Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Principios de ética médica del cirujano ortopedista.
( AAOS, Anual Meeting Congreso 2000)
Los siguientes principios de ética médica han sido adoptados por la American Academy of
Orthopaedics Surgeons. No son leyes pero si marcan estándares de conducta que definen lo
esencial del honor de los cirujanos ortopedistas.
1. La profesión de cirugía ortopédica tiene como primordial los cuidados que se brindan
al paciente. En ella la relación médico-paciente es el foco central de todo interés ético.
Por lo que el cirujano ortopedista deberá estar dedicado a proporcionar servicios
médicos competentes con consideración y respeto.
2. El cirujano ortopedista deberá mantener una reputación verdadera y honesta con sus
pacientes y colegas, y procurará guiar en forma apropiada el proceso de revisión de la
práctica profesional de otros médicos que tienen faltas en su carácter o competencia
o de quienes se ven envueltos en fraudes o engaños.
3. El ortopedista deberá respetar las leyes, mantener la dignidad y el honor de la
profesión, y aceptar esto es como una disciplina autoimpuesta. Tiene la
responsabilidad de buscar cambios en los requisitos legales que sean contrarios a los
intereses del paciente.
4. La práctica de la medicina presenta intrínsecamente conflictos potenciales de
intereses. Quizás algunos conflictos pueden ser resueltos por el paciente y los que no
sea capaz de resolver, el ortopedistas deberá combatirlos mediante los cuidados al
paciente.
5. El cirujano ortopedista deberá respetar los derechos del paciente, sus colegas y otros
profesionales de la salud y debe salvaguardar las confidencias de sus pacientes
siempre que estén dentro de la ley.
6. El cirujano ortopedista deberá mantener un proceso de capacitación continua
permanente, y promover el conocimiento médico, además de generar información
para sus pacientes, colegas y la sociedad.
7. El principal lazo de unión entre médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud
está en el interés que comparten con el paciente. El ortopedista deberá fomentar el
desarrollo de un equipo experto en cuidados de la salud que trabaje en equipo y con
armonía para ofrecer óptimos cuidados.
8. Dentro de la competencia de los servicios de ortopedia se encuentra la atención
prestada con dignidad, sin explotar al paciente o las demás personas que forman
parte de estos servicios. Los ortopedistas, procurarán elevar la calidad de la atención
sin tomar en cuenta la raza, el color, la religión, el origen, la nacionalidad, posición
económica y otros fundamentos que puedan contribuir a una discriminación o poner
en juego actitudes desconsideradas.
9. El cirujano ortopedista no podrá hacer públicos sus problemas o los de otros, o
divulgar mentiras, engaños o falsos, publicados en cualquier medio.
10. El cirujano ortopedista tiene una responsabilidad con cada paciente, colega y
residente de la especialidad. Participando en las actividades y proponiendo mejoras
en la atención a la salud y en la investigación, ya sea a nivel individual o colectivo,
que merezcan ser dignas de interés, apoyo y participación de todos los ortopedistas.
2
Código de Ética de la Sociedad
Artículo 1. La Sociedad Mexicana de Ortopedia, a través de su Mesa Directiva, tiene por los
principios básicos de su fundación y estatutos, la obligación de velar por el prestigio de la
profesión ortopédica y vigilar el ejercicio de la especialidad por parte de sus asociados.
Artículo 2. La Sociedad Mexicana de Ortopedia debe contar con un Comité permanente que
formule, de a conocer y actualice en forma periódica el Código de Ética vigente, así como
toda la reglamentación que en ese sentido sea de interés para sus miembros.
Artículo 4. La Sociedad Mexicana de Ortopedia debe realizar las investigaciones que por
supuestas transgresiones a la ética médica incurran uno o algunos de sus miembros bajo las
siguientes circunstancias:
a) Por iniciativa de miembros de la propia Asociación.
b) Por denuncia que se formule ante ella.
c) Por requerimiento formal de personas morales o jurídicas.
Artículo 7. Ante cualquier conflicto de carácter profesional entre dos o más miembros,
deberá acudirse como primera instancia de arbitrio a la Sociedad Mexicana de Ortopedia, a
fin de que ésta sugiera o establezca una solución equitativa de acuerdo a los artículos 25 al
30 del capítulo V de los estatutos.
3
Presentación
Misión:
Objetivo.
Este código de Ética tiene como objetivo general contribuir a lograr la mejor calidad de
atención que otorgan los cirujanos ortopedistas en beneficio de los enfermos y la sociedad,
favorecer la confianza de estos en los servicios que se les otorga. Deberá ser instrumento
para la difusión y la promoción de los principios éticos y morales universales en el ejercicio
profesional e institucional.
4
• Proporcionar información legal, religiosa, psicológica y otras pertinentes para resolver
problemas éticos.
5
Introducción
“La medicina es la más humana de las artes
la más artística de las ciencias
y la más científica de las humanidades”
Edmund Pellegrino
Director del Instituto de Ética
Universidad de Georgetown
La cirugía ortopédica es una práctica de servicio social a nuestros semejantes con profundo
sentido humano y moral, que busca hacer el bien y encuentra en su realización plena
satisfacción. Todas estas acciones se deben de hacer con estricto apego a la ética.
La palabra moral en sus raíces etimológicas deriva del latín mors/moris, que significa en su
más común aceptación: costumbre, sin embargo, a nosotros se nos enseñó como la “ciencia
que trata del bien en general y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia”.
Por su parte, la palabra ética deriva del griego aethica: “ciencia de las costumbres”.Pero en
una connotación más amplia se nos inculcó el que era parte de la filosofía que trataba de la
moral y de las obligaciones de comportamiento del hombre. El objeto de la ética es, pues, el
que se refiere a las costumbres de la moralidad y que tiene mucho que ver con el deber en
general.
La deontología, a su vez, deriva del griego deon, del verbo deber, y logos, tratado. Es decir
se interpreta como “la ciencia de los deberes y que actualmente se le agrega el de los
derechos recíprocos”.
De esta trilogía de palabras se desprende una interrelación innata o adquirida, y esto porque
no se puede hablar de alguna de ellas soslayando a las otras.
Hay puntos de íntimo contacto que a lo largo del tiempo es imposible ignorar. Así, al discurrir
de las épocas, muchas veces sus significados fueron confundidos, y no sin razón, porque los
linderos que separarían a esos tres vocablos, muy frágiles y permeables, permiten su lógica
mixtura. Aunque esas tres palabras tan difundidas expresan conductas relacionadas sobre
todo con el ser humano, lo hacen amplificadamente en relación con su interdependencia con
el resto de los seres vivientes, sean éstos vegetales o animales irracionales. Albert
Schweitzer dijo, la ética es una responsabilidad extendida ilimitadamente hacia todo lo que
vive.
Autonomía: es una de las características más valiosas de los seres humanos, la capacidad
de expresar y desarrollar sus propios deseos. La autoría personal de los pacientes debe
respetarse, preservarse o recuperarse si es posible mediante el consentimiento informado.
La obligación del médico debe estar dirigida a ayudar a sus pacientes a que mantengan o
recuperen su autonomía.
Beneficencia: Este principio se entiende como la obligación del médico para trabajar por el
BIEN de sus pacientes.
No producir daño: este principio requiere que el médico evite hacer DAÑO directamente o
que evite que daños repercutan en su paciente.
Justicia: este término significa que los beneficios y cargas que conllevan la salud y la
enfermedad se distribuyan tan igualmente como sea posible.
Sin embargo existen críticas a esta ética médica basada en principios, ya que algunos
problemas éticos no pueden ser resueltos y en ocasiones evaluados adecuadamente.
Existen otras alternativas que se han utilizado como es la ética basada en virtudes, ética del
cuidado, ética feminista, ética comunitaria y ética basada en el antecedentes de casos
evaluados, todas estas tiene su mérito así como sus limitaciones.
El paradigma de las “virtudes” médicas que centra su atención en el sujeto que actúa, de tal
manera que si este posee las virtudes requeridas actuará éticamente y cuando sea
necesario, aún desconociendo los principios aludidos. Estas cualidades de carácter incluyen
confiabilidad, prudencia, honradez, fortaleza, temperanza, integridad y compasión. Estas
virtudes no reemplazan los principios de comportamiento ético, sino que los complementan.
La ética del cuidado se basa en las características que los individuos valoran profundamente
en sus relaciones interpersonales como son la simpatía, la compasión, la fidelidad, el amor y
la amistad.
La ética feminista enfatiza la igualdad entre mujeres y hombres y el derecho a las mujeres a
recibir consideraciones y tratamientos justos ya que ellas han sido sistemáticamente
alejadas de la investigación en salud, negocios y política.
La ética basada en antecedentes de casos evaluados utiliza los principios que emergen por
un proceso de generalización de casos analizados y mantiene siempre abierta la revisión de
futuros casos y sus enseñanzas.
De estos principios se puedes derivar cuatro reglas de conducta que deben garantizar la
relación médico paciente:
7
paciente o su familia, el cual en la actualidad está profundamente erosionado por
intereses económicos, legales y tecnológicos
4. Regla de Fidelidad: que respeta la naturaleza contractual de la relación médico
paciente desde el punto de vista legal, pero que en un concepto más amplio, el de la
moral, de mantener la promesa.
Las virtudes morales naturales son aquellas que se obtienen únicamente por la razón, sin
ayuda de revelación. Son disposiciones estables del intelecto y de la voluntad de gobernar
nuestros actos, ordenar nuestras pasiones y guiar nuestra conducta y son: benevolencia,
fidelidad a la confianza, compasión, honestidad intelectual, desinterés personal, prudencia,
temperanza, fortaleza y justicia.
Con los aforismos “no hacer daño”, “la vida es corta”, “el arte verdadero”, “la oportunidad
efímera”, “la experiencia engañosa” y “el juicio difícil”, hagamos de nuestra práctica médica
profesional un arte investido de humanismo, virtudes, bioética y una ciencia congruente con
las necesidades de cada uno de nuestros pacientes.
8
Prólogo.
“El hombre vale no por lo que tiene, ni siquiera por lo que
sabe, sino por lo que sirve. Tal es la cualidad propia del médico”
Manuel Velasco Suárez
La ética es una parte de la filosofía que se dedica al análisis de los valores morales y pone
especial énfasis en los problemas donde se involucran valores del comportamiento individual
que se oponen y hacen difícil establecer cuál es la conducta correcta a seguir.
Se entiende que existen dilemas éticos en aquellas situaciones “en las que no hay una clara
respuesta correcta o equivocada, sino que admiten argumentos en favor y en contra de
cada postura”.
Pero, a pesar de que analiza estos dilemas, la ética no tiene por objetivo establecer lo que
se debe hacer en cada situación concreta, pues se trata de una disciplina que mantiene un
profundo respeto por la libertad de las persona y deja siempre en ellas la responsabilidad de
tomar sus propias decisiones.
La ética es una reflexión que puede ayudar a tomar una decisión de carácter moral en
momentos difíciles, pero no hay que confundirla con una especie de manual para saber qué
hacer en momentos de incertidumbre, ya que desde la ética es imposible prescribir
comportamientos “correctos” para cada situación que se presenta. Lo que hace la ética es
ayudar a esclarecer qué valores son los que entran en conflicto y señalar las posibles
consecuencias de tomar una decisión u otra, pero, como ya se dijo, deja en manos de cada
persona la responsabilidad de tomar sus propias decisiones.
La filósofa Ruth Macklin afirma que “no existen expertos morales”, pues “cualquiera puede
aprender a pensar clara y sistemáticamente acerca de elecciones morales prácticas y
adoptar un marco de referencia para tratarlas racionalmente”. Ella sostiene que los
auténticos dilemas morales no tienen una sola respuesta correcta, por lo que la ética no
puede resolverlos.
Esta misma autora nos dice que la filosofía “no ofrece una guía para manejar dilemas
éticos,” pero que en cambio si “apunta a proporcionar una dimensión profunda de las cosas“,
es decir, que aporta comprensión al problema y en ocasiones “dicha comprensión llega a dar
respuesta problemas morales, “aunque advierte que hay casos en que la ética filosófica se
limita a mostrar por qué no se pueden encontrar respuestas inequívocas”
Sin duda, las religiones tienen que ver con la moral, es decir, con el comportamiento de las
personas, y en ese sentido también con los valores. Generalmente las religiones establecen
pautas de comportamiento que deben respetarse bajo cualquier circunstancia, por lo que no
admiten la desobediencia. Debido a que están basadas en la creencia en un ente
moralmente superior a los seres humanos, las religiones no admiten diferencias de opinión
en lo que se refiere a sus máximas.
La reflexión ética, por su lado, está fundada en la racionalidad de las personas, por lo que
analiza la situación especifica en que se da un comportamiento y los fines que llevaron a una
persona a actuar de determinada manera para conocer el grado de bondad o de maldad de
sus acciones.
El código religioso se identifica con lo que en ética se llama código deontológico, que es un
código basado en el deber en el cumplimiento de las reglas. La disciplina de la ética, por su
9
parte, se identifica con el código teleológico, es decir, aquel que no establece deberes fijos
sino que analiza las acciones humanas a partir del fin que se busca lograr. (Marta Lamas)
En un mundo donde conviven una gran cantidad de personas con religiones diferentes,
algunas sin religión, pero todas con valores morales distintos, la ética resulta de gran utilidad
para la convivencia cotidiana.
La ética busca esclarecer cuales son los valores que entran en conflicto en una situación
dada y en esos valores están incluidos los valores religiosos que, desde un punto de vista
ético deben ser respetados. La tolerancia de las preferencias religiosas es unos de los
valores más preciados en una sociedad libre, por más que algunos individuos critiquen los
preceptos por los que se rigen sus vecinos. Sin excepciones, la libertad de practicar la libre
religión, sin interferencia por parte del estado u otros organismos, debe ser un derecho
garantizado. (Ruth Macklin)
Lecturas recomendadas
Ruth Macklin. Dilemas. Los problemas éticos y morales. Atlántida, Buenos Aires 1995 pp. 17,31, 265,
267.
Marta Lamas. La bioética: Proceso social y cambio de valores. En ética y salud reproductiva: Juan
Guillermo Figueroa, Gloria Careaga, María Consuelo Mejía (COMPS.) UNAM, México 1996.
10
Consentimiento Bajo Información
“El médico para saber, debe ser estudioso; en el prescribir cauto y ordenado; en sus respuestas circunspecto y
prudente; ambiguo en sus pronósticos; fiel a sus promesas, pero no asegurarse la salud, por que ello sería usurpar
el poder de Dios y ofenderlo; prometa circunstancia y diligencia; en las visitas sea discreto; en el hablar comedido;
en sus afectos moderado y benévolo con el paciente”
Arnoldo de Vilanova. Médico español S.XIII
Consideraciones
Definición.
Es el acto de decisión libre y voluntaria realizado por una persona competente, por el cual
acepta las acciones diagnósticas o terapéuticas sugeridas por sus médicos, fundado en la
comprensión de la información revelada respecto de los riesgos y beneficios que le pueden
ocasionar.
La Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico (NOM-168-SSA 1-1998) define a las
Cartas de Consentimiento bajo información, como los documentos escritos, signados por el
paciente o su representante legal, mediante los cuales se acepte, bajo debida información
de los riesgos y beneficios esperados, un procedimiento médico o quirúrgico con fines de
diagnóstico, terapéuticos o rehabilitatorios.
Requisitos básicos:
11
Excepciones al deber de información:
• Que exista rechazo explícito de toda información por parte del paciente.
• Que exista grave riesgo para la Salud Pública.
• Que exista situación de urgencia real y grave que no permita demoras.
• Imperativo legal.
• Cuando el paciente no este capacitado, en cuyo caso, corresponderá a sus familiares,
personas allegadas o representante legal.
Normativa
• Aborto
• Transplantes
• Donación de órganos
• Ensayos clínicos
• Realización de técnicas invasivas que supongan o puedan suponer riesgo para el
paciente
De acuerdo con la ley General de Salud y los reglamentos que de ella emanan, las
intervenciones o procedimientos que requieren del consentimiento informado escrito del
paciente (mayor de edad) o de su representante legal, son:
12
• Ingreso Hospitalario
• Fertilización asistida
• Cirugía mayor
• Anestesia general
• Salpingoclasia y vasectomía
• Investigación clínica
• Amputación, mutilación o extirpación orgánica que produzca modificación permanente
de la persona
• Disposición de órganos, tejidos y cadáveres.
• Necropsia hospitalaria
• Procedimiento con fines diagnósticos y terapéuticos considerados de alto riesgo.
Lecturas recomendadas
• Aguirre-Gas HG. Principios éticos de la práctica médica. Cir Ciruj. 2004; 72:503-510.
• CONAMED Consentimiento Válidamente Informado 1ª ed México D.F. 2004
• Aguirre-Gas HG. El consentimiento bajo información. En Tena-Tamayo. La comunicación humana y la
relación médico-paciente. Ed Prado. México. 2005: 257-272.
• Rivero-Serrano O, Paredes SR. El consentimiento informado. En Rivero-Serrano O, Tanimoto M
(coordinadores). El ejercicio actual de la medicina. 2ª parte. Siglo XXI editores. México. 2003: 47-55.
• CasaMadrid MOR. Consentimiento bajo información. En: La atención médica y el derecho sanitario.
JGH editores. México. 1999: 28-31.
• Navarro-Reynoso FP, Arguelles-Mier M, Cicero-Sabido R. Derechos humanos y consentimiento
informado. Cir Ciruj. 2004; 72 (3): 239-244.
• Veatch MR: The patient physician relation. The patient as partner, Part 2. Indiana University Press
1991: 79-85.
13
Derechos de los pacientes
“La Ética Médica es la responsable de los derechos de los pacientes”
Recibir atención médica: el paciente tiene derecho a que la atención médica se le otorgue
por personal preparado de acuerdo a las necesidades de su estado de salud y a las
circunstancias en que se brinda la atención; así como ser informado cuando requiera
referencia a otro médico.
Recibir trato digno y respetuoso: el paciente tiene derecho a que el médico, la enfermera
y el personal que le brinda atención médica, se identifiquen y le otorguen un trato digno, con
respecto a sus convicciones personales y morales, principalmente las relacionadas con sus
condiciones socioculturales, de género, de pudor, y a su intimidad, cualquiera que sea el
padecimiento que presente, y se haga extensivo a los familiares o acompañantes.
14
Ser tratado con confidencialidad: el paciente tiene derecho a que toda la información que
se exprese a su médico, se maneje con estricta confidencialidad y no se divulgue más que
con la autorización expresa de su parte, incluso la que derive de un estudio de investigación
al cual se haya sujetado de manera voluntaria; lo cual no limita la obligación del médico de
informar a la autoridad en los casos previstos por la ley.
Contar con facilidades para obtener una segunda opinión. El paciente tiene derecho a
recibir por escrito la información necesaria para obtener una segunda opinión sobre el
diagnóstico, pronóstico o tratamiento relacionados con su estado de salud.
Recibir atención médica en caso de urgencia: Cuando esta en peligro la vida, un órgano
o una función, el paciente tiene derecho a recibir atención de urgencia por un médico, en
cualquier establecimiento de salud, sea público o privado, con el propósito de estabilizar sus
condiciones.
Contar con un expediente clínico: El paciente tiene derecho a que el conjunto de los datos
relacionados con la atención médica que reciba sean asentados en forma veraz, clara,
precisa, legible y completa en un expediente que deberá cumplir con la normativa aplicable y
cuando lo solicite, obtener por escrito un resumen clínico veraz de acuerdo al fin requerido.
Ser atendido cuando se inconforme por la atención requerida: El paciente tiene derecho
a ser escuchado y recibir respuestas por la instancia correspondiente cuando se inconforme
por la atención médica recibida de servidores públicos o privados.
Así mismo tiene derecho a disponer de vías alternas a las judiciales para tratar de resolver
un conflicto con el personal de salud.
Lecturas recomendadas.
Ley General de Salud. Reglamento de la Ley General de Salud en materia de prestación de servicios de
atención médica.
CONAMED
34ª Asamblea Mundial: Declaración de Lisboa. Los derechos de los pacientes. Bol of Sanit Panam. 1990;
108:369-73.
Annas GJ. The rights of hospital patients. N. York. Avon Books. 1975.
Lifshitz A. Trujillo D. Los derechos humanos del paciente hospitalizado. México. Comisión Nacional de
Derechos Humanos. 1992.
Declaración de la FENACOME sobre los derechos de los pacientes. Adoptada por la XXXI Asamblea
Nacional.
Gispert Cruells, J. Conceptos de Bioética y Responsabilidad Médica. 3er ed. Manual Moderno. México.
2005:161-188.
15
Derechos Generales de los Médicos.
16
Recibir trato respetuoso por parte de los pacientes y sus familiares, así como del
personal relacionado con su trabajo profesional.
Tiene derecho a recibir del paciente y sus familiares trato respetuoso, así como
información completa veraz y oportuna relacionada con el estado de salud.
El mismo respeto deberá recibir de sus superiores, personal relacionado con su trabajo
profesional y terceros pagadores.
Lecturas recomendadas
CONAMED
Tena-Tamayo C y cols: Derechos de los médicos. Experiencia mexicana para su determinación y
difusión. Rev Med IMSS 2003; 41(6): 503-508.
Gispert-Cruells J. Derechos y deberes. En Conceptos de bioética y responsabilidad médica 3ª. Ed.
Manual Moderno. México 2005: 53-54.
17
Compromisos del cirujano ortopedista
“El hombre vale no por lo que tiene, ni siquiera por lo que
sabe, sino por lo que sirve. Tal es la cualidad propia del médico”
Manuel Velasco Suárez
18
No es ético que un cirujano ortopedista menosprecie la competencia profesional,
el conocimiento, la preparación o la atención que otorga otro ortopedista ante un
paciente o terceros, ni hacer criticas por escrito en los expedientes clínicos.
Se debe evitar emitir opiniones acerca de la relación entre un paciente y otro
médico.
El cirujano ortopedista debe permitir una segunda opinión a solicitud de su
paciente. Si su opinión concuerda, el segundo debe retirarse; si no concuerda el
paciente debe decidir con que médico continua.
La segunda opinión permite compartir el nivel de responsabilidad médica y legal,
reafirma la confianza del paciente y sus familiares de que está actuando
correctamente, cuando dicha opinión es coincidente.
El cirujano ortopedista debe apoyar a un compañero con menos conocimientos y
habilidades que le solicite su ayuda, siempre y cuando el paciente o la familia lo
sepan, de lo contrario se establece la cirugía fantasma.
El cirujano ortopedista no debe hacerse propaganda en los medios masivos de
comunicación.
No abusar del uso de la tecnología sin una justificación plena, sobretodo si
implica riesgo para el paciente o afecta a su patrimonio o al de la institución
prestadora de servicios.
El cirujano ortopedista debe participar en la evaluación de la atención que otorga
un médico por otros médicos (pares), es un procedimiento esencial para
garantizar una atención de calidad, en beneficio de los pacientes, por lo que los
ortopedistas debemos aceptarla.
El cirujano ortopedista podrá negarse a la realización de procedimientos
diagnósticos o terapéuticos, de utilidad no comprobada o que represente riesgo
para la salud o la vida de los pacientes o su descendencia, a solicitud del
paciente o de autoridades, cuando no sean congruentes con los conocimiento
médicos vigentes, con los principios éticos establecidos, con su capacidad
profesional o cuando exista objeción de conciencia.
El cirujano ortopedista está comprometido a otorgar trato igualitario a todas las
personas, en conciencia o en justicia natural y a ofrecer las mismas
oportunidades de atención, sin preferencias ni privilegios a todos sus pacientes,
independientemente de su raza, nacionalidad, religión, edad o periodo de la vida
desde su inicio hasta su fin, género, preferencia sexuales, condición social o
económica, orientación política, condiciones de invalidad física o mental,
capacidad para tomar decisiones o para quejarse, remuneración que se perciba
por la atención que se otorga, padecimientos con que curse, condición legal,
privación de la libertad, recomendaciones o cualquier otra que ocurriera.
Lecturas recomendadas
19
Relación médico-paciente
20
en paciente, simplemente para hacerse una revisión médica. De la misma forma, la
comunidad en donde se implementa una campaña preventiva no necesariamente está
enferma y sin embargo es paciente en la medida en que esta en contacto con el
sistema de salud.
Médico es aquel ser humano que escucha con paciencia, interroga con cautela,
examina con atención, haciendo de cada caso un particular objeto de estudio, de
reflexión y de adiestramiento, transformando todo en un precioso elemento de la
experiencia que siempre ha sido en nuestro campo, el interés único de la verdad. El
médico es capaz de ver al hombre en el enfermo, tratándolo como a él le gustaría que
lo trataran en sus condiciones, estableciendo vínculos afectivos que le permitan tener
derecho a su confianza y abandono, a cambio de todo lo que le ofrece. Respeta
siempre al hombre, inclusive cuando no sea más que los escombros de una miserable
existencia. Mente y corazón en el ejercicio digno y honesto de la profesión, tal es el
camino a seguir por el buen médico. En efecto, el médico será el que reúna en sí la
ciencia, el arte, la técnica, la personalidad y un profundo sentido humano de la vida. (Dr.
Ismael Cosío Villegas).
La consulta antes que todo es un acto de presencias: la del médico y la del paciente, o
del hombre sano, que solicita la asistencia médica. Este acto de presencias da lugar a
una relación: la relación médico-paciente y la relación médico-hombre sano, tan
importante esta última dentro de la corriente de la medicina preventiva.
Las raíces de la relación médico-paciente son dos: una corresponde al médico y otra al
enfermo. La del médico estriba en una disposición afectiva para proporcionar ayuda,
aunada a la preparación científica y técnica para llevarla a cabo. La del enfermo
constituida por una necesidad de ayuda médica con motivo de un problema de salud.
21
Los objetivos de la relación médico-paciente tienen que dividirse en los que persigue
cada uno de los participantes de esta relación. Por lo que toca al médico estos objetivos
son los siguientes:
a) Obtener información sobre el problema de salud motivo de la consulta, sobre la
persona que lo padece, sobre su medio familiar, social, cultural y económico.
b) Comprender al paciente.
c) Proporcionarle la información pertinente sobre su problema de salud.
d) Motivarlo para que participe en forma positiva en la mejor solución de su
problema.
La verdadera función del médico solo puede realizarse cuando se establece una
relación con el paciente que permita conocerlo a fondo. Debemos evitar que se desvíe
el objeto de interés para el médico, el individuo enfermo, y no uno de sus objetos
parciales (corazón, cadera, etc.). La relación debe ser en la que se tratan individuos
completos, no solo síntomas, donde hay un manejo de la interioridad y de la
exterioridad del paciente, donde se consideran los factores psíquicos, somáticos,
sociales y espirituales del devenir humano, donde se reúnen el hombre interno y el
hombre externo y se conjugan individuo y sociedad.
El concepto del desarrollo como función primordial del médico debe constituir la base
de una filosofía médica que valore al hombre en sus dimensiones somática, psíquica,
social, espiritual y cultural.
El médico debe ser ante todo una persona capaz de acompañar y de promover un
desarrollo permanente del individuo y de la sociedad.
Los eventos que el médico y el paciente realizan en cada uno de los encuentros que
sostienen en el ejercicio de su quehacer profesional son:
22
c) Comunicar al paciente las hipótesis diagnósticas convirtiendo el sofisticado y
ansiogénico marco teórico que el clínico maneja en un comunicado de contexto
sociocultural de gran diversidad que no afecte la comprensión del paciente de lo
que escucha de boca del médico.
d) Estudiar junto con el paciente las opciones de tratamiento hasta elegir la que
ambos consideren adecuada, estableciendo con justicia el lugar que corresponde
a cada uno de los participantes en esta relación, sin pretender democratizar el
ejercicio clínico.
e) Acompañar al paciente durante el proceso de tratamiento, que va más allá del
requerimiento de medicamentos e intervenciones terapéuticas, sin importar la
duración del padecimiento, recordando que “cura” no solo es remedio o
resolución de la enfermedad sino también cuidado.
23
médico-paciente. Esta relación interpersonal, que no suele ser voluntaria, involucra una
interacción entre individuos que se encuentran en posiciones desiguales, involucra
asuntos de vital importancia, se encuentra cargada de emociones, y exige de una
cooperación muy cercana.
24
El médico no debe excederse en atenciones, tampoco ser hostil, debe mantener una
actitud serena y gentil que propicie el respeto mutuo, propio del médico que practica la
más digna y noble profesión.
Lecturas recomendadas.
25
Responsabilidad profesional y legal del médico.
7. De acuerdo con la Norma Oficial es deber del médico y un derecho del paciente,
contar con un expediente clínico debidamente integrado de acuerdo con la
normatividad oficial, que contenga toda la información relativa a su enfermedad,
incluyendo: historia clínica , notas y órdenes médicas, el documento del
consentimiento válidamente informado, resultados de procedimientos diagnósticos
y terapéuticos, programa de estudio y tratamiento, diagnóstico y pronóstico; los
documentos del expediente clínico deberán estar ordenados y legibles de acuerdo
con la normatividad oficial, de tal manera que permitan recuperar fácilmente la
información contenida en ellos.
26
8. El expediente clínico debe ser elaborado con objetividad, veracidad y honestidad.
Cualquier alteración en sus registros es contraria al concepto de la ética y
constituye un delito. Queda implícita la prohibición de modificarlo para encubrir
conductas incorrectas o para incrementar en forma injustificada el costo de los
servicios.
11. Todo aquel que tenga acceso al expediente clínico, está obligado a guardar la
confidencialidad y el respeto total del secreto profesional.
14. El paciente deberá ser informado de los nombres y cargos del personal de salud
que lo atiende.
27
17. El certificado de defunción debe ser otorgado por un médico legalmente
autorizado para el ejercicio de la práctica médica, después de verificar la identidad
de quien ha fallecido y comprobar su defunción. No es indispensable, pero si
deseable, que sea el médico tratante quien lo otorgue.
19. Es obligación del médico denunciar por escrito ante las autoridades de la
institución, cualquier acto deshonesto comprobado, realizado por un compañero
previa advertencia al interesado; el no hacerlo así establece corresponsabilidad.
20. El médico debe señalar las fallas o desacuerdo que a su juicio se presenten con
otros profesionales, siempre con respeto, procurando no dañar el prestigio de un
colega o colaborador al hacerlo.
24. El médico esta obligado por ley a notificar los padecimientos infectocontagiosos,
en beneficio de la población en general.
27. El médico debe evitar una conducta sexual inadecuada, ya que se considera un
abuso de poder profesional y una violación de la confianza del paciente. Una
relación romántica o sexual entre médico y paciente siempre será considerada
como no-ética.
28. Se deben tomar medidas para evitar efectos deletéreos sobre el medio ambiente,
incluyendo el manejo correcto de residuos peligrosos como son los biológicos-
28
infecciosos, la no utilización de aerosoles, asimismo se deberá garantizar el
aislamiento y control de pacientes infectocontagiosos y cualquier precaución
necesaria en el desempeño de sus funciones.
30. El médico que crea estar infectado con el virus de la inmunodeficiencia humana o
por otros agentes infecciosos graves, que pudieran ser transmitidos al paciente,
debe hacerse voluntariamente análisis confirmatorios para protegerlos. La decisión
para continuar sus actividades con los pacientes, debe adherirse a la obligación
profesional fundamental de evitar lesionar a los pacientes.
Lecturas recomendadas.
29
Secreto Profesional
Averiguación indiscreta. El médico puede y debe informarse, por todos los conductos
lícitos y con gran prudencia, de los antecedentes de sus enfermos y especialmente de
los que considera importantes, sin embargo, no puede hacer averiguaciones
indiscretas, imprudentes o ilícitas de los antecedentes personales o patológicos del
paciente, que descubren a un tercero un pasado que había que mantener en secreto, o
hacen que otros entren en sospecha sin necesidad.
Revelación directa. Cuando el médico, aún sin tener intención de perjudicar sino
solamente la de revelar el caso da a conocer voluntariamente un hecho de carácter
médico cuya revelación puede ser nociva, puede causar perjuicio moral, material o una
justificada molestia a los interesados.
30
Lecturas recomendadas
• Espinosa de los Reyes VM (ed) El secreto profesional. Medicina y Ética 1994: 301-314.
• Fernández-Vázquez JM. Secreto Profesional. Anales Médicos Hospital ABC 1999; 44 (1)
• Villalpando GJ. Ética medica Rev Med IMSS (México). 1991; 29:5-12.
• Vélez CLA (ed) Ética médica Medellín Colombia Corporación Investigaciones Biológicas. 1987:
157-167.
• Chávez I: La moral médica frente a la medicina de nuestro tiempo. En Humanismo Médico,
educación y cultura. UNAM, México, 1991, Vol. 1, 39-49.
• Sánchez GP. El secreto profesional. En: Hernández AJ. Bioética General. Manual Moderno.
México 2002:339-346.
• Pérez-Tamayo R. Secreto profesional. En: Ética Médica Laica. Fondo de cultura económica.
México. 2002:101-104
31
Relaciones interpersonales con respecto a otros médicos, personal de
salud y profesionistas afines
De las relaciones del médico con el personal de salud y con otros profesionistas afines.
• Debe comportarse con otros médicos como le gustaría y espera que se comporten
con él.
• En caso de que otro médico requiera de su opinión y ayuda, debe ofrecerla sin
vacilar, en base a su mejor conocimiento y solidaridad profesional.
• Está obligado a señalar los errores cometidos por sus colaboradores o por otros
empleados, siempre que no viole la dignidad humana y nunca frente al paciente o
de sus familiares y amigos.
32
Lecturas recomendadas
33
Honorarios profesionales
1. Es un contrato bilateral: toda vez que genera relaciones recíprocas para ambas
partes. Para el profesionista, la obligación de dispensar la atención correspondiente,
conforme a los principios científicos y éticos que orientan la práctica médica, en
tanto que el paciente quedará obligado a pagar los honorarios del caso.
2. Es un contrato a título oneroso: en atención a que del mismo derivan provechos y
gravámenes recíprocos: para el médico, el provecho será la remuneración de la cual
será beneficiaria -los honorarios- en tanto que el gravamen a su cargo, consiste en
los servicios que dispensará al enfermo. Por lo que hace al paciente, el provecho
será el contar con la atención médica necesaria, en tanto que el gravamen estará
representado por los honorarios que habrá de erogar a título de contraprestación.
3. Es un contrato consensual: tal característica deriva del hecho que la Ley, no exige
formalidad especial para el otorgamiento de este contrato. El contrato se perfecciona
por el simple acuerdo de voluntades entre el médico y el paciente, aún cuando no
conste su compromiso por escrito. La Ley alude exclusivamente al consentimiento
(conformidad de las partes). Es un contratos verbis y no es menester su redacción
documental. La casi totalidad de contratos de atención médica se perfecciona por el
simple hecho de presentarse el paciente a consulta con determinado facultativo,
seguido de la prestación del servicio demandado y queda legalmente acreditada con
la simple exhibición de la receta expedida por el médico correspondiente.
4. Es un contrato principal: porque no requiere de ninguna obligación de ningún
contrato preexistente para que pueda existir.
5. Es un contrato intuitu personae: tal característica deriva del hecho,
importantísimo, de la identidad del médico a contratar, toda vez que el paciente
decide obtener los servicios de un médico, atendiendo a su especialidad, capacidad
profesional, su solvencia, e incluso por la confianza que en lo particular le inspire, de
modo tal que optará por un profesional determinado dentro de los muchos que
ofrecen sus servicios al público.
Cualquier paciente mayor de edad podrá contratar los servicios del facultativo que
deseé; en tanto que si el paciente fuere un menor o incapaz, podrá hacerlo a través de
su representante legal, excepción hecha de los casos de urgencia en que por sí o por
un tercero, podrá acudir en demanda de atención médica (Artículo 55 y 56 de la Ley
General de Salud).
34
1. Prestar sus servicios conforme a los principios de la práctica médica.
2. Respeto al secreto profesional.
3. Responder civilmente, mediante el pago de daños y perjuicios en caso de
negligencia, impericia o dolo.
4. Prestar sus servicios personalmente.
5. Avisar al paciente en caso de no poder continuar prestándole sus servicios.
6. Cumplir con lo previsto en la Ley General de Salud, sus reglamentos y normas.
Toda persona que recibe una atención médica o quirúrgica tiene el deber ineludible de
cubrir el costo de esos servicios y el médico tiene todo el derecho de recibir el pago de
sus honorarios o de eximir parcial o totalmente a su paciente del mismo.
Como una regla de “etiqueta” o cortesía, ha sido habitual que el médico otorgue
gratuitamente sus servicios profesionales a sus colegas, así mismo y cuanto sea
posible, a los familiares que dependan directa y económicamente de ellos.
35
Aunque aún no existe un sistema ideal para estimar el monto de los honorarios
médicos, William Hsiao y sus colaboradores en la Escuela de Salud Pública de la
Universidad Harvard, han propuesto un esquema que busca retribuir adecuadamente
los esfuerzos requeridos para efectuar un procedimiento o servicio de atención médica.
Los tres componentes fundamentales en los que se basa este sistema son: 1) el
esfuerzo total del trabajo del médico, en el que se consideran varios factores, como: el
tiempo empleado en realizar el servicio o procedimiento, la destreza técnica y el juicio
requeridos, y el stress secundario al riesgo potencial del paciente; 2) el costo originado
por la práctica de la profesión, incluyendo los gastos del consultorio y el seguro de
responsabilidad profesional; y 3) el costo de oportunidad a consecuencia del tiempo
invertido en el adiestramiento de postgrado para obtener una especialidad. Los autores
consideraron además de los tres factores, un estimado del costo de vida prevaleciente
en la ciudad o región geográfica donde el médico ejerce su profesión
El sistema que especifique el costo de los honorarios profesionales debe estimarlos en
función de:
1. Capacidad acreditada y certificada del médico.
2. Complejidad y gravedad del padecimiento.
3. Tiempo que requiere y horario en que se brinda el servicio.
4. Riesgo de muerte del paciente.
5. Riesgo de demanda médico-legal en contra del médico.
Lecturas recomendadas.
Castañeda G. El arte de hacer clientela. Facultad de Medicina UNAM, JGH editores, 1997.Respecto
de la 1ª edición, Editorial El Hecho Mexicano, 1993.
CasaMadrid MOR. La atención médica y el derecho sanitario. JGH editores. 1999: 39- 50.
Sámano GF, Fernández GH.: Los honorarios médicos en la era de los terceros pagadores En Rivero
SO y Tanimoto M. Coordinadores. El ejercicio actual de la medicina. 2ª. Parte Siglo XXI editores.
2003: 141-157.
Veatch MR: The patient physician relation. The patient as partner, Part 2. Indiana University Press
1991: 146-153.
López de la Peña XA. Los derechos del paciente. Trillas. México. 2000: 103-106.
Arrubarena AVM, Gutiérrez SC, Bautista OJ. Código de Ética. Asociación Mexicana de Cirugía
General. México. Manual Moderno. 2002: 17.
LainEntalgo P. La relación Médico-enfermo. Historia y teoría. Revista de Occidente. Madrid. 1964.
36
Dicotomía
Los honorarios médicos son la justa retribución que el médico recibe por la prestación
de sus servicios profesionales.
No es "el precio" de sus servicios, sino la justa remuneración que se denomina
"honorarios", porque honran a quien los da y muestran el honor que el médico merece,
proviene de una palabra griega que significa etimológicamente división en dos partes.
Es "la práctica ilícita de repartir entre dos médicos, los honorarios de un paciente, que
fue remitido por uno de ellos al otro, sin que él participe del diagnóstico o tratamiento
para el cual fue enviado, y sin que el paciente tenga conocimiento de dicho acuerdo
económico”.
• A colegas
• A laboratorios
• Departamentos de imagenología
• Laboratorios de productos farmacéuticos
• Farmacias
• Fabricantes de instrumental e implantes
• Almacenes que suministran material médico
• Centros de medicina deportiva
• Ortesis y calzado
• Centros de diagnóstico
• Departamentos de fisioterapia
• Hospitales
37
La dicotomía es una falta contra la ética porque el paciente tiene que pagar, no por un
servicio que se le prestó, sino por una remisión. En la mayoría de estos casos, la
remisión se hace buscando más una ganancia económica para el médico que el bien
del paciente, lo cual viola el principio de no anteponer nada al bien del enfermo. Si un
médico remite un paciente a su colega, este no puede remunerarle la remisión.
Esta práctica ilícita es de todo punto censurable ya que lleva consigo una doble
injusticia. Por una parte la selección por el médico remitente del cirujano "más rentable",
más "generoso", privando al paciente de la libertad de recurrir a quien le parezca mejor.
Y por otra parte el recargar la nota de gastos del paciente para que éste corra a cargo
de la remuneración que el cirujano envía al médico.
Lecturas recomendadas
• American College of Physicians. Ethics Manual. Ann Int Med 1984; 101:129-37.
• American College of Surgeons. Statements on Ethics in Patients Referral to Ancillary services.
Fellowship Pledge. ACS Bulletin, July 1989.
• Beauchamp TL y McCullough BL: Etica Médica. Editorial Labor 1987, pp. 93-120.
• Chávez I: La educación de un clínico. Etica, Deontología y responsabilidad del médico
contemporáneo, UA de San Luis, 1973, pp. 30.
• Fuentes AR: Fundamentos filosóficos de la medicina. EDAMEX, 1a Ed, 1985, pp. 211-213.
• Guide to the Ethical Practice of Orthopaedic Surgery. American Academy of Orthopaedic
Surgeons, 2nd Ed., 1992.
• Guzmán MF, Mendoza VJ: Consideraciones especiales sobre ética médica. Revista Colegio
Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 87, 1964, pp. 563.
• Häring B: Moral y medicina. Editorial PS Madrid 1971, pp. 33.
• Jinich H, Castañeda G: El médico, el enfermo y la medicina, UNAM, 1a Ed., 1986, pp. 182-185.
• Kassler J: Bitter medicine. Carol Publishing Group, 1994, pp. 112-113.
• Lara y Mateos RM: Medicina y cultura.Plaza y Valdez, 1a De,1994, pp. 39-58.
38
• Pérez TR: Notas sobre la ignorancia médica y otros ensayos. El Colegio Nacional.1a De,1991,
pp. 159.
• Ponce M: Códigos de Etica y Derechos Humanos. En Bioética y Derechos Humanos. Inst. Invest.
Jurídicas. Serie E: Varios. núm. 52, U.N.A.M. 1992, pp. 17-31.
• Ramírez S: La inmoralidad médica reinante. Revista de Medicina y ciencias afines, México 1945,
pp. 62-65.
• Rist E: La moralprofesional del médico. Paris, 1941, pp. 93.
• Roldan GJ: Etica médica. Librería Parroquial de Clavería, 3a Ed., 1990, pp. 79-86.
• Rodwin MA: Medicine, money and morals, Oxford University Press, USA, 1993, pp. 22-26.
• Ruiz AL: Honorarios médicos en la ética médica, Ed. ECA, Méx, D.F.1976, pp. 126-131.
• Schyve PM: Health Care Organizations are responsible for making determinations responsibly.
Am S Anesth NEWSLETTER. 58, 8: 1994:31-38.
• Starr P: The social transformation of american medicine, Basic Books, USA, 1949, pp. 136-167.
39
Cirugía fantasma
Como dice Gonzalo Castañeda, la cirugía inmoral, la que se practica conciente de que
no se tiene la capacidad para realizarla y sólo por ganar dinero o prestigio es diabólica,
persignarse ante las tentaciones, ese dinero trae insomnio, hace daño, a la postre se
descubre la maldad, desprestigia la profesión, rebaja y hace repulsivo al médico. El
profesionista se queja de que la sociedad no lo respeta, pues que se dé primero a
respetar.
Llamar a otro compañero para refuerzo no desdora, levanta; el médico que así obra
infunde confianza en las familias porque comprenden que en tal proceder, que no ve él,
sino que mira al enfermo.
40
Lecturas recomendadas
• Cano-Valle F: Los derechos humanos y el médico. Gaceta Médica de México, 1991, 127 (6): 475-
480.
• Jinich H, Castañeda G: El Médico, el Enfermo y la Medicina. Universidad Nacional Autónoma de
México, 1986, 1a Ed. pp. 93, 151, 182, 183.
• Ponce M: Códigos de Etica y Derechos Humanos. En Bioética y Derechos Humanos. Inst. Invest.
Jurídicas. Serie E: Varios, núm. 52, U.N.A.M. 1992, pp. 17-31.
• Declaración de Ginebra. Asociación Médica Mundial 1948, 1968, 1983. En Bioética y Derechos
Humanos. Inst. Invest. Jurídicas. Serie E: Varios, núm. 52, U.N.A.M. 1992, pp.
• Hortal A: El sujeto ético en la era tecnológica: aspectos éticos del desarrollo tecnológico. A Dou F
Abel Ed. Mensajero, Bilbao, España, 1979, pp 185-212.
• Ruiz Amezcua L: Honorarios médicos, En "Etica Médica", Ediciones ECA, Mex, D.F., 1976, pp.
126-131.
• Cross WA, Churchill RL: Ethical and Cultural Dimensions of Informed Consent. Annals of Internal
Medicine 1982: 110-113.
41
Expediente clínico
La historia clínica debe ser el relato de los sucesivos encuentros entre el médico y el
paciente, no un cartabón que se llena a la carrera. La historia es un documento médico
que se emplea con diversos fines, no puede ser un sucedáneo de una relación de
persona a persona, al no comprenderlo así, los facultativos han confundido una función
médico-administrativa con su verdadera función médico-humana.
La historia clínica es un documento privado, tiene carácter legal y su adulteración
constituye falta punible por la ley, por lo que deben numerarse las hojas de la historia
para evitar problemas.
• Es deber del médico y un derecho del paciente, contar con un expediente clínico
debidamente integrado de acuerdo con la normatividad oficial, que contenga toda la
información relativa a su enfermedad, incluyendo: historia clínica , notas de
evolución y órdenes médicas, el documento del consentimiento válidamente
informado, resultados de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, estrategia de
estudio y tratamiento, diagnóstico y pronóstico; los documentos del expediente
clínico deben estar ordenados y legibles, de tal manera que permitan recuperar
fácilmente la información contenida en ellos.
• Todo aquel que tenga acceso al expediente clínico, está obligado a guardar la
confidencialidad y el respeto total del secreto profesional.
42
• Siempre que se prescriban medicamentos a un paciente, debe elaborarse una
receta médica que contenga la información señalada en la normatividad oficial y
dejar constancia de lo prescrito en el expediente del paciente.
Lecturas recomendadas.
43
Investigación
“En ciencia: la ficción de ayer, ya se realiza hoy; lo inimaginable hoy, aparecerá mañana”
Para saber qué actividades deben someterse a inspección para la protección de los
sujetos humanos de la investigación, es importante distinguir entre investigación
biomédica y de comportamiento por un lado y la práctica de terapia aceptada por el
otro. Esta distinción entre investigación y práctica es vaga, en parte porque con
frecuencia ambas ocurren al mismo tiempo (como en la investigación diseñada para la
evaluación de una terapia) y en parte porque a las desviaciones notables de la práctica
normal a menudo se les llama "experimental" cuando los términos "experimental" e
"investigación" no están definidos con claridad.
44
Juicios de Crímenes de Guerra en Nuremberg, el Código de Nuremberg se redactó
como un conjunto de normas para juzgar a físicos y científicos que condujeron
experimentos biomédicos en prisioneros de campos de concentración. Este código se
convirtió en el prototipo de códigos posteriores que trataron de asegurar que las
investigaciones que incluyan seres humanos se lleven a cabo de una manera ética.
Código de Nüremberg.
2. El experimento debería ser tal que prometiera dar resultados beneficiosos para el
bienestar de la sociedad, y que no pudieran ser obtenidos por otros medios de estudio.
No podrán ser de naturaleza caprichosa o innecesaria.
45
4. El experimento deberá llevarse a cabo de modo que evite todo sufrimiento o daño
físico o mental innecesario.
5. No se podrán realizar experimentos de los que haya razones a priori para creer que
puedan producir la muerte o daños incapacitantes graves; excepto, quizás, en aquellos
experimentos en los que los mismos experimentadores sirvan como sujetos.
10. En el curso del experimento el científico responsable debe estar dispuesto a ponerle
fin en cualquier momento, si tiene razones para creer, en el ejercicio de su buena fe, de
su habilidad comprobada y de su juicio clínico, que la continuación del experimento
puede probablemente dar por resultado la lesión, la incapacidad o la muerte del sujeto
experimental.
Lecturas recomendadas.
46
Publicaciones
La ética de publicar en medicina debe estar presente en cada fase del proceso de
investigación, desde su planeación hasta su finalización:
a) Todos los estudios se deben iniciar con una idea y un propósito, pero para saber
que esta es novedosa se debe efectuar la revisión exhaustiva de la literatura de tal
manera que el autor conozca cada artículo en forma completa y no sólo el resumen.
El comportamiento ético implica la responsabilidad de que él o los autores de un
artículo publicado sean citados correctamente. Citar una referencia sin haber leído el
artículo no es ético.
b) No es ético iniciar un estudio cuando el o los autores no han definido el beneficio
potencial de su investigación o no se planteó la duda científica que se deseaba
responder. Cualquier estudio con seres humanos debe cumplir con el requisito de la
firma del paciente, quien ha otorgado su consentimiento –previa debida
información– de los potenciales riesgos inherentes y los beneficios buscados,
apegándose en todo caso, para su participación, al protocolo acordado en la
Declaración de Helsinki.
c) Honestidad en la recolección de datos y su interpretación para que las conclusiones
sean el producto de una revisión ética de todos los parámetros.
47
Respecto del manuscrito, los coautores tienen la obligación de colaborar con el autor
principal aportando sugerencias, leyendo y aprobando el documento final. No deberá
incluirse como coautores a individuos que no hayan participado en el estudio.
Es importante que antes de que el escrito se publique, sea revisado por expertos en el
tema y por el editor de la revista, ya que sus sugerencias contribuirán a que el artículo
cumpla con los requisitos éticos y científicos indispensables.
Hay que enfatizar que él o los autores de una publicación son los responsables, tanto
de la forma como del fondo de su contenido, habida cuenta que sus lectores podrán
utilizar esta información para el cuidado de sus pacientes. Los autores deben asumir el
compromiso de escribir cada palabra, cada oración y cada párrafo con el mismo
cuidado y dedicación con los que brindan sus servicios profesionales a los pacientes, es
decir, es responsabilidad ética de los autores: la claridad de pensamiento, lo adecuado
de cada palabra, y la ejecución ordenada y estructurada al preparar el manuscrito para
su publicación.
Lecturas recomendadas
48
Difusión
La información debe ser clara, precisa y verídica, proporcionando al mismo tiempo los
datos personales del autor o del investigador.
Lecturas recomendadas
• Arrubarena AVM, Gutiérrez SC, Bautista OJ. Código de Ética. Asociación Mexicana de Cirugía
General. México. Manual Moderno. 2002: 26.
49
Enseñanza
El deber del ortopedista para con los estudiantes es el de alimentar no sólo su conocimiento
médico y sus destrezas, si no inbuirles de una actitud de servicio, de un trato cordial y
respetuoso con el paciente y todo el personal del hospital. El profesor debe propiciar mejorar
la cultura en general, y cuidar que la educación sea integral.
El ortopedista que es maestro debe cuidar que su quehacer diario refleje la conducta que
exige a sus alumnos.
Lecturas recomendadas
50
Derechos sobre una muerte digna
Debe tenerse en cuenta que la muerte es un fenómeno natural y que la vida debe
prolongarse lo más que sea factible, pero no a prolongar indefinidamente una agonía,
especialmente si es dolorosa para el paciente.
Conforme a la ley el médico esta comprometido a llevar a cabo cualquier procedimiento que
se requiera para preservar la salud y la vida de los pacientes y por lo tanto, esta facultado
para retirarlo o para no suministrarlo, cuando dicho procedimiento no sea necesario o útil
para cumplir con dichos propósitos, sin embargo, carece de facultades para:
• Participar en forma activa en un suicidio asistido.
• Realizar acciones dirigidas a terminar con la vida del paciente.
Debe distinguirse entre un paro cardiaco y la muerte, no se justifica llevar a cabo maniobras
de resucitación en pacientes que fallecen por una enfermedad terminal o irreversible, la
muerte debe entenderse como un proceso natural. Los paros cardiacos en pacientes no
terminales, deben ser revertidos.
Debe tenerse en cuenta las preferencias del paciente en el ejercicio de su autonomía para
decidir, particularmente si esta consciente o si las dejó por escrito cuando lo estaba
(testamento vital).
Los casos de duda o controversia en este tema deben ser consultados con el Comité de
Ética y sus expertos en aspectos morales, religiosos y legales.
El soporte vital puede ser retirado según la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, en su
dictamen 5:
1. Cuando no se ha logrado la efectividad buscada.
2. Cuando se trata de prolongar una inconciencia irreversible.
3. Cuando el sufrimiento del paciente sea inevitable, excesivo y desproporcionado en
relación al beneficio esperado.
4. Cuando se conozca con certeza una disposición del paciente al respecto
5. Cuando exista irreversibilidad manifiesta.
51
condiciones posibles, si es legalmente factible, respetando los deseos explícitos del
paciente.
Cuando se acredite la muerte cerebral conforme a los criterios vigentes deben suspenderse
la maniobras de soporte vital, a menos de que sea candidato a donación de órganos con
fines de transplante, por lo que deberá verificarse si hay una autorización formal del
paciente, o intentar recabarla con el familiar legalmente facultado para ello, así como contar
con la autorización respectiva de las autoridades judiciales, si el caso es médico legal.
Lecturas recomendadas.
Pbro. Lic. José Guillermo Gutiérrez Fernández. Comunicación personal. Comité de Bioética del Centro
Médico ABC.
Pérez Valera VM, Eutanasia. ¿Piedad? ¿Delito? México, Jus. 1989.
Ortiz Quezada F. Reflexiones: Ciencia médica y derechos humanos, México. Némesis 1993.
Ortiz Quezada F. Muerte, morir Inmortalidad. México. Taurus 2005.
52
Eutanasia
“Nada mejor puede el hombre pedir en suerte a los dioses, que una buena muerte”
Posidoppos
Clasificación.
• Eutanasia activa: cuado se procura una acción dirigida a facilitar la muerte del
doliente.
• Eutanasia pasiva: la renuncia a la prolongación artificial de la vida.
• Eutanasia directa: un acto que deliberadamente provoca la muerte.
• Eutanasia indirecta: la abreviación de la vida resulta como efecto secundario.
• Eutanasia voluntaria: a petición del padeciente
• Eutanasia involuntaria: sin contar con la decisión del enfermo.
• Distanasia: dificultad para morir, muerte dolorosa, agonía prolongada,
encarnizamiento terapéutico, lucha obsesiva cuando de antemano se sabe que nada
puede ofrecerse.
• Adistanasia: respeto al proceso natural del morir.
• Ortotanasia: la posibilidad de una muerte justa que conoce y respeta el momento de
la muerte sin adelantarlo ni retrasarlo lo cual constituiría el ideal de un ejercicio
médico ético y sabio
Una eutanasia activa, directa y que no toma en cuenta al paciente puede encubrir un
asesinato.
La eutanasia pasiva e indirecta ha sido tolerada y se considera moralmente válida. Desde
1952 el Papa Pío XII condenaba las medidas terapéuticas “que degradan al hombre a la
condición de un mero ser sensorial o autómata viviente”, como crítica a la consideración de
los médicos y familiares de un enfermo con el deseo de prolongar irracionalmente la vida
gracias a los avances tecnológicos. (Pérez Valera VM)
Para la ley que rige en México y la moral judeo-cristiana, la eutanasia es hasta el momento
condenable y punible.
Lecturas recomendadas.
Pbro. Lic. José Guillermo Gutiérrez Fernández. Comunicación personal. Comité de Bioética del Centro
Médico ABC.
Pérez Valera VM, Eutanasia. ¿Piedad? ¿Delito? México, Jus. 1989.
Ortiz Quezada F. Reflexiones: Ciencia médica y derechos humanos, México. Némesis 1993.
Ortiz Quezada F. Muerte, morir Inmortalidad. México. Taurus 2005.
53
Principios del cuidado del paciente al final de la vida.
American College of Surgeons Committee on Ethics. Bulletin of the American College of Surgeons 1998; 83(4).
54
Transplante de Órganos y Tejidos
“Algún día vendrá que no sean menester los órganos humanos para reemplazar
los irremisiblemente dañados o no funcionales.”
“Mientras esto acontece hagamos de la donación post-mortem de órganos únicos
una obligación humanitaria y de la donación en vida de órganos no vitales un
solemne acto de solidaridad humana.”
Citado por Gispert Cruells J.
El médico debe estar conciente, de las implicaciones éticas de los transplantes de órganos
debido a la tecnología y la sensibilidad de la población. Para que la donación de órganos
satisfaga las exigencias éticas que están implícitas en las creencias, ideales, temores y
recelos de la comunidad, el grupo médico tratante, incluido el cirujano debe garantizar no
sólo la calidad clínica y técnica de la intervención, sino también la confiabilidad del proceso
total que conduce a las decisiones.
• La necesidad del receptor a recibir el órgano debe ser la única opción para su
supervivencia o curación.
• La capacidad funcional del donante será respetada a pesar de la disminución en su
integridad anatómica.
• El donador vivo, lo hará bajo consentimiento libre e información completa del proceso y
consecuencias; sin ningún género de presión, coerción o retribución económica.
• El comercio de órganos para transplante es ilegal y contrario al más elemental principio
bioético médico.
• La distribución adecuada de órganos disponibles debe hacerse con estricta justicia
social; prioridad al que más lo necesita y no al que más “vale” o al que “mejor paga”.
• Realización del transplante solamente en hospitales que ofrezcan las mayores garantías
de éxito.
• Considerar costo social y beneficio unitario.
En la donación post-mortem:
• Determinación de la muerte. (Art. 318 Ley General de Salud)
• Electroencefalograma isoeléctrico
• Muerte cerebral
• Condiciones del disponente. Para que el cadáver sea útil para el transplante debe de
reunir las siguientes características:
55
o Haber fallecido preferentemente de traumatismo craneoencefálico y/o en
unidades de cuidados intensivos.
o No haber sufrido el efecto deletéreo de una agonía prolongada.
o No haber padecido tumores malignos con riesgo de metástasis al órgano
que se pretende utilizar.
o No haber presentado infecciones graves y otros padecimientos que
pudieran afectar al receptor o comprometer el éxito del transplante.
o Ser preferentemente joven, no sobrepasar los 60 años de edad.
• Consentimiento del donante
• Consentimiento de familiares
• Consentimiento tácito o presunto
• Criterio legal actual. Artículos 320, 321, 22, 23, 24 y 25. Publicado en México en el Diario
Oficial de la Federación en el año de 2002 para la utilización de cadáveres con fines de
transplante de órganos.
• Donación obligatoria. Aun no aprobada.
El criterio de Antonio Hortelano, parece llenar todas las expectativas morales, éticas y hasta
sociales referentes a transplantes humanos de muerto a vivo. (Gispert Cruells, J)
En este sentido habría que hacer conciencia a la gente para que hiciera donación en vida de
sus restos mortales para bien de la humanidad. Y no esta incluido en modo alguno que los
familiares y el mismo estado pueden disponer del cadáver en beneficio de los demás.
Parece equitativo que los muertos que recibieron en vida muchos sacrificios por parte de la
sociedad, contribuyan después de su muerte al bien común con algo que a ellos no les
acarrea ningún perjuicio.
Lecturas recomendadas.
Gispert-Cruells J. Transplante de órganos. En Conceptos de bioética y responsabilidad médica. 3ª ed.
Manual Moderno. México 2005: 197- 212.
Garza GR. Transplante de órganos. En Hernández AJ. Bioética General. Manual Moderno. México
2002:183-205.
Márquez PJ. Muerte cerebral. En Hernández AJ. Bioética General. Manual Moderno. México 2002:245-
255.
Pérez-Tamayo R. Los transplantes de órganos y tejidos y la ética médica. En: Ética Médica Laica.
Fondo de Cultura Económica. México. 2002: 250-.273.
Veatch MR: The patient physician relation. The patient as partner, Part 2. Indiana University Press
1991: 213-221.
Arrubarena AVM, Gutiérrez SC, Bautista OJ. Código de Ética. Asociación Mexicana de Cirugía
General. México. Manual Moderno. 2002: 25.
Fernández del Castillo C. Academia Mexicana de Cirugía. Código de Ética Médica. 2002: 15.
Ethics Manual. 4th edition. American Collage of Physicians. 1998.
Childress JF. The gift of life: Ethical sigues in organ transplantation. Ann Coll Surg. 1996.81,3.8-22.
Santiago-Delphin EA, Ruiz-Speare JO. Transplante, Humanismo, Ética y Sociedad. Manual Moderno.
México. 2001.
56
Código Internacional de Ética Médica.
a) La publicidad médica hecha por un médico a menos que esté permitida por las leyes del
país y el código de ética de la asociación médica nacional.
b) El pago o la recepción de cualquier honorario o retribución por la remisión de un paciente
a otro facultativo o institución o por alguna prescripción o receta.
El médico debe respetar los derechos del paciente de sus colegas y de otros profesionales
de la salud, así como salvaguardar las confidencias de los pacientes.
El médico debe actuar solamente en interés del paciente al proporcionar atención médica
que pueda tener el efecto de debilitar la fortaleza mental y física de aquel.
El médico debe de obrar con suma cautela al divulgar descubrimientos o nuevas técnicas o
tratamientos a través de conductos no profesionales.
El médico debe certificar únicamente lo que el ha verificado personalmente.
57
DECLARACIÓN DE GINEBRA
Ni bajo amenazas usaré mis conocimientos contra las leyes de la vida y la Humanidad.
58
Código de ética médica basado en los objetivos de la medicina.
Pérez-Tamayo R.
Los objetivos de la medicina son solamente 3:
1. Preservar la salud
2. Curar o, cuando no se puede, aliviar, y siempre consolar y acompañar al enfermo.
3. Evitar las muertes prematuras e innecesarias.
Estos objetivos tienen como objeto lograr que hombre y mujeres vivan jóvenes y sanos toda
su vida y mueran lo más tarde y dignamente que sea posible.
4. Manejo integral: el médico debe tener siempre presente que el enfermo acude a
solicitarle ayuda para que lo cure o lo alivie de su padecimiento, lo que es algo distinto de su
59
enfermedad, aunque el primer termino incluya al segundo. El enfermo lo lleva a ver al
médico por los síntomas de su enfermedad, y además el miedo a lo que pueda pasarle, a
que lo tengan que operar, la angustia por su familia, por dejar de trabajar, por interrumpir su
vida habitual y naturalmente al terror ante la posibilidad de la muerte. Todo esto es lo que el
enfermo padece y es lo que espera que el médico le quite al curarlo. Es claro que al tratar la
enfermedad en forma adecuada buena parte o todo el padecimiento se irá aliviando, así
ocurrirá con el resto de la carga que agobia al paciente si es identificada, examinada y
manejada por el médico con delicadeza, discreción y respeto. El médico que no se involucra
en su atención con el padecimiento integral con el paciente, sino que se conforma con
diagnosticar y tratar la enfermedad está cometiendo una grave falta de ética médica al no
cumplir con los objetivos de la medicina, está ignorando su obligación profesional de curar, o
aliviar cuando no se puede curar, pero siempre apoyar y consolar al enfermo, es un médico
inmoral.
Pérez-Tamayo R. El código ético médico. En: Ética Médica Laica. Fondo de Cultura Económica. México. 2002:
86-91.
60