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Miedos

en la infancia y la adolescencia 1
PSICOPATOLOGÍA 6

Miedos en la infancia y la adolescencia


Valiente, R. M., Sandín, B. y Chorot, P., (2003)














Capítulo 2
NATURALEZA EVOLUTIVA DE LOS MIEDOS

El miedo posee una naturaleza evolutiva por excelencia tanto desde el punto de vista
filogenético (predisposición de la especie humana a reaccionar con miedo ante
determinados estímulos) como ontogenético (miedos como “fenómenos adaptativos” en el
desarrollo del individuo que promueven su supervivencia).
Tanto el nivel general de miedos como su contenido parecen modificarse desde la edad
infantil a la adolescencia.
No todos los estímulos tienen el mismo potencial para convertirse en evocadores de
miedo: los miedos son selectivos.
(!) El constructo de “preparación” (Seligman, 1971) propone que el ser humano está
filogenéticamente preparado para asociar respuestas de miedo a determinados estímulos
y que esta asociación ha adquirido un especial valor adaptativo.
Los miedos y fobias no se distribuyen aleatoriamente: hay miedos más prevalentes que
otros (p.ej: miedo a las serpientes > miedo a hablar por teléfono). La teoría de la
preparación explica esta característica como resultado de la interacción entre:
- una tendencia genética a temer los peligros “arcaicos” (estímulos preparados)
- un proceso de aprendizaje
Como resultado de un proceso evolutivo los seres humanos pueden aprender con facilidad
respuestas de miedo altamente resistentes a la extinción ante dichos estímulos.

El miedo NO es algo innato, es algo que se adquiere fácilmente y se extingue con
dificultad. Lo innato es la tendencia a establecer tales procesos de aprendizaje ante
los estímulos “preparados” de miedo.
Öhman (1987) desarrolla y amplia la teoría de la preparación propuesta por Seligman y
establece 2 sistemas del miedo basados evolutivamente.
Los sistemas difieren entre sí en sus funciones adaptativas, los mecanismos de activación
del miedo, los patrones de desarrollo y los tipos de fobias asociadas:

Sistema de defensa ante Sistema de sumisión social
depredadores
Moviliza el miedo ante estímulos animales Moviliza el miedo ante la presencia de
que suponen un peligro para la otros seres humanos
supervivencia humana
Función: nos ayuda a poner en marcha Función: nos ayuda a establecer patrones
estrategias defensivas de jerarquía social
Aparece tempranamente Aparición más tardía
(edades tempranas del desarrollo) (a partir de la adolescencia)


La existencia de estos dos sistemas filogenéticos podría explicar la aparición diferencial
de ambos tipos de miedos: el hecho que los miedos a los animales presenten una
aparición ontogenética más temprana que los de tipo social.

Öhman y Mineka (2001) reelaboran la teoría de la preparación basada en el concepto de
<< módulo del miedo desarrollado evolutivamente>> y las 4 características vinculadas a
este módulo:

1. Selectividad. El módulo del miedo se activa preferentemente por estímulos
específicos relevantes al miedo, éstos poseen un origen evolutivo y
frecuentemente se convierten en objeto de las fobias humanas.
2. Automaticidad. El módulo se activa automáticamente por estímulos relevantes al
miedo. Esta característica ha sido demostrada por técnicas de enmascaramiento:
el miedo puede ser condicionado a estímulos evolutivamente relevantes al miedo
incluso si estos se presentaban de forma enmascarada.
3. Encapsulación. El módulo resulta impenetrable al control cognitivo consciente: si
se activa, el miedo sigue su curso y resulta muy difícil controlarlo por medios
cognitivos. (Si me dan miedo las serpientes, el miedo no se anula por que me de
cuenta que la serpiente es inofensiva).
4. Estructura neural. El módulo es reflejo de la operación de un circuito neural que se
dedica a evocar y condicionar el miedo y se localiza en la amígdala.

Las diferencias entre el condicionamiento aversivo a estímulos irrelevantes o relevantes
del miedo estriban en que típicamente sólo el último accede al módulo de miedo. Las
respuestas condicionadas a estímulos irrelevantes se relacionan más estrechamente con
las expectativas de los sujetos sobre la situación.

Como extensión de la teoría de la preparación, Matchett y Davey (1991), desarrollaron el
concepto: <<Sistema de evitación de la enfermedad>> para referirse a las reacciones de
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miedo asociadas al asco (repugnancia) y a la contaminación. Este sistema explicaría el
miedo a determinados animales que podrían calificarse como “asquerosos” y transmisores
de suciedad (arañas, ratas…).
La aversión a estos animales se relaciona más con el asco que con el miedo a ser atacado.
El concepto es sugerido por los autores como alternativa al sistema de defensa ante los
depredadores ya que éste último no parecía relevante para explicar el origen de los
miedos a este tipo de animales.

(!) concepto importante: sensibilidad al asco. Correlaciona en varios estudios con los
miedos a los animales asquerosos o repugnantes pero no peligrosos físicamente y en
cambio no correlaciona con los animales típicamente depredadores. Este concepto
filogenético también se ha asociado positivamente a los miedos del tipo sangre-
inyecciones-daño (Sandín, 1997).

II. DESARROLLO DE LOS MIEDOS
Las respuestas de miedo a ciertas edades del desarrollo pueden promover la
supervivencia del individuo (ej: tener miedo a las alturas puede salvar un niño que hace
poco que ha empezado a andar). Considerar el aspecto evolutivo ontogenético del miedo
tiene interés por su propio carácter adaptativo y por sus implicaciones psicopatológicas y
clínicas.

a) Diferencias en el contenido de los miedos según la EDAD

Las diferentes fases evolutivas del niño/adolescente se asocian a formas
características de miedo que, por su contenido, parecen reflejar un proceso
continuo de maduración cognitiva a medida que avanzan las etapas del desarrollo:


















ETAPA EVOLUTIVA Miedos más comunes Observaciones

Estímulos del medio El miedo a los extraños
PRIMER AÑO inmediato: puede persistir como
(bebé) timidez; suele sumarse
0-12 meses - Sonidos fuertes al miedo de separación.
- Pérdida de apoyo Ambos tipos de miedo
- Alturas se han observado en
- Personas – niños ciegos.
objetos extraños
- Separación
- Objetos
amenazadores
(que aparecen
súbitamente)

Requieren cierto grado
de madurez cognitiva
(capacidad para
recordar/distinguir lo
familiar de lo extraño)

- Separación El miedo a la
padres separación de los
INICIO NIÑEZ - Extraños padres se intensifica
1- 2 ½ años - Pequeños hacia los 2 años. En
animales esta fase aparece el
- Fenómenos miedo a compañeros
naturales extraños.
(tormentas, mar)
- Insectos


PREESCOLAR - Oscuridad Predominan los miedos
2 ½ años – 6 años - Animales en a los seres imaginarios
general y aparecen los miedos a
(!) importantes cambios: - Quedarse solo/a los animales salvajes
el desarrollo cognitivo se (característico de (la mayoría de miedos
ha incrementado, el niño esta etapa) animales se desarrollan
ya es capaz de sentir
- Fantasmas, durante este período)
miedo ante estímulos
imaginarios globales monstruos


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NIÑEZ MEDIA - Daño físico Adquieren relevancia
6 – 11 años - Salud, Muerte los miedos tipo sangre-
(propia o inyecciones-daño y los
pueden diferenciar familiar) relacionados con el
representaciones internas/ - Miedos médicos colegio.
realidad objetiva à
(sangre- También temor al SIDA
miedos más específicos.
inyecciones- (suceso sobrenatural) y
daño) al divorcio de los
- Sucesos padres (tanto en estas
sobrenaturales edades como pre-
- Escolares adolescencia
(compañeros, y adolescencia)
rendimiento,
crítica y fracaso)

PREADOLESCENCIA - Escolares Se mantienen e
11-13 años - Sociales incrementan miedos
- Económicos sociales y escolares. Se
(!) Reducción miedos - Políticos inician miedos sobre
animales e incremento - Autoimagen temas económicos y
miedos relativos a la
políticos. Al suponer
crítica y al fracaso
inicio cambios
evolutivos drásticos en
la propia imagen
aparecen miedos
relacionados con el
auto-concepto
(autoestima, imagen
personal)

ADOLESCENCIA - Sexuales Continúan miedos
13 – 18 años - Autoidentidad preadolescencia y
- Rendimiento adquieren
(!) Clara tendencia hacia personal preponderancia los
los miedos que se dan en - Sociales relacionados con el
las personas adultas
- Académicos rendimiento personal,
- Políticos autoidentidad y
- Económicos relaciones
interpersonales
(amigos, personas sexo
opuesto)
(!) Los miedos vinculados a cada fase del desarrollo pueden considerarse “miedos
evolutivos”, que pueden resultar normales (no suelen ser muy intensos), específicos de cada
etapa y por tanto transitorios.

Investigaciones recientes sugieren que los miedos relacionados con el DAÑO, PELIGRO
FÍSICO Y LA MUERTE se mantienen como temores preponderantes durante los períodos
de la niñez media, la infancia y la adolescencia.

b) Diferencias en el contenido de los miedos según el SEXO

Tanto en niños como en adolescentes, sistemáticamente el sexo femenino se asocia
a mayores niveles de miedos que el sexo masculino. Las chicas suelen obtener
puntuaciones más elevadas que los chicos en la mayoría, si no en todas, las
categorías de miedos.

Tienden a exhibir más miedo a: oscuridad, lugares extraños, sonidos,
Chicas objetos o personas extraños, ser secuestradas, robo o asesinato,
serpientes, suciedad y a los animales.
Chicos Manifiestan más miedo al: peligro, daño corporal, colegio, fracaso,
pesadillas y seres imaginarios.

Gullone y King (1993) constataron que los miedos que mejor discriminaban entre
chicos y chicas eran los relativos a: ratas, arañas, serpientes, ratones, casas de aspecto
misterioso, estar solo y tener malos sueños. (Estudio Sandín et al., 1998 con resultados
similares)

c) Estabilidad de los miedos durante la infancia y la adolescencia

Los miedos presentan un patrón descendente paralelo al incremento de la edad,
sobretodo a partir de la niñez media. Este patrón no suele ser general para todos
los tipos de miedos. El descenso de los niveles de miedo se mantiene hasta la
preadolescencia o adolescencia, momento a partir del cual los miedos parecen
estabilizarse.
Algunos miedos no sólo no disminuyen sino que tienden a aumentar:
o miedos tipo médico
o estrés psíquico (hablar en clase, perder amigos, fracaso, críticas)
o peligro y muerte








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Capítulo 3 - 4
ESTRUCTURA JERÁRQUICA DE LOS MIEDOS

Barlow et al., establecieron empíricamente que los trastornos de ansiedad están
organizados según una estructura jerárquica (factor general de orden superior y varios
factores de orden inferior).
En el primer nivel factorial, se encuentra el Factor de orden superior y figuran constructos
como: AFECTO NEGATIVO, NEUROTICISMO, INHIBICIÓN CONDUCTUAL O
SENSIBILIDAD A LA ANSIEDAD. A través de él pueden diferenciarse los individuos
ansiosos de los normales.
Estos factores están implicados en la adquisición y mantenimiento de la mayoría de los
miedos y fobias. Constituyen la predisposición general al miedo, y pueden asociarse
casualmente a otros problemas psicopatológicos (otros tr. ansiedad y depresivos).

En el segundo nivel factorial, figurarían los factores intermedios: se relacionan
causalmente con un tipo particular de estímulo evocador de miedo.
Figurarían 4 factores intermedios: miedos sociales, miedos situacionales y
agorafóbicos, miedos a los animales y miedos tipo sangre-inyecciones-daño.
Los factores intermedios contribuyen a explicar algunos miedos y representan las
principales dimensiones de los miedos, y se mantienen estables con independencia del
tipo de sujetos (clínicos o normales), el sexo y la nacionalidad (Arrindell et al., 1991).










Existen correspondencias claras entre la categorización establecida por el DSM-IV y las
dimensiones referidas por Arrindell.

Los estudios sobre la estructura de los miedos infantojuveniles se debe sobre todo a las
investigaciones iniciadas por el grupo de Ollendick a partir de la aplicación del Fear
Survey Schedule for Children-Revised (FSSC-R), que es el autoinforme más utilizado para la
evaluación de los miedos en niños y adolescentes.
Existe evidencia empírica importante y consistente que apoya la hipótesis que los miedos
infantojuveniles parecen organizarse sobre 5 categorías fundamentales:

1) Miedos de tipo social (miedos al fracaso y la crítica)
2) Miedos a los peligros físicos y a la muerte
3) Miedos a los fenómenos desconocidos
4) Miedos a los animales pequeños y los daños menores
5) Miedos tipo médicos

Estas dimensiones parecen estables con independencia de los grupos de edad, el sexo y la
cultura.
Los miedos de tipo social suelen emergen en la mayoría de estudios con el FSSC-R como
constitutivos de la dimensión más relevante y consistente. En otros estudios el factor
emergente más relevante es el relativo a los miedos a peligros mayores y a la muerte.
Puesto que la alternancia se ha observado asociada al uso del FSSC-R o del FSSC-II, tal vez
los diferentes resultados podrían depender del instrumento de evaluación empleado
más que a características propias de los miedos.
Aunque como puede verse, la estructura de los miedos entre adultos y entre niños no
coincide exactamente, se evidencia una correspondencia conceptual importante entre las
4 dimensiones de los adultos y las 5 de los niños.
La diferencia en nº de factores podría venir explicada por la naturaleza evolutiva de los
miedos.

Estos estudios factoriales apoyan la estructura categorial de las fobias que establece el
DSM-IV, suponiendo una base empírica sólida al enfoque clínico-categorial y taxonómico
de las fobias.


Capítulo 5
FRECUENCIA E INTENSIDAD DE LOS MIEDOS
EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

a) Población general

Las fobias constituyen los trastornos de ansiedad más prevalentes.
Tanto los miedos como las fobias son siempre más prevalentes en mujeres.
La prevalencia de las fobias en población general (adultos+niños) según Fredikson
(1996) es de 19,9%; según el estudio ECA (Epidemiological Catchment Area) del 15,1% y
según el NCS (National Comorbidity Survey) del 11,3%.
Con respecto a los miedos, las cifras de prevalencia son mucho mayores.
El ECA cifra los miedos relacionados con animales pequeños (insectos, ratones, serpientes,
murciélagos, ...) en 22,4%, del tipo ambiental-situacional 18,2% y de los sociales 6,5%.
En general, la prevalencia de cualquier miedo específico es del 50,2%, la de cualquier
miedo agorafóbico del 23,3% y la de cualquier miedo social del 11,7%.

b) Niños y adolescentes
Miedos muy comunes en población infantil (entre 40-45%) y más frecuentes que las
fobias: en niños, las fobias específicas afectan aproximadamente al 2,5% de los niños (y
todas las fobias juntas entre un 5-8%).

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Las tasas de prevalencia en población infantil general de los trastornos de ansiedad se
distribuyen de la siguiente manera:

1) Trastorno Ansiedad de Separación (3,5 – 13%), síntomas de ansiedad de
separación (50%)
2) Fobias Específicas (2 – 4%)
3) Fobia Social (1 – 1,4%)
4) Trastorno de Pánico (1%), historia de ataques de pánico (más del 40%)
5) Trastorno Ansiedad Generalizada (2 – 4%)

(!!!) Diferentes a Belloch (!!!)

Las fobias especificas son los trastornos de ansiedad que más frecuentemente ocurren
como diagnósticos secundarios asociados a otros trastornos de ansiedad.
La existencia de un nº elevado de miedos puede denotar predisposición hacia los
trastornos de ansiedad.
En general, la prevalencia de los miedos tiende a disminuir con la edad. Sin embargo,
algunos estudios señalan un patrón diferente para miedos médicos y miedos tipo social: no
parece que disminuyan con la edad (resultados preliminares).

La intensidad de los miedos desciende, sobre todo en las chicas, de forma más notoria al
final de la niñez y durante la preadolescencia y la adolescencia temprana.

La curva decreciente del miedo alcanza su máximo a los 11 años de edad
aproximadamente (a partir de aquí los cambios son menores).
Los miedos más comunes (más prevalentes) entre la población de niños y adolescentes, en
todas las edades, poblaciones y sexos estudiados son los temores relacionados con la
dimensión de peligro y muerte.


















Capítulo 6
ADQUISICIÓN DE LOS MIEDOS Y LAS FOBIAS

Amplio apoyo empírico a la hipótesis general que los miedos y/o fobias se adquieren a
través de procesos de aprendizaje.

El 1r modelo de condicionamiento sobre la ansiedad fue un modelo de condicionamiento
pavloviano formulado por Watson y Rayner (1920): “cualquier situación o estímulo,
inicialmente neutro, adquiere la propiedad de evocar respuestas de miedo asociándolo con
estímulos nocivos traumáticos”. Aportación del enfoque conductual al estudio de la génesis
de miedos/fobias. El modelo sufrió importantes críticas (no siempre hay traumas, cuando
los hay no siempre respuesta condicionada de miedo, los miedos son selectivos, no explica
la no-extinción…).

El modelo bifactorial mediacional de Mowrer (1939, 1960) quiso dar solución al
problema de la no-extinción de las respuestas condicionadas de miedo en ausencia de
reforzamiento: “el miedo fóbico se mantiene por el reforzamiento negativo de las conductas
de evitación”. Incorpora componentes del condicionamiento clásico y del operante.
Solomon y Wayne propusieron una modificación de la teoría de Mowrer y añadieron 2
principios:
1- Principio de la conservación de la ansiedad (latencias cortas de las respuestas de
evitación previenen que se produzcan reacciones autónomas de miedo, por lo cual
se conservan estas reacciones).
2- Principio de la irreversibilidad parcial (son difíciles de extinguir).

Perspectiva de “la teoría del condicionamiento del miedo”. Rachman cita 6 fuentes de
evidencia que apoyan esta perspectiva:
1. Investigación sobre la inducción de miedo en animales experimentales (es fácil
condicionar a animales de laboratorio)
2. Desarrollo de miedos en combatientes (miedo intenso a partir de estímulos
traumáticos)
3. Experimentos sobre inducción de miedo en humanos
4. Observaciones clínicas (pacientes que argumentan sus miedos a partir de
experiencias de condicionamiento)
5. Efectos 2º asociados a terapia aversiva (náusea-vómito asociada a quimioterapia)
6. Algunos experimentos sobre los efectos de la estimulación traumática en seres
humanos (inyecciones de curare).

Eysenck propone teoría de la incubación: las respuestas de miedo pueden ser
reforzadas por la mera presentación del estímulo condicionado. La incubación se produce
cuando: la respuesta de miedo es suficientemente intensa y las exposiciones al estímulo
condicionado son breves.

Perspectiva del neocondicionamiento: aporta contribuciones cognitivas al modelo del
condicionamiento de los miedos. Las respuestas condicionadas de miedo pueden
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adquirirse sin necesidad de la creencia tradicional de contigüidad entre el EC y el EI.
Condicionamiento en términos de relaciones de información. 3 tipos de fenómenos que
demuestran que el condicionamiento no se rige por la mera contigüidad: (1) efecto de
bloqueo, (2) las consecuencias del control al azar y (3) la inhibición latente.

Las dos orientaciones actuales sobre la adquisición de los miedos basadas en el
neocondicionamiento son:
- Modelo de la expectativa de Reiss: lo que se aprenden son expectativas de
ocurrencia o no-ocurrencia del EI. Expectativas de peligro, de ansiedad y de
evaluación social.
- Modelo de la reevaluación del estímulo incondicionado de Davey. Inflación del
EI. Este modelo podría explicar la adquisición de miedos y fobias sin necesidad de
recurrir a un EI.

Se cita en varias ocasiones que en las fobias juega un papel relevante la memoria
implícita (más que la explícita). Esta memoria no accesible a la introspección consciente
tendría un correlato neuroanatómico en la amígdala (Le Doux, 1996), así como la
explícita lo tiene en el hipocampo.

• FACTORES DE VULNERABILIDAD

Factores de vulnerabilidad o predisposición personal que median los procesos
de aprendizaje. Explicarían por qué algunos niños son más miedosos que otros en
la misma etapa evolutivo o porqué en ellos no desaparece la respuesta normal de
miedo cuando cabría esperar.

- Herencia: los estudios genéticos muestran que la transmisión hereditaria
contribuye sólo modestamente a la formación de miedos y fobias. Taylor ha
subrayado que parece existir un factor genético general que actúa como factor
de vulnerabilidad para un amplio rango de miedos fóbicos y que podría
constituir el sustrato biológico de la “afectividad negativa” o “neuroticismo”
à su correlato más obvio a nivel conductual durante infancia y adolescencia
es la inhibición conductual.

- La inhibición conductual: rasgo temperamental universal (en diferentes
culturas y especies) que consiste en reaccionar con elevada activación
fisiológica y retraimiento ante situaciones que no le son familiares. Se ha
propuesto como un factor de vulnerabilidad hacia los trastornos de ansiedad
en general. Está incluida en otras dimensiones temperamentales más amplias
como: rasgo de ansiedad, la introversión, el neuroticismo, la afectividad
negativa… Encontrándose parámetros biológicos para la misma como: elevado
nivel de cortisol matutino o asimetría en el lóbulo frontal.

- Rasgo de ansiedad: niños que puntúan alto en esta variable (evaluadas con el
RCMAS- Revised Children's Manifest Anxiety Scale de Reynolds y Richmond,
1978), presentan un mayor nivel de miedos. Igual que la inhibición
conductual, el rasgo de ansiedad parece predecir mejor la existencia de
miedos al fracaso y a la crítica que otro tipo.

- Sensibilidad a la ansiedad: tendencia a experimentar miedo ante los
síntomas de ansiedad (sobre todo fisiológicos) y constituye el rasgo a
interpretar “catastróficamente” esas sensaciones. Postulada por Reiss y
McNally. Parece relacionarse específicamente con el trastorno de pánico
(nota: también con drogodependencias y TEPT). Predice el nivel de miedos en
niños y adolescentes mejor que el rasgo de ansiedad (el CASI es mejor que el
STAIC).

- Sensibilidad al asco (Matchett y Davey): predisposición a sentir
repugnancia a objetos o situaciones potencialmente repelentes. Se relaciona
con el miedo y fobia a animales pequeños y con fobias asociadas a la sangre y
ambiente hospitalario.

Modelo jerárquico-dimensional
de las variables de sensibilidad y tipos de fobias



















Modelo de las TRES VÍAS de adquisición del miedo – Rachman (1977,1978)

El modelo establece 3 vías de adquisición del miedo:

1) Condicionamiento: experiencias directas más o menos traumáticas.
2) Aprendizaje observacional: experiencia vicaria o aprendizaje por modelado
3) Transmisión de información sobre la relación entre Estímulo-Respuesta:
informaciones por parte de amigos, medios de comunicación, padres…
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Las dos últimas son vías de condicionamiento indirecto y de adquisición gradual.
Las 3 vías se encuentran frecuentemente solapadas o implicadas en la mayoría de miedos.
Los miedos preparados filogenéticamente se adquieren sobretodo por la vía directa
(condicionamiento). Los miedos a estímulos heterogéneos (muchos de ellos no
preparados) se relacionan con procesos de transmisión de información o
instruccionales. Los “miedos de cada día” son adquiridos por procesos indirectos.

En el aprendizaje vicario del miedo (2): influyen variables como el nivel de activación,
la atención al modelo, la identificación con el mismo o las consecuencias de tal
comportamiento. Niños con miedos y fobias tienen a menudo padres con miedos similares.
Entre los miedos que más se adquieren por esta vía se encuentran: fobias a los animales, a
los tratamientos médicos o dentales y a las situaciones sociales. Marks alude al concepto
“referente social” para explicarlo: los niños buscan activamente información emocional de
sus cuidadores para enfrentarse a situaciones desconocidas.

La transmisión de la información (3): puede generar miedos ya que puede informarnos
de una amenaza potencial o puede ser malinterpretada como amenazante por alguna
persona susceptible. Así, parece que en trastornos como el de pánico, la información
transmitida (que no tiene porque ser amenazante) se interpreta como amenazante. La
transmisión de información sobre la fobia dental es más potente o eficaz que el modelado.

Öst descubrió que las diferentes vías tenían diferentes edades de comienzo: las fobias
adquiridas por modelado o información tienen un origen anterior que las que se adquieren
por condicionamiento. Dado el menor grado de experiencia de los niños, la transmisión de
la información es una parte inherente y necesaria de su entorno. Lo más probable es que
los procesos indirectos constituyan las bases de la mayoría de nuestros miedos cotidianos,
los cuales tienden a ser menos intensos que los adquiridos por otras vías.

Miller: la conducta de evitación observada en las fobias es reforzada positivamente de
manera sistemática (recompensas sociales de personas significativas de su entorno: atención
cariñosa o punitiva). Esto puede mantener/intensificar las fobias infantiles y hacer que
éstas sean especialmente resistentes a la extinción.

Rachman considera que la manera en que se han adquirido los miedos/fobias puede
afectar diferencialmente a la manera que éstas se manifiestan: relación entre vía de
adquisición y modalidad de respuesta de la ansiedad. Condicionamiento: predominio de
componentes fisiológicos y conductuales. Vías indirectas: componentes
subjetivo/cognitivos principalmente.

Wolpe (1981) sugirió que las fobias adquiridas por condicionamiento directo deberían
ser tratadas mediante contracondicionamiento, mientras que las fobias adquiridas
indirectamente, deberían ser abordadas mediante técnicas cognitivas, por predominar
en ellas aspectos subjetivos (expectativa de daño, evaluación cognitiva,...)

Emelkamp (1982) y otros investigadores concluyen que los procesos de modelado y
transmisión de información son factores poco significativos en el desarrollo de las fobias
(parece que únicamente tienen significación en el desarrollo de los miedos cotidianos y no
en los miedos clínicos o fobias), y sugieren que el condicionamiento directo es más
importante en la adquisición de fobias.
Aún así, el aprendizaje observacional y la transmisión de información respecto a las
situaciones fóbicas provoca un mayor impacto en los niños y adolescentes, que el que
puede provocar en edades adultas.
En los adultos, la mayoría de los estudios sugiere que el condicionamiento directo
es la vía principal de adquisición.
La agorafobia y la claustrofobia son los que mayor relación tienen con experiencias
traumáticas pasadas. Los pacientes refieren experiencias de condicionamiento en los
siguientes: Agorafobia y claustrofobia (81%); Fobias sociales (58%); Fobias de tipo
sangre-inyecciones-daño (56%); Fobias a los animales (39%)
[el resto de tanto por ciento se explica por experiencias vicarias, información, o no recuerda el origen
de la fobia]. Siendo siempre el porcentaje de sujetos que adquieren su fobia por
condicionamiento, superior a los que lo adquieren por otras vías (!!)

CRÍTICA AL MODELO DE LAS 3 VÍAS:

Algunos autores han enfatizado que ciertos miedos evolutivos tales como el miedo al agua,
a las alturas, a los extraños o a la separación, con frecuencia NO tienen un origen en
ninguna de las tres vías postuladas por Rachman, generándose sin que se haya producido
ningún tipo de experiencia de aprendizaje asociativo.
Este punto de vista ha sido recientemente defendido por Poulton y Menzies (2002) y se
conoce como HIPÓTESIS NO ASOCIATIVA.
Este tipo de miedos tiene una finalidad adaptativa, transitoria y específica para cada
edad, por lo que, normalmente, deberían desaparecer por un proceso de habituación.

El problema vendría cuando por factores constitucionales, o ambientales, o por la no-
exposición (ej: niño al que nunca han llevado al mar) en situaciones de seguridad, se ha
dado una "pobre habituación" o incluso una deshabituación (debida por ejemplo a la
experiencia de algún proceso de estrés producido por estresores internos o externos)
(!)[tened en cuenta que no mencionan una deshabituación por una mala experiencia con ese estímulo
concreto, puesto que si así fuera darían la razón a Rachman...].

La perspectiva no asociativa, si bien constituye una nueva manera de enfocar el origen de
los miedos y las fobias, como mucho es una extensión y no una alternativa a la teoría del
triple sistema de adquisición (en cuyo caso, podría hablarse de un cuádruple sistema de
adquisición del miedo).

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