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es narrativa
Sara Mesa
Antonio Ansón
Pentti Saarikoski
Juan Carlos Méndez Guédez
Juan Gabriel Vásquez
ensayo y poesía
John Fowles
FUNDACIÓN JOSÉ MANUEL LARA Javier Cercas
Álvaro Salvador
Número 179 | Marzo 2016 Diego Vaya
EJEMPLAR GRATUITO
entrevistas
Santiago Posteguillo
Ricardo Menéndez Salmón
PREMIO BIBLIOTECA BREVE 2016
CENTENARIO SHAKESPEARE
LA INVENCIÓN
DE LO HUMANO
ILUSTRACIÓN: ÓSCAR ASTROMUJOFF
Envío de libros para reseñas: 22 Santiago Posteguillo— Entrevista de Eva Díaz Pérez
Revista Mercurio Foto Ricardo Martín
TOBIAS BOHM
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Un arte infinito
P
or las mismas razones que podrían aducirse respecto de su coetá-
neo Cervantes u otros grandes clásicos de cualquier idioma, la
celebración del IV Centenario de la muerte de Shakespeare es un
acontecimiento que trasciende el ámbito de la lengua inglesa. Es
verdad que su permanente vigencia no necesita de aniversarios
para ser celebrada, pero estos pueden servir para recordar la universalidad
de obras que tanto tiempo después nos siguen concerniendo e interpe-
lando, sin terminar nunca de decir, como sugería Calvino, lo que tienen
que decir, nuevas e inesperadas en cada relectura. Como ha afirmado uno
de sus máximos intérpretes, Harold Bloom, reo confeso de bardolatría, el
arte de Shakespeare es tan “infinito” que nos contiene y de algún modo nos
inaugura, de ahí que el neoyorquino hable, en relación con sus personajes,
de “la invención de lo humano”.
Entrevistados por Rosana Torres, Mario Gas y Lluís Pasqual, ambos con
un largo historial shakespeareano a sus espaldas y proyectos pendientes de
llevar a la escena, conversan animadamente acerca de su pasión compar-
tida por el dramaturgo, del que destacan aspectos como su pragmatismo,
su capacidad para conectar con el público, su receptividad a la hora de
reciclar motivos heredados o su cualidad de creador total, surgido de un
contexto histórico muy distinto del que alumbró el teatro clásico español.
Al contrario de lo que ocurre con los escritores —el mismo Cervantes, para
siempre el autor del Quijote— vinculados a una obra mayor entre las suyas Como ha afirmado
que se elevaría sobre el resto, asociamos a Shakespeare, como señala Vicente uno de sus máximos
Molina Foix, al conjunto de ellas, que conforman un “mundo” donde no
tiene sentido aventurar la primacía. Más que la originalidad de los argu-
intérpretes, Harold Bloom,
mentos —muchos preexistentes, tomados de fuentes diversas— admira su el arte de Shakespeare es tan
capacidad para deshacer clichés, sorprendiendo con hallazgos poéticos no “infinito” que nos ‘contiene’
acuñados, o crear personajes memorables de toda condición, insertados en
atrevidas construcciones narrativas que sobresalen por la riqueza y variedad
y de algún modo nos inaugura,
de la peripecia. de ahí que el neoyorquinio
Para Espido Freire, la actualidad de Shakespeare se muestra igualmente hable, en relación con sus
en los caracteres femeninos —encarnados en el teatro isabelino por hom-
bres o adolescentes— que preludiaron la sensibilidad romántica por sus
personajes, de “la invención
insatisfacciones, su rebeldía o su destino trágico. Javier Montes se centra en de lo humano”
La tempestad, la obra final del dramaturgo, para analizar su relación con la
música, equiparada a la magia. Y Antonio Rivero Taravillo aborda la famosa
y enigmática colección de los Sonetos, objeto de incontables especulacio-
nes referidas a la identidad del destinatario de la dedicatoria o de los dos
misteriosos personajes aludidos en el ciclo, con el que Shakespeare llevó
a la perfección una forma métrica levemente variada en la tradición ingle-
sa —tres serventesios y un pareado, el modelo predilecto de Borges— que
desde entonces lleva su nombre.
Sumado a las continuas adaptaciones de sus piezas teatrales, el influjo
del Bardo es visible en numerosas ficciones escritas o audiovisuales, pero
a juicio de Javier Marías quienes se inspiran en aquellas toman sólo los
elementos superficiales —no privativos del autor— e ignoran la que es su
principal aportación, el estilo, clave o cifra de su pervivencia. Es su manejo
del lenguaje lo que hace de Shakespeare un maestro y lo que lo distingue
tanto de sus predecesores y contemporáneos como de la mayoría de sus
emuladores, que si no advierten su singularidad difícilmente captarán su
esencia. n
Mario Gas
T EM A S
LA INVENCIÓN
DE LO HUMANO
CEN T EN A R I O SH A K E SPE A R E
Además de crear una secta de hechizados, el Bardo Shakespeare seduce, al contrario, por
acumulación, por derroche, por disemina-
encandila o gusta a todos los públicos, incluso a los que no ción, y no se trata de pesar sus versos para
lo leen ni oyen y solo lo conocen a través de adaptaciones medirlos con las cantidades de otros. El
mundo por el que le somos tan fieles está
hecho de facetas, de opulentos retales, que
SHAKESPEARE
(antes de que llegara Picasso), la impronta
de lo anterior, el arte del refrito; de las al
menos treinta y siete obras que escribió,
sólo tres, Sueño de una noche de verano,
Vanas penas de amor y La tempestad, desa-
rrollan —con algún pequeño préstamo o
cita— una materia argumental enteramen-
te concebida por él. En todas las demás, el
VICENTE MOLINA FOIX autor parte de historiales, crónicas, leyen-
das, cuentos antiguos y contemporáneos,
Q
poemas y tratados grecolatinos, que com-
ué difícil es escribir bien peare tiene algo peculiar, que la separa, bina y refunde a su manera sublime, en
de Shakespeare. Seguir ha- por ejemplo, de la que sentimos por Cer- una variedad de registros sobradamente
ciéndolo, quiero decir. La vantes (y bueno es separar en algo a este conocida.
angustia de las influencias tándem en el año de su paridad solemne). En esa teoría de conjunto no queda ele-
precedentes, que llevan el El apego a Cervantes, por mucho que les gante, si se quiere ser justo con él, llamar-
nombre de Goethe, Colerid- duela, y con razón, a los cervantistas, es a le, por ejemplo “el genial autor de Hamlet”,
ge, Stendhal, Hegel, Auden, Ted Hughes, una sola obra, que por sí misma le hizo el como si esa obra fuera el buque insignia
Virginia Woolf, puede abrumar a cual- más grande novelista desde que el mundo de una flota de naves auxiliares. La trage-
quiera, aunque no a Harold Bloom, que existe hasta que nació Flaubert. Sabemos, dia, no pocas veces cómica, del joven prín-
hizo al Bardo inventor de lo humano sin sin embargo, que las Novelas ejemplares cipe danés, ese lector incansable del libro
achantarse él mismo; ¿cuántas páginas trascienden, en su sutil amalgama de in- de sí mismo (o “alto Signo viviente”, como
shakespeareanas le debemos al profesor vención y lección, el molde de “nuestro prefería llamarle Mallarmé), resuena en
norteamericano? Seguro que no menos la conciencia, incluso en la de
de mil quinientas, y más que eso: la im- los que no lo han leído, y ali-
postura genial, un caso extraordinario de menta la imaginación poste-
hubris contemporánea, de tomarse a sí Difícil la tarea de añadir rior tanto como lo hacen Edi-
mismo por Falstaff, no solo en el físico, algo de alguna sustancia a la grandeza po, Antígona, Ulises o Alonso
reprochándole al creador las inconsecuen- de Shakespeare, pero no cejamos Quijano. Pero estamos al mis-
cias y trazos más gruesos de su criatura mo tiempo hablando de una
sir John. Si se piensa bien, no es una mala
en ello los que una noche soñamos pieza dramática a la que por
manera de amar a los artistas: sentirse tan con él ilimitadamente y nos consenso general se le ampu-
autorizado por la propia devoción, por la despertamos relegados a la mera ta en sus representaciones (y
fidelidad obsesiva a un autor, como para no me refiero a las españolas
—en un delirio que la literatura es muy
condición de incondicionales más recientes, que le ampu-
capaz de abonar— creerse con derechos tan casi todo) la mayor parte
de mímesis, de entendimiento privado, de la digresiva conversación
de usufructo. Yo he conocido en mi vida entre Hamlet y el Primer Actor
a madames Bovary practicantes, a un Max español Boccaccio”, como le llamó Tirso (acto III, escena segunda), y cuya cons-
Estrella que impartía doctrina epicúrea de Molina; que su producción dramática trucción, descompensada en más de una
por Malasaña, a una seguidora catalana ni mucho menos merece el “perpetuo si- ocasión y con notables anticlímax dramá-
de la marquesa de Merteuil, y a un par de lencio” al que él mismo la condenó por ticos, ha hecho en los últimos años prefe-
alter egos del capitán Ahab, solo que de escrito, despagado por la primacía del rir la edición Folio de la obra, que elimina
agua dulce. “monstruo de naturaleza, el gran Lope de muchos versos de la antes tenida por más
Difícil la tarea de añadir algo de alguna Vega”; que los mejores de sus entremeses fiable, el Segundo Cuarto.
sustancia a la grandeza de Shakespeare, son purgantes de una medicina cómica El placer y sorpresa inagotables de
pero no cejamos en ello, los angustiados que iguala en sus efectos la de algunas adentrarse en la totalidad radica en dar-
también, los lectores en casa, los directo- escenas de Don Quijote y anuncia la de se cuenta de que las tragedias canónicas
res de escena en sus provincias, los que Molière; y que Los trabajos de Persiles y como Macbeth, Otelo, El rey Lear o Romeo
una noche soñamos con él ilimitadamen- Segismunda tiene la mejor prosa lírica de y Julieta, además de la ya citada Hamlet,
te y nos despertamos relegados a la mera su época, incapaz, a mi juicio, de aliviar el tienen a su misma altura obras menos
condición de incondicionales. Lo que fárrago del concepto. El culto a Cervantes favorecidas por la fama, como Antonio y
pasa es que somos multitud, una de las se concentra en mil cien páginas (descon- Cleopatra, con su irresistible sitcom do-
legiones más numerosas y activas de la tando las notas) y en un título. No es un méstico-amorosa inserta en un marco de
historia de la literatura, y un primer punto baldón, pues lo mismo les pasa a Milton alta política, como El mercader de Venecia,
nos distingue. La obstinación en Shakes- o a Dante, a Proust, a Clarín. en la que un encantador romance sexual y
Shakespeare sabía del género humano por encima del cenagosos mucho tiempo antes de que el
Romanticismo los popularice.
género. Quizás por eso sus personajes femeninos resulten Lady Macbeth es, posiblemente, la más
tan sólidos, tan actuales pese a la barrera de los siglos incomprendida de sus protagonistas: hay
que observarla con cuidado bajo esa más-
cara de anfitriona perfecta que nos mues-
PRERROMÁNTICAS
allí donde se pare su marido, avanzará
ella. Sabe con precisión cómo le afectará
el pulverizar los límites morales que se
ha impuesto, y adivinará como otra bruja
más cuáles serán sus dudas. Decide, por
lo tanto, insuflarle la fuerza que le falte,
provocarle, si es preciso, para que sus am-
biciones lleguen a
ESPIDO FREIRE buen puerto.
Lady Macbeth se
L
convierte en aque-
os actores en los que Shakes- llo que su marido
peare pensaba cuando escribía no es para, preci-
sus Julieta, Ofelia o Miranda samente, conse-
mostraban un rostro angulo- guir que su marido
so y la voz a punto del cambio: sea lo que desea.
los jovencitos debían pasar por una for- Sabemos que ha
zada femineidad antes de llegar a la edad tenido niños, y que
adulta, en la que les esperarían papeles de los ha perdido. Solo
héroe, gracioso o anciano. O, también, los le queda el vínculo
de la vieja nodriza, la madre preocupada con ese esposo al
o la reina que no se resigna a perder su que adora, pero al
juventud. que conoce de so-
Shakespeare sabía del género humano bra. El precio por
por encima del género. Quizás por eso conservarlo le su-
sus personajes femeninos resulten tan perará. Primero la
sólidos, tan actuales pese a la barrera de locura, con sus in-
los siglos como los masculinos. Sus mu- somnios y sus alu-
jeres olvidan las limitaciones en las que cinaciones, y luego
viven para denunciar las injusticias que la muerte de la ma-
experimentan. Los problemas en los que nera más condena-
son infelices (la obediencia a ultranza, la ble, el suicidio.
traición, la insatisfacción vital, la doble En el otro extre-
moral) traen penas hoy mismo. mo se encuentra
En realidad, como sus héroes, se ocu- la dulce Ofelia, la
ÓSCAR ASTROMUJOFF
NI DORADOS
con oscilaciones, dudas, celos, arrebatos.
Hay en estos sonetos isabelinos (mode-
lo que luego emplearía Borges, de tres
S
haya muy granados
er muy grande acarrea ese ejemplos antes de
problema: no caber en vesti- Shakespeare, los
dos convencionales. Al oír el sonetos de Wyatt,
nombre de Shakespeare pen- el conde de Surrey,
samos de inmediato que fue un Sidney, Spenser, Da-
excepcional dramaturgo, y sin duda lo fue, niel, muestran una
pero acaso no sea ocioso recordar que la forma aún en agraz,
altísima calidad de su teatro proviene en lejos de la madurez
parte de su verso, el empleado en los mo- que aquí se alcanza.
mentos álgidos. La emoción que provoca Luego, con Donne y
el monólogo de Hamlet sobre el ser o no los metafísicos la
ser, la arenga insuperable de Enrique V, alquimia se alam-
no tendrían tanta belleza ni serían tan me- bica aún más y se
morables si no fueran pronunciados en hace más barroca
los pentámetros yámbicos que los cons- para dar en mues-
tituyen en piezas poéticas en las que no tras un tanto enva-
falta nada: tensión, conflicto anímico, ex- radas, imitativas,
presión honda y un ritmo que, como el de maquinales. De ello
un motor a punto o el engranaje perfecto huyen, ya en el Ro-
de un reloj, fija las palabras en el discurso manticismo, con su
haciéndolas únicas, insustituibles. sencillez y gracia,
ÓSCAR ASTROMUJOFF
TEMPESTADES
DE MÚSICA
E
magia. Y está construida para progresar
n La tempestad, la obra final hacia un clímax musical que es también
de Shakespeare y la más me- el de la pieza. Pero el apogeo de danzas y
lódica (en todos los sentidos), cantos fantasmales se disuelve, frustrante,
Ariel, espíritu del aire, encar- antes de ser consumado (“en extraño es-
na la música pura. Que sin truendo confuso”). Próspero nos recuerda
embargo puede usarse para fines impu- que los intérpretes de la mascarada “eran
ros. Cuando canta la célebre “Full Fathom espíritus / y se disolvieron en el aire”. Y
Five”, lo hacer para engañar a Fernando y compara su “mascarada insustancial” (y
convencerlo de la muerte de su padre en consecuentemente la mascarada mayor
el naufragio que desencadena la trama. que es la pieza misma y que contiene a su
A cinco brazas yace tu padre, / coral se vez el breve momento de teatro dentro del ÓSCAR ASTROMUJOFF
tornaron sus huesos. / Mira las perlas que teatro) con “el gran globo mismo, que se
fueron sus ojos: / nada suyo se desvanece, / disolverá un día”. Es un recuerdo de las nado la pieza, ni acabado Próspero con sus
cambia bajo el mar y se convierte / en tesoro limitaciones de su magia —su música— y enemigos. Durante el positivista siglo XIX,
de riqueza extraña... conciencia de su inutilidad final. los montajes de La tempestad desplazaron
En su brillante ensayo sobre la obra, El Y resulta justo que Where the Bee Sucks, esta canción para situarla al final, como
mar y el espejo, Auden dijo que el efecto la última canción de Ariel —la última de la postizo remate optimista. Pero justo lo
de la canción era “directo, positivo y má- última obra de Shakespeare— abunde en interesante es que sólo entonces, libera-
gico”. La música de Ariel no sólo ilustraba ese sentido y señale su despedida. do por Próspero, Ariel deja de cantar para
un estado de ánimo previo; lo transfor- Donde liba la abeja, allí libaré. / En el algo: ya no usa la música para modificar
maba: “Gracias a la música Fernando es cáliz de la prímula dormiré, / allá tendi- conductas o emociones. Por primera vez,
capaz de aceptar el pasado, simbolizado do cuando ululen los búhos. / Volaré sobre en su última canción Ariel canta sobre sí
por su padre, como pasado”. Todos estos el murciélago / alegre en pos del verano. / mismo.
efectos dependerán del talento de Ariel Alegre, alegre he de vivir / bajo las ramas El final de La tempestad es ambiguo: no
como cantante, porque mediante su voz floridas. todos los malvados se arrepienten, Prós-
expresa que es más que un humano, más En justicia, Ariel se despide antes de pero se enfrenta melancólico a su futuro
que un personaje y que un músico: Ariel tiempo: aún no ha cumplido su última lejos de la isla mágica. Y separado de Ariel,
es la música. misión para su amo, todavía no ha termi- que recupera su libertad y hace mutis con
Pero la canción miente: Alonso no ha una indiferencia y casi un exceso de ale-
muerto, y todo es parte —como bien sabe gría muy elocuentes como respuesta a la
el público— de los tejemanejes de Próspe- En el discurso de bendición de despedida de Próspero —un
ro para casar a Fernando con su hija Mi- discurso en el que muchos críticos han
randa. Esto hará reflexionar al espectador, despedida de Próspero, que se visto al propio dramaturgo poseyendo a
dividido entre la belleza de la música (y enfrenta a su futuro lejos de su personaje y usándolo para decir adiós:
la tentación de dejarse arrastrar por ella, la isla, muchos críticos han adiós a Ariel, y con él a la música, y a la
como el propio Fernando) y la incómoda magia.
conciencia de ser víctima de una manipu- visto al propio dramaturgo Y ahora, valiente espíritu / para ti siglos
lación. La condición ambigua y peligrosa ‘poseyendo’ a su personaje de audacia y música... n
de la música para Shakespeare queda es- y usándolo para decir adiós:
tablecida ya en la propia letra. Javier Montes ha publicado el ensayo
A su vez, el final de la obra remata la
adiós a Ariel, y con él a la
Shakespeare y la música (Glossa/Círculo de
larga relación de Shakespeare con la mú- música, y a la magia Lectores) y las traducciones de Coriolano (Alba),
sica, con un emblema: la mascarada que El rey Lear y Cimbelino (Gredos). Las versiones
concibe Próspero, su melancólico alter incluidas en el texto son suyas.
IGNACIO F. GARMENDIA
N
RICARDO MARTÍN
— RICARDO
que las certezas son muy frágiles y no
existe una verdad. Y entonces empieza
a cuestionarlo todo. El narrador es el
cuadernos los narra un él, frío, objetivo, —El narrador reflexiona en un Cada pintura esconde la promesa de una
desapasionado que pasa a ser un yo momento de la novela acerca de que narración. Este cuadro es como un aleph.
infectado de lo que sucede y que opina, cuando era dueño de un lugar y se le Nos muestra todas las posibilidades de
y finalmente propone un tú que es una regalaba el horizonte su conciencia sobre interpretación de la realidad, reconocer
apelación que termina disolviéndose en sí mismo era menos intensa que cuando nuestro lugar en el ecosistema de la
esa voz común que es el nosotros de la vive en la cárcel de un pequeño camarote. Historia y en un tiempo futuro. Los
última parte de la novela. Una voz que nos La conciencia se potencia en lugares que escritores que más me interesan se están
conforma a todos y todo sabe de nosotros. estrechan la libertad. En Las raíces del cielo preguntando con mucha intensidad por
Este juego es fundamental en El Sistema de Romain Gary el personaje de Morel la certeza de una época poshumana que
porque provoca una interesante diversidad dice que sobrevivió a la tortura de los nazis ya está aquí. Lo cual no significa que
de voces que genera un protagonista pensando en elefantes salvajes corriendo el ser humano desaparezca pero sí de
singular y al mismo tiempo plural. El por la sabana, y que en ese momento que adoptaremos otras relaciones con
individuo es el eco en el que resuena la sabía que no podían entrar ahí, que era el entorno, una percepción de nosotros
Humanidad. Alguien que se indestructible. Muchas mismos completamente distinta a la
hace eco de la historia de revoluciones han nacido actual. Es posible que dentro de poco
esa voz múltiple pero desde en cárceles. Pensemos en la humanidad haya niveles, que unos
una soledad primordial. Es también en Nelson Mandela. sobrevivan en la Tierra y otros tengan a
un tema que está en todos La escritura es una forma su disposición el viaje al espacio. En la
mis libros. de conciencia que dialoga ciencia ficción de los sesenta la clave era
—Tres cuadernos, y consigo misma. Por eso el contacto con otros mundos y ahora es la
tres espacios: La Estación, los escritores abaratamos huida, el recambio habitacional a nuestro
La Academia del sueño la escritura cuando la planeta.
y La Aurora. ¿Cuadernos convertimos en un discurso —En ese fuerte vínculo entre texto
de bitácora de un viaje adocenado. e imagen usted interpela al lector a ver,
conradiano hacia lo oscuro —La novela aborda a mirar, a observar. No solo los cuadros
de la realidad? también el choque entre con protagonismo en la historia. Es
—Me interesa el viaje el progreso científico y también una invitación a entrar en su
√
como arquetipo. Es la idea las insatisfacciones más novela.
seminal de la literatura. cotidianas. —Si el lector es un sujeto pasivo que
El viaje es una odisea —El acceso al recibe estímulos y las explicaciones a
que dibuja un mapa en el conocimiento multiplicado sus estímulos, la escritura se convierte
tiempo y en la sensibilidad al infinito que hemos en una tautología. Yo quiero un lector
cambiante de un hombre. Me interesa logrado nos separa cada inconformista, que dude, que dialogue
También los espacios el viaje como vez más. Nunca como ahora y crezca con el texto. Que no necesite
simbólicos, La Estación, La arquetipo. Es está tan presente la idea explicaciones. Defiendo que la falta de las
Academia, La Aurora, al de Byron de que el árbol mismas no se entienda como un demérito
igual que La Cosa, ese centro la idea seminal de la felicidad y el árbol del escritor. En la vida nada es exacto
del sistema, desempeñan de la literatura. de la sabiduría no van de ni conlleva tantas explicaciones. Nos
un papel fundamental y El viaje es la mano. Nuestro nivel de asomamos a habitaciones en las que no
generan la dinámica viajera conquista y de satisfacción hay muebles y existen ventanas que dan
de la novela. Está el relato una odisea científico-tecnológica se ha a una pared en lugar de a un paisaje.
del hombre condenado a su que dibuja un disparado y sin embargo en —¿Se puede asomar el lector a ese
puesto de observación, el mapa en el el orden afectivo y espiritual lugar tan íntimo como el que usted dice
de la construcción de una estamos huérfanos. La que hay entre un escritor y su escritura?
identidad en conflicto que tiempo y en desaparición de la alegría, el —Si mis hijas quisieran saber cómo
ha de ser reeducada y el la sensibilidad descrédito de las pasiones, era su padre en un futuro les bastaría con
de la búsqueda que resulta cambiante de la pérdida de la capacidad asomarse a mi escritura. A su forma, a
determinante cuando el de sorpresa nos han sus temas, a su insubordinación frente a
narrador descubre que los un hombre transformado en seres fríos, la realidad. En la escritura hay un doble
Ajenos, aquellos a los que saturados de estímulos movimiento que me fascina y obsesiona.
ha esperado se parecen sospechosamente para el deseo pero sin ningún grado de Toda escritura nace de la impostura,
a él. Ahí es donde comienza su liberación felicidad. de una ficción y los escritores sabemos
y la historia se convierte en un compendio —El arte como lugar de resistencia que no podemos alcanzar aquello que
de nuestros terrores y anhelos, de todo está siempre presente en sus novelas. queremos pero en ese proceso de fracaso
lo que hemos sido y de todo lo que En este caso es Lección de anatomía del y hallazgo, en ese crisol de aporía y
podremos ser. Es como la habitación del doctor Tulp de Rembrandt. ¿La autopsia éxito, descubrimos que la escritura es el
sueño de Stalker en la que se dice “pide lo de una época? mecanismo más potente para construir
que quieres y se te concederá”. Representa —Me fascina la modernidad de este un relato coherente con la realidad.
la idea de que todos buscamos un centro, cuadro. La mirada de los hombres que Descubres que aquello que has vivido y
una razón que todo lo explique. rodean el cadáver y le están diciendo al que vives nunca tendrá tanta coherencia
—En relación a los espacios, defiende espectador: esto es un trampantojo, la e inteligibilidad que como cuando se
que cuando menor y más opresivo es realidad que esconde no está en la mesa convierte en relato. La escritura es el
ese espacio mayor es la conciencia del de disección pero ven, acércate, tampoco único lugar de trascendencia en la vida del
hombre y del escritor. la verás con tanta esencia si no lo haces. hombre. n
LA TERNURA
DE LOS BOLEROS
intermedio en el que se deja
tentar pero sin perder la noción
de que la literatura es, al fin y al
cabo, un artificio combinatorio de
palabras.
√
Ansón escribe con una prosa
clara no exenta de hallazgos,
Atravesar esa callosidad y
conseguir que el artefacto toque,
con un lirismo cohibido
al menos durante un instante, y sin concesiones, una
ALEJANDRO V. GARCÍA Como si fuera esta la fibra donde se desatan las melancólica historia de
noche la última vez emociones primarias es una bolero sobre la despedida
Antonio Ansón tarea extremada y meritoria. La
Los Libros del Lince literatura emotiva es además
216 páginas | 17 euros sospechosa. Por romántica, hallazgos, con un lirismo cohibido
por fácil o por cursi. ¡Por y sin concesiones, una melancólica
lacrimógena! Dejarse vencer es historia de bolero sobre la
NARRATIVA
relieve perturbador de una lector se interroga sobre si todos
C
PR FOTO
onfieso mi ignorancia.
No sabía nada de
Pentti Saarikoski. Estos
desconocimientos, que me
avergüenzan, se alivian cada vez
que leo un libro de Nórdica y
descubro a Wassmo, Ambjørnsen,
Liffner, Vilhjálmsson… Escritores
daneses, suecos, noruegos o
islandeses que me resultan
fascinantes. Este ha sido el caso
de Pentti Saarikoski, un escritor
finlandés, celebérrimo en su país
natal, traductor de los clásicos
griegos y del Ulises de Joyce. El
autor muere en 1983, a los 46
años, víctima de su alcoholismo.
Esta Carta a mi mujer es una
alucinada epístola en la que le
cuenta a su esposa las cosas que
hace, lo que siente, mientras pasa
una temporada en Dublín: come
—mal—, toma medicamentos,
vomita, bebe ginebra, se
pregunta si la escritura es un Pentti Saarikoski.
oficio, rememora sus anteriores
matrimonios, echa de menos a su y entre el borrón se clava el filo Saarikoski lanza una retorcida
mujer —“Te necesito a ti (…) tu de una frase tan exacta que disipa pregunta sobre la pertinencia de
coño que respira”—, comenta el cualquier bruma. Es difícil separar los textos autobiográficos, sobre
asesinato de Luther King, vuelve a la borrachera de la impostura de la sucia y luminosa intimidad en
mal comer… la borrachera. Es difícil separar la el ámbito común, apostando por
Mientras leo me acuerdo de los vida de su retórica y a Saarikoski una honestidad sin aparentes
supervivientes de un infarto que de ese Joyce que se le viene a la filtros retóricos: “Todos los libros
necesitan hablar por los codos, mente en sus paseos por Dublín: (…) habrían de ser cartas, pues
de escucharse a sí mismos, su “¿Qué fue lo que comió Bloom en recibir una carta es siempre más
propia voz, porque la palabra y su este pub?” Las comidas de Bloom agradable que recibir un libro,
propia voz son lo que les conecta en Ulises son tan fundamentales y una carta puede contener
con la vida: “Hablé y hablé. Hay como los comistrajos de Saarikoski trivialidades, un libro no, los
que escribir o hablar, no hay en Carta a mi mujer. profetas escribieron libros, los
que pensar, cavilar, meditar, Su opción no es una pose, sino apóstoles, cartas”. Saarikoski,
reflexionar, o te vuelves loco…” un compromiso explícito con la mientras indaga sobre su biografía
En esta carta oscura prevalece expresividad que se cuestiona la —“¿Habría escrito algo si hubiera
el vitalismo de un hombre frontera entre el documento de la sido una persona equilibrada,
que, más allá de sus pulsiones vida privada y el interés literario contenta?”— convierte las
de autodestrucción, ama la general: “Podría guardármelo trivialidades en asunto de
sensualidad y la materia. Se aferra todo para mí mismo. No puedo interés gracias al estilo. A su
a ellas con una caligrafía que nada guardarme para mí mismo (…) Soy preocupación por las comas y al
tiene que ver con los tics de la un parlanchín”. El escritor sabe poder de su lengua escrita: “En mi
literatura interesante, sino con el que su escritura vale dinero y el regazo eres carne cruda”. n
√
losa que tenemos encima. La única forma
—Buen dilema. de evitarlo es que la gente lea mucho,
—Sí. Además me baso en una teoría se invierta en educación y se conozcan
histórica discutida, la llamada teoría Dubs muchos idiomas. Sólo así se consigue una
que argumenta que de aquella legión que Confieso que en esta novela mayor masa crítica capaz de transformar el
el cónsul Craso perdió en su conquista de círculo vicioso de la estupidez en el triunfo
Oriente pudieran haber quedado restos, me he debatido entre de la inteligencia. Claro que una masa
porque mucho después se descubren en los que me dicen que no crítica exige mejores políticos. Y creo que
la zona estrategias militares similares a innove y los que me piden desde el poder se busca precisamente la
las de las legiones romanas. La de Dubs idiotización.
es una teoría muy contestada, pero no del que no me repita —Trajano no tendrá aún su película,
todo inverosímil. Esa legión era como un pero en su novela se descubren multitud
fantasma del pasado, una pesadilla para de técnicas narrativas cinematográficas:
los romanos. zoom sobre personajes que dialogan,
—Repasando su obra se descubre que argumento del fantasma de la legión travelling en mitad de la batalla. ¿Intenta
le fascinan los vacíos históricos. La legión perdida. Leyendo todo eso te das cuenta evitar ese peso decimonónico que aún
perdida se basa en una ucronía, algo que de que hay detrás una historia fantástica, lastra cierta novela histórica?
podría haber ocurrido. ¿Cómo trabaja una novela dentro de la novela. Y luego —Siempre cito a Eslava Galán sobre
para equilibrar la realidad histórica y la descubres que alguien, el historiador la conexión evidente entre literatura
ficción literaria? Dubs, se ha preocupado de dar una y cine. En La legión perdida hay
—Yo podría haber hecho una novela explicación que es muy controvertida, momentos que están pensados muy
sobre la conquista de Partia y nada más, pero no hay que olvidar que yo estoy cinematográficamente. Creo que además
pero es que una cosa te va llevando a escribiendo una novela no un ensayo. Eso es algo que conecta con el lector joven y
otra. Vas leyendo y aparecen cosas como es lo que me fascina, cuando en la labor de que no tiene por qué molestar a un lector
¿por qué tanta reticencia del Senado a documentación surge la chispa al intentar mayor que, a fin de cuentas, también se ha
la conquista de Oriente? Esa conquista entender a los personajes de la época criado con el cine. Cuando Griffith filmaba
se había intentado varias veces y una de y aparece un tema que inicialmente no Intolerancia decían que el público no iba a
ellas había salido muy mal. Investigo y habías pensado. entender la elipsis cinematográfica. Y sí,
me pongo en la mente de los que estaban —En todas sus novelas aparecen lo entendio, porque como decía el propio
en contra de Trajano y que usaban ese al final mapas, glosarios de términos, Griffith, ya estaba en Dickens. n
LO SALVAJE
de la casa familiar, un adosado
de la periferia londinense— que
hizo nacer en el hijo el deseo
de los espacios no acotados. En
la campiña de Devon, adonde
√
Al utilitarismo, que encubre el
deseo de posesión, opone
se trasladan durante los años
de la Segunda Guerra Mundial,
Fowles una disposición artística
el adolescente que veía con que es la que permite —como
IGNACIO F. El árbol desagrado esa dedicación casi en el ámbito de la creación—
GARMENDIA John Fowles obsesiva y encaminada a lograr enfrentarse a la naturaleza
Trad. Pilar Adón el máximo rendimiento de unos ‘desde dentro’ de uno mismo,
Impedimenta pocos frutales, descubre el medio sin someterla o ‘ajardinarla’
112 páginas | 16 euros agreste, los árboles que crecen
a su aire y conforman el ámbito
superior —ancestral, mágico, predominan el desdén o esa
precisos, qué debe ser, puesto la nueva novela que Cercas avala
J
RICARDO MARTÍN
√
En esta novela tienen
tanto peso los personajes
o la trama como el
ensayo y las ideas, y el
La apuesta de Cercas consiste en reportaje, y, desde luego,
abandonar la visión estandarizada no es un entretenimiento.
Es “una herramienta
del mundo de la novela canónica de investigación
y sustituirla por una visión existencial, un utensilio
compleja, cuyo resultado es no de conocimiento de lo
resolver el enigma planteado humano”.
sino hacerlo irresoluble Cercas aborda la
Javier Cercas. naturaleza del artefacto
cultural que llamamos
teórica y práctica, al movedizo digamos clásica, la del siglo de novela con pulso narrativo y sin
e incierto territorio de cómo su éxito, el XIX, a la que solo caer en la jerga de los teóricos.
contar la realidad con su personal hace graciosas concesiones. La Afirmaciones polémicas incitan
invención de los “relatos reales”, novela decimonónica daba una a la reflexión y al debate, y nos
paradójica etiqueta con la que visión estructurada y unívoca abren nuevos horizontes. Aunque
postula un estatus narrativo para del mundo. Cercas sostiene la me temo que, al cabo, la novela
la crónica de actualidad. O sea: un alternativa a este modo narrativo, sigue preservando, como la
modo de afrontar los límites entre a su entender ya prescrito, en la Esfinge, su secreto. La teoría del
verdad y ficción. analogía con un rasgo anatómico punto ciego es, eso sí, el último
¿Qué es una novela?, es la del ojo. Nuestros ojos tienen un escalón de un proceso histórico en
pregunta central de este ensayo, punto ciego —explica— situado el que el relato de una aventura se
de esta auténtica teoría de la en el disco óptico a través del ha convertido en la aventura del
novela. ¿Qué es?, o, para ser cual no se ve nada. También en propio relato. n
√
Hector Boethius, trasciende la pueda ofrecer.
historia y tiene como verdadera El texto se presenta
protagonista a la ambición. acompañado de notas que
Esa ebriedad humana capaz de aportan comentarios exegéticos,
convertir héroes en traidores; esa El drama histórico de datos históricos y culturales
forma de locura que Shakespeare ‘Macbeth’ tiene como o justifican decisiones de los
reviste de ropajes sangrientos traductores. La edición bilingüe
donde el remordimiento y la
verdadera protagonista a la aparece copiosamente ilustrada
implacabilidad desfiguran el ambición. Esa ebriedad por Raúl Arias, lo que contribuye
rostro humano hasta extremos humana capaz de convertir a hacer del libro un auténtico
irreconocibles. “Lo bello es lo feo, héroes en traidores; esa forma espectáculo para el lector.
lo feo lo bello”, proclaman las de locura que Shakespeare Tal vez la vida fuese una
brujas en la escena inicial. reviste de ropajes sangrientos sombra que pasa y nada significa
La mentira, la hipocresía, donde el remordimiento para Shakespeare. Pero se da la
la crueldad, la necesidad de feliz ironía de que la existencia
y la implacabilidad desfiguran
ocultarse “y hacer de nuestros de su literatura siempre parece
rostros máscaras de nuestros
el rostro humano hasta desmentirlo por sí sola. Esta es
corazones” para sobrevivir en un extremos irreconocibles una ocasión inmejorable para
mundo hostil y confuso donde comprobarlo. n
POESÍA
LUIS SERRANO
LAS CICATRICES
DEL POETA
Libro de múltiples matices,
sus cinco secciones proponen
la fusión de lo privado y lo
colectivo que caracteriza la poesía
de Álvaro Salvador. Desde los
√
Meditación sobre el presente
de un sujeto poético que,
primeros poemas de “La canción
de la tierra” asistimos a una forma
al tiempo que implica
de ecologismo solidario que sustancialmente el análisis
FRANCISCO DÍAZ Fumando denuncia con sarcasmo y guiños crítico de la realidad colectiva
DE CASTRO con mis muertos literarios la insensibilidad ante la y el homenaje a la poesía
Álvaro Salvador degradación de la naturaleza y a y a los poetas, desarrolla
Vandalia la vez sitúa generacionalmente una compleja indagación en
96 páginas | 11,90 euros el despertar de una conciencia su memoria afectiva
comprometida con la realidad,
cuyo balance en el presente
tristemente recordado en el
reflejo de un existir copiado
falsamente por pantallas
que nos multiplican como un
laberinto de trizados espejos.
Y el espejismo se conoce, se es
dolorosamente consciente de
él. Ahora es la vida la que puede
grabarnos, como telerrealidad,
una realidad paralela que,
no obstante, no conseguirá
maquillar la desesperanza ni
perfumar el desengaño. Sí,
la luz salpica los poemas en
presencia continua, mas se
trata de luz eléctrica, halógena,
de faros de coche, incluso de
quirófanos. Porque no es mística
la luz sino la de la factura que
hay que pagar a final de mes.
Y desde la contemporaneidad,
la cotidianidad, la diaria rutina,
Diego Vaya. Diego Vaya guiña a los clásicos, a
Shakespeare, a Manrique con las
estas líneas muestran al lector, citadas facturas que vienen “tan
√
en los infiernos). Constituye este (“Regresas ahora del mercado /
primer poema una especie de regresas ahora a casa, / regresas
atrio formado exclusivamente con las bolsas de la compra /
por esa composición, titulada “El —cuántas en cada mano— / como
sueño de otra vida”, umbral que Las luces parpadean si fuesen años que tirasen de ti”).
da pie al cuerpo del volumen, constantemente en ‘Game over’ El poeta dirige su linterna
“El problema de la vivienda”, —por no abandonar la simbólica
integrado éste por diez odas
como las de los anuncios. Pero luz— a la soledad, al desamparo, a
cuyos enunciados, “al desahucio, aquí, visto el anuncio desde el las heridas, al extrañamiento ante
a la sobremesa, a las bolsas de armazón, por detrás. Y si brillan un mundo reglado y mecánico,
la compra, a las ojeras…”, ya nos sus engañosas bombillas es para insolidario y empobrecido en
indican firme y claramente las indicar la carencia de horizonte, donde lo subliminal no es ya un
preocupaciones que habitan de ilusión, de sorpresa, la falta embozado mensaje sino la vida
sus versos. Y los elegidos y de propósitos y sueños misma que va en serio, y cuyo
entrecomillados al comienzo de final no es ningún juego. n
lecturas 30 | 31
INFANTIL
Y JUVENIL
Zootrópolis en una zona depauperada de bien llevada al galope, y sin
Londres, donde la chica (y su concesiones a la galería. n
Disney ANTONIO A. familia) ha sido traída desde
Planeta
96 páginas | 11,95 euros GÓMEZ YEBRA Kabul para encontrar una tierra
mejor y una vida nueva. Didi Keidy
Un libro de película con mucho Behrouz, el hermano de y el conjuro mágico
ritmo, buenos y malos, y donde Aliya, es un auténtico héroe,
las apariencias engañan. que ha salvado la vida de unos Wanda Coven
Ilus. Priscilla Burris
La pequeña Judy es una soldados ingleses, y es por ello Trad. Begoña Oro
conejita dispuesta a convertirse recompensado con su salida Bruño
en policía, aunque sea muy del país y su asentamiento 132 páginas | 8,95 euros
pequeña para un encargo en la capital británica. Allí se
tan considerable, pero su verá metido en una trama de Libro de brujas y sus hijas
inteligencia y voluntad suplen traficantes de droga a gran brujitas, como es el caso de
con holgura la falta de tamaño escala, donde la vida de un ser Didi Keidy, la protagonista
y la fuerza física. Con no poco humano vale bien poco. que pretende encontrar los
esfuerzo Judy alcanza su Acusado de traición, Behrouz ingredientes necesarios para
sueño, y se va a la ciudad para será duramente maltratado y llevar a cabo un conjuro con el
dedicarse a la función para la apresado, y su hermana Aliya cual va a conseguir vengarse
que no parece estar demasiado se ocupará de luchar hasta la de Ester, alias “Pester Pestosa”.
bien dotada. Allí le encargarán extenuación para conseguir Con el hechizo conseguirá
tareas subsidiarias como descubrir a quienes los están que su compañera se olvide
comprobar quién se pasa de la llevando a una situación límite, del texto que le corresponde
hora en los aparcamientos. Pero como cabezas de turco. para interpretar su papel en la
ella quiere ser auténtica policía Por su parte, Dan, testigo representación de El mago de Oz.
e investigar casos de enjundia. de la captura de Behrouz, Claro que los ingredientes
Pronto se percatará de que es se encuentra también en no son tan fáciles de localizar
un poco bisoña, y los abusones una difícil situación, al darse como ella pensaba. Para hacerse
de turno la timarán. Pese a los cuenta de que su padre con ellos tendrá que hacer
inconvenientes que encuentra está involucrado en asuntos alguna trampa, decir alguna
por todas partes, tiene una nada limpios. Su afán por no mentirijilla, y ponerse las pilas.
misión que cumplir, y pone todo ocultar su implicación en los Porque parece poco menos
su empeño para lograrlo. Mucha acontecimientos no le impide que imposible localizar un
acción, no pocos peligros, poco reconocer cuál es su deber, e diente de leche de un cachorro,
interés por parte del inspector intenta ayudar a Aliya. más incluso que librarse del
jefe Bogo, y el descubrimiento La acción es digna de las abusón de turno, cosa que
de un primer culpable. Aún mejores películas del género. hace con suma limpieza. O de
así, Judy se sentirá fracasada Sam Hepburn no da lugar a las perversas intenciones de
y regresará a casa, y será allí la relajación de sus lectores, algún compañero que quiere
donde encontrará la solución al pasando continuamente de hacerle la vida imposible.
problema fundamental de los un escenario a otro, con la Tampoco es sencillo hacerse con
depredadores. implicación de numerosos un ambientador para gatos, que
Libro basado en la película personajes, a cuál mejor finalmente consigue. Más fácil
del mismo título que hará las dibujado. será obtener la perla de azúcar,
delicias de los más jóvenes de En ningún momento suelta porque la pajita imprescindible,
la casa, con planteamientos prenda, como en las mejores que parecía lo más asequible, es
ecológicos de primera magnitud, novelas de Agatha Christie, lo más difícil de encontrar.
junto a otros cotidianos que han y lleva a sus desbocados Finalmente, Didi conseguirá
de resolverse. n protagonistas por diferentes su propósito, pero el hecho de
escenarios de Londres y sus que Ester, alias “Pester Pestosa”
alrededores, casi siempre haya olvidado su papel la hace
Ponte en mi lugar extenuados y muertos de sentir mal. Y deshace el conjuro.
hambre, hasta los capítulos Obra sencilla, con una
Sam Hepburn
Maeva finales, donde, como buena protagonista brujeril, tan
360 páginas | 16,90 euros discípula de la autora de Diez de moda todavía, que sabe
negritos, descubrirá a los hacer daño, pero que termina
Novela juvenil narrada a dos verdaderos culpables, tan arrepintiéndose de lo hecho y
voces, las de Aliya, una joven ocultos hasta esos momentos. da marcha atrás. Buena lección
afgana de 14 años, y la de Dan, Una obra que no va a para chicos entre 5 y 7 años,
un chico inglés de edad similar, dejar indiferente a ninguno que todavía no distinguen con
cuyas vidas se encuentran de sus destinatarios, muy claridad sus emociones. n
Letras Corsarias
RAFAEL ARIAS
JAVIER MARÍAS
El estilo a salvo
D
esde hace unos años, todos parecemos transmite hasta nuestros días principalmente a través
habernos puesto de acuerdo en la lla- de Shakespeare, como si él le hubiera dado la forma
mativa pervivencia de Shakespeare… definitiva, o la más sugestiva y la que no envejece, la
fuera de Shakespeare en gran medida. que permite reconocer esas pasiones —algo arcaicas
Se detectan ecos de sus obras en mul- en realidad— como vigentes y contemporáneas.
titud de novelas, películas y series de televisión (y La paradoja estriba en que pocos de sus actuales
se lo continúa adaptando, normalmente abaratado o “discípulos” parecen preguntarse por qué ocurre tal
adulterado). Ecos de sus argumentos, historias, per- cosa, por qué en Shakespeare permanecen incólumes
sonajes más memorables; de su ocasional violencia, al paso del tiempo esas turbulencias que en otros nos
de sus aún más ocasionales aspectos bufo y grosero, resultarían anticuadas. Por qué a él se lo ve “trasla-
de sus escenas más crudas, de su universo de cons- dable” no sólo a fantasías medievales como Juego de
piración, maquinación y lucha tronos o El Señor de los Anillos, sino también a las más
por el poder. Pero todos estos modernas esferas mafiosa y política, desde El Padrino
elementos son circunstancia- o House of Cards, por mencionar una obra maestra
les, por no decir secundarios. y una vulgaridad inverosímil, respectivamente. Lo
Lo raro es que la mayoría de extraño es que casi nadie intente imitar ni seguir lo
quienes hoy se inspiran en él que justamente hace que Shakespeare lo resista todo,
lo hagan en factores —por así desde el transcurso de los siglos hasta las adaptacio-
expresarlo— preexistentes a nes ofensivas, las traducciones pedestres o las inter-
Shakespeare y por tanto no en- pretaciones ramplonas. Lo que le permite sobrevivir a
teramente shakespeareanos. todo no es lo que antes he llamado “su mundo”, ni sus
Las traiciones y las venganzas, argumentos ni su ocasional truculencia (hay quien
las ambiciones y los asesina- lo reivindica diciendo que es un “pre-Tarantino”,
tos, las artimañas y las persua- santo cielo). Todo eso es superficial y se encuentra
siones, todo ello es anterior a en infinidad de textos, y hasta en culebrones. Lo que
Shakespeare y en modo alguno convierte en perdurables sus pasiones más chillonas
privativo de él. Es sabido que es precisamente lo que casi nadie tiene en cuenta y lo
el autor, lo que se dice inven- que, desde luego, casi nadie trata de resucitar, porque
tar, inventó poco. Que sus no sabe o no se atreve: el estilo, palabra que, de hecho,
relatos a menudo distaban de lleva décadas desterrada de nuestro vocabulario por
ser originales, que para sus considerarse “etérea” y “acientífica” y poco menos
historias se basó muchas ve- que inmanejable. Es el enorme brío de los textos, la
ces en otras escritas por otros increíble fuerza de las imágenes y las metáforas, la
o en lo que ya habían contado cadencia inconfundible, lo enigmático que nos parece
los historiadores (romanos o claro, la elevación y nobleza de la expresión, lo que
británicos o incluso de alguna dota a todo el conjunto de un carácter vital y —hasta
nación menos conspicua). En la fecha— imperecedero. Lo que hace que sus obras
suma, lo que se conoce como continúen vivas y emanando influencia. Lo que nos
“su mundo” era suyo en bas- conduce a regresar a ellas, a recrearlas y prolongar-
tante escasa medida. las, es casualmente lo que casi ningún creador actual
Da la impresión de que sin embargo es eso lo que tiene el menor interés en recuperar y emular. (O es
ÓSCAR ASTROMUJOFF
tienta a los creadores actuales y les señala un cami- problema de capacidad acaso).
no. Lo que quizá es menos de Shakespeare es lo que Suele ocurrir que lo que inmortaliza un texto es
más perdura e inspira. Y lo curioso es que todo eso, lo que escapa al análisis, y por lo tanto a la imitación
que ya está en Homero, en las tragedias y comedias y a la copia. Tal vez se deba a eso que, pese al mano-
griegas, en Tácito, Tito Livio y Amiano Marcelino, seo constante y abusivo, Shakespeare se mantenga
y por supuesto en numerosas obras posteriores, se todavía a salvo. n
+!4D2HB5-ahijdh!