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Factores psicológicos que intervienen en el desarrollo del cáncer y en la

respuesta al tratamiento

En la actualidad, es bien sabido, que la salud de las personas no puede ser


descompuesta en la clásica división dicotómica enfermedad-salud y que los
factores biológicos no son los únicos que intervienen en la génesis y curso de una
enfermedad. Es ampliamente aceptada la premisa que cuerpo afecta a mente,
como mente afecta a cuerpo; sin que esto implique necesariamente la separación
cartesiana de ambas “sustancias”.

Entendiendo la salud y enfermedad como un continuo es sumamente


importante destacar el papel que cumple el ambiente de la persona y el apoyo
social (familia, amigos, pareja, etc.) en el completo bienestar de la misma. Así
mismo, los estilos de vida saludable basados en una correcta educación para la
salud como el evitar la exposición a carcinógenos constituyen piedras angulares de
la prevención, que es a lo que apuntamos.

El papel que cumple el estrés en el curso del cáncer puede ser entendido
desde distintas perspectivas: tanto en los cambios fisiológicos que produce, así
como en las manifestaciones conductuales que se originan a partir del mismo. Es
necesario precisar que se reconoce que el cáncer podría no ser el responsable del
cáncer, mas, cumple un rol fundamental en su curso.

Entre las características de la personalidad que podrían verse involucrados


con el cáncer, destacan los siguientes: estilo interpersonal (ser bueno);
temperamento (indefensión); estilo emocional (supresión de emociones negativas);
estilo cognitivo (pesimismo,); factores sociales (carencia de apoyo social).

Las líneas de tratamiento de la psicooncología se desarrollan en distintas


áreas, tales como: prevención, información al paciente, preparación a la
hospitalización y al tratamiento, entre otros. Estas deben usarse siempre que se
consideren oportunas, como tratamiento complementario y en ningún caso
sustitutorio de las intervenciones biomédicas. El objetivo básico de las mismas
debe ser siempre la mejora de la calidad de vida del paciente y hay que admitir la
posibilidad, tanto en la investigación como en la clínica, de que los factores
psicológicos puedan afectar, directa o indirectamente, positiva o negativamente, al
curso biológico del proceso neoplásico y al tiempo de supervivencia del enfermo.

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