Dea aines
Actualizacién en neurobiologia de la depresion
ER cone
Noha Sadek
No.
Charles Nemeroff
MD, Ph.
Esta mataril ha sido te
cid dae version en
cima inglés por a
Sociadae de Psiguitla
al Unuguay, quien asume *
Te complete
rexpansebiligee por los
trores o inexotuces
gue ccuran como
‘estado ela
trasuesn
Lpsate on the
Neurobiology of
‘depression, itp
‘wera rmedscape com’
Medscapepsychiaty)
‘TreatmetUpdote/2000/
u03)pat-ti03.Atmd
Reprinted with permission
from Madseape ursiegy
Aske Experts. to!
newly. medscape cond
‘edscapeevoloey
Akexpers/2000/047
EUR 9003, he
Copyright 2000.
Medscape
Traduecon
Dra, Carina Riecia
‘phaiid 483 | Revie Ye
Introduccion
+ Hacia un modelo etiolbgico intesrado de la
dopresién: naturaleza vs, cri
Alteraciones neurobiolégicas resultantes do
‘un trauma vital temprano
Sustratos bioguimicos de la depresién
+ Patologia neurvendéerina en la depresién
B] rol del sistema inmune en la depresién
Rol de la imagenologia funcional cerebral
on la neurobiologia de la depresion
+ Implicancias para el tratamiento
Conchisién
Introduccién
Epidemioiogia
La depresién ee uno do los trastornos psi-
\quidéricos més comunes a nivel mundial, afec-
tando al menos al 12% de Ins mujeres ameri-
ceanas al 8% de los hombres americanos a lo
Jango de su vida’. Las tasas de prevalencia de
dopresién son mas clovadas en algunos paf-
ses: por ejemplo, un 19% ha eido roportado
para el Libano’
Las mujores estén afectadas aproximada-
mente el doble que los hombres, La Oxgani-
zacién Mundial de la Salud (OMS) ha ubiea-
do recientomento a In depresin como la
principal causa de morbilidad en las nacio-
ret en desarrollo en el préximo siglo, lo que
resultard en elevada utilizacion de los servi
cios de salud y descenso de la productividad
laboral
Nosotogi
La investigacién temprana se eentré prima-
viamente en las formas soveras de la depre-
siGn, identificadas en variaa ediciones del
‘Manual Diagnéstico y Bsiadistico de los tras-
tomo psiquistricos (DSM). Estudios mas
recientes, sin embargo, han revelado que aun
la. depresion leve, que no satisface Tos erite-
‘ios del DSM-IV para depresién, realmente
se asotia a afectacién psicosocial significati-
va, ¥, por tanto, deberia ger el foce de ulterior
investigacién’. Le dopresién os corrientemen-
te conceptualizada como una enfermedad cr5-
tien tiniea de eticlogias heterogéneas, eayen-
do alo largo de un espectro que va de las
formas mas loves, tales comp la depresin sin-
tométiea subsindrémica, a formas severas
incluyendo la depresién mayor (DM) con sin-
tomas melanedlicos o psiedticos®. Las fronte-
ras entre eatos aubtipes depresivos son flexi
bles y los pacientes se mueven entre los
ssubtipos durante el eurso de su enfermedad®
El concepto de depresiOn a través de le
Historia
‘Teorfas antiguas. Por muchos siglos, los
ientifieos se han involuerado on un debate
tw6rico con respecto a la etiologia de los tras-
‘tornos del humor. Los fildsofos antiguos, con
ceseasas excepciones, atribuian los trastornos
del humor a fuerzas sobronaturales,
HipSerates, por ejemplo, hipotetizaba que el
‘lineamiento de los planetas provocaba que
el bazo segregara bilis negra que entonces
‘oscurecia el humor y eausaba melaneolia® Sin
‘embargo, muy pocos eruditos antiguos espe-
culaban sobre la importancia de los factores
.gonétioos y los tomperamentos afectivos como
factores en la etiologia de la depresién. EnAnatoraia y Melancolia (1621), el erudito in-
‘plés Robert Burton establecié quo las perso-
nas melancélicas “nacen de padres melancé-
lieos”. Mas aun, identifies eiertos factores
ambientales, tales como ritmos biol6gicos,
dieta y aleohol, en la patogenia de la depre-
si6n, Ishaq Ibn Imran atribuia la melancolia,
almenosen parte, la injuria prenatal, “como
resultado de que el esperma del padre haya
sido dasiado”s
‘Teorias psicodinamicas. Las explicacio-
nes simplistas y sobrenaturales de las enfer~
medades mentales permanecieron hasta ln
primera mitad del sigio XX. La emengencia
de la tooria psicoanalitica trajo con ella un
énfasis en el trauma vital temprano en el de-
sarrollo de psicopatologia en el adulto. Aun-
«que Freud no descarté la posibilidad de la pre-
isposicién genética, su foco primario fue el
‘efecto del trauma vital temprano, particular-
mente la pérdida de cbjeto, en el desarrollo
de depresién en el adulto®, BI modelo de pér-
ida do objoto es una hipétesis de dos pasos,
que empieza por una separacién temprana
‘traumitiea do un objeto de apego significati-
‘vo. Esta pérdida predispone al individuo ala
depresién, que es gatillada por pérdidas adul-
‘tas que ee cree que reviven la pérdida trau-
saética temprana’.
‘Teorias biolégieas. Los constructos psi-
‘codindmices do los trastornos del humor rei-
naron en los primeros 50 aftos del siglo XX,
‘especialmente en Estados Unidos. No obstan-
te, Adolf Meyer (1866-1950), un psicoanalis-
ta de la Universidad Johns Hopkins, en
Baltimore, Maryland, acuié el término "psi-
cobiologta” para enfatizar la importancia de
Ja interaccién entre los factores genéticas y
Jos eventos vitales en Ia etiologia de la enfer-
medad mentalf. Sin embargo, como Freud,
‘Meyer foeali2é en la parte psiceldgica de este
modelo. Al final de la década de les 50, los
cientificos desarrollaron exitosas medicacio-
nes psicofarmacoligicas para el tratamiento
de la depresién severa, abriendo el camino
para el desarrollo de las teorfas bioldgieas de
Jos trastornos del humor.
En la década de los 60, investigadores de
Estados Unidos y Europa, virtualmente on
forma simulténea, propusieron Ia hipétesis
de las arainas bidgenas de la depresién. Esta
hipétesis sostenia que la depresién era cau-
‘sada por una deficioncie en In catecolamina
norepinefrina (NE), y/o la indolamina sero-
tonina (5H). Implicaba que las alteraciones
bioguimicas de estos sistemas de monoami-
nas estaban genéticamente determinadas,
‘minimizando asi cualquier influencia ambien
tal posiblet
Sin embargo, la investigacién subsiguiente
revela que la mera deficiencia de aminas bié-
sgenas es insuficiente para ol desarrollo de
depresidn®. Ademés, los medicamentos anti-
depresivos tradiciowales, que primariamente
apuntan a las neuronas noradronérgicas y/o
serotoninérgicas, no son efectivos en aproxi-
‘madamente el 40% de los pacientes con DM o
distimia'®. Por lo tanto, las limitaciones de la
‘teoria de las. aminas bidgenas para explicar
Ja fisiopatologia de la dopresién, y la limita-
cién de nuestro armamento antidepresivo,
‘han Tevado a los investigadores a continuar
Ja bisquoda de nuevos modelos atiolégicos de
la dopresion.
‘Modelos contemporaneos de la depre-
sién. Bfectivamente, miltiples estudios han
domostrado que otros sistemas neuroquimi-
‘cos no-monoaminicos probablemente juogan
un rol en Ia etiologia y el tratamiento de la
dopresion'.. Entre estos nuevos sistemas re-
cientemente deacubiertos estén varios com-
ponentes del sistema inmune, tales como ct
toquinas, y los neurotransmisores neuro-
péptidos, como el factor liberador de cortico-
trofina (CRE), hormona liberadora de tiro-
trofina (TRH), comatostatina, y factor libe-
rador de Is hormona de erecimiento (GHRF).
Estos nuevos descubrimientos han sido im-
potu para que los investigadores busquen
‘nuevas modalidades racionales de trata
to, basadas en estos sistemas de neurotrans-
misores no-monoaminicos, Estas nuevas mo-
dalidedes de tratamiento pueden Mevar la
promeca de una mayor respuesta terapéuti
a, con un perfil més favorable de efectos se-
ceundarios para los pacientes con depresion™
Al tiempo de estos avances en Ia compren-
sién de las bases biolégicas de le depresion,
Ja investigacién se ha entrada no s6loen las
Dt
[Sadek W Nomoft Ch [Rovista de Peguiatra del Uruguay Volumen 64 Nes Diiembre 2000|pégina 463‘gina 464 {Volumen a W3 Dilomtve 2000] Revista de Psiguiotia del UroguayActalicacén en
De otras revistas
alteraciones cerebrales, sino en Ia patogonia.
Bn particular, las eontribueiones relativas de
Jog factores ambientales (por ejomplo, expe-
rieneia vital adversa) y diatesis genética
{constitueién) en la patogenia de los trastor-
nos mentales mayores, represontan quis la
linea de investigacion mas promisoria’.
Meias de la revision
Esta monograffa revisara los nuevos avan-
0s de la investigacién on dopresidn y se cen-
traré en sus sustratos en el SNCy sus impli
cancias para el tratamiento de Ios trastornos
el humor. Bato trabajo eet basado on parte
en presentaciones en eolaboracién con los
colegas: Dennis $. Charney, MD de la U
versidad do Yale; Clinton D. Kilts, MD y
Dominique L. Musselman, MD de la Univer-
sidad de Emory; y R. Braco Lydiard, MD de
la Universidad Médiea de South Carolina
Hacia un modelo etiolégico integrado de
la depresién: naturaleza vs. crianza
Evideneia genética
Los moiolos de gemelos proveen evidencia
faerte de una contribucién genética mayor al
desarrollo de depresién'*”. Sin embargo, la
transmisién gonética do la vulnorabilidad a
los trastornos psiquisiricos mayores, incl
da depresién, claramente no sigue las sim-
ples leyes de Mendel dela herencia. En con-
secueneia, los investigadores han sugerido
«que los trastornos psiquidtricos podrian se
guir un modo poligénico de herencie de 1a
vulnerabilidad y/o involuerar influencias
ambientales mayores!
Efectos del trauma vital temprano
Estudios de laboratorio on animales y ostu-
ios clinicos han aportado fuerte evidencia
de un rol proominente de Jos eventos vitelos
cestresantes en la ctiologia de Ios trastornos
afectives y de ansiedad.
Estudios en humanos. Estos estudios so
han focalizado en los efectos del trauma vital
temprano como abuso infantil (fisico y
sexual); deseuido del nifio (carencia de pro-
{2eeién, nutricion o apoyo emocional); y pér-
dida parental en Ja infancia temprana-en el
desarrollo subsiguiente de depresién'®
‘Ademas de factores genéticos, la pérdida tem-
prana de los padres, la crianaa inadecuada
por los padres y los traumas vitales fueron
considerados factores de riesgo para €l ulte-
rior desarrollo de trastornos alectivos'®
McCauley y colegas" estudiaron la prevalen-
cia do abuso fisico y soxual infantil y st im=
pacto sobre la psicopatologia del adulto en
1.931 mujeres seleccionadas de elinicas de
atencién primaria de medieina interna. En
‘esta muestra, el 22% report6 una historia de
‘abuso infantil, que se encontré que represen-
taba un factor de riesgo eignificativo para cl
ulterior desarrollo de sintomas de ansiedad y
depresivos, as{ como para intentos de auto-
climinacién. Mullen y eolaboradores" obser-
vvaron que las mujeres con historia de abuso
infantil tenfan un riesgo incrementado por 4
‘veces para DM en Ja adultez, comparadas con
‘mujeres que no reportaron abuso temprano.
Estudios de laboratorio en animales.
Unterior evidencia con respecto al rol de even-
tos vitales adversor tompranos on Ia otiolo-
fa de la depresién, deriva de estudios precli-
nicos. Estos studios, la mayoria de ratas y
primates no humanos, fueron disefiados para
determinar los efectos de la separacin ma-
terna y/o de condiciones ambientales estre-
santes en el perfodo posnatal temprano, s0-
bre medidas del comportamiento y Ia
neuroquimica dol adulto™, Estos estudios
confirmaron reiteradamente que tales even-
tos vitales estresantes, ocurriendo en un pe-
rioio exitico dal tiempo posnatal, estén real-
mente asociados con alteraciones
‘comportamentales del sdulto a largo plazo,
‘como exploracién disminuida en situaciones
nuevas y retirada, siendo estos comportamien-
tof animeles que se argumentan como seme-
Jantes ala depresion y la ansiedad. Més aun,
‘enando fueron expucstas a estrés leve en 1a
adultes, estas ratas exhibieron respuestas
cexageradas del ej hipotalame-pituitario-adre-
nal (HPA), comparadas eon aquollas de las
ratas criadas normalmento™,
ardichogie def Sepia)Alteraciones neurobiol6gicas resultantes
de un trauma vital temprano
Los cambios neurcbiol6gicos mayores cau
‘sados por un tranma vital temprano involu-
ran tres grandes sistemas en el cerebro:
‘Del eje HPA y el sistema CRF, 2) el hipoeam-
po, y 8) el sistema noradrenérgico.
El Eje HPA y el sistema CRF
Nuevos deecubrimientos que involueran el
sistema CRF han revolucionado muestra com-
pronsién de la respuesta al estrés, del efecto
Gel trauma vital temprano en el cerebro, asf
‘como también de la neuroquimica de la de-
presién. El CRF, un péptide que contione 41
aminodeidos, ee eneuentra en regiones hipo-
talémicas y extrahipotalimicas del SNC.
Fisiologia y anatom{a del Bje HPA. La
eatractara del CRF fuo dilucada hace voin-
te afios",y este descubrimiente ha contri
do significativamente a nuestra comprension
de la respuesta al estrés y de la rogulacisn
del je HPA. En el hipotélamo, el CRF es se-
exetadlo por neuronas del nécleo paraventr-
cular, y luego transportado via ciroulacién
portal hipotalamo-pituitaria a la hipéfisis
‘anterior, dondo estimala la soerecién de hor
mona adrenocorticotrofina (ACTH), La
ACTH entra entonces ala eireulacisn perifé-
rica y eotimula la soerecisn de glacocortico-
dos por lacorteza adrenal: cortisol en los pri-
rates y cortieostarona en la mayoria de los
roedores. Los glucocorticoides, a ou turno,
generan una retroslimentacién negativa so:
bre la hip6fisis anterior, el hipotalamo y el
hipocampo, a través de receptores glucacar-
ticoideas, lo cual narmalmente mantiene los
nivelos de cortisol dentro del rango esperado
Figura D*.
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ee eet eo)
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AProtedtisis
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De otras revistas
Figura 1
{Sadek Wy Nemoraff Ch [Revit de Pequita dl Uriguay| olumen 64 Nes Gielsmre 2000] sagina 465Funciones del cortisol. Bl cortisol tiene
rmiltiples seciones, destacéindose que incre-
rmenta la respuesta fisiolégica al estrés (Fi
ura 1). Bajo variadas condiciones estresan-
tes, incluyendo ejercicio, trauma, ansiedad y
depresién, los niveles de cortisol se elevan,
Nevando a una cadena de eventos que en tie
tima instancia proveen de inmediata energia
al organismo, y mantienen al individuo aler-
ta a través de la estimulacién del sistema
adrenérgico (la tfpica reaesién do huida
“respuesta de peles-o-huida”). Sin embargo,
cuando el cortisol es hipersecretado en forma
erénica, pueden producirse secuclas fisiols
gieas delotéreas, tales como ineremento de la
prosién arterial, diabetes, atoroeselorosis,
supresién inmunol6gica, resorcién 6sea (os-
teoporosis), y atrofia muscular
El sistema CRY extrahipotalimico. Adi
cionalmente a 60 localizaein en el hipotala-
‘mo, ol ORF y su ARN mensajero (ARNa) se
han halladoheterogéneamente distribuidos en
el SNCS, Estos sitios extrahipotalamicos
incluyon primariomonte la eortcza carebral,
al niileo central de la amfgdala (CA) y a
tronco encefaieo. as neuronas de CRF, a su
vex, 66 proyectan sobre diferentes rexiones
corsbrales. A destacar, las neuronas de CRF
de la amigdala so proyectan al mileo para-
ventricular del hipotdlamo, asf como a varios
niles del troneo encefético. Bste thtime
grupo ineluye el locus ceruleue, el nicleo pa-
rabraquial 3 los ndeleos del rafe. Bl locus
coraleus ¥ los nfcleos del rafe constituyen
Jos sitios més importantes de origen de neu
ronas noradrenérgicas y serotoninérgicas,
rospectivamente, que se proyectan al cerebro
anterior.
Esta distribucion diseminada de las newro-
nas de CRF on el SNC, ha llovado a los inves.
tigadores a volver a incursionar en la neuro-
biologia de a respuesta al estrés. Bn estudios
animales, la inycecién directa de ORF on ol
SNC induce las alteraciones fisiolégieas y
comportamenteles tipieas que se asemejan
fertemente a la respuesta al estrés"*.*, Es-
{as alteraciones ineluyen la activacion del sis-
toma nerviowo autonome, cambios endéerinos
secundarios al cortisol elevado, y distarbios
comportamentales similares a los sintomas
depresivos y de ansiedad (Figura 1. Por lo
fanto, en respuesta al esités agudo, el ORF
parece mediar la respuesta endéerina a tra-
vvée dol eje HPA; las reacciones emocionales a
través de Jas neuronas de la amigdala; las
rrespuestas cognitivas y comportamontales a
través de las nouronas de ORF corticales; y
Ja respuesta autondmica a través de las pro-
yyoocionas amigdalinas a Jos ntcloos del tron-
‘co encefélico, prineipalmente el locus
ceruleus. Asi, “el CRF parece fincionar no
s6lo como un factor liberador, sino también
‘como un neurotransmisor que funciona como
‘un mediador primario del SNC do las respues-
tas endécrina, autonémica, inmunolégica y
‘comportamental al estrés”™,
Alteraciones en el sistema SNC-CRF
debidas 2 trauma temprano. Varios est-
ios han confirmado los hallazgos de que el
trauma temprano en Ia vida lleva a cambios.
persistentas en el sistema SNC-CRF, e saber,
‘.un estado de supersonsibilidad. En ostudios
de roedores, la separacién materna tempra-
na causé cambios significativos en_ol siste-
ma CRF, quo persiatioron hacia la adultoz™2.
Estos incluyeron un ineremento en el nime-
x0 de neurones do CRF a través del SNC, ¢
hiperactividad del eje HPA, tanto basal como
fen respuesta al estrés en Ia rata aduta®
Un estudio clinico sobrosalionte fue recion-
temente conducide para medir la respuesta
al estrés de mujeres adultas sobrevivientes
do abuso infantil, con y sin DM, comparada
con las de control sanas sin tal historia®. Bajo
exposicion a eatrés pricosorial estandarizado
de laboratorio, las mujeres con historia de
abuso infantil, con y sin DM en curso, tuvie~
ron respuestas de ACTH significativamente
mayores que las que no habien suftide abuso
infantil. Mas aun, las mujeres eon historia
de abueo infantil demostraban respuectas de
frecuencia cardiaca al test de estrés mas ele-
vadas y mas persistentes, comparadas con
sujotos control. Bstos hallazgos sugicren que
las mujeres con abuso infantil, sexual yio 0
sco, tienen wn sistema de respuesta al estrés
ppersistentemente hipersensibl.
Las mujeres abusadas con DM en curso tam-
bin exhibieron incremento en los niveles de
cortisol en respuesta al estrés, comparadas
‘con eujetos control y con mujeres abusadas
sin DM. Existié una correlacién positiva en-
Digina 486 lumen 4 No Diciembre 2000 eves de Psguiata del Uruguayictolzeccn en neurbiocgs dee depreion)tre las respuestas de ACTH y cortisol al es-
trés, la magnitud del abuso, y la severidad de
la DM, Significativamente, las mujeres que
fueron victimas de abuso, pero que ne tenfan
‘DM en curso, demostraron un ineremento de
las respuestas de ACTH con respuestas de
cortiscl normales a descendidas tras la admi-
nistracién intravenosa de CRF. En contras-
te, las mujeres que fueron victimas de abuso,
‘con DM en curso, exhihieron respuestas apla-
nadas de ACTH, que probablemente se debie-
ran a sobre-exposicién crdnica de la hipétisis
al CRE, lo que pesiblemente leva a una rogu-
lacién hacia abajo de los recoptores de CRF
en la hipéfisis.
Cambios en el hipocampo relacionados
con el estrés
El hipocampo es un componente del sistema
Lmbico localizado en el Idbulo temporal me-
ial, y 50 pionsa que ost4 involucrado on los
trastornos del humor. La disfuncién del hi
pacampo probablemente subyace a alguna de
los cintomas vegetativos y los défcit cogmiti-
vos que se observan eomiinmente en pacien-
‘tes deprimides.
Neurotoxicidad. Se ha postulado que el
trauma temprano produce neurotoxicidad en
l hipocampo, lo quo lova a pérdida neuro-
nal". La pérdida neuronal hipoesmpica se ha
reportado on roodores y en primates no hu-
manos criados en condiciones de deprivacién,
‘comparados oon sus pares normalmente cria-
dos, Asimismo, la administracién directa
de glucocortienides a dosis que se aproxima-
than a los nivoles indueidos por estrés, resul-
‘6 en similar atrofia neuronal en ol hipocam-
po, aunque otros investigadores
‘encontraron resultados discropantes®®, A
destacar, estudios clinicos han sugerido una
redueeién en el volumen del hipocampo en
‘adultos con historia de abuso infantil” ® y
cen aquellos con depresién®,
‘Neurogénesis disminuida. Mis interesan-
teaun, el estrés tempranono sélo leva nou-
rotoxicidad mediada por corticoides, sino tam-
bién a un decremento en Ia produccion
neuronal 0 “neurogénesis disminuida”*
Contrariamente a lo que se crefa, la neurogé-
nesis es un proceso que contin a lo largo
do toda la vida de los roedores, primates no
‘humanos, y quizds humanos'™4 En ratones,
porejemplo, laneurogénesis hipocampicacon-
tinué hacia Ia adultez como resultado de un
ambiente enriquecido, que incluyé mayor con
‘acto con otres ratones y con objetos inani-
madest,
Cambios en el sistema noradrenérgico
Dentro dol SNC, los euerpos de las eétulas
nerviosas que contienen NE estén localiza-
dos principalmente en el locus coruleus del
troneo cerebral, Estas newronas se proyec-
tan ampliamente a la corteza, sreas subcorti-
cales y médula espinal. Como ya fue visto,
Jas neuronas amizdalinas de CRF se proyec-
tan al locus ceruleus; consecuentemente, se
podria eaperar que ol locus ceruleus fuera
influide por alteraciones en el sistema ORF,
tales como cambios produeides por trauma
temprano. Por cierto, el trauma temprano
parece tornar hipersensible al sistema nora-
drenérgico®. Los monos adultos deprivados
‘en el periodo neonatal, exhiben una hiperac-
tivacion del locus earuieus, que persiste
mesos Iuego del evento adverso temprano!
Adicionalmente, la administracién de yohim-
‘bina ~un antagonista del receptor alfa, adre-
nérgico que sctda presinapticamente para
incrementar la liberacién de NE~ produjo dis-
‘turbios comportamentales similares a la an-
siedad en monos adultos con trauma vital
temprano, pero no en monos normalmente
criados'*®, Este hallezgo sugiere que el lo-
‘cus ceruleus estaba hipersensible a los efec-
tos de la yohimbina en estos monos depriva-
{dos en el periodo neonatal.
Hay claras conexiones entre los sistoraas del
CRF y dol locus ceruleus™ ambos se wuelven
hiperactivos luego de un trauma vital tem-
prano, Se aotivan mutuamente entre ellos,
porque la administracién de yohimbina incre-
ments las eoncentraciones de CRF en el LCR
fen humanos, comparada con la administra-
cién de naloxona o placeho®.
Deere
[SeaQcN NemerofCh,|Reuita de Peiquaa el Uruguay Vakonen 64 NP Diciembre 2000 pina 467Daisey
Figura 2
Resumen.
EI “modelo de estrés-didtesis” de la
depresién
El trauma vital temprano puede generar una
biperactividad a largo piazo, sino permsnen-
te, de los sistemas CRF y NE dal SNC, con
‘efectos deletéreos neurotbxieos consecuentes
sobre el hipoesmpo, que llevan a una dismic
‘nucin del volumen hipocémpico. Estos eam-
bios representan una sensibilizacion de los
eixeuitos de CRF aun a estrés leve on la edad
adulta, Hevando a una exagerada respuesta
aleestrés®, Bajo exposicién a estrés persisten-
tp 0 repotitivo on la adultez, estas vias del
cestrés ya sensibles ce yuelven marcadamente
hiperactivas, condueiendo a un ineremento
persistente en ol ORF y on la socrocién do
cortisol, lo que causa alteraciones en los re-
‘coptores glucocorticoideas, y asi forma Ia base
para el desarrollo de los trastornos del hu-
mor ¥ de ansiedad (Figura 2).
La fuerte evidencia de Ia interaceién entre
1a experiencia vital y Is disposicidn en la ge
noracién de DM, ha conducide a los investi-
‘gadores a proponer un modelo de “estrés-did-
tesis” de los trastornos del humor**. En este
modelo, Nemerof oxplicaba que, en algunos
individios, la depresién podria resultar del
intorjuego entre los “genes de la vulnerabili-
ad”, Jos “gones do la resistencia”, y los even-
tos vitales adversos tempranos. Sin embar~
{g0, l reconocia las limitaciones de este modelo
para explicar todos lo earos de dopresiént
‘No todas los pacientes deprimides reportan
‘eventos trauméticos temprancs, Asimismo,
no todos los pacientes deprimidos exhiken una
predisposicién genética, pero esto puede ser
Aifieil de valorar.
pagina 448) Volumen 64 3 Dicembre 2000] Revista de Psiuatia de Uroguey|Actualzactn en neurobciogie Gea depresién|Sustratos bioquimicos de la depresién
Antecedentes histéricos
Aunque los investigadores tempranos fue-
ron capaces de especular sobre las posibles
etiologias de los trastornos del humer, no
pudioron explicar exactamente qué ocurria on
‘el SNC que pudiera causar la generaeién de
sintomas psiquidtricos. En otras palabras,
équé alteraciones neurobioléicas, afectadas
por la genética ylo el trauma vital expliean
Joe trastornos psiquistricos mayores, aspect
ficamente la depresién? La formulacién new-
robjolégica de los trastornos del humor tuvo
que esperar los avances en las técnicas neu-
robiolégicas, para ser capaz de explorar éreas
del cerebro que ests implicadas en la emo-
cise’
Principios basicos de Neurobioquimica
Elcerebro es un érgano altamente complejo
que contiene billones de neuronas, La sinap-
sis, el drea de contacto entre dos nouronas,
es la unidad neurobiolégica fundamental, a
través de la cual las neuronas se comunican
entre dreas del cerebro diferentes, y aun re-
motas.
Una plétora do diferentes custancias actin
como neurviransmisores en el cerebro, mien-
tras que otras funcionan como reguladoras 0
‘moduladoras de la nourotransmisién. Se crefa,
ue, tanto la predisposicién genética como el
trauma ambiental, inducfan los trastornos del
humor a través de alteraciones de la disponi-
bilidad de neurotransmisores en Ia sinapsis.
‘También se postula que las medalidades tera-
péuticas, como medicacién y, discutiblemen-
te, psicoterapia, indueen efectos revirtiondo
talos alteraciones sindpticas*. Sin ombargo,
Ja investigacién reciente ha documentado que
lsustrato neurobiclégico dela depresién, asi
como ol mocaniemo do accién de los antide-
presivos, es considerablemente més complejo
‘quo una simple alterecién do la sinapsis™. Los
cambios en la morfologia de las neuronas,
‘les como atrofia de las neuronas corticales
profrontales ineremento del mimerode cuer-
pos de células de ORF en el SNC, pueden des-
‘ompofar un papel mayor on el desarrollo de
dopresién®. Bn las siguientes secciones, des-
ceribimos las vias neuroquimieas que actual-
mente se postulan como involueradas en la
patogenia de la depresion.
Aminas Bidgenas
Norepinefrina. En la década de los 60,
Joseph Schildkraut, en la Universidad de
Harvard, y William Bunney y John Davis en
‘al National Institute of Mental Health
(NIMH), establecioron que la deprosién et
nica estaba asociada con uns deficiencia de
‘catecolaminas, especificamente NE, en cier-
tas regiones del cerebro, miontras que la ma-
fa se correlacionaba/asoeiaba con un exceso
de catacolaminas*, La hipétesis original de
las catecolaminas se basaha en dos eviden-