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11
SEPTIEMBRE DE 2010
QUE
Latinoamerica_ Caminando
HACER?
existencia de la mayor
fosa común de la his-
toria reciente de La-
tinoamérica, con una
1
cifra de aproximada-
mente 2.000 cadáveres.
2
QUE
una figura decorativa, que, para completar, tendrá que
empezar a responder por todos sus delitos. Porque
es casi seguro que tarde o temprano, dado su intermi-
nable prontuario, la mano de la justicia caerá sobre los
hombros del Señor P para que pague por todos sus
crímenes en alguna prisión del mundo, si se tiene en
cuenta que sus delitos rebasan las fronteras colombia-
nas, como lo saben en Ecuador, Venezuela y México.
Tal vez por esa razón, en otra de sus incontables ar-
bitrariedades, siendo todavía Presidente, el Señor P ha
expedido un decreto en el cual se determina que, en lo
sucesivo, los ex presidentes van a contar con una protec-
ción similar a la de los presidentes activos y pueden resi-
dir en instalaciones militares. En consecuencia, el Señor
P ha anunciado que va a fijar su residencia en un bunker
HACER?
de la policía, en el mismo lugar donde funciona el Ser-
vicio de Inteligencia. Lo del bunker debe ser para tratar
de blindarse y esconderse de la justicia internacional y lo
de la inteligencia quizá para seguir demostrando que es
una “ser superior”, tanto que necesita de muchos servi-
cios secretos de inteligencia para espiar a todo el mun-
do, algo que sabe hacer de maravillas, en este caso a los
jueces, juristas que empiecen a adelantar investigaciones COLABORA CON ARTICULOS COMENTARIOS, APOR-
TES, DE UNA REALIDAD CRITICA LATINOAMERICA-
NA.
6
A
pesar de llevar adelante una política activa de jus- vismo… Lo que supone olvidar que el final de los años
ticia social, Venezuela sigue exhibiendo una de las 1980 y el comienzo de la década de 1990 fueron terribles:
tasas de homicidios más altas del mundo. ¿Cómo ¡no se podía salir a la calle!”. De hecho, en diciembre de
se explica esta violencia persistente, que el gobierno de 1996, dos años antes de la llegada de Chávez al poder,
Hugo Chávez ha desatendido durante mucho tiempo? La una revista especializada escribía: “Con un promedio de
oposición, tanto en el interior como en el exterior del país, ochenta muertos por balas cada fin de semana, con ata-
no se priva de instrumentalizarla en función de sus objeti- ques cotidianos en los transportes públicos, con un desa-
vos políticos.Al expresar su hostilidad hacia la Venezuela rrollo exponencial de la pobreza y, finalmente, con una
“bolivariana”, el diario español El País raramente establece crisis económica que carcome al país desde hace más de
matices. Pero a veces se supera a sí mismo: “Caracas es una quince años –la inflación es de más del 1.000% anual–,
ciudad sangrante. De sus edificios brotan ríos de sangre, Caracas se ha convertido desde hace algunos años en
de sus montañas brotan ríos de sangre, de sus casas brotan una de las ciudades más peligrosas del mundo, tal vez
ríos de sangre […]” (1). incluso en la más peligrosa” (4). Muy pocos parecen re-
Los habitantes de la capital a cuya consideración so- cordarlo. En la lucha política, el olvido es un arma de
metemos esta prosa estallan de risa golpeándose la sien una eficacia temible.“Estamos en un año electoral –se-
con la punta del dedo índice. No obstante, sobre este tema ñala Pérez– (5). En estos años, la curva de lo que se lla-
candente, y en grados diversos, todos constatan lo mismo: ma inseguridad se dispara, amplificada hasta el infinito
“Tenemos un problema muy serio” (Tulio Jiménez, presi- por los medios, porque es el caballito de batalla de la
dente de la Comisión de Política Interior de la Asamblea oposición”. Hay que ver, cada lunes a la mañana, ante
Nacional); “Allá, bajo el puente, mi esposa fue atacada la morgue de Bello Monte, el ejército de reporteros que
dos veces en dos años” (un brasileño del Movimiento de se precipita, cámaras y micrófonos en mano, hacia los
los Sin Tierra [MST] enviado a Venezuela); “Para la gente parientes de las víctimas del fin de semana, de preferen-
que vive en los ‘barrios’, la violencia es parte del pan co- cia mujeres viejas desconsoladas: “¿Qué siente señora?”.
tidiano” (un habitante de la inmensa urbanización de Pe- Provenientes de fuentes “extraoficiales”, circulan
tare); “¡Se mata incluso a policías que tienen chaleco anti- los alegatos más fantasiosos: “Hoy la tasa de homici-
balas! Entonces nosotros… ¡Dios mío!” (una trabajadora dios [del país] supera ampliamente a 70 cada 100.000
de Ocumare del Tuy, un suburbio alejado); “En nuestras habitantes”, miente el diarioEl Universal (3-6-10). Los
familias de las comunidades cristianas, casi todos tienen venezolanos leen y sienten que su pulso se acelera; so-
parientes cercanos asesinados. Cuando celebramos una bre todo, cuando viven en barrios adinerados, como Al-
misa comunitaria, es muy raro que no surja el tema: esta tamira, Palo Grande, La Castellana. Pero el poder tiene
semana han matado ¡ya no sé bien a quién!...” (el padre su cuota de responsabilidad: las oficinas de prensa de
Didier Heyraud, sacerdote en Petare).Es cierto que con las comisarías del Cuerpo de Investigaciones Científi-
una tasa de 48 homicidios por cada 100.000 habitantes cas, Penales y Criminalísticas (CICPC) fueron suprimi-
en 2008, Venezuela está casi a la cabeza del ranking del das, y no existe ninguna base de datos, a nivel nacional,
espanto. En Caracas esa tasa es más elevada aún. Se que centralice las cifras con criterios comunes. Cada
contaron 1.976 homicidios entre enero y septiembre de uno puede inventar el “balance récord” que le convie-
2009, en una ciudad de 4,8 millones de habitantes (2)… ne, sin correr el riesgo de ser desmentido. Y sin nun-
Para la oposición, el responsable tiene nombre: ca analizar las causas del fenómeno; sólo los efectos.
“Chávez”. Las postas mediáticas machacan: “Bajo la
revolución bolivariana del presidente Hugo Chávez, Territorios de exclusión
la capital de Venezuela se ha elevado al rango de las
ciudades más violentas del mundo” (3). Miguel Ángel Comienzos del siglo XX: el oro negro brota del sue-
Pérez, vicepresidente del Instituto de Estudios Avanza- lo venezolano. Los campesinos desheredados de los
dos (IDEA), hace manifiesta su irritación: “Nos quieren Andes y de los Llanos –sabanas que se extienden has-
hacer creer que la inseguridad es una creación del cha- ta el infinito– se precipitan hacia las ciudades: Maracay,
Valencia, Maracaibo, Caracas. Allí hay trabajo, salarios, bolivariano en el análisis reduccionista que atribuye la
pueden recogerse algunas migajas del “milagro petro- violencia sólo a la miseria? Es posible suponerlo. Porque,
lero”. “Invadidas”, las colinas y montañas que rodean yendo a lo urgente, volcando todas sus fuerzas, y con éxi-
a la capital se ven rápidamente pobladas. De cualquier to, en los programas sociales relativos a la salud, la educa-
manera, a fuerza de ladrillos y trueques, van surgien- ción y la alimentación, durante mucho tiempo descuidó la
do construcciones precarias, sin agua ni electricidad, inseguridad, que se suponía iba a desaparecer como por
separadas por pasajes, callejones y abruptas escaleras. encanto como consecuencia de los progresos logrados.
Así nacen los cinturones de miseria y, sobre este terri-
torio de exclusión social, lo que se llama inseguridad. Reformar la policía
Nada que no sea un clásico, le cuentan a uno aquí y allá,
evocando el pasado: “Te robo un par de zapatos, un re- Pero, ¿qué hace la policía?, preguntamos. Como en
loj, una cadena de oro, por necesidad, para sobrevivir, casi toda América Latina, la policía es parte del proble-
para tener dinero, para poder comer. Un tipo de vio- ma, y no de la solución. “Nuestro drama –confía Sora-
lencia muy diferente de la que conocemos hoy en día”. ya El Aschkar, secretaria ejecutiva del Consejo General
El 25 de mayo se vivió un drama común y corrien- de Policía (CGP)–, es que no tenemos una policía, ¡sino
te en Petare: un joven fue masacrado a cuchillazos y re- ciento treinta y cinco!” En este país federal, descentrali-
matado a balazos, cuando trataba de defender a uno de zado –una herencia del pasado–, cada gobernador, cada
sus amigos que estaba peleándose. ¿Por qué? Bueno… alcalde dispone de su propio cuerpo de seguridad. No
los conflictos entre delincuentes se originan a veces por existe ninguna norma común, ni siquiera para la for-
pequeñeces. Una simple bofetada, un insulto, y se de- mación, a menudo confiada a ex militares que, por de-
clara la guerra. Las balas silban, un cuerpo cae, digamos finición, “dan luz a instituciones más militarizadas que
el de El Sapo. El Pupilo lo mató. Los amigos de El Sapo profesionales”. En Caracas, cinco policías municipales y
lo buscan. Encuentran a su hermano. “¡Dinos dónde se la Policía Metropolitana comparten el territorio, sin co-
encuentra El Pupilo!” El hombre balbucea que no sabe ordinación, a veces incluso opuestas por divergencias
nada. Una ráfaga sanciona su ignorancia, o su sentido políticas. En abril de 2002, elementos de tres de ellas –la
de la solidaridad. Al mismo tiempo, envía al cementerio Metropolitana, PoliChacao y PoliBaruta–, controladas
al pequeño Gabikley, de cuatro años, que jugaba por allí por alcaldes de la oposición, participaron activamen-
cerca. ¿Quiénes mueren, principalmente en los barrios te en el golpe de Estado contra el presidente Chávez.
populares? Los que tienen entre 15 y 25 años, pobres, de Página entera de publicidad en el diario Últimas No-
piel oscura. Sólo que… “Pasas por allí por casualidad, te ticias (25-5-10): el gobernador (chavista) del estado de
encuentras en medio del tiroteo y ¡zas! ¡Es para ti!”. La Anzoátegui hace pública su “tercera lista” de funciona-
mejor manera de hacerse matar es resistir: una bala en la rios expulsados de PoliAnzoátegui: veinticinco policías
cabeza por un teléfono celular, nada menos. Sobre el por- por, entre otras, faltas de servicio (quince), acoso sexual
qué del fenómeno, cada uno hace su análisis; los mismos (dos), robo (cinco) y homicidio (uno). Represiva, des-
que se escuchan en todas partes. “El padre no está, la ma- provista de sensibilidad social, a veces implicada en la
dre tampoco, lo cuida la abuela, pero el muchacho se des- delincuencia y en los diversos tráficos, la policía es vi-
vía. ¡Es culpa de los padres!” Violencia de género, violen- vida como una plaga por los venezolanos. A punto tal
cia familiar, agresividad reproducida, hacinamiento… que el Ministro del Interior, Tareck El Aissami, declaró
De acuerdo, pero no demos más vueltas: “El factor recientemente: “El 20% de los delitos y crímenes come-
fundamental es cultural: el venezolano es violento”. tidos en el país los hacen policías”. Lo que lleva a El
¡De ninguna manera! Lo que ocurre, “es una pérdida de Aschkar a afirmar: “Con este modelo, desconectado de
sentido moral: ya no se roba por necesidad, sino por vi- la sociedad, sin supervisión ni control interno, la violen-
cio. Se ha creado toda una escala de valores en la cual cia no disminuirá. Sólo la profunda reforma que esta-
la moto, la muchacha que va en el asiento trasero, la mos emprendiendo permitirá garantizar la seguridad”.
cantidad de muertos que tienes en tu cuenta, implican El 13 de mayo pasado, ya consciente de la gravedad
respeto”. Más aun cuando el alcohol corre a raudales y de la situación y lanzado a una carrera contra reloj, el
las armas circulan por todas partes. Se puede decir es- presidente Chávez inauguró el Centro de Formación Po-
to así, pero no olvidemos que “la televisión influye de licial (Cefopol) en la Universidad Nacional Experimental
manera determinante, con sus películas violentas y de la Seguridad (UNES) destinada a la implementación
las ganas que genera, a través de la publicidad, de po- de una Policía Nacional Bolivariana (PNB). Nuevo en-
seer cualquier cosa”. Sobre todo porque “la pobreza se foque, nuevos métodos, nueva filosofía: una formación
ha reducido, hay más dinero que antes en manos de la técnica, pero también una sensibilización hacia los de-
gente y, por lo tanto más oportunidades para los de- rechos humanos y al indispensable vínculo entre poli-
lincuentes”. Y como “las leyes los favorecen, y ellos cía y ciudadanos. Mil cincuenta y ocho ex agentes de la
saben cómo usarlas, si los detienen, salen enseguida”. Metropolitana, sin ningún prontuario a cuestas, fueron
Curiosa paradoja: en un país donde, en diez años, la ta- seleccionados, formados, y están en actividad en el ba-
sa de pobreza ha venido cayendo del 60% a cerca del 23% rrio de Catia; con un balance alentador y una reducción
de la población, y la indigencia del 25% al 5%, las cifras de sustancial de la inseguridad. Otros mil están terminan-
la delincuencia se disparan. ¿No habrá caído el gobierno do los cursos. Se hizo un llamado a los bachilleres pa-
ra integrar el nuevo cuerpo que, al término de los tres bierto por Rafael García, ex jefe del servicio informáti-
próximos años, debería alcanzar los treinta y un mil fun- co de la policía política colombiana, el Departamento
cionarios. Es mucho y poco al mismo tiempo, ya que se Administrativo de Seguridad (DAS). Encarcelado, Gar-
sabe que el resultado no será forzosamente inmediato. cía reveló los vínculos entre esta institución y los pa-
ramilitares de extrema derecha, actores centrales del
Paramilitares y narcotráfico narcotráfico; también afirmó que el ex jefe del DAS,
Jorge Noguera, se encontró en 2004 con líderes parami-
Regreso a Ocumare del Tuy. Sentada en una si- litares y opositores venezolanos a fin de concertar un
lla de plástico, Sonia Manrique, miembro del Conse- “plan de desestabilización” y el asesinato de Chávez.
jo Comunal, deja caer sus manos entre las rodillas: La presencia de los “paracos” (paramilitares) en los
“¡Ahora, es a causa de la droga que un joven va a ata- estados fronterizos de Táchira, Apure y Zulia, es cono-
carte!”. La boca de su vecino Andrés Betancur se tuer- cida desde hace mucho tiempo. En 2008, el ex director
ce de rabia: “Menores, con armas de este calibre, general de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
más grandes que ellos… ¿De dónde vienen esas ar- Prevención (DISIP), Eliécer Otaiza, denunciaba “la pre-
mas? Hay organizaciones mafiosas detrás de ellos”. sencia de veinte mil [paramilitares] en el conjunto del
Un tema delicado… Según un estudio realizado en territorio nacional, [donde] llevan a cabo acciones crimi-
2007, 4.200.000 colombianos viven en Venezuela, habien- nales vinculadas a los secuestros, al sicariato y al narco-
do huido de su país, presentado hoy en día por muchos tráfico” (9). La penetración va en aumento. Lo que oculta
observadores –sin reírse– como un modelo de… “segu- la prensa venezolana, un diario de Bogotá, El Espectador,
ridad”. En su inmensa mayoría son personas honestas, lo reveló el 31 de enero de 2009 al titular: “Las Águilas
decentes, aceptadas y adoptadas (6). Por lo tanto, el cora- Negras (10) volaron a Venezuela”. Tras recorrer el estado
zón del problema puede abordarse sin ninguna xenofo- de Táchira, el periodista Enrique Vivas relata cómo esos
bia: la violencia, en Caracas, ha cambiado de naturaleza grupos han montado allí “estructuras ilegales y se han
y de grado. Con la complicidad de funcionarios de los transformado en un poder que controla casi todo, ofre-
diferentes cuerpos de policía y de la Guardia Nacional, el ciendo hasta seguros de vida”. Salvo a los miembros del
narcotráfico que viene del país vecino no sólo ha penetra- Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), varios de
do en Venezuela –utilizándola como zona de tránsito ha- los cuales fueron asesinados en febrero y marzo de 2010.
cia Estados Unidos y África (7)–, sino que también ha am- Con la complicidad de la policía regional de Zu-
pliado su influencia sobre Caracas y sus barrios: tráfico a lia, bajo el dominio de gobernadores de la oposición,
gran escala manejado por los “capos”; incorporación de los “paracos” tomaron el control de algunos barrios de
jóvenes marginales mediante la oferta de cocaína a muy Maracaibo y del comercio popular de las Playitas recu-
bajo precio, cuando no regalada (en un primer momento). rriendo a la violencia o prestando dinero. Constatación
“Hubo un aumento significativo del consumo –confirma de un observador: “Las autoridades de Zulia organizan
el diputado Jiménez– y tenemos indicadores preocu- numerosos pseudo encuentros de campesinos. Hay mu-
pantes en cuanto al número de adolescentes afectados”. chos que vienen de Colombia y que… no vuelven más”.
Son ellos los que, habiendo metido el dedo en el en- Más al interior de Venezuela, en el estado de Barinas,
granaje, sustraen, roban, agreden y a veces matan para un habitante afirma (bajo reserva de anonimato): “Nunca
comprarse la droga a la que se han vuelto adictos. Son hubo tantos colombianos. Compran, alquilan. Si hay un
ellos los que revenden, trafican y terminan por recibir problema, ayudan financieramente a las personas. Ac-
una bala en la cabeza porque no tienen el dinero para túan como los ‘narcos’ en Brasil. Y la violencia explotó,
pagarle a su proveedor a tiempo. Son sus bandas las que llegando casi al mismo nivel que en Caracas”. ¿Y enton-
se enfrentan para controlar zonas enteras… “La lógica in- ces? ¡Esa violencia bien puede ser generada por venezo-
fernal de las redes importadas –nos confía uno de nues- lanos! ¿Y cuál es el límite entre delincuentes, aunque sean
tros interlocutores– y la lucha por los ‘territorios’, pro- originarios del país vecino, y paramilitares? “Antes, los
ducen no pocos de los cadáveres con los que se deleitan colombianos no se instalaban en esta zona. Iban a Cara-
los diarios.” ¿Se trata de un fenómeno espontáneo, vin- cas a buscar un empleo. Y nunca habían existido aquí, en
culado a la expansión de una criminalidad transnacio- esta escala, el sicariato, las masacres, los secuestros…”.
nal que, adaptándose a las circunstancias, aprovechan- El 23 de abril de 2007, investigando el secuestro del in-
do las aperturas, utilizando las vulnerabilidades, afecta dustrial Nicolás Alberto Cid Souto, la policía del estado
tanto a Brasil –en las favelas cariocas– como a América de Cojedes capturó una banda dirigida por un ex dirigen-
Central y sobre todo a México? Tal vez. Salvo que… te de las Autodefensas Unidas de Colombia (auc), Gerson
La oposición y los medios de comunicación se rego- Álvarez, teóricamente “desmovilizado” pero reconverti-
cijan cada vez que, sobre la base de revelaciones dudo- do en el financista de las Águilas Negras. En marzo de
sas (8) o de testimonios de supuestos ex guerrilleros con 2008, en Zulia, fue arrestado por la CICPC el jefe narco-
sus rasgos disimulados, y encubiertos con seudónimos paramilitar Hermágoras González; se le encontraron enci-
ridículos, Washington y Bogotá acusan: “Los jefes de ma documentos de identidad de la DISIP y de la Guardia
la ‘narcoguerrilla’ colombiana se encuentran en Vene- Nacional. El 19 de noviembre de 2009, en Maracaibo, ca-
zuela”. En cambio, hay un silencio púdico sobre –entre yó Magally Moreno –alias “La Perla”– ex miembro de las
otras cosas– las revelaciones realizadas a rostro descu- auc, conocida por sus vínculos con el DAS, con oficiales
del ejército colombiano y con altas autoridades de ese país. bilización?. Por el momento, con excepción de algunos
Muchos dan la voz de alarma. “A veces hay picos barrios –como el 23 de Enero, Guarenas, Guatire– que,
de inseguridad totalmente fuera de lo normal –señala muy politizados, con decenas de años de organización
Guadalupe Rodríguez, de la Coordinadora Simón Boli- tras ellos, controlan el “territorio”, los actores sociales pa-
var, en la ciudadela ‘chavista’ de 23 de Enero–. Esto se recen desarmados. “Los consejos comunales todavía no
parece a una política de desestabilización.” Para Pérez, están lo suficientemente desarrollados y no tienen el ojo
que estudia la cuestión de cerca: “Caracas se parece hoy clínico para detectar este movimiento”, analiza un brasi-
a la Medellín de los años 1980. Se trata del mismo mo- leño que trabaja con los campesinos en el estado de Ba-
dus operandi. Intereses oscuros crean la inseguridad rinas. Evocando los barrios “rojos-rojitos”, Aníbal Espejo
para hacer nacer un ‘para-Estado’”. “¿Podemos llegar también constata: “La gente sabe… pero no tiene todavía
–reflexionaba ante nosotros un diplomático venezola- la madurez política para enfrentar ese tipo de desafío”.
no– hasta hablar de infiltración de una quinta columna? El 13 de abril de 2002, dos días después de que el Pre-
¿Hasta dónde se puede afirmar que existe un plan or- sidente fuera derrocado, fue la movilización popular ma-
questado desde el exterior?” Sabe que el ejercicio es peli- siva la que, bajando de los barrios populares, impuso el
groso. Conoce la interpretación a la que, infaliblemente, retroceso de los golpistas y el retorno al poder de Chávez.
daría lugar semejante denuncia: acorralado por las “re- “En caso de un nuevo intento de golpe de Estado, con
velaciones” sobre su complicidad con los “terroristas” paramilitares armados y bien organizados en los barrios,
de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia no será posible otro 13 de abril”, se alarma el intelectual
(FARC), Chávez inventa una fabulosa cortina de humo Luis Britto García. Pérez, por su parte, no mira tan le-
–¡el “complot extranjero”!– para, por una parte, pagar- jos. Simplemente constata: “Amplificado, por no decir
les a sus enemigos con la misma moneda y, por otra, apoyado por los medios, el caos creado por estos gru-
camuflar su fracaso en la explosión de la inseguridad. pos criminales sirve a los intereses de la derecha. Cuanto
Sin embargo, fue muy cerca de Caracas, en la finca Dakta- más muertos haya, más votos habrá para la oposición”.
ri, que 116 paramilitares colombianos fueron detenidos en
2004, mientras preparaban una acción desestabilizadora y Notas:
el asesinato del jefe de Estado venezolano. En el barrio de La 1 Gerardo Zavarce, “Caracas, una guerra sin nombre“, El País semanal,
Vega, algunos días antes del referéndum del 2 de diciembre Madrid, 18-4-10.
2 “Situación de los derechos humanos en Venezuela. Informe anual
de 2007, también fueron detenidos varios más (11). Según
octubre 2008-septiembre 2009”, Programa venezolano de Educa-
los testimonios recogidos, algunos colombianos compran
ción-Acción en Derechos Humanos (Provea), Caracas, diciembre
casas en las zonas populares de La Vega, Los Teques y Peta- de 2009-
re, montan restaurantes y bares en los que venden drogas a 3 “Caracas, la cité de la peur”, L’Express, París, 28-5-10.
escondidas; intentan tomar el control de los juegos legales 4 Raids, N° 127, París, diciembre de 1996.
e ilegales, de las apuestas de caballos, de la prostitución, y 5 Las elecciones legislativas tendrán lugar en septiembre de 2010.
de las empresas y cooperativas de taxis; le prestan dinero 6 520.000 recibieron la nacionalidad venezolana; 200.000 gozan del es-
a quien lo necesita al 7% de interés, sin ninguna garantía; tatuto de refugiados; un millón obtuvo el estatuto de “residente”;
ofrecen su protección (que más vale aceptar) a cambio de los demás son “sin papeles”. Y llegan todos los días.
dinero… Para tratar de comprender las lógicas subyacen- 7 Esto no hace de Venezuela un “narco-Estado”, como intenta hacer
tes, la observación de lo que ocurre cerca de la frontera, en creer Washington; o entonces Estados Unidos, incapaz de contro-
Apure y, desde hace poco, en Táchira, resulta esclarecedor. lar sus fronteras –su mercado interno de drogas ilícitas supera los
60.000 millones de dólares (al precio de venta al detalle)– se coloca
Los paramilitares crearon allí el caos, multiplicando las vio-
en la primera fila de esos Estados-canalla. Según la Oficina Nacio-
lencias, los asesinatos y los secuestros. Desde hace poco,
nal de Drogas, las autoridades venezolanas incautaron cerca de 28
distribuyen panfletos en los pueblos: “Con nosotros, no toneladas de drogas en el territorio nacional desde principios de
más droga, no más delincuencia, ni prostitución”. Provocar 2010. El pasado 13 de julio, tres narcotraficantes, entre ellos Carlos
el pánico y luego presentarse como los “salvadores”: hay Alberto “Beto” Rentería, jefe del cartel colombiano del Norte del
razones para sospechar de una estrategia cuidadosamente Valle (capturado en Caracas el 4 de julio), sobre el que pesaba una
elaborada. orden de arresto de Interpol, fueron extraditados a Estados Unidos
8 Véase Maurice Lemoine, “Colombia y el ciberguerrillero”, Le Mon-
Un desafío mayor de diplomatique, edición Colombia, julio de 2007.
9 Últimas Noticias, Caracas, 6-3-08.
Después de haber obtenido la seguridad de que no 10 Las Águilas Negras: grupo reformado después de la desmoviliza-
ción de los paramilitares en el marco de una ley controvertida, de-
sería mencionado, un alto funcionario nos confió: “En
nominada “Justicia y paz”, en 2005. Sobre este tema, veáse Carlos
el más alto nivel, pienso que hay una subestimación del Gutiérrez, “Desmovilización de paramilitares: Colombia, el reino
peligro. Se sigue hablando de bandas de delincuentes, de la impunidad”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur,
cuando en realidad nos enfrentamos a una organización, Buenos Aires, octubre de 2005.
por no decir a un ejército de ocupación”. ¿Exagerado? 11 Vea, Caracas, 17-4-08.
Tal vez… La experiencia de las intrigas “contra-subver-
sivas” estadounidenses en la región no facilita la tarea
a los que tratan de desenredar la madeja: ¿se trata de la
emergencia de empresarios de la violencia sin una ver-
dadera fidelidad política o de una estrategia de desesta-