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Cocaína.

Es un estimulante altamente adictivo del SNC, que se extrae de las hojas de la planta de
coca, Erythroxylon coca.

La cocaína bloquea la absorción de dopamina, por lo que este neurotransmisor permanece por
más tiempo en las sinapsis y actúa como estimulante. Afecta el sistema límbico, especialmente las
neuronas de nucleus accumbens, un centro mayor de placer. Los efectos de corto plazo son
euforia, sentido aumentado de alerta, pupilas dilatadas, apetito reducido, e incluso muerte por
sobredosis; y los de largo plazo, adicción, depresión, irritabilidad, inquietud, pérdida de peso,
cambios de humor, comportamiento agresivo, alucinaciones auditivas y paranoia. La cocaína
usada junto con el alcohol es la forma más común de combinación fatal de dos drogas.

Anfetaminas. Son drogas sintéticas que estimulan poderosamente el SNC por su capacidad de
liberar el neurotransmisor noradrenalina de terminales de axones. Mantienen el cerebro en alerta,
aumentan la capacidad de concentración, causan euforia, insomnio, paranoia, alucinaciones y
agresividad. Una sobredosis puede causar hemorragia cerebral, coma y muerte.

Cafeína. Es una droga estimulante del SNC, moderadamente adictiva, que se encuentra en café, té,
chocolate y bebidas de cola. Se une a receptores de adenosina sin activarlos, lo que resulta en
actividad aumentada de dopamina. Reduce sensación de fatiga y estimula el buen humor. Puede
causar irritabilidad, ansiedad y convulsiones.

Heroína. Es un narcótico altamente adictivo, mucho más potente que la morfina. La estructura de
la heroína es semejante a la de endorfinas, neurotransmisores que naturalmente producen en el
cerebro la sensación de bienestar. Alivia el dolor, causa sensación de brillantez mental, seguida de
relajación y alegría; en sobredosis, respiración deprimida, coma y muerte.

El consumo de tabaco.

Las consecuencias nocivas sobre el organismo, producidas por el consumo de productos derivados
del tabaco son importantes sobre muchos tejidos, órganos y sistemas, produciendo importantes
patologías y pérdidas se salud. Así, se calcula que los productos del tabaco son los principales
responsables cada año de centenares de miles de muertes y de enfermedad crónica en millones
de personas. Los muertos por culpa del hábito tabáquico son muy superiores a las muertes
sucedidas por enfermedades como el SIDA o la Tuberculosis, por el consumo de cualquier otra
droga, por accidentes de circulación, suicidios y asesinatos. Así, las consecuencias principales del
tabaquismo son el desarrollo de: Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica: con sus
manifestaciones más importantes, la bronquitis crónica y el enfisema, las enfermedades
pulmonares son de aparición casi constante en los pacientes fumadores. Enfermedades
cardiovasculares: la arteriosclerosis es más intensa en pacientes fumadores, así sus
manifestaciones como infarto de miocardio, enfermedad arterial periférica o accidentes vásculo-
cerebrales son mucho más frecuentes en pacientes fumadores.

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