El papel de las mujeres en la construcción de paz es fundamental.
Durante un largo tiempo las mujeres han estado en el centro del conflicto y ahora jugarán un rol fundamental en todo el proceso de construcción de paz, que implicará cambios a nivel social y personal La reconstrucción de la confianza, la reconciliación y la resolución pacífica de los conflictos serán procesos que habrán de iniciarse a trabajar principalmente con las mujeres y primeramente con las mujeres rurales, buscando de esta manera la transformación de las condiciones de miseria y desigualdad que prevalecen en las zonas campesinas de nuestro país. Los planes y programas se han de direccionar para poder apoyar a estas mujeres, que desconocen sus derechos, vulneradas en muchos aspectos y que han vivido el conflicto de forma directa y esto ha hecho que su percepción la realidad se torne distinta a la realidad de las mujeres que habitan en las ciudades. No incluir a la mujer rural dentro de los procesos de construcción de paz implica dejar el proceso de pacificación a medias. Ellas, madres, esposas, hijas, luchadoras, conocedoras y portadoras de saberes, contribuirán a minimizar los efectos del conflicto y modificar las condiciones que han generado violencia dentro de sus territorios.
La importancia de que las mujeres seamos reconocidas como sujetos políticos y
constructoras de los espacios democráticos y gestoras de paz nos exige trabajar fuertemente en el empoderamiento y en el cambio de los conceptos y estereotipos que la sociedad nos impone. Por esta razón el trabajo debe buscar la continuidad en la implementación y ejecución de los programas. Esto con el fin de lograr permanencia dentro de los procesos y seguimiento minucioso de las mujeres involucradas dentro del proyecto. Para Aleida Barreto, lideresa de la Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Indígenas y Negras de Colombia (Anmucic), es necesaria la reconstrucción del tejido social en las zonas rurales del país, así como un mayor esfuerzo de la institucionalidad para garantizarles a todas las mujeres rurales las condiciones necesarias para el ejercicio integral de sus derechos. “Algunos funcionarios desconocen las condiciones de muchas de nosotras en las regiones más apartadas del país”, dijo la lideresa Es en este punto donde la formación de lideresas contribuirá al fortalecimiento de la identidad y la construcción de tejido social, aportando así a abrir canales de dialogo, a crear sistemas de mediación y nuevas visiones a cerca de la realidad y el entorno. Finalmente, las acciones y estrategias a implementarse deberán promover la inclusión y la reconciliación, así como la cooperación y la solidaridad como aspectos fundamentales dentro de la construcción de un nuevo territorio.