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35% del parque está comprometido para exploración

hidrocarburífera
Del: 08 Agosto 2017
Los Tiempos

El 35 por ciento de la superficie del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure
(Tipnis) está comprometido para tareas de exploración petrolera, según una investigación
del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib).
El Tipnis posee una superficie de 1.225.347 hectáreas, de las cuales 427.778 están
comprometidas para la exploración hidrocarburífera. Según la investigación del Cedib, los
bloques petroleros se denominan Río Hondo, Sécure y Chispani, que inicialmente fueron
cedidas a Petrobras y Petroandina SAM.
Según el investigador del Cedib Jorge Campanini, el panorama se agrava por una expansión
en la frontera de exploración de este recurso no renovable, ya que existen cuatro proyectos
más de exploración que rodean el territorio protegido y que podrían activarse a corto plazo
tras la aprobación del Decreto Supremo (DS) 2366, promulgado en 2015.
“Si tienes actividad petrolera dentro de un área protegida, tiene un impacto ambiental (…)
porque es una actividad que tiene características agresivas, hay deforestación, hay
pérdidas de suelo, se generan un proceso de erosión, colonización, fragmentación social,
dependiendo del caso”, detalló Campanini.
En un estudio que realizó la fundación Jubileo en 2013, precisó que Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) cuenta con un total de 98 áreas reservadas a su favor, para
realizar exploración petrolera. El territorio del Tipnis está incluido dentro de este cálculo.
Campanini explicó que la carretera es un pretexto más para acelerar la exploración petrolera
en esa zona. “Curiosamente, es la zona núcleo del parque, que se sobrepone en estos
bloques (petroleros). La zona núcleo es como una T en el parque. Entonces la idea de la
carretera es cortarlo y en la parte de la cabeza de la T, que está inclinada, están los bloques
petroleros en las esquinas”, especificó.
La investigadora Sarela Paz, en una entrevista anterior citada por la Plataforma
Energética, manifestó que: “Es claro que el tramo carretero Villa Tunari-San Ignacio de
Moxos brindará condiciones para las operaciones petroleras de ambas concesiones. En la
comprensión del negocio de hidrocarburos que manejan las transnacionales, las carreteras
son ítems de inversión del Estado”.
Los bloques petroleros Chispani y Secuer fueron adjudicados mediante un contrato a la
empresa Petro Andina SAM en el año 2008. Tras ser devueltos, pasaron a formar parte del
área reservada para la empresa petrolera estatal. “YPFB puede disponer de la misma en
una licitación u operar con sus empresas con Chaco o Andina o entregarla a alguna otra
transnacional”, dijo Campanini.
Por otro lado, el bloque Río Hondo fue adjudicado a la empresa Petrobras en el año 2007.
El mismo fue homologado en 2006. “Habría que saber cuál es la intención de la empresa de
conservar este bloque”, añadió.
El Tipnis se encuentre rodeado de cuatro proyectos reservados para YPFB. Durante el
último año, se pasó del Chaco tarijeño a la zona subandina norte y la Amazonía. Santa
Catalina y Santa Calina 19 rodean al Tipnis desde el norte junto con la zona de Secure.
Mientras tanto el área de Litoral la rodea desde el sud junto a la cuarta reserva de San
Ignacio. Las cuatro áreas reservadas no operan, tampoco fueron licitadas ni mucho menos
son explotadas actualmente.

SOBRE LAS NORMAS


El Decreto Supremo 2366, promulgado en el año 2015 establece en su parágrafo I: “Se
permite el desarrollo de actividades hidrocarburíferas de exploración en las diferentes zonas
y categorías de áreas protegidas, en cumplimiento a los condicionamientos ambientales
establecidos por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y la Autoridad Ambiental
Competente Nacional (AACN), en el marco del presente Decreto Supremo, debiendo prever
medidas ambientales adecuadas, con mayor atención en zonas de alta sensibilidad
ecológica, para precautelar la conservación de los sistemas de vida de la madre tierra”.
YPFB alista ingreso a reserva de Tariquía
Economía


Áreas de exploración petrolera. | Wilson Cahuaya
Redaccion Central
Publicado el 22/03/2017 a las 4h40

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Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a través de su subsidiaria YPFB Chaco, y por
compromisos firmados con Petrobras S.A., alista tres procesos de exploración en la Reserva
Nacional de Flora y Fauna de Bolivia Tariquía.
En tanto, los pueblos indígenas organizan un comité de defensa del área protegida en rechazo a la
actividad petrolera en la zona.
Según el investigador del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), Jorge
Campanini, por los datos que se tiene en el sistema nacional de información ambiental, la empresa
Chaco solicitó, entre octubre y noviembre de 2016, la emisión de una licencia ambiental para
realizar sísmica 2D en el área de San Telmo.
Paralelamente, la empresa YPFB Chaco, en febrero de este año, solicitó el permiso de la licencia
ambiental para la intervención y perforación de pozos dentro del Bloque Churumas. “Es un contrato
homologado de 2006 que lo están rehabilitando”.
Mientras que el tercer frente por el que se ingresa a Taríquia se centra en los bloques San Telmo y
Astillero que tienen acuerdos con la empresa Petrobras. “Todavía no se han firmado contratos pero
existen acuerdos al más alto nivel”, sostuvo Campanini.
El pasado 15 de marzo, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 3107 que divide el área San Telmo
en dos, modificando las dimensiones y superficies a favor de YPFB. El 55 por ciento de la superficie
de 246.870 hectáreas de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Bolivia Tariquía está
comprometido por contratos petroleros y áreas reservadas a YPFB.
Francisco Romero, uno de los dirigentes de los pueblos indígenas de Tariquía, sostuvo que los
pueblos indígenas de la zona están organizando un comité de defensa de la reserva Tariquía a raíz de
presencia de empresas petroleras que pretenden ingresar al parque.
“Nosotros no estamos de acuerdo con la incursión de las empresas petroleras en nuestra zona, sin
embargo, me han informado que fuera del parque ya se ha advertido la presencia de empresas con
maquinaria para realizar trabajos de exploración y realizar trabajo de sísmica”, afirmó.
Campanini sostuvo, en base al Plan de Manejo Integral de Tariquía, que la reserva contempla una
muestra “bien conservada” de un ecosistema denominado bosque de Yungas andino.
Añadió que la reserva también se creó con el objetivo de regular los caudales de las cuencas del río
Bermejo y el río Grande de Tarija.
Otra de las características de Tariquía es planificar el uso racional y sostenido de recursos naturales
renovables. “Tiene un estatus asignado de ecoregión desde el punto de vista de conservación como
vulnerable, lo que implica una mayor atención”, afirmó.
Hasta mediados de 2016, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), informó sobre la
elaboración de guías de buenas prácticas ambientales para mitigar el impacto de la exploración
hidrocarburífera en áreas protegidas. Este medio intentó contactarse con el Sernap, para conocer
mayores detalles sobre las guías, sin éxito.

SOBRE HUACARETA
En abril de 2016, la empresa petrolera British Gas (BG) inició los trabajos de exploración de sísmica
2D en el campo Huacareta sur, que afectan al 3 por ciento de la superficie total de la Reserva
Nacional de Flora y Fauna Tariquía, según el Cedib. Hubo un proceso de consulta con denuncias de
irregularidades de parte de los pueblos indígenas de la zona. El Ministerio de Hidrocarburos informó
que el área tiene un potencial de 3 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural. El bloque
Huacareta tiene una superficie de 453.750 hectáreas.

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