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María José Reyes

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Teorías de Liderazgo
Primer trabajo escrito

Muchas veces me he preguntado a mi misma por qué las personas actúan de


formas específicas. ¿Por qué pueden ser más estrictas, flexibles o temerosas hacia
alguien y todo lo contrario cuando están con otra persona? Es por ello que en esta
reflexión mencionaré algunas palabras que tendrán más relevancia que el resto, y serán
analizadas mediante el uso de mis experiencias personales.

Voy a empezar contando una anécdota que ocurrió hace un par de años. Estaba
en quinto curso y mi profesora de Business nos llevó al patio a recibir la asamblea
mensual que da el colegio. Ese día era lunes (por lo cual todos debíamos utilizar camisa
y saco) y estaba extremadamente soleado, los alumnos debíamos permanecer parados
y en fila, pero yo y un compañero estábamos muy inquietos e incómodos por el calor
que hacía. A un par de metros de distancia estaban unas bancas con sombra, entonces
decidí ir allá y escuchar la asamblea sentada ahí. Mi compañero hizo lo mismo, pero la
profesora vino y nos llamó la atención muy molesta: ¨nadie les dijo que se sentaran,
levántense y vayan a la fila¨, mi compañero inmediatamente se levanto y se fue a la fila,
pero yo decidí quedarme. La profesora estaba muy molesta conmigo, pero al final de la
asamblea hablé con ella y le expliqué la situación. Mi argumento de que yo no rompí
ninguna regla porque estuve en la asamblea y tengo la libertad de irme a la sombra si yo
deseo y no quedarme parada sudando del calor produjo en ella un silencio total, lo cual
considero que fue debido a que rompí su rol de autoridad hacia mi y el resto del grupo
en ese momento.

Con esto quiero referirme a que, a mi perspectiva, la autoridad tiene éxito


cuando logra reprimir un pequeño sentimiento de libertad en una circunstancia y
tiempo específicos. En comparación con el ejemplo mencionado en ¨Las raíces de la
autoridad¨ escrita por Heifetz, el gorila espalda de plata de mi clase era mi profesora de
Business, ella se encargaba de reunirnos al curso, llevarnos en orden al patio y organizar
la fila del mas alto al más pequeño. Si alguien deseaba hacer algo tenía que consultar a
nuestra profesora y ella decidía si aceptar o declinar su petición, en pocas palabras ¨Su
papel es esencial; sin su influencia unificadora, el grupo se desintegraría¨ (Heifetz, 1997).
En el caso de mi amigo y del resto del grupo, la autoridad primó sobre su libertad, pero
en mi caso fue todo lo contrario debido a que elegí mi libertad de tomar una decisión
sobre la autoridad.

Quiero también mencionar que la libertad de una persona depende de varios


factores personales y externos. Por ejemplo, en la experiencia previamente explicada mi
amigo optó por rechazar su libertad, ¿pero por qué se dio eso? Pudo ser por cuestión de
moral del chico, el sabía que no hacer caso a un superior está muy mal, o también por
miedo al castigo que le daría la profesora si no hacia lo que ella le pidió. La forma en la
que una persona es criada define su disponibilidad para renunciar parcial o
permanentemente a su libertad lo cual, en cierta forma, sería llamado adaptación a las
situaciones. Por ejemplo, antes de irme un año de intercambio a Alemania estaba
acostumbrada a cenar algo pequeño como un sánduche de jamón y queso. Cuando ya
estuve en Alemania, la familia que me acogió en su hogar cenaba bastante (un poco más
de un plato de almuerzo). Yo no estaba acostumbrada a ello, pero decidí adaptarme a
esta costumbre y cenar igual que esa familia. Este cambio no generó en mi carencia de
libertad ni represión, ya que yo estaba dispuesta a probar esa experiencia. Esta situación
fue ¨una forma de adaptación a las normas que deje inalterada toda la estructura del
carácter e implique simplemente la adopción de un nuevo hábito¨ (Fromm, 1941).

Sin embargo, considero que en esa situación influyó un poco el factor del miedo
y educación, ya que debido a mi posición como invitada, no quería alterar un hábito pre
establecido o generar una mala impresión a esa familia, por lo que renuncié a mi libertad
en ese momento para tener a cambio aprobación y satisfacción de saber que estoy
actuando cortés. Estoy segura de que si hubiese optado por cenar algo pequeño la
familia no hubiera tenido ningún problema, pero preferí adaptarme y continuar con la
cena grande.

Todos tenemos la libertad de decidir nuestras acciones diarias, como por


ejemplo hoy decidí pasar en casa todo el día, ver películas y jugar con mi sobrino. Hubo
un momento en el almuerzo en el que mi sobrino quería jugar con unos globos, pero no
los alcanzaba y me llamó para que le ayude a bajarlos. En esta situación observé que el
dependía de mi para poder jugar, y si yo no lo ayudaba no iba a cumplir su objetivo con
los globos. Es aquí cuando se evidencia que ¨en cualquier tipo posible de cultura el
hombre necesita de la cooperación de los demás si quiere sobrevivir¨ (Fromm, 1941),
dado que si una persona opta por el aislamiento, al momento de necesitar algo que esta
fuera de sus posibilidades físicas o intelectuales, no podrá completar su objetivo, así
como mi sobrino es muy pequeño para alcanzar los globos, y si yo no le ayudaba, no iba
poder jugar y posiblemente se hubiera puesto muy triste.

Considero que existen muchas situaciones en donde la dependencia provoca


sumisión. En el caso de los gorilas de montaña mencionado por Heifetz, el resto de la
manada debe seguir las instrucciones del gorila espalda de plata para poder sobrevivir a
los diferentes enemigos o entornos. Es ahí donde el grupo esta sometido a las órdenes
de su jefe debido a que dependen de el para que las cosas tengan un buen rumbo. Como
experiencia personal, una vez necesitaba el carro de mi hermana para bajar a Cumbayá
y cargar un equipo de sonido. Sin embargo, ella tenía que hacer algunas cosas y también
necesitaba su vehículo, entonces lo que hizo fue prestarme el carro con la condición de
que yo le de haciendo las cosas que tenía pendientes. En relación con lo antes
mencionado, yo dependía de mi fuerza de voluntad para someterme a realizar sus tareas
a cambio del vehículo para poder cumplir con mi objetivo personal del día. Por ello
pienso que cuando una persona depende de otra para obtener algo que facilite su
supervivencia, es capaz de someterse a condiciones, normas o encomiendas por parte
del otro individuo, pero si decide elegir su libertad sobre la dependencia y sumisión,
probablemente su personalidad presente ideas de egoísmo, desconfianza hacia el resto
e individualidad.

Por otro lado, también considero que la sumisión se puede producir por que la
persona siente que tiene que obedecer al otro individuo, ya que representa un rol de
autoridad en su vida. Por ejemplo, cuando era niña mis hermanos mayores o mis papas
me decían que haga tal cosa, y como yo los veía como figuras de autoridad hacía o
pensaba exactamente lo que me pedían. Ahora la situación es diferente, cuando me
piden que coma algún alimento yo decido si hacerlo o no, cuando mis hermanos me
piden que les pase algo que esta en el piso de arriba yo decido si me voy a parar y coger
lo que necesitan. Esto es así ya que como ser humano empecé a tener el poder de tomar
decisiones y tener criterio propio. Sin embargo, si mis padres me piden que haga algo a
pesar de que no quiera como acompañarlos donde sus amigos en vez de salir con los
míos, yo lo haré por que son mis figuras de autoridad y prefiero hacer eso en vez de
decir no y sentir que está mal elegir a los amigos antes que a tus propios padres.
Básicamente yo decidí hacer lo que las personas hicieron en el experimento de Milgram
¨obediencia mansa a autoridad injusta¨ (Zimbardo & Leippe, 1991). La situación hubiese
sido diferente si mi hermana me pedía que la acompañe donde sus amigos, mi respuesta
hubiese sido no y rechazaría obedecer lo que me pidió, por lo que pienso que la
obediencia depende de la situación, información que se tiene, persona que lo pide y
grado de autoridad que tenga. Si yo no hubiera obedecido a mis padres y no los
acompañaba, tal vez me castigaban o no hubiera aprendido que es importante tener
momentos con tus papás, y cuando tenga hijos posiblemente no les enseñaría la
importancia de eso y quizás tendremos una relación distante. Tras obedecer, ¨la
sociedad se beneficia ya que se evita la anarquía y el caos; el orden reina. También nos
beneficiamos personalmente tras aprender reglas del pulgar que nos ayudan a evitar
ciertos castigos…¨ (Zimbardo & Leippe, 1991).

En otra situación muy diferente como ver a una anciana en la calle y parar mi
rumbo para ayudarla a cruzar puedo decir que la autoridad de esa persona no influye en
mí, sino que mi voluntad para ayudarla es grande a pesar de que sea una persona mayor
y crecí con la idea de hacer siempre caso a mis mayores. En relación con el libro ¨La
promesa de mediación¨ de Bush y Folger, no por esas pequeñas acciones significa que
tengo un espíritu puramente compasivo, ya que a mi punto de vista, soy una persona
que posee un enfoque referencial, debido a que me encanta ayudar a las personas de
todas las formas que pueda, pero también me preocupo por mi misma y tengo metas
enfocadas en mi bienestar y satisfacción personal; como por ejemplo, siempre estoy
involucrada en actividades de ayuda y labor social, pero también estoy pendiente de mis
estudios, mi cuerpo, mi felicidad y expandir mis conocimientos y experiencias
satisfactorias. Me gusta tener un equilibrio en ambos campos, ya que si opto por preferir
uno quizás en un futuro no me guste el tipo de persona en que me convertí.

En conclusión, considero que depende de cada persona el grado de importancia


que le de a su prójimo. Y eso con el tiempo, generará cambios en su capacidad de
libertad e independencia y en su personalidad específicamente. Como opinión personal,
es bueno seguir las reglas básicas de la vida, pero también es bueno experimentar
situaciones que contrasten unas con otras, para de esta manera adquirir sabiduría y
tener una especie de guía en la vida.

Referencias
Baruch Bush, R. A., & Folger, J. P. (2006). La promesa de mediación . Buenos Aires: Granica.

Fromm, E. (1941). El miedo a la libertad. Estados Unidos: PAIDOS.

Heifetz, R. A. (1997). Liderazgo sin respuestas fáciles: propuestas para un nuevo diálogo social
en tiempos difíciles. Barcelona: PAIDOS.

Zimbardo, P. G., & Leippe, M. R. (1991). The psychology of attitude change and social influence.
New York: McGraw-Hill.

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