Está en la página 1de 25

Levantarse frecuentemente para orinar por

la noche, una molestia que tiene tratamiento


Volver a Urológicas

Redacción CuidatePlus
Miercoles, 25 de Abril de 2007 - 15:30

Las visitas nocturnas al baño pueden resultar una molestia si son frecuentes.
Sentir necesidad de orinar durante la noche no es extraño. Sin embargo, cuando ocurre
con frecuencia y es preciso levantarse más de dos veces para ir al baño, se convierte en
un problema denominado nocturia. Como explica Carlos Hernández, jefe del Servicio
de Urología del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid: "Levantarse entre tres y seis
veces cada noche para orinar ocasiona muchos problemas". Los más comunes
son pérdida de la calidad del sueño, sensación de cansancio al despertar e,
incluso, debilitamiento del sistema inmunitario.
“La nocturia es un síntoma que provoca un considerable descenso de la calidad del
sueño de las personas que lo padecen. Una de las causas de la nocturia es la hiperplasia
de próstata. Esta afección, que habitualmente es benigna, consiste en un aumento del
tamaño de la próstata que obstruye parcialmente la uretra, lo que impide el vaciado de
la vejiga”, afirma el experto.
Cuando alguien con este problema orina, sólo micciona una proporción del líquido
acumulado -una tercera parte o dos terceras partes, dependiendo de cada paciente. Este
vaciado insuficiente provoca que después de poco tiempo la vejiga esté llena de nuevo,
lo que obliga al enfermo a evacuar otra vez.
Cualquier persona puede padecer nocturia, pero es más común entre las mayores de
50 años. Esta hiperplasia benigna de próstata que provoca la nocturia afecta en mayor o
menor grado a la mayoría de los hombres a lo largo de su vida. Entre el 80 y el 95 por
ciento de los hombres mayores de 80 años la padecen.
Se considera que el estímulo de los andrógenos es el que hace que el tejido prostático
prolifere y, por lo tanto, crezca el tamaño de la próstata. La próstata empieza a aumentar
de tamaño hacia la cuarta década de la vida y con el paso del tiempo este aumento de
tamaño y la proliferación del tejido se aceleran. El equilibrio entre los niveles de
estrógenos y testosterona también parecen influir en el desarrollo de la hiperplasia
benigna de próstata. “Los pacientes con nocturia acuden antes al urólogo que los
enfermos con hiperplasia benigna de próstata que no padecen la disfunción. Este hecho
muestra lo molesto que puede ser el síntoma para los enfermos", explica el especialista.
De hecho, también se midió cómo afectaba la nocturia a la calidad de vida,
comprobándose un descenso notable.
Posibles consecuencias de esta nocturia pueden ser las repercusiones en el sueño o
la depresión.

Repercusiones en el sueño
Hernández ha demostrado que los enfermos con hiperplasia de próstata con nocturia
demandan más tratamiento que los que no padecen este síntoma. "La terapia que ha
demostrado más eficacia son los alfabloqueantes que relajan la musculatura prostática,
permitiendo el vaciamiento más sencillo de la vejiga y disminuyendo los síntomas
nocturnos".
Si los pacientes no mejoran con alfabloqueantes sólo les queda la opción de la cirugía:
"La solución quirúrgica intenta reducir la hiperplasia mediante la reducción del tamaño
prostático para facilitar el vaciado".
La hiperplasia es una enfermedad evolutiva. Algunos pacientes se estabilizan; sin
embargo, más del 50 por ciento empeora en sus síntomas, incrementando la
incomodidad, la sensación de urgencia y la frecuencia miccional durante el día, lo que
ocasiona incontinencia urinaria.

Depresión
"Un paciente con nocturia tiene seis veces más posibilidades de desarrollar
depresión en comparación con personas que no padecen este síntoma. De hecho, el
tratamiento con antidepresivos es cinco veces más común en ancianos con nocturia".
Conocer el número de despertares es importante para estimar cómo afecta la nocturia:
"Cuanto más hay, mayor es el impacto en la calidad de vida del afectado", ha explicado
Emmanuel Chartier-Kastler, profesor de Urología en la Escuela Pierre y Marie Curie, de
la Universidad de París, que aboga por la necesidad de evaluaciones precisas a los
pacientes, que incluyan el número de micciones nocturnas, su cantidad y los periodos
de insomnio tras los despertares nocturnos.
Según la Organización Mundial de la Salud, las recomendaciones para prevenir o
controlar estos síntomas pueden ser los siguientes:
 Seguir una dieta rica en vegetales (brócoli, coliflor, repollo, col, berros, tomates,
rábano), frutas, legumbres, soja y derivados, y un bajo contenido en carnes rojas, grasas
saturadas, sal azúcar y calcio.
 Tomar cereales integrales y grasa de origen vegetal.
 Evitar el sobrepeso y la obesidad haciendo deporte.
 Acostarse en posición horizontal.
 Evitar los viajes largos que nos insten a aguantar mucho tiempo sin orinar.

Levantarse frecuentemente para orinar por


la noche, una molestia que tiene tratamiento
Volver a Urológicas

Redacción CuidatePlus
Miercoles, 25 de Abril de 2007 - 15:30

Las visitas nocturnas al baño pueden resultar una molestia si son frecuentes.
Sentir necesidad de orinar durante la noche no es extraño. Sin embargo, cuando ocurre
con frecuencia y es preciso levantarse más de dos veces para ir al baño, se convierte en
un problema denominado nocturia. Como explica Carlos Hernández, jefe del Servicio
de Urología del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid: "Levantarse entre tres y seis
veces cada noche para orinar ocasiona muchos problemas". Los más comunes
son pérdida de la calidad del sueño, sensación de cansancio al despertar e,
incluso, debilitamiento del sistema inmunitario.
“La nocturia es un síntoma que provoca un considerable descenso de la calidad del
sueño de las personas que lo padecen. Una de las causas de la nocturia es la hiperplasia
de próstata. Esta afección, que habitualmente es benigna, consiste en un aumento del
tamaño de la próstata que obstruye parcialmente la uretra, lo que impide el vaciado de
la vejiga”, afirma el experto.
Cuando alguien con este problema orina, sólo micciona una proporción del líquido
acumulado -una tercera parte o dos terceras partes, dependiendo de cada paciente. Este
vaciado insuficiente provoca que después de poco tiempo la vejiga esté llena de nuevo,
lo que obliga al enfermo a evacuar otra vez.
Cualquier persona puede padecer nocturia, pero es más común entre las mayores de
50 años. Esta hiperplasia benigna de próstata que provoca la nocturia afecta en mayor o
menor grado a la mayoría de los hombres a lo largo de su vida. Entre el 80 y el 95 por
ciento de los hombres mayores de 80 años la padecen.
Se considera que el estímulo de los andrógenos es el que hace que el tejido prostático
prolifere y, por lo tanto, crezca el tamaño de la próstata. La próstata empieza a aumentar
de tamaño hacia la cuarta década de la vida y con el paso del tiempo este aumento de
tamaño y la proliferación del tejido se aceleran. El equilibrio entre los niveles de
estrógenos y testosterona también parecen influir en el desarrollo de la hiperplasia
benigna de próstata. “Los pacientes con nocturia acuden antes al urólogo que los
enfermos con hiperplasia benigna de próstata que no padecen la disfunción. Este hecho
muestra lo molesto que puede ser el síntoma para los enfermos", explica el especialista.
De hecho, también se midió cómo afectaba la nocturia a la calidad de vida,
comprobándose un descenso notable.
Posibles consecuencias de esta nocturia pueden ser las repercusiones en el sueño o
la depresión.

Repercusiones en el sueño
Hernández ha demostrado que los enfermos con hiperplasia de próstata con nocturia
demandan más tratamiento que los que no padecen este síntoma. "La terapia que ha
demostrado más eficacia son los alfabloqueantes que relajan la musculatura prostática,
permitiendo el vaciamiento más sencillo de la vejiga y disminuyendo los síntomas
nocturnos".
Si los pacientes no mejoran con alfabloqueantes sólo les queda la opción de la cirugía:
"La solución quirúrgica intenta reducir la hiperplasia mediante la reducción del tamaño
prostático para facilitar el vaciado".
La hiperplasia es una enfermedad evolutiva. Algunos pacientes se estabilizan; sin
embargo, más del 50 por ciento empeora en sus síntomas, incrementando la
incomodidad, la sensación de urgencia y la frecuencia miccional durante el día, lo que
ocasiona incontinencia urinaria.

Depresión
"Un paciente con nocturia tiene seis veces más posibilidades de desarrollar
depresión en comparación con personas que no padecen este síntoma. De hecho, el
tratamiento con antidepresivos es cinco veces más común en ancianos con nocturia".
Conocer el número de despertares es importante para estimar cómo afecta la nocturia:
"Cuanto más hay, mayor es el impacto en la calidad de vida del afectado", ha explicado
Emmanuel Chartier-Kastler, profesor de Urología en la Escuela Pierre y Marie Curie, de
la Universidad de París, que aboga por la necesidad de evaluaciones precisas a los
pacientes, que incluyan el número de micciones nocturnas, su cantidad y los periodos
de insomnio tras los despertares nocturnos.
Según la Organización Mundial de la Salud, las recomendaciones para prevenir o
controlar estos síntomas pueden ser los siguientes:
 Seguir una dieta rica en vegetales (brócoli, coliflor, repollo, col, berros, tomates,
rábano), frutas, legumbres, soja y derivados, y un bajo contenido en carnes rojas, grasas
saturadas, sal azúcar y calcio.
 Tomar cereales integrales y grasa de origen vegetal.
 Evitar el sobrepeso y la obesidad haciendo deporte.
 Acostarse en posición horizontal.
 Evitar los viajes largos que nos insten a aguantar mucho tiempo sin orinar.
La necesidad de orinar mucho en la noche es denominada nicturia. Es distinta a la enuresis, en la que
la persona no despierta pero la vejiga se vacía de cualquier manera (mojar la cama). Orinar mucho
en la noche (nicturia) es una causa común para perder el sueño, especialmente en los adultos.
La mayoría de las personas sin nicturia pueden dormir de 6 a 8 horas sin tener que orinar. Algunos
investigadores creen que un evento de orina en la noche se mantiene dentro de los límites; dos o más
eventos por noche están asociados con fatiga. Pacientes con severa necesidad de orinar mucho en la
noche (nicturia) pueden levantarse cinco o seis veces durante la noche para ir al baño.
Orinar mucho en la noche es regularmente un síntoma de otras condiciones médicas las cuales
incluyen infección urológica, un tumor en la vejiga /próstata ó desórdenes afectando el control del
esfínter. También es común en personas con problemas del corazón o del riñón, diabetes mellitus
mal controlados o diabetes insípida. Diabetes, embarazos o medicaciones diuréticas también están
asociados con orinar mucho en la noche (nicturia).
La nicturia se vuelve común con la edad. Conforme crecemos, nuestro cuerpo produce en menor
cantidad cierta hormona anti-diurética que ayuda a retener fluidos. Con la disminución en la
concentración de esta hormona, producimos más orina en la noche. Otra razón de la nicturia en la
gente mayor es que la vejiga tiende a perder su capacidad de retención con la edad. Finalmente, la
gente grande es más propensa a sufrir problemas médicos que derivan en problemas con la vejiga.

Síntomas que acompañan la nicturia


 Orinar excesivamente.
 Orinar frecuentemente.
 Urgencia para orinar.
 Orina reducida.
La nicturia puede resultar en que el reloj biológico de una persona para orinar cambie su patrón
hacia horas nocturas. A veces, la nicturia simplemente es el resultado de beber demasiados líquidos,
especialmente bebidas con cafeína, antes de dormir.

Tratamiento
Si usted tiende a orinar mucho en la noche, consulte a un médico urólogo tan pronto sea posible y
siga sus recomendaciones. Puede ser útil llevar un diario de las veces que orina y la cantidad de
orina que expulsa para llevarlo con el médico. También lleve un control de sus hábitos de sueño así
como de fatiga que pueda estar experimentando en el día.
Después de una evaluación inicial, su doctor podría recetarle medicamentos y solicitar algunas de las
siguientes pruebas:
 Exámenes de orina.
 Cistometría.
 Tests neurológicos.
 Ultrasonido.
 Incluso podrían referirlo a una clínica del sueño.
 Consuma las cantidades de líquidos que ingiere regularmente pero hágalo en horas tempranas
en el día. Corte TODOS los líquidos en las últimas dos horas antes de dormir, especialmente
alcohol, café o té, ya que estos pueden estimular la producción de orina.
 Lleve un diario de cuánto toma, qué toma y cuándo. Esto puede ser muy útil para identificar
situaciones que puedan empeorar sus ganas de orinar por la noche (nicturia).
 Aunque no hay pruebas científicas sobre su efectividad, algunas personas creen que las
medicinas homeopáticas, la hipnosis o la acupuntura pueden beneficiar. Asegúrese de buscar
ayuda de un profesional.

Recomendaciones para evitar orinar mucho en la


noche
 Consuma las cantidades de líquidos que ingiere regularmente pero hágalo en horas tempranas
en el día. Corte TODOS los líquidos en las últimas dos horas antes de dormir, especialmente
alcohol, café o té, ya que estos pueden estimular la producción de orina.
 Lleve un diario de cuánto toma, qué toma y cuándo. Esto puede ser muy útil para identificar
situaciones que puedan empeorar sus ganas de orinar por la noche (nicturia).
 Aunque no hay pruebas científicas sobre su efectividad, algunas personas creen que las
medicinas homeopáticas, la hipnosis o la acupuntura pueden beneficiar. Asegúrese de buscar
ayuda de un profesional.

Razones que explican por qué necesitas


orinar varias veces en la noche

PUBLICADO POR:FAUSTO RAMIREZ


RASULOVS/ISTOCK/THINKSTOCK

El hecho de tener que levantarte por la noche para ir a orinar se convierte en un


problema a partir del momento en el que se produce entre dos y más veces por noche. El
ciclo del sueño se ve interrumpido y sufres de cansancio, y a largo plazo, los efectos de
este problema pueden reducir fuertemente tu calidad de vida.

Este problema se llama nicturia y, a pesar de ser más frecuente en los hombres de cierta
edad, puede producirse a cualquier edad y también en mujeres, como consecuencia de
diversos problemas de salud. Pasemos a revisar las potenciales causas de este problema.

El insomnio
Es frecuente que las personas que sufren insomnio vayan con más frecuencia al
cuarto de baño durante la noche. No es por lo tanto un indicador de la presencia de
una enfermedad. Así pues te conviene relajarte, ir al cuarto de baño para aliviar esas
ganas incontenibles, y volver a dormir.

Estas micciones se deben únicamente a desarreglos del sueño, y por lo tanto no es


necesario alarmarse.

El síndrome de la vejiga hiperactiva


Este tipo de patología se encuentra sobre todo en las mujeres con cierta edad y, por
regla general, va asociada a otras enfermedades como la cistitis, la diabetes de tipo 2, o
las hemorragias cerebrales.

Comúnmente este problema surge a una edad avanzada, y no es más que el síntoma de
otra enfermedad.

Ver más: Alimentos que debes evitar si tienes una vejiga hiperactiva

ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
PUBLICIDAD

La cistitis
La cistitis aparece sobre todo en las mujeres jóvenes, que sienten unas ganas
irresistibles de ir a orinar de forma frecuente. Unos dolores o una sensación de
pesadez en la vejiga puede ser resentida.

Para declarar una cistitis, es necesario conocer las razones de su aparición. Esta puede
ser provocada por una bacteria, o por un problema renal. El médico es la única persona
que puede ofrecer un diagnóstico completo y serio.
El consumo de medicamentos
Se trata de un factor muy importante a tener en consideración. Muchos medicamentos
que estimulan la producción de orina pueden inflamar la vejiga, e incluso los riñones.
Si sigues un tratamiento farmacológico, no conviene desestimar los efectos secundarios
que pueden conllevar.

BELCHONOCK/ISTOCK/THINKSTOCK
PUBLICIDAD

La diabetes
La presencia de glucosa en la sangre conlleva un aumento en la producción de orina,
una deshidratación importante, un aumento de la sudoración, y de la nicturia.

Si tienes síntomas como estos descritos, y te levantas entre 3 y 6 veces por noche para ir
al baño, te conviene consultar inmediatamente con el médico.

Ver más: Cómo saber si tengo diabetes

El consumo de líquidos
Se trata de un problema a priori sin importancia y muy puntual. Algunos días, bebes
más líquidos, y a veces, haces igualmente algún exceso con el alcohol. Esto te obliga
a levantarte por la noche para eliminar todo el líquido acumulado en el organismo.

Se trata de un fenómeno bastante excepcional, de los que se puede sufrir una noche de
vez en cuando.

No queremos asustarte, pero si crees tener los síntomas de alguno de estos problemas
y acostumbras a levantarte varias veces por la noche para ir al baño, consulta con tu
médico. Podrás mejorar la calidad de tu sueño y atacar una posible enfermedad. De
corazón, esperamos que solo sea que has bebido mucho líquido durante el día.

Introducción
Se dice que una vejiga es hiperactiva cuando expulsa orina en el momento equivocado. Si una
persona experimenta dos o más de estos síntomas, puede ser que tenga una vejiga hiperactiva:

 Orinar ocho o más veces al día o más de dos veces a la noche


 Ganas repentinas de orinar y fuertes necesidades de orinar inmediatamente
 Pérdida de orina luego de haber tenido ganas repentinas de orinar
También puede presentarse incontinencia o pérdida del control de la vejiga. La mayoría de las veces,
las causas se desconocen pero algunos problemas que afecten los nervios, beber demasiado líquido o
cafeína pueden ser algunas.
El doctor puede recetar un remedio que relaje los músculos y los nervios. Estos medicamentos
pueden ser pastillas, líquidos o parches. Algunos efectos secundarios de estas medicinas pueden ser
ojos y boca secos y estreñimiento. Para lidiar con estos efectos secundarios en los ojos, se pueden
usar gotas (colirios). Para el problema de la boca seca, se puede masticar goma de mascar sin azúcar
o chupar un caramelo sin azúcar y tomar pequeños sorbos de agua durante el día.

NIH: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales

VEJIGA HIPERACTIVA – CAUSAS,


SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Autor: Dr. Pedro Pinheiro » 5 de Noviembre de 2017

529
FacebookTwitterGooglePinterestReddit
La vejiga hiperactiva es un problema poco conocido, pero es muy común. Se
estima que cerca de un 15 a 20% de la población sufre de este trastorno, que
es causado por una reducción en la capacidad de la vejiga para almacenar
orina.

La vejiga hiperactiva es un síndrome que se caracteriza por los siguientes


síntomas: urgencia urinaria, que puede venir o no acompañada de
incontinencia urinaria, mayor frecuencia de micción durante el día y necesidad
de levantarse por la noche para orinar varias veces.
Si no es correctamente tratada, la vejiga hiperactiva puede causar una gran
reducción de la calidad de vida de los pacientes, especialmente aquellos que
no pueden tener una noche de sueño continua.

En este artículo vamos a explicar qué es vejiga hiperactiva, cuáles son los
síntomas principales, cómo hacer el diagnóstico y cuáles son las opciones de
tratamiento más utilizadas en el momento.

QUÉ ES LA VEJIGA HIPERACTIVA


Para que podamos entender lo que es vejiga hiperactiva, necesitamos saber
antes cómo funciona el proceso de llenado y vaciado de la vejiga. Utiliza la
ilustración a continuación para seguir las explicaciones.
Básicamente, la vejiga es un órgano hueco recubierto por una capa muscular
llamada músculo detrusor. Este músculo es inervado y controlado por fibras
nerviosas de la médula espinal. El músculo detrusor se relaja para acomodar la
orina cuando la vejiga se ha llenado y se contrae, con el fin de expulsar la orina
cuando la vejiga está llena.

El llenado y el vaciado normal de la vejiga son el resultado de una compleja


coordinación entre los signos idos y venidos desde el sistema nervioso central
(SNC) y la contracción o relajación del músculo detrusor, de los músculos del
suelo pélvico y del esfínter externo. Vamos a explicar mejor.
Cuando la vejiga está en proceso de llenado, el sistema nervioso central envía
señales para que el músculo detrusor relaje y acomode la orina sin que haya
un aumento relevante de la presión dentro de la vejiga. Una vejiga normal
puede acomodar fácilmente unos 500 a 600 ml de orina. Sin embargo,
alrededor de 350-400 ml, el aumento de la presión en las paredes de la vejiga
estimula el envío de señales para que el sistema nervioso reconozca un
aumento en el volumen urinario y desencadene las ganas de orinar.

En este momento, tienes ganas de orinar, pero, si lo deseas, puedes mantener


tu orina por más tiempo gracias a nuestra capacidad de contraer los músculos
del suelo pélvico y del esfínter externo, que cierran el paso de la orina en la
uretra. El acto de orinar, por lo tanto, es una acción voluntaria, que, respetando
algunos límites, ocurre solamente cuando decidimos.

En el momento que pensamos ser conveniente orinar, el detrusor se contrae y


los músculos del suelo pélvico y esfínter externo relajan, permitiendo que la
orina sea empujada hacia la uretra.

La vejiga hiperactiva es un problema que se presenta debido al mal


funcionamiento del músculo detrusor, que no relaja adecuadamente durante el
llenado de la vejiga. La falta de relajación de la vejiga hace que la presión
interna aumente inclusive con pequeños volúmenes de orina, que en la práctica
significa la activación de la urgencia de orinar con frecuencia mucho mayor que
lo normal.

A menudo, el detrusor no sólo no relaja, sino también comienza a contraerse


involuntariamente, tratando de expulsar la orina presente en la vejiga. El
resultado de esta contracción involuntaria se llama tenesmo vesical, que es una
necesidad repentina y urgente de orinar.

CAUSAS DE LA VEJIGA HIPERACTIVA


El cuadro de la vejiga hiperactiva es un problema de origen neuromuscular,
donde el músculo detrusor contrae inapropiadamente durante el llenado de la
vejiga. Estas contracciones ocurren con frecuencia y sin importar la cantidad de
orina almacenada en la vejiga.

Entre los problemas que pueden desencadenar la hiperactividad del músculo


detrusor podemos citar:

 Lesiones traumáticas de la médula espinal


 Hernias discales.
 ACV (Lee: ACV – ICTUS CEREBRAL – Causas y Síntomas).
 Esclerosis múltiple (Lee: ESCLEROSIS MÚLTIPLE – Síntomas y
Tratamiento).
 Enfermedad de Parkinson.
 Demencias como el mal de Alzheimer (Lee: ENFERMEDAD DE
ALZHEIMER – Síntomas, Causas y Tratamiento).
 Diabetes mellitus (lee: ¿QUÉ ES LA DIABETES?).
 Insuficiencia cardíaca (Lee: INSUFICIENCIA CARDÍACA – Causas y
Síntomas).
 Infección urinaria (Lee: 10 SÍNTOMAS DE LA INFECCIÓN
URINARIA).
 Hiperplasia benigna de próstata (Lee: HIPERPLASIA BENIGNA DE
PRÓSTATA).
 Cálculos en vejiga.

La vejiga hiperactiva también puede presentarse sin que exista un factor


desencadenante claro, siendo clasificada, en estos casos, como vejiga
hiperactiva idiopática.

La edad avanzada es uno de los factores de riesgo para un cuadro de


hiperactividad del músculo detrusor, tanto en hombres como en mujeres.
Pacientes con cuadros de depresión, obesidad, artritis, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC), estreñimiento, inmovilidad prolongada, cirugía
anterior de la vejiga o la histerectomía (extirpación quirúrgica del útero) también
tienen un riesgo mayor.

Algunas clases de drogas pueden ser asociadas con un cuadro de vejiga


hiperactiva. Son ellas: bloqueadores o agonistas alfa adrenérgicos,
antidepresivos, antipsicóticos, agonistas beta-adrenérgicos, bloqueadores de
los canales del calcio, diuréticos y sedantes.

SÍNTOMAS DE LA VEJIGA HIPERACTIVA


El síntoma más típico de la vejiga hiperactiva es la urgencia urinaria, que es la
urgencia repentina e incontrolable de orinar. Cuando el paciente tiene urgencia
urinaria, necesita ir al baño rápidamente, ya que no es capaz de retener la
orina durante mucho tiempo. Por esta razón, los escapes de orina en la ropa
pueden ocurrir en algunos pacientes, especialmente aquellos con movilidad
afectada.

La urgencia urinaria puede presentarse inclusive cuando la vejiga no está


completamente llena, ya que es el resultado de una contracción prematura e
inadecuada del músculo detrusor.

Una manera de diferenciar la vejiga hiperactiva de incontinencia urinaria de


esfuerzo es a través de la cantidad de orina que se pierde involuntariamente.
En la incontinencia urinaria, el paciente pierde pequeñas cantidades de orina
cuando hace algún esfuerzo que ejerza presión sobre la barriga, tales como
toser, evacuar, saltar, estornudar o correr. En estos casos, no tiene ningún
sentido de urgencia – el paciente simplemente pierde un poco de orina sin
querer. Ya en vejiga hiperactiva, la cantidad de orina perdida es grande y se
relaciona con un sentido de urgencia, que no es necesariamente con algún
esfuerzo que hizo. El paciente pierde orina porque no puede manejar la
urgencia intensa y repentina de orinar.
Otro síntoma típico de vejiga hiperactiva es el pequeño intervalo de tiempo
entre las micciones. Cuando el detrusor empieza a contraerse antes de que la
vejiga esté llena, el paciente termina necesitando de ir al baño con frecuencia,
generalmente más de 8 veces al día.

Las frecuentes ganas de orinar durante la noche, llamada poliuria nocturna, es


otra consecuencia de esta hiperactividad del detrusor. Este es uno de los
síntomas que causan más disturbios en la calidad de vida del paciente, ya que
provoca una repetida interrupción del sueño.

A diferencia de la infección del tracto urinario, la vejiga hiperactiva


generalmente no causa dolor durante la micción (Lee: DOLOR AL ORINAR
– PRINCIPALES CAUSAS).

DIAGNÓSTICO DE LA VEJIGA HIPERACTIVA


El diagnóstico de vejiga hiperactiva se hace, generalmente, a través de una
evaluación cuidadosa de la historia clínica del paciente y examen físico. Un
análisis simple de orina para descartar infección del tracto urinario también
suele ser hecho (Lee: EXAMEN DE ORINA – Leucocitos, Sangre, pH).

El estudio urodinámico, que es un examen diseñado para evaluar cómo el


sistema urinario puede almacenar y eliminar orina, puede ayudar en el
diagnóstico de casos más complejos

TRATAMIENTO DE LA VEJIGA HIPERACTIVA


El tratamiento de la vejiga hiperactiva se divide en 3 modos: 1. terapia del
comportamiento, 2. medicamentos y 3. cirugía. La elección del modo más
adecuado de tratamiento para cada paciente depende de la intensidad de los
síntomas y cómo el cuadro interfiere en su calidad de vida.

La combinación de medicación y terapia de comportamiento suele ser eficaz en


la mayoría de los casos, con la cirugía quedándose limitada a pocos casos,
más difíciles de controlar.

Vamos a hablar brevemente sobre cada uno de los 3 métodos de tratamiento:

1- Terapia de comportamiento

Terapia de comportamiento, como su nombre indica, tiene como objetivo


enseñar al paciente a tener comportamientos en relación con sus síntomas y el
ambiente para mejorar el control de la vejiga

Eliminar de la dieta alimentos que puedan estimular el músculo detrusor tiende


a ser eficaz en algunos casos. Entre las sustancias que deben evitarse
incluyen: cafeína, alcohol, comidas picantes, nueces, chocolate, alimentos ricos
en potasio y refrescos. Debe aconsejarse al paciente a retirar de la dieta un
alimento de cada vez, así que él pueda hacer evaluaciones individuales sobre
lo que causa mejora y lo que no hace diferencia.

Un factor importante es orientar al paciente a no hacer gran restricción del


consumo de agua. Como las ganas frecuentes de orinar son un trastorno en la
vida del paciente, la tendencia de la mayoría es reducir el consumo de líquidos
para que las ganas de orinar sean menos frecuentes. Sin embargo, este
comportamiento puede tener un efecto opuesto, ya que una orina concentrada
puede actuar como un factor de irritación de la vejiga.

Los fumadores deben dejar de fumar y personas con sobrepeso u obesos


deben perder peso

Los urólogos normalmente indican ejercicios para la vejiga, que, si bien hechos,
suelen ser efectivos en un 75% de casos. Uno de los métodos utilizados es
pedir al paciente que orine con intervalos fijos, como por ejemplo, a cada 30 o
60 minutos. Como el paciente va sintiéndose cómodo con el intervalo, poco a
poco se debe aumentar el intervalo en 30 minutos, hasta que sea capaz de
orinar solamente a cada 3-4 horas, lo que puede llevar meses para ocurrir.

Otro tratamiento muy utilizado son los ejercicios para fortalecer los músculos
del suelo pélvico, llamados ejercicios de Kegel. Estos ejercicios ayudan al
paciente a sostener su orina por más tiempo. Se debe realizar 30 a 80 veces al
día durante al menos 8 semanas. Su tasa de éxito es de un 55 a 75%.

2- Medicamentos

Una clase de medicamentos llamados agentes anticolinérgicos es actualmente


el tratamiento farmacológico de primera línea para el tratamiento de vejiga
hiperactiva.

Entre las opciones más comúnmente usadas son:

 Oxibutinina (Retemic®).
 Tolterodina (Detrusitol®).
 Solifenacina (Vesicare®).
 Darifenacina (Enablex®).

En los casos más graves, la inyección intravesical (dentro de la vejiga) de


toxina botulínica (botox) es una opción posible.

3- Cirugía

El tratamiento quirúrgico de la vejiga hiperactiva es generalmente reservado


para las personas con síntomas severos que no responden a otras formas de
tratamiento. Hay dos opciones:
Cistitis
Entre el 10 y el 20% de las mujeres sufrirán al menos un episodio de
cistitis a lo largo de su vida. Para prevenir esta molesta infección del
tracto urinario basta seguir unas sencillas recomendaciones.
Escrito por Diana Forero Morantes, Bióloga

Revisado por Dr. José Antonio Nuevo González, Especialista en Medicina Interna.
Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Diagnóstico de la cistitis

 Qué es la cistitis
 Causas de la cistitis
 Patogenia y clasificación de la cistitis
 Síntomas de la cistitis
 Diagnóstico de la cistitis
 Tratamiento de la cistitis
 Prevención de la cistitis
Compartido:

11
Compartir contenido en Facebook Compartir contenido en Twitter Compartir
contenido en Google Plus Compartir contenido en Pinterest Compartir
contenido en Menéame Compartir contenido por email
A partir de una muestra de orina, obtenida del chorro medio de la micción,
se realiza un sedimento de orina. La presencia de bacteriuria (presencia
de bacterias en la orina) y piuria (más de diez leucocitos por campo)
asociados a los síntomas ya descritos son suficientes para establecer
el diagnóstico de cistitis. En la actualidad existen algunos kits en centros
médicos donde se determina por reacción química con una tira
colorimétrica que, en contacto con la orina, cambia su tonalidad y
determina la presencia de infección. Es un test más rápido, aunque con
una sensibilidad menor que el sedimento urinario.
Se demuestra piuria en casi todas las infecciones bacterianas agudas, y
su ausencia pone el diagnóstico en duda. La piuria en ausencia de
bacteriuria indica infección por una bacteria poco común, como C.
trachomatis, U. urealyticum y Mycobacterium tuberculosis, o por hongos.
Otras veces puede deberse a enfermedades urológicas no infecciosas,
como litiasis, anomalías anatómicas, nefrocalcinosis, reflujo
vesicoureteral, nefritis intersticial o enfermedad poliquística.
La prueba estándar para cualquier forma de infección del tracto urinario es
el urocultivo. Se considera que es positivo cuando el recuento bacteriano
es igual o superior a 105 (10 elevado a 5) UFC/mL. Sin embargo, varios
estudios han establecido que un tercio o más de los pacientes,
mayoritariamente mujeres sintomáticas, tiene conteos de UFC por debajo
de este nivel y presentan infección. En los hombres se considera como
sugerente de infección una cifra de 103 UFC/mL.
A partir del microorganismo aislado se realiza un antibiograma que permite
conocer su sensibilidad a los antibióticos.

Se suele utilizar sobre todo en casos de cistitis recurrente o casos


complicados. También es útil realizarlo una semana después de terminado
el tratamiento para confirmar su negatividad en caso de persistir alguno de
los síntomas.

En la mayoría de los casos, el sedimento urinario con piuria o bacteriuria


es suficiente para establecer el diagnóstico de cistitis e iniciar el
tratamiento.

La realización de urografía, ecografía o cistoscopia estarían indicados en


caso de hematuria asociada, y para descartar otras patologías o en casos
de recurrencia.

Infección urinaria o cistitis


Volver a Ginecológicas (patología)
Las mujeres contraen con frecuencia infecciones de la vejiga después de una relación sexual y eso puede provocar
cistitis.

 Información
 Especialistas
 Asociaciones
 Preguntas y Respuestas
 Qué es
 Causas
 Síntomas
 Prevención
 Tipos
 Diagnóstico
 Tratamientos
 Otros datos

Qué es
La infección de orina está provocada por la invasión de microorganismos en el tracto
urinario. Puede producirse por dos vías diferentes: por el extremo inferior de las vías
urinarias (abertura en la punta del pene o de la uretra, según se trate de un hombre o de
una mujer), que es el caso más frecuente; o bien a través del flujo sanguíneo, en cuyo
caso la infección afecta directamente a los riñones.
Las infecciones de las vías urinarias más habituales son las producidas por bacterias,
aunque también pueden presentarse a causa de virus, hongos o parásitos. De muchas de
ellas es responsable la bacteria llamada Escherichia coli, que normalmente vive en el
intestino. Infección de orina o del tracto urinario son expresiones que engloban
diferentes enfermedades infecciosas (producidas por un microorganismo o germen) y
que afectan a cualquier parte del sistema urinario (riñón, uréteres, vejiga urinaria o
uretra).

¿Quién puede padecer cistitis?


Cualquier anormalidad que provoque una obstrucción del flujo de orina (piedras en el
riñón, estructuras anómalas, etcétera,) puede inducir a una infección urinaria.
 Una próstata dilatada puede frenar el flujo de orina, por lo que incrementa el riesgo de
infección.

 Las personas sometidas a exámenes mediante tubos o catéteres o que necesitan sondas
pueden desarrollar más fácilmente infecciones procedentes de dichos instrumentos.

 Los mayores se ven afectados por este tipo de infecciones con mayor frecuencia, así como las
que sufren una disminución del sistema nervioso, que les impide controlar la vejiga a
voluntad.

 Por otra parte, cualquier desorden que produzca una supresión en el sistema inmune
incrementa el riesgo de sufrir una infección urinaria, ya que este sistema es el encargado de
mantener a raya los microorganismos patógenos responsables de las infecciones.

 También se dan en bebés nacidos con alguna deformación del tracto urinario, que a menudo
han de ser corregidos mediante cirugía.

Causas
La causa más frecuente en los varones, de infecciones a repetición, es una infección
bacteriana persistente en la próstata. Las mujeres contraen con frecuencia
infecciones de la vejiga después de una relación sexual, probablemente porque la uretra
ha sufrido contusiones durante la misma. En casos muy particulares, las infecciones
repetidas de la vejiga en las mujeres son originadas por una conexión anómala entre ésta
y la vagina.
En verano suelen aumentar los casos de cistitis debido a la sudoración y los baños en
piscinas y playas porque favorecen la humedad de la zona genital lo que facilita la
proliferación de microorganismos.

Evalúa tus síntomas

Síntomas
El cuadro clínico de la cistitis puede variar en función de la zona en la que se presente
la infección. Estos son los síntomas más comunes de la infección de orina:
 Necesidad urgente y frecuente de orinar.
 Picazón o quemazón en la uretra al orinar.

 Enrojecimiento de la vulva y picor vaginal (en las mujeres).

 Dolor al orinar y en las relaciones sexuales.

 Color turbio, lechoso (espeso) o anormal de la orina.

 Aparición de sangre en la orina.

 Fiebre y escalofríos (la fiebre puede significar que la infección ha alcanzado los riñones).

 Vómitos y náuseas.

 Dolor en el costado o espalda (indica infección en los riñones).

 A menudo, las mujeres sienten una ligera presión por encima del hueso púbico y muchos
hombres sienten una dilatación del recto.

 Estar más irritable de lo normal.


Los síntomas infantiles, por su parte, pueden confundirse con otros trastornos; además,
los pequeños se encuentran ante la dificultad de no saber expresar qué les pasa. No
obstante, si un niño presenta una infección urinaria puede manifestar los siguientes
indicios:
 Estar más irritable de lo normal.

 No comer como lo hace normalmente.

 Tener fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer.

 No poder aguantarse la orina.

 Sufrir alteraciones en su desarrollo.

 Estar más irritable de lo normal.

 No comer como lo hace normalmente.

 Tener fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer.

 No poder aguantarse la orina.

 Sufrir alteraciones en su desarrollo.

Prevención
Seguir una dieta equilibrada y llevar un estilo de vida saludable pueden ayudar
a prevenir una infección urinaria; también es recomendable no retener la
orina y beber agua de forma habitual, al menos dos litros diarios, ya que esto
favorecerá la diuresis.
En el caso de las mujeres con menopausia, utilizar una crema de estrógenos es eficaz
a la hora de reducir las posibilidades de contraer una cistitis.
Otros consejos específicos para reducir el riesgo de cistitis en mujeres son:
 Orinar después de cada coito para eliminar posibles agentes infecciosos.

 Evitar la ducha vaginal como método para reducir la posibilidad de embarazo.

 Cambiarse el bañador después de cada baño y evitar el frío en la zona.

 Tener precaución con algunos preservativos, cremas espermicidas o el diafragma, ya que no


son recomendables para personas propensas a padecer infecciones urinarias. En este caso, se
aconseja acudir al especialista para adoptar un método anticonceptivo diferente.

 Utilizar cremas lubricantes durante las relaciones sexuales: La irritación vaginal postcoital es
una causa muy frecuente de infección en la vejiga; el uso de lubricantes es una forma eficaz de
evitar el roce y, por lo tanto, posibles infecciones.

 Llevar ropa con tejidos naturales. Las prendas ajustadas y fabricadas con fibras sintéticas
contribuyen al desarrollo de cistitis de repetición. Por tanto, es mejor optar por materiales que
permitan la transpiración como el algodón.

En el caso de los bebés y niños, es importante cambiar los pañales de forma


frecuente, así como instruir a los niños en los hábitos higiénicos que deben realizar
después de haber orinado o defecado.

Tipos
 Bacteriuria: Es la presencia de bacterias que aparecen en un análisis de orina.

 Infecciones de tracto urinario inferior: Son de varios tipos. La cistitis se produce en la vejiga,
mientras que la uretritis se localiza en la uretra. En el caso de los hombres, la infección urinaria
puede producirse en la próstata (prostatitis) o en los conductos encargados de la producción y
excreción del semen (orquiepididimitis).

 Infecciones de tracto urinario superior: Se denomina así a otro tipo de infecciones más graves,
como la pielonefritis aguda, que afecta a los riñones.

 Infecciones urinarias no complicadas: Son infecciones banales que no presentan otras


patologías, como la cistitis o pielonefritis.

 Infecciones urinarias complicadas: Cuando existen otras patologías como alteraciones


metabólicas, inmunodepresión o la aparición de patógenos inusuales. Pueden afectar tanto a
niños como a mujeres embarazadas y hombres.

 Infecciones urinarias recurrentes: Son infecciones que vuelven a aparecer causadas por el
mismo microorganismo o por otro.

 Infección urinaria crónica: La infección urinaria se cronifica cuando no termina de desaparecer


a pesar de los tratamientos.
Diagnóstico
Las pruebas y análisis que tendrán que realizarse al paciente con cistitis dependerán de
la zona donde se presume que radica la infección y de los síntomas que éste padezca.
Algunas de las pruebas más generales son las siguientes:
 Examen físico: El médico palpa la zona abdominal y pélvica del paciente para detectar
los lugares con dolor o con enrojecimiento.
 Análisis de orina: Con una muestra de orina del paciente se examina si ésta contiene
algún agente infeccioso (germen nocivo).
 Cultivos de orina, líquido vaginal o líquido uretral: Se siembra una gota de algunos
de estos líquidos en una placa con nutrientes para bacterias y, después de transcurridas
varias horas para que éstas crezcan, se determina qué tipo de bacteria es la causante de
la infección y qué antibióticos pueden resultar efectivos (antibiograma).
 Citoscopia: Consiste en introducir por la uretra un tubo provisto de lentes y luz para
observar directamente el estado de la uretra y la vejiga urinaria.
 Ecografía abdominal: Es un estudio indoloro del abdomen que se realiza mediante
ultrasonidos que forman una imagen en un monitor.
 Urografía: Es una radiografía del riñón, para la cual hay que inyectar previamente una
sustancia que creará un contraste y el riñón podrá ser observado con facilidad.

Un sencillo análisis de orina determina la existencia de infección.


Tratamientos
El tratamiento para combatir las infecciones del aparato
urinario incluye antibióticos, si están causadas por bacterias, o antivirales (como el
aciclovir) si están causadas por virus. Para administrar eficazmente uno y otro tipo de
fármaco, el médico especialista tiene la posibilidad de realizar una prueba de
sensibilidad o antibiograma, que le ayuda a elegir el más efectivo contra el tipo de
microorganismo que está produciendo la infección. Los antibióticos más usados son el
trimetoprim, la amoxicilina y la ampicilina. También una clase de fármacos llamados
quinolonas han sido aprobados en los últimos años para el tratamiento de las infecciones
del tracto urinario, como son la ofloxacina, ciprofloxacina y trovafloxina.
Antes de iniciarse el tratamiento con antibióticos, el médico determina si el paciente
padece algún trastorno que pueda agravar la infección, como una alteración de la
actividad nerviosa, una diabetes o una disminución de las defensas del organismo que
pueda reducir la capacidad de éste último de combatir la infección. En pacientes que
sufren infecciones por Chlamydia o Micoplasma se hace necesario un tratamiento más
largo con tetraciclina o una combinación de trimetoprim y sulfametoxazol. Un análisis
posterior ayuda a confirmar que el tracto urinario está libre de gérmenes. Los pacientes
con infecciones de riñón graves tienen que ser hospitalizados hasta que puedan tomar
fluidos y fármacos por su cuenta.
Los médicos opinan que beber grandes cantidades de agua ayuda a limpiar el tracto
urinario de bacterias y que es mejor dejar de fumar (el tabaco es el principal
causante del cáncer de vejiga) y de tomar café, alcohol y comidas con
especias mientras la infección se mantenga. Si la infección se debe a una obstrucción
física de la orina (a una piedra, por ejemplo), puede ser necesaria la cirugía para
eliminar aquello que produce la obstrucción o corregir una posible anomalía física como
podrían ser una útero y una vejiga caídos. La litotricia extracorpórea puede desintegrar
la piedra mediante ondas de choque producidas mediante un aparato llamado litotritor.
También puede eliminarse una piedra del riñón mediante la nefrolitotomía percutánea,
que consiste en una pequeña incisión en la espalda para crear un túnel directo al riñón
por donde se introduce un instrumento llamado nefroscopio, que sirve para localizar y
extraer el cálculo. Para aliviar los síntomas que producen las infecciones del tracto
urinario urgencia urinaria, dolor al orinar, espasmos, etcétera) se utilizan diferentes tipos
de fármacos como la atropina y la fenazopiridina.

Otros datos
Las infecciones urinarias son comunes entre las mujeres. Alrededor de un 40 por
ciento sufrirá algún tipo de infección urinaria en el tracto urinario durante su vida, un
porcentaje que se eleva al 60 por ciento en el caso de las mujeres embarazadas. En los
hombres, por el contrario, es muy poco frecuente, aunque las posibilidades van
aumentando conforme se tiene más edad y surgen problemas relacionados con la
próstata.
Pronóstico
En la mayoría de los casos, una infección urinaria se puede superar con el
tratamiento recomendado al cabo de 24 o 48 horas. Si la infección es renal puede ser
necesaria en torno a una semana para su curación.

También podría gustarte