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SECRETO Y RESPONSABILIDA PROFESIONAL

Secreto y Responsabilidad Profesional


Secreto Profesional:
El secreto profesional es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de mantener
en secreto la información que han recibido de sus clientes. Al contrario de lo que ocurre
con otros tipos de deberes de confidencialidad, el secreto profesional se mantiene
incluso en un juicio.
Entre estos profesionales, cabe citar como casos más típicos el abogado, el medico, el
psicologo, el periodista o el trabajador social. Sin embargo, también puede haber otros
casos de asesores o servicios que tengan ese tipo de obligación, como por ejemplo los
asesores fiscales (a veces incluidos dentro de los abogados) o las compañías de
seguros.

Responsabilidad Profesional:
Menéndez, en su libro "Ética profesional" , define a la responsabilidad como sinónimo
auténtico de "conciencia": la obligación de rendir cuenta de los propios actos. La
responsabilidad como deber es entendida como la obligación de responder de nuestros
actos ante un tribunal. Se habla de responsabilidad moral cuando el tribunal es Dios o la
propia conciencia, la responsabilidad legal (o específicamente, civil o penal) cuando el
tribunal es el Poder Judicial.
La responsabilidad profesional surge en este punto como incluida dentro de la
responsabilidad moral, alcanzando el interior de nuestra conciencia. Tiene dos objetivos
primordiales: evitar toda falta voluntaria y disminuir en lo posible en número de faltas
involuntarias por debilidad humana, flaqueza propia o negligencia ajena.
El autor de "Ética profesional" agrupa arbitrariamente los principales tipos de
responsabilidades en tres clases:
 Responsabilidad profesional consigo mismo: que exige una conciencia fiel a un
triple deber de competencias físicas, intelectuales y sociales.

Un ejemplo de su desmedro se da en el caso de profesionales que, por dinero o un


mayor status, usan su título profesional para venderse al mejor postor, sin considerar
las actividades que apadrinarán, sus fines o su lealtad al trabajo.
 Responsabilidad profesional con el prójimo: se refiere al trato con los prójimos
profesionales: colegas, colaboradores, clientes y acreedores. Deja de lado las
responsabilidades consignadas en el Derecho Civil para centrarse en la responsabilidad
natural hacia la persona, humana y su dignidad como tal.

Ejemplos de ella son el aprecio hacia un colega que obtuvo méritos, la fidelidad hacia
nuestros colaboradores, la comprensión de las necesidades de los clientes y las
exigencias de un acreedor.
 Responsabilidad profesional con la sociedad: es la responsabilidad que tiene el
profesionista por el hecho de poseer un título universitario. De su inteligencia en la
opinión y sus energ

TECNICAS PARA GANAR LA ACEPTACION DE LAS PERSONAS

El mayor reto que tiene todo orador es el de poder captar y mantener la atención del
público durante toda su intervención.

Por eso quiero enseñarte algunas claves para que cuando debas hablar en público no solo
digas un mensaje sino que realmente tu público esté atento y así tu logres cumplir el
objetivo que te trazaste al momento de hablarles.
Si pones en práctica estas claves te aseguro que de ahora en adelante el público no
desviará la atención en otras cosas.La mayoría de personas cuando se enfrentan a un
auditorio básicamente se preocupan por aprenderse el tema casi de memoria y se
concentran en decir una información y casi que se olvidan del público, pues por lo general
están presas del miedo y de los nervios y por eso su discurso se vuelve monótono y
aburrido.

Para evitar esta reacción del público ten en cuenta los siguientes puntos, te aseguro que la
dinámica de tus charlas cambiará.

 Llama la atención con tu silencio: Al pararte frente al público no comiences a


hablar de inmediato, en su lugar párate frente a ellos y obsérvalos, guarda silencio
y de inmediato notarás como la sala se va quedando en silencio observándote a la
espera de que inicies tu intervención, este suspenso llamará la atención de todos,
este es el punto de partida para atraerlos.

 El Entusiasmo: usa tu alegría y entusiasmo al hablar, teniendo cuidado de no caer


en el ridículo ni en convertirte en un payaso, simplemente habla con entusiasmo y
pasión, esto se contagia.

 Usa un Lenguaje Sencillo: procura hablar con palabras cotidianas, emplea


términos que la gente usa a diario, de esta manera será fácil para ellos captar tu
mensaje, y si debes hacer uso de términos complejos, explícalos para que todo sea
fácil.

 Habla con Ejemplos: lo mejor que puedes hacer es contar historias, hablar con
ejemplos de la vida diaria y sobre todo ajusta estos ejemplos al tipo de público al
que le estás hablando, es decir que si le estás hablando a personas relacionadas
con el transporte usa ejemplos con carros así te entenderán más fácil porque el
lenguaje les es familiar, con solo aplicar esta clave todas tus charlas mejorarán
significativamente.

 Déjalos que Participen: por último permite que el público te haga preguntas y a
la vez tu realiza preguntas abiertas para que sondees si te están atendiendo, la
idea de las preguntas es que ellos estén atentos a tu mensaje, pero nunca hagas
preguntas directas a una persona en especial pues esto pondrá tenso al auditorio y
lograrás el efecto contrario, si nadie te responde procura hacer uso del humor y la
respondes tu mismo y de inmediato realiza otra pregunta, te aseguro que alguien
te va a responder y así el ambiente se tornara como si fuera una charla entre
amigos.

Pon en práctica estas 5 claves para mantener la atención del público y te garantizo que la
dinámica de tus intervenciones cambiará al punto de hacerlas muy agradables y amenas,
el público siempre querrá escucharte.

TENCICAS PARA RENDIR EN UNA BUENA LABOR


Si buscas un ascenso, mayor reconocimiento, aumentar tus ingresos
o deseas ser más productivo, mantenerte motivado en el trabajo podrá
ayudarte a aumentar tu rendimiento. Te presentamos 8 consejos que
publicó el portal about.com para mejorar tu desempeño laboral.

Debes tener en cuenta que lo principal para rendir bien es mantener tu


vida privada en órden. Sin embargo, esto no es siempre posible, por lo
que debes procurar mantener tus problemas personales por fuera de la
oficina.
1. Entusiasmo

Sentir entusiasmo por lo que uno hace es fundamental para tener un


rendimiento alto. El entusiasmo hace que te sientas bien, aumente tu
motivación y disfrutes lo que haces. La falta de motivación puede
deberse a que tu trabajo no te gusta (lo que puede llevar a que la solución
sea cambiar de trabajo), pero muchas veces los motivos son otros y
pueden resolverse. Por ejemplo, una mala organización puede hacer que
estés demasiado estresado, y que el trabajo que antes tanto te gustaba
resulte una carga.

2. Actitud positiva e inteligencia emocional

Tanto mantener una actitud positiva cómo manejar adecuadamente tus


emociones puede ser muy importante en el trabajo. Si expresas un estado
emocional visiblemente alterado, puede que te rechacen o no te tomen en
serio. Si estás de mal humor seguido o eres demasiado pesimista, puede
que tus compañeros no se sientan cómodos trabajando contigo.

Las personas con las que trabajan necesitan saber que controlas tanto tu
trabajo como a ti mismo. Intenta sonreír con frecuencia para transmitir
un estado de ánimo tranquilo, confiado y positivo, y para mostrar que
tienes una buena actitud hacia ellos. Si alguna persona te cae mal, intenta
ver sus atributos en vez de tus defectos.

3. Establecer metas, organización y manejo del tiempo

Para llegar a alguna parte es importante tener claro a dónde te diriges.


Proponerte metas puede aumentar tu rendimiento y darte una sensación
de dirección. Establece metas tanto a corto como a largo plazo y
proponte objetivos diarios.

También conviene que busques organizar tu tiempo de la mejor manera


posible. Usa agendas, establece horarios y planifica que vas a hacer
durante el día, a qué hora y cuánto tiempo te llevará.
4. ¿Es adecuado tu lugar de trabajo?

Esta pregunta puede resultarte incómoda ya que abre la posibilidad de


que consideres una renuncia o que busques cambios radicales en tu
metodología de trabajo, sin embargo, si no estás del todo motivado, esta
puede ser un factor de mucho peso.

Analiza que tu lugar de trabajo sea conforme a tus intereses y a tu


personalidad. Pregúntate en qué condiciones rindes mejor y trata de
implementarlas en la medida de lo posible.

5. Socializar sí, pero no más de la cuenta

Mucha actividad social en el trabajo puede perjudicar tu rendimiento y


sobrecargarte de compromisos. Las mejores ideas surgen a solas, y luego
se enriquecen poniéndolas en común. Por este motivo conviene que solo
concurras a las reuniones, charlas, etc. que sean verdaderamente
necesarios.

6. Manejar las interrupciones

Cuando una tarea necesita concentración es importante que busques


reducir al máximo las interrupciones. Pon el teléfono en silencio, y deja
en claro tu necesidad de tranquilidad.

7. La comunicación

Como te comunicas con los demás puede ser muy importante para
aumentar la productividad en ciertos aspectos de tu trabajo. Si eres
amable y mantienes buenas relaciones, la convivencia en la oficina será
positiva y puede que tus compañeros estén más disponibles para
ayudarte.

Algunas recomendaciones para esto son: interesarte por las personas con
las que trabajas; mantener a personas de tu equipo informadas sobre las
cosas importantes que estés haciendo; adelántate a cualquier pregunta
que te puedan querer hacer y pregunta lo que no sabes.
En resumen, muestra que eres una persona que trabaja bien y haz que
trabajar contigo sea más fácil.

8. Duerme bien y haz una alimentación sana

Si quieres que tu cerebro rinda, debes darle a tu cuerpo todos los


nutrientes que necesita para funcionar bien. También es necesario que
mantengas un cuerpo sano, por lo que practicar ejercicio y dormir bien
son fundamentales.
Muchas veces nos sucede que sentimos que pasamos
demasiado tiempo trabajando pero que sin embargo, no vemos
los resultados que nos gustaría ¿Quieres optimizar tu tiempo
en el trabajo? ¿Quieres comenzar a ver cumplidos tus
objetivos? Atenta a estos prácticos consejos que Pretenciosas
tiene para ti.
Trabajar duro y extra no está asociado necesariamente a un trabajo
efectivo, es decir, al logro de objetivos, ni a un trabajo eficiente, es
decir, a un uso hábil de nuestros recursos. Un buen resultado en el
trabajo se relaciona más con cómo optimizamos nuestro tiempo y
energía. Acá van algunos tips para que sepas cómo hacerlo.
Planifica tu día. Es necesario que cuentes con una forma de
planificar tu día, ya sea con una agendacorriente, con
una agenda electrónica, una blackberry, en fin, dependerá de tu
relación con la tecnología el tipo de agenda que prefieras, pero de
todas formas necesitas poder anotar, chequear, programar y
planificar tus días y tu semana. No puedes comenzar un día lleno
de actividades sin saber claramente los compromisos y quehaceres
que te esperan. Organiza tu día, planifica los tiempos que dedicarás
a cada cosa y establece los objetivos de cada jornada.
Priorizar. Es muy importante que sepas priorizar tus actividades y
que realices primero lo que es primero. Para esto debes poder
identificar lo importante de lo urgente, en el sentido de que no
siempre las cosas importantes requieren de una solución urgente.
De lo contrario, todas tus obligaciones se te harán urgentes y
terminarás colapsando, sin poder finalmente darle atención a
ninguna.
Aprender a decir NO. Este punto se relaciona con el anterior, en el
sentido de que no podemos hacerlo todo, debemos priorizar el darle
solución a las tareas que son más urgentes y debemos poder decir
que no a otras que no podemos atender, al menos en ese
momento. Acuérdate del dicho “quien mucho abarca poco aprieta”.
Organiza tu lugar de trabajo. Un escritorio o una oficina
desordenados y sucios nos quita tiempo muy valioso gratis.
Perderás minutos intentando encontrar un informe o un número de
teléfono o te distraerás de tus objetivos mientras despejas un lugar
para escribir. Por eso, organiza y asea tu lugar de trabajo, de
manera que todo tenga su lugar determinado. Así encontrarás las
cosas rápidamente y además, te sentirás más motivado y a gusto
trabajando en un lugar limpio y ordenado.
En el lugar de trabajo se trabaja. Deja tu oficina, consulta, box o lo
que sea, exclusivamente para trabajar, no aproveches este mismo
espacio para almorzar, dormir una siesta o para planificar el fin de
semana. De este modo, asociarás que ese lugar es exclusivamente
para trabajar, lo que hará más fácil que te concentres y que
cumplas tus objetivos de cada jornada laboral.
Mañanas ocupadas. En las mañanas es cuando tenemos más
energía y concentración para trabajar, a diferencia de las tardes, en
que estamos más cansados y más ansiosos por que el día termine
y por ende, más distraídos. Por eso, concentra tus actividades
laborales más importantes y que requieren de mayor trabajo, ya sea
físico o mental, para la mañana, así podrás ejercerlas de forma más
eficiente y además, dejarás la jornada de la tarde más alivianada.

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