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Partiendo de esta famosa frase de Albert Einstein, nos atrevemos a decir que cualquier intento

por defender y explicar el diseño mexicano sería inútil sin antes conocer y comprender esta
profesión.
El diseño juega un papel importante en nuestra vida diaria ya que todo nuestro alrededor, desde
objetos hasta la ropa que usamos, pasaron por este proceso. Este término, que tomó forma
gracias a la Bauhaus, escuela pionera de arte, arquitectura y diseño en el siglo XX, es una
ciencia aplicada que busca resolver o solucionar situaciones de la vida cotidiana por medio de
la creatividad, buscando siempre incluir aspectos funcionales, estéticos y tecnológicos.
En México, el diseño tuvo su impulso hasta 1968 gracias a las Olimpiadas en donde se
necesitaron elementos gráficos visuales para representar y anunciar el evento a un grupo
multicultural y multilingüe. Sin embargo, otras ramas del diseño como el industrial y el
multimedia, no adquirieron popularidad sino hasta décadas recientes gracias al avance de la
tecnología.
Esta falta de conocimiento de las ramas y aplicaciones del diseño tiene varias consecuencias
para los diseñadores. Uno de los mayores problemas que enfrenta el diseño en México es su
poca valoración. Según Ricardo Harte, maestro de la facultad de diseño de la Universidad
Iberoamericana, para muchos el diseñador no es más que alguien que “dibuja bonito”. Existen
muchos casos de gente que “diseña” por simple inspiración y no sigue un proceso o técnica
adecuada, generando así la subestimación por parte tanto de diseñadores como de no
diseñadores. Este tipo de situaciones también son causa de que muchas personas piensen que el
diseño es algo que “cualquiera puede hacer”.
Otro gran problema al que se enfrenta la comunidad de diseñadores es que su carrera es una
profesión mal remunerada. Actualmente en México el salario promedio para los diseñadores
según el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y la Previsión social, es de $9,497 y
solo el 39% de los egresados de carreras de diseño trabajan en relación a su área, de estos el
55% son trabajadores subordinados, el 35% son trabajadores por cuenta propia y el 10% son
empleadores.
Con este mismo reporte del Observatorio Laboral, podemos afirmar que el diseño es una
carrera con poca oferta y demanda en nuestro país. Los datos que soportan la anterior
afirmación son los siguientes: En el 2015 la licenciatura de diseño ocupó el puesto 44 de 66 en
el ranking de popularidad con 15,713 matriculados, de los cuales aproximadamente el 82% son
mujeres, a pesar de que solo el 44% de las egresadas ejercen una carrera profesional y en el
caso de los hombres es el 56% quienes trabajan en diseño. Igualmente la oferta es limitada ya
que sólo en 14 estados de la república se ofrecen carreras de diseño y el campo laboral se
concentra en el centro del país con un 60% de los diseñadores ejerciendo.
Por otra parte, mucha gente tiene la creencia de que el diseño en México es caro aunque el
verdadero problema es que la gente no está acostumbrada a pagar por diseño. Johannes Geurts,
consultor y profesor internacional en diseño, menciona que el empresario que tiene que pagar
por el diseño, lo hace. El reto es que se pague por lo hecho en México.
A pesar de todo lo anterior, el potencial que tiene nuestro país para el mundo del diseño es aún
muy amplio, gracias a la llegada de las nuevas tecnologías, cada vez es más fácil desarrollar de
forma completa una propuesta de diseño incluyente que no sólo resuelva un aspecto específico
si no todo su espectro.
Uno de los campos crecientes del diseño en México es el de la industria automotriz. Según
representantes de la misma existe la tecnología y el talento para destacar en este ámbito, lo que
hace falta es llegar a un volumen importante de producción para impulsar la confianza de que sí
se puede diseñar autos en el país.
Por otra parte, el mal diseño y el crecimiento desordenado de las ciudades tienen dos
consecuencias importantes, afirma el Dr. Oswaldo Medina, representante de la OPS-OMS. El
incremento en problemas de la salud como enfermedades respiratorias, cardiovasculares,
auditivas y del sistema nervioso y el aumento de accidentes viales contra peatones y ciclistas.
Ambos consecuencias de la contaminación debido al privilegio que se le da al uso del
automóvil y la poca planeación de las ciudades.
Según el mismo doctor Oswaldo, un campo con potencial para el diseño es la planeación
urbana y propone que el gobierno debe considerar invertir en el diseño de sistemas de
transporte eficientes y sustentables para disminuir las consecuencias de salud a largo plazo.
Un artículo publicado en la revista de mercadotecnia Merca2.0, sostiene que el desarrollo de la
tecnología en México ha propiciado que las perspectivas de carrera en el futuro cercano para
los diseñadores se plantee de manera mucho más prometedora que en años anteriores, debido a
la posibilidad de generar nuevos empleos relacionados a el ámbito multimedia y la creación de
interfaces amigables en esta era de los Smartphones.
La globalización y el mundo interconectado en el que vivimos han ocasionado que la
individualidad de los diseños se pierda. Hoy en día una compañía ubicada en algún remoto
lugar se encarga de fabricar los productos que va consumir un continente entero, muchas veces
sin siquiera hacer distinción entre necesidades y gustos de cada país o comunidad.
En México, por ejemplo, estamos influenciados por los productos estadounidenses, los cuales
compramos casi por costumbre o por obligación. Rodrigo Pérez, gerente de mercadotecnia de
Perfect Choice, menciona que México tiene mucho talento para competir con mercados de
diseño pensado para consumo masivo.
Tenemos muchos ejemplos de estos talentos haciéndose ver que han logrado no solo
aprovechar las tecnologías disponibles, sino crear nuevas herramientas y estrategias para
aplicarlas a productos destacados en el mercado.
Entre estas se encuentra Perfect Choice, empresa nacional dedicada a la producción y venta de
accesorios para computadoras y Machina, que es una empresa de prendas textiles que utiliza
tecnología para crear música a través del movimiento.
Para realizar dichos logros Perfect Choice no utiliza productos prefabricados importados, en
vez de eso ha optado por fabricar bajo sus propias especificaciones y enfocarse en las
necesidades y tendencias locales para cautivar al consumidor y crear un público leal. Machina
por otra parte, ha logrado resultados importantes debido a la integración multidisciplinaria para
crear objetos únicos.
“Desarrollar algo que no se está haciendo en otras partes del mundo a gran escala es un gran
reto. Hay muchos problemas que no son comunes y que no tienen una solución que se puede
replicar fácilmente”, dice Paola, cofundadora de Machina.
Se hace mención de estas empresas para enfatizar el potencial que existe en el diseño
mexicano, el cual cuenta con un gran apoyo de parte de una alta cantidad de Startups,
incubadoras, concursos y convocatorias existentes en muchos lugares del país. El reto es
aprovechar las oportunidades.
Como ya mencionamos anteriormente, la falta de conocimiento de la situación del diseño en
México tiene múltiples consecuencias como: salarios insuficientes, poca valoración de la
profesión, dificultad en la transición del campo escolar al laboral, conocimiento limitado de las
tecnologías existentes, entre otras. Esto da lugar al desaprovechamiento de grandes talentos que
puedan generar soluciones creativas a problemas en muchos ámbitos de nuestra sociedad.
“El diseño se utiliza para embellecer los proyectos en vez de integrarlos en los procesos de
toma de decisiones. Esta práctica debe trabajar de la mano con otras profesiones para que las
políticas públicas tengan un mayor impacto, pues los diseñadores tienen el conocimiento para
resolver problemas y necesidades específicas de la ciudadanía, de la forma más eficiente.”
-Gobierno de la ciudad de México a través de la agencia de gestión urbana en su página web de
Laboratorio para la ciudad.
El propósito de mencionar lo anterior es proveer al lector con información acerca del impacto
que el diseño puede llegar a tener en los ámbitos sociales de nuestro país. Jorge Luis Muñoz
dice al respecto “El impacto social del diseño es un área de investigación que no ha sido
suficientemente cubierta por los diseñadores”, es decir, tanto hace falta involucrar a
diseñadores en toma de decisiones para la ciudadanía, para así tratar de generar un impacto y un
cambio, como el mismo diseñador debe involucrarse más en resolver aspectos sociales y no
tanto privados o personales.
El deber de todo diseñador, debería ser hacer propuestas inclusivas que busquen solucionar el
problema de un grupo social específico, más allá de lo estético.
El uso del diseño ya no debe limitarse a grandes empresas o productos comerciales. Ricardo
Pedraza, cofundador de la revista Neopixel, ejemplifica esta afirmación con un caso de la
campaña electoral del 2006, en el cual el uso del diseño gráfico sirvió para trasmitir el mensaje
de manera estratégica, de modo que tuviera un mayor impacto a comparación de sexenios
anteriores.
Este es un ejemplo que deja claro el impacto que puede llegar a tener el buen diseño si se le da
el uso y apoyo correcto para generar cambios en nuestra sociedad. Así, de igual manera el
diseño puede incursionar en una amplia cantidad de ámbitos, desde la medicina hasta la
educación, planeación urbana, creación de leyes, sistemas de orden social, soluciones para
situaciones de contingencia, etc.
Para concluir, cabe mencionar que los retos para el diseño en México son muchos pero el
talento y la gente con ganas de un cambió son todavía más. El concepto que nuestra gente tiene
de diseño no se debe limitar a un producto bidimensional, industrial o digital. El diseño en
esencia debe ser comprendido como una manera divergente de pensar para poder proponer
soluciones inteligentes, creativas, fundamentadas y aplicables que mejoren la calidad de vida de
nuestra sociedad y su interacción con el medio que habitan.

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