Está en la página 1de 4

1.

Ficha bibliográfica

Autor (de la obra).

 Título: El hombre doliente, fundamentos antropológicos de la psicoterapia


 Título original si es una traducción: Der Leidende Mensch.
Anthropologische Grundlagen der Psychoterapie
 Número de edición: 2da edición
 Editor: Herder Editorial
 Año de publicación: 2003
 Número de páginas: 146

2. Argumento

Esta obra nos da una idea global de lo que es el hombre visto desde su
antropología y de las distintas formas que se ve integrado (social, afectivo,
espiritual, religioso, etc). Bien dice en algunas de sus páginas que “el hombre está
siempre orientado y ordenado a algo que no es él mismo, ya sea un sentido que
ha cumplir ya sea otro ser humano con el que se encuentre”, pero realmente lo
que busca es una felicidad y en esta búsqueda tiende a perderse, muchas veces,
así mismo, ya que lo que debería buscar realmente es un fundamento para ser
feliz. El hombre actualmente confunde la verdadera felicidad con satisfacciones
vanas que duran muy poco tiempo, ya sean comprar compulsivamente o sin una
verdadera necesidad, viajar, estar constantemente actualizando las redes sociales,
todo esto con el fin de aparentar ser feliz. Pero muchas veces estas acciones
únicamente lo alejan del verdaderamente del encuentro con el otro, el encuentro
con el ser humano. Estamos pasando por lo que en su tiempo denomino Victor
Frankl “frustración existencial”, este afirma que la gente vive hoy en un vacio
existencial y que éste se manifiesta sobre todo en el aburrimiento. Este
aburrimiento y la carencia de un sentido de vida es lo que ha llevado al hombre a
buscar ayuda en la psicoterapia, muchas veces los pacientes no presentan
síntomas clínicos palpables y sufren de una carencia de contenido para sus vidas.
Debemos ayudarlo en esa búsqueda de su sentido, un sentido que está ahí para
ser encontrado no para ser creado como muchas veces se piensa dentro de la
clínica.

En miras de esta ayuda es que Victor Frankl ha creado la Logoterapia que ayuda
al hombre en la búsqueda de su sentido de vida, una logoterapia que prepara al
hombre con su encuentro con la libertad, una libertad vivida desde la
responsabilidad. Desde la fenomenología, la logoterapia entiende e interpreta la
forma en la que el hombre ve las cosas y en cómo responde ante estas cosas.
En la primer parte del libro se nos explica como el hombre en la constante
búsqueda de la felicidad ha caído en confundir lo que realmente le produce el
goce, ha confundido el amor con lo sexual, la diversión con la competencia, pues
podría decir que se deja llevar más por los instintos y se justifica en la satisfacción
de estos, dejando de lado una búsqueda de la realización de sus valores y de su
sentido.

También nos explica como resulta fácil perderse entre la línea de las corrientes
psicológicas aprendidas con anterioridad y la práctica de la logoterapia, y digo esto
por razón de que al momento de hacer psicoterapia automáticamente
relacionamos la información que nos proporciona el paciente con lo aprendido
anteriormente, realizando juicios desde la perspectiva de la corriente psicológica
con la que simpatizamos (psicoanálisis, conductismo, Gestalt, etc.) y caemos en la
tendencia a realizar un diagnóstico, o en la necesidad de poner uno, y podría
olvidarse la visión desde la perspectiva espiritual, que es esto lo que viene a
rescatar la logoterapia.

No necesitamos pues prescribirle una receta; no debemos ni podemos imponerle


el sentido; pero se puede describir perfectamente la vía por la que el hombre
puede acceder al sentido. Podemos brindare tres pistas para encontrar el sentido,
primero realizando una acción o creando una obra; segundo contactando con algo,
sea naturaleza o arte; tercero por medio de la actitud que opte ante los
acontecimientos de su vida.

La segunda parte nos explica una de las grandes interrogantes que se da tanto en
la psicología como en la existencia en sí, el problema entre el cuerpo-alma y como
es que el poder de los pensamientos y sentimientos repercute directamente en el
cuerpo, enfermándolo y predisponiéndolo a cualquier tipo de padecer. Nos
clasifica las formas capitales de enfermedad y las divide en cuatro categorías:

 Las enfermedades orgánicas vulgares, la que su etiología es tan somática


como su sintomatología.

 Las psicosis, también de origen somático (solo su etiología) mas no su


sintomatología.

 Las neurosis netamente psicógenas, se originan dentro de lo psíquico y su


sintomatología es también psíquica.

 Las neurosis orgánicas, su etiología es psíquica pero su sintomatología es


somática.
Nos hace una clara diferenciación entre lo que es el espíritu y lo que es
espiritismo, haciendo referencia que el hombre tiende a confundir lo que es
propiamente del espíritu y la fe, fe que muchas veces se vuelve obsesiva, limitante
y castigadora. Resalte que el elemento espiritual del hombre no puede descubrirse
ni obstruirse, y que es este elemento el que hace al hombre capaz de oponerse y
anteponerse ante cualquier adversidad, es del espíritu que nunca enferma de
donde el hombre saca fuerzas para seguir.

El hombre, en tanto que espíritu, existe como persona, pero en este sentido cabe
afirmar que su existencia personal es de una triple clase: es una existencia
unitaria, es una existencia total y es una existencia siempre nueva.

Sobre la voluntad libre, nos dice que le hombre es capaz de apelar a esta solo
después de hacerse consciente. Es verdad que el hombre, a veces, no es libre de
hecho, pero potencialmente sigue siendo libre.

La conducta humana no está predeterminada por las condiciones, sino que


depende de la opción del hombre mismo. Lo sepa o no, el hombre decide resistir o
decide ceder a las condiciones; en otros términos, el hombre decide dejase regir o
no, y en determinada medida, por las condiciones.

En la tercera parte nos ayuda a comprender algunos fundamentos que creo son
fundamentales para profundizar en la existencia, nos explica como el nihilismo nos
aleja de alcanzar la experiencia de un sentido, pues limita desde su perspectiva a
un estrato entitativo, el corporal, el anímico o el social. Para entender al hombre en
su unicidad no debemos reducirlo a un psicologismo o un sociologismo.

3. Valoración Personal

Me parece que el hombre doliente ha sido una lectura, que para iniciar este año,
nos ayuda a recordar muchas de las bases que sirvieron para la creación de la
logoterapia, pues se tocan a fondo algunos conceptos claves y los explica muy
bien. El autor realizo una muy buena comparación entre algunas esencialidades
del psicoanálisis contra la logoterapia, pero lo que más me ha gustado es como
nos lleva a comprender el ambiguo concepto de lo espiritual (que se tiende a
confundir fácilmente con lo espiritual/religioso/fe). Personalmente me costaba (aun
caigo en ambigüedades) explicar todas aquellas cosas que pertenecen al plano
espiritual en el hombre, pues aunque parecen ser claras y sencillas, suelen ser
confusas si uno no se ha apropiado de los conceptos que le pertenecen.

El libro me parece una llamada de atención a la forma en la que uno tiende a ver
al hombre (y los pacientes) ya que tendemos a reducirlo desde un solo plano
(psicológico, social, biológico) y es que sin querer hemos interiorizado la
costumbre de ver al ser desde alguno de los distintos ángulos que lo integran,
aunque desde que he ido aprendiendo los conceptos de la logoterapia he tratado
de ver al hombre desde su unicidad, reconozco que uno se puede perder
perfectamente en algún momento (dentro de la práctica clínica) pero no niego que
ahora puedo apreciar al hombre como un ser espiritual digno de una historia.

También podría gustarte