Está en la página 1de 13

Luminotécnia

Lámparas
© Paco Rosso, 2010.
info@pacorosso.com
Original: (22/11/10), versión: 4/10/15

Características generales de funcionamiento de una lámpara


El funcionamiento de una lámpara pasa por una serie de fases y tiene un conjunto de características que
hay que conocer para mejor utilizarlas y prever sus efectos secundarios. Para comenzar una lámpara es un
transductor. Un transductor es un dispositivo que convierte la energía de un medio a otro diferente del
primero Son transductores los altavoces, que convierten energía eléctrica en mecánica, las células
fotoeléctricas,, que convierten la luz en electricidad, las lamparas convierten la electricidad en luz. Por el
principio de conservación de la energía toda la que entra a un sistema debe salir de él. Pero eso no
significa que toda ella salga como nosotros queremos. La electricidad con que alimentamos a la lámpara
se convierte en luz, luz no visible y calor, principalmente. Además otra buena parte de ella se puede
convertir en otras formas de energía, como mecánica o electromagnética con frecuencias dentro del
espectro de radio (lo que provoca interferencias en los receptores). Un efecto secundario es el nombre
que damos a todas las maneras en que el sistema que tenemos entre manos se comporta fuera de
nuestros propósitos. Todas las maneras en que la energía que entra en la lámpara y sale sin ser luz son,
por tanto, efectos secundarios. O más bien causas secundarias, porque los efectos vienen a continuación.
Pero no son secundarios solo las maneras en que perdemos la energía para nuestra luz, sino también
cómo lo hacen. Por ejemplo, una parte de la energía que no llega a ser luz se hace calor. A no ser que
estemos interesados en fabricar un calentador para pasar los rigores del invierno este calor es energía
perdida, efecto secundario que no buscamos y que preferiríamos evitar. Nuestros modelos, debajo de
nuestros focos, también preferirían evitarlos. Vamos a resumir las características que tenemos que tener
en cuenta en el foco que nos permitirán seleccionar el adecuado para nuestro trabajo. Aquí
mencionaremos solo los efectos a modo de presentación, cuando entremos a explicar cada uno de los
tipos de lámparas especificaremos cómo se realiza en ellas el efecto en cuestión.

Las características de funcionamiento de una lámpara que debemos tener en cuenta son las siguientes:

1. Características mecánicas
1. Presión
2. Casquillo
3. Posición de trabajo
2. Características eléctricas
1. Tensión de servicio
2. Intensidad de servicio
3. Tensión de arranque
4. Intensidad de arranque
5. Reactancia
3. Características fotométricas y colorimétricas
1. Rendimiento luminoso
2. Espectro de emisión
3. Coeficiente de reproducción cromática
4. Temperatura de color y color correlacionado
4. Características de funcionamiento
1. Tiempo de arranque
2. Inercia luminosa
3. Ciclo de apagado/encendido

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -1/13


Características mecánicas
Presión Una lámpara normalmente consiste en un elemento generador de luz que está encerrado en una
envoltura de vidrio, la ampolla. Esta envoltura está al vacío o bien contiene algún tipo de gas. El vidrio,
si tiene una primera fama merecida es la de ser transparente y si tiene una segunda es la de ser frágil. Las
paredes de la ampolla tienen una presión por la parte de fuera debido a la atmósfera y otra por la parte
interior debido al gas.
Las lámparas son de tres tipos, según su presión, al vacío, de baja presión y de alta.

Casquillos Una lámpara es un dispositivo eléctrico. Para que la corriente pase por ella debe haber un
contacto metálico por el que los electrones puedan entrar y otro por el que puedan salir. Siempre dos
contactos eléctricos para un circuito. Los contactos se llaman bornes. Los bornes se alojan en una parte
de la lámpara con la que se monta en la luminaria (la luminaria es el nombre técnico del aparato que
aloja a la lámpara, lo que llamamos el foco). Esta pieza de la lámpara que contiene los bornes y con la
que se monta en el foco se llama casquillo. También se llama casquillo a la pieza que aloja los contactos
en la luminaria. Los casquillos están estandarizados y es uno de los puntos más importantes a tener en
cuenta a la hora de adquirir una lámpara: siempre hemos de emplear lámparas que tengan el mismo tipo
de casquillo que la luminaria. Nunca deben adaptarse ni manipularse los casquillos, cuando son
diferentes, para que coincidan. Tampoco hemos de toma como norma que un casquilllo en la luminaria
pueda aceptar cualquier lámparas con el mismo casquillo. Por ejemplo, las lámparas de enfoque de los
flashes Multiblitz emplean lámparas de 250 voltios con el casquillo G9. XXXX Sin embargo también hay
lámparas de 24v con el mismo casquillo. Cuando se funde una bombilla de enfoque no hay que
quedarse con la primera que encontremos con el mismo casquillo, porque cuando es de baja tensión (las
de 24voltios) lo único que conseguiremos es fundir los fusibles del flash al darle 250 voltios a una
lámpara que solo admite 24. Y esto es mucho más frecuente de lo que uno se piensa.
Respecto a sus casquillos las lámparas son de dos tipos: de un casquillo o de dos. Las primera tienen una
única base en la que se alojan los dos contactos eléctricos. Estas lámparas tienen la base en un extremo.
Las de dos casquillos tienen uno en cada extremos, que a su vez aloja solo a uno de los contactos.

Posición de funcionamiento No todas las lámparas pueden colocarse en cualquier posición.


Especialmente las de mucha potencia, debido a su tamaño, tienen unos ángulos máximos de uso. Hay
lámparas que deben colocarse horizontales y como mucho admiten un ángulo de inclinación que está
especificado en la hoja de características que facilita el fabricante. Nunca debe inclinarse más de lo
debido una lámpara que tenga este tipo de restricciones.

Características eléctricas
El momento más peligroso de todo circuito eléctrico es el de arranque. Si algo puede ir mal es bastante
habitual que vaya mal en el momento de encender. Los circuitos, en el preciso instante que se conectan,
suelen estar en cortocircuito internamente, lo que hace que la intensidad de la corriente en ese momento
pueda hacerse muy grande y por tanto, peligrosa, además, muchas lámparas necesitan una tensión
eléctrica muy alta para arrancar que, una vez encendida, puede bajar. Los puntos a tener en cuenta, en lo
referente a la electricidad son:

Tensión de servicio y de arranque Cuando la lámpara está encendida necesita una tensión eléctrica
entre sus bornes. Ésta tensión es estable mientras el foco esté en funcionamiento. La tensión de la red
eléctrica suele ser de 220 o 360 voltios pero no deberíamos confiar en que las lámparas trabajan con
estos valores. Cada tipo de lampara en realidad impone una tensión de trabajo. Curiosamente, las
tensiones estandarizadas, la antigua de 125 voltios hoy obsoleta, se fijaron a este valor porque era el que
imponían las lamparas de carbón con las que Edison comenzó el negocio de iluminación eléctrica. Las
primitivas lámparas de carbón requerían 60 voltios para funcionar y la instalación se hacía colocando
dos lamparas en serie, lo que imponía una tensión de línea de 125 voltios (teniendo en cuenta un
margen para las pérdidas de los cables). Así no es de extrañar que mientras que las lámparas
incandescentes (tungsteno) pueden funcionar con cualquier tensión, las de descarga requieren una
tensión de servicio variada que depende del tipo de lámpara concreto de que se trate. Por ejemplo, las

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -2/13


HMI tan usadas en cine requieren por lo general 90 voltios. La diferencia entre esos 90 y los 220 de la
red se gestionan mediante un aparato de arranque al que se debe conectar forzosamente este tipo de
lámparas.

Intensidad de servicio y de arranque La intensidad de servicio es la corriente eléctrica estabilizada


durante el funcionamiento de la lámpara. La tensión y la intensidad en un componente eléctrico están
relacionadas mediante la ley de ohm con la resistencia. Sin embargo, si medimos la resistencia de una
lámpara sin conectar y calculamos la corriente y la tensión de trabajo tendremos resultados falsos, que
nos se ajustan a la realidad. Sucede que cuando la lámpara está funcionando su resistencia es diferente de
cuando está desconectada. Solemos decir que las lámparas no cumplen la ley de ohm.
Durante el arranque de la lámpara la intensidad puede ser muy diferente de la que la recorre cuando está
encendida. Los picos de corriente que se producen son la principal fuente de problemas para el resto del
circuito.

Reactancia La reactancia es un comportamiento que presentan los equipos y componentes eléctricos a


la corriente alterna. Se manifiesta de dos maneras: con un retraso de la componente compleja de la
corriente que supone un gasto de energía (que nos cargará la compañía eléctrica) y una serie de efectos
de respuesta eléctrica muy particulares.
El desfase entre tensión y corriente se manifiesta en un número que oficialmente se llama coseno de phi
y que debería ser lo más próximo a 1 posible.
Todo componente o equipo que presenta reactancia tiene una respuesta eléctrica a los cambios de
corriente. Cuanto más rápido es el cambio, mayor es la respuesta. Las bobinas presentan reactancias altas
que caracterizan su funcionamiento. Este funcionamiento se denomina comportamiento reactivo (que es
un sinónimo de reactancia) y se caracteriza por un intento de detener el cambio de la corriente mediante
la creación de una corriente eléctrica compensatoria en sentido contrario. Es decir, si los electrones
cambian bruscamente de sentido al moverse la bobina, el componente reactivo, trata de evitarlo
moviendo los electrones en el sentido contrario. El resultado depende de la velocidad del cambio ( por
tanto de la frecuencia) y con cambios muy rápidos la corriente inducida puede ser tan grande que supere
a la inicial. Por ejemplo, los tubos de rayos catódicos de los televisores generan tensiones eléctricas de
18.000 voltios a partir de solo 24 voltios de cambio a alta frecuencia (típicamente de 15.625 hercios). Así
es como se logra también la tensión eléctrica de 3000 voltios para encender un flash a partir de los 6
voltios que cuatro pilas de 1,5.
El comportamiento reactivo es especialmente intenso en las lámparas de descarga. Esto significa que
cuando la intensidad eléctrica cambia la propia lámpara inyecta una corriente en sentido contrario de
alto valor que trata de compensarla. Esta es la razón por la que no podemos regular una lámpara
fluorescente mediante un dimer resistivo. De hacerlo dañamos el equipo eléctrico con los picos de
corriente reactiva.

Características fotométricas y colorimétricas


Rendimiento luminoso Es la cantidad de energía luminosa que emite la lámpara a por cada vatio de
alimentación. En este rendimiento solo tenemos en cuenta la luz visible y no la infrarroja ni ultravioleta.
La definimos como el flujo emitido por unidad de potencia. Valores típicos para fotografía son los 25
lúmenes que emite por cada vatio la luz de tungsteno o los 92 de los HMI.

Espectro de emisión
El espectro emitido por una lampara es característico de su funcionamiento y del material generador de
la luz. Esta es una característica física que permite determinar los componentes de un compuesto
sometiéndolo a una radiación electromagnética y midiendo el espectro emitido o el absorbido.
Nos interesa dividir las lámparas en dos tipos: las de espectro completo y las de espectro incompleto. Las
lámparas de espectro completo emiten todos los colores, emiten fotones de todas las longitudes de onda.
Esta es una característica de los emisores térmicos, las lámparas que emiten luz cuando se calientan.
Las lámparas de descarga, que emiten cuando en su interior salta una chispa eléctrica, solo emiten
algunos colores, solo algunos fotones. El caso extremo son las lámparas de sodio que solo emiten un

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -3/13


cierto tono de amarillo. Cuanto mayor sea el espectro de una lámpara mejor reproduce los colores su
luz.

Temperatura de color y color correlacionado La temperatura de color es un indicador de la calidad


de la lámpara que solo vale para las lámparas térmicas. Es la temperatura, en kelvins, a la que debe
calentarse un tipo especial de lámpara teórica (llamada cuerpo negro) para que ofrezca el mismo espectro
que la lámpara considerada.

Coeficiente de reproducción cromática Es la capacidad para reproducir los colores. Se indica


mediante un número de 0 a 100. De 90 a 100 la reproducción de los colores es perfecta y la dominante
debida a la temperatura de color puede corregirse mediante filtros que además se pueden calcular
mediante los mireds. De 80 a 90 es buena y la temperatura de color puede corregirse mediante filtros
aunque no podemos calcularla mediante mireds. Las lámparas con menos de 80 ofrecen una
reproducción de los colores deficiente y al temperatura de color no tiene sentido por lo que no puede
corregirse de forma eficiente mediante filtros simples.

Características de funcionamiento
Tiempo de arranque Es el tiempo que tarda la lámpara en alcanzar el 70% de su emisión luminosa
desde el momento en que la conectamos a la alimentación eléctrica. Hay lámparas de encendido
inmediato y otras que pueden tardar 12 minutos en alcanzar su emisión de trabajo.

Inercia luminosa La inercia es velocidad con que la emisión luminosa sigue los cambios eléctricos. Las
lámparas con poca inercia parpadean con los ciclos de la red alterna mientras que las de mucha inercia
son inmunes a estos cambios.

Factor de supervivencia El factor de supervivencia es un porcentaje que indica la diferencia entre las
horas que estimamos que le queda de vida a una lámpara y la vida típica del modelo. Una lámpara nueva
tiene una supervivencia del 100% que se reduce con el maltrato a la que la sometamos.
Hay lámparas que no pueden encenderse tal como se apagan. No deben encenderse mientras aún están
calientes. No deberían someterse a cambios de tensión. No deberían sobrevoltarse. Todo esto afecta a su
supervivencia.

Ciclo de apagado/encendido Uno de los principales factores que afectan a la supervivencia es el


encendido en caliente. Hay lámparas que deben encenderse solo después de haber pasado un tiempo
desde que se apagaron. Por ejemplo las HMI normales no deben encenderse antes de haber pasado 15
minutos desde que las apagamos. Este tipo de acciones reducen la vida de la lámpara y por tanto su
factor de supervivencia.

Lectura de una hoja de catálogo

ILUSTRACIÓN hmiosram575.tif
La ilustración muestra un hoja del catálogo de lámparas HMI de Osram. Aunque todas las entradas son
interesantes hemos destacado cinco enmarcándolas en color. Además de los datos del fabricante y el
modelo el cuadro rojo y verde indican datos eléctricos, el amarillo, fotométricos. Los azul y rosa son los
datos de mantenimiento.
Primero, se trata de una lámpara HMI de dos contactos en línea. La conexión eléctrica debe realizarse en
los extremos de la lámpara, no en uno solo. Este tipo de base se llama SFc 10 (recuadro azul). La
longitud total es de 135mm.
Los datos eléctricos son los siguientes: la lámpara se alimenta con 95 voltios de corriente alterna. Dado
que las redes comerciales son de 125 o 220 significa que no podemos conectar la lámpara directamente a
la red sino que hemos de utilizar algún tipo de adaptador. Además vemos que para encender la lámpara
(«ignition voltage») hacen falta de 5000 a 20000 voltios (la entrada dice 5/20 pero son kv, es decir,
kilovoltios). La diferencia entre uno y otro es si la lámpara está fría o caliente. Como vemos si la lámpara

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -4/13


está fría hay que aplicarle cinco mil voltios para encenderla, pero si está caliente, es decir, si la lámpara se
apaga e inmediatamente queremos volver a encenderla, hay que aplicar veinte mil voltios. Esta tensión
debe proporcionarse mediante un aparato adecuado, el arrancador. Además, una vez encendida hay que
reducir la tensión de los 220 habituales en una instalación a los 95 voltios que pide la lámpara para
trabajar. Por tanto no solo hay que adquirir una lámpara sino además todo el equipo de apoyo necesario
para elevar la tensión en el arranque, reducirla durante su funcionamiento y, además, equilibrar el
parpadeo que tienen las lámparas HMI y que hacen que puedan subexponerse las imágenes tomadas
debido a una falta de sincronización con el obturador.
En el párrafo bajo, donde dice «manufacturers» se indican algunos fabricantes de estos equipos de apoyo.
Como vemos están diferenciados los arrancadores («ignitiors») los balastos («ballast», equilibradores para
evitar el parpadeo) y los alimentadores electrónicos («ECG», de los que la hoja nos dice que puede
emplear en sustitución de los balastos).
Otra línea interesante que vemos en el recuadro verde es el de la intensidad de servicio («Lamp current»)
que es de 7 amperios. Esto significa que a una base normal de tipo schucko solo podemos conectar dos
lámparas ya que éstas bases, tan habituales en locales comerciales, admiten un máximo de 15 amperios.
En caso de utilizar estas lámparas en localización hemos de emplear bases de enchufe de alta potencia o
un chucko por cada dos lámparas pero debemos evitar tomas múltiples conectadas a una misma base.
Por tanto no podemos usar alargadoras con varios zócalos bajo riesgo de causar un problema eléctrico
serio a la instalación.

El recuadro amarillo nos da algunos datos fotométricos. Nos dice que la lámpara emite 49.000
lúmenes y que teniendo en cuenta la potencia eléctrica consumida (575 vatios) resulta un rendimiento de
85 lúmenes por cada vatio eléctrico aplicado.
Teniendo en cuenta que el rendimiento típico de una lámpara halógena es de 20 lúmenes por vatio ésta
HMI de 575 da tanta algo más de luz que la de cuatro lámparas de igual potencia de tungsteno
halógeno. O lo que es lo mismo: ésta lámpara de 575 vatios proporciona la misma luz que una lámpara
halógena de 2500 vatios pero con un consumo eléctrico y una instalación bastante menor.
Mientras que para una lámpara de este tipo nos vale un cable de 1,5mm de sección para obtener la
misma luz con lámparas halógenas necesitaríamos cable de 2,5mm. Cables más gruesos, más caros,
mayor peso para transportarlo.

La temperatura de color de la lámpara es de 6000 kelvins, por lo que podemos emplearla junto con la
luz del día sin necesidad de filtros. Si habría que filtrarla en caso de utilizarla en conjunto con lámparas
de tungsteno-halógenas o fluorescentes.

El recuadro rosa de abajo nos dice la posición de uso. No todas las lámparas pueden utilizarse en
cualquier posición aunque esta en concreto si (dice «any»). Otras deben colocarse horizontalmente,
verticalmente o bien con un ángulo máximo de inclinación que suele ser de 15º. Una lámpara horizontal
no debe colocarse verticalmente nunca.

1.1Tipos de lámparas
Tipos de lámparas
1. Flash de xenón Son lámparas de descarga que permiten generar mucha luz en muy poco
tiempo. Si estas lámparas estuvieran encendidas durante unos minutos se quemarían. Son
las lámparas usadas en los flashes.
2. Tungsteno Estas lámparas son las normalmente utilizadas en iluminación doméstica.
Están formadas por una ampolla de cristal en cuyo interior se hace el vacío y que
contiene un filamento de tungsteno. Al circular la corriente eléctrica el filamento se
calienta y luce pero no se consume al no haber aire que lo permita. Su rapidez de
encendido las han hecho dominar el mercado de la luz durante decenios. No obstante

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -5/13


son las que menos rendimiento presentan. Pierden sus propiedades luminosas con el uso.
Estas luces producen blancos anaranjados.
3. Tungsteno halógeno Son lámparas de tungsteno mejoradas que no pierden sus
propiedades luminosas. Son los populares «cuarzos».
4. Fluorescente La fluorescencia consiste en la emisión de luz visible cuando el material
-fluorescente- es excitado con luz ultravioleta. Estas lámparas consisten en un tubo de
cristal recubierto de este tipo de material en cuyo interior generamos, mediante una
descarga eléctrica, radiación ultravioleta.
Los tubos fluorescentes presentan un grave problema de color, ya que emiten muy poco
rojo. Sin embargo, dadas sus ventajas económicas (dan más cantidad de luz por bastante
menos dinero que las de tungsteno) se han desarrollado modelos con un rendimiento
cromático mejorado que permite usarlos en fotografía.
Los fluorescentes producen blancos de diversos tonos de verde o violeta, dependiendo
del modelo.
5. Halogenuros Son lámparas de descarga que presentan un rendimiento muy alto,
ofreciendo mucha luz por poca potencia eléctrica. De los diversos tipos de lámparas de
halogenuros los llamado HMI tienen cualidades que permiten utilizarlas en fotografía.
Las HMI dan una luz de calidad de color semejante a la del sol, por lo que podemos
emplearlas para mezclarlas con la luz día.
Hay muchas variedades de lámparas de halogenuro que no están pensadas para
iluminación de escena pero que podrían emplearse. En el capítulo dedicado a las HMI
hablaremos sobre estas lámparas.
6. XBO, Xenón Producen una luz muy intensa. Son lámparas de xenón de arco corto de
alta intensidad que se ofrecen con potencias de hasta 12Kw. Debido a su alto brillo e
intensidad deben encapsularse en carcasas específicas para este tipo de fuentes. Las
lámparas debe manipulare dentro de su bolsa, con gafas y guantes que cubran las
muñecas. Normalmente están diseñadas para su uso en proyectores aunque hay modelos
que se emplean en cine.
7. Leds Son componentes electrónicos -diodos- que producen luz. Su pequeño tamaño y
bajo rendimiento hace que deban utilizarse agrupadas. No se calientan apenas, tienen una
vida media larguísima y pueden fabricarse para dar cualquier color. Su uso está
alcanzando día a día mayores cuotas de mercado. Un vatio de leds supone entre 5 y 8
vatios de tungsteno.
8. No fotográficas Todas las lámparas anteriores pueden emplearse para iluminar en
fotografía. Sin embargo hay otros tipos que, aunque no están concebidas para estos usos,
no podremos dejar de utilizarlas cuando rodemos en escenarios naturales ya que suelen
formar parte de las instalaciones de iluminación industrial.
9. Sodio Las lámparas de sodio dan una luz amarillenta que no puede corregirse mediante
filtros ya que prácticamente toda la luz que emiten está concentrada en un único color.
Al no haber ningún otro los filtros no pueden inventarse los colores que no están en la
luz.
10. Mercurio Estas lámparas dan una luz verdosa que tampoco pueden corregirse mediante
filtrado, aunque no presentan problemas de color tan graves como las de mercurio.
11. Luz mezcla Las lámparas de luz mezcla reúnen en la misma ampolla una bombilla de
mercurio con otra de tungsteno lo que permite mejorar el espectro. La luz rojiza del
filamento de tungsteno aporta los colores que le faltan a la de mercurio. Se emplea para
zonas públicas donde se requiere una cierta visión del color. Zonas comerciales, etc.

1.2 Tungsteno
Las lámparas de tungsteno constan de una ampolla al vacío dentro de la que hay un hilo conductor
(filamento) de wolframio que, al recorrerlo la corriente eléctrica se calienta y emite luz. El vacío es
necesario para que el filamento no arda.

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -6/13


Conforme pasa el tiempo el filamento se deteriora debido al calor. La ceniza formada queda en el
exterior del hilo impidiendo el paso de la luz lo que hace que la lámpara progresivamente emita menos y
se caliente más dando como resultado una radiación cada vez más rojiza. Para evitarlo se diseñaron las
lámparas halógenas en las que la ampolla se rellena de un gas halógeno y se recubre con cuarzo. Estas
lámparas se regeneran a si mismas eliminando la ceniza, por lo que mantienen limpio el filamento y no
pierden flujo con el tiempo ni reducen su temperatura de color. Son las lámparas que empleamos
normalmente en fotografía. Si bien «tungsteno» es el nombre genérico cuando hablamos de estas
lámparas mejoradas con gases halógenos decimos tanto «tungsteno» como «halógenas» como «cuarzos».

Características mecánicas
Presión Las lámparas de tungsteno están al vacío por lo que actúa sobre ellas a la presión atmosférica
por el lado de fuera y no tienen ninguna resistencia por el lado de dentro, tan solo la propia del
recubrimiento de vidrio. Son por tanto lámparas frágiles mecánicamente que tienden a romperse con
cierta facilidad.

Casquillo Los casquillos para este tipo de lámparas son innumerables. Básicamente hay dos grandes
grupos, las lámparas con dos contactos en el mismo extremo y las lámparas con un contacto en cada
extremo. Decimos lámparas de un casquillo y de dos. Dada la gran variedad de modelos de lámparas no
podemos hablar de un tipo estadarizado para uso general. La más habitual es la rosca édison E27 que es
la empleada en iluminación doméstica. Las lámparas empleadas en fotografía con un solo casquillo
consisten en dos pines metálicos que ofician de bornas eléctricas y cuyo tamaño depende de la potencia
de la lámpara. Los modelos más normales son los GX9,5 en las lámparas de hasta 1200w, GX22 de 1200
a 5000w, y GX38 en las de mayor potencia. Hay otros modelos pero menos utilizados.

Posición de trabajo Como regla general las lámparas de tungsteno de hasta 1200w pueden utilizarse
en cualquier posición. De 1200w a 5000w pueden inclinarse hasta 90º. Las lámparas de potencia superior
a los 5K no deberían inclinarse nunca más de 45º.

Vida media La vida media de una lámpara es el numero de horas hasta que su flujo luminosa se reduce
al 50% de la nominal. La vida depende del modelo concreto pudiendo ser de 15 a 750 horas. Como
regla general las lamparas entre 2K y 10K tienen unas 400 horas de vida siendo de 350h la media de las
lámparas de 20K.

Temperatura Las lámparas de tungsteno son básicamente un calefactor encerrado en una ampolla sin
aire para evitar que arda, por tanto buena parte de la energía eléctrica con que la alimentamos se
transforma en calor. Son las lámparas que más calor emiten. Tienen riesgo de incendio y no debemos
colocarlas nunca a menos de las distancias de seguridad indicadas en los focos de paredes y paramentos.
Tampoco debemos encerrarlas sin refrigeración. El mecanismo normal de enfriamiento consiste en hacer
circular aire. Por ello muchos focos disponen de ventiladores y nunca debemos tapar la boca del foco
con filtros, siempre debemos dejar un espacio entre ambos.

Características eléctricas
Tensión de servicio Las lámparas de tungsteno emiten luz debido al calentamiento del filamento que se
produce al recorrerlo una corriente eléctrica. Esta corriente, por tanto, puede ser tanto contínua como
alterna. En España la corriente alterna normalizada es de 50Hz. La respuesta de la lámpara con la tensión
eléctrica más o menos proporcional, al aumentar la tensión aumenta la cantidad de energía y se reduce
su vida media. La tensión nominal de una lámpara de tungsteno varía de 120 a 220 voltios en las
denominadas «lámparas de alta tensión» y son 12 a 24v en las de «baja tensión».
Al aumentar la tensión electrica se incrementa la cantidad de luz azul emitida lo que provoca la subida
de la temperatura de color. En fotografía solían emplearse un tipo específico de lámparas de tungsteno
denominadas «sobrevoltadas» que consistía en unidades diseñadas para una tensión menor que la de red,
lo que provocaba que emitieran más flujo luminoso y más azulado. La contrapartida era la corta vida, de

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -7/13


solo unas pocas horas. Una lámpara de estudio como la nitraphot de Osram solo era capaz de aguantar
3 minutos encendida.

Intensidad de servicio La resistencia del filamento depende de la temperatura a la que esté. Al


principio, en los primeros momentos del encendido, cuando está frío, la resistencia es grande pero
conforme se calienta se reduce. El efecto es que dado que la tensión de red es constante la intensidad
que recorre la lámpara también disminuye. No hay efectos reactivos por lo que las lámparas pueden
regularse mediante sistemas resistivos (dimmers). Esta capacidad para controlar la potencia mediante una
simple resistencia es la razón principal que explica que este tipo de lámparas, de escaso rendimiento, sean
las más utilizadas en platós.

Tensión e intensidad de arranque La tensión de arranque y la de servicio son iguales en las lámparas
incandescentes, por lo que no presentan problemas de picos de retorno ni sobreintensidades bruscas.

Características fotométricas y colorimétricas


Rendimiento luminoso El rendimiento luminoso de las lámparas de tungsteno es pequeño, el menor
de todas las fuentes de iluminación. En las lámparas domésticas no llega a los 15 lúmen por vatio. Las
lámparas para aplicaciones fototécnicas es de unos 25lm/w.

Espectro de emisión Al ser de emisión incandescentes las lámparas de tungsteno son de espectro
continuo. Emiten todos los tipos de fotones y por tanto todos los colores.

Coeficiente de reproducción cromática El coeficiente de reproducción cromática de las lámparas de


tungsteno es de 100. Presentan una reproducción de los colores perfecta. Esto no significa que no
produzcan dominantes sino que la dominante rojiza que las caracteriza se puede compensar mediante
filtros azules y no deterioramos la percepción de los colores. Esta es otra de las características que
explican la popularidad de este tipo de lámparas.

Temperatura de color y color correlacionado


La temperatura de color de las lámparas incandescentes va de los 1800K de las domésticas a los 3400 de
las fotográficas. Al aumentar la tensión eléctrica de alimentación la temperatura de color aumenta, al
reducir la tensión, la temperatura de color se reduce.

Características de funcionamiento
Tiempo de arranque El tiempo de arranque de la lampara es inmediato, no hay esperas, por lo que la
luz emitida sigue la tensión de control sin retraso. Algo muy deseable en iluminación escénica.

Inercia luminosa Las lámparas incandescentes presentan mucha inercia luminosa lo que hace que no
respondan a los rápidos cambios de tensión que se producen con la corriente alterna que las alimenta.
Sencillamente la lámpara no tiene tiempo de enfriarse en el espacio de tiempo que queda entre las cien
subidas y bajadas de corriente a la que se somete por lo que no presenta parpadeos ni da problemas con
los obturadores cíclicos de las cámaras de cine. Podemos emplear, con este tipo de focos, cualquier
tiempo de obturación y cualquier candencia de fotogramas.

Factor de supervivencia La supervivencia de las lámpara de tungsteno se reduce con el sobrevoltado.


La conexión de la lámpara a tensiones por encima de la nominal. También se reduce con la temperatura.
Una lámpara sin refrigeración o con enfriamiento deficiente vivirá menos que otra del mismo modelo en
mejores condiciones.

Ciclo de apagado/encendido Las lámparas de tungsteno no están sometidas a ciclos de apagado,


podemos apagarlas y encenderlas inmediatamente sin comprometer su esperanza de vida.

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -8/13


1.3 HMI
Características mecánicas
Presión Las lámparas HMI son una modificación de las de mercurio a las que se añaden halogenuros
metálicos. Por tanto son lámparas de gas a presión.

Casquillo Existen lámparas de uno y dos casquillos. Se reconoce fácilmente este tipo de lámparas
porque en su interior aparecen dos varillas, los electrodos, que se acercan hasta casi tocarse en la zona
central de la ampolla y que suele estar envuelta en una cápsula esférica.

Posición de trabajo Las lámparas de poca potencia, hasta 1200w puede colocarse en cualquier
posición, pero las de mayor potencia deben emplearse horizontalmente o con un ángulo máximo de
inclinación de 15º.

Características eléctricas
Tensión de servicio La tensión de servicio suele andar por lo 90V por lo que necesitan un
estabillizador que adapte los 220V de la red de distribución a su tensión de trabajo.

Intensidad de servicio La intensidad de servicio es alrededor de un 20% mayor de la que calcularíamos


al dividir la potencia entre la tensión de servicio.

Tensión de arranque La tensión de arranque suele andar entre 1,6 y 2,3 veces la de servicio y suele
tener un valor alrededor de los 220 a 360V, es decir, los estándares de distribución.
La intensidad de arranque se estima normalmente en un factor 1,3. Es decir, un 30%., pero puede subir
hasta hacerse 15 veces mayor en el caso de lámparas de encendido inmediato.

Características fotométricas y colorimétricas


Rendimiento luminoso El rendimiento luminoso del HMI es el más alto que podemos conseguir en la
actualidad, como media puede emplearse 92 lúmen por vatio.

Espectro de emisión El espectro de emisión de las HMI es completo y similar al de luz día, a pesar de
ser lámparas de gas. Las lámparas HMI emiten mucha luz ultravioleta, por lo que está prohibido su uso
desnudas. Siempre deben utilizarse con un filtro ultravioleta que debe incorporar la luminaria.

Coeficiente de reproducción cromática Las HMI empleadas para propósitos fotográficos tienen un
índice de reproducción superior a 85.

Temperatura de color y color correlacionado La temperatura de color corresponde a luz día y se


degrada con el uso. Se dice que un HMI cambia su temperatura de color cada vez que se enciende.

Características de funcionamiento
Tiempo de arranque El tiempo de arranque de un HMI anda entre los 4 y 10 minutos. Durante este
periodo ni la intensidad es máxima ni, y esto es lo más importante, la calidad del color. Hemos de
esperar al menos 6 minutos para poder fotografiar con una HMI.

Inercia luminosa Las lámparas HMI, como todas las de descarga, tienen muy poca inercia, por lo que
parpadean con el ciclo de red. Para evitarlo hay que emplear un estabilizador, denominado balasto y de
los que hay modelos a bobinas y electrónicos, más modernos, menos pesados y menos ruidosos.

Ciclo de apagado/encendido Las lámparas HMI tienen problemas con los apagados incompleto. En
buena práctica nunca deberíamos encender un HMI que acabamos de apagar sin esperar al menos quince

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -9/13


minutos. Los ciclos de encendido y apagado son la principal causa de la reducción del factor de
supervivencia.

Factor de supervivencia El factor de supervivencia de una lámpara HMI depende mucho, como se ha
dicho en el párrafo anterior del incumplimiento de los ciclos de encendido y apagado. Ni debe apagarse
un HMI antes de que haya encendido del todo (esperar al menos 10 minutos desde que se ha encendido
antes de apagarlo) ni debe volver a encenderse antes de que se haya enfriado.
Sucede que las lámparas HMI tienden a morir de forma violenta, con un estallido. La recomendación
normal es la de cambiar la lámpara cuando haya pasado el 75% de su vida útil y no esperar a que la
alcance. Casi todos los focos para este tipo de lámparas disponen de un contador que indica el número
de horas que lleva encendida. La vida de una lámpara HMI oscila entre las 300 y las 750 horas, lo que
depende del modelo concreto.

Otras lámparas de halgenuros


VIP: son lámparas pequeñas, para proyectores de vídeo. Tienen una tensión de alimentación de 38V y
una corriente de 7 amperios,, 5400K de temperatura de color y emiten 17.000lm con un brilo propio de
100,000cd/m2
Planom: es una fuente de luz rectangular en forma de plancha de 231x174mm a 441x359mm de
superficie que tiene un rendimiento de color de 86 y cuya potencia oscila entre los 24 y los 75w con na
temperatura de color de 8000K (excepto la de mayor tamaño que tiene 4000. Su brillo oscila entre los
4000 y los 5200cd/m2..

Lámparas HMP. Son lámparas de halogenuros de pequeña potencia (400 y 575w) de 6000K de
temperatura de color, que ofrecen un flujo de 33.000 y 49.000 lm. Estas lámparas, que se alimentan a
100V pueden regularse y sobrevoltarse, lo que no puede hacerse con las HMI.

HTI: Son lámparas similares a las HMI pero de arco corto. La oferta abarca desde 150 a 4000w. Con
flujos de 3.200lm a 24.000lm. El rendimiento medio es de 95lumen por vatio con un máximo de
108lm/w en la potencia de 2500W.
Estas lámparas existen en modelos de un solo casquillo, de dos y miniatura con reflector dicroico para
proyectores.

HSR: Estas lámparas son similares a las HTI pero están contenidas dentro de una ampolla para permitir
su manipulación.

HSD: Estas lámparas, que tienen potencias entre 150 y 1500W están diseñadas para una larga duración,
que puede ir de 3000 a 6000h. Su uso preferente es en iluminación arquitectónica

HCD: Lámparas halogenas cerámicas de alta duración (8000h) y baja potencia (de 35 a 150w) con flujos
de 3.400 a 14.500lm. Concebidas para iluminación arquitectónica.

Existen muchas otras fuentes de iluminación de halogenuros que son apropiadas para uso fotográfico,
como las HCI (reproducción fiel de los colores destinadas a comercios textiles y de alimentación,
escaparates, etc), HQI (pequeño tamaño y disponibles en diferentes tonos de blanco).

1.4 Luces para fotografía, 3. Fluorescentes


Las lámparas fluorescentes tienen una gran presencia en locales comerciales por su rendimiento luminoso
que permite con pequeñas potencias ofrecer la misma cantidad de luz que lámparas incandescentes de
mayor vataje.
El problema es que las lámparas fluorescentes no suelen dar una calidad de luz apta para fotografiar,
tienen un rendimiento cromático sobre 70. Lo que significa que distorsionan los colores y su dominante
no puede corregirse con un filtro calculado a partir de la temperatura de color.

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -10/13


No obstante los fabricantes ofrecen en los últimos años algunos modelos con calidad suficiente para
fotografiar así como tubos específicos para iluminación fotográfica.
Básicamente planteate que hay cuatro tipos de fluorescentes:

1. Los domésticos, de amplio uso que no pueden ofrecer fidelidad de color ni corregirse totalmente
con filtros.
2. Tubos para una buena visión del color. Empleados en comercios con requisitos altos de
visualización, como salas de exposiciones, tiendas de moda, de arte, etc. Son tubos con índices
de calidad de 80, con poca distorsión de color y con os que puedes usar filtros para corregir las
dominantes.
3. Tubos para visión exacta del color. Para comparaciones críticas, empleadas en imprentas, estudios
de diseño gráfico, museos, etc.
4. Tubos para fotografía, cine y televisión. Con reproducción exacta de los colores y que se ofrecen
en dos versiones, una para estudio y otra para exterior.

Como características generales: Los tubos fluorescentes no pueden regularse con potenciometros, sino
con dimmers específicos para tubos fluorescentes. Si empleas reguladores resistivos acabarás dañándolos
en unas horas.

Nomenclatura de los tubos


La nomenclatura de los tubos tiene normalmente tres números. El primero indica el rendimiento de
reproducción del color. Los tubos 7XX tienen un IRC 70 (malos), los 8XX 80 (mejores) y los 9XX
(perfectos para fotografía). Los dos siguientes números indican la temperatura de color. Un tubo 855
tiene un IRC 80 y 5500 kelvins. Un 860 tiene IRC 80 y 6000 kelvins.

Características mecánicas
Presión Las lámparas fluorescentes contienen gas de mercurio a baja presión.

Casquillo Las lámparas fluorescentes son tubulares, por regla general disponen de dos casquillos
colocados en los extremos, pero modernamente hay lámparas de pequeño tamaño con rosca edison E27
que pueden colocarse en los casquillos normales que encontramos en cualquier domicilio.

Posición de trabajo Las lámparas fluorescentes puedes colocarse en cualquier posición.

Características eléctricas
Tensión de servicio La tensión de servicio de una lampara fluorescente es de 220V. La normal de red.

Tensión de arranque La tensión de arranque de una lámpara fluorescente puede ser hasta del triple de
la de servicio.

Reactancia Los arrancadores de las lámparas fluorescentes están construidos alrededor de una
reactancia, por lo que añaden comportamiento reactivo a la instalación eléctrica. Esto es, retrasan
corriente y tensión empeorando el factor de potencia y reduciendo la eficiencia de nuestra instalación.

Regulación Las lámparas fluorescentes no pueden regularse mediante dimmers resistivos. Hay que
emplear reguladores construidos específicamente para fluorescentes. Al emplear reguladores resistivos
podemos dañar nuestra instalación eléctrica.

Características fotométricas y colorimétricas


Rendimiento luminoso El rendimiento luminoso de las lámparas fluorescentes es de medio a alto,
dependiendo del modelo. Puede ir de 36 lumen por vatio para las lámparas domésticas de baratillo a los
70 lumen por vatio que proporciona una lámpara para uso en estudio de cine y televisión.

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -11/13


Espectro de emisión El espectro de las lámparas de uso general es irregular con longitudes de onda
ausente, con colores que no emiten. Modernamente existen lámparas de espectro completo,
especialmente indicadas para comparación de colores y usos específicos, como por ejemplo, lámparas
fabricadas exprofeso para iluminar vitrinas de joyerías que han de exhibir piezas de plata y lámparas para
exhibir piezas de oro.

Coeficiente de reproducción cromática Dentro de las fluorescentes encontramos todas las variedades
de índices de reproducción cromática. Clasicamente este tipo de fuente de iluminación ha presentado
una reproducción de colores deficiente pero modernamente conviven lámparas baratas que mantiene su
escaso rendimiento cromático con lámparas especializadas en iluminación para comparación precisa de
colores.

Temperatura de color y color correlacionado Las lámparas de índice de reproducción cromático


escaso no tienen temperatura de color, aunque se empeñe en lo contrario la bibliografía del marketing
del fabricante y numerosos artículos sobre iluminación.
Las lámparas destinadas a cine, fotografía y visión precisa del color, tienen temperaturas de color
correlacionado con resultados muy parecidos a los de la luz con temperatura de color.
Las lámparas para uso en estudio se sirven en dos variedades, luz fría de 5600K y luz cálida de 3200K
para fotografía en exteriores o estudio con HMI o para complementar luz de estudio de tungsteno.

Características de funcionamiento
Tiempo de arranque El arranque de un fluorescente es algo lento, aunque no tanto como el del HMI.
No obstante existen arrancadores instantáneos que no necesitan espera.

Inercia luminosa Los fluorescentes, como toda lámpara de gas tiene poca inercia luminosa, por lo que
pueden parpadear a la frecuencia de red. Esto supone que la obturación debe realizarse con tiempos
mayores de 1/50. Para reducir el parpadeo suelen conectarse tubos distintos a fases diferentes de una red
trifásica. De esta manera, tres tubos conectados cada uno a cada fase equilibran sus parpadeos
haciendolos inapreciables. El parpadeo afecta a la fotografía fija subexponiendo la iamgen y a la
fotografía en movimiento mostrando fluctuaciones en la iluminación que solo se acaban apreciando en
la pantalla de exhibición.

Ciclo de apagado/encendido Las lámparas fluorescentes no deberían encenderse y apagarse sin esperar
un par de minutos entre uno y otro. No obstante no respetar los ciclos no es tan grave como en el caso
de los HMI.

Modelos comerciales
Vamos a empezar con los de cine. Osram ofrece los tubos studioline, de 55 vatios, con un flujo de 3800
lumenes, lo que significa que tienen un rendimiento luminoso de 69 lumenes por vatio. Hay dos
versiones del tubo, una para estudio con 3200 kelvins (Studioline 55w/3200) y otra para luz día con
5600 kelvins (Studioline 55w/5600). Los tubos normalmente se montan en grupos de dos, tres y cuatro
en cajas con viseras espejadas que en vez de recortar el haz lo reflejan ampliando el tamaño de la
superficie emisora. Producen una luz semidura porque la distribución está a medio camino de difusor y
de la luz distante.
Las lámparas colorproof se utilizan en entornos en los que es necesaria una visión exacta de los
colores que permita realizar comparaciones. Osram ofrece tres modelos, todas de tipo 950, es decir,
calidad de la reproducción mayor de 90 y 5000 kelvins (200 mireds) con potencias de 18 vatios (53
lumenes por vatio), 36 vatios (64 lm por w) y 58 vatios (63 lm por w).
Para el resto de lámparas deberíamos emplear solo tipos 8XX. Ante la duda, en una localización o
un decorado que imite un espacio comercial deberíamos emplear solo lámparas 8XX o 9XX, como las
Osram Lumilux.

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -12/13


1.5 El diodo led
Los diodos leds son componentes electrónicos de dos uniones formados por dos cristales de
semiconductores uno de tipo N y otro de tipo P que tiene la peculiaridad, respecto de otros diodos, de
que emiten luz.
Un diodo es una válvula electrónica que deja pasar la corriente en un sentido pero no en el contrario.
Los diodos producen una caída de tensión fija de entre 0,6 y 1,2 volltios, dependiendo del tipo del
material con que se haya construido y las características particulares de funcionamiento.
Los leds son lámparas de pequeño tamaño, rara vez llegan al centímetro de diámetro, se calientan muy
poco y son mecánicamente muy fuertes, soportando vibraciones y golpes sin romperse. Su
funcionamiento, sin embargo es muy sensible a la temperatura, dejan de funcionar cuando ésta baja
demasiado o cuando sube en exceso. Por lo general deben estar entre 10 y 60 grados. Si bien la
temperatura alta no es fácil de conseguir en condiciones naturales si que es posible llegar a ellas cuando
el led se encuentra encerrado en un recinto pequeño.
Lo leds comenzaron a emplearse como pilotos de señales. No para iluminar, sino para brillar. En los
últimos años se han desarrollado leds capaces de generar luz suficiente para iluminar un espacio. Estos
leds no se emplean en solitario sino agrupados en paneles con varias docenas de unidades.
No hay semiconductores capaces de emir luz blanca por lo que todos los que lo hacen tienen algún tipo
de conversión. La nomenclatura de los leds es similar a la de los fluorescentes: una letra que indica el
color seguida de tres números, de los cuales el primero indica el índice de reproducción cromática y los
dos siguientes la temperatura de color.

Por ejemplo los diodos dragontape son unidades de pequeño tamaño, un cuadrado de solo 25mm, que
se montan haciendo paneles y cubriendo cualquier superficie mediante un soporte autoadhesivo. Para su
funcionamiento necesitan un equipo auxiliar que los alimente. Para su regulación (porque admiten
controlar su emisión luminosa) se emplean pulsos de frecuencia variable suministrados por un equipo
construido a propósito.
Todos los modelos indicados a continuación tienen un consumo de potencia de 7,2w y requieren una
intensidad eléctrica de 350mA.

(c) Paco Rosso, 2014- Luminotecnia - Lámparas -13/13

También podría gustarte