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Una flujometría o uroflujometría es un examen que se realiza en la consulta del Urólogo en

pacientes que presentan problemas para orinar. También se suele hacer de rutina a los
pacientes que solicitan un chequeo de la próstata para ver si se orina correctamente y con una
fuerza adecuada.

La definición técnica de una flujometría o uroflujometría es la cantidad de volumen miccional


(orina) eliminada por unidad de tiempo. Se expresa en cm3 (o ml) dividido por segundo. El flujo
miccional en cualquier persona no es constante, sino que varía a lo largo de la micción, dando
lugar a unas curvas de flujo características. Cuando un urólogo realiza esta prueba está midiendo
la cantidad de orina que la vejiga del paciente es capaz de orinar por segundo, la duración de la
micción y cualquier cantidad de flujo intermitente. De esta manera se conoce la capacidad de la
vejiga, el estado de las vías urinarias, la fuerza de los músculos urinarios, etc..

Tras la flujometría es importante medir el residuo, es decir, la cantidad de orina que queda en
la vejiga tras terminar la micción.

Parámetros que pueden medir en una flujometría


Los principales parámetros que se miden en la flujometría son:

El flujo máximo (Qmax): es el valor máximo alcanzado por el flujo urinario durante la micción.

El volumen miccional: Cantidad de orina eliminada durante la micción

El tiempo de flujo: Es la suma de todo el tiempo durante el cual el paciente está orinando

El tiempo de micción: Tiempo transcurrido desde que el paciente inicia la micción hasta que
finaliza. Este tiempo coincide con el tiempo de flujo siempre que no haya interrupción del chorro
miccional.

El flujo medio: Resultado de dividir el volumen miccional por el tiempo de flujo.


Pantalla de ordenador conectada al flujómetro donde se ve reflejada la curva que el paciente ha
hecho de flujometría (conexión mediante bluetooth). Registro obtenido en el flujómetro de la
consulta de Alhaurín de la Torre (Dr. Gómez Pascual)

¿Cómo se realiza una flujometría?

El procedimiento para realizar una flujometría es muy simple: El paciente tiene que orinar en un
dispositivo (retrete especial) y en una habitación o WC habilitado cerrado y tranquilo. Tendrá
todo el tiempo que necesite para orinar, lo hará en intimidad y sin interrupciones. El resultado
de esta prueba es un gráfico en el que aparece reflejado el volumen de orina frente al tiempo
que se ha tardado.

Registro en papel de una flujometría con una curva de micción normal. Registro obtenido en el
flujómetro del Hospital Civil (Carlos Haya)

¿Es dolorosa una flujometría?

En absoluto. Es importante saber que esta prueba sólo requiere orinar de forma normal y que,
en ningún caso es dolorosa ni traumática. Se trata de orinar en un sitio especial denominado
Flujómetro con el que aparece en la Figura 3.
Fig 3: Flujómetro de MMS: Dispositivo donde el paciente tiene que orinar (en el embudo)

¿Qué preparación tengo que hacer para esta prueba?

Lo recomendable por regla general para realizar una flujometría es orinar unas 3 horas antes de
la cita con el urólogo y posteriormente beber un vaso de agua (200 cm3) cada 20-30 minutos,
para que ese líquido llegue de forma lenta a la vejiga. Deberá avisar a la auxiliar de la consulta
para realizar la prueba cuando tenga bastantes ganas de orinar, evitando estar a su máxima
capacidad (nunca “a reventar”) dado que la prueba saldría alterada y daría una lectura irreal.

Es preferible que venga sin prisas y en condiciones normales, pues a los urólogos nos interesa
saber cómo orina usted habitualmente, y no como lo hace cuando no puede aguantar más. No
es válida una prueba con poca cantidad de orina ni tampoco lo es cuando la vejiga está a su
máxima cantidad y el paciente no puede aguantar más tiempo.

¿Cuándo es conveniente repetir la prueba?

Es recomendable repetir la flujometría cuando no se alcance un volumen de micción mayor de


150 cm3, o el paciente haya hecho fuerza con el abdomen para conseguir un chorro más fuerte.
Tampoco es útil cuando se ha llenado la vejiga más allá del máximo de su capacidad.

Residuo post-miccional

El residuo postmiccional es la cantidad de orina que queda en la vejiga después de terminar de


orinar. Normalmente un urólogo siempre debe saber qué residuo tiene el paciente porque
también es indicativo de posibles problemas miccionales. Un residuo muy por encima del 20-
30% del volumen que se ha orinado puede ser patológico y puede estar produciendo un daño
crónico en la vía urinaria si no se soluciona.
La forma habitual más práctica y rápida de medir el residuo es colocando el ecógrafo en la parte
inferior del ombligo para registrar el volumen de orina residual; también se utiliza el
BladderScan®.

BladderScan para medir residuo de micción

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