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RODUCCION DE LA NATURALEZA LA PRODUCCION DEL ESPACIO Traduccion Ciaupia VILLEGAS DELGADO NEIL SMITH LA PRODUCCION DE LA NATURALEZA LA PRODUCCION DEL ESPACIO Traduecién CLAUDIA VILLEGAS DELGADO BIBLIOTECA BASICA DE GEOGRAFIA SERIE TRADUCCIONES 2 SISTEMA UNIVERSIDAD ABIEKTA FACULTAD DE FILOSOFIA ¥ LETRAS UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO, MEXICO 2006 wee La prevente obra ha sido traducida del original de los capitulos: “The Production of Nature” y “The Produiction of Space”, del libro Uneven De- velopment. Nature, Capital and the Production of Space. Basil Blackwell, 1984, 1990. Bl texto corresponde a esta tiltima edicién. La Facultad de Filosofia y Letras agradece al auto: su autorizacién para la presente publicacién, poss FILOSOFIA Y LETRAS QM-NS WNT Chita dt ee Concepcin Rogues Riera Dini alee Vitor Maa ules Paancea Primera edicién: 2006 : D.R © Facultad de Filosoffay Leas, UNAM Divisdn Sistema Universidad Abierta Ciudad Universitaria, 04510, México, D. Impreso y hecho en México ISBN 970-32.3741-X a PRESENTACION Este niimero 2 de la Serie Traducciones de la Biblioteca Basica de Geografia presenta con gran satisfaccién al piiblico interesado en la geografia y en las disciplinas afines una obra central de Neil Smith, profesor de la City University of New York (CUNY), “La produecién de la nacuraleza” y “La produccién del espacio”, capitulos que forman parte del libro Desarrollo desigual, editado en dos ocasiones, de lo cual se da cuenta més adelante. La finalidad de la traduceidn de esta obra consiste en ponerla a disposicién de estudiantes y profesores para su discusién y reflexién considerando que coadyuve al esclarecimiento de las profundas diferencias interpretativas del espacio como categorfa articuladora del estudio de la geografia contempord- hea, asimismo, se propone la incorporacién del estudio de Ia segunda natu- raleza en el anilisis geogrifico y, desde luego, propiciar la formacién sdlida para ef razonamiento teérico, Neil Smith nos presenta una valiosa interpretaci6n desde Ia perspectiva eogréfica critica de la historia de la concepcién de espacio vinculada tanto con las corrientes de pensamiento en diversas épocas, como los desarrollos disciplinarios para ubicar el uso y los significados diversos del concepto es- pacio. Al inicio sugiere que muy probablemente el concepto de espacio pre- ‘cede al de tiempo en la conciencia de las experiencias humanas. No obstan- te, esto se transforma y uno de los problemas que aborda tiene que ver con fa aparente separacién de las.concepciones cientfficas de sociedad, espacio y naturaleza, como parte del pensamiento creado al entender de maneta uni- lateral la concepeién newroniana del espacio absoluto y no, como arguumen- ta el autor, que e espacio social —el geogréfico— se define por las relaciones sociales que se hallan presentes en una sociedad y que comprenden la trans- formacién de la naturaleza un en un periodo determinado. De acuerdo con el autor, para la geografia el espacio se vincula con distin- tas pricticas de la sociedad, puede expresarse en las divisiones entre campo y ciudad, en la separacién de la produccién y el consumo, en la creacién de fronteras, la identificacién de rutas, caminos, la identificacién de objetos y seres vivos presentes en un lugar determinado, Pero es en ta abstraccién don de podemas entender cémo se produce ese espacio geogrifico, no es en el estar ubicado 0 contenido en, sino —dice el autor— es en “el viviendo, ac- tuando y trabajando que producimos espagio”. Esto significa que la concep- cién de la interaccién o del reflejo entre'la sociedad y su espacio es falsa; Sinith critica la posicién dicowsmiea de considerarlos separados, convo to nm. 290915 boa? 8 PRESENTACION hace la concepcién absoluta, en lugar-de ello propone una concepcién telacional del espacio, en ella entiende esa separaci6n basada en fa cransfor- ‘macién del espacio y naturaleza por la sociedad, dando lugar a la produc- ‘idn de la segunda naturaleza y del espacio del hombre. La distincién entre espacio fsico, natural y social debe considerarse en relacién con la intervencién humana, la ciudad es un espacio fisco, configu- rado éste con los objetos existentes procedentes de“distintos periodos, los uales se alzan sobre un espacio de la segunda naturaleza y producidos por tuna saciedad cuyas relaciones sociales y précticas especificas de consumo y produccién, se manifiestan en ella, Si en cada época la sociedad produce su espacio, en el capitalismo —dice Neil Smith— es a través del plusvalor rela- tivo, puesto que el trabajo abstzacto genera valor y en cuanto estos valores se intercambian socialmente, se requiere no sélo transportartos en distancias absolutas, sino que producen su espacio relativo, si el plusvalor relativo es ef meollo del interés capitalist, entonces tendriamos una relacién de clase en la producci6n del espacio geogrifico, el espacio social, y con ello, a repro- duccidn de la sociedad en el espacio incorpora todas las manifestaciones y contradicciones sociales. Neil Smith sugiere que los gedgrafos tenemos por delance un panorama de estudio ¢ investigacién muy amplio en el cual se de- ben reinterpretar los procesos de exzensin y profundizacién de ta sociedad capitalista, estudiando de manera critica aquellas précticas pasadas y del presente que producen su espacio geagrifico, esto es, lo construyen, destri- yen y transforman. La uraduccién de esta obra estuvo a cargo de Claudia Villegas, profesora de Geograffa en el sistema Universidad Abierca y doctoranda en Geografia en la CUNY, y cuyo tutor es acertadamente el autor del texto, lo cual celebra- ‘mos, ya que fue revisada directamente por él, a quien agradecemnos !a cesién de los derechos para que fuera posible su publicacién en lengua castellans por esta Facultad de Filosofia y Letras de la UNAM. NOTA INTRODUCTORIA Ellibro Uneven Development. Nature, Capital and the Production of Space fue considerado, desde cl momento de su publicacién en 1984, una obra ambi- ciosa y vanguardista, y una de las contribuciones més importantes para el desarrollo de la geografia critica y ef debate teérico en las ciencias sociales y fas humanidades. En éste, su primer libro, el autor define los fundamentos teéricos pero, sobre todo, la linea de pensamiento quelo ha mantenido como uno de los gedgrafos contempordneos més destacados por su contribucién a la discusién teérica del espacio, la dindmica socio-espacial urbana, la geo- grafia politica y el proceso de desarrollo desigual. La wotalidad de! libro constituye una reflexidn en corne a dos grandes temiticas. La primera vinculada con el desarrollo hist6rico y la elaboracién de ideas y conceptes sobre el espacio y la naturaleza —en particular la idea de su produccidn social, histérica y contradictoria, categorfas que sustentan la prdctica y la tradicién del pensamiento en la geografia. La segunda, que introduce y desarrolla los fandamentos de esta produccién en la investiga cidn tebrica y prictica del proceso de desarrollo desigual, considerado por el autor como el proceso universal y conereto que caracteriza la organizacién espacial del capitalismo contemporinco. . Los capftulos que aqui se integran: “La produccién de la naturaleza” y “La produccidu del espacio”, segundo y tercero de ls publicacién original, corresponden a la primera parte de la obra (integrada por cinco capitulos) y pretenden, ral como ha sefalado el mismo autor, establecer un puente entre la reflexién filoséfica en torno al espacio y la aplicacién préctica de este conocimiento en el anilisis de las dindmicas espaciales concretas de fa socie- dad contemporinea, de abt la pertinencia de su difusién como parte de esta Biblioteca Bisica de Geograffa, Claudia Villegas Delgado fol ACERCA DEL AUTOR El capitalism ha sido siempre, findamentalmente, sun proyecto gengrfice. Quizd no sew muy pronto, y sper, capac sea muy rade suger que, la revolucin misma en conera del capicalimo, debe cetar plancanda algo geogréfica. Neil Smith! Desde la publicacién de su primer libro, Uneven Development. Nature, Ca- pital and she Production of Space (1984), Neil Smith se ha colocado como uno de los geégrafos contemporéneos més importantes por su contribucién una reflexién tedrica que, desde fa llamada “geografia critica’, ha manteni- do a la geografia a ta vanguardia en el entendimiento, la concepcién y fa praxis del espacio social La produccidn de la naturaleza y del espacio, Jos semas que integran la presente publicacién, es una propuesta que en esencia busca revelar [as co- nexiones entre fa universalidad del capitalismo como modo de produccién dominante y la historicidid de fa produccién social, historica, material y simbélica, de estas dos dimensiones de fa realidad social. La producci6n de fa naturateza y del espacio, no son ideas “nuevas” , como bien sefiala el autor, en tanto han sido pilares fundamentales en la discusién de Ia especificidad hist6rica y el objeto de estudio de las ciencias naturales y las ciencias sociales, como la geografla. Sin embargo, fa originalidad y la audacia wérica con que el autor presenta estas ideas fueron en su momento —y contindan siendo para la geografla social contempordnea— una contribucién notable para fa comprensién y el andliss ertico de fa geografia del capitalism y, en particu far, del proceso de desarrollo desigual, uno de los proyectos geogrsficos fun- damencales def presente proceso de globalizacién, en sus dimensiones obje- tiva y subjetiva, es decir, material, espacial, politica, cultural y de clase Nail Smith es actwalmente profesor distinguido de Antropologia y Geo- trafia del Departamento de Posgtado de City University of New York, la Universidad de la ciudad de Nueva York, en donde tambien dirige el Centro prara el Lugar, fa Culuara y fa Politica, Anteriormence cavo una Tiana de “Afcrwonls le Beginning of Geugraply” cm Uneven Development, Nature, Capital ard che Prati of Spare Bil Bh kwel, IN, tua 12 + ACERCA DEL AUTOR académica muy importante (1988-2000) en Rutgers, la Universidad Estacal de Nueva Jersey, en donde colaboré como profesor titular, director y coor- dinador general del Departamento de Geograffa de dicha institucién asi- mismo fue director del Centro para el Analisis Critico de fa Cultura Con- tempordnea. Ha sido profesor invitado en universidades de rodo el mundo: en Canad, Noruega, Brasil, Holanda y Ausualia, por mencionar algunas, y tambica en la Faculiad de Filosofia y Letras, de la Universidad Nacional ‘Auténoma de México, en 1996. Su obra escrita es amplia. Ha publicado seis libros y mds de 135 articulos en revistas especializadas que incluyen temas como marxismo, espacio, esca- Ja, justicia social, urbanismo, globalizacién, gentrificacién, desarrollo desi- gual, nacionalismo, poscolonialismo e imperialismo, entze otros; asf como tematicas recientes como el terrorismo y el nuevo globalismo estadouniden- sc, los atentados en la ciudad de Nueva York en 2001. Entre sus titulos mis destacados se encuentran: American Empire: Rooseveltt Geographer and the Prelude to Globalization (University of California Press, 2003); New Urban Frontier: Gensrification and the Revanchist City (Routledge, Nueva York, 1996); Geography and Empive: Critical Studies in the History of Geography (Anne Godlewska, ed., Basil Blackwell, Oxford, 1994); Gentrification of the City (Peter Williams George, ed., Allen and Unwin, Londres, 1986); y Uneven Development. Navare, Capital and the Production of Space (Basil Blackwell, 1984), el cual fue traducido al portugués como Desenvolvimento Desigual (Editora Bertrand Brasil, Rio de Janeiro, 1988). Sus articulos han aparecido publicados en numerosas revistas, entre las que se incluyen Antipode, Political Geography Quarteriy Annals of the Assocation of American Geographers, Progress in Human Geography, Environment and Planning D: Saciety and Space, Urban Afftirs Review, Social and Cultural Geography, Transactions of the Institute of British Geographers, Political Geography, International Journal of Urban and Regional Research, Philosophy & Geography, y la Revista Public Culture, entre ovras. ‘LA PRODUCCION DE LA NATURALEZA La “verdad cientifica’, escribi6 Marx en una famosa frase, “es siempre para- déjica” si se juzga desde la experiencia cotidiana, la cual captura Gnicamen- te la apariencia engafiosa de las cosas”." De hecho, la idea de la produccién. de la nacuraleza es parad6jia, aun en k sociedad capitalista, hasta el punto de parecer absurda si se juzga desde la apariencia superficial de la naturaleza En general, la naturaleza es entendida precisamente como aquello que no puede ser producido; es decir, la antitesis de la actividad humana producti- va, En su apariencia mds inmediaa, el paisaje natural se presenta ante noso- tos como el sustrato material de la vida diaria, el dominio de los valores de uso més que de los valores de cambio. Como tal, la naruraleza estd profun- damente diferenciada a través de un sinniimero de ejes. Sin embargo, con el avance de la acumulacién de capital y Ja expansién del desarrollo econémico, este sustrato material ¢s cada vez mis el resultado de la produccién social. Y los ejes dominantes de diferenciacién son también cada vex mds sociales en su origen, En suma, cuando esta apariencia inmediata de la naturaleza se sittia en un contexto histérico, el desarrollo del paisaje material aparece en- tonces como un proceso de la produccién de fa navuraleza. Los resultados diferenciales de esta produccién de la naturaleza son los sintomas materiales del desarrollo desigual. Asi, en el plano més abstracto, es en la produccién de Ja naturaleza donde el valor de uso y el valor de cambio, el espacio y la so- ciedad, se funden uno con el otro,:El objetivo de este capitulo, es por lo tanto, geemplazar nuestra concepcién de !z »turaleza de tal forma que el mundo dual de la ideologia burguesa pueda reconstituirse en una totalidad tegrada,\Esto nos permitird analizar los esquermas reales del desarrollo des- sual como el resultado de la unidad del capital, més que ciegamente situar i proceso en el falso dualismo ideolégico de la sociedad y la naturaleza. El problema serd separar los momentos esenciales de la produccién de la natu raleza de sus distin apariencias. Aunque Marx nunca hablé explicitamente de la produccién de la natura- Jeza, en su trabajo esté-implicita una comprensién de la naturaleza que con- duce definitivamente en esta direccién. De hecho, Marx en absoluto tuyo tun concepto dnico y coherenemente elaborado de la naturaleza, sino que * Karl Mara, Value, Price and Profi. Landes, 1899, p54 (de a rad, Lay referencias biblingrficas Se mantienen exactancate convo aparecen en loriginal es dei, inclayen dnicansene e Iugary by Fecha de publican.) {31 {LA PRODUCCION DE LA NATURALEZA slid ba “naturaleza’ en distintas formas. Sin embargo, estos diferentes usos + del concepto no fueron casuales; una lectura detallada de su trabajo muestra ura progresién racional en la aproximacién de Marx a la maturaleza. Al final no tenemos un concepto totalmente acabado, pero sf nos queds el bosqueja del sistema conceptual de la naturaleza implicito en su andlisis y erftica del modo de produccién capitalists, No acepro que exista un rompimiento radical entre el llamado joven Marx yel Mare maduro;? existe, mejor dicho, un desarrollo vasto y complejo de su Pensamiento, y esto se refleja en su aproximacién a la nacuraleza. A lo largo de su trabajo, Marx considera a la naturaleza como una unidad diferenci da, sin embargo, en los distintos periodos, el énfasis en fa unidad y la dife- renciacién es variable, En sus primeros trabajos, particularmente en Los ma- nuscritos econdmicos y filosificas (en Marx, ed. 1975), Marx enfatizé la uni- dad del “hombre y la nacuraleza’. Aqui, él recurre fuertemente canto a la twadici6n idealista hegeliana como ala de Kant. Es con La ideologia alemana, con la que Marx (escribiendo con Engels) alcanza una concepeién més’ ma- terialista de Ja naturaleza. Mas que discutir los aspectos filosdficos de la su- puesta unidad del “hombre y la naturaleza”, Marx estaba més interesado en Jos procesos reales que podrian llevar a cabo esta unidad. Bllo lo llevs a discutir la funcidn del trabajo humano, colocéndolo en el centro de la rela- cién entre los seres humanos y la naturaleza, Més adelante, Marx comenz6 a analizar !a toralidad de la cuestién como un problema ico y no como. un acertijo filoséfico abstracto. En los Grundrisse, muchas de estas ideas se ttabajaron en detalle y se incluyeron otras mds, particularmente en relacién con las dimensiones hist6ricas de la relacién humana con la naturaleza, En El capital, y en especial en el volumen uno, que Marx completé para su publicacién, la conceptualizacién de la naturalera es todavia ocasional, pero aqui encontramos por primera vez una progresién Idgica consistente de lis distintas aproximaciones a la naturaleza. La discusién de la naturaleza aparece tinicamente en fragmentos, ya que Fl capital no fue pensado con el objetivo de analizar la naturaleza especificamente en elcapitalismo. Fue pen 2 La cues de sel tabajo de Marz debe entendese come una coaiidado como una seeuencia de periods claramente sepaados noes un problema nue, Comienma con publ, ‘66a de algunos de sus primeros trabajos a princpios del siglo XX, 4 principios dl siglo Xx, ningun de los cules se el defensor mis fel de eta visibn del trabajo de habla publica ate, Ms ecenemese Mcsiiido on pido cetera Lou Aho (Ve eee, or ae) (tere han opues a eta difrencinsn enc on orn ase yon hare (Véase particularmente Ollonan Bercell, Alienation: Marx’ Co Ih sel Secp v inn Herel, Aan: ars Cnc of ano Cape So Gabi 1971 Vea nbn llom none alessio bees ae (0977), pp 129.150), wIOVeT3y", em Science and Society {LA PRODUCCION DE-LA NATURALEZA 15 sado como una critica 2 la produccién eapitalista, y como tal, requirié de Marx un desarrollo al menos parcial de su concepcién de la naturaleza. Sin embargo, la realizacién de su objetivo fundamental no significé presenta, ¥ mucho menos desarrollar una concepcién acabada de la naturaleza. No obs- tanre, en tanto queen el volumen uno el andlisis presenta una psogresién Ié- gica de conceptos e ideas para construr la critica de Mare, la concepcién de naturaleza recibe este mismo tratzmiento. La primera discusign sobre la naturaleza en El capital, repive parte del sentido abstracto filoséfico de sus primeras trabajos, aunqu logra algo mds; expone al mismo tiempo el fundamento para un andlisis més concreto y mds dlaborado de la relacién con la naturaleza en el capitalismo. Asf, en las discu- siones posteriores sobre la divisién del trabajo, la manufactura y Ia industria moderna, Marx nuevamente retoma el tema de manera explicita para mos- trar precisamente lo que sucede con la naturaleza en las condiciones actuales del capitalismo. En muchas partes de £1 capital, en su discusién de la renta, por ejemplo, existen bocetos mas acabadas de una concepcién materialisea ms concreta de la naturaleza, sin embargo, estos esquemas no se encuentran reunidos en ninguna parce ni son discutidos de una manera explicita, Bs ésta Ja tarea que aqui entaremos realizar. Fllo no implica una compilacién de referencias sobre la naturaleza ni un intento de otorgarles una coherencia filoséfica interna, implica, may bien, un entendimiento serio de la diseccién y el propésito del trabajo de Marx, y el intento de extender y exponer la concepcién de nacuraleza, la cual, al menos en parte, eemplifica este prop6- sito, Como tal, éste es un ensayo en politica y teoria, io en filosofia En el volumen uno de El eapital, Mare ejemplifica su propia afirmacién de que “el movimiento de lo abstracto a lo concreto” es el método cientifica~ mente correcto. Comenzando con la mercancta concreta, Marx deduce una serie d stracciones tedricas: valor de eanbio, valor de uso, valor, plusvalor, trabajo abstracto, tiempo de trabajo socialmente necesario. Conforme avan- 1a el anilisis, estos concsptos son elaborados progresivamente hasta que re- producen con exactitud lo conereto pensado. Su anslisis de la relacién con la rnaturaleza sigue este procedimiento, Si bien este razonamiento, integrado al desarrollo Iogico del texto, apatece como un desarrollo histérico, la {6gi- -a del argumento de Marx refleja, aunque general, el desarrollo histérico que de hecho cavo lugar En consecuencia, el desarrollo de la concepcién de 2K. Mars, Crm, pp. 100-101. ara una agumentacidnaneresante vobre €l nro gico-histévice en el capital Ide Hl eqpta, véase Hiatry Cleaver, Reading Capital Politically Austin, 1979 Feem tack, 16 LA PRODUCCION DE LA NATURALEZA la naturaleza expresa esta metodologta “Iégico-histriea”, y aunque en ni guna parte aparezea desatrollada de manera acabada o sysinta, como silo cst por ejemplo para el anilisis del dinero, esta metodologia debe recons- truirse de las discusiones separadas sobre la naturaleza. Asf pues, en a pri- mera parte de La ideologta alemana, en pasajes aislados de los Grundrisse, y is sistematicamente, aunque menos evidente en EI capital, encontramos vistazos ocasionales de la derivacién I6gieo-histéria de a relacién social con Ja naturalezs. La primera tarea importante ha sido detectaréstos indicios; la segunda es manipulaslos y completar el complicads rompecabezas. Marx nos ha dado las cuatro esquinas y Ja mayor parte de los contornos, ademas nos ha proporcionado la mayor parte de las piezas singulares para completar la figura, sin embargo, estas piezas se presentan en contextos de andlisisrotal- mente diferentes. Le que debe hacerse para conocer su significado es volear- las, y el como estaban, descubrir su aspecto original. EL sitio para comenzar es la produccién en general, ya que ésta es la rela- cién material mas fundamental entre los seres humanos y la naturaleza, “La produccién en general es una abstracci6n, pero una abstracein racional en “tainto que realmente presenta y establece el elemento comin” a todas fas épocas de produccién.y*Ciertas determinaciones pertenecen a todas las épo- cas, otras solamente a unas cuantas. [Algunas] determinaciones serin com- partides por las épocas ms modernas y las més antiguas’. Por lo tanto, “los clementos que no son generales y communes, deben separarse de las determi- naciones validas para la produccién como tal, para que en su unidad —la cual de hecho surge de la identidad del sujeto, la humanidad, y del objero, naturaleza— no se olvide su diferencia esencial”.4 Con la produccién para el incercambio, las determinaciones generales de la relacién encre las socieda- des humanas y a naturaleza se mantienen presentes, sin embargo, como ob- servamos en la critica de Schmidt, la daléctics del valor de uso y el valor de cambio agrega una nueva dimensién a la relacién con la naturaleza, una dimensién que es particular de la produccién para el intercambio més que de la produccién en general. En conclusién, han existido muchos modos de produccién fundados en e intercambio mercantil, sin embargo, con el triun- fo del capital sobre el mercado mundial, un conjunto completamente nuevo de determinaciones bastante especificas entra en la escena; la relacin con la ‘naturaleza se transforma una vex mas. $k Mon, Gai 9.5 Camber de Mage ene pineal ey dap ssh haemo eof humana’, (E/ capital, vol. , p. G090,) " ms | LA PRODUCCION DE LA NATURALEZA 7 De la produccién en general a la productién para el intercambio, y de é:ta a la produccidn capitalista, los elementos lbgicos ¢ histéricos del argu- mento insingan y conducen a fa misma conclusi6n concretamente observa- ble: la produccién de la naturaleza. En la que probablemente constituye su aseveracin mis evidente sobre la realidad de la produccién de la naturaleza, Marx escribi6, como parte de a erftica al idealismo de Feuerbach: Tanto es esta actividad, este incesante trabajo senstivo y de creacién, fandamento de a totalidad del mundo sensorial tal como ahora existe, que sie iterrumpiera, aunque fuese por un afc solamente, Feuetbach podla ‘encontrarse no s6lo con una transformacién enorme en el mundo natural, sino muy pronto podrfa darse cuenta de que el mundo entero de los hom- bres y sus propias facultades perceptivas, que no su propia exstencia, estar La capacidad que tienen hoy las sociedades humanas de producir natura- x lea es de tal magnitud, que la eliminacién del trabajo productive podria significar enormes cambios en la naturaleza, inclayendo la extincién de la {fatralera humana I. La produccién en general En su deducci6n inicial de los momentos abstractos de la mercancla, Marx describe la produccién como un proceso mediante el cual se transforma la forma de la naturaleza. El productor “puede trabajar dinicamente como lo hace la naturaleza, esto es, transformando la forma de la materia. Mas atin, ‘en esta tarea de transformiar la forma de la materia, el productor es perma- nentemente ayudado por las fucrzas naturales". Mediante su destreza, el pro- ductor, 0 ela, “transforma las formas de los materiales provistos por la naturaleza, en una forma tal que le sean utiles. Por ejemplo, la forma de Ja madera se transforma cuando se hace una mesa, Aunque a pesar de ello, la mesa continiia siendo ese objeto ordinatio comin, madera”, En tanto el proceso de trabajo produce abjetos ttiles para satisfacer necesidades huma- nas, “se impone de manera natural una necesidad eterna, sin la cual no pue- de existic ningin intercambio material entre el hombre y la naturaleza, y en 5K Mans y Engels, German Ideology, p. 63: °° mucho més que un simple cambio en la forma dela man, 18 1A PRODUCCION DE LA NATURALEZA {SB consecuencia, no puede existr la vidi" Sin embargo, simultdneo sobre el trabajador. El tsbajo es, en primer lugar, un proceso en el cual tanto el hombre como 4a naturaleza paticipan, yen el que el hombre decide libremente iniciag, ‘egulaky controlar su intercrabios materiales con la natures. 1 hombre Se conftonta asf mismo con la ratualera como una desu propias fuerza Poniendo en movimiento brazosy pies, caberay manos, las fucrns on turales de su cuerpo, para apropiarse de los producto dela naturaleza en tina forma ii asus peopias deseas. Actuando de ete modo sobre el mun. do externo y transformindolo, él transf m a forma al mismo tiempo su propia {El met ¥ través del esta ae la naturaleza (¢l intércambio m: cid de valor de uso; la naturalera entra e 1wTorma de valor de uso cla elaborada de la afirmacién revia de Marx, mds abst 1e “el 6 la verdad reacin ists dela mate | Jeon nk los seres humanos nacen con ciertas necesidades naturales —alimento, actividad sexual, abrigo, interaccién social—~ y nacen en un mundo en el Gust naturalea prove, directa indtectament, los metios para stisacer sas necesidades. Los medios de subsistencia son aquellas necesidades mate, fe consumidas directamente de la naturaleza pata satisfacer necesidades naturales, JDonde los medios de subsistencia no estin disponibles, en for- ma natural en.la.cantidad o calidad adecuadas, los medios de produccién Ft shittos de produccién a ser trabajados y los instrumentos con los ena, {es se realiza el trabajo— son apropiados de la naturaleza y utilizados en ef atrial) es claramente ung rela- telacién con los seres humanos en puro, Esta es la version extendida y coneretamente Eleapita, pp. 42-3, 71, Bn esa raducc parece eserta en maysculs, no obstante, nalenaleman esd escrico en mayiscula co én de El capital ba palabra “oagurlena a veces ‘espetando ota traducciones,y dado que el orgi- estes otra lg bey bombs" par refeineals hmanida ea eferine al humanidad ols secs humanos En ao plificacion, mis que evadie el prot Iemma nen ai eta problema de enguje sex, em las cat mares ny THEM Tepit p 177 Mace, Eady Wangs (Harmontavortb, 1973), p. 355, el trabajo: produce eta ejetce un efecto A PRODUCGION DE LA NATURALEZA 19 trabajo vivo para producir productos consumibles. Al producir los medios para satisfacer sus necesidades, los seres humanos producen ale: su propia vida material, y en el proceso producen nuevas necesida nas cuya satisfaccién requiere una mayor actividad productiva, Estas necesi- dades y el modo de satisacerlas constituyen, en el nivel més general, las de- terminantes de la naturaleza human, y en tanto que las personas son en esencia seres naturales, introducen en la produccién sus habilidac les (fisicas y mentales) las cuales se realizan en y a través de los objetos y los instrumentos de produccién. Existe por lo tanto una identidad abstracta del ser humano social con Ja naturaleza: “El hombre es directamente un ser natural [..] provisto de poderes naturales (y] tiene en los objetos reales, sea- sibles el objeto de su propio ser y de su expresién vial [...) Un ser que no tenga su nacuraleza fuera de s{ mismo no es un ser natural y no desemperia ninguna funcién en el sistema de la naturaleza”.? La produccidn de la conciencia es una parte integral de esta produccién general de la vida material. En el sentido més amplio, la eonciencia es sim- plemente la conciencia de la préctica humana: {La produccién de idess, de concepciones, de conciencias, en principio escd ~* J vinculada directamente con la actividad material y evn la interaccién ma- Gaia de 16s hombres, el lengaje de fa vida real, Crear, pensar la interaccién mental de los hombres, e presenta en esta etapa coma un flujo direero de Los hombres son los productores de sus concepeiones, ideas, cteétra los hombres actvos, reales, en tamo es ‘én condlicionados por un desartlle definitive de sus fueras productivas y pore intercambio que a ells eoeeesponde”."° su comportamiento materia La conciencia de las necesidades, de los medios para satisfacer estas nece- sidades, y de las fuerzas que afectan tanto a las necesidades en sf como a los, medios para satisfacerlas (por ejemplo, la ciencia, la religidn primitiva, etoé- tera) —son fundamentales para fa formacién de la conciencia humana..En «sta forma, la conciencia como tal ¢s el resultado natural de la actividad humana productiva, y de las telaciones sociales que los seres humanos esta- blecen mutuamente para producir. La imagen aqui expuesta sugiere una unidad general de la naturaleza con la sociedad. Una unidad de la naturaleza con Ia sociedad en Ja que “la Tinni- ° tid. pp. 389-390. "Mans, Grom Ideology,» 47

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