El secuestro

Se aproximaba el año nuevo, y como de costumbre, Jane recibió una invitación de Rose, su mejor
amiga, para que asista a la fiesta que haría para darle la bienvenida al año 2013. A pesar de tener 26 años, al
igual que Rose, no gustaba de asistir a ese tipo de eventos. Quizá su rutina de doctora en un hospital de
Lakewood, había determinado su carácter pasivo y ordenado. Aun así, decidió ir al evento para despedir aquel
2012 que tantos pesares le había traído y recibir el 2013 con grandes expectativas. Sin embargo, las cosas no
resultaron como deseaba.

Llegado el 31 de diciembre, Jane asistió a la fiesta, donde Rose le presentó a varios de sus amigos,
pero quien llamó su atención, y que al parecer era mutua, fue Álex. Un tipo de 27 años, alto, de tez blanca, muy
agraciado y de sonrisa encantadora. Además, era el gerente de una agencia de turismo en Denver (Colorado).
Enseguida hubo una conexión especial entre ellos por lo que disfrutaron de toda la fiesta juntos. Así se fueron
conociendo hasta que establecieron una relación y se mudaron a vivir juntos.

La relación iba de maravilla. Jane salía a cualquier hora de la madrugada del hospital en que trabajaba
y Álex la esperaba hasta que ella llegaba. Este último hacía viajes cortos constantemente. Cuando Álex volvió a
su casa un fin de semana, buscó a Jane quien se suponía estaría ahí, pero no la encontró. Trató de guardar la
calma y la llamó sin embargo su móvil estaba apagado. También llamó a Rose, quien le dijo que la última vez
que la vio fue la noche anterior cuando se despidieron afuera del hospital donde trabajaban. Luego de dos
horas de intentar contactarla, el pánico se apoderó de Álex e inmediatamente llamó a la policía para reportar la
desaparición.

La policía siguió las pistas de Jane para dar con su paradero pero no lograron nada. Pasados dos días,
Álex recibió una llamada misteriosa que le puso al habla con Jane quien gritaba desconsoladamente que la
ayudaran…