo.

110
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Cuadro 27. Consumo de energía del transporte de la etapa agrícola hasta la fábrica de procesamiento.

Fase de transporte Gasto energético (MJ/L) Porcentaje

Transporte de insumos y cosecha (gasolina) 3 360 92

Transporte a la fábrica (diesel) 278 8

Total 3 638 100

Para la producción energética del aceite se tomó en cuenta 50% de contenido en aceite y 85%
de eficiencia en la extracción de prensado, el rendimiento en semillas secas obtenidas al tercer
año de la plantación fue de 2.2 t ha-1, lo que dio 0.9 t ha-1 año de aceite.
En la etapa industrial, la planta de extracción de aceite tiene de capacidad 5 t día y la planta
de transesterificación una capacidad de 2 000 L día; el consumo energético para 2.2 t de semillas
del cultivo fue de 1 842 MJ ha-1 (Cuadro 28).
En el Cuadro 28 se presenta el resumen del gasto energético y se aprecia un consumo total de
16 851 MJ ha-1 con una producción energética con base en 2.2 t ha-1 y a la aportación energética
de 3 t MS ha-1 de 90 575 MJ ha-1, lo que dio una relación energética de 1:5.4, es decir, por
cada unidad de combustible fósil se generaron 5.4 unidades de energía renovable; esta relación
energética es altamente positiva y deseable para un paquete tecnológico desde el punto de vista
energético.

Cuadro 28. Balance energético del cultivo de piñón mexicano para la producción de biodiesel (MJ ha-1).

Etapa MJ ha-1
Agrícola 11 371
Transporte 3 638

Industrial 1 842

Consumo total 16 851

Producción energética biodiesel + leña 90 575

Estudio de caso. Tecnología del año 1 asociado con maíz

El objetivo de asociar el cultivo de maíz con el cultivo de piñón es generar mayores ingresos al
menos en los primeros años de su establecimiento, fomentar la seguridad alimentaria y distribuir
los costos de cultivo.
En este paquete tecnológico, el piñón se encuentra en un sistema asociado con maíz de
temporal bajo condiciones de trópico húmedo, con una distancia de siembra de 4 x 1.5 m y una
densidad de población de 1 667 plantas ha-1. Con el sistema de producción anterior se obtiene
un rendimiento de 0.2 t ha-1 de grano seco, con 50% de contenido de aceite, 0.42 t MS ha-1 año
y una eficiencia en la extracción del prensado de 85%. El cultivo asociado se analiza bajo un

111
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

sistema de temporal con una densidad de población de 60 000 plantas ha-1 y un rendimiento de
4.2 t ha-1.
En el Cuadro 29 se observa que la actividad referida al manejo del cultivo representa 66% del
consumo de energía sobre el gasto total.

Cuadro 29. Consumo de energía en la etapa agrícola de la producción de piñón.


Gasto energético
Etapa agrícola MJ ha-1 Porcentaje
(MJ ha-1)
Preparación del terreno 3 240 33
Limpia del terreno 810
Barbecho 1 080
Rastreo 1 080
Surcado 270
Siembra 43 1
Siembra manual 43
Manejo del cultivo 6 483 66
Aplicación de insecticida 135
Aplicación de fungicida 169
Aplicación de herbicida 131
Primera fertilización 3 024
Segunda fertilización 3 024
Fertilización foliar 0.0004
Total 9 766 9 766 100

En la Figura 70, se muestra la participación de los insumos utilizados en la etapa agrícola


y se aprecia que el consumo de fertilizantes representa 62% del gasto energético total, el diesel
refleja 32%.

Figura 70. Participación del gasto energético de los insumos en la etapa agrícola.

112
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

En el Cuadro 30, se muestran los gastos energéticos por actividades del cultivo asociado
dentro de la etapa agrícola. El establecimiento del cultivo es la actividad que demandó una
mayor energía gastada con 5 566 MJ ha-1 lo que representa el 50%, debido a la fertilización
inicial con un gasto energético alto, la actividad de manejo del cultivo tuvo una participación de
5 139 MJ ha-1 por el uso de fertilizantes. La actividad con un consumo energético bajo en esta
etapa fue la de poscosecha con 465 MJ ha-1.

Cuadro 30. Consumo de energía en la etapa agrícola del cultivo asociado (maíz).

Gasto energético
Etapa agrícola (MJ ha-1) Porcentaje
(MJ ha-1)
Establecimiento del cultivo 5566 49.8
Rastreo 540
Siembra directa 404
Fertilización inicial 4 082
Diesel 540
Manejo del cultivo 5 139 46
Segunda fertilización 4 415
Aplicación de herbicida 589
Aplicación de insecticida 135
Poscosecha 465 4.2
Desgrane 465
Total 11 170 100

El fertilizante resultó ser el insumo con un mayor consumo energético en la etapa agrícola
del cultivo de maíz, con 77% del gasto total (Figura 71), resultado similar al sistema piñón en
unicultivo.

Figura 71. Participación del gasto energético de los insumos en la etapa agrícola del cultivo
asociado.

113
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

En el Cuadro 31, se presentan los resultados del consumo de energía en la fase de transporte
tanto para el cultivo de piñón como para el maíz. El gasto energético del transporte en el piñón
representa 51% del gasto total debido a que existe un mayor número de viajes en la cosecha.

Cuadro 31. Resumen del consumo de energía para el transporte de piñón y maíz.

Fase de transporte Gasto energético (MJ/L) Porcentaje


Transporte de piñón 1 679 51
Transporte de maíz 1 637 49
Total 3 316 100

Para la producción energética del aceite se tomó en cuenta 50% de contenido en aceite, y
85% de eficiencia en la extracción de prensado, mientras que el rendimiento de semillas secas
obtenido al año bajo estas condiciones fue de 0.2 t ha-1, lo cual resulta en 0.085 t ha-1 año de
aceite.
En la etapa industrial, la planta de extracción de aceite tiene capacidad de producir 5 t día.
Por su parte, la planta de transesterificación tiene una capacidad de 2 000 L día, con un consumo
energético para 0.2 t de semillas de 264 MJ ha-1.
En el Cuadro 32, se muestra el resumen del gasto energético en los dos cultivos. El consumo
total alcanzó 24 517 MJ ha-1, con una producción energética con base en 0.2 t ha-1 de piñón y
4.2 t ha-1 de maíz de 74 148 MJ ha-1; lo que generó una relación energética por la asociación
de cultivos de 1:3.02, es decir, por cada unidad de combustible fósil gastada se generaron 3.02
unidades de energía renovable.

Cuadro 32. Resumen de balance energético en el sistema asociado piñón - maíz (MJ ha-1).

Etapas Piñón Maíz Total


Agrícola 9 766 11 170 20 937
Transporte 1 679 1 637 3 316
Industrial 264 0 264
Consumo total 11 710 12 808 24 517
Producción energética biodiesel y maíz 3 022 63 210 66232
Producción energética leña 7 917 0 7 917
Producción energética total 10 938 63 210 74 148

Resumen del balance energético de J. curcas

En el Cuadro 33, se presentan los resultados y se observa que para los cuatro paquetes tecnológicos
ahí expuestos, la relación energética que se obtuvo de la energía generada y la energía gastada fue
positiva. Se concluye que el piñón es un cultivo con potencial energético que se puede emplear
como insumo para la producción de biodiesel.

114
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Cuadro 33. Resumen del balance energético en los paquetes tecnológicos de piñón.

Paquete tecnológico Relación energética


Piñón unicultivo año 1 1: 1.9
Piñón unicultivo año 2 1: 4.9
Piñón unicultivo año 3 1: 5.4
Piñón en sistema asociado 1: 3.0

En los cultivos agrícolas con un alto potencial para la producción de biocombustibles se


recomienda realizar el balance energético, con el fin de conocer si es una opción energéticamente
viable para ser transformada en biocombustible. Esto es importante para evitar que se consuma
más energía no renovable y para determinar los factores de la producción que contribuyen a
elevar el consumo energético.
Para que los biocombustibles se consideren sustentables necesitan reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero, revitalizar la economía rural, generar empleo, mejorar el
aprovechamiento de tierras con poco valor agrícola y deben tener un índice energético positivo;
es decir, que se genere mayor energía renovable con menor energía fósil (López et al., 2010).

115
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

IX. CALIDAD DE LOS INSUMOS


BIOENERGÉTICOS
Mariana Esquivelzeta Rabell
José Luis Solís Bonilla
Alfredo Zamarripa Colmenero

L
os aceites y las grasas vegetales o animales están compuestos principalmente por moléculas
denominadas triglicéridos o triacilgliceroles, que son ésteres de tres ácidos grasos unidos
a una molécula de glicerol. Se caracterizan por ser insolubles en agua y solubles en
disolventes orgánicos no polares (Lawson, 1994).
Comúnmente, las grasas se clasifican en aceites y mantecas. Los aceites son líquidos a
temperatura ambiente y contienen una mayor proporción de ácidos grasos insaturados, mientras
que las mantecas son sólidas a temperatura ambiente y contienen mayor proporción de ácidos
grasos con estructuras sin enlaces múltiples, saturadas (Mortimer, 1983).
Los aceites o grasas recién extraídos de los animales o semillas oleaginosas se denominan
brutos o crudos. Además de los triglicéridos, contienen cantidades variables de otras sustancias
presentes naturalmente, como ácidos grasos libres, proteína, fosfolípidos, fosfátidos, ceras, resinas
y pigmentos. Aunque estén presentes en cantidades relativamente pequeñas, estas sustancias
aportan colores, olores y sabores extraños, inestabilidad, formación de espuma y humo durante
la cocción de alimentos. Por eso, para aceites de uso comestible todas estas sustancias deben ser
retiradas (Lawson, 1994). El caso es diferente cuando se produce biodiesel; algunas de estas
sustancias son desfavorables para la producción del combustible, pero otras pueden permanecer
sin alterar su calidad o estabilidad.

9.1 COMPOSICIÓN DE TRIGLICÉRIDOS EN LOS ACEITES VEGETALES

Los ácidos grasos presentes en los triglicéridos pueden clasificarse en función de su estructura;
el tipo y cantidad de dobles enlaces presentan ácidos grasos saturados (Cn:0), monoinsaturados
(Cn:1) y poliinsaturados, con ninguno, con uno, dos o tres dobles enlaces (Cn: 2,3). Diversos
aceites vegetales son potenciales como materia prima para la producción de biodiesel, pero la
calidad del combustible es afectada por la composición del aceite (Akbar et al., 2009). Un aceite
vegetal ideal sería aquel que contenga bajo contenido de ácidos grasos saturados y bajo contenido
de ácidos grasos poliinsaturados y posea alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados
(Gunstone et al., 2004). Los aceites vegetales ricos en ácidos grasos monoinsaturados y
poliinsaturados contienen principalmente ácido oleico y ácido linoleico, como se puede observar
en el Cuadro 34. Los aceites con alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados tienen una baja
estabilidad a la oxidación y disminuye la vida de anaquel del producto. La norma europea UNE
EN-14214 establece que el biodiesel debe contener como máximo 12% de ácido linolénico por
ser el ácido graso más propenso a oxidarse (Martínez et al., 2011c).

117
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

La composición de los triglicéridos en los aceites vegetales varía en función de la especie


estudiada y del entorno en el que se desarrolló. Hoy, los aceites de especies como la palma, la
soya, la colza y muchos más son utilizados como materia prima en la industria del biodiesel y
cada uno presenta un perfil diferente de ácidos grasos.
El aceite de palma contiene aproxidamente 82% de ácidos grasos saturados y tiende
a solidificarse a bajas temperaturas. Su utilización se limita a la producción de biodiesel en
zonas con climas cálidos, ya que el rendimiento no es el óptimo en lugares sometidos a bajas
temperaturas (Gunstone et al., 2004).
El aceite de semilla de piñón mexicano puede ser clasificado como aceite oleico-linoleico
(Akbar et al., 2009). Comparado con otros aceites vegetales el aceite de piñón mexicano es
más alto en ácido oleico superando al aceite de la almendra de palma en 148%, al aceite de
girasol en 81% y al aceite de soya en 63% (Edem, 2002). De acuerdo con la norma europea, la
concentración de linolénico y de los ácidos grasos que contienen más de cuatro dobles enlaces en
los ésteres metílicos no deben exceder el límite de 12% y 1% respectivamente. Con base en los
estudios realizados en el INIFAP, el aceite de piñón mexicano sólo contiene aproximadamente
0.2% de ácido linolénico, resultado notablemente bajo en comparación con el aceite de soya que
posee 7.8% (Cuadro 34).

Cuadro 34. Perfíl de ácidos grasos de diferentes tipos de aceite de cultivos oleaginosos (%)
Ácidos grasos Jatropha curcas* Almendra de palma** Girasol** Soya**
Oleico 38.2 15.4 21.1 23.4
Linoleico 31.53 2.4 66.2 53.2
Palmítico 12.62 8.4 - 11
Esteárico 4.57 2.4 4.5 4
Palmitoleico 0.74 - - -
Linolénico 0.2 - - 7.8
Araquídico 0.18 0.1 0.3 -
Margárico 0.07 - - -
Mirístico 0.12 16.3 - 0.1
Caproico - 0.2 - -
Caprílico - 3.3 - -
Láurico - 47.8 - -
Cáprico - 3.5 - -
Saturados 17.29 82.1 11.3 15.1
Monoinsaturados 38.52 15.4 21.1 23.4
Poliinsaturados 48.9 2.4 66.2 61
*Zamarripa et al., 2011. **Edem, 2002.

9.2 PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DE LOS ACEITES

Los aceites y grasas animales y vegetales son mezclas de diferentes triglicéridos, los cuales a su vez
están compuestos frecuentemente por ácidos grasos diferentes. Sus propiedades físicas y químicas
están relacionadas directamente con el número y la estructura química de los ácidos grasos unidos al

118
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

glicerol, así como con el grado de saturación de los ácidos grasos y la longitud de cadena.
Los aceites y las grasas pueden ser caracterizados según sus propiedades físicas (densidad,
viscosidad, punto de fusión, índice de refracción) o químicas (índice de acidez, índice de yodo, índice
de peróxido e índice de saponificación). A continuación se detallan las propiedades fisicoquímicas de
los aceites vegetales que influyen en el proceso de producción y calidad de biodiesel.

Viscosidad

La viscosidad es una medida de la fricción interna entre moléculas, o de la resistencia a fluir de los
líquidos. En general, la viscosidad de los aceites disminuye con el aumento de su grado de insaturación
y con la disminución del peso molecular de sus ácidos grasos (Lawson, 1994). Una medida de la
viscosidad de un fluido es el parámetro dependiente de la temperatura llamado coeficiente de
viscosidad cinemático que resulta del cociente de la viscosidad dinámica y la densidad del fluido.
La viscosidad del biodiesel depende del origen del aceite, ya que el contenido de mono, di y
triglicéridos, y el perfil de ácidos grasos varía en función del aceite.
El combustible puro, o la mezcla con biodiesel debe presentar un coeficiente de viscosidad
cinemático (40°C) mínimo de 3.5 mm2/s para evitar pérdidas de potencia debidas a las fugas en la
bomba de inyección y en el inyector. Además, esta propiedad le da características de lubricidad al
sistema de combustible (Demirbas, 2007).
El biodiesel generalmente presenta viscosidades mayores a las del diesel. La viscosidad del
biodiesel aumenta con la longitud de la cadena del éster y el grado de saturación. La viscosidad alta
puede disminuir o alterar la atomización del combustible y causar una mala combustión; además, se
observa la formación de depósitos de materiales insolubles en el motor (Knothe et al., 2005).

Índice de refracción

El índice de refracción de un aceite se define como la razón de la velocidad de la luz en el vacío


con respecto de la velocidad de la luz en el aceite evaluado. Por razones prácticas normalmente los
instrumentos comparan la velocidad de la luz en el aire en lugar del vacío.
El índice de refracción es característico dentro de ciertos límites para cada aceite y es un indicador
de su pureza. Este valor está relacionado con el grado de saturación, con la razón cis/trans de los
dobles enlaces y puede estar influenciado por el daño que sufre el aceite tras la oxidación.

Densidad

La densidad expresa la masa por unidad de volumen de una sustancia. Es una magnitud
intensiva que se especifica para cada tipo de materia, depende de la estructura de la sustancia,
de la temperatura y en menor grado de la presión. La densidad del biodiesel depende de la
composición del aceite, aumenta cuando el largo de las cadenas de carbono de los ácidos grasos
aumenta y también aumenta con la presencia de insaturaciones.
La densidad es un parámetro determinante del porcentaje de biodiesel máximo en la mezcla y
puede darse el caso en que las mezclas no cumplan con la norma. Eso ocurrirá con mezclas que
contengan un alto porcentaje de biodiesel, o aquellas en las cuales la densidad de diesel sea próxima al

119
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

límite superior permitido que es de 900 kg/m3 (Pasqualino, 2006).

Punto de fusión

Este parámetro determina la temperatura a la cual la sustancia cambia de un estado sólido al estado
líquido. El punto de fusión de las grasas es usado para caracterizar los aceites y las grasas, y está
relacionado con sus propiedades físicas, tales como dureza y comportamiento térmico (Tieko y
Guaraldo, 1999).
En general, el punto de fusión está relacionado con el grado de insaturación; a mayor cantidad de
insaturaciones, el punto de fusión del aceite será menor, lo que puede dar un biodiesel con un buen
comportamiento a bajas temperaturas.
Sin embargo, como los aceites naturales están compuestos por diversos ácidos grasos (saturados
e insaturados) con distintos puntos de fusión, ellos solidifican en realidad en un intervalo amplio de
temperaturas. Las insaturaciones de los ácidos grasos se mantienen después de la transesterificación y
el punto de fusión del biodiesel está relacionado al del aceite de procedencia.

Índice de acidez

Un valor elevado de 5% para este índice indica que el aceite contiene grandes cantidades de ácidos
grasos libres, generado por un alto grado de hidrólisis (Arango, 2002). Este índice es particularmente
importante para el proceso de producción de biodiesel (transesterificación), los ácidos grasos libres
reaccionan con el catalizador de la transesterificación (hidróxido de sodio o hidróxido de potasio)
formando jabones (saponificación), e induce menor rendimiento en la producción de biodiesel
(Figura 72). La saponificación no sólo consume el catalizador necesario para la transesterificación;
además, los jabones producidos promueven
la formación de emulsiones que dificultan
la purificación del biodiesel (Zhang et al.,
2003).
El índice de acidez está dado por la
cantidad de ácidos grasos libres presentes
en el aceite. Estos se generan debido a
una hidrólisis de los triglicéridos causada
por una acción enzimática, bacteriana o
presencia de agua. Este valor se define como
el número de miligramos de hidróxido de
potasio que se requieren para neutralizar los
ácidos grasos libres contenidos en un gramo
Figura 72. Aceite de palma con alto índice de acidez. de aceite.

Índice de peróxido

El índice de peróxido mide el grado de oxidación primaria que han sufrido las grasas o los
aceites durante su almacenamiento; los peróxidos son los productos de descomposición primaria
de la oxidación de las grasas, cualquiera que sea su composición. La oxidación de las grasas es
una de las principales causas de su deterioro, y da lugar a la aparición de olores desagradables,

120
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

conocidos como enranciamiento; los peróxidos que se forman tienen un efecto perjudicial sobre
las características del aceite (Fennema, 1993).

Índice de yodo

Este valor da una noción del número de insaturaciones de los ácidos grasos en el aceite. El grado
de insaturación del aceite está relacionado con el punto de fusión del mismo, a mayor grado de
insaturación (mayor índice de yodo) del aceite, se obtendrá un biodiesel con menor índice de
cetano, esto significa que disminuye la calidad de combustión en el motor (Mittelbach, 1996),
la norma europea establece que el número de cetano no debe ser menor a 51, los ácidos grasos
poliinsaturados (mayor insaturación) se caracterizan por tener un número de cetano de 47.
Los aceites con presencia de insaturados tienden a oxidarse más fácilmente debido a la
reactividad característica de las dobles ligaduras. En los puntos donde se encuentran las
insaturaciones, las cadenas son atacadas por el oxígeno, dando lugar a la formación de peróxidos;
a partir de éstos, se pueden formar polímeros entre las distintas cadenas de ácidos grasos. Estos
polímeros, en el biodiesel, llevan a la formación de depósitos sólidos en el motor y al deterioro
del aceite lubricante. Este efecto se incrementa a mayor cantidad de insaturaciones presentes
en el ácido graso y, por tanto, a mayor índice de yodo (Mittelbach, 1996). Los aceites vegetales
se caracterizan por tener mayor presencia de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados
como es el ácido oleico y linoleico; en cambio, las grasas animales presentan alrededor de 50% de
ácidos grasos saturados en el caso de la grasa de cerdo, y alrededor de 70% en el caso de la grasa
de res, lo cual es una de las principales diferencias con respecto a la composición de los aceites
vegetales. Los residuos grasos están compuestos en su mayoría por los ácidos esteárico, palmítico
y oleico. Estos ácidos representan 88% y 79%, en el caso de los residuos grasos de res y de cerdo,
respectivamente.

Índice de saponificación

El índice de saponificación se define como los miligramos de KOH necesarios para saponificar
un gramo de lípido. La palabra saponificar (del latín saponis, jabón) significa producir jabón, la
hidrólisis alcalina de un triglicérido produce glicerol y las correspondientes sales de ácidos grasos
que forman el triglicérido.
Existen materias insaponificables comúnmente encontradas en aceites y grasas como son
el fósforo, fosfolípidos y fosfátidos. El fósforo frecuentemente forma parte de moléculas de
lecitina, que es buen emulsificante (sustancia que favorece la formación de emulsiones estables
entre grasas o aceites y agua).
Si el aceite tiene alto contenido de fósforo, se formarán emulsiones durante el proceso de
decantación (separación de la glicerina luego de la transesterificación) y durante el lavado del
biodiesel, lo cual lleva finalmente a pérdidas en el rendimiento del proceso.
En general, el contenido de hasta 20 ppm de fósforo es aceptable para la producción de
biodiesel; sin embargo, la experiencia en diversas fábricas en Europa muestra que niveles de 3 a 4
ppm son adecuados, y con 5 a 6 ppm ya se presentan problemas mayores de emulsión. El control
de este parámetro en cada lote de aceite recibido para la producción de biodiesel es altamente

121
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

recomendable (Matthys, 2003).

Insolubles y agua

El contenido de insolubles en un aceite vegetal debe mantenerse menor a 0.8% en peso para que
el biodiesel cumpla con las especificaciones europeas. Estas sustancias no participan en el proceso
de transesterificación, pero permanecen
en el éster, y representan impurezas en el
combustible (Matthys, 2003).
El contenido de agua en un aceite
produce la hidrólisis de los triglicéridos,
reacciona con las uniones entre el glicerol y
los ácidos grasos y las rompe, produciendo
ácidos grasos libres, mono y diglicéridos
y glicerol. La hidrólisis resulta acelerada
por las altas temperaturas y presiones y
una excesiva cantidad de agua. Durante
la transesterificación, la presencia de agua
puede causar la saponificación de los ésteres
y consumir el catalizador, reduciendo su
eficiencia. La presencia de agua tiene un
efecto aún más negativo que la de ácidos
grasos libres y debe mantenerse por debajo
de 0.06% (Lawson, 1994).

Figura 73. Impurezas en el biodiesel.

9.3 IMPORTANCIA DE LA CALIDAD DE LOS ACEITES

La calidad del biodiesel depende de la pureza del aceite, por esta razón se deben de realizar
diferentes etapas previas a la transesterificación como es el análisis de las propiedades
fisicoquímicas del aceite que influyen en la calidad del biodiesel.
Las características recomendables para tener un aceite de calidad son:
• Bajo contenido de ácidos grasos libres, puede simplificar el proceso (evitar tratamientos
previos como la esterificación), maximizar su eficiencia y rendimiento y reducir las
pérdidas en forma de jabones. Uno de los principales parámetros a modificar es el
contenido de ácidos grasos libres (% AG). Para poder realizar la transesterificación, Van
Gerpen (2005) recomienda que el porcentaje AG debe ser inferior a 5%, mientras que
Knothe et al. (2005) establece que no debe superar 2%. De todas formas, este límite
depende del tipo de tecnología que se aplica en el proceso de producción de biodiesel.
En grandes plantas continuas, la acidez de la materia prima se especifica en menos de
0.1%. En pequeñas plantas discontinuas, los valores de 3 o 4% son admisibles, y puede
producirse el biodiesel cumpliendo todos los estándares de calidad.

122
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

• Bajo contenido de insaponificables (especialmente gomas y fosfolípidos), pueden dar


lugar a menores rendimientos en la producción de biodiesel y a formación de impurezas
y depósitos durante su combustión en el motor.
• Bajo contenido de agua, este problema puede existir cuando se trabaja con aceites usados
ya que el agua favorece la formación de ácidos grasos libres y de jabones.
• Bajo contenido de fósforo, para evitar emulsiones durante el proceso de producción y
purificación del biodiesel y de insolubles que constituyen impurezas en el combustible.
• Bajo índice de yodo, siempre y cuando el clima del lugar donde será utilizado el biodiesel
lo permita. Cuanto menor sea el índice de yodo, mayor será la estabilidad del combustible
y éste podrá ser almacenado durante más tiempo tanto antes de su uso como en el mismo
motor sin sufrir degradación. Pero a menor índice de yodo, el combustible empezará a
cristalizarse (solidificarse) a mayores temperaturas, impidiendo su uso en climas fríos.
• Por esta razón se debe dar especial preferencia a los aceites con ácidos grasos
monoinsaturados que aquéllos con ácidos poliinsaturados.
• No se requiere obligatoriamente utilizar un aceite totalmente refinado, ya que muchos
de los pasos de la refinación del aceite para fines comestibles (como la desodorización o
el blanqueado) son innecesarios al momento de producir biodiesel, y sólo aumentarían
los costos del combustible. Los procesos de refinamiento que sí son necesarios son los de
refinación química: neutralización y desgomado del aceite (Matthys, 2003).
En el Cuadro 35 se muestra en forma resumida las propiedades fisicoquímicas del aceite
vegetal que afectan la calidad del biodiesel y definen el tipo de pretratamiento que se le debe dar
al aceite antes de someterlo a transesterificación, para garantizar un biodiesel de calidad.

Cuadro 35. Propiedades fisicoquímicas del aceite que influyen en la calidad y producción de biodiesel.

Factores que influyen en la calidad del biodiesel


Alto índice de peróxido indica proceso de oxidación en marcha, el biodiesel
Índice de peróxido empieza en un proceso de degradación oxidativa.
Alto índice de yodo puede indicar menor punto de fusión y mejores
propiedades de flujo en frío.
Índice de yodo Bajo índice de yodo indica mejor estabilidad a la oxidación y polimerización
(menor riesgo de formación de sólidos), y mayor número de cetano (mejor
calidad de combustión).
Insolubles en el aceite resultan en insolubles en el biodiesel, que pueden
Contenido de insolubles causar problemas en el motor.

Índice de acidez Alta acidez interfiere en la transesterificación alcalina, produciendo jabones.

Contenido de fósforo Genera emulsiones durante la producción y purificación del biodiesel.

Genera hidrólisis del aceite, producción de ácidos grasos libres y en presencia


Contenido de agua del catalizador, producción de jabones.

123
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Las características fisicoquímicas de los aceites vegetales varían dependiendo de su origen,


como se puede observar en el Cuadro 36. El aceite de palma tiene el mayor índice de acidez
con 4.95%, un aceite con alto contenido de ácidos grasos libres afecta el rendimiento de la
reacción, produce un gran porcentaje de pérdidas por refinamiento, afecta el rendimiento de
la transesterificación alcalina tradicional (Mittelbach, 2004), aumenta el costo de producción y
genera mayor gasto energético.

Cuadro 36. Características fisicoquímicas de diferentes aceites vegetales.

S
Tipos de V D IA IY MI
(mg Referencia
aceite (mm2/s a (g/cm3 ) (%) (g I2/100 g) (%)
KOH/g)
40° C)

Pinzi et al. (2009);


Soya 33.1 0.914 1.5 121-143 190-194 1 Canakci y Sanli, (2008)

Pinzi et al. (2009);


Colza 37.3 0.912 - 96-117 - - Canakci y Sanly, (2008)

Pinzi et al. (2009);


Girasol 34.4 0.916 - 127-142 - - Canakci y Sanli, (2008)
Agarwal et al. (2007);
Palma 39.6 0.918 4.95 53-57 196-206 0.3 Mittelbach and Remschmidt,
(2004)
Piñón 30.92 0.898 3.19 96-101 250 0.4 Zamarripa et al. (2012b)
mexicano

Higuerilla 297 - 1.77 85 117-187 0.5 Zamarripa et al. (2012b)

V: viscosidad, D: densidad, IA: índice de acidez, IY: índice de yodo, S: saponificación, MI: material insaponificable.

124
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

9.4 BIODIESEL

El biodiesel o FAME (Fatty Acid Methyl Ester) es un combustible renovable proveniente


de aceites vegetales o grasas de origen animal, que puede ser usado total o parcialmente para
reemplazar el combustible diesel de los motores de autoignición sin requerir una modificación
sustancial de los mismos (Agarwal, 2007).
El biodiesel, además de provenir de una fuente renovable, puede ser almacenado en los
mismos lugares donde se almacena el diesel de petróleo sin necesitar cambios de infraestructura.
Es un combustible más seguro y fácil de manipular debido a su alto punto de ignición (flash
point) (aproximadamente 150°C) comparado con el del diesel que es aproximadamente 60°C
(Van Gerpen, 2005).
El uso del biodiesel como combustible y aditivo fue aprobado en Estados Unidos por la
Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA). También se considera como un combustible
limpio, siempre y cuando sus características físicoquímicas se encuentren dentro de las
especificaciones de las normas europeas. La norma estándar es la UNE EN 14214; en el caso de
Norteamérica la norma estándar es la ASTM D6751.
La mezcla de biodiesel con diesel más común es la que tiene 20% de biodiesel y 80% de
diesel, más conocida como B20. En algunos países industrializados el biodiesel ha sido usado
con eficacia en mayores proporciones (B30), incluso en su forma pura (B100). El biodiesel
también se usa como combustible para calefacción (EBB, 2009).
Los aceites vegetales y
las grasas animales, están
constituidos por moléculas
(ésteres) de ácidos grasos y
glicerol. A este último los
aceites y grasas le deben su
elevada viscosidad. Mediante
la transesterificación (Figura
74) se reemplaza el glicerol
(alcohol trivalente) por un
alcohol monovalente, más
ligero, usualmente metanol o
etanol, formando moléculas
más pequeñas (ésteres Figura 74. Reacción de transesterificación.
monoalquílicos o FAME) con
una viscosidad similar a la del
combustible diesel derivado
del petróleo.

9.5 CALIDAD DEL BIODIESEL

La calidad del biodiesel determina el funcionamiento y la vida útil de los motores diesel, de
igual manera determina el éxito en el mercado y la satisfacción o el rechazo de sus consumidores,

125
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

principalmente a largo plazo. La composición química del biodiesel y del diesel fósil es diferente,
dando origen a propiedades específicas para cada producto. El diesel no contiene oxígeno
y contiene 30-35% de hidrocarburos aromáticos, 65-70% de parafinas y trazas de olefinas y
presenta componentes principalmente en el intervalo de longitud de cadena de 10 a 16 carbonos.
El biodiesel contiene ácidos grasos de alquilésteres principalmente en el intervalo de 16 a 18
carbonos, con un contenido de oxígeno de 11% p/p (Mittelbach and Remschmidt, 2004).
Existen diversos factores que influyen en la calidad del biodiesel como son el tipo, calidad y
cantidad de alcohol utilizado; el tipo de catalizador usado; las condiciones físicas del proceso:
temperatura, agitación, presión, tiempo y principalmente la calidad del aceite.

Estándares de calidad del biodiesel

En la actualidad podemos encontrar normas estandarizadas que son documentos aprobados y


reconocidos por un grupo de expertos de cada país para asegurar la alta calidad del biodiesel, y se
basan en parámetros físicos y químicos establecidos para medir sus propiedades. El cumplimiento
de éstos es necesario para que el biodiesel pueda ser comercializado.
Existe una gran variedad de materias primas utilizadas en la producción de biodiesel, y el uso
de unas u otras implica importantes diferencias en las propiedades del producto obtenido.
Las principales normas técnicas para el biodiesel son la europea EN 14214 (European
Committee for Standarization) y la estadounidense ASTM D6751 (American Standard Test
Methods). También se cuenta con la norma ASTM D7467 para regular la mezcla de biodiesel
con diesel de 6 a 20% v/v (B6 a B20). Por su parte la norma CEN EN 590, que regula la calidad
de los gasóleos y mezclas de hasta 5% de biodiesel, establece que todo biodiesel mezclado en
diesel convencional debe cumplir con los estándares de la EN 14214.
Las diferencias entre ellas no sólo incluyen los estándares de calidad considerados y los
valores límites aplicados a cada uno de ellos, sino también los métodos de medida, que aunque
en muchos casos se tratan de técnicas similares, emplean procedimientos distintos que implican
una difícil comparación entre los valores límite de los estándares.
Los aspectos más importantes que se deben procurar en la producción de biodiesel para
asegurar una operación libre de problemas en los motores diesel son:
• Reacción completa (evitar la presencia de mono, di y triglicéridos).
• Eliminación de la glicerina.
• Eliminación del catalizador y otras sustancias.
• Eliminación de alcohol.
• Ausencia de ácidos grasos libres.
• Ausencia de agua en el producto final.
Si alguno de estos aspectos no se cumple adecuadamente para corresponder con las
especificaciones recomendadas, se presentan diferentes tipos de problemas en el motor tales
como formación de depósitos en las boquillas de inyección, corrosión, etc. Otros aspectos, como
la eliminación del metanol, son de importancia desde el punto de vista de la manipulación segura
del combustible.
Por otro lado, el biodiesel en función de la naturaleza de la fuente, animal o vegetal,
proporcionará unas características particulares al nuevo combustible.

126
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Por estas razones se deben realizar una serie de ensayos para comprobar la calidad del
combustible, que dependerá del nivel de impurezas remanentes en el producto final. Las
especificaciones propuestas por la normativa EN 14214 son las que se describen a continuación
en el Cuadro 37.

Cuadro 37. Estándares de calidad propuestas por la norma EN 14214.

Parámetro Relación con la calidad del biodiesel y su producción

Este parámetro se utiliza para evaluar el riesgo de inflamación de un material. En


el biodiesel este límite se utiliza para garantizar que todo el exceso de metanol haya
Punto de inflamación sido removido en el biodiesel. El exceso de metanol puede afectar a las bombas de
combustible, sello y empaquetaduras, y provocar una mala combustión.

Temperatura de destilación 90% de El biodiesel tiene prácticamente un punto de destilación que se ubica en el rango más
alto de la curva del diesel. Este parámetro se incorpora para controlar que el combustible
recuperación no haya sido contaminado con materiales de mayor punto de evaporación.

Algunos motores requieren de una viscosidad mínima para evitar pérdida durante la
inyección de combustibles, lo cual no es problema con el biodiesel, que suele tener
Viscosidad cinemática a 40°C mayor viscosidad que el diesel. La viscosidad del biodiesel viene determinada por el
aceite de origen y por su contenido en mono, di y triglicéridos. Una transesterificación
completa es necesaria para asegurar el cumplimiento de este parámetro.

La formación de depósitos carbonosos en el biodiesel puede deberse a una


Residuo de carbón transesterificación incompleta (presencia de mono,di y triglicéridos) o a la presencia de
combustible oxidado durante su almacenamiento.

Este parámetro se refiere al contenido de gotas de agua y partículas que sedimentan


en el combustible. Técnicas inadecuadas de secado del biodiesel o contacto con agua
durante el transporte pueden afectar la calidad del biodiesel. El biodiesel es higroscópico
Contaminación total y puede absorber agua si es almacenado en contacto con aire húmedo, o durante las
operaciones de carga y descarga.

El azufre se controla para evitar las emisiones de óxidos de azufre a la atmósfera y para
Azufre total minimizar la corrosión y desgaste. El biodiesel por lo general contiene menos de 15
ppm de azufre.

Esta prueba indica problemas potenciales con la presencia de partes de cobre o bronce
Corrosión en lámina de cobre en el sistema del combustible. El contacto prolongado del biodiesel con estos metales
puede causar la degradación del combustible y la formación de depósitos.

Este parámetro asegura que el combustible pueda ser almacenado durante largo tiempo
Estabilidad de oxidación sin riesgo para su calidad. Esto depende principalmente del aceite que da origen al
a 110°C biodiesel. A mayor nivel de insaturación, menor estabilidad a la oxidación.

El biodiesel tiene por su propia naturaleza un número de cetano mayor al del diesel.
Depende del nivel de saturación del aceite de origen. Aceite o grasas altamente
Número de cetano saturados tendrán un número de cetano muy alto (70 o más). Aceites poliinsaturados
tendrán un menor número de cetano de alrededor de 47.

127
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Continuación del Cuadro 37...

Depende principalmente de la cantidad de catalizador residual presente en el biodiesel


Ceniza sulfatada o de cualquier otro compuesto que produzca cenizas (jabones y sólidos abrasivos). El
lavado del biodiesel asegura el cumplimiento de este parámetro.

Indica la presencia de ácidos grasos libres en el biodiesel debido a la producción


inadecuada y combustible degradado durante su almacenamiento. Índices de acidez
Índice de acidez altos han sido asociados a depósitos en el sistema de combustible y a una menor vida
útil de bombas y filtros de combustibles.

A mayor insaturación de los ácidos grasos (mayor indice de yodo), mayor riesgo de
Índice de yodo contaminacion y dilución del aceite lubricante con el biocombustible. Esto dependerá
del origen del aceite.

La glicerina libre indica presencia de glicerol residual en el biodiesel, debido a deficiencia


Glicerina libre y en su lavado o purificación. La glicerina total indica presencia de glicerol residual y de
glicerina total mono, di y triglicéridos debido a una transesterificación incompleta.

El exceso de metanol incrementa los riesgos de incendio, puede afectar a las bombas de
Metanol combustibles, sellos y empaquetaduras y dar como resultado una mala combustión. Se
requiere evaporar el exceso de metanol después de una transesterificación.

Mide la pureza del biodiesel. Depende de una transesterificación completa y un lavado


Contenido de éster y purificación suficientes.

Su presencia puede llevar a depósitos en el tanque de almacenamiento, el sistema de


Monoglicéridos, Diglicéridos, combustible y motor. Su presencia muestra una reacción incompleta. Ajustar la cantidad
Triglicéridos de metanol y el catalizador utilizados, y/o incrementar la temperatura, el tiempo y la
agitación durante la reacción.

Metiléster de ácido linolénico

Parámetro incorporado por la norma europea para limitar la presencia de ácidos grasos
Ésteres insaturados C:4 y mayores poliinsaturados en el biodiesel, los cuales favorecen la dilución del aceite lubricante. La
presencia de ácido linolénico depende del aceite vegetal de origen.

Contenido de fósforo

Metales del grupo I (Na, K) Parámetro incorporado por la norma europea y americana para controlar la pureza del
biodiesel. Un buen proceso de lavado del biodiesel asegura una pureza suficiente para
Metales del grupo II (Ca, Mg) cumplir con estos parámetros. 

128
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

9.6 ESTUDIOS DE CALIDAD DEL ACEITE


El INIFAP estableció en abril de 2010 el primer laboratorio de calidad del biodiesel en el Campo
Experimental Rosario Izapa. Este centro de investigación, está ubicado en el municipio de Tuxtla
Chico, en el estado de Chiapas, con equipo de la más avanzada tecnología para realizar análisis de
calidad de las materias primas, calidad del aceite y calidad del biodiesel obtenido a partir de diferentes
insumos bioenergéticos.
El laboratorio apoya las actividades de investigación del Instituto y otras instancias, en la selección
de variedades de cultivos con potencial bioenergético, como es el caso del piñón mexicano, entre otros.
Este laboratorio dispone de una planta experimental para la producción de biodiesel, primera
registrada a nivel nacional ante la Secretaría de Energía, con capacidad para producir 200 litros diarios
de biodiesel a partir de cualquier tipo de aceite vegetal.
En el laboratorio se pueden analizar 12 parámetros fisicoquímicos para la calidad de aceite y 21
para la calidad de biodiesel, como son: caracterización fisicoquímica de los aceites, determinación
de los perfiles de ácidos grasos, ésteres de metilo de ácido linoleico y poliinsaturados, contenido
de metanol, contenido en mono, di y triglicéridos, glicerol libre y total, estabilidad de oxidación,
corrosión, punto de inflamación, viscosidad, densidad, humedad, índice de yodo e índice de acidez del
biodiesel, entre otros.
El laboratorio de biodiesel permitirá la aplicación de metodologías para el monitoreo de los
insumos agrícolas con valor bioenergético lo que impulsará el desarrollo de cultivos bioenergéticos
de alta calidad en nuestro país. La creación de este laboratorio fortalece la capacidad de respuesta
institucional ante la demanda de producción y desarrollo de los biocombustibles a partir de cultivos
con potencial bioenergético.

Características fisicoquímicas del aceite de J. curcas

Se evaluaron muestras de piñón mexicano correspondientes a 13 genotipos élite, seleccionados por


características de rendimiento.
En el análisis del contenido de aceite se empleó el método Soxhlet, procedimiento oficial
marcado por la norma oficial NMX-F-089-S-1978, empleando un aparato de extracción continua.
El método Soxhlet proporciona una extracción intermitente con un exceso de disolvente recién
condensado, en este caso, se usó como solvente el hexano. Posteriormente se pesó el aceite obtenido
y se calculó el porcentaje del contenido de aceite de la muestra de semilla analizada.
El perfil de ácidos grasos se analizó por cromatografía de gases basado en el método marcado
por la norma oficial internacional AOCS (Cd 1-62). El cromatógrafo de gases consiste en columnas
empacadas y un detector de ionización que permiten obtener perfiles de ácidos grasos con suficiente
detalle. Para determinar la distribución de los ácidos grasos del aceite por cromatografía de gases,
primero fue necesario volatilizar los ácidos grasos transformándolos cuantitativamente a ésteres de
alcoholes alifáticos de cadena corta; es decir, se prepararon ésteres metílicos de ácidos grasos. En la
interpretación de los cromatogramas obtenidos, se empleó un estándar de ácidos grasos.
En el Cuadro 38 se presentan los resultados de la caracterización física de las semillas, éstas
fueron clasificadas en parte interna (almendra) y externa (testa). Para la variable de peso de semilla
y humedad, se detectaron diferencias significativas (P ≤ 0.05), entre los genotipos élite evaluados.

129
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

El peso de semilla varió de 0.69 a 1.05 gramos los genotipos INIFAP-MX-331, INIFAP-MX-721
e INIFAP-MX-254 presentaron el mayor peso con 0.88, 0.90 y 1.05 gramos, respectivamente. El
promedio de los 13 individuos evaluados fue de 0.82 gramos. El contenido de humedad en las
semillas osciló de 3.84 a 5.35%. La humedad es una variable importante en el análisis proximal
de una muestra. El contenido de agua en la semilla es un factor de suma importancia durante la
extracción del aceite independientemente del método elegido.
Bernardini (1981) menciona que cada semilla debe de tener un óptimo de humedad menor a 9%,
una humedad mayor de este valor representa una disminución de la efectividad de transformación,
generando emulsiones entre el agua y el aceite, que se presenta en la superficie de las partículas, lo
que le impide al disolvente penetrar las fibras de la almendra y solubilizar el aceite.
En la variable contenido de almendra se observa una fluctuación entre 59.37 y 65.53% con
media poblacional de 62.89%, mientras que el porcentaje de testa oscila de 34.47 a 40.62%. Estos
resultados son similares a los obtenidos por Achten et al. (2008) y Sirisomboon et al. (2007),
quienes reportan porcentajes en peso de almendra de 63.06% y de 51.49% respectivamente.

Cuadro 38. Valores promedios del peso de semilla de J. curcas y sus constituyentes.
Peso semilla Peso Peso cáscara Humedad Almendra Testa
Genotipo (g) almendra (g) (g) (%) (%) (%)
INIFAP-MX 821 0.77 bc 0.473 b 0.297 bcdef 4.663 c 61.398 b 38.602 bcdef
INIFAP- MX 254 1.05 a 0.665 a 0.381 a 5.357 a 63.571 a 36.429 a
INIFAP- MX 331 0.88 ab 0.548 ab 0.336 abcd 5.262 a 61.928 ab 38.072 abcd
INIFAP- MX 314 0.82 bc 0.537 ab 0.285 cdef 4.943 b 65.379 ab 34.621 cdef
INIFAP- MX 721 0.90 ab 0.552 ab 0.352 ab 4.868 b 60.691 ab 39.309 ab
INIFAP- MX 294 0.75 bc 0.490 b 0.258 ef 4.496 c 65.530 b 34.470 ef
INIFAP- MX 952 0.69 bc 0.448 b 0.240 f 3.927 d 65.107 b 34.893 f
INIFAP- MX 32 0.80 bc 0.506 b 0.291 cdef 3.803 d 63.528 b 36.472 cdef
INIFAP- MX 102 0.71 bc 0.454 b 0.254 ef 4.494 c 64.134 b 35.866 ef
INIFAP- MX 341 0.86 bc 0.540 ab 0.324 bcd 4.859 b 62.504 ab 37.496 bcd
INIFAP- MX 244 0.86 bc 0.514 b 0.341 abc 4.584 c 59.377 b 40.623 abc
INIFAP- MX 42 0.81 bc 0.512 b 0.302 bcde 3.844 d 62.842 b 37.158 bcde
INIFAP- MX 362 0.74 bc 0.458 b 0.283 def 3.919 d 61.579 b 38.421 def
Media 0.82 0.52 0.30 4.539 62.890 37.109
Coeficiente de 14.10 15.18 14.92 11.47 15.18 14.92
variación
Medias con las mismas letras son estadísticamente iguales (Tukey =0.05)

En el Cuadro 39, se observa el contenido y características fisicoquímicas del aceite de J. curcas.


El contenido de aceite fluctuó de 48.34 a 56.75%. Los resultados del contenido de aceite de semilla
descascarada son similares a los obtenidos por Achten et al. (2008) y Foidl et al. (1996). Cabe destacar
que 10 genotipos presentan valores superiores a 50% de aceite. Dos de ellos sobresalen por contenidos
de aceite entre 55 y 56% mismos que pueden ser seleccionados por esta característica y/o usados
como progenitores en programas de mejoramiento genético.
La calidad del biodiesel depende de las propiedades fisicoquímicas del aceite. La determinación
de los parámetros de calidad del aceite determinará el uso o no de un tratamiento previo a la materia

130
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

prima, con el fin de evitar problemas durante el proceso de transesterificación obteniendo un producto
que cumple con los estándares de calidad establecidos.
Se encontraron diferencias significativas (P ≤ 0.05) para las variables en estudio de ácidos grasos
(saturados, monoiinsaturados y polinsaturados), yodo, densidad y viscosidad. Para la variable de ácidos
grasos saturados (palmítico, esteárico, araquídico) los intervalos fluctuaron de 20.93 a 36.43%, en
monoinsaturados (principalmente oleico) se detectaron valores entre 24.89 y 39.12% y poliinsaturados
(linoleico, linolénico e icosenoico) varió de 29.34 a 46.72%. Los ácidos grasos insaturados
(monoinsaturados y poliinsaturados), constituyen entre 64.65 y 78.89% de los ácidos grasos presentes
en el aceite de J. curcas, estos resultados son similares a los obtenidos por Gübitz: 75-80%; Kumar:
72.9%; Hass: 76.3%; Heller: 80% y Azam: 72.9%. La presencia de ácidos grasos saturados incrementa
el punto de nube o niebla (solidificación del aceite), el número de cetano (calidad de combustión) y
mejora la estabilidad de oxidación del biodiesel; sin embargo, la presencia de ácidos grasos insaturados
reduce el punto de nube, el número de cetano y la estabilidad de oxidación. Los genotipos con mayor
presencia de ácidos grasos monoinsaturados fueron el INIFAP-MX-721 e INIFAP-MX-331 con
41.39 y 39.12%, respectivamente. Un aceite ideal es aquel que presenta bajo contenido de ácidos
grasos saturados, bajo contenido de ácidos grasos poliinsaturados y altos contenidos de ácidos grasos
monoinsaturados (Cuadro 39).

Cuadro 39. Características químicas de aceite del grano de 13 genotipos de J. curcas.


Ácidos grasos (%)
Contenido de
Genotipo aceite (%) Saturados Monoinsaturados Poliinsaturados

INIFAP-MX 821 54.6 ab 34.60 ab 29.72 def 35.67 cdef


INIFAP- MX 254 50.95 cd 33.27 abc 32.86 cd 33.87 def
INIFAP- MX 331 50.77 cd 31.54 abcd 39.12 ab 29.34 f
INIFAP- MX 314 51.12 cd 35.94 a 29.10 def 34.95 cdef
INIFAP- MX 721 48.34 cd 23.45 fg 41.39 a 35.15 cdef
INIFAP- MX 294 53.43 bc 20.92 g 34.95 bc 43.94 ab
INIFAP- MX 952 55.08 ab 24.23 efg 35.54 bc 40.23 abcd
INIFAP- MX 32 56.75 a 27.77 cdef 31.63 cde 40.58 abc
INIFAP- MX 102 49.78 d 29.69 bcde 26.68 ef 43.62 ab
INIFAP- MX 341 49.51 d 26.38 defg 26.90 ef 46.72 a
INIFAP- MX 244 50.49 cd 35.23 ab 32.62 cd 32.15 ef
INIFAP- MX 42 53.44 bc 35.36 ab 24.89 f 39.75 bcd
INIFAP- MX 362 54.82 ab 36.43 a 25.34 f 38.22 bcde
Coeficiente de variación 5.12 17.59 16.32 13.41
Medias con las mismas letras son estadísticamente iguales (Tukey =0.05)

El índice de yodo varió de 94.64 a 115.31 gI2/100g (Cuadro 40). De acuerdo con la norma europea
EN-14214 el valor máximo permisible de índice de yodo de biodiesel es de 120 gI2/100g. Valores
muy bajos de este índice indican un mayor riesgo de formación de sólidos en frío.
La norma ASTM 6751 establece rangos permisibles de 1.9 a 6 mm2/s para el parámetro de
viscosidad. Los genotipos élite evaluados se encuentran en un rango de viscocidad que fluctúa de 19.12
a 37.39 mm2/s, valores que en comparación con los obtenidos por Akbar et al. (2009) de 42.88 mm2/s,

131
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

resultaron menores. Cabe mencionar que la viscosidad del aceite de J. curcas disminuye más de 85%
cuando se transforma en biodiesel por lo que se encontraron viscosidades en un intervalo de 2.598 a
5.08 mm2/s; esta condición permite que los genotipos evaluados se encuentren dentro de lo que marca
la norma internacional.
La densidad del aceite de los materiales élite evaluados varió de 0.901 a 0.922 g/cm3. La norma
europea marca que los aceites destinados para la producción de biodiesel no deben tener densidades
menores a 0.860 g/cm3. La densidad del aceite disminuye 4% cuando se transforma en biodiesel; en
los genotipos evaluados se encontraron densidades de biodiesel en un rango de 0.866 a 0.885 g/cm3.
Este parámetro determina el máximo porcentaje de biodiesel a utilizar en la mezcla (B5, B10, B15,
etc.). Puede darse el caso que las mezclas no cumplan con la norma oficial, esto puede ocurrir con
mezclas que contengan alto porcentaje de biodiesel, o en aquéllas en las cuales la densidad de la mezcla
del diesel y el biodiesel sea próxima al límite superior permitido de 0.900 g/cm3 (Pasqualino, 2006).

Cuadro 40. Características fisicoquímicas de aceite del grano de 13 genotipos de J. curcas.


Parámetros de aceite
Genotipo
Yodo (gI2/100g) Densidad a 15 °C (g/cm3) Viscosidad a 40 °C (mm2/s)
INIFAP-MX 821 106.183 cd 0.920 e 35.037 d
INIFAP- MX 254 96.762 g 0.920 de 34.005 f
INIFAP- MX 331 106.013 cd 0.921 bc 33.601 h
INIFAP- MX 314 105.409 d 0.920 bc 33.924 g
INIFAP- MX 721 106.013 cd 0.921 bc 33.216 i
INIFAP- MX 294 109.169 bc 0.921 bc 32.793 j
INIFAP- MX 952 106.323 cd 0.920 cde 33.936 g
INIFAP- MX 32 101.616 ef 0.920 e 33.219 i
INIFAP- MX 102 111.198 b 0.922 ab 35.559 b
INIFAP- MX 341 115.319 a 0.922 ab 37.389 a
INIFAP- MX 244 94.642 g 0.922 ab 35.243 c
INIFAP- MX 42 98.571 fg 0.921 ab 34.894 e
INIFAP- MX 362 103.995 de 0.901 f 19.119 k
Coeficiente de variación 4.25 0.638 13.018
Medias con las mismas letras son estadísticamente iguales (Tukey =0.05)

Perfil de ácidos grasos del aceite de J. curcas

En el Cuadro 41 se presentan los principales ácidos grasos presentes en el grano de J. curcas de


genotipos élite seleccionados. El ácido oleico varió de 21.51 a 39.69% y el ácido linoleico de 29.15
a 46.72%. Otro ácido importante detectado fue el palmítico cuyos valores fluctuaron entre 4.98 y
10.64%. Cabe señalar que de acuerdo con la norma europea para biodiesel, el contenido de acido
linolénico C18:3n3 no debe ser superior a 12%. Los genotipos élites evaluados presentaron valores de
0.025 a 0.195%, esta condición lo sitúa dentro del rango permisible en esta variable.
En la Figura 75 se muestra a manera de ejemplo la distribución de los principales ácidos grasos
presentes en el aceite de piñón, en este caso del genotipo INIFAP- MX 721. El aceite de este genotipo
se puede clasificar de buena calidad ya que posee 41.39% de ácidos grasos monoinsaturados, 23.45%
de saturados y 35.16% de poliinsaturados.

132
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

Cuadro 41. Principales ácidos grasos presentes en el grano de genotipos élite de J. curcas
Ácidos Grasos Rango
Mirístico (14:0) 0.2 ± 0.02 - 1.96 ± 0.08
Palmítico (16:0) 4.98 ± 0.09 - 10.64 ± 0.25
Palmitoleico (16:01) 1.48 ± 1.07 - 4.05 ± 0.25
Heptadecanoico (17:0) 0.045 ± 0.07 - 1.76 ± 0.09
Esteárico (18:0) 2.98 ± 0.16 - 6.015 ± 0.45
Oleico (18:1) 21.51 ± 3.82 - 39.69 ± 0.72
Linoleico (18:2) 29.15 ± 0.56 - 46.72 ± 0.56
Araquídico (20:0) 1.95 ± 1.88 - 25.28 ± 1.04
Eicosenoico (20:1) 0.005 ± 0.03 - 0.015 ± 0.02
Linolénico (18:3n3) 0.025 ± 0.05 - 0.195 ± 0.03
Behénico (22:0) 0.015 ± 0.02 - 0.125 ± 0.03
Lignocérico (24:0) 1.135 ± 0.09 - 3.62 ± 0.29

Se encontró variación en los ácidos grasos presentes en la semilla de J. curcas de genotipos élite
seleccionados, los ácidos presentes en mayor proporción son el oleico, linoleico y araquídico (Figura 76).
El aceite del piñón mexicano, de acuerdo con los genotipos evaluados, se puede describir como un
aceite alto linoleico-oleico; sin embargo, se detectaron dos selecciones INIFAP-MX-331 e INIFAP-
MX-721, las cuales se clasifican en alto contenido de ácido oleico-linoleico (Figura 77).

Los estudios fisicoquímicos de contenido de aceite, perfil de ácidos grasos y calidad de aceite y
biodiesel demostraron diferencias entre los genotipos élite seleccionados con altos y bajos contenidos
de aceite y perfiles diversos, por
lo que el mejoramiento genético
mediante la formación de híbridos
intraespecíficos y/o la selección
individual son de alta prioridad
para el futuro éxito del cultivo de
piñón mexicano como proveedor
de insumos para la obtención de
biocombustibles en México.

Figura 75. Distribución en porcentaje


de los principales ácidos grasos
presentes en el aceite del genotipo élite
INIFAP- MX 721.

Es claro que la calidad de los insumos bioenergéticos es un pilar en la industria del biodiesel. La
calidad del biocombustible generado es directamente proporcional al tipo de materia prima utilizado.
Los programas de investigación y mejoramiento genético representan una estrategia en el desarrollo
de una industria sustentable y eficiente. La especie J. curcas presenta características fisicoquímicas
idóneas para cumplir con los puntos básicos de una fuente viable de materia prima para biodiesel.

133
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

Porcentaje de Ácidos Grasos

Figura 76. Distribución en porcentaje de los principales ácidos grasos presentes en el aceite de 13
genotipos élite de J. curcas.
Porcentaje de Ácidos Grasos

Figura 77. Contenido de ácido oleico y linoleico expresado en porcentaje de 13 genotipos élite de J.
curcas.

134
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

X. PERSPECTIVAS

M
éxico, por su gran diversidad biológica y por su condición de país en vías de desarrollo,
dispone de gran potencial de fuentes de materia prima (especies naturales, desechos
animales, residuos agroindustriales) para la producción de biocombustibles de primera
y segunda generación en el corto, mediano y largo plazos.
La gran diversidad genética y agroclimática posiciona a México como un productor de
materia prima a partir de la diversidad de especies bioenergéticas que no compiten directamente
con la producción de alimentos.
Para lograr la producción de biocombustibles a partir de insumos bioenergéticos e impulsar
su desarrollo y promoción, México fortalece la investigación e innovación tecnológica como
condición necesaria para lograr, a través de la tecnología generada y adoptada, que la producción
sea rentable y competitiva.
Los desafíos tecnológicos son:
• Evaluar especies y variedades nativas con potencial bioenergético, para las diversas
condiciones agroclimáticas del país.
• Definir con base en sistemas de información geográfica las mejores zonas de producción
para cada especie potencial excluyendo aquéllas dedicadas a la producción de alimentos.
• Desarrollar a través de métodos de mejoramiento genético variedades de alto rendimiento
y calidad agroindustrial para cada región seleccionada como productora de insumos.
• Desarrollar los componentes tecnológicos de producción (nutrición, control de plagas y
enfermedades, sistemas de producción, cosecha y poscosecha, etc.) por región climática.
• Realizar los estudios de rentabilidad, competitividad, eficiencia energética y
sustentabilidad ambiental y socioeconómica de los nuevos cultivos bioenergéticos,
considerando el sistema de producción generado.
Se considera que la producción de biocombustibles continuará en incremento debido a diversos
factores nacionales e internacionales que la impulsan:
• Demanda mundial en constante crecimiento. Debido al mandato de mezclar
biocombustibles con la gasolina y el diesel, varios países como Estados Unidos, India
y Brasil, entre otros, están obligados a producir o comprar estos insumos para cumplir
con la obligatoriedad de las mezclas, lo que ha generado, por un lado, alta demanda en
el mercado y, por otro, que se usen cultivos destinados a la alimentación humana como
la soya.
• Necesidad de impulsar el desarrollo del campo mexicano. Ante la falta de cultivos
rentables en varias regiones del país, los cultivos bioenergéticos representan una opción
para generar ingresos al productor e impulsar el desarrollo regional.
• Seguridad energética. En virtud de la disminución de las reservas probadas de petróleo
en el mundo, se buscan fuentes alternativas para diversificar la matriz energética de
los países y asegurar el abasto nacional. En el caso de México, se depende en 90% de
los recursos no renovables, lo que hace urgente la diversificación energética a fuentes
alternas como los biocombustibles de primera y segunda generación.

135
Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

• Contribuir a reducir emisiones contaminantes. Ante el problema mundial del cambio


climático, 105 países han firmado el acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero y debido a que el sector transporte es de los más contaminantes, el cambio
de combustibles de origen fósil como el diesel por biocombustibles como el biodiesel es
una acción importante para la reducción de GEI. Estudios recientes del programa de
investigación de bioenergía del INIFAP indican que la producción de biodiesel a partir
del cultivo de J. curcas con uso de tecnología mejorada mitiga hasta en 73% la emisión de
dióxido de carbono.

En México existe voluntad política para el desarrollo y uso de los biocombustibles como
lo demuestran las leyes y reglamentos que propician programas y proyectos que favorecen
la generación de conocimientos y tecnología con el objetivo de asegurar una producción de
biocombustibles rentable, competitiva y sustentable que beneficie a los actores de la cadena
productiva y a la sociedad, con la reducción de emisiones de gases que contaminan el planeta.
Con base en los resultados de investigación generados por un equipo científico
interdisciplinario e interinstitucional en los últimos seis años con experimentos y estudios
realizados en 18 entidades del país, las perspectivas para la producción de biocombustibles a
partir de plantaciones de J. curcas son alentadoras en el corto plazo.
J. curcas es una especie que presenta alto potencial como insumo bioenergético por diversas
razones agronómicas, energéticas y ambientales como presentar alta diversidad genética lo
que incrementa notablemente la factibilidad de obtener variedades con altos rendimientos de
grano; por su balance energético positivo lo que aportará a la seguridad energética mediante la
diversificación con insumos renovables; por la importante reducción de emisiones de gases de
efecto invernadero que genera su cultivo contribuyendo a mitigar la contaminación, así como por
sus requerimientos agroclimáticos idóneos para su cultivo en el trópico de México.

136
Jatropha curcas L. Alternativa bioenergética en México

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Centros Nacionales de Investigación Disciplinaria,
Centros de Investigación Regional
y Campos Experimentales

Sede de Centro de Investigación Regional


Centro Nacional de Investigación Disciplinaria
Campo Experimental
Agradecimientos

L
os autores manifiestan el agradecimiento al Gobierno Federal
a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación por el apoyo al proyecto “Estudio de
Insumos para la Obtención de Biocombustibles en México” y la impresión
de esta publicación.
Comité Científico
Pedro Cadena Íñiguez
Guillermo López Guillén
Leonardo Hernández Aragón
Marino González Camarillo
Sergio Iván Román Ponce

Revisión Técnica
José de Jesús Maldonado Méndez
Guillermo López Guillén
Leobardo Iracheta Donjuan

Edición
Alfredo Zamarripa Colmenero
José Luis Solís Bonilla

Corrección de Estilo
Noé Gutiérrez González

Diseño Editorial
José Juan González Vázquez
Noé Zenteno Ocampo
Campo Experimental Rosario Izapa
Ing. Víctor Hugo Díaz Fuentes
Jefe del Campo Experimental Rosario Izapa

Lic. Verónica Villa Martínez


Jefe Administrativo

Personal Investigador

INVESTIGADOR PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN


Alonso Báez Moisés, Dr. Suelo y Agua
Avendaño Arrazate Carlos Hugo, Dr. Industriales Perennes
Caballero Pérez Juan Francisco, Dr. Industriales Perennes
Gálvez Marroquín Luis Antonio, Ing. Oleaginosas Anuales
Grajales Solís Manuel, M.C. Oleaginosas Anuales
Hernández Gómez Elizabeth, Ing. Sanidad Forestal y Agrícola
Iracheta Donjuan Leobardo, Dr. Biotecnología
López Gómez Pablo, Ing. Biotecnología
López Guillén Guillermo, Dr. Sanidad Forestal y Agrícola
Maldonado Méndez J. de J., M.C. Pastizales y Cultivos Forrajeros
Martínez Valencia Biaani Beeu, M.C. Bioenergía
Méndez López Ismael, Dr. Industriales Perennes
Olivera de los Santos Aída, M.C. Ornamentales
Ortiz Curiel Simitrio, Ing. Ornamentales
Palacio Martínez Víctor, M.C. Frutales Tropicales
Sandoval Esquívez Alfredo, Ph. D. Frutales Tropicales
Solís Bonilla José Luis, Ing. Bioenergía
Zamarripa Colmenero Alfredo, Ph. D. Bioenergía
Código INIFAP
MX-0-310101-52-07-34-04-01

ISBN
978-607-37-0108-2

Jatropha curcas L.
Alternativa bioenergética en México.

Esta publicación se terminó de imprimir en el mes de Noviembre 2013


en AveDos Taller Creativo
7a. Av. Norte No.34, Centro, CP30700, Tapachula, Chiapas, México.
www.avedos.com.mx

Su tiraje consta de 1000 ejemplares


Zamarripa Colmenero / Solís Bonilla

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