Está en la página 1de 1

Biografía

Nació en la aldea de Huacarpay o Anchibamba, en el actual distrito


de Oropesa del departamento del Cuzco. Fue hija del
contador español de origen vizcaíno, Antonio de Zubiaga, y de la
dama cusqueña Antonia Bernales. Desde temprana edad sintió
vocación religiosa, por lo que sus padres autorizaron su ingreso a
un convento (1815), pero extremó las penitencias hasta caer
enferma, por lo que debió retornar al hogar (1820).

En medio de la efervescencia de la guerra emancipadora, su padre


decidió volver a España, dejándola a ella y a sus hermanas en el
Monasterio de la Encarnación. En esas circunstancias, se vinculó
sentimentalmente con el prefecto del Cusco, generalAgustín
Gamarra, con quién se casó en Zurite en 1825. Se dice que, además
del amor, fue movida por el atractivo del poder. Cuando el
Libertador Simón Bolívar llegó a la ciudad el 25 de junio de 1825,
doña Francisca fue la encargada de ceñir en las sienes del
Libertador una corona de oro, pero él mismo decidió que ella fuese
la que llevara la corona.

En una carta de setiembre de 1828 del general Antonio José de


Sucre a Bolívar, se lee lo siguiente:
"Antes de que olvide, le diré que Gamarra es acérrimo enemigo de usted;
procuré indagar los motivos, y por un conducto muy secreto, supe que
sobre su aspiración a la Presidencia, añadía como pretexto, que
habiéndole hecho tantos obsequios en el Cuzco, la enamoró la mujer; que
esta misma se lo ha dicho... Aunque doña Pancha es muy buena pieza y
que realmente ha hecho esta declaración, no sé la verdad".
Citado por Jorge Basadre.

Ganó fama de mujer valerosa al acompañar a su marido en


la expedición a Bolivia de 1828. La tradición cuenta que iba
montada a caballo, armada y luciendo traje militar, y que ella
misma dirigió la toma del pueblo de Paria y asistió a las
conferencias que su esposo sostuvo con jefes bolivianos. Cuando
Gamarra llegó a la presidencia en 1829, tuvo entonces la ocasión
de disfrutar del poder a plenitud, siendo llamada “la presidenta”.
También era llamada “La Mariscala”, ya que su esposo fue
investido con el rango de Mariscal, apelativo que se perpetuaría.

También podría gustarte