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© Rubén Muñoz Martínez

REFUTACIÓN (HUSSERLIANA) AL RELATIVISMO


EL ESFUERZO DE LA VERDAD

RUBÉN MUÑOZ MARTÍNEZ


Departamento de Metafísica y Corrientes
Actuales de la Filosofía, Ética y Filosofía política
Facultad de Filosofía
Universidad de Sevilla
41018 Sevilla
montesofia@eresmas.com

Desde la fenomenología de Edmund Husserl queremos reflexionar sobre las posibilidades del
relativismo como modalidad de pensamiento. Consideramos que una filosofía verdadera sólo es posible
como investigación sobre la verdad. Nuestra reflexión pretende mostrar dos cosas: el gran trabajo de
Edmund Husserl contra el relativismo y el rigor y la seriedad de la labor filosófica, siempre amante de
la verdad.

Palabras clave: verdad, relativismo, Husserl, filosofía, psicologismo.

Since Edmund Husserl´s phenomenology we wish to reflect about the possibilities of the relativism as
a way of thinking. We take into account that a veritable philosophy is only possible as an investigation
about the truth. Our reflection intends to show two things: the great work of Edmund Husserl against
the relativism and the rigour and seriousness of the philosophical labour, always the lover of the truth.

Key words: truth, relativism, Husserl, philosophy, psychologysm.

1. Introducción; aproximación al concepto desde nuestro hic et nunc


Desde sus inicios la filosofía siempre ha tenido que combatir con diversas
corrientes de pensamiento relativista que han ido surgiendo a lo largo de la
historia. Ya Sócrates y Platón tuvieron que enfrentarse a la sofística.
Posteriormente aparecerían nuevas teorías similares, tales como el
escepticismo, el empirismo, el psicologismo o la postmodernidad, último
brote relativista a que ha dado lugar el pensar filosófico.

Contextos XXIII-XXIV/45-48, 2005-2006 (págs. 131-141). ISSN: 0212.6192


132 Rubén Muñoz Martínez

Básicamente el relativismo se puede definir como aquella teoría que no


admite verdades absolutas en el campo del conocimiento, mientras que la
filosofía, por su parte, nace en la Antigua Grecia con el afán de ser la
ciencia (episteme) encargada de buscar la verdad absoluta. Con esto nos
damos cuenta de que relativismo y filosofía son dos términos opuestos que
no pueden coexistir, ya que uno niega lo que pretende el otro.
Bien es verdad que ser relativista es algo muy tentador, es muy cómodo y
muy fácil decir que todo es relativo, que todo depende de cada cual (el
amor, el bien, lo bello...); pero ¿cómo sería nuestra vida si siguiendo al
relativismo confundiésemos el bien con el mal o lo justo con lo injusto?
Todos estos fenómenos originarios no pueden ser tratados como
meramente relativos a un sujeto individual, ya que como nos dice Husserl
pertenecen a una esfera ideal y eterna que no depende de nada ni de nadie1.
¿De quién, o mejor dicho, de qué depende que el arte sea arte o que un acto
sea bueno o malo?
El relativismo, pues, se presenta como una teoría “filosófica” válida para
aquellos que han caído en la pérdida del fundamento. Frente a este
posicionamiento teórico y vital encontramos a la filosofía que busca lo
verdadero, el fundamento, el ser; todos éstos, conceptos abstractos que son
utilizados para referirnos a la verdad en ética (el bien y el mal), la verdad
en estética (lo bello y lo feo), la verdad en derecho (lo justo y lo injusto),
etc.
Pues bien, el propósito de este escrito no es otro que el de intentar
situarnos en el motivo impulsor de la filosofía husserliana, la búsqueda de
la verdad, para desde una perspectiva ontológica esbozar una reflexión que
al mismo tiempo exponga la refutación que Husserl lleva a cabo del
relativismo, la cual se nos presenta como definitiva, ya que en ella no se
refutan tan solo algunas formas de relativismo como puedan ser las ya
citadas, sino que queda refutado por completo el propio concepto.

1
Husserl, E. Investigaciones Lógicas I. Madrid. Alianza. 1999. (Pág. 114: “Lo que es verdadero
es absolutamente verdadero, es verdadero “en sí”. La verdad es una e idéntica, sean hombres u
otros seres no humanos, ángeles o dioses, los que la aprehendan por el juicio. Esta verdad, la
verdad en el sentido de una unidad ideal frente a la multitud real de las razas, los individuos y las
vivencias, es la verdad de que hablan las leyes lógicas y de que hablamos todos nosotros, cuando
no hemos sido extraviados por el relativismo.”)
Refutación (Husserliana) al relativismo. El esfuerzo de la verdad 133

Así, observamos cómo Husserl con la fenomenología nos inicia en un


gran camino que nos permitirá con el esfuerzo del espíritu y el rigor del
pensamiento alcanzar una existencia completa, profunda y verdadera, la
cual nos permitirá enfrentarnos a los hechos de la vida fáctica con una
actitud radical2.
Con lo dicho quedamos situados de una manera aproximada ante el
relativismo y la filosofía, lo cual pasará a continuación a ser analizado
desde el pensamiento grandioso de nuestro filósofo: Edmund Husserl.

2. Husserl y el relativismo
Centrándonos ya de una manera definitiva en la filosofía husserliana
comenzaremos nuestro estudio haciendo alusión a lo que va a ser el núcleo
temático de este análisis: el capitulo séptimo, “El psicologismo como
relativismo escéptico” de los “Prolegómenos a la lógica pura” de las
Investigaciones Lógicas, en donde nuestro autor realiza un espléndido
ejercicio de pensamiento sobre el relativismo y sus formas.
En estas páginas Husserl explica en primer lugar en qué consiste la
esencia del relativismo, para después refutarla de una manera
universalmente válida. Dicho trabajo comienza por lo que nuestro autor
llama el “relativismo individual”, que no es otra cosa que el subjetivismo
absoluto.
2.1. El relativismo individual o subjetivismo tiene su origen en
Protágoras, el cual afirmaba que “el hombre es la medida de todas las
cosas”. Según esto todo es relativo al sujeto individual, es decir, que la
verdad depende de cada cual. Pero si esto fuese así existirían entonces
millones de verdades, una por cada ser, cuando la verdad es y sólo puede
ser una. ¿O es que, por ejemplo, la verdad ontológica de ser hombre puede
ser más de una?
Para Husserl este tipo de relativismo es tan descarado y tiene tan poca
consistencia que como se puede comprobar históricamente en muy pocas
ocasiones ha sido defendido. Además esta teoría queda refutada por sí sola

2
El término radical es empleado aquí en el sentido tematizado por José Villalobos, como un “ir
a la raíz misma de las cuestiones”. Véase Villalobos, J. Elogio de la radicalidad. Sevilla.
Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla. 1997. (Parágrafo 6; pp. 35-38)
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tan pronto como es formulada, ya que su formulación conlleva en sí misma


una contradicción, a saber, que no se puede afirmar de una misma cosa que
sea verdadera y falsa a la vez, lo cual significaría ir en contra del principio
de contradicción.
Pero el subjetivista, incluso, va más lejos y llega a decir que su opinión es
verdadera para él, pero no es lo verdadero “en sí”, con lo que él mismo se
sitúa en un camino bastante lejano de la seriedad y rigurosidad propias de la
filosofía.
Con todo, no debemos pensar que la intención de Husserl es la de hacer
confesar al subjetivista su error. La intención y el propósito logrado por el
creador de la fenomenología es la de refutar de una forma universalmente
válida esta teoría.
A continuación concretaremos a través de un ejemplo en lo que puede
desembocar una concepción relativista como es la sostenida por el
relativismo individual:
Si siguiendo al subjetivismo aceptamos que todo depende de cada cual, al
trasladar esta fórmula al campo del arte podríamos decir, siempre según el
relativismo, que Las Meninas de Velázquez o La escuela de Atenas de
Rafael son obras de igual belleza, o incluso de menor entidad artística, que
un garabato realizado improvisadamente por una persona que no haya
pintado jamás, ya que podríamos encontrar a alguien, todo es posible, para
el cual el dibujo de dicha persona fuera más bello que las obras citadas. Y
debido a que la verdad depende de cada cual, tal y como nos diría un
subjetivista (individual), Las Meninas o La escuela de Atenas, según este
hipotético ejemplo, no tendrían porque ser más bellas que dicho garabato.
Sin embargo, las mencionadas obras están consideradas obras de arte, entre
otras cosas, porque en ellas se produce la manifestación radical del ser en
plenitud, o lo que es lo mismo, la expresión de belleza en clara armonía
entre un hombre (una subjetividad) y su mundo (la realidad), la cual
aparece en manifiesta referencia a una verdad: la verdad estética.
A través de este ejemplo creo que queda patente la concepción que se
puede llegar a tener de la vida si nos guiamos por tesis relativistas.
Para un relativista podría ser posible que mañana cambiara la visión del
mundo y llegáramos a una concepción de la vida en donde matar estuviera
bien considerado.
Refutación (Husserliana) al relativismo. El esfuerzo de la verdad 135

¿Acaso parece serio y acertado el relativismo?


De entre todos los relativismos posibles Husserl es plenamente consciente
de que el relativismo individual es el más atroz de todos, ya que es un
subjetivismo absoluto que se encierra en sí mismo sin dejar abierta la
posibilidad de otra opción al que no piense como él... y eso que todo es
relativo a cada cual.
2.2. La segunda forma de relativismo tratada por nuestro pensador es la
del relativismo específico, según la cual “para cada especie de seres
capaces de juzgar es verdadero lo que, según su constitución o según las
leyes de su pensamiento, deba tenerse por verdadero”3
El primer problema que ve Husserl en esta teoría es que ella misma es ya
en su enunciación un contrasentido, al igual que sucede en el caso del
relativismo individual, porque sostiene que es posible que una misma
proposición sea verdadera para un sujeto de una especie y falsa para un
sujeto de otra especie diferente, algo que es del todo imposible siguiendo
las leyes lógicas. Ante esta objeción, los relativistas rápidamente salen al
paso sosteniendo que la verdad a la que ellos se refieren es lo verdadero o
lo falso para el sujeto individual, a lo que Husserl indignado responde que
“Lo que es verdadero es absolutamente verdadero; es verdadero “en sí”. La
verdad es una e idéntica, sean hombres u otros seres no humanos, ángeles o
dioses, los que la aprehendan por el juicio”.4
Cuando Husserl afirma que la verdad es una e idéntica se está refiriendo
al hecho ontológico de que la verdad es siempre la misma a lo largo de toda
la historia. Por ello no hay que pensar que Husserl esté negando la
historicidad de la verdad, el hacerse de ésta. La verdad se hace en la
historia y no es ésta la que hace a la verdad, lo que sucede es que la verdad
en su hacerse no da opción al relativismo. Una cosa es que la verdad se
haga en la historia y otra muy distinta el que haya varias verdades distintas
en la historia.
Ante las insalvables objeciones de Husserl los relativistas vuelven a
atacar con otra defensa de su postura que se basa en el débil argumento de

3
Husserl, E. Investigaciones Lógicas I. Madrid. Alianza. 1999. (Pág. 113; “Prolegómenos a la
lógica pura”, cap. 7, parágrafo 36)
4
Husserl, E. Ibid., pág. 114
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que podría haber seres que no estuviesen sometidos a los principios lógicos,
intentando sortear así la objeción husserliana aludiendo a la posibilidad de
pensar contra las leyes lógicas, a lo que nuestro autor responde de la
siguiente manera: “O bien entienden esos seres las palabras de verdadero y
falso en nuestro sentido, y entonces no cabe hablar racionalmente de que
los principios no son válidos, pues están implícitos en el simple sentido de
dichas palabras, tal como nosotros las entendemos, de suerte que en parte
alguna “llamaríamos” verdadero o falso a nada que pugnase contra ellos, o
bien emplean dichas palabras en otro sentido, y entonces la discusión toda
es una discusión de palabras”5.
De todas maneras la cuestión, tal como se puede apreciar, no es de cariz
lógico sino ontológico, por lo que es erróneo querer salvar el problema
aludiendo exclusivamente a la lógica formal.
A fin de cuentas, el relativismo no es otra cosa que la alteración profunda
y absoluta de la palabra verdad. “En un solo sentido hay una verdad: en un
sentido equívoco hay tantas “verdades” como equívocos se quieran
producir”6.
Otro paso más en el intento de Husserl por rebatir el relativismo
específico es el que queda enunciado en las siguientes palabras del propio
autor: “La constitución de una especie es un hecho, y de hechos sólo
pueden sacarse hechos. Fundar la verdad en la constitución de una especie
al modo relativista, significa darle el carácter de un hecho”.7 Pero esto es un
nuevo contrasentido que habita en el interior de esta teoría, ya que “Todo
hecho es individual, o sea, determinado en el tiempo. Pero hablar de una
verdad temporal sólo tiene sentido refiriéndose a un hecho afirmado por
ella”8. Por ello no hay que confundir, por ejemplo, el acto de juzgar que 2 x
2 = 4, con la verdad de tal juicio (2 x 2 = 4). Con esta idea también se
previene del intento relativista de salvar un problema de carácter ontologico
por hechos fácticos.

5
Husserl, E. Ibid., pp. 114-115
6
Husserl, E. Ibid., pág. 115
7
Husserl, E. Ibid., pág. 115
8
Husserl, E. Ibid., pág. 115
Refutación (Husserliana) al relativismo. El esfuerzo de la verdad 137

2.3. El último tipo de relativismo que Husserl analiza es el


antropologismo, que se puede considerar como una forma particular del
relativismo especifico.
El antropologismo sostiene que toda verdad tiene su origen exclusivo en
la constitución de la especie humana. Según esto, si no existiese la especie
humana no existiría ninguna verdad. Pero la proposición “no existe ninguna
verdad” equivale por su sentido a la proposición “existe la verdad de que no
existe ninguna verdad”, argumento que por otro lado no es original de
Husserl, sino de Tomas de Aquino, que ya hizo uso de él en el siglo XIII en
su Suma Teológica.
Con el empleo de este argumento comprobamos que Husserl, como buen
pensador, trata una cuestión originaria (la verdad) apoyándose en su
pasado, para desde éste ver más lejos. No es por lo tanto una lucha solitaria,
sino que Husserl tiene tras de sí toda una larga tradición en su favor en la
que él bien se sabe apoyar.
En definitiva podemos decir sin miedo a equivocarnos que lo que Husserl
hace aquí es analizar el relativismo y sacar a la luz los contrasentidos que
se encuentran en el interior del mismo, consiguiendo con ello refutar su
concepto de una forma universalmente válida.
Para concluir su refutación del relativismo Husserl, a modo de ejemplo,
nos hace ver que el relativismo en tan peligroso y a la vez tan grotesco que
la relativización de la verdad trae consigo la relativización de la existencia
del universo, lo cual implica también el dudar de nuestra propia existencia,
ya que si todo es relativo se puede dudar de todo.
Lo que no se puede hacer, si somos coherentes, es subjetivizar la verdad y
considerar su objeto como existente en absoluto o en sí, ya que éste solo
existe si existe su verdad.
Si seguimos este tipo de relativismo ya nos advierte Husserl que nos
entregaremos a un lindo juego: “El hombre es producto evolutivo del
universo y el universo del hombre; Dios crea al hombre y el hombre crea a
Dios”9.
A modo de resumen tan solo queda por decir que la tarea de Husserl en
las páginas analizadas es la de hacernos ver a través de las distintas formas
9
Husserl, E. Investigaciones Lógicas I. Madrid. Alianza. 1999. (Pp. 116-117)
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posibles de relativismo cómo el relativismo en sí como concepto, lo que


hace no es otra cosa que derivar principios “lógicos” de hechos. Si los
hechos son contingentes, ¿cómo vamos a derivar de ellos algo que es
universal y necesario como lo son los principios lógicos? Realizar esa
operación sería convertir los principios lógicos en contingentes.
Husserl se ha encargado de refutar el relativismo, pero siempre teniendo
como referente primero el psicologismo, que es lo que a él verdaderamente
le interesa dejar de lado para llegar a la lógica pura (ontología), objetivo de
sus Investigaciones.
El psicologismo no es, pues, sino otra forma de relativismo por la que el
propio Husserl, en su Filosofía de la Aritmética, se vio atraído al comienzo
de su labor intelectual.
En resumidas cuentas y siguiendo las tesis de Husserl, queda claro que la
verdad no se puede derivar meramente de lo humano, como lo ideal no se
puede derivar de lo real-empírico. Por supuesto, las leyes necesarias
tampoco se pueden derivar de los hechos. Caer en algunos de estos errores
sería caer en el relativismo.
La verdad se nos muestra como una idea “eterna” y “supratemporal”. La
verdad “No existe “en un punto del vacío”, sino que es una unidad de
validez en el reino intemporal de las ideas. Pertenece a la esfera de lo que
vale de un modo absoluto...”10.
La relativización de la verdad supone un ser objetivo como punto de
referencia, pero en esto justamente radica la contradicción del relativismo.
Vemos cómo la verdad es algo del todo necesario, ya que incluso aparece
en las distintas formas de relativismo.

3. Conclusión; una última reflexión


Y después de lo comentado, ¿cómo enfrentarnos al relativismo desde
nuestra perspectiva vital?
Hemos visto cómo lo hizo un gigante como Husserl, pero ¿y nosotros,
cómo podemos hacerlo?

10
Husserl, E. Ibid., pág. 122
Refutación (Husserliana) al relativismo. El esfuerzo de la verdad 139

La única salida posible que tenemos para no caer en el relativismo reside


primero y ante todo en la actitud y el intento de ponernos a la búsqueda de
la verdad, lo cual se debe realizar desde el esfuerzo sistemático que exige el
trabajo filosófico y que se puede resumir en la triple dimensión ineludible
del pensar: ir “a las cosas mismas”, “pensar por sí mismo” y “pensar desde
la tradición”11.
Pero con esta receta no quedamos exentos de vernos tentados a aceptar
dicha teoría, algo que como ya hemos dicho le sucedió al propio Husserl en
su Filosofia de la Aritmética.
El relativismo es algo en lo que se puede caer porque es propio de las
tensiones internas del pensamiento, pero lo que debemos evitar es
asentarnos en él. Se puede pasar por esta fase, ya que es uno de los
obstáculos que nos pone el duro camino hacia la verdad, pero no se debe
permanecer en ella. El mismo Husserl, que también cayó en esta tentativa,
nos da fuerzas en sus escritos para que no nos suceda lo mismo que a él.
Considero que con todo lo anteriormente expuesto el relativismo queda
refutado desde su raíz.
Pero por ello no debemos cegarnos de una forma totalitaria y decir que el
relativismo no existe. Es cierto que el relativismo existe, pero siempre en
clara referencia a un fenómeno originario, de orden trascendental, como es
la verdad. Lo que quiero decir es que está claro que “el relativismo” se da;
de hecho, la verdad es “cambiante”. Sería de locos el negar que los gustos,
las costumbres, las ideologías... no van cambiando con el paso del tiempo,
pero la cuestión decisiva y determinante es que siempre se piensa en
referencia a la verdad. Hay que ser valientes, hay que apostar por la verdad,
no afrontar la vida con la cobardía de adecuarse a lo mejor de cada
momento.
Con esto ultimo, que puede parecer una contradicción después de todo lo
dicho acerca del relativismo, lo que se quiere hacer ver es que éste se da y
aparece en la vida. Por ejemplo, está claro que hay millones de gustos

11
Esta triple dimensión inevitable del pensamiento ha sido destacada por todos los grandes
filósofos de la historia, pero la encontramos especialmente tematizada y trabajada en el
pensamiento de Jesús Arellano, el cual recuerda constantemente en sus clases este aspecto tan
específico del pensamiento.
140 Rubén Muñoz Martínez

diferentes, pero por ello no hay millones de verdades diferentes. Todos esos
gustos siempre se dan en referencia a una única verdad.
Mirando las cosas de una manera superficial siempre nos toparemos de
frente con algún tipo de relativismo. Pero no debemos quedarnos en lo
superficial, sino ir más allá, a lo profundo, a lo verdadero, donde “habita”
esa verdad que posibilita la diversidad de pareceres.
Por ultimo y para no dejar solo a Husserl citaremos a otro coloso del
pensamiento, Hegel, que en la introducción a sus Lecciones sobre la
historia de la filosofia afirma lo siguiente: “En cuanto a la afirmación de
que no es posible conocer la verdad, nos encontraremos con ella en la
historia misma de la filosofía, donde tendremos ocasión de examinarla con
cierto cuidado. Aquí, sólo diremos que quienes, por ejemplo Tennemann,
parten de esta premisa, harían mucho mejor, evidentemente, en no ocuparse
para nada de filosofia...”12. Con esto se muestra cómo Husserl no está solo,
y cómo la filosofia es impulsada hacia la verdad por el trabajo de los
grandes pensadores.
La verdad en filosofia es algo a lo que nos vamos acercando muy
lentamente con el paso del tiempo. Es obvio que hoy sabemos mucho más
sobre la bondad y la libertad de lo que sabía Platón y precisamente en gran
parte gracias a él. Aristóteles, por ejemplo, pensaba que la esclavitud era
algo que debía existir para el buen funcionamiento de la polis. Sin
embargo, con el paso del tiempo la filosofia ha ido evolucionando, al igual
que otras ciencias, y ha hecho nuevos descubrimientos que le ha
proporcionado un grado más elevado de autoconciencia ante la verdad.
Podemos ver cómo gracias al trabajo de la razón se llegó a la conclusión,
especialmente en la Edad Media, de que lo que caracteriza
fundamentalmente al ser humano como tal es la condición trascendental de
ser persona, la cual es la que hace al hombre ser lo que es, y por supuesto
está muy por encima de las determinaciones empíricas del ser humano.
El “ser persona” está por encima del color de la piel, la sexualidad, las
ideologías, etc. y gracias a esto nos damos cuenta de que lo importante es
ser hombre y no cómo se es hombre, con lo que la idea de la esclavitud
desaparece, llegando el hombre a tomar conciencia de que todos somos
12
Hegel, G. W. F. Lecciones sobre la Historia de la Filosofía I. Madrid. F. C. E. 1996. (Pág.
21)
Refutación (Husserliana) al relativismo. El esfuerzo de la verdad 141

iguales, aunque ésta sea una conquista que todavía está por lograr a nivel
universal.
Ésta es una clara prueba de la utilidad e importancia de la filosofia, con la
cual vemos el porqué de que haya que buscar la verdad, en este caso una
verdad de carácter antropológico-filosófico.
Por otro lado, el problema de la filosofia es que no ha alcanzado esa
verdad absoluta, que obviamente nunca alcanzará. ¿Quizás la ha alcanzado
alguna otra ciencia? Sin embargo la gran ventaja de las ciencias
experimentales respecto a la filosofia es que éstas son más eficaces y
prácticas, ya que rápidamente aplican sus resultados a la realidad y por ello
no se les pide como resultado de su ejercicio la verdad absoluta, sino que
simplemente se les exige un cierto grado de practicidad.
Para terminar y según todo lo analizado, podemos decir a modo de
conclusión y cierre que Husserl deja de lado el relativismo de una manera
definitiva y con ello abre el camino para hacer una filosofia libre y
verdadera que pretenda el fundamento (el ser ).
Por ello, entre otras cosas, es por lo que Edmund Husserl se sitúa como el
gran pensador de la filosofia del siglo XX, ya que nosotros, lo sepamos o
no, somos hijos directos de su filosofia.

BIBLIOGRAFÍA

Aquino, Tomás de. Suma Teológica. Madrid. B. A. C. 1964


Hegel, G. W. F. Lecciones sobre la Historia de la Filosofía I. Madrid. F. C. E.
1996
Husserl, E. Investigaciones Lógicas 1. Madrid. Alianza. 1999
Husserl, E. Investigaciones Lógicas 2. Madrid. Alianza. 1999
Husserl, E. La Idea de la Fenomenología. Madrid. F. C. E. 1997
Husserl, E. Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía
fenomenológica. Madrid. F. C. E. 1993
Villalobos, J. Elogio de la radicalidad. Sevilla. Secretariado de Publicaciones de la
Universidad de Sevilla. 1997.

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