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LA COMUNICACIÓN, ACTUACIÓN EFICAZ

El ser humano es un ser social por naturaleza, esto hace que la forma de relacionarnos
con los demás Se a de especial importancia en todas las etapas de la vida. Interactuar
con otros nos muestra, cotidianamente, que somos seres únicos y diferentes. En este
contexto de diferencias, donde nos relacionamos con personas que tienen costumbres
distintas a las nuestras, así como diversas formas de pensar, actuar y valorar, la
comunicación implica conducirse en un estilo de actuación eficaz, acorde con las
circunstancias. Situaciones cotidianas, como conversar con un amigo, participar en una
reunión, pedir un favor o dar una opinión, pueden generar dificultades y conflictos si no
se hacen adecuadamente.
2. ESTILOS DE COMUNICACIÓN
Existen diferentes maneras de establecer relaciones con los demás, que van a depender
de los estilos de comunicación que cada persona tenga: agresivo, pasivo o asertivo.
Estos estilos se desarrollan, a lo largo de los años, de acuerdo a características
personales, pero también en función de la manera en que hemos aprendido a reaccionar
o expresarnos. Cada uno de estos estilos puede ser percibido no solo por lo que la
persona dice, sino también por cómo lo dice, es decir, a través de los gestos, el tono de
la voz, la postura y los demás componentes del lenguaje no verbal.
Antes de ver cada uno de los estilos de comunicación, realiza la siguiente actividad:

A continuación, te presentamos tres formas distintas de interactuar y comunicarte con


los demás. Léelas, recordando el caso de la farmacia presentado en la actividad anterior.
2.1 Estilo agresivo
La primera alternativa de comportamiento muestra un estilo de comunicación agresivo.
Algunos autores consideran que tiene como base la ira. En el ejemplo de la farmacia,
supone la defensa de un derecho pero con una inadecuada expresión de los
pensamientos y sentimientos, ya que no respeta los derechos de las otras personas.

La palabra "agresividad" proviene del latín y es sinónimo de "provocación" y "ataque".


Comúnmente se utiliza para referirse al tipo de comportamiento que implica falta de
respeto, ofensa o provocación.
2.2 Estilo pasivo
La agresividad se puede expresar de manera verbal cuando incluye frases ofensivas,
amenazas, insultos o humillaciones, pero también se puede dar a través de gestos
hostiles o agresión física. La respuesta agresiva siempre complicará la comunicación.
El segundo comportamiento muestra pasividad en la interacción.
La persona permite que se pase por alto un derecho y queda, además, molesta con la
situación, sin que haya sido capaz de reclamar lo que le corresponde ni de expresar al
otro su fastidio.
La respuesta pasiva es aquella en la que no se expresa abiertamente sentimientos,
pensamientos y opiniones, o que se realiza con timidez, asumiendo actitudes de disculpa
y falta de confianza. Este tipo de respuesta suele acumular sentimientos de derrota y
frustración, por lo que tampoco es una forma de relación que facilite la interacción con
las demás personas.
2.3 Estilo asertivo
Finalmente, el tercer comportamiento es asertivo y da muestras de que la persona tiene
una buena autoestima, se hace respetar y cree en sus derechos.
La asertividad es el conjunto de comportamientos y actitudes que permiten a una
persona expresar deseos, sentimientos, opiniones y derechos en el momento adecuado,
de manera clara y honesta, respetando a la vez los deseos, sentimientos, opiniones y
derechos de las otras personas. Implica, pues, respeto por uno mismo y, al mismo
tiempo, respeto por los demás.

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