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MÚSICA: La música es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar
sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los
principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, haciendo uso de la sensibilidad
que caracteriza al ser humano con respecto a la emoción y percepción de elementos artísticos.
La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es
suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, emociones,
circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo
perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones
(entretenimiento, comunicación, ambientación, diversión, etc.).
SONIDO: El sonido, es cualquier fenómeno que involucre la propagación de ondas
mecánicas (sean audibles o no), generalmente a través de un fluido (u otro medio elástico)
que esté generando el movimiento vibratorio de un cuerpo.
Las vibraciones que producen los cuerpos materiales al ser golpeados o rozados se transmiten
por un medio elástico, donde se propagan en forma de ondas y al llegar a nuestros oídos,
producen la sensación sonora. Un sonido se diferencia de otro por sus características de
percepción, las cuales son su intensidad (fuerza con que se percibe), puede ser fuerte o débil;
su tono (marca la frecuencia o número de vibraciones por segundo que produce el cuerpo que
vibra), puede ser grave y agudo; y por último, su timbre (cualidad que nos permite distinguir
entre dos o más sonidos producidos por distintas fuentes sonoras).
CUALIDADES DEL SONIDO: Cuatro son las cualidades que definen al sonido: altura,
duración, intensidad o volumen y timbre.
o La altura: Depende de la frecuencia, que es el número de vibraciones por segundo.
Cuantas más vibraciones por segundo, el sonido es más agudo y cuantas menos
vibraciones por segundo, el sonido es más grave. La unidad de medida de la frecuencia
es el hercio (Hz), que equivale a una vibración por segundo. El rango de audición va
de los 20 Hz hasta los 20000 Hz. Por encima de esta frecuencia se producen los
ultrasonidos, que no podemos percibir.
o La duración: Está en relación con el tiempo que permanece la vibración. En música
la medición del tiempo de los sonidos no se realiza uno a uno, sino por comparación
con los demás. Así tenemos la indicación metronómica, que se expresa en número de
"golpes" por minuto (bpm: beats per minute). Cuanto mayor sea el número de la
indicación metronómica, más rápido se interpretará la música y a la inversa.
o La intensidad o volumen: Está en relación con la fuerza con que hubiésemos pulsado
la cuerda. Su unidad de medida es el decibelio (dB). Cada incremento de 10 dB nuestro
oído lo percibe como el doble de intensidad. A partir de 120 dB entraríamos en el
umbral del dolor.
o El timbre: Es la cualidad que nos permite distinguir entre los distintos sonidos de los
instrumentos o de las voces, aunque interpreten exactamente la misma melodía.
ESCRITURA MUSICAL: es un sistema de escritura utilizado para representar gráficamente
una pieza musical, permitiendo a un intérprete que la ejecute de la manera deseada por el
compositor. El sistema de notación más utilizado actualmente es el sistema gráfico occidental
que representa sobre un pentagrama una serie de signos. El elemento básico de cualquier
sistema de notación musical es la nota, que representa un único sonido y sus características
básicas: duración y frecuencia. Los sistemas de notación también permiten representar otras
características diversas, tales como variaciones de intensidad, expresión o técnicas de
ejecución instrumental. No obstante, existen muchos otros sistemas de notación y muchos de
ellos también se usan en la música moderna.
EL COMPÁS: El compás es la entidad métrica musical compuesta por varias unidades de
tiempo (figuras musicales) que se organizan en grupos, en los que se da una contraposición
entre partes acentuadas y átonas. Los compases se pueden clasificar atendiendo a diferentes
criterios. En función del número de tiempos que los forman surgen los compases binarios,
ternarios y cuaternarios. Por otra parte, en función de la subdivisión binaria o ternaria de cada
pulso aparecen los compases simples (o compases de subdivisión binaria) en contraposición
a los compases compuestos (o compases de subdivisión ternaria).
La representación gráfica del compás se hace mediante la indicación de compás, que es una
convención que se emplea en la notación musical occidental para especificar cuántos pulsos
hay en cada compás y qué figura musical define un pulso. En las partituras los compases se
sitúan al principio del pentagrama de la obra, o bien tras una doble barra que indica un cambio
de compás. La división en compases se representa mediante unas líneas verticales, llamadas
líneas divisorias o barras de compás, que se colocan perpendicularmente a las líneas del
pentagrama.