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17 febrero 2015

Retos en la prevención del VIH


FES IZTACALA
Buenos días,
1. Agradecimientos
a. Martha María de Lourdes Fregoso Padilla
b. Mtro. Ángel Corchado Vargas, Jefe de la Unidad de Relaciones Institucionales

2. Institución

3. Introducción y Desarrollo
La invitación que se nos ha hecho llegar es para hablarles a ustedes sobre Prevención

Primaria de VIH, entendiendo esta como estrategias o acciones para que la población no

contraiga el virus de la inmunodeficiencia humana, y lo que propongo es hablarles de retos,

por eso debo empezar a aclarar qué tiene que ver retos con prevención primaria.

Posiblemente el título lleva a pensar cuáles son aquellas dificultades con las que se

enfrentan aquellos que dicen hacer prevención, dicho de otra forma a aquellos que hacen

de las estrategias algo formal. Porque los primeros que se encargan de esta tarea son los

padres, los amigos, personas cercanas; pero de los que hacen de esta tarea algo cotidiano,

que es el objetivo de su quehacer tienen que, en el caso de los más valientes, inventarse

una metodología y hacer investigación para poder llegar a establecer estas estrategias, en

estos casos nos encontramos con gobierno, OSC´s y en algunos casos los medios de

comunicación. Pero el trabajo que les traigo no apunta a esas formalizaciones ni a esas

investigaciones que si bien son importantes para el desarrollo y el avance en la llamada

respuesta ante el VIH, son refritos extraídos de las estadísticas y de las políticas, las

podemos deducir. ¿En qué se fundamentan las estrategias más utilizadas en México para la
prevención del VIH? De Información (de la trasmisión, de condón, de lubricantes y de la

prueba) y de si se sabe usar o no y si no pues es un problema de capacidades y hay que

desarrollarlas. Hay también otras estrategias como son en la publicidad y sensibilizar a las

comunidades hacia un cambio. Un ejemplo de esto es el éxito mercadológico de los

condones M-Force, hace apenas unos cinco, seis años teníamos en mente otras marcas,

ahora escuchamos en las escuelas que este es EL condón. ¿Por qué este éxito? ¿De qué se

acuerdan de la campaña de estos condones? Lo que he escuchado que ha tenido mayor

impacto, sea cierto o no, es que está la posibilidad de ponerle algo más a la relación sexual,

cosquillas, ángeles o no es para los que no pueden si no para los que quieren más.

Partamos entonces de que la relación significa algo entre la población y que es ahí donde

han acomodado su campaña. Por lo que debemos poner un punto ahí, la relación sexual, el

acto, es el mismo desde siempre, pero lo que representa, significa no. ¿Qué fue primero la

relación sexual a la que algo le falta o la manipulación para que algo le haga falta a la

relación sexual? Ambas. Traigamos a la memoria la época disco, finales de los 70, Studio 54,

fiebre de sábado por la noche, bueno, ahora con los after y las tardeadas es fiebre todo el

día a cualquier hora, entonces vean cómo las restricciones en el ejercicio de la sexualidad se

han ido diluyendo. De hecho el declive (definitivo) de Studio 54 fue la aparición del

VIH/SIDA, ya que fue uno de los primeros lugares donde abiertamente se borraron las

distinciones entre homosexuales y heterosexuales a finales de los 90. Ahí es cuando se

piensa el fenómeno del VIH (SIDA en esos tiempos) como una limitante de la sexualidad,

esa restricción que pudiera detener la ola de libertad sexual y generara de nuevo la unión

entre familias. Por lo que también podemos ubicar en la homosexualidad el origen de facto

de la infección de VIH. La homosexualidad en Estados Unidos en esa época estaba


perseguida legalmente y había un desprecio social, a penas en 1969 se había comenzado un

movimiento de liberación y ¿en México, qué pasaba socialmente con la homosexualidad?

Un movimiento de liberación se puede anotar en 1978, pero está presente también, un

desprecio. Pero vayamos a la relación que tiene esto con el fenómeno del VIH, porque es

casi de inmediato hacer la relación entre homosexualidad y VIH, esto en un inicio pero esto

quizá haya cambiado. En los principios del SIDA el boom fue en hombres homosexuales,

aunque también había hombres y mujeres heterosexuales; actualmente no se piensa así,

pero preguntémosle a nuestros padres, o los que estuvieron en los 80/90, y verán qué es lo

que se piensa del SIDA. Sin embargo lo que les quiero decir, es que en ese momento

cuando una persona abría su diagnóstico se pensaba en su homosexualidad o si era

abiertamente homosexual se pensaba en él como sidoso, entonces se ejercía el desprecio,

se practicaba una marginación, se le señalaba como buscador de la muerte; ¿y eso ha

cambiado?, ¿ahora qué se le dice a alguien que abre su diagnóstico de VIH positivo? No te

cuidaste. Pobre. También hay un desprecio. He aquí otro punto de los que les comparto, el

VIH fue y sigue siendo un pretexto de marginación, y digo pretexto, como excusa o motivo,

pensando en que el ser humano, parecería, que está esperando estas oportunidades.

A donde los quiero llevar es a pensar el VIH más allá de conductas con las que se contraen o

conductas con las que se evita o reduce la trasmisión. Si no que al ser de ésta época somos

una generación de VIH/SIDA, y podamos dilucidar los efectos que esto tiene en nuestra

vida, he aquí el núcleo de los retos, porque pocas son las personas que adquieren el virus

de forma voluntaria, el fenómeno en inglés se denomina bareback, pero la mayoría lo

contraen hasta que se les diagnostica, es ahí donde me dirijo a lo que conduce a una
persona a acercarse al virus, a ponerse en riesgo. Hay que partir entonces de qué es lo que

implica hablar de un riesgo, y es que hablar de ello es hablar de contingencias, de que algo

pueda o no suceder y el riesgo, que dice, desde el árabe clásico (rizq), lo que depara la

providencia, o sea que hay una disposición de que un fin se logre. Por lo que ponerse en

riesgo es estar en la disposición de que contraer el virus se cumpla. Por eso dicen que lo

más seguro es la abstinencia. Este es el efecto de la restricción a la sexualidad. Es decir

nunca tengan esa disposición. Una oposición a este efecto restrictivo es el uso de

preservativo (masculino o femenino, nunca los dos al mismo tiempo), pero al final es

gracias a la restricción que utilizamos uno de ellos. Es curioso pensar cómo aunque este

método de barrera también funciona como anticonceptivo la disposición para el uso en

cada situación es distinta. Para VIH se usa para evitar algo que el otro me proporciona, me

cuido de él. En el embarazo se cuida de la llegada de un tercero. Y también hay que precisar

que esto se juega distinto en hombres y en mujeres. Es esto lo que me empujó a colocar el

plural, porque si es distinto en mujeres que hombres y tiene que ver con una disposición y

de conocer los efectos que en cada uno tiene el vivir en los tiempos del VIH, no puede

haber formas precisas para llevar a una persona a que decida ponerse el preservativo o que

decida la abstinencia, tiene que ser de cada uno el reto se lo construye cada quien y de él

depende que lo sostenga con las consecuencias que esto tenga en su vida. Aquí hay una

salida: hagamos una cultura de prevención. Pero hay que preguntarnos ¿por qué no la hay?

¿Es posible? Recuerdan que hace un tiempo hablaba de las estrategias para hacer

prevención, bueno pues ese el camino que se sigue. Son buenos intentos de lograrlo. ¿Se

imaginan una sociedad sin VIH? Lo que tenemos enfrente es que en cada encuentro sexual

no pasa por la razón si hay o no VIH, es hasta el término de esta o bien al otro día. Y es que
así aparece la sexualidad, no nos pregunta. Así es como podemos respondernos porqué una

chica que no nos parece atractiva nos atrae. Tiene un no sé qué, ¿que qué sé yo? ¿Qué

hacer con esa pregunta? Bueno, es esto lo que quiero acentuar, que los pacientes que

llegan a saber que viven con VIH, las primeras experiencias que tienen es, ¿por qué pasó

esto si yo sabía?

Aquí podemos ver otro punto importante, el sábado asistimos a una feria de salud

organizada por el gobierno, y arriba del escenario gritaban por una libertad en el ejercicio

de su sexualidad. ¡Son libres! ¡Son libres!, pero usen condón. ¿Cuál libertad? Puesta así, no

hay libertad, al menos desde el pensar de esta persona. Pero el ser humano es libre de

infectarse de VIH, tiene su derecho. ¿Qué lo impide? Para que la prevención de VIH tenga

un efecto interno positivo tiene que ponerse al VIH como el malo del cuento, y ahí se

estigmatiza al virus, porque, sin un estigma, no podemos observarlo como eso que NO

quiero.

Este desconocimiento que vive en cada persona hace difícil la tarea de llegar a una cultura

de prevención, más bien lo que proponemos en la institución es que podamos

preguntarnos ¿qué relación tengo con el fenómeno del VIH-SIDA?

Gracias

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