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El Estado en la Constitución Política de 1980.

6.2.1 Estado Unitario.

El Estado chileno, de acuerdo a la Constitución es unitario, lo que significa que existe sólo un nivel de
competencias estatales ejercidas por autoridades que lo son a nivel nacional: Presidente de la
República, Congreso Nacional, Organización de tribunales. No obstante lo anterior, de acuerdo a la
propia Carta Fundamental la Administración del Estado será funcional y territorialmente
descentralizada, o desconcentrada en su caso.

6.2.2 Descentralización.

Aquí se alude a los sistemas de organización administrativa, los que pueden ser definidos como "el
conjunto de normas y principios según los cuales se estructuran orgánicamente las unidades que
componen la Administración", los que fundamentalmente revisten las modalidades de centralización y
descentralización.

En principio, se puede señalar que la centralización consiste en concentrar toda la autoridad o las
diferentes potestades públicas en el gobierno supremo, en cambio la descentralización consiste en
transferir parte de la autoridad que ejerce el gobierno supremo a diversas corporaciones o personas.

I. Centralización Administrativa.

En términos estrictos, la centralización no reconocería más existencia ni vida jurídica en el ámbito del
territorio nacional a otra persona pública que no sea el Estado, bajo cuya personalidad jurídica y
presupuesto se encuentran todos sus órganos y funcionarios, quienes asumen la satisfacción de las
necesidades de interés general.

Lo anterior no significa que no puedan existir circunscripciones administrativas en el Estado, las que
son simples áreas geográficas en las cuales se distribuye la actividad de los órganos centrales; sin
embargo, sigue siendo el Estado, en el fondo, a través de sus órganos centrales, el que asume la
totalidad de la actividad administrativa.

Se han señalado como características de este sistema, las siguientes:

1. La existencia de una organización piramidal, en la que se relacionan los diferentes órganos


que desarrollan funciones administrativas en todo el territorio nacional.

2. Una jerarquización que regula el desempeño de los órganos administrativos y que los hace
dependientes del superior.

3. Los órganos administrativos carecen de personalidad jurídica y patrimonio propio, por lo que
actúan en la vida jurídica con la personalidad jurídica y el patrimonio del órgano superior.

Un sistema excesivamente centralizado puede, eventualmente, conducir a la inacción de la


Administración por su rigidez, pues una falla en el centro conductor puede traer consigo "una parálisis
en los extremos".

De ahí que, como una forma de atenuar este fenómeno, exista en el marco de la centralización
administrativa la desconcentración, que es aquel procedimiento en virtud del cual "se transfieren
competencias desde los órganos superiores a los inferiores y se disminuye la subordinación de éstos".
En otras palabras, la desconcentración consiste en aumentar los poderes de los representantes
locales del poder central y/o de los representantes inferiores de los órganos administrativos
centralizados del Estado, a efectos de descongestionar el poder central, efectuándose esta
transferencia de atribuciones de una a otra autoridad en virtud de una ley, ya sea para que ejerzan
estas atribuciones en todo el territorio nacional o en una circunscripción administrativa determinada.

De esta forma, en virtud de la desconcentración se limitan los poderes jerárquicos de la autoridad


superior, pues el órgano desconcentrado puede decidir exclusivamente con respecto a un asunto
determinado comprendido en la desconcentración, por lo que la jerarquía es ejercida en todos los
asuntos restantes. El superior jerárquico no puede dejar sin efecto lo obrado por el órgano
desconcentrado en su competencia exclusiva, pero ello no significa que este último tenga personalidad
jurídica y patrimonio propio para actuar en la vida jurídica, pues por el contrario, sigue actuando con
los del órgano superior.

II. Descentralización Administrativa.

La descentralización administrativa surge como consecuencia del crecimiento que experimenta la


función administrativa y la expansión de la actividad del Estado. En tal sentido, responde a la idea de
reconocer la existencia de agrupaciones o colectividades locales al interior del Estado, dotadas de
cierta autonomía para gestionar sus propios asuntos, pero sin que por ello dejen de estar integradas a
la colectividad estatal, es decir, se procura la autonomía, pero no la independencia de una agrupación
o colectividad local.

Por otra parte, la descentralización puede no ya referirse a agrupaciones o colectividades locales, sino
a organismos administrativos especializados en razón de la materia (no del territorio), a los que se les
otorga una competencia determinada, sin estar adscritos a una relación jerárquica con respecto al
superior.

En razón de lo anterior, se pueden distinguir en materia de descentralización administrativa, las


siguientes formas:

a) Descentralización funcional, institucional o por servicios, en razón de la materia;

b) Descentralización territorial, en razón del territorio.

Por consiguiente, se puede dar origen a órganos orientados en su acción a la resolución de los
problemas locales, o a órganos que estén destinados a cumplir funciones determinadas, a los que se
otorga personalidad jurídica y patrimonio propios.

III. Descentralización Territorial.

Para que una agrupación o colectividad local se considere que gestiona y administra sus propios
asuntos, dotada de una cierta autonomía, es menester que concurra los siguientes elementos:

1. Debe tener asuntos propios o locales, especificados en la ley; ésta debe señalar ciertas
materias específicas como pertenecientes a la agrupación o colectividad local (competencias
locales).

2. Requiere contar con una personalidad jurídica propia, de derecho público, pues son
autónomos de la Administración Central, y patrimonio propio, los que son esenciales para
poder gestionar los asuntos que pertenecen a la colectividad local.

3. Sus autoridades deben ser locales, es decir, deben ser representativas de la localidad y no de
la Administración Central. Su vinculación debe ser lo suficientemente estrecha como para que
los representados se sientan gestores de sus propios asuntos.
Por ello no constituye un exceso señalar que el concepto de descentralización se aplica, en
gran medida, a la autoridad, de ahí que se hable de autoridad descentralizada y centralizada,
según si su investidura proviene de la colectividad local o de la administración central.

4. Debe existir un control de parte de la autoridad central, el que no debe ser excesivo; en otras
palabras, el control no puede ser jerárquico, sino disciplinario sobre la persona de la autoridad
local y de tutela o supervigilancia sobre los actos de la autoridad local, a efectos de proteger a
la autoridad central de los eventuales excesos en que pueda incurrir aquella y que sólo opera
en aquellos casos o materias expresamente señalados por la ley, a diferencia del control
jerárquico que se puede ejercer sobre todas las actuaciones de los subalternos; carácter que,
por lo demás, no concurre en la especie, pues la colectividad descentralizada territorialmente
no es un órgano inferior respecto de la autoridad central, sino que es autónomo.

Además, existe el control jurídico de sus actuaciones, el que es efectuado por los órganos
contralores encargados de velar por la observancia del principio de legalidad por parte de la
Administración.

5. Finalmente, deben ser creados por ley, pudiendo encontrar su origen ya sea en la Constitución
Política o en la propia ley.

IV. Descentralización Funcional.

Para que un órgano sea descentralizado funcionalmente, deben concurrir los siguientes elementos:

1. Debe ser creado para desarrollar funciones de carácter especial, es decir, obedece a la
intención de privilegiar una gestión técnica de determinados órganos administrativos, esto es,
para hacer más eficiente y especializada la actividad administrativa.

2. Debe disponer de autonomía, la que en este caso debe ser entendida como el conjunto de
atribuciones de que está dotado un órgano administrativo para gestionar determinados
negocios, sin estar sometido a una relación de jerarquía respecto de la autoridad central.

3. Requiere contar con una personalidad jurídica propia de derecho público, ya que son creados
por ley, y de patrimonio propio, distinto al de la administración central, para efectos de su
gestión administrativa y financiera.

4. Sus actuaciones deben estar sometidas al control jurídico de los órganos contralores de la
juridicidad y al de tutela o supervigilancia por parte de la autoridad central, a través de un
ministerio, debiendo señalarlo la ley que los crea.

5. Finalmente, su creación debe ser efectuada por ley.

6.2.3 Régimen Político. Sistema Democrático.

Dentro de un Estado, es importante que existe un conjunto de reglas por medio de las cuales se
rija la vida política del mismo.

Ahora bien, cuando se habla de régimen político, se está aludiendo a aquel sistema por medio del
cual se rige políticamente un Estado. Constituye la forma por medio de la cual el Estado se
estructura en su quehacer político.

Específicamente en nuestro país, de acuerdo con lo prescrito en el artículo 4° de la Constitución


Política de la República, Chile se constituye en una república democrática.
De la anterior podemos concluir que el régimen político que rige en nuestro país, es el régimen
democrático. La Democracia se constituye en aquel sistema por medio del cual se rigen los
destinos políticos de Chile.

La democracia o poder del pueblo, es aquella forma de organización social y política que se
caracteriza por la participación del pueblo en la elección de sus autoridades; además este régimen
garantiza el respeto, el ejercicio y promoción de los derechos humanos.

El fundamento de la democracia es el reconocimiento de la Dignidad de la persona humana, con lo


cual se afirma que cada persona humana es una unidad que se estructura en un ser corporal
biológico, psíquico, racional y moral cuyo comportamiento obedece a la realización de valores a los
cuales adhiere cada persona. Estas características hacen que la persona sea libre y consciente de
su libertad, con lo cual tiene la capacidad de decidir y elegir.

Por otra parte es importante precisar que los valores en que se funda la democracia, teniendo en
cuenta lo señalado anteriormente, son:

 La Dignidad de la persona humana.


 La Libertad.

 La Igualdad.

En cuanto a los principios esenciales de la Democracia, es preciso señalar que son:

 Respeto, promoción y garantía de los derecho humanos.


 La autodeterminación del pueblo o soberanía popular.

Si en una sociedad o nación no se dan estos principios, simplemente no puede hablarse de


Democracia.

Finalmente, dentro de un sistema democrático es importante que se respete un cierto número de


reglas indispensables para que dicho sistema funcione de manera correcta. Entre ellas
encontramos:

 Existencia de un Gobierno de la mayoría con respeto de los derechos de las minorías.

La regla de decisión democrática es que la mayoría manda. Pero las decisiones de la


mayoría están obligadas a respetar los derechos humanos de todos, incluso de las
minorías; y dichas decisiones deben mantenerse dentro de las reglas del juego
democrático.

 Existencia de Pluralismo ideológico y político.

Es el reconocimiento de que existen distintos modos de ver y percibir la realidad que dan
origen a distintas ideologías que se traducen, en lo político, en diversidad de partidos
políticos a los cuales se les reconoce una misma legitimidad y trato jurídico.

 Elección libre y periódica de los gobernantes según normas preestablecidas, con sufragio
universal, secreto, personal, igual y debidamente informado de los ciudadanos.

Las elecciones, para ser democráticas, se deben desarrollar en un clima de libertades (de
opinión, información, asociación, reunión, etc.), donde el ciudadano sin temor ni presiones
pueda informarse y emitir su voto en conciencia. El voto es personal, secreto, de igual valor
para todos los ciudadanos. Las elecciones constituyen además un control del poder; los
gobernados controlan y hacen efectiva la responsabilidad de los gobernantes.

 Competencia Pacífica por el Poder.

La democracia supone la competencia de partidos y grupos para alcanzar el poder; esta


competencia debe ser pacífica. Debe descartarse todo tipo de violencia, desde la violencia
física a formas más sutiles de violencia. El terrorismo obviamente no es compatible con la
democracia.

 Distribución del poder del Estado en órganos diferentes.

En democracia se reconocen poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La idea es distribuir


el poder y evitar el abuso de alguno de ellos a través del control de los otros.
Modernamente se distinguen otros organismos encargados de velar por el cumplimiento de
la Constitución y las leyes. Así por ejemplo existe el Tribunal Constitucional y la Contraloría
General de la República.

 Reconocimiento de la autonomía de los cuerpos intermedios de la sociedad.

La democracia reconoce y estimula la creación de organizaciones diversas para que los


ciudadanos satisfagan diversas necesidades: Juntas de Vecinos, Clubes Deportivos,
Sindicatos, entre otros. A estas organizaciones se les garantiza su autonomía mientras
realizan sus fines específicos y no son contrarios al bien común.

 Vigencia efectiva de un Estado de Derecho.

El Estado de Derecho significa el ordenamiento del Estado y la regulación de sus poderes


a través de la Constitución. Para que exista Estado de Derecho es necesario que se
cumplan los siguientes requisitos:

a) Se asegure el imperio de la Ley. La Constitución Política debe garantizar a todos


los habitantes el respeto de la ley.

b) Distribución del poder del Estado. Tradicionalmente el poder del Estado está
distribuido en un Poder Judicial independiente; un Poder Legislativo o Parlamento
elegido democráticamente y un Poder Ejecutivo o gobierno elegido en elecciones
libres por el pueblo.

c) Legalidad de las actuaciones y responsabilidad de las autoridades en el ejercicio de


sus cargos. En un Estado de Derecho deben existir mecanismos jurídicos eficaces
que aseguren a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos y que les permita
recurrir a los Tribunales, si consideran que sus derechos han sido transgredidos.

6.2.4 Soberanía y Participación Ciudadana.

En todo Estado es posible encontrar el elemento u órgano en donde se encuentra radicada la


soberanía política o soberanía en el Estado. Este elemento es aquel en que reside en último
término la facultad constituyente y la facultad de generación de los órganos del poder político.

En la Constitución chilena la soberanía política es claramente atribuida a la nación ("reside


esencialmente en la nación "artículo 5°).
En el mundo contemporáneo predominan los regímenes de democracia representativa, donde el
soberano político pueblo actúa de manera intermitente. Así, el pueblo ejerce su soberanía a través
de actos fundantes de orden político (por ejemplo, aprobar una constitución por referéndum) o bien,
por medio de actos instrumentales como las elecciones populares. Sin embargo, algunos autores
advierten el problema de que esta atribución de la soberanía política al pueblo puede ser más bien
teórica: "en toda organización, a largo plazo, se forman oligarquías dominantes". En el Estado
moderno, la enfermedad de la democracia sería la apatía, la ausencia de verdadera participación
política.

Frente a estos problemas se han planteado diversas soluciones:

1º Incentivar la participación política (por ejemplo, a través de nuevos mecanismos para


recoger la voluntad popular o fortaleciendo a los grupos intermedios);

2º Ajustando el aparato estatal a las características, exigencias y medios de la sociedad


contemporánea. Se consideran aquí instrumentos de solución frente a la burocracia, la
simplificación de la organización pública, el establecimiento de iniciativa popular el materia
legislativa, la creación de efectivos medios de control, etc.

3º Reconociendo en el ordenamiento la posibilidad de revocar mandatos parlamentarios o


estableciendo períodos más breves para estos.

Una vez establecido el orden político, se observan un conjunto de órganos e instituciones del
Estado en una relación de supraordinación respecto a los gobernados. Esto es lo que se denomina
soberanía del Estado o soberanía legal. Ella permite a los órganos de poder ejercerlo
efectivamente para hacer realidad los fines del Estado.

La Constitución Política chilena distingue entre soberanía política y soberanía legal en su Art. 5. La
primera corresponde a la nación y la segunda a "las autoridades que esta Constitución establece".
Salvo el caso de elecciones y plebiscitos, el soberano político se encuentra en un Estado latente.
El resto del tiempo -permanentemente, desde la perspectiva de su actividad- actúa el soberano
legal.

I. Bases de la Institucionalidad.

Se encuentran contenidas en el Capítulo I de la CP. De acuerdo a lo señalado por el Tribunal


Constitucional, estos preceptos no son meramente declarativos sino que son disposiciones que
obligan a gobernantes y gobernados y que ayudan a determinar el verdadero sentido y espíritu del
resto de las disposiciones de la Constitución, esto es, se les otorga un valor interpretativo.

Dichos preceptos abarcan las siguientes materias:

a) Estructura social.

b) Forma del Estado.

c) Forma de gobierno.

d) Soberanía Nacional.

e) Supremacía constitucional.

f) Principio de la legalidad.
g) Terrorismo.

h) Emblemas nacionales.

a) Estructura Social (Artículo 1° CP)

La CP comienza expresando una concepción del orden social y de la relación del individuo y el
Estado. Se consagra un orden de carácter liberal, esto es, con preeminencia del individuo por
sobre el Estado. Se afirma la libertad como condición innata del hombre y se especifica la igualdad
humana como referida a la dignidad humana y a sus derechos.

i. Principio de subsidiariedad:

El concepto de sociedad que asume la CP no es individualista: la sociedad se organiza en


asociaciones humanas, a partir de la familia, en grupos intermedios y hasta la organización estatal,
cada una con una finalidad y autonomía propia.

En cuanto a la familia, se le reconoce como núcleo fundamental de la sociedad, lo que no quiere


decir que constituya el único grupo de personas al interior de la sociedad pero sí uno con una
relevancia especial, que exige por tanto un reconocimiento y eventual protección de parte del
Estado.

Por último, se reconoce a los grupos intermedios como parte de la estructura social y se les
garantiza la adecuada autonomía para el cumplimiento de sus fines. Por grupos intermedios se
alude a una pluralidad de personas revestida de unidad, permanencia y que persiguen ciertos fines
comunes. Si bien es cierto, que muchos tipos o clases de grupos intermedios están mencionados
en la CP y que gran parte de ellos son objeto de regulación legal, no se exige de ningún modo la
previa existencia de un cuerpo legal para que cualquier grupo se organice, siempre que éste tenga
una finalidad que no viole el orden jurídico. Son grupos intermedios, los partidos políticos, los
sindicatos, los clubes deportivos, etc. Asimismo, en el artículo 23 la CP prevé que la ley deberá
sancionar a dichos grupos intermedios cuando ellos hagan mal uso de su autonomía.

ii. Deberes del Estado:

El Estado está al servicio de la persona humana y, respecto a toda la comunidad ello se traduce en
la finalidad de promover el bien común. Se le encarga la promoción del bien común, no así su
completa realización. No obstante ello, especifica un contenido: la creación de las condiciones
sociales que permitan a todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor
realización espiritual y material posible. Este deber es general e indeterminado y deja abierta la
discusión en torno a la consagración de un Estado Social de Derecho en Chile.

Se especifican otros deberes: resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población, la


promoción armónica de todos los sectores de la Nación. En su relación con el individuo se
establece: deber de asegurar el derecho a participar en la vida nacional con igualdad de
oportunidades, el deber de respetar y promover los derechos esenciales de la naturaleza humana.
En relación con la familia, deber de darle protección, propender a su fortalecimiento. En relación
con los grupos intermedios: deber de ampararlos y velar por su adecuada autonomía

b) Forma del Estado (Artículos 3° y 4° CP)

El Estado es unitario, no existen estructuras inferiores a la central para cumplir las funciones
radicadas en éste (justicia, legislación, etc.). No obstante, pueden existir distintas estructuras y
formas de administración.
La administración puede ser funcional o territorialmente descentralizada o desconcentrada.

Descentralización: se asignan competencias exclusivas en una determinada materia a un órgano


con personalidad jurídica propia, patrimonio propio sin tener que acatar órdenes de un superior
para su cumplimiento. Descentralización funcional: si el criterio para establecer el órgano es sólo la
materia. Descentralización territorial: si una misma materia se entrega a distintos órganos ubicados
en territorios diversos, por ejemplo, los servicios de salud que se encuentran a lo largo de todo el
país y que cumplen sus funciones en un territorio determinado.

Desconcentración: puede otorgarse el poder de decisión a un órgano subordinado al central, pero


no cuenta con personalidad jurídica ni patrimonio propio. También la desconcentración puede ser
funcional o territorial.

El régimen es republicano, lo que implica que todos los integrantes del Estado están sometidos a
un estatuto igualitario. Ello se traduce en un rechazo contra los privilegios vinculados a personas
concretas: históricamente surge como una respuesta al estatuto del monarca, en la CP chilena,
aparece como una norma que permite controlar los actos estatales que establezcan privilegios para
individuos concretos.

c) Forma de Gobierno (Artículo 4° CP)

La forma de gobierno es democrática, lo que implica el poder de gobierno radicado en el pueblo, la


elección de las autoridades (principio de la mayoría), alternancia en el poder, respeto a los
derechos humanos y a los derechos de las minorías, mecanismos de control de los órganos que
ejercen el poder, responsabilidad de los gobernantes.

d) Soberanía nacional (Artículo 5° CP)

Se radica la soberanía en la nación, a diferencia de la tendencia moderna de radicarla en el pueblo.


La referencia a la nación no se agota en el pueblo o cuerpo electoral, sino que incorpora ciertos
elementos de continuidad histórica y cultural, ciertos valores y tradiciones. La Nación sería un ser,
algo distinto a la suma de voluntades. La consecuencia está en que hay autoridades en la CP
chilena que pueden no derivar su legitimidad del sufragio. Así ocurre con dos autoridades con
decisión política: parte del Senado y el Banco Central.

El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación los derechos esenciales que emanan de la
naturaleza humana, norma que se extiende a todo el ámbito de la Constitución incluso al capítulo
referido a la reforma de la misma, constituyendo un límite para el legislador y el poder
constituyente.

e) Supremacía constitucional (Artículo 6° CP)

Comprende, por una parte, la vinculación del actuar de todos los órganos estatales a la CP y a todo
el ordenamiento jurídico (normas de rango inferior a la CP pero dictadas de conformidad a ella) y la
calidad de norma superior atribuida a la Constitución en el sentido que ninguna norma puede
oponérsele.

Además, se afirma el principio de vigencia directa de la Constitución, que significa que las normas
constitucionales no requieren de otros actos posteriores para obligar (leyes, actos administrativos)
y por tanto, son directamente aplicables y es posible invocarlos en juicio.

Finalmente, se establece el principio de responsabilidad derivado de la infracción de estas


disposiciones, de modo que los mandatos de la Carta y de las disposiciones dictadas conforme a
ella deben ser sancionados en caso de incumplimiento. Esto justifica la posibilidad que tiene el
Estado de imponer sanciones y por otra parte; el sometimiento efectivo a las disposiciones de la
Constitución dependerá de las responsabilidades y sanciones que se establezcan para su
infracción.

f) Principio de legalidad (Artículo 7° CP)

Los órganos públicos están constituidos por una titularidad a la que se atribuyen competencias y
dichas competencias son creadas por el derecho.

La validez del actuar de los órganos públicos no sólo está sujeta a que haya accedido al cargo o
función regularmente sino además a que se desarrolle en el espacio que el ordenamiento permite
(ámbito de competencia) y de acuerdo a los procedimientos y formas que el ordenamiento señale.

Las facultades de la autoridad sólo pueden ejercerse en la medida que la ley las haya conferido
expresamente.

g) Terrorismo (Artículo 9° CP)

La CP rechaza el terrorismo declarando que es contrario a los derechos humanos, estableciendo


que una ley de quórum calificado deberá determinar las conductas terroristas y su penalidad.
Asimismo, establece suspensión por 15 años del derecho de acceso a cargos públicos y de ejercer
labores de enseñanza e información, restringiendo además el derecho de asociación.

h) Emblemas nacionales (Artículo 2° CP)

Se establecen los emblemas nacionales: la bandera nacional, el escudo de armas y el himno


nacional, imponiendo en el artículo 22 el respeto a dichos emblemas por parte de todos los
habitantes.

II. Nacionalidad.

Para que el lazo que une a la persona con la nación sea un vínculo de derecho, ha de existir el
ordenamiento jurídico en que se establezca dicho vínculo.

La nacionalidad es el vínculo jurídico que existe entre una persona y el Estado.

A pesar del reconocimiento de la particularidad de la autonomía de cada régimen de nacionalidad


estatal, se impone, en la convivencia mundial, asegurar que ninguna persona puede estar
desprovista de nacionalidad.

Esa conclusión, que ha venido prevaleciendo en los vínculos entre los Estados, y generando al
efecto infinidad de compromisos entre ellos, se inspira, por lo demás, en el texto de las
declaraciones universales y continentales relativas a los derechos individuales y sociales.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre señala en su artículo XIX: "Toda
persona tiene derecho a la nacionalidad que legalmente le corresponda y el de cambiarla, si así lo
desea, por la de cualquier otro país que esté dispuesto a otorgársela", y la Declaración Universal
de Derechos Humanos, en su artículo 15 expresa. "1. Toda persona tiene derecho a una
nacionalidad. 2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de
nacionalidad".
La nacionalidad puede derivar de diversas fuentes, algunas provenientes de la misma naturaleza y
otras que se originan en la libre voluntad del Estado manifestada en las normas de la Constitución
o de la ley.

. Fuentes de la nacionalidad en la Constitución chilena.

En el artículo 10 la Constitución prevé cinco fuentes de nacionalidad. Las tres primeras revisten el
carácter de originales, naturales o biológicas, porque están vinculadas a un hecho de carácter
biológico: el nacimiento, aunque la contenida en el N° 3 impone un requisito adicional:
avecindamiento. Luego encontramos en los números 4 y 5 fuentes derivadas, que surgen de actos
jurídicos en cuanto el ordenamiento jurídico les atribuye consecuencias en términos de adquisición
de la nacionalidad chilena.

Fuentes Naturales:

a) 10 N° 1: ius solis: la nacionalidad está determinada por el lugar del nacimiento: territorio
chileno.

Se comprende para estos efectos, el territorio de Chile y los demás lugares que de acuerdo
con los principios del derecho internacional, participan de la ficción de territorialidad. Así,
constituye territorio legal chileno: las naves de guerra chilenas en cualquier lugar en que se
encuentren y las naves mercantes con bandera chilena que se encuentren en alta mar.
Respecto de las aeronaves, las militares chilenas están sometidas a la jurisdicción nacional
cualquiera que sea el lugar en que se encuentren y las civiles y de Estado chilenas lo están
mientras se desplacen en el espacio aéreo no sujeto a la soberanía de ningún Estado. Es
territorio chileno todo el que esté sometido a la jurisdicción nacional, aunque se halle
transitoria o precariamente comprendido en ella, por no estar incorporado definitivamente
al territorio chileno. Así ocurría, por ejemplo, respecto de Tacna, hasta que fue devuelta a
Perú, como consecuencia del Tratado de 1929, y puede suceder respecto de un territorio
ocupado militarmente por las armas chilenas.

Excepciones: no obstante nacer en territorio de Chile, no son chilenos:

- Hijos de extranjeros que se encuentren en Chile al servicio de su Gobierno.

Ambos deben ser extranjeros, porque si uno de los padres es chileno rige el principio
general y el nacido en el territorio es chileno. Aquí el término "Gobierno", debe entenderse en su
sentido amplio, y no sólo del poder ejecutivo.

No se califica el tipo de servicio, por lo que puede ser diplomático o de otra índole.

- Hijos de extranjeros transeúntes:

Ambos deben ser extranjeros. Transeúnte es el que está de paso.

Contraexcepción: no obstante ser hijos de extranjeros, los nacidos en el territorio chileno


pueden optar por la nacionalidad chilena.
b) 10 N° 2: ius sanguinis: la nacionalidad está determinada por nacionalidad chilena de los
padres

Supuestos:

 Nacimiento en territorio extranjero.


 Padre o madre chileno.

 Padre o madre en actual servicio de la República de Chile.

c) 10 N° 3: nacionalidad chilena de los padres + un hecho (avecindamiento)

Supuestos:

 Nacimiento en territorio extranjero.


 Padre o madre chileno.

 Avecindamiento por más de un año.

La vecindad supone una permanencia en la proximidad, surgida como consecuencia de la vida en


relación a un territorio físico que la crea, de manera que no puede extenderse a la permanencia en
un territorio puramente jurídico del Estado, porque éste no crea una relación de vecindad.

La concurrencia de los requisitos que determinan esta causal de nacionalidad constituye una
cuestión de hecho que debe acreditarse ante el órgano administrativo correspondiente y, en caso
de discrepancia, puede constituir un motivo de ejercicio del derecho a reclamar por el recurso de
reclamación de nacionalidad ante la Corte Suprema. Artículo 12 CP.

Fuentes derivadas o positivas:

a) Artículo 10 N° 1, parte final: Ejercicio del derecho de opción de la nacionalidad


chilena.

Supuestos:

 Nacimiento en el territorio de Chile.


 Hijos de extranjeros al servicio de su Gobierno o de extranjeros transeúntes.

De acuerdo al D.S. N° 5.142, de 1960 del Ministerio del Interior, que regula esta materia, quien
desee optar debe hacerlo mediante una declaración en que manifieste que opta por la
nacionalidad chilena. Dicha declaración debe hacerse en el plazo fatal de un año, contado
desde la fecha en que el interesado cumple 21 años de edad, y ante el intendente y
gobernador respectivo, en Chile, o el agente diplomático o cónsul de la República en el
extranjero, y después de acreditar fehacientemente que el interesado se encuentra en
alguno de los casos consignados del artículo 10 N° 1 de la CP. Si bien la ley 19.221
estableció la mayoría de edad a los 18 años, este el D.S. citado se refiere explícitamente a
los 21 años y no fue modificado por la ley.
La opción no puede ejercerse antes de que comience el año del plazo que la ley les otorga para
decidirse, de modo que si la formulan con anterioridad a su inicio, la declaración no tiene
eficacia, como tampoco la tendría la promesa de optar para una vez llegado el comienzo
del plazo.

b) Artículo 10 N° 4: Carta de nacionalización.

La nacionalidad se obtiene por decreto del Presidente de la República expedido a través del
Ministerio del Interior.

Supuesto:

 Renuncia a la nacionalidad anterior.

Excepción: no se exige la renuncia si el Estado de su nacionalidad anterior, en virtud de un


tratado, no exige a los chilenos esta renuncia para acceder a la nacionalidad de dicho
Estado. La reciprocidad debe derivar de un tratado internacional celebrado por Chile con el
Estado a que pertenece quien pida la nacionalidad chilena, y que se encuentre en vigor al
tiempo de la solicitud. Caso de Chile y España.

El D.S. N° 5.142, de 1960, del M. Interior señala que "podrá otorgarse carta de
nacionalización", con lo que da a entender el carácter facultativo, y por lo tanto no
obligatorio, de su otorgamiento, de manera que no es un derecho estricto de quien reúne
en su favor los requisitos legales. La propia CP contempla la posibilidad de la negativa en
el inciso 2° del artículo 10.

Para obtener la nacionalidad chilena por esta vía se exige:

 Tener 21 años de edad.


 Más de cinco años de residencia continuada en el territorio de la República.

 Ser titular del permiso de permanencia definitiva

Permanencia definitiva: es el permiso concedido a los extranjeros para radicarse


indefinidamente en el país y desarrollar cualquier clase de actividades, sin otras
limitaciones que las que establezcan las disposiciones legales y reglamentarias. Este
permiso se otorgará por resolución del Ministerio del Interior (D.S. N° 597, de 1984, del M.
del Interior).

El decreto que deniega la carta de nacionalización debe ser fundado. No existe ningún
recurso contra la negativa del otorgamiento, por tratarse precisamente de una gracia que
otorga o niega libremente el Estado, pero, por eso mismo, en cualquier momento podrá el
Presidente cambiar su resolución y expedir la Carta que había negado, sobre todo si se
han reunido con posterioridad antecedentes que destruyen los que originaron el rechazo.
La negación de nacionalización no está comprendida en las situaciones en que, según el
artículo 12 de la CPR puede recurrirse a la CS, ya que ello está permitido sólo si se priva o
desconoce la nacionalidad chilena.
Los nacionalizados de acuerdo a esta norma, pueden optar a cargos públicos de elección
popular sólo después de 5 años de estar en posesión de sus cartas de nacionalización,
esto es, pueden postular a ser elegidos diputados, senadores y concejales. No pueden
optar a ser elegidos como Presidente de la República porque dicho cargo requiere
nacimiento "en territorio chileno".

c) Artículo 10 N° 5: Nacionalización por ley o por gracia

Los nacionalizados por gracia pueden ser elegidos en cargos de elección popular desde
que se publica la ley respectiva, puesto que a ellos no se aplica el plazo que se exige para
tal objeto en relación a los que han obtenido carta de nacionalización. Unicamente la
Presidencia de la República queda impedida al beneficiado con especial ley de gracia, por
ser requisito para ese cargo el nacimiento en territorio chileno.

ii. Perdida de la nacionalidad

Están contenidas en el artículo 11 de la CP.

1) Por nacionalización en país extranjero (11 N° 1): se requiere la libre expresión de


voluntad del chileno en orden a adquirir una nacionalidad de un país extranjero, esto es,
debe existir una renuncia expresa.

Requisitos para la pérdida de la nacionalidad según este número:

a) adquisición efectiva de la nacionalidad extranjera;

b) adquisición voluntaria;

c) capacidad para nacionalizarse.

Excepciones: no se pierde la nacionalidad chilena, a pesar de obtener una nacionalidad


extranjera en los siguientes casos:

a) Los chilenos que sean tales de acuerdo a las fuentes naturales y que obtengan otra
nacionalidad en un Estado que no exige la renuncia a la nacionalidad chilena.

b) Que la nacionalización en país extranjero sea condición de permanencia o de


igualdad jurídica en el ejercicio de derechos civiles con los nacionales del
respectivo país.

2) Por acto administrativo: en dos casos:

- Artículo 11 N° 2: por decreto supremo, en caso de prestación de servicios durante


una guerra exterior a enemigos de Chile o de sus aliados. Los servicios pueden ser
de cualquier naturaleza, aunque no tengan directamente el carácter de bélicos.

- Artículo 11 N° 4: por cancelación de la carta de nacionalización. Ello ocurrirá en los


casos en que la carta haya sido otorgada con infracción a las disposiciones
correspondientes (D.S. N° 5.142, de 1960, del M. Interior) o por haberse hecho
indigno al poseedor de la carta de nacionalización.

3) Por sentencia judicial:

- Artículo 11 N°3: por sentencia judicial condenatoria por delitos contra la dignidad
de la patria o los intereses esenciales y permanentes del Estado, así considerados
por ley aprobada con quórum calificado.

No da lugar al recurso de reclamación de nacionalidad porque en ese caso se requiere acto


o resolución de autoridad administrativa.

4) Por ley:

- Artículo 11 N° 5: por ley que revoque la nacionalización otorgada por gracia:


ninguna de las otras causales es aplicable a la nacionalidad adquirida por gracia.

La rehabilitación de la nacionalidad por cualquiera de las causales sólo puede obtenerse por ley.

Acción de reclamación de nacionalidad (artículo 12 cp)

Supuesto:

 Acto o resolución de autoridad administrativa


 Privación o desconocimiento la nacionalidad chilena

Quién puede ejercer la acción:

El afectado o cualquiera a su nombre.

Plazo:

30 días.

Tribunal:

Corte Suprema.

Procedimiento:

Conoce como jurado y en tribunal en pleno.

Efectos de la interposición:

Suspensión del acto o resolución.

III. Ciudadanía.
a) Concepto.

Suele confundirse la ciudadanía con la posibilidad de ejercer el derecho a sufragio, situaciones que
si bien están relacionadas no se identifican.

La Ciudadanía es el estatus o condición jurídica de plenitud que el hombre logra en el sistema


político.

La ciudadanía supone los derechos que cada individuo ostenta por ser tal, más los derechos que
otorga la nacionalidad, más el goce de derechos políticos. Por ello la ciudadanía tiene un mayor
alcance que los meros derechos políticos (dentro de ellos se encuentra el derecho a sufragio),
porque existirán situaciones en que la ciudadanía sea condición para el ejercicio de otro tipo de
derechos, por ejemplo, para entrar en la Administración Pública. Además, es posible por excepción,
que el disfrute de algunos derechos de carácter político sea otorgado a quien no sea nacional y,
por tanto carezca de ciudadanía. Así ocurre en Chile con el derecho a sufragio otorgado a los
extranjeros.

A la inversa, no todo nacional es necesariamente ciudadano, ya que para poseer esta última
calidad deben cumplirse otros demás requisitos, por lo que muchos nacionales pueden no gozar de
la ciudadanía.

b) Requisitos (Artículo13 CP)

1° Ser chileno: Todo ciudadano es un nacional, ya que se exige tener el vínculo de la


nacionalidad, que liga a la persona con la sociedad jurídicamente organizada.

2° Tener 18 años de edad: se requiere un mínimo de madurez física y mental para ostentar la
calidad de ciudadano.

3° No haber sido condenado a pena aflictiva (superior a tres años y 1 día): constituye un
requisito de idoneidad moral en cuanto el ciudadano está habilitado para participar
activamente en la vida del Estado.

Constitucionalmente no se exige la inscripción en un registro y, por tanto, todos quienes cumplen


estas tres condiciones son ciudadanos, cosa distinta es que para ejercer uno de los derechos que
otorga la ciudadanía, esto es, el derecho a sufragio, la ley exija la inscripción en un registro.

c) Derechos que otorga la ciudadanía (Artículo 13 CP)

1° Derecho de sufragio: la CP contempla una regulación especial del derecho a sufragio que
comprende sus características, el derecho a sufragio de los extranjeros y la suspensión del
derecho a sufragio, materias que serán revisadas en particular más adelante.

2° Derecho a optar a cargos de elección popular: esto es, el ciudadano puede postular al
cargo de Presidente de la República, diputado, senador y concejal comunal.

3° Los demás derechos que la Constitución confiera: la Constitución exige la calidad de


ciudadano para ser nombrado senador institucional.
4° Los demás derechos que la ley confiera: la ley exige la calidad de ciudadano para
asociarse a los partidos políticos, para ser designado vocal de mesa, para ingresar a la
Administración del Estado.

d) Pérdida de la ciudadanía (Artículo 17 CP)

1° Por pérdida de la nacionalidad chilena: la nacionalidad chilena constituye uno de los


requisitos de la ciudadanía, por tanto su pérdida constituye acarrea la de esta última.

2° Por condena a pena aflictiva: la condena se traduce en una sentencia. Cuando se pierde la
nacionalidad por esta vía sólo puede ser restablecida mediante la dictación de una ley, una
vez extinguida la responsabilidad penal, esto es, una vez cumplida la pena, o bien, un caso
en que haya operado otra causal de extinción de responsabilidad penal, como por ejemplo:
la amnistía o el indulto.

3° Por condena por delitos que la ley califique como conducta terrorista: es más estricta que la
anterior, porque basta ser condenado por un hecho calificado como conducta terrorista
para perder la nacionalidad, esto es, no importa la pena asignada al delito la que podría ser
eventualmente inferior a los tres años y un día.

Asimismo la rehabilitación de la ciudadanía por esta causal requiere de una ley de quórum
calificado, esto es, una ley que requiere un quórum más alto de aprobación que la ley
ordinaria (exigida en el numeral anterior) y además haber cumplido la condena, esto es, en
estos casos no cabría rehabilitar la ciudadanía si el condenado fue beneficiado con
amnistía o indulto.

e) Derecho de sufragio.

Constituye uno de los derechos que otorga la ciudadanía, pero no es el único y, en ciertos casos,
no se requiere la ciudadanía para ejercer derecho a sufragio. La CP chilena contiene disposiciones
especiales referidas al derecho a sufragio.

A través del sufragio puede expresarse la voluntad de quien lo emite dirigida a preferir o
seleccionar a una determinada persona o personas para el ejercicio de una función, o para
pronunciarse de modo favorable o adverso acerca de una consulta o propuesta que se le ha
formulado. En el primer caso se habla de elección y, en el segundo, de votación.

De acuerdo a la CP sólo puede convocarse a votación popular para las elecciones y plebiscitos
expresamente previstos en ella y, por tanto, ni la ley ni autoridad alguna puede acudir al pueblo
para decidir una materia si la posibilidad no está prevista en la CP.

f) Derecho a sufragio de los extranjeros (Artículo 14 CP)

La CP chilena otorga derecho a sufragio a los extranjeros que cumplan los siguientes requisitos:

1° Avecindamiento por más de cinco años

2° 18 años de edad
3° No haber sido condenado a pena aflictiva

El sufragio para los extranjeros que cumplen con los requisitos es facultativo porque no son
ciudadanos, puesto que no son nacionales, lo que se traduce en que no ostentan el resto de los
derechos que otorga la ciudadanía, como la opción a cargos de elección popular.

g) Características del derecho a sufragio (Artículo 15 CP)

1° Personal: pertenece al que es titular del derecho y sólo él puede ejercerlo y nunca otro a su
nombre.

2° Igualitario: todos son titulares de un mismo derecho, lo que se traduce en la singularidad de


voto (nadie puede votar más de una vez) y en que cada voto tiene el mismo alcance o
influencia.

3° Secreto: es una garantía para el libre ejercicio del sufragio.

4° Obligatorio para los ciudadanos: esto quiere decir que es facultativo para los extranjeros.
En cuanto a los ciudadanos, cabe hacer la prevención, que la obligatoriedad del voto está
determinada hoy en día por la inscripción en los registros electorales, ya que para ejercer
el derecho a sufragio se exige por la ley el cumplimiento de esta formalidad, existiendo en
la actualidad gran número de ciudadanos no inscritos y, por tanto, sin posibilidad de ejercer
el derecho a voto.

5° Universal: la CP no lo señala explícitamente, pero la universalidad del sufragio no está


dada por el hecho que se otorgue a todos los habitantes de un Estado, sino por la
liberalidad de las exigencias que condicionan el otorgamiento del derecho. Por ejemplo:
históricamente se requería una cierta renta o ser propietario de un bien inmueble para
votar, situaciones que restringían el derecho a sufragio.

h) Suspensión del derecho a sufragio (Artículo 16 CP)

Estas causales son aplicables tanto al ciudadano como al extranjero con derecho a sufragio, cosa
que, obviamente no ocurre con las causales de pérdida de la ciudadanía que sólo son aplicables al
ciudadano.

1° Por interdicción en caso de demencia: la interdicción es una tramitación judicial que


culmina con una resolución de un tribunal que declara la demencia de una persona. La
interdicción judicial indica que la persona no reviste la idoneidad mental suficiente para
participar en la vida política del Estado.

2° Por hallarse la persona procesada por delito que merezca pena aflictiva o por delito que la
ley califique como conducta terrorista: el procesamiento es una resolución judicial dictada
durante un proceso criminal que señala que existen antecedentes suficientes para estimar
que una determinada persona cometió un delito que se está investigando. Mientras la
persona se encuentra en esta situación, esto es, como posible autor de un delito sin que el
proceso haya llegado a su término, queda impedida de ejercer el derecho a sufragio, el que
recuperará una vez que se dicte sentencia absolutoria en el juicio respectivo.
La sentencia que da término al juicio puede producir las siguientes consecuencias:

 De ser condenado a una pena aflictiva, opera la causal de pérdida de la ciudadanía del
artículo 17 N° 2 de la CP y, consecuencialmente, del derecho de sufragio.
 De ser condenado por una conducta terrorista: opera la causal de pérdida de la ciudadanía
del artículo 17 N° 3 de la CP.

 De ser absuelto o ser condenado a una pena que no sea aflictiva, se recupera el derecho a
sufragio.

3° Por haber sido sancionado por el Tribunal Constitucional por participar en partidos,
movimientos u otras formas de organización declaradas inconstitucionales. Esta
declaración se produce cuando se ha estimado que dichos partidos o movimientos no
respetan los principios básicos del régimen democrático y constitucional, procuran el
establecimiento de un sistema totalitario o hacen uso de la violencia o incitan a ella como
método de acción política.

En este caso el derecho a sufragio se recupera transcurridos cinco años desde la


declaración hecha por el Tribunal Constitucional.

6.2.5 Derechos y Deberes Constitucionales.

a) Generalidades.

Los derechos y deberes constitucionales se encuentran previstos en el capítulo III de la


Constitución chilena y su antecedente inmediato es el Acta Constitucional Nº 3 (Decreto Ley Nº
1552, de 1976) denominada “De los Derechos y Deberes Constitucionales”.

La Comisión de Estudios de la Nueva Constitución, o C.E.N.C., principal redactora del texto de la


Constitución de 1980, tomó como base diversos documentos, entre ellos, el capítulo referido a
garantías constitucionales de la Constitución chilena de 1925, la Declaración Universal de
Derechos Humanos, de Naciones Unidas de 1948, la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, de 1948, la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de
San José de Costa Rica, de 1969.

La disposición que contiene el listado de los derechos constitucionales, artículo 19, señala que la
Constitución “asegura”, expresión a través de la cual se trata de manifestar que los derechos son
innatos y anteriores al Estado y su ordenamiento, son universales, en cuanto alcanzan a todo el
género humano y absolutos, en cuanto deben ser respetados por toda persona, autoridad y la
comunidad entera.

No obstante ser innatos y anteriores al Estado, se consagran en la Constitución para efectos de


divulgación, garantizar su ejercicio y regularlos, puesto que al ejercerse por todos los miembros de
la comunidad existirán situaciones en las que los derechos de alguno pueden entrar en conflicto
con los derechos de otro.

Tales derechos presentan ciertas características comunes:


1) Se garantiza no sólo los derechos indicados en la Constitución, en cuanto ella misma
señala que los órganos del Estado deben respetar y promover los derechos esenciales que
emanan de la naturaleza humana, contenidos en la Constitución y en los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.

2) Por medio de una garantía general, artículo 19 Nº 26, se impone una limitación al
legislador, prohibiéndole que al establecer leyes referidas a algún derecho constitucional,
pueda afectar tales derechos en su esencia o impedir su libre ejercicio, esto es, en
definitiva, por medio de una ley no podría llegar a hacer desaparecer en la práctica ese
derecho.

3) Los derechos constitucionales están sujetos a limitaciones, impuestas para el resguardo


de los derechos de otros o por la necesidad de resguardar valores superiores, como la
moral, el orden público, la seguridad nacional o porque su ejercicio debe someterse a las
normas legales respectivas.

4) En casos de excepción (estados de excepción constitucional a los que dan lugar


situaciones como la guerra externa, calamidad pública, etc) algunos derechos pueden ser
restringidos o suspendidos, a fin de permitir a la autoridad hacer frente a tales situaciones.
Por ejemplo, en el caso de guerra externa, podría imponerse censura a las
comunicaciones, restringir el derecho de reunión o la libertad de información.

b) Derechos constitucionales previstos en la Constitución Chilena de 1980.

1. El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona.

2. La igualdad ante la ley.

3. La igual protección de la ley en el ejercicio de los derechos.

4. El respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y de su familia.

5. La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada.

6. La libertad de conciencia.

7. El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual.

8. El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

9. El derecho a la protección de la salud.

10. El derecho a la educación.

11. La libertad de enseñanza.

12. La libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa.


13. El derecho de reunión.

14. El derecho de petición.

15. El derecho de asociación.

16. La libertad de trabajo y su protección.

17. La admisión a todas las funciones y empleos públicos o igualdad ante los cargos públicos.

18. El derecho a la seguridad social.

19. El derecho a la sindicación.

20. La igual repartición de los tributos o igualdad ante las cargas públicas.

21. El derecho a desarrollar cualquiera actividad económica.

22. La no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en
materia económica.

23. La libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes.

24. El derecho de propiedad.

25. El derecho del autor.

1° El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona (artículo 19 Nº 1)

El derecho a la vida ha sido consagrado en numerosas constituciones y en declaraciones


internacionales de derechos humanos como una reacción a los crímenes cometidos en las
guerras mundiales.

El derecho a la integridad física y psíquica constituye una protección frente a todo tipo de
atentados físicos y sicológicos. Además se protege la vida del que está por nacer.

En relación a la pena de muerte, la Constitución es estricta pues sólo la permite para


delitos de gran envergadura, ya que exige que la ley que la establece sea especial (quórum
calificado).

Por último, se prohiben los apremios ilegítimos.

2° La igualdad ante la ley (Artículo 19 Nº 2)

La igualdad ante la ley consiste en que todos los habitantes de la República, cualquiera
que sea su posición social u origen, gocen de unos mismos derechos, esto es, que exista
una misma ley para todos. Las leyes que se dictan deben ser de carácter general, es decir,
deben establecer idénticas consecuencias para todos quienes se encuentren en igual
posición.

Esto se refuerza al señalar que ni ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias
“arbitrarias”, lo que significa que pueden establecerse diferencias pero siempre que ellas
tengan un fundamento razonable, no arbitrario. Por ejemplo para celebrar un contrato
válido la persona que lo celebra debe tener 18 años de edad. Para todos quienes superan
ese margen de edad las condiciones de reconocimiento de su contrato son idénticas. Sin
embargo, se establece una diferencia al exigir un margen de edad, 18 años, pero ello se
justifica en la falta de madurez e inexperiencia que puede llegar a perjudicar los intereses
de los menores.

3° La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos (Artículo 19 Nº 3)

La igualdad ante la ley no es suficiente si al mismo tiempo no se garantiza una adecuada


defensa de los derechos. Por ello, esta garantía contempla diversos mecanismos que
aseguran esa defensa:

a) Toda persona tiene derecho a defensa jurídica, es decir, a la intervención de un abogado


que vele por sus derechos, debiendo el Estado prever la asesoría gratuita en los casos que las
personas no tengan los medios para ello.

b) Sólo puede juzgar un tribunal establecido por la ley con anterioridad al hecho que
motiva el juicio, esto es, nadie puede ser juzgado por un tribunal especialmente
creado para ese caso concreto.

c) La decisión de una controversia o conflicto de ser el resultado de un justo y


racional procedimiento, esto es, que se garantice al menos el conocimiento de las
alegaciones de cada una de las partes, una adecuada defensa y que todos los que
intervienen en el juicio tengan la posibilidad de probar los hechos en que se
fundan. Asimismo, en materia criminal se debe asegurar una justa y racional
investigación.

d) Se prohibe que la ley pueda establecer delitos en los que no se de la posibilidad de


probar la inocencia.

e) Los delitos se castigan conforme a la ley vigente en el momento en que se cometió,


esto es, una nueva ley que establece una pena mayor para un delito ya cometido
no puede ser aplicada. La nueva ley sólo puede aplicarse a un delito cometido
antes de su vigencia si ella es más favorable para el acusado.

f) La ley penal debe describir la conducta que se castiga al establecer un delito. Por
ejemplo: “el que mate a otro será sancionado...” Aquí la conducta es matar a otro.
No puede la ley establecer penas sin describir la conducta que se castiga.

4° El respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y de su


familia (artículo 19 Nº 4)
Se protege la esfera privada del individuo y de su familia contra perturbaciones o
intromisiones que han aumentado por el progreso y el desarrollo de los medios de
comunicación social. En cuanto a la vida pública, la información sobre ella siempre es lícita,
porque las personas están sometidas a la libre crítica en ese ámbito en virtud de un interés
superior, dadas las consecuencias que el hecho ignorado puede generar en la actividad
pública del sujeto.

En cuanto a la honra, se distingue un aspecto subjetivo y otro objetivo. El primero referido


al sentimiento propio de nuestra dignidad moral nacido de la conciencia de nuestras
virtudes y méritos. El segundo, está representado por la apreciación y estimación que los
demás hacen de nuestras cualidades y valor social. Cualquiera de los dos aspectos puede
verse afectado por la imputación de un hecho falso (injuria o calumnia). De allí que el
precepto prevea un resguardo especial en el caso que la lesión de la honra se cometa por
un medio de comunicación social. En tal caso, sólo puede eximirse de responsabilidad al
medio de comunicación si se prueba la verdad de la imputación.

5° La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada (Artículo 19 Nº


5)

El hogar se considera una prolongación de la personalidad, y se entiende que es el recinto


de las habitaciones y sus dependencias en que una persona vive o realiza sus actividades.
De allí que sólo pueda verse afectado por causa legal, que en su caso más relevante lo
constituye el allanamiento necesario para una investigación dentro de un proceso criminal.

6° La libertad de conciencia (Artículo 19 Nº 6)

Se garantiza la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos
que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público.

Las confesiones religiosas pueden erigir y conservar templos y sus dependencias bajo las
condiciones de seguridad e higiene legales.

7° El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual (Artículo 19 Nº 7)

El derecho a la libertad personal consiste en la libertad física, de movimiento y de actividad.


Se traduce en la posibilidad de permanecer en un lugar y desplazarse de un punto a otro,
dentro o fuera del país, sin ninguna traba, salvo las limitaciones establecidas para
garantizar intereses generales, por ejemplo: la obligación de residir en un punto del país
para los jueces, lo que se justifica en que su función la desarrollan en una determinada
comuna; algunas penas como el destierro, que se aplican como una sanción a quien ha
cometido un delito; el arraigo, que constituye la prohibición de salir del país que se impone
a quien está siendo procesado por un delito, a fin de evitar que pueda eludir la aplicación
de la pena que eventualmente llegue a imponerse.

La seguridad individual se traduce en un conjunto de medidas que impiden que la libertad


sea afectada en forma arbitraria:
Orden: para detener o arrestar a una persona debe existir una orden emitida por un
funcionario público facultado por la ley (por ejemplo, un juez)

Intimación: esto es, que la orden sea exhibida al afectado.

Se exceptúa de estos dos requisitos el delito flagrante, esto es, que se sorprenda a una
persona cometiendo un delito, en cuyo caso, tal persona puede ser detenida por cualquier
individuo para ser puesta a disposición de la justicia.

Plazo: el funcionario que realiza un arresto o detención tiene cuarenta y ocho horas para
poner a la persona a disposición de la justicia (juez). El juez puede ampliar este plazo
hasta por cinco días, y hasta por diez días, en el caso que se investigaren conductas
terroristas;

Lugar: Sólo se puede mantener a una persona bajo arresto, detención, prisión preventiva o
preso en su casa o en lugares públicos destinados a este objeto (cárceles, comisarías,
etc).

Registro público: debe dejarse constancia de la orden de arresto o detención de una


persona cuando es ingresada a una prisión.

Incomunicación: nunca puede impedirse que el funcionario encargado de la casa de


detención visite al arrestado o detenido, procesado o preso, que se encuentre en ella.

Comunicación de la orden: el funcionario encargado de la casa de detención está


obligado, siempre que el arrestado o detenido lo requiera, a transmitir al juez la copia de la
orden de detención, o a reclamar para que se le dé dicha copia, o a dar él mismo un
certificado de hallarse detenido aquel individuo, si al tiempo de su detención se hubiere
omitido este requisito.

Libertad provisional: procede a menos que la detención o la prisión preventiva sea


considerada por el juez como necesaria para las investigaciones del sumario o para la
seguridad de la víctima del delito o de la sociedad.

Prohibición de coacción para obtener confesiones: En las causas criminales no se


puede obligar al inculpado a que confiese ni que declaren en su contra sus parientes más
cercanos (padres, hijos, cónyuge).

Penas que no se pueden imponer:

a) Confiscación de bienes, esto es, no se puede privar a una persona de sus bienes
por el hecho de haber cometido un delito ya que ello perjudica a otras personas, como son
las que integran su familia. Es distinto del comiso, que implica privación de los bienes
utilizados para cometer una delito, por ejemplo, un arma de fuego. Excepción: las
asociaciones ilícitas, esto es, si puede imponerse la confiscación de bienes para quienes
se asocian para cometer delitos, como por ejemplo: redes de narcotráfico.
b) Pérdida de los derechos previsionales: por idénticas razones que la confiscación.

Indemnización por error judicial: si el procesado por un delito es absuelto puede


reclamar ante la Corte Suprema. Si ésta concluye que fue procesado arbitrariamente o por
un error injustificado se tiene derecho a ser indemnizado por el Estado de los perjuicios
patrimoniales y morales que haya sufrido.

8° El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación (Artículo 19 Nº 18)

No se trata de proteger contra toda contaminación, la vida humana es imposible sin alguna
alteración de su entorno. Lo que se trata es impedir la contaminación que genera efectos
en la salud y en la renovación de los recursos de la naturaleza.

Este derecho impone directamente una obligación al Estado: establecer medidas que
impidan que este derecho sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza.

Por preservar se entiende conservar los recursos naturales renovables y las áreas
geográficas que han permanecido libres de la transformación y manipulación humana. Por
ejemplo, a través de la declaración de parques nacionales.

Por último, la constitución autoriza que por medio de leyes se restrinjan otros derechos a
fin de cumplir con el deber de proteger el medio ambiente. Por ejemplo, se prohiba cortar
árboles que se encuentran en una propiedad privada cuando ellos sean especies
protegidas, como ocurre con la Araucaria.

9° El derecho a la protección de la salud (Artículo 19 Nº 9)

El Estado protege el libre e igualitario acceso a las acciones de promoción, protección y


recuperación de la salud y de rehabilitación del individuo. Esto quiere decir que el Estado
cumple el rol de supervisor de las prestaciones de salud otorgadas por instituciones
públicas y privadas.

Asimismo, se garantiza el derecho de toda persona a elegir el sistema de salud al que


desea acogerse, sea estatal o privado, estableciéndose que la ley puede fijar cotizaciones
obligatorias para lograr el financiamiento del sistema.

10° El derecho a la educación (Artículo 19 Nº 10)

La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la persona en las distintas etapas de
su vida.

Los padres tienen el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos. Corresponde al
Estado:

a) Financiar un sistema gratuito de educación básica, la que es obligatoria.


b) Fomentar el desarrollo de la educación en todos sus niveles; estimular la
investigación científica y tecnológica, la creación artística y la protección e
incremento del patrimonio cultural de la Nación.

11° La libertad de enseñanza (Artículo 19 Nº 11)

Está constituida por el derecho que asiste a todas las personas para participar en los
procesos de enseñanza y aprendizaje y comprende tanto la enseñanza reconocida
oficialmente o sistemática como la no sistemática (experimental). Esta libertad incluye el
derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales.

La enseñanza reconocida oficialmente no puede orientarse a propagar tendencia político


partidista alguna.

Se reconoce a los padres el derecho a escoger el establecimiento educacional para sus


hijos.

12° La libertad de emitir opinión y de información (Artículo 19 Nº 12)

La libertad de emitir opinión implica el derecho de expresarse libremente y sin autorización


previa. Comprende todo tipo de opiniones, sean políticas, religiosas, científicas, etc.

La libertad de información comprende la posibilidad de hacer partícipe a los demás de las


opiniones y de dar a conocer diversos acontecimientos.

Esta garantía comprende referencias a otras materias:

Prensa escrita: toda persona natural o jurídica tiene el derecho de fundar, editar y
mantener medios de prensa escrita cumpliendo los requisitos que establezca la ley.

Televisión: se entrega al Estado, universidades y entidades que la ley debe determinar la


operación y mantención de estaciones de televisión.

Consejo Nacional de Televisión: es autónomo y su misión es velar por el correcto


funcionamiento de este medio de comunicación.

Censura cinematográfica previa.

13° El derecho de reunión (Artículo 19 Nº 13)

Constituye en la libertad que tiene un número indeterminado de personas para agruparse


momentáneamente. Hay dos restricciones:

a) El carácter pacífico de la reunión.

b) Sin armas.

14° El derecho de petición (Artículo 19 Nº 14)


El derecho de presentar peticiones a la autoridad, sobre cualquier asunto de interés público
o privado, sin otra limitación que la de proceder en términos respetuosos y convenientes.

15° El derecho de asociarse sin permiso previo (Artículo 19 Nº 15)

Nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación.

Partidos políticos:

a) No pueden intervenir en actividades ajenas a las suyas ni tener privilegio alguno o


monopolio de la participación ciudadana;

b) Registro: deben llevar un registro de sus militantes;

c) Contabilidad: debe ser pública;

d) Fuentes de financiamiento: no pueden provenir del extranjero;

e) Estatutos: deben asegurar una efectiva democracia interna.

La Constitución Política garantiza el pluralismo político.

El Tribunal Constitucional puede declarar la inconstitucionalidad de los partidos,


movimientos u otras formas de organización cuyos objetivos, actos o conductas no
respeten los principios básicos del régimen democrático y constitucional, procuren el
establecimiento de un sistema totalitario, como asimismo aquellos que hagan uso de la
violencia, la propugnen o inciten a ella como método de acción política. Dicha declaración
acarrea sanciones a las personas que integran dichos partidos o movimientos.

16° La libertad de trabajo y su protección (Artículo 19 N° 16)

Libertad de trabajo: Los empleadores pueden contratar libremente y los trabajadores


pueden elegir libremente, pero todo ello a cambio de una justa retribución.

Se prohibe cualquiera discriminación que no se base en la capacidad o idoneidad personal.


Sólo la ley puede exigir la nacionalidad chilena o límites de edad para determinados casos.

Ninguna clase de trabajo puede ser prohibida, salvo que se oponga a la moral, a la
seguridad o a la salubridad públicas, o que lo exija el interés nacional.

Afiliación sindical: la afiliación o desafiliación de una organización como requisito para


desarrollar una determinada actividad o trabajo.

Negociación colectiva: es un derecho de los trabajadores, salvo los casos en que la ley
expresamente no permita negociar.

Derecho a huelga: está prohibido para los funcionarios del Estado y de las
municipalidades y para quienes trabajan en corporaciones o empresas que atiendan
servicios de utilidad pública o cuya paralización cause grave daño a la salud, a la economía
del país, al abastecimiento de la población o a la seguridad nacional.

17° La igualdad ante los cargos públicos (Artículo 19 Nº 17)

Constituye una manifestación de la igualdad ante la ley, y consiste en la igualdad de trato


que deben recibir quienes postulen a un empleo o función pública, sea o no de elección
popular, porque deben cumplir idénticos requisitos que establezca la Constitución o la ley.

18° El derecho a la seguridad social (Artículo 19 Nº 18)

La seguridad social está referida a situaciones imprevistas que pueden perjudicar la


subsistencia o condiciones de vida de las personas, por ejemplo, vejez, incapacidad física.

El Estado garantiza el acceso de todos los habitantes al goce de prestaciones básicas


uniformes, sea que se otorguen a través de instituciones públicas o privadas. Esto es, no
garantiza otorgar las prestaciones sino que todos tengan la posibilidad de acceder a ellas
cumpliendo idénticos requisitos. Las prestaciones pueden ser jubilación por vejez,
pensiones de invalidez, etc.

Pueden establecerse cotizaciones obligatorias para lograr el financiamiento del sistema. El


Estado fiscaliza el funcionamiento de las instituciones que prestan estos servicios a través
de la Superintendencia de Seguridad Social y la Superintendencia de Administradoras de
Fondos de Pensiones.

19° El derecho a la sindicación (Artículo 19 Nº 19)

La afiliación sindical será siempre voluntaria.

Las organizaciones sindicales gozarán de personalidad jurídica por el solo hecho de


registrar sus estatutos y actas constitutivas en la forma y condiciones que determine la ley.

La ley contemplará los mecanismos que aseguren la autonomía de estas organizaciones.


Las organizaciones sindicales no podrán intervenir en actividades político partidistas.

20° La igualdad ante las cargas públicas (Artículo 19 Nº 20)

Por cargas públicas se entienden todas las prestaciones de carácter personal o patrimonial
que se imponen por el estado a las personas a fin de dar cumplimiento de diversos fines.
Por ejemplo de carácter personal: el servicio militar o el nombramiento como vocal de
mesa en las elecciones. De carácter patrimonial: los tributos.

En relación a los tributos, la igual repartición se hace en relación a las rentas, es decir, se
concreta en que el sacrificio de las personas sea idéntico y no que se pague lo mismo, esto
es, quien gana $200.000, pagará un 10% de su sueldo que equivale a $20.000, pero quien
gana $2.000.000 pagará $200.000.
En todo caso se asegura que la ley no podrá establecer tributos manifiestamente
desproporcionados o injustos, esto es, el tributo no podría exigir prestaciones económicas
imposibles de cumplir. Por su parte, sólo la ley puede establecer tributos.

Asimismo, se establece que lo que se obtenga de los tributos ingresan al patrimonio común
de la nación y no pueden estar destinados a un fin específico, por ejemplo, exigir que la
recaudación del I.V.A. sólo se destine a financiar a los servicios públicos. Sin embargo,
hay dos casos en que se puede establecer una destinación especial: para la defensa
nacional o para las regiones o municipalidades cuando el tributo se cobre respecto de un
bien o actividad que tengan una clara identificación regional o local.

21° El derecho a desarrollar cualquiera actividad económica (Artículo 19 N° 21)

Se garantiza el derecho a desarrollar cualquier actividad económica siempre que no se


oponga a la moral, al orden público o a la seguridad nacional y respetando las normas
legales que la regulen.

La actividad empresarial del Estado se somete a dos requisitos:

a) Autorización por ley especial (quórum calificado),

b) Sometimiento a las leyes aplicables a los particulares que desarrollan la misma


actividad.

22° La no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos
en materia económica (Artículo 19 N° 22)

Constituye una manifestación de la igualdad ante la ley y su objeto es resguardar a las


personas de una desigualdad en los efectos que originen medidas que adopte el Estado o
sus organismos al ordenar o desarrollar una actividad económica, comercial o empresarial.

Sólo por ley pueden autorizarse beneficios directos o indirectos en favor de algún sector,
actividad o zona geográfica, o establecer gravámenes especiales que afecten a uno u
otras. Por ejemplo: las zonas francas.

23° La libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes (Artículo 19 Nº 23)

No puede el Estado establecer prohibiciones para adquirir bienes. Las prohibiciones sólo
son posibles respecto de los siguientes bienes:

a) Los que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres, por ejemplo, el
aire.

b) Los que deben pertenecer a la Nación toda, esto es, bienes nacionales, sean de
uso público, como las plazas, calles y playas o, fiscales, como los edificios en que
funcionan los servicios públicos, por ejemplo, el Palacio de la Moneda.

24° El derecho de propiedad (Artículo 19 Nº 24)


a) Implica no sólo la prohibición al Estado para impedir el acceso a los bienes (que está
protegida por el artículo 19 Nº 23), sino también la obligación de crear normas conforme a las
cuales las personas adquieran bienes y se les reconozca y proteja su propiedad sobre bienes
corporales e incorporales.

Legalidad de la regulación: sólo por ley puede establecerse el modo de adquirir, de


usar, gozar y disponer de los bienes y además, la forma como la propiedad de los
particulares puede ser afectada por la función social, esto es, los casos en que no
obstante ser propietario hay ciertas obligaciones que cumplir por intereses
superiores, por ejemplo, si una persona adquiere una casa declarada monumento
nacional, no podrá derribarla para construir otra casa, lo que implica una limitación
a la propiedad.

Expropiación: consiste en que la autoridad extrae del patrimonio de un particular


un bien para incorporarlo al patrimonio público, fundado en el interés nacional o la
utilidad pública. Por ejemplo, se expropia una casa porque se proyecta la
construcción de una carretera que la atraviesa. Allí se trata de utilidad pública
porque quienes transiten por ese camino se verán beneficiados. En todo caso la
expropiación requiere el cumplimiento de ciertos requisitos:

Ley: que autorice la expropiación.

Indemnización: siempre debe pagarse por el bien expropiado y esa indemnización


debe equivaler al daño patrimonial efectivamente causado en el sentido que la
persona reciba el valor real del bien que ha salido de su patrimonio.

Pago: la indemnización se paga en efectivo y al contado, salvo que el expropiado


llegue a un acuerdo diferente con la autoridad.

Reclamo: el expropiado puede reclamar ante los tribunales si estima que la


expropiación ha sido ilegal.

b) El Estado es el único dueño de las minas, no obstante la propiedad de las personas


sobre los terrenos en cuyas entrañas estuvieren situadas. Los particulares pueden
explotar dichas minas a través de concesiones otorgadas por resolución judicial y
el concesionario está protegido por la propiedad sobre la concesión.

c) También se reconoce el derecho de propiedad sobre las aguas en los casos en que
la ley lo permita. Esto corresponde a lo que se denomina derechos de
aprovechamiento de aguas que se obtienen a través de la Dirección General de
Aguas.

25° El derecho del autor (Artículo 19 N° 25)

La propiedad intelectual protege los derechos de los autores de las obras de la inteligencia
en el ámbito literario, artístico y científico.
Se protege además la propiedad industrial sobre las patentes de invención, marcas
comerciales, modelos, procesos tecnológicos u otras creaciones.

c) Deberes constitucionales.

1. Deber de respeto a Chile y a sus emblemas nacionales. Este deber es exigible a todos los
habitantes de la República y, por tanto, también a los extranjeros.

2. Los chilenos tienen el deber fundamental de honrar a la patria, de defender su soberanía y


de contribuir a preservar la seguridad nacional y los valores esenciales de la tradición
chilena.

6.3 Organos de Gobierno: Presidente de la República, Congreso Nacional y Poder Judicial.

La Constitución Chilena consagra el sistema presidencial de gobierno (por oposición al sistema


parlamentario) según el cual el gobierno se origina y está constituido por un órgano distinto del
parlamento, esto es, el gobierno no surge del parlamento porque las calidades de Presidente de la
República y Ministro de Estado son incompatibles con la de parlamentario. En el sistema
parlamentario, el jefe del gobierno es aquel parlamentario que lidera el partido político que obtiene
la mayoría de votos en el parlamento, y su gabinete está compuesto por parlamentarios. Los
órganos de gobierno, entendido este último en sentido amplio, como los órganos que detentan el
poder en el Estado y en que se distribuyen las funciones esenciales son: Presidente de la
República, Congreso Nacional y Poder Judicial.

6.3.1 Presidente de la República (Capítulo IV CP)

La Constitución establece que el gobierno y la administración del Estado corresponden al


Presidente de la República, quien es el Jefe del Estado. Por consiguiente, el gobierno y la
administración son funciones presidenciales, para lo cual, la autoridad del Presidente se extiende a
todo cuanto tiene por objeto la conservación del orden público en el interior y la seguridad externa
de la República, con la colaboración de los órganos que establezcan la Constitución y las leyes, a
las que debe someter sus actuaciones.

Al Presidente de la República está provisto de una serie de atribuciones legislativas, políticas,


económicas, administrativas, militares, de relaciones internacionales, judiciales y potestad
reglamentaria.

Por su parte los ministros de Estado son los colaboradores directos e inmediatos del Presidente de
la República en el gobierno y administración del Estado.

6.3.2 Congreso Nacional (Capítulo V CP)

La función legislativa en forma preponderante está entregada al Congreso Nacional, sin perjuicio
que en su ejercicio participa también el Presidente de la República. Tiene otras funciones
relevantes que son desarrolladas sea por una o ambas ramas del Congreso, como la fiscalización
de los actos del gobierno, el juicio político y la aprobación de los tratados internacionales.

El Congreso Nacional está compuesto de dos ramas: la Cámara de diputados y el Senado.


La Cámara de diputados está integrada por 120 miembros, eligiéndose dos por cada uno de los 60
distritos electorales. Dicha Cámara se renueva en su totalidad cada cuatro años.

El Senado por su parte comprende por una parte, miembros elegidos en votación directa y, por
otra, miembros no elegidos cuya presencia en el Senado obedece al cumplimiento de ciertos
requisitos que la propia Constitución establece.

Los senadores elegidos en votación directa correspondiendo a dos por cada circunscripción
senatorial. Cada región constituye una circunscripción, excepto seis de ellas (V, VII, VIII, IX, X y
Metropolitana) que son divididas en dos. En total son 19 circunscripciones senatoriales y en total
38 senadores elegidos.

Los senadores no elegidos corresponden a:

a) Senadores por derecho propio: Ex-Presidentes de la República que hayan ejercido el cargo
por durante seis años en forma continua. Estos senadores tienen el carácter de vitalicios.

b) Senadores designados o institucionales: duran ocho años en sus cargos y corresponden a


los siguientes:

o Dos ex-ministros de la Corte Suprema, elegidos por ésta y que hayan


desempeñado el cargo dos años continuos.
o Un ex-Contralor General de la República, elegido por la Corte Suprema y que haya
desempeñado el cargo por dos años continuos.

o Un ex-Comandante en Jefe del Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea y un ex-


General Director de Carabineros, que hayan ejercido el cargo dos años continuos y
elegidos por el Consejo de Seguridad Nacional.

o Un ex-rector de una universidad estatal o reconocida por el Estado, que haya


desempeñado el cargo por dos años continuos, designado por el Presidente de la
República.

o Un ex-Ministro de Estado, que haya ejercido el cargo por más de dos años
continuos, en un período presidencial anterior a aquél en que se realiza el
nombramiento, designado por el Presidente de la República.

6.3.3 Poder Judicial (Capítulo VI CP)

La Constitución Política se refiere al órgano jurisdiccional como poder judicial, único caso en que
se refiere a un órgano del Estado como Poder, como una forma de reforzar la idea de que se trata
de un órgano con fisonomía propia e independiente y no de un mero servicio público.

El órgano jurisdiccional es aquel que tiene a su cargo la solución de las controversias aplicando el
derecho a un caso concreto. Comprende la facultad de conocer, resolver y hacer ejecutar los
juzgado, esto es, puede imponerse incluso por la fuerza el cumplimiento de la decisión adoptada
por el órgano jurisdiccional.

En Chile el poder judicial está compuesto por los siguientes tribunales:


a) Tribunales ordinarios: Corte Suprema, Cortes de Apelaciones, Presidente de la Corte
Suprema o de una Corte de Apelaciones en determinados casos, Ministro de la Corte
Suprema o de una Corte de Apelaciones, en ciertas situaciones; Juzgados de letras en lo
civil, Juzgados de letras en lo criminal.

b) Tribunales especiales, regidos por leyes particulares: Juzgados de Letras de Menores,


Juzgados de Letras del Trabajo, Tribunales Militares en tiempos de paz (Juzgados
Institucionales y Cortes Marciales: los Juzgados Institucionales son los que ejercen
jurisdicción militar en el ámbito que compete a cada una de las Instituciones Armadas y de
Carabineros; las Cortes Marciales son los superiores jerárquicos de los juzgados
institucionales).

c) Tribunales especiales que no forman parte del poder judicial orgánicamente pero que
ejercen la función jurisdiccional en el ámbito que sus leyes especiales se lo permiten:
Jueces árbitros (particulares a quienes se les encarga la solución de un conflicto, como por
ejemplo, las particiones de herencia o materias comerciales), Juzgados de Policía Local (a
cargo, por ejemplo, de las infracciones a la Ley del Tránsito o a la Ley de Alcoholes, en
tanto no sean de competencia de un tribunal de letras en lo criminal), tribunales especiales
que la ley establece dentro de la Administración del Estado para conocer determinadas
materias (tribunales de aduanas, tribunal de avalúo).

6.4 Otros Órganos Constitucionales.

La Constitución se hace cargo de regular otros órganos que cumplen funciones de relevancia en el
Estado.

6.4.1 Ministerio Público (Capítulo VI-A CP)

El Ministerio Público es un nuevo órgano constitucional introducido por la Ley de Reforma


Constitucional N° 19.519, con ocasión de la instauración de un nuevo sistema judicial penal. Hasta
el momento de la reforma, el sistema criminal chileno comprendía a un juez investigador, acusador,
juzgador y sentenciador. Es decir, la misma persona encargada de investigar los delitos y de
acusar al sospechoso, tenía finalmente que decidir si era o no culpable, lo que no otorgaba
garantías suficientes de imparcialidad, porque no es lógico que quien decidió acusar
posteriormente dictara también la sentencia. El nuevo sistema separa las funciones de investigar y
acusar, de la función de juzgar y así, se radica la investigación y la acusación en un órgano distinto
denominado Ministerio Público.

El Ministerio Público es un órgano autónomo, jerarquizado, integrado por el Fiscal Nacional,


Fiscales Regionales y Fiscales adjuntos.

El Fiscal Nacional es el máximo jerarca del Ministerio Público, es designado por el Presidente de la
República, con acuerdo del Senado de una quina propuesta por la Corte Suprema. A fin de
asegurar la independencia de su labor, sólo puede ser removido por la Corte Suprema, a
requerimiento del Presidente de la República, de la Cámara de Diputados o 10 de sus miembros,
por incapacidad, mal comportamiento o negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones.

El Ministerio Público tiene las siguientes funciones:


a) Dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos que constituyan delitos, los que
determinen los autores de estos hechos o bien, los que establezcan la inocencia de quien
aparece imputado como autor de un hecho delictivo.

b) Ejercer la acción penal pública, esto es, iniciar, ante el tribunal correspondiente, el proceso
criminal dirigido a obtener la aplicación prevista para el delito que se ha cometido.

c) Adoptar medidas para proteger a las víctimas y a los testigos.

Para el ejercicio de sus funciones el Ministerio Público puede impartir órdenes directas a las
Fuerzas de Orden y Seguridad durante la investigación, pero requiere aprobación judicial previa
para realizar actuaciones que priven al imputado o a terceros de alguno de los derechos
establecidos por la Constitución, por ejemplo, para registrar lugares privados requiere autorización
judicial.

6.4.2 Tribunal Constitucional (Capítulo VII CP)

El Tribunal Constitucional es el órgano encargado, principalmente, de ejercer el control de


constitucionalidad de las leyes. Este control constituye un examen de contraste jurídico entre la ley
y la Constitución que busca establecer la conformidad de aquélla con ésta, fundado en la
supremacía de la Constitución, es decir, en aquella cualidad de la Constitución en virtud de la cual
constituye la norma primera a la cual deben conformarse el resto de las disposiciones.

Este Tribunal está integrado por siete miembros, designados de la siguiente forma:

a) Tres ministros de la Corte Suprema, elegidos por ésta.

b) Un abogado designado por el Presidente de la República.

c) Dos abogados elegidos por el Consejo de Seguridad Nacional.

d) Un abogado elegido por el Senado.

Los miembros del tribunal duran ocho años en sus cargos, se renuevan por parcialidades y son
inamovibles.

Como ya se dijo, el Tribunal Constitucional ejerce, principalmente, la función de control de


constitucionalidad de las leyes, que lo ejerce obligatoriamente respecto de las leyes orgánicas
constitucionales e interpretativas de la Constitución, y previo requerimiento, respecto del resto de
las leyes a través de la resolución de las denominadas cuestiones de constitucionalidad.

Asimismo, conoce de las cuestiones de constitucionalidad que se susciten en relación a las


convocatorias a plebiscito, de los reclamos suscitados con ocasión de la promulgación de las leyes
por parte del Presidente de la República. Además debe resolver sobre la constitucionalidad de los
decretos o resoluciones que han sido representados por la Contraloría General de la República y el
Presidente ha solicitado al Tribunal su pronunciamiento.
En otro orden de materias, le corresponde la declaración de inconstitucionalidad de las
organizaciones, movimientos y partidos políticos, y la responsabilidad de las personas que los
integran, cuando en sus objetivos, actos o conductas ellos no respetaren los principios básicos del
régimen democrático y constitucional, procuren el establecimiento de un sistema totalitario, o
hagan uso de la violencia, la propugnen o inciten a ella como método de acción política.

6.4.3 Tribunales Electorales (Capítulo VIII CP)

El Capítulo VIII de la Constitución está dedicado a la denominada Justicia Electoral, encomendada


al Tribunal Calificador de Elecciones, el que tiene las siguientes funciones:

a) Conocer el escrutinio general y la calificación de las elecciones de Presidente de la


República, diputados y senadores.

b) Resolver las reclamaciones a que dieren lugar los procesos señalados anteriormente.

c) Proclamar a quienes resulten elegidos.

d) Conocer de los plebiscitos.

Este Tribunal está integrado por cinco miembros:

a) Tres ministros o ex ministros de la Corte Suprema elegidos por ésta.

b) Un abogado elegido por la Corte Suprema que se haya destacado en la actividad


profesional, universitaria o pública y no tener impedimento para ser juez.

c) Un ex presidente del Senado o de la Cámara de Diputados que haya ejercido el cargo por
un lapso no inferior a tres años, el que es elegido por sorteo.

Por otra parte, se establece la existencia de Tribunales Electorales Regionales que conocen de l
calificación de las elecciones de carácter gremial y de las que tienen lugar en los grupos
intermedios que señale la ley. Están constituidos por un ministro de la Corte de Apelaciones
respectiva, elegido por ésta y por dos miembros designados por el Tribunal Calificador de
Elecciones de entre personas que hayan ejercido la profesión de abogado o desempeñado la
función de ministro o abogado integrante de Corte de Apelaciones por un plazo no inferior a tres
años. Los miembros de estos tribunales duran cuatro años en sus cargos.

6.4.4 Contraloría General de la República (Capítulo IX CP)

La Contraloría General de la República es un organismo autónomo, que se encuentra a cargo del


Contralor General de la República, quien es nombrado por el Presidente de la República, con
acuerdo del Senado y es inamovible de su cargo, cesando en él a los 75 años de edad. Sólo puede
ser removido por acusación constitucional presentada por la Cámara de Diputados y aprobada por
el Senado por notable abandono de sus deberes.

La Constitución establece tres funciones para la Contraloría General de la República:


a) Control de legalidad de los actos de la Administración: se realiza mediante el trámite de
toma de razón que constituye un examen mediante el cual se determina si un acto de la
administración ha sido dictado conforme a la Constitución y la ley. En caso contrario debe
representarlo, esto es, rechazarlo, y el acto no podrá nacer a la vida jurídica, es decir, regir,
sino una vez que ha sido corregido en el sentido señalado por la Contraloría. En algunos
casos en que el acto se rechaza por ilegal, se autoriza al Presidente de la República para
no corregir el acto e insistir en él, estando obligada la Contraloría a tomar razón pero
debiendo informar a la Cámara de Diputados de modo de generar la instancia de
fiscalización que sea necesaria. En caso que la razón del rechazo haya sido la
inconstitucionalidad no cabe la insistencia, el Presidente sólo podrá acudir al Tribunal
Constitucional a fin de que éste resuelva si el acto es efectivamente inconstitucional o no.

b) Control financiero: fiscaliza el ingreso e inversión de los fondos del Fisco, las
Municipalidades y de los demás organismos y servicios que determinen las leyes. Para
estos efectos, realiza una función de registro de los actos recaídos en materia financiera y
puede realizar auditorías y sumarios en las distintas reparticiones. Además, examina y
juzga las cuentas de las personas que tengan a su cargo bienes de las entidades
señaladas.

c) Función contable: lleva la contabilidad general de la Nación.

6.4.5 Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública (Capítulo X CP)

Las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública dependen del Ministerio de Defensa
Nacional.

Las Fuerzas Armadas se componen (Armada, Ejército, Fuerza Aérea), cada una a cargo de un
Comandante en Jefe. Sólo en caso de Guerra se reúne el mando de todas las Fuerzas Armadas en
una sola autoridad: Presidente de la República.

Son funciones de las Fuerzas Armadas:

a) La defensa de la patria, siendo esenciales para la Seguridad Nacional.

b) Garantizar el orden institucional de la República. Por orden institucional puede entenderse


el funcionamiento regular de las instituciones constitucionales. Esta función debe
entenderse que sólo puede asumirse cuando los propios órganos del régimen
constitucional emiten un pronunciamiento sobre responsabilidades y sanciones y éstas son
desconocidas por otras autoridades.

Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública están compuestas por Carabineros de Chile y la Policía
de Investigaciones. Sus funciones son:

a) Dar eficacia al derecho, esto es, las normas obligatorias dictadas en el ámbito de
competencia del Estado pueden hacerse cumplir incluso por medio de la fuerza, y
precisamente, son estos funcionarios los encargados, previa orden, de ejercer la fuerza en
caso necesario. Por ejemplo, el imputado por un delito que es llevado a la presencia del
juez para su juzgamiento.
b) Garantizar el orden público y la seguridad pública interior. Esto quiere decir que está a su
cargo la prevención y represión de los delitos.

c) Sólo Carabineros, junto a las Fuerzas Armadas, garantizan el orden institucional de la


República.

Las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile como cuerpos armados son obedientes,
jerarquizadas, profesionales, no deliberantes y disciplinadas.

6.4.6 Consejo de Seguridad Nacional (Capítulo XI CP)

El Consejo de Seguridad Nacional es un órgano constitucional integrado por el Presidente de la


República, los presidentes del Senado y de la Corte Suprema, por los Comandantes en Jefe de las
Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros y por el Contralor General de la República.

Participan como miembros del Consejo, con derecho a voz, los ministros del interior, de relaciones
exteriores, de defensa nacional, y de economía. Actúa como secretario el Jefe del Estado Mayor de
la Defensa Nacional.

Son funciones del Consejo:

a) Asesorar al Presidente de la República en cualquier materia vinculada a la Seguridad


Nacional.

b) Hacer presente al Presidente de la República, al Congreso Nacional o al Tribunal


Constitucional, su opinión frente a algún hecho, acto o materia que, a su juicio, atente
gravemente en contra de las bases de la institucionalidad o pueda comprometer la
Seguridad Nacional.

c) Informar acerca de las fuerzas de tierra, aire y mar que deban mantenerse en tiempos de
paz o de guerra.

d) Recabar todos los antecedentes relacionados con la seguridad exterior e interior del
Estado.

6.4.7 Banco Central (Capítulo XII CP)

El Banco Central es un organismo autónomo, de rango constitucional, de carácter técnico, con


personalidad jurídica, patrimonio propio y de duración indefinida.

Su domicilio se encuentra en la ciudad de Santiago y tiene por objeto velar por la estabilidad de la
moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos, para lo cual dispone de
atribuciones variadas, como ser, la regulación de la cantidad de dinero y crédito en circulación, la
ejecución de operaciones de crédito y cambios internacionales, como asimismo, la dictación de
normas en materia monetaria, crediticia, financiera y de cambios internacionales, debiendo, al
adoptar sus acuerdos, tener presente la orientación general de la política económica del Gobierno.
La dirección y administración del Banco Central de Chile se encuentra a cargo de un Consejo,
compuesto de cinco miembros, los que son designados por el Presidente de la República, previo
acuerdo del Senado.

6.5 Servicios Públicos y rol social del Estado.

6.5.1 Concepto de servicio público.

Existen al menos dos conceptos acerca de lo que se entiende por servicio público: uno orgánico y
otro funcional.

El concepto orgánico atiende para definir el servicio público, a los órganos que integran la
Administración del Estado y la actividad que ellos realizan, cualquiera que ella sea. Esto es, en
tanto se trate de un órgano inserto en la organización de la administración estatal, se entenderá
que constituye un servicio público.

El concepto funcional, en cambio, atiende para definir el servicio público, a que la actividad sea
pública, sea que se cumpla por un órgano de la Administración del Estado, o la autoridad
simplemente tome la iniciativa en orden a realizar la actividad, aún cuando ella sea cumplida por un
particular, reservándose sólo el control de su ejercicio. En este caso, será servicio público una
actividad que persigue un fin de interés general, ya sea realizado por un órgano del Estado o por
un particular. De esta forma se explican los casos en que el Estado crea o participa en empresas,
pero sin un fin de lucro, sino más bien, con el objetivo de brindar prestaciones al público, por
ejemplo: ferrocarriles, transportes en general, etc.

Concepto legal chileno de servicio público.

En Chile suelen utilizarse ambos conceptos de servicio público, orgánico y funcional. Así en
ocasiones se utiliza la expresión servicio público para referirse a los organismos del Estado y en
otras para referirse a la actividad que tales organismos desarrollan.

6.5.2 Finalidad del servicio público.

El fin del servicio público es satisfacer las necesidades públicas. Por lo tanto, resulta necesario
definir el alcance de las necesidades públicas.

En primer lugar, debe señalarse que no son lo mismo que necesidades colectivas, estas últimas
simplemente constituyen la suma de necesidades individuales. La distinción puede apreciarse, en
que algunas necesidades colectivas son atendidas por los particulares: alimentación, servicios
médicos, etc. Pero existen necesidades colectivas de interés general que sólo cumple la
Administración con exclusión de los particulares, por ejemplo, defensa de la nación, justicia, etc.
Finalmente, hay necesidades a cuya satisfacción concurren tanto los servicios de la Administración
como los particulares, por ejemplo, el transporte público.

Cuando las necesidades colectivas son generales y su satisfacción es asumida por el Estado
adoptando alguna de las formas que más adelante se indicará, se convierten en necesidades
públicas.
La existencia de una necesidad, elevada al carácter de pública, y atendida como función
obligatoria para el Estado, constituye sin duda, el elemento fundamental del servicio público.
Por ejemplo, la preservación de la salud de la población constituye una necesidad pública. De
allí que se ha creado un sistema de salud pública, independientemente del rol que en este
campo puede caber a los particulares.

6.5.3 Características del servicio público.

Dicen relación con la actividad de un órgano público. Tales características son: continuidad,
regularidad, uniformidad, obligatoriedad y permanencia.

La continuidad es una característica de la esencia del servicio, y quiere decir que la actividad del
mismo no puede interrumpirse o paralizarse, porque su función es pública y ha sido establecida en
beneficio de toda la comunidad. Por esta característica se explican ciertas medidas, como por
ejemplo, la prohibición del derecho de huelga en la Administración, o la prohibición de constituir
sindicatos por sus empleados, ya que cualquier paralización de un servicio público incide en la
ausencia de prestaciones relevantes para la comunidad.

La regularidad, dice relación con la sumisión del servicio público a reglas, leyes o reglamentos,
que establecen la forma en que se desarrolla la actividad del órgano público. Por lo tanto, los
funcionarios que se desempeñan en un servicio público deben observar con exactitud dichas leyes
y reglamentos, ya que ellos se traducen en una garantía para la comunidad en el sentido que la
satisfacción de necesidades que realiza el Estado se somete a preceptos preestablecidos
impidiendo de esta manera las arbitrariedades.

La uniformidad significa que habiendo sido establecido un servicio público en beneficio o interés
de toda la comunidad, sus prestaciones deben ser iguales para todos aquellos habitantes que se
encuentran en idénticas condiciones para solicitar sus beneficios. El servicio de locomoción
colectiva, por ejemplo, es uniforme, porque todos tienen derecho a usarlo en iguales condiciones y
pagando una misma tarifa.

La obligatoriedad se traduce en que la prestación para la cual fue creado un servicio público debe
necesariamente cumplirse, sin que pueda la autoridad beneficiar con ella a algunos y negarla para
otros.

La permanencia significa que el servicio público se mantendrá en la medida que subsistan las
necesidades públicas para las cuales fue creado. Si la necesidad desaparece o deja de ser pública,
el servicio debe suprimirse porque no existirá el fundamento racional y social de su existencia.

6.5.4 Elementos del servicio público.

Función pública: una función considerada obligatoria para el Estado en un determinado


momento;: esta función está constituida para la satisfacción de una necesidad pública.

Funcionarios: un cierto número de agentes jerarquizados que cumplen la función; se refiere a


ciertos individuos que realizan la función pública, y que se encuentran dentro de una organización
piramidal de funcionarios vinculados por jerarquía, entre quienes adoptan las decisiones y quienes
las ejecutan concretamente. Estos agentes pueden ser gobernantes, autoridades y simples
funcionarios o empleados públicos. Los gobernantes son los que ejercen el poder público en
nombre de la ciudadanía, como el Presidente de la República y diputados y senadores. Las
autoridades son agentes que sin ejercer el poder público participan de él con facultades exclusivas,
resolutivas y cuentan con poder de mando, ya que se encuentran en los tramos más altos de la
pirámide de funcionarios, como por ejemplo, los ministros de Estado, Intendentes, Gobernadores y
jefes de servicio en general. Los funcionarios o empleados son las personas que integran los
servicios públicos y a cuyo cargo se encuentran.

Recursos: una cierta cantidad de recursos afectos al cumplimiento de la función: son los bienes
materiales afectos al cumplimiento de la función pública por parte de un servicio.

Régimen jurídico especial: se trata de un conjunto de disposiciones legales y reglamentarias


mediante las cuales se definen la satisfacción de una necesidad pública, el órgano encargado de
ello y la forma o procedimiento conforme al cual realizará su función.

6.5.5 Creación, Organización Modificación y Supresión de los servicios públicos.

Crear un servicio público significa que el Estado ha resuelto satisfacer una determinada necesidad
por medio de un organismo público.

Organizar un servicio público implica formular las reglas generales y particulares a las que deberá
someterse el servicio, lo que implica determinar su naturaleza, funciones, personal, recursos y los
mecanismo para su control

Modificar un servicio público implica alterar las normas de organización del mismo, cuando así se
requiera por el interés general.

Suprimir un servicio público implica su eliminación cuando el Estado decide dejar de satisfacer la
necesidad pública por medio de sus organismos.

Tanto la creación, organización, modificación y supresión de los servicios públicos se realiza por
ley.

6.5.6 Principios que deben respetarse en la creación y actuación de los servicios


públicos.

Legalidad: todo servicio público se encuentra sometido a un conjunto de normas legales y


reglamentarias que debe respetar fielmente en el ejercicio de sus funciones. Así lo dispone la
Constitución y constituye una garantía para los integrantes de la comunidad, ya que sólo la ley, y
los reglamentos que se dicten de acuerdo a ella pueden establecer las funciones, atribuciones y
procedimientos de actuación a los que deben sujetarse los servicios públicos.

Unidad administrativa: significa que en la organización de los servicios públicos debe


especificarse claramente el cúmulo de funciones y atribuciones que a cada uno corresponde a fin
de evitar interferencias entre los distintos servicios o que más de uno cumpla una misma tarea.

Eficiencia: los servicios públicos son creados para satisfacer necesidades públicas, por lo tanto,
deben cumplir las tareas para las cuales han sido creados procurando aprovechar del mejor modo
posible los medios materiales y humanos que les han sido otorgados.
Jerarquía: el conjunto de funcionarios que componen el servicio público se encuentran ordenados
en una cadena jerárquica que implica que el superior imparte órdenes que deben ser obedecidas
por los subordinados.

Probidad: implica, para los funcionarios integrantes de un servicio público, la necesidad de


observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo,
privilegiando siempre el interés general por sobre el particular.

Control: significa que siempre deben establecerse mecanismos a través de los cuales sea posible
revisar la forma como un servicio público y sus funcionarios han desempeñado sus tareas. Esto
implica revisar su apego a las normas que lo rigen y el respeto al principio de la probidad
administrativa. El control admite diversas posibilidades: en cuanto al momento, puede ser previo a
la dictación de un acto o posterior a él; en cuanto a la materia controlada puede ser jurídico (apego
a las normas en la actuación), financiero (manejo de los recursos), etc.

Responsabilidad: el Estado asume la responsabilidad por los daños que cause a los particulares
cualquier servicio público en el ejercicio de sus funciones. Ello garantiza que los integrantes de la
comunidad podrán reclamar al Estado por los actos que los perjudiquen siempre que no hayan sido
realizados de acuerdo a las normas legales o reglamentarias vigentes.

6.5.7 Clasificación de los servicios públicos.

Para clasificar los servicios públicos debe distinguirse entre el concepto funcional y el orgánico.

Funcional: En Chile el servicio público en su concepto funcional, es desarrollado tanto por órganos
públicos como por particulares. Esto es, hay necesidades públicas que el Estado asume, pero
adoptando dos formas distintas: directa o indirecta.

Directa: la actividad de servicio público es realizada por el Estado a través de un órgano


público que él crea, por ejemplo, Empresa de Correos de Chile o Servicio de Salud.

Indirecta: el Estado entrega el desarrollo de la actividad a un particular, sujetándolo al


cumplimiento de ciertas condiciones que él mismo impone, en general mediante el
mecanismo de las concesiones, por ejemplo: concesión de servicios de obras sanitarias,
concesión de servicios de telecomunicaciones.

Orgánico: En Chile, de acuerdo al criterio orgánico sólo son servicios públicos aquellos órganos
creados por el Estado para satisfacer una necesidad pública y, por lo tanto, son todos aquellos que
integran la denominada Administración Pública. Desde este punto de vista, los servicios públicos
pueden ser de administración activa, fiscalizadora, jurisdiccional.

Servicios públicos de administración activa: aquellos que han sido creados para
proporcionar un determinado servicio a la comunidad. Por ejemplo, Servicios de Salud
Pública, Empresa de Ferrocarriles del Estado.

Servicios públicos de administración fiscalizadora: aquellos que han sido creados para
controlar el ejercicio de la actividad de la Administración Pública: Contraloría General de la
República.
Servicios públicos de administración jurisdiccional: aquellos órganos que tienen
competencia especial para conocer de conflictos producidos entre los órganos de la
Administración del Estado y particulares en determinadas materias. Por ejemplo:
aduaneras, de avalúos.

6.5.8 Organización de los Servicios Públicos Chilenos de la Administración Activa.

Los Servicios Públicos están a cargo de un Jefe Superior denominado Director quien es el
funcionario de más alta jerarquía dentro del respectivo organismo.

A los jefes de servicio les corresponde dirigir, organizar y administrar el correspondiente servicio,
controlarlo y velar por el cumplimiento de sus objetivos, responder por su gestión y desempeñar las
funciones que la ley señale.

Los servicios públicos chilenos pueden ser centralizados o descentralizados. La distinción obedece
a tres elementos: personalidad jurídica, recursos y control a que están sometidos.

Servicios públicos centralizados: son aquellos que actúan con la personalidad jurídica del
Estado, actúan con los recursos del Fisco y están sometidos a la dependencia del Presidente de la
República a través de un determinado Ministerio (control jerárquico: esto es, obedecen las órdenes
e instrucciones que emanan del poder central). Por ejemplo: Servicio Nacional de Pesca, es
dependiente del Presidente de la República a través del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción. Al estar sometidos a la personalidad jurídica del Estado no pueden contratar por sí
mismos, salvo que el Presidente de la República delegue al jefe de servicio respectivo la
representación del Fisco para celebrar contratos que digan relación con los fines propios del
servicio.

Servicios públicos descentralizados: son aquellos que actúan con personalidad jurídica y
patrimonio propio que la ley que los crea les ha otorgado y están sometidos a la supervigilancia del
Presidente de la República a través del Ministerio respectivo (supervigilancia: tienen en sus manos
la gestión de sus asuntos pero están sometidos a determinados controles, por ejemplo, a través del
nombramiento de quienes los dirigen, control de su presupuesto). Por ejemplo: las empresas
públicas. Al contar con personalidad jurídica propia pueden contratar por sí mismos en los casos
que sea necesario para el cumplimiento de sus fines.

Servicio públicos desconcentrados: son aquellos a los que se ha transferido competencias desde
los órganos superiores disminuyendo la subordinación de éstos. Se aumentan los poderes de los
representantes locales, efectuándose esta transferencia de atribuciones en virtud de una ley, ya sea
para que ejerzan estas atribuciones en todo el territorio nacional o en una circunscripción
administrativa determinada. No cuentan con patrimonio ni personalidad jurídica propia sino que actúan
con la del órgano central.

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