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INTRODUCCIÓN

El VI Congreso de CPDS de CPDS se celebra en una situación extremadamente difícil para Guinea Ecuatorial,
y, particularmente, para Convergencia para la Democracia Social. Difícil para el país porque el inmovilismo
del régimen militar, bajo una apariencia de democracia, no ha permitido avanzar en el camino de la
democratización del país, ni tomar decisiones que puedan suponer una mejora en las condiciones de vida de
los ciudadanos y ciudadanas ecuatoguineanos. La represión contra los opositores, el nepotismo y la corrupción
siguen siendo una pesadilla para el pueblo de Guinea Ecuatorial.
En lo que respecta a CPDS, en particular, los últimos cuatros años han supuesto, hasta la fecha, la etapa más
difícil desde su andadura como partido legalizado. El régimen del General Obiang tiene la concepción de que
los partidos políticos de la oposición deben ser meras organizaciones simbólicas, cuya función no es criticar
al Gobierno, denunciar los abusos de este y aspirar a gobernar, es decir, contribuir al pluralismo político, sino
colaborar con el régimen para perpetuar al Partido Democrático de Guinea Ecuatorial en el poder a cambio de
dádivas y privilegios. La negativa sistemática de CPDS a ser un mero comparsa y su reafirmación diaria en el
compromiso de la lucha por la democracia y los derechos y libertades de todos los ciudadanos y ciudadanas,
han llevado a Obiang a la determinación de acabar con este partido, anulando, mediante acciones ilegales y
maquiavélicas, su capacidad de acción.
Obiang nunca ocultó esa estrategia para eliminar del escenario político a CPDS, al considerar a este partido
como el verdadero obstáculo en el camino para perpetuar su poder omnímodo en Guinea Ecuatorial, país al
que considera como un patrimonio familiar. De ahí sus discursos públicos asegurando acabar con CPDS si este
partido no se adhiere a la coalición eterna del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial y sus aliados. De ahí,
también, el hecho de que las elecciones municipales y legislativas del 12 de noviembre de 2017, hayan sido
las más bochornosas, escandalosas y violentamente fraudulentas, no solo de la historia de nuestro país, sino
también de toda la subregión del África central.
Más de un cuarto de siglo de un interminable proceso de democratización, caracterizado por la corrupción, el
nepotismo, el uso de la fuerza contra la población y los fraudes electorales sistemáticos para mantenerse en el
poder, ha sido tiempo suficiente para causar, en los ciudadanos y ciudadanas, la confusión, la desesperación,
el odio y la creencia equivocada de que los partidos políticos no son capaces de acabar con la dictadura o, en
el peor de los casos, solo han servido para perpetuarla. Esta situación no solo supone el caldo de cultivo para
la irrupción del populismo y el mesianismo, sino también para la aparición de aventuras golpistas, lo que parece
gustar al régimen como excusa para limitar los derechos y libertades del pueblo, esgrimiendo los riesgos de
desestabilización del régimen por parte lo que califica de “enemigos internos y externos de la patria”.
El VI Congreso de CPDS debe servir, pues, para analizar el nuevo escenario político y adoptar nuevas
estrategias de lucha democrática, con el compromiso de todos y cada uno de los militantes del partido,
compromiso que ha de extenderse al resto de ciudadanos y ciudadanas que creen en la libertad, la igualdad de
todos ante la ley y en una sociedad próspera para todos.

El lema del VIº Congreso, MÁS COMPROMISO POR EL CAMBIO, responde a esta necesidad.

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I. POR UN CAMBIO SOCIAL

1. Introducción

Como el anterior, este VI Congreso, pese a la recesión económica que sufre el país debido a la mala gestión
de la cosa pública Guinea Ecuatorial sigue siendo uno de los grandes productores del petróleo en África
subsahariana, se celebra en un momento en que Guinea Ecuatorial se ha convertido en uno de los países con
más crecimiento económico, gracias a la explotación de hidrocarburos (petróleo y gas licuado), manteniéndose
en el tercer puesto de los países productores del petróleo en el África subsahariana, por detrás sólo de Nigeria
y Angola, y en el número 45 entre los 88 países evaluados por la OPEP. Por eso nuestra renta per cápita es
superior a la de los principales países productores del petróleo del Tercer Mundo. La peculiaridad de nuestra
economía reside en que ha generado más exclusión social. Si antes del petróleo los guineanos compartían la
pobreza, ahora, la escandalosa riqueza de unos pocos se erige al lado de la intolerable pobreza de la mayoría
de la población.
CPDS cree en una política social justa, destinada a mejorar el nivel de vida de toda la población, sin
exclusiones, aprovechando la oportunidad histórica que supone la explotación de mucho petróleo en beneficio
de una población inferior a un millón de habitantes.

2. Educación

La educación es un instrumento eficaz para el desarrollo social de cada individuo, ya que no sólo le dota de
formación académica o profesional, sino también para la forma en los valores humanos y cívicos. Por la
proyección de la persona humana en la sociedad, la educación es, en consecuencia, un recurso que permite que
una sociedad o un pueblo se desarrolle, incluso cuando carezca de recursos naturales, de modo que se puede
alcanzar el desarrollo a través de la educación. Aunque un país sea rico en recursos naturales, no puede
progresar sin recursos humanos, que son los ciudadanos y ciudadanas cuya formación posibilita la
transformación de esos recursos naturales en riqueza real para el país.
Sin embargo, hoy por hoy, la educación en nuestro país no responde a los desafíos de los tiempos.
Caracterizado por el desorden, la mediocridad, la corrupción y la ausencia de planificación, nuestro sistema
educativo, deteriorado día a día e incapaz de formar adecuadamente a los jóvenes, no puede garantizar un
futuro esperanzador al país, por los problemas e insuficiencias a los que el Gobierno del PDGE no ha dado
solución, sino que los ha agravado de forma intencionada aplicando el principio de que es fácil manejar un
pueblo inculto. Son los mismos problemas de siempre, que ya fueron también planteados en los anteriores
Congresos de CPDS:

a) Insuficiente número de escuelas. En los últimos treinta y cinco años, la población guineana,
mayoritariamente joven, se ha multiplicado por tres, pero no se construyen suficientes escuelas, lo que provoca
la masificación de los centros escolares, con escuelas que se ven obligadas a tener tres turnos al día. La nula
prioridad que el Gobierno concede a la Educación, se observa, por ejemplo, en el hecho de que, mientras entre
las ciudades de Bata y Malabo se han construido en torno a una docena de cuarteles militares y de la Policía,
no se ha edificado ni un solo centro de Enseñanza Secundaria en 38 años del régimen militar del General
Obiang. Es muy elocuente el dato de los centros que imparten el nivel de ESBA, por poner un ejemplo, en el
distrito escolar de Bata; de 36 centros que imparte este nivel, solo 5 son públicos; la rehabilitación de los
centros públicos es interminable, lo cual afecta, entre otros, al Colegio Enrique Nvo y al Colegio África
(antiguo Grupo Generalísimo), cuyas obras de rehabilitación llevan 8 años sin terminar, y en muchos casos
totalmente paralizadas. Esta situación se agrava aún más en las zonas rurales, donde hay escuelas construidas
sin inaugurar por falta de maestros, y en muchos casos los niños y niñas tienen que hacer recorridos de 5
kilómetros, y con el riesgo que esto supone para menores cuando van a la escuela. Tres cuartos de lo mismo
se puede decir de la isla de Bioko. El abandono del sector educativo, por el Gobierno del General Obiang, ha

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propiciado la proliferación de escuelas privadas, con centros en lugares poco apropiados para realizar la
actividad docente. Muchos de estos centros solo persiguen un objetivo, ganar dinero ya que es un negocio
rentable lejos de la formación del futuro ciudadano.

b) Aulas inadecuadas para impartir la enseñanza, por su deteriorado estado y/o escasa capacidad, dándose
casos en que un solo maestro tiene en clase a más de 100 alumnos, cuando lo adecuado son menos de 40.

c) Deficiente formación de los docentes y nombramientos políticos a personas sin el nivel adecuado para la
docencia. Además, los maestros y profesores cobran salarios tan bajos que, para sobrevivir, muchos de ellos
trafican con notas y tienen que dedicarse, paralelamente, a otras actividades.

d) Carencia de material didáctico. Los alumnos no tienen libros de texto, por lo que se limitan a estudiar con
los apuntes que el maestro dicta en clase, no pudiendo ampliar sus conocimientos. Los libros de texto que
fueron editados con la cofinanciación de la Cooperación Española, que deberían ser gratis, no llegan a los
alumnos pese a que se venden, y los puntos de ventas son confusos al no haber librerías donde se pueden
adquirir.

e) Falta de una inspección de enseñanza seria. En la actualidad, han vuelto a la vieja denominación de
inspección de educación, remplazando los llamados “supervisores de enseñanza”, cuyo nombramiento obedece
a razones de militancia en el partido en poder e inexistencia de una organización y definición curricular. La
Cooperación Española hizo un gran esfuerzo de formar al cuerpo de inspectores recibiendo cursos de alta
inspección en el ministerio de educación y ciencia en Madrid. Este esfuerzo no ha servido de nada, pues los
que recibieron esta formación fueron apartados del cuerpo de Inspectores.

f) Falta de un sistema de becas que, por un lado, incentive a los escolares y, por otro lado, suponga una ayuda
a las familias sin recursos suficientes –que son la inmensa mayoría en el país–, de tal forma que la insuficiencia
de recursos económicos no suponga un obstáculo para la formación de los jóvenes.

Ante la demanda social de plazas escolares por la inadecuada respuesta del Gobierno, surgen iniciativas
privadas. Salvo excepciones, las mismas deficiencias que experimentan los centros públicos las reproducen
los centros privados, que se montan fundamentalmente como un negocio.

Si se considera que todo proyecto o cambio sociopolítico implica siempre un modelo educativo, la nula
atención que se presta a la educación en Guinea Ecuatorial demuestra que el Gobierno no tiene proyecto alguno
para el país. El subdesarrollo en que está sumida la República de Guinea Ecuatorial es la consecuencia de la
falta de atención que recibe este sector, así como la inexistencia de un modelo educativo capaz de formar los
recursos humanos que deberían ser el motor del desarrollo nacional.

En este sentido, CPDS sigue apostando por una educación pública de calidad en un modelo de formación
permanente a lo largo de la vida, porque consideramos que ésa es la única vía para responder con garantías de
éxito los retos del futuro.

La Educación constituye uno de los pilares básicos del Estado social, que se ha de garantizar desde la más
temprana edad, poniendo los recursos humanos, materiales y financieros que hagan falta y que permitan la
eficiencia y sostenibilidad del sistema.

Para garantizar el acceso de todos a una educación de base sólida, es necesario que la educación sea gratuita
en los niveles primario y secundario, dentro de un sistema que potencie una sólida formación profesional que
incluya la adquisición de destrezas manuales de su entorno tradicional.

La educación universitaria para la formación de cuadros superiores se debe racionalizar según las necesidades
de desarrollo del país desde la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial y en centros universitarios del
extranjero.

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El establecimiento de becas ha de constituir uno de los elementos de potenciación del sistema educativo
nacional.
Los programas de alfabetización de adultos vienen a culminar el proceso con la información de que todos
tenemos derecho a la educación con la única condición de tener ganas para ello.

Como progresistas, estamos convencidos de que la formación de todos, con las mismas oportunidades, es uno
de los motores de la igualdad y que, cuanto más altos sean los índices de educación, mejor está preparada una
sociedad para afrontar los retos del presente y del futuro.

3. Sanidad
3.1. Introducción
Desde la toma de poder por el presidente Obiang Nguema en 1979 hasta hoy, en ningún momento los
guineanos han percibido verdadera preocupación en sus sucesivos gobiernos por la búsqueda del bien común
en relación con la salud de la población de Guinea Ecuatorial, contrariamente a los avances conseguidos
durante el periodo colonial y que nos colocaron en los primeros niveles sanitarios de África.
Cincuenta años después de nuestra accesión a la independencia, los sucesivos gobernantes de nuestro país no
solo no han sido capaces de mejorar o, por lo menos, mantener las adquisiciones sanitarias del periodo colonial,
sino que después de destruir lo que ya se había conseguido, están pasando por alto las necesidades básicas de
la población en este sector.
En efecto, el sistema sanitario de Guinea Ecuatorial se caracteriza hoy en día por la visible falta de interés de
los gobernantes por su mejora, las grandes desigualdades entre la gente rica, los propios gobernantes y sus
familias, con suficiente capacidad adquisitiva para tratarse en el extranjero y la inmensa mayoría de la
población pobre que se muere en la miseria sin atención médica adecuada en su propio país. Y no se vislumbran
esfuerzos esperanzadores por parte de estos gobernantes por mejorar el panorama sanitario del país, ni por
mejorar la situación de pobreza que lo gangrena, todo lo contrario.
La organización propiamente dicha del sistema sanitario, la financiación del sector salud y la provisión de la
atención sanitaria constituyen los principales escollos del sistema sanitario de Guinea Ecuatorial. En este
contexto de deficiencias generalizadas, el sistema sanitario de Guinea Ecuatorial devuelve una imagen de
desorden, caos, arbitrariedad y extrema politización, sin que las acciones de los poderes públicos demuestren
interés real por el mejoramiento de estas condiciones.

3.2. Retos en el sector sanitario


Numerosos son los retos en este sector, en el que se confunden todas sus ramas (enfermería, parteras, medicina
y cirugía, farmacia, biología, etc.):
a) Faltan los fundamentos elementales y convencionales para el ejercicio legal y ético de las profesiones
sanitarias: no hay organizaciones o colegios profesionales; no hay códigos de deontología profesional de
referencia; no existe estructura profesional cualificada con capacidad y autoridad disciplinaria para
controlar con criterio objetivo el ejercicio y las acciones de dichas profesiones.
b) Faltan los equipos básicos necesarios al ejercicio: consumibles médicos, aparatos, reactivos de
laboratorio, medicamentos indispensables (hilos de sutura, simples compresas, productos anestésicos,
fármacos especializados y específicos, materiales quirúrgicos, antisépticos, etc., etc.). El país está
inundado de medicamentos falsos, llegando estos a venderse en carretillas ambulantes en los mercados y
barrios, sin la debida reacción de la autoridad sanitaria. Estos productos falsos son responsables de
importantes tasas de morbilidad y de mortalidad no cifradas por la autoridad pública. No hay proveedor
oficial, fiable y regular de estos productos, lo cual explica la proliferación de todo tipo de tráficos en el

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sector, de falsificaciones (particularmente en los países de la subregión) y la grave escasez de los aludidos
productos indispensables.
c) Faltan los medios básicos, fiables y seguros, de ayuda al diagnóstico. Por ejemplo, importantes
hospitales públicos como los de Malabo y Bata no ofrecen servicios de radiología dignos de ese nombre;
para las personas que viven con el VIH, los hospitales públicos no son capaces de realizar las pruebas de
confirmación del diagnóstico, ni de conocer la carga viral y el equipamiento linfocitario de dichas
personas; no ofrecen la posibilidad de explorar el corazón con un simple electrocardiograma (ECG). Las
mujeres en periodo de actividad genital no pueden hacerse normalmente la prueba citológica (frotis) que
permite la detección temprana del cáncer de cuello uterino, bastante frecuente en nuestro medio; los
hombres maduros no pueden beneficiarse del control normal de su próstata; poder obtener un simple
hemograma o pruebas bioquímicas de líquidos orgánicos supone una carrera de obstáculos. Estos ejemplos
pueden multiplicarse como patologías encontremos.
d) Los recursos humanos nacionales de calidad son muy escasos, y cuando existen, son infravalorados. No
siempre es conocido el verdadero nivel de formación de los diferentes actores sanitarios. Este sector es un
verdadero rio revuelto en el que comerciantes ordinarios se convierten en farmacéuticos; auxiliares de
enfermería trabajan como enfermeros; enfermeros trabajan como médicos y cirujanos; licenciados y
doctores se confunden en una misma categoría profesional; doctores de sorprendente nivel...
e) No hay colegialidad en el ejercicio profesional: en Guinea Ecuatorial, no existe el necesario intercambio
intelectual y profesional entre colegas, ni estructuras que lo favorezcan. No hay reuniones profesionales,
ni conferencias, ni intercambio de experiencias, ni balance de actividades, nada...
f) No hay una verdadera Seguridad Social que ofrezca protección segura a todos los guineanos contra los
“riesgos sociales”, es decir, la enfermedad, la maternidad, la invalidez, la muerte, un accidente laboral, una
enfermedad profesional, la vejez, la familia. Y a esto se suma la gran pobreza de la población que limita
el acceso de ésta a la escasa y mala atención sanitaria que se produce en el país.
g) El país carece de una base de datos sanitarios reales que permitan guiar la programación de las políticas
de salud.
h) Y, a la base de todo, la extrema politización de la actividad sanitaria, como se observa, además, en
todos los sectores de la sociedad. La pertenencia clara, o la simpatía demostrada hacia el partido en poder
es la clave para izarse a cualquier nivel social y ostentar responsabilidades técnicas muchas veces incluso
cuando la formación del individuo no lo autorizaría.
i) El resultado final es lo que vive la inmensa mayoría de los guineanos: una inseguridad sanitaria general
y un riesgo permanente para su salud.

3.3. El proyecto sanitario de CPDS


Ante este panorama grave y desolador, urge modernizar la sanidad guineana. Convergencia para la Democracia
Social de Guinea Ecuatorial reafirma su compromiso y voluntad de adoptar políticas prioritarias destinadas a
transformar radicalmente, dentro de su ambicioso proyecto de bienestar social, el panorama sanitario y la
organización sanitaria de nuestro país.
El proyecto sanitario de CPDS contempla la reforma profunda del Sistema Sanitario Nacional vigente en la
actualidad, así como importantes cambios básicos en la calidad de vida de la población.
Esta reforma profunda contempla:
a) El rediseño de toda la estructura de dirección y gestión del Sistema Sanitario Nacional (SSN).
La dirección política del partido garantizará que el sector sea conducido por un equipo competente
de dirección, gestión y coordinación con la clara vocación de poner al alcance de todos los guineanos,
y de manera duradera, unos servicios sanitarios a la altura de las necesidades reales del país. Para ello,
CPDS solicitará la participación de todos los guineanos disponibles, con probados conocimientos y
experiencia del sector, estén donde estén, ofreciéndoles condiciones alicientes y adecuadas a su nivel
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profesional. Esta prioridad nacional no excluye el recurso a una cooperación internacional cuando así
lo aconsejaren las circunstancias. Este objetivo traduce la gran voluntad política de CPDS de colocar
la salud de los guineanos entre sus principales preocupaciones y a la altura de sus necesidades. Como
progresistas, la salud debe dejar de ser una mercancía y un privilegio reservado para una reducida
franja de la sociedad para convertirse en un derecho para todos.
b) El Incremento del Presupuesto de gastos destinado a Sanidad:
CPDS aumentará el presupuesto de gastos del ministerio de sanidad hasta un 5-10 % del Prepuesto
General del Estado.
c) La creación y puesta en marcha de Instrumentos legales y deontológicos en el ejercicio de las
profesiones sanitarias
Con el fin de erradicar el ejercicio ilegal y el intrusismo en las profesiones sanitarias, CPDS promoverá la
constitución y puesta en marcha de los instrumentos legales y deontológicos que regulen el ejercicio de todas
las profesiones sanitarias. Se crearán sin tardar el Colegio Médico y el Colegio de farmacéuticos.
Se procederá a la recopilación de todos los textos legales sanitarios existentes en el país con el fin de unificar
criterios y elaborar un Código de la Salud Pública.

3.4. La Definición de ejes de acción básica:


En el ámbito infraestructural y humano, evaluación de la realidad existente, el funcionamiento de las actuales
estructuras sanitarias, su equipamiento, los recursos humanos disponibles y su calidad.
En el ámbito asistencial, puesta en marcha de situaciones, programas preventivos, curativos y de investigación
que deben considerarse como básicos:
a) Reorganización y refuerzo de los programas de lucha contra las grandes endemias: paludismo,
tuberculosis, tripanosomiasis, oncocercosis, Enfermedades de transmisión sexual.
b) Lucha contra el VIH: reforzamiento de los programas de educación e información a la población;
reforzamiento y ampliación del dispositivo de manejo de las personas que viven con el VIH.
c) Restructuración y generalización del dispositivo nacional de atención a la salud de la madre y el niño.
d) Estudio, con las organizaciones de la sociedad civil del sector, de un plan de atención a las Personas
de Edad Avanzada.
e) Creación de una Medicina Escolar que establezca un control médico gratuito anual para el
seguimiento de la salud de todos los alumnos y estudiantes.
f) Definición de un plan nacional para situaciones de urgencia y catástrofes.
g) Suscripción de contratos especializados para el mantenimiento adecuado del material técnico.

3.5. Creación de estructuras técnicas especializadas:


a) Puesta en marcha de un Servicio de Información Sanitaria (SIS) fiable que permita la toma
fundamentada de decisiones sanitarias. La toma improvisada o azarosa de decisiones sanitarias, como
sucede actualmente, debe desaparecer.
Creación de un “Centro Nacional de Control y Alerta de Enfermedades” (CNCAE), en estrecha
colaboración con el SIS. Este centro de vigilancia, dirigido por epidemiólogos y profesionales de
reconocida formación y competencia, permitirá la detección de brotes epidemiológicos y aconsejará
la respuesta a adoptar en cada caso.
b) Creación de un Centro Nacional de Distribución de Medicamentos (CNDM) y de Consumibles
Médicos (CNDCM). Se definirá su relación con todas las estructuras sanitarias del país.
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3.6. La reforma de la Seguridad Social
La seguridad social debe permitir que el guineano reciba la correspondiente y adecuada atención médica o
social de calidad sin preocuparse por la financiación de dicha atención.
Es incomprensible e inadmisible que, con el nivel de la renta del país, el gobierno no haya sido capaz de
garantizar una cobertura adecuada para los riesgos sanitarios y sociales a todos los guineanos, sin excepciones.
Todos hemos asistido a las peticiones de dinero presentadas por gente ordinaria, difundidas por los medios del
Estado, para ir a curarse fuera del país. La esposa del presidente, que siempre aparece como bienhechora, o su
hijo, no son los que deben decidir quién debe beneficiarse de medios para curarse y quién no. La salud es un
derecho.
Teniendo en cuenta, pues, que el Estado dispone de los medios necesarios y suficientes para organizar e iniciar
la cobertura de toda la población para los principales riesgos sanitarios y sociales, CPDS organizará una
Seguridad Social con ambición universal, estudiada para cubrir los riesgos derivados de la enfermedad, la
maternidad, la invalidez, la muerte, un accidente laboral, una enfermedad profesional, la vejez o la familia, no
solamente a los trabajadores de las empresas, sino también a la población campesina sin ingresos y a toda la
población de Guinea Ecuatorial, estudiando y adaptando los criterios de cobertura a cada situación concreta.

3.7. La estructuración de la cooperación sanitaria


Toda esta modernización del sector salud en Guinea Ecuatorial necesitará del recurso de personas dotadas de
los debidos y correspondientes conocimientos y experiencia.
Por eso CPDS contempla el establecimiento de una cooperación sanitaria bilateral y multilateral con países de
probada buena organización sanitaria y organismos del sector, no para dirigir nuestra sanidad, sino para
asesorarnos en la puesta en marcha de un sistema sanitario serio, eficaz y eficiente, y en la ejecución racional
de nuestras prioridades sanitarias. También para la formación de los recursos humanos necesarios, partiendo
de bases educativas normales.
Para ello, se creará una Dirección General especial de centralización y coordinación de toda la cooperación
sanitaria.

3.8. Acciones de carácter multisectorial


Estas acciones serán el resultado de la política sociosanitaria o intersectorial de CPDS, que será el pivote de
coordinación, el nexo, entre la política de salud y la política de servicios sociales.
Como bien es sabido, el bienestar social está directamente ligado al mejoramiento de la salud pública y de las
políticas sociales. Las políticas sociales implican el mejoramiento de las condiciones del hábitat a través de
una vivienda decente, el acceso al agua potable, la higiene de los alimentos, la higiene y el saneamiento
ambiental, el trabajo digno, la justicia, la política educativa y la redistribución de la riqueza. Es decir que las
políticas que aspiran a mejorar el nivel de salud de la población, deben asociarse al mejoramiento también de
las políticas sociales.
Dentro de este marco, CPDS promoverá la coordinación de acciones multisectoriales que converjan en el
bienestar cada vez mayor del guineano:
a) Acelerando y racionalizando una política de erradicación progresiva y ordenada del hábitat insalubre,
respetando las leyes y promoviendo el acceso del guineano a una vivienda decente;

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b) Priorizando la ejecución del programa de abastecimiento de agua potable a todas las aglomeraciones
distritales y municipales, modernizando las redes existentes y creando nuevas donde no las hubiere.
Progresivamente el programa se extenderá a todos los poblados del ámbito nacional;
c) Promoviendo la modernización del alcantarillado de Malabo, la creación de uno en Bata y, más
progresivamente, en las capitales de distrito y cabeceras de municipios;
d) Promoviendo la organización y desarrollo de sistemas apropiados de eliminación fecal y de aguas
usadas;
e) Dedicando una atención especial a la recogida e incineración de desechos domésticos en las ciudades,
en colaboración con los gobiernos locales. En los poblados, se promoverá la creación de incineradores
públicos y colectivos;
f) Diseñando e implementando programas destinados a introducir progresivamente en nuestra sociedad
hábitos de una alimentación sana;
g) Promoviendo una rigurosa política de lucha contra los hábitos tóxicos, el alcoholismo, el tabaquismo
y las drogadicciones que tan profundamente se han arraigado en nuestra sociedad perjudicando
gravemente la salud de nuestros conciudadanos.

4. Vivienda
La vivienda es la casa donde vivimos, donde nos resguardamos de las inclemencias del tiempo, donde nuestros
niños y nuestras niñas deben estudiar después de salir de clase, donde nos retiramos a estar con la familia y a
descansar después de la jornada laboral.
Para que podamos realizar adecuadamente estas funciones en casa, ésta debe cumplir determinadas
condiciones de habitabilidad. Tener una vivienda supone un gran esfuerzo, y si queremos que la vivienda sea
duradera y con buenas condiciones de habitabilidad, el esfuerzo se hace aún mayor.
En Guinea Ecuatorial, no hay, desgraciadamente, entidades inmobiliarias dedicadas a la construcción de
viviendas, para que las familias puedan comprarlas simplemente, sin tener que hacer el esfuerzo de construirlas
por sí; tampoco hay bancos hipotecarios que ofrezcan apoyo financiero para tal fin, ni instituciones que regulan
cómo hacer las casas, tarea que en otros países corresponde a los Ayuntamientos. Cada uno hace lo que puede,
cuando puede y donde puede, lo cual suele dar lugar a consecuencias negativas:
a) Un desgaste económico importante para las familias, en perjuicio de otras necesidades; a veces dicho
esfuerzo no da los frutos esperados y muchas casas que habían sido empezadas se quedan sin acabar;
b) Un crecimiento caótico de las ciudades, impulsado, además, por el éxodo rural, con el consiguiente aumento
de la insalubridad, las enfermedades ligadas a la falta de higiene y la inseguridad..
En estos últimos años, el Gobierno está llevando a cabo la construcción de viviendas en varios puntos de la
geografía nacional. Dice que son viviendas sociales, pero de sociales no tienen nada, ya que lo que ocurre es
que las mismas, en vez de ser destinadas a sectores de población que viven en condiciones de habitabilidad
precarias, gentes humildes que las necesitan, son adquiridas por personas que tienen más de una vivienda para
arrendarlas a los que el salario les permite ese lujo. Por lo tanto las personas humildes de nuestra sociedad, sin
recursos económicos ni trabajo digno, siguen viviendo en chabolas, además superhabitadas.
Para impulsar una verdadera política de la vivienda social, es necesario diseñar una política urbanística global
que integre políticas del suelo respetuosas con el medio ambiente y con la biodiversidad. Las reducidas
dimensiones del suelo patrio obligan a una racionalización de las políticas relacionadas con la vivienda. La
ocupación del suelo debe respetar la flora, o sea el bosque y las fuentes de agua.
Por otra parte, CPDS debe asumir, y asume de manera contundente, que ningún habitante de este país debe
carecer de una casa digna donde pueda cobijarse con su familia.
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5. Hidrocarburos, agroforestal, ganadería y pesca

En los últimos veinte años, la actividad económica de Guinea Ecuatorial está centrada en la fructífera
explotación de hidrocarburos, petróleo y gas, cuya exportación ha venido proporcionando al Fisco entre el 80
y el 85 por ciento de sus cuantiosos ingresos hasta 2014, año que marca el comienzo de la profunda crisis
económica que estamos viviendo en la actualidad. La ingente cuantía de recursos financieros aportados al
Estado por la industria petrolera ha permitido al Gobierno del PDGE realizar una variedad de inversiones,
principalmente en infraestructuras, si bien como veremos más adelante, la mayoría de las mismas son
inservibles o improductivas por extemporáneas o superfluas. Esas inversiones, al generar un alto nivel de
actividad en el país, propiciaron para Guinea Ecuatorial uno de los mayores índices de crecimiento económico
del mundo de los últimos tiempos. Crecimiento económico que no se ha traducido en desarrollo económico y
social del país debido a la perversa política del Gobierno.
El sector agroforestal fue, desde siempre, la base económica de Guinea Ecuatorial y fuente del bienestar que
conoció el país en los momentos anteriores a la Independencia. En el transcurso del último cuatrienio, periodo
intercongresual, continúa el abandono de la agricultura al carecer el Gobierno de una política económica
adecuada. Persiste la consecuencia directa que es la práctica desaparición del café y el cacao en Río Muni,
mientras que en Bioko la falta de incentivos a la producción del cacao está propiciando el abandono masivo
del sector, próximo a la extinción.
Así, existe un notable contraste entre el crecimiento económico del país y la situación de su agricultura. Un
sector de tan vital importancia para nuestra sociedad no está recibiendo la adecuada atención, y el estado de
abandono en que se encuentra es de una incuestionable evidencia.
La consecuencia de la inacción del Gobierno, en materia de política agraria, es el empobrecimiento de la
población rural, que se veía obligada a emigrar masivamente a las ciudades, principalmente a Malabo y Bata,
para buscar empleo en las empresas ligadas a la producción del petróleo, las cuales tampoco creaban puestos
de trabajo para ellos. Otra posible salida de la población rural, aunque escasa cuantitativamente, ha sido
emplearse en obras de infraestructuras ejecutadas en sus entornos. Con la crisis actual esta posibilidad también
ha desaparecido, lo que evoca la persistencia del empobrecimiento de la población rural.
Bien cierto es que la producción del petróleo debía suponer una gran oportunidad para destinar buena parte de
sus recursos a la producción agropecuaria, para su desarrollo no sólo con vistas a la exportación, sino, también
y sobre todo, para el abastecimiento de nuestro mercado interno de alimentos, en lo que sería coherente y
consecuente con el programa de seguridad alimentaria de las Naciones Unidas
Destinar recursos a este sector tiene implicaciones económicas, humanas y sociales. El desarrollo de la
agricultura incide, de manera incisiva, en el equilibrio demográfico del país, pues permite la creación de
puestos de trabajo en el campo, dando lugar a un desarrollo equilibrado y equitativo del país. Supone que las
poblaciones del campo puedan vivir de su trabajo de manera sostenible y digna, con acceso a unos medios
materiales que faciliten el desarrollo de la productividad, y sin que se vean tentadas a emigrar a la ciudad.
En la misma línea, pese a la creciente demanda de productos cárnicos, la ganadería es inexistente en el país, y
se recurre a la importación de ganado de países limítrofes, principalmente de Camerún.
Persiste la situación en la consecución de productos de pesca, a pesar de estar nuestro país rodeado de extensas
aguas marítimas, y pese a las ingentes cantidades de dinero que dice invertir el Gobierno en el sector pesquero,
el pescado fresco sigue siendo un lujo para la mayoría de la población. La pesca artesanal, sin medios
suficientes (inversiones), no puede abastecer a una población en constante crecimiento. Así, se da la paradoja
de que un país rico en recursos marítimos y en cuyas aguas faenan numerosos barcos de compañías pesqueras

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internacionales de países con los que el Gobierno firma acuerdos, contratos y convenios, tiene que recurrir a
la importación de pescado congelado de baja calidad, para alimentar a su población.
Finalmente, el bosque, otra fuente de riqueza y elemento vital para el equilibrio ecológico, está siendo
malogrado por la avidez y la irracionalidad del régimen, que lo explota de forma despiadada, con el inherente
peligro de que, a medio plazo, asistamos a la paulatina desertificación del país. Particularmente en los últimos
cuatro años empresas integradas por nacionales de países asiáticos y familiares directos de las altas autoridades
del país, han llevado a cabo una brutal tala de árboles en la Región Continental, incumpliendo impunemente
la floja normativa nacional existente en el sector. El afán de enriquecimiento rápido, la consideración de que
Guinea Ecuatorial es un patrimonio propiedad de Obiang Nguema y su familia, así como el desorden reinante
en la administración pública, han permitido la creación de numerosas empresas dedicadas al corte no sólo de
especies antes no consideradas maderables, sino de árboles con diámetro inferior a treinta centímetros; ni
mucho menos cumplen la obligación de repoblación y recuperación de los bosques. Las enormes extensiones
de bosques autoadjudicadas por los familiares y partidarios, y el caos creado entre las autoridades, hasta de
nivel local, en disputa sobre la competencia para otorgar concesiones de explotación forestal, han llevado al
sector a una situación de marasmo económico tal que el mismo Gobierno, al menos por ahora y aparentemente,
ha tenido que paralizar la actividad de tala y proceder a revisar la actividad del sector. Sin embargo, la medida
ha afectado negativamente a los ciudadanos propietarios de motosierras cuya actividad de tala no suponía
ningún peligro para la supervivencia de las selvas, mientras la tala a gran escala, protagonizada por las
empresas del Vicepresidente de la República, sigue en marcha.
La profunda crisis económica actual se manifiesta en nuestro país, desde la industria petrolífera, causada por
la fatal coincidencia en los últimos tres años de dos fenómenos; de una parte, la baja continuada y sostenida
del precio de petróleo en el mercado internacional y de otra, el creciente agotamiento de la producción de los
pozos en explotación, por la escasez de nuevos pozos que puedan cambiar la tendencia a la baja de la
producción a corto plazo y, lo que es peor y más grave, la falta de materialización de inversiones en la
exploración de nuevas parcelas ya sujetas a adjudicaciones y en la explotación de nuevos pozos cuya
exploración ha dado resultado positivo. Estos factores son compatibles con una fuerte disminución de ingresos
en las arcas del Estado que, a su vez, llega en el momento que la deuda interior por obras de infraestructuras
de financiación pública es muy elevada, superando los ¡DOS BILLONES! de Francos CFA. La consecuencia
directa de esta situación es la quiebra y cierre de la mayoría de las empresas del País, empezando por las
grandes del sector, enviando al paro a muchos trabajadores desde los de más baja cualificación.
En la producción agropecuaria apenas se puede hablar de crisis al no haber registrado en este sector un nivel
significativo de actividad productiva en la economía nacional, por falta de interés, inversiones y promoción
del Gobierno.
En el sector forestal la crisis se ha manifestado con la paralización parcial de la actividad de las empresas de
explotación forestal ordenada por el Gobierno tras constatar el abusivo e ilegal modo de operar de las empresas
y algunos servidores públicos, cuyos resultados han creado alarma social por el enorme daño causado a los
bosques y su repercusión en el medio ambiente y en la vida de la gente.
Como en el sector agropecuario, en el pesquero no se puede hacer visible la crisis al no ser objeto, desde
siempre, de un nivel notable de actividad económica en la producción del país. Se sigue registrando la falta de
inversiones reales, aparte las especulaciones del Gobierno de los reiterados proyectos de pesca que no se llevan
a cabo.
Con la explotación del petróleo y el gas, CPDS cree que, visto lo visto hasta ahora, hay que marcar claramente
los objetivos nacionales vinculados al desarrollo económico y social real de Guinea Ecuatorial, en el posible
segundo ciclo o etapa de desarrollo de la industria petrolífera. Para ello, a corto, medio y largo plazo el
Gobierno debe adoptar medidas eficaces que garanticen una buena gestión de las finanzas públicas y contra la

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corrupción, propiciar la estabilidad institucional (democracia), crear un marco de seguridad jurídica y
conformar un clima de negocios adecuado.
Hay que recordar que, en los últimos años, el Gobierno de Guinea Ecuatorial ha expropiado las de muchos
ciudadanos, tierras en las que se practicaba la agricultura. CPDS exigirá que el Gobierno dé una indemnización
justa a los ciudadanos cuyas tierras sean o hayan sido afectadas por las expropiaciones.
Desde CPDS seguimos creyendo que los poderes públicos deben impulsar la autosuficiencia alimentaria
apoyando todas las iniciativas, como la propuesta por las Naciones Unidas sobre Seguridad Alimentaria, que
coadyuven al desarrollo del sector primario, en inversiones para la producción, establecimientos de canales de
distribución y comercialización, una política de subvenciones, la promoción de cooperativas agropecuarias y
pesqueras. Un país que no puede alimentar a sus habitantes tiene un grave problema de seguridad nacional.
Salir de la dependencia casi total en las importaciones que conoce hoy nuestro país, debe ser una prioridad
nacional.
Por eso CPDS apuesta por un sector agropecuario fuerte, con una producción agrícola y ganadera acorde a las
necesidades de consumo del País. Ello es posible por la fertilidad de su suelo, y, además deseable por ser una
fuente de progreso económico, bienestar social, seguridad alimentaria y equilibrio demográfico entre el campo
y la ciudad.
CPDS cree que con los recursos del desarrollo del sector petrolífero, adoptando medidas eficaces contra la
corrupción, propiciando estabilidad institucional (democracia), creando un marco de seguridad jurídica y
manteniendo un clima de negocios adecuado. Invertir, por parte de los poderes públicos, y promocionar
fuertemente los sectores agropecuario y pesquero sería suficiente para cubrir las necesidades actuales de
desarrollo del país, por lo cual este partido aboga por limitar la explotación forestal al consumo interno de
empresas y particulares.

6. Comercio
Dado el bajo nivel de producción nacional de mercancías, el comercio interior de nuestro país va de la mano
de las importaciones. La inmensa mayoría de los bienes disponibles en el mercado, tanto de consumo como de
inversión, son producidos en el exterior y la comercialización de los mismos en el país, mayoritariamente, está
en manos de extranjeros. Precisamente el espectacular aumento de las importaciones se debió al no menos
espectacular aporte de ingentes cantidades de dinero provenientes de la explotación de hidrocarburos.
El tráfico comercial que registró gran aumento en los últimos quince años ha tomado una drástica y progresiva
disminución desde 2013, reflejo de la evolución de la economía en crisis. En el sector comercial se manifiesta
la naturaleza financiera de la crisis: hay mercancías en los establecimientos pero no hay ventas, ya que los
consumidores no tienen dinero para comprar. La profundidad de la crisis económica actual se puede medir en
términos de progresivo empobrecimiento de la población al observar en las economías de base (pequeños
negocios), el aumento del número de economías informales que se transforman en economías de subsistencia.
En el proceso de desarrollo económico-social que conlleva la eliminación de la pobreza, las economías de base
transitan de economías de subsistencia a economías informales, y de éstas a economías formales.
Convergencia para la Democracia Social (CPDS) cree que es necesario promocionar la iniciativa privada
nacional orientada al comercio, desde las economías de base a los grandes comercios, y desde la producción
nacional a las importaciones. Las medidas para esa promoción deben incidir en organizar, legislar y financiar
el sector comercial para coadyuvar el desarrollo económico y social de nuestro País.

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7. Trabajo y políticas de empleo
La vigente Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial, así como la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, establecen que el trabajo es un derecho fundamental que tienen las personas. Es así porque el trabajo
es el medio de todo individuo para ganarse la vida, realizarse como persona y sentirse útil; hace cosas para sí
y para los demás. El trabajo es un bien común, de interés general para la sociedad humana, y fundamento de
la dimensión social del individuo.
La importancia del trabajo para el ser humano obliga al Estado a tener que crear las condiciones para que todos
los ciudadanos puedan encontrar un trabajo de acuerdo a sus capacidades físicas y/o técnicas. Crear las
condiciones para que los ciudadanos y residentes legales puedan acceder a empleos dignos, es una de las
preocupaciones de los gobiernos responsables de cualquier Estado. Los gobernantes faltan a su deber cuando
no facilitan el empleo a la población, atentan contra los derechos de las personas; si, además, condicionan el
acceso al empleo a la pertenencia a un partido político, como hace el gobierno del PDGE, violan uno de los
fundamentos de la sociedad ecuatoguineana consagrado en la vigente Ley Fundamental, a saber: d) La
protección del trabajo a través del cual el hombre desarrolla su personalidad, creadora de riqueza de la nación
para el bienestar social.
Desde CPDS creemos que trabajar es un derecho universal de toda persona sin distinción de ideología política,
credo religioso, pertenencia étnico-tribal, sexo o nacionalidad. Por eso las políticas de empleo deben formar
parte de las políticas de bienestar, de tal manera que se diseñan no sólo para procurar trabajo y salario digno a
todos los que estén en condiciones de ejercer una actividad, sino también para garantizar una existencia digna
mediante subsidios de desempleo a todos los que, por una u otra razón, hubiesen perdido el empleo, y una
renta mínima digna a aquellos que no pueden hacer ninguna actividad. Estas políticas deben fomentar y
catalizar las iniciativas públicas y privadas para la creación de empleo.
La política de empleo es competencia exclusiva del Gobierno, que facilita la creación de puestos de trabajo
desde el sector público, hasta procurar mecanismos legales necesarios para que las empresas del sector privado
puedan desarrollar sus actividades, dentro de un marco legal que garantice la propiedad privada y la protección
de los derechos laborales de los trabajadores.
CPDS cree que, en el marco de un sistema económico de libre mercado, la inversión extranjera tiene que
contribuir a la creación de empleo, y con un sector privado nacional competitivo para el sostenimiento de la
economía real, ésta que llega a la gente a través de las pequeñas y medianas empresas, que son las que más
empleo crean.
Una de las medidas para evitar el desempleo es la formación de jóvenes en oficios y profesiones en materias
más solicitadas en el mercado de trabajo. Por ello, CPDS aboga por la potenciación de la Formación
Profesional Ocupacional que permita el fácil acceso al empleo a jóvenes que no hayan alcanzado los niveles
superiores de educación.

8. Sistema financiero y fiscalidad


La pertenencia de Guinea Ecuatorial a la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC),
conlleva el hecho de compartir, con los otros cinco países integrantes, la misma moneda y las mismas políticas
monetaria y financiera desde un mismo banco emisor, el Banco de los Estados de África Central (BEAC),
además de un programa económico-financiero más amplio para la convergencia de la economía comunitaria,
el Programa Económico Regional (PER). Por lo tanto, de entrada, nuestro país comparte el mismo sistema
financiero con Camerún, Centroáfrica, Congo, Gabón y Chad, y tiene limitada la soberanía financiera por los
Convenios de la CEMAC firmados como Estado-parte.

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En mayor o menor medida, la crisis económica y financiera que padece Guinea Ecuatorial también afecta a los
demás países de la CEMAC, una situación grave que viene registrándose desde hace tres años, siendo así
reconocido por la Comisión (Gobierno) de la CEMAC, el BEAC, el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial.
En esas instituciones se reconoce que desde 2014 la CEMAC vive una coyuntura económica y financiera
progresivamente muy difícil. La atribuyen al brusco y repentino cambio de tendencia de los precios de materias
primas, principalmente la bajada progresiva del precio del petróleo en el mercado internacional, teniendo en
cuenta que cuatro países de la Comunidad son exportadores de este producto y los ingresos derivados de su
exportación inciden de forma muy notable en los aportes de divisas a la CEMAC y, lógicamente, en la
financiación de las respectivas economías. En orden descendiente por el impacto negativo de la importancia
de la bajada de esos ingresos, la lista de esos países está encabezada por Guinea Ecuatorial, seguido de Gabón,
Congo y Camerún.
Por lo tanto, reconociendo la integración económico-financiera subregional de nuestro país, y una vez tenido
en cuenta la estabilidad del franco CFA, así como unas políticas monetaria y financiera adecuadas, medidas
garantizada por el BEAC, CPDS cree que es necesario enmarcar y alinear la política económica doméstica
para salir de la crisis actual con las de los demás países comunitarios; es decir, desde las medidas coyunturales
a mediano y largo plazo adoptadas por los Jefes de Estado de la CEMAC en el marco de un Programa de
Reformas Económicas y Financieras (PREF-CEMAC), que las reagrupan para ser implementadas por los
Estados y las instituciones comunitarias, hasta las medidas acordadas desde el BEAC sobre los grandes y
principales ejes de transformación profunda de las economías. Teniendo en cuenta que el PREF-CEMAC se
articula alrededor de cinco pilares: (i) políticas fiscales, (ii) política monetaria y sistema financiero, (iii)
reformas estructurales, (iv) integración regional, y (v) cooperación internacional, y que desde el Banco emisor
se recuerdan los grandes y principales ejes de transformación profunda de las economías para articular las
medidas coyunturales recomendadas a la Comunidad, que son: (a) la intensificación de los esfuerzos de
diversificación de las bases productivas y de exportación centrada sobre una consolidación del marco
macroeconómico, la aceleración de reformas estructurales, el fortalecimiento de infraestructuras de base,
mejora del clima de negocios y la promoción del sector privado; (b) fortalecer la integración económica
regional a través de la promoción del comercio intrarregional, la libre circulación de capitales, de bienes y de
personas, la armonización de políticas sectoriales y la aceleración del Programa Económico Regional (PER);
y (c) fortalecimiento de la vigilancia multilateral.

9. Infraestructuras y la construcción de Oyala, hoy renombrada como “Djibloho”


El programa de construcción de infraestructuras embarcado por el Gobierno de PDGE desde hace quince años,
ha resultado ser lo que CPDS venía anunciando: un plan para ocultar el despilfarro y el robo de los recursos
financieros del Estado distrayendo al público con espectaculares realizaciones en detrimento de inversiones en
las bases de la economía productiva. A lo largo y ancho del país, se pueden encontrar obras de infraestructuras
de dudosa o nula productividad, que no aportan nada, o casi nada, al sistema productivo nacional; por enunciar
algunas, sin carácter limitativo: la inacabada “ciudad/distrito/provincia/CAPITAL administrativa” de Oyala /
Djibloho, la perla del delirio de grandeza del régimen; la ciudad de Sipopo, autopista, centro comercial y salas
de conferencias incluidos; los aeropuertos de Mongomeyen y Corisco, este último sin llegar a funcionar;
Palacios de conferencias en varios distritos; autopistas inacabados Bata-Mongomo-Ebibeyín, Bata-Mbini;
paseos marítimos en Bata, Malabo y Mbini (inexplicablemente actualmente en construcción, a pesar de la
crisis), la central hidroeléctrica de Djiblohó que, según dijeron al pueblo, iba a dar electricidad a todo el
territorio nacional y a países limítrofes; parque nacional de Malabo; sede de la Presidencia del Gobierno de
Bata-Ntobo, y un largo etc.
El Gobierno del PDGE ha invertido DECENAS DE BILLONES de F CFA en estos proyectos en un país con
escasa infraestructura hospitalaria, sin escuelas, sin dotaciones de suministro de agua potable accesible a la

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población en general, ni electricidad, ni transportes públicos terrestres, marítimos y fluviales, ni la suficiente
urbanización de Malabo, Bata y todas las cabeceras de distritos.
Lo más lamentable es que el Gobierno esté tratando de ignorar la crisis. Por eso el Presidente de la República
puso en marcha el proyecto de creación de los nuevos Distritos Urbanos, más de cincuenta en total, cuya
construcción encargó a empresas que eran propiedad exclusiva de guineanos, es decir, de hermanos militantes
del PDGE, argumentando que las empresas extranjeras habían robado el dinero del pueblo, y ya era de que los
propios guineanos ganasen dicho dinero.
En la situación actual de crisis económica no sólo hacen faltan recursos financieros para acometer las
inversiones en las mencionadas infraestructuras, sino también para el mantenimiento y conservación de
carreteras y calles de todo el país que ya registran un grado de deterioro importante en apenas menos de diez
años, además de la posibilidad de terminar, si algunas merecen la pena, las infraestructuras cuya construcción
se encuentra paralizada, como es el caso de la central hidroeléctrica de Sendye sobre el Río Woro/Wele, a la
vista del fracaso de la construida incomprensiblemente sobre el afluente Djibloho.
En el caso de Oyala/Djibloho, el Presidente de la República, que ya es consciente de la inviabilidad de su
proyecto real desde todos los puntos de vista, no sólo no lo cancela, que posiblemente ya no sea una opción,
sino que hasta ahora tampoco plantea la posibilidad de una reorientación para que la inversión acometida se
pueda rentabilizar de alguna manera.
CPDS propone encarecidamente un estudio de viabilidad integral del proyecto Oyala/Djibloho que, con una
inversión adicional, la mínima posible, permita a largo plazo obtener alguna rentabilidad de los cuantiosos
recursos financieros enterrados en medio de la selva. Si la ingente cantidad de dinero invertido hasta ahora
puede justificar en gran medida la, en la práctica, quiebra financiera del Estado, no cabe duda de que pretender
terminar el proyecto en su concepción original/actual es del todo inasumible para Guinea Ecuatorial.
Para CPDS, la inversión en infraestructuras debe servir para el desarrollo del País y no para presentar pura
apariencia del mismo. Los recursos financieros públicos se deben invertir en infraestructuras que permitan
poner las bases para la puesta en marcha de una economía productiva, un proceso de industrialización de
nuestra economía, infraestructuras que hagan viables políticas sanitarias modernas, una educación de calidad,
una agricultura competitiva capaz de garantizar nuestra seguridad alimentaria, infraestructuras de
transformación que favorezcan el desenvolvimiento de un verdadero sistema productivo integral.

10. El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de Guinea Ecuatorial hacia el Horizonte
2020
A menos de dos años para adentrarnos en el año 2020 se constata que Guinea Ecuatorial está muy lejos de ser
calificado de “País Emergente”, lo que evidencia el rotundo fracaso del Plan Nacional de Desarrollo
Económico y Social “Horizonte 2020”, diseñado y adoptado en la II Conferencia Económica Nacional
celebrada en Bata, en noviembre de 2007. En el Acta Final, adoptado en forma de Decreto-Ley, se establece
que “la Conferencia se propone que para el año 2020, Guinea Ecuatorial sea un país emergente, para lo cual
sería necesario cimentar las bases desde el año 2012, con un programa intergeneracional. La segunda fase que
conducirá al país al estadio de país emergente se concluiría en 2020”.
La Estrategia Global resumida en el último lineamiento: ““Un plan de desarrollo para todos “Visión y
Ambición de Desarrollo para todos””, resulta una quimera once años después de haber sido formulada y puesta
en marcha. El resultado real, fruto de la mala gobernanza llevada a cabo por el Gobierno de PDGE, es NADA
para MUCHOS y TODO para POCOS. La presente crisis económica está ampliando, incluso, el segmento
social de la pobreza del País. Sin crecimiento económico sostenido ni diversificación de las fuentes de creación
de riqueza no puede haber reducción de la pobreza; y sin ésta no es posible conseguir “Todo para Todos”
proclamado cansinamente, y repetidamente, por el Gobierno de PDGE.

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Reconociendo el fracaso de su PNDES “Horizonte 2020”, el Gobierno se planteó el año pasado celebrar una
III Conferencia Económica Nacional, todavía sin fecha, bajo el título genérico, ni más ni menos, de “La
consolidación de la Equidad Social y la Diversificación Económica” y “con el objetivo principal de realizar
una transición de una economía dependiente de los ingresos del sector de hidrocarburos a una economía
diversificada”. Lo que viene a ser lo mismo que “conducir al País al estadio de país emergente”, objetivo
fracasado de la II Conferencia Económica Nacional; lo cual no tiene sentido práctico si no para montar un
nuevo escenario para un nuevo cruel engaño y entretenimiento al pueblo.
Desde el punto de vista de CPDS, y ante la situación de graves crisis en las que se encuentra el País, en lo
referido al ámbito económico-financiero, es absolutamente necesario que, con la mayor urgencia posible, el
Gobierno de PDGE tome todas las medidas necesarias que faciliten la consecución de recursos financieros,
además de los provenientes del necesario desarrollo del sector petrolífero, para acometer inversiones en el
sector público y, más, en el desarrollo de la actividad económica del sector privado; adoptando medidas
eficaces contra la corrupción, propiciando mecanismos y procedimientos para una gestión fiscal transparente
y estabilidad institucional (democracia), creando un marco de seguridad jurídica y manteniendo un clima de
negocios adecuado.
CPDS da por fracasado definitivamente el Plan Económico Nacional para el Desarrollo Económico y Social
de Guinea Ecuatorial hacia el Horizonte 2020 propuesto por el Gobierno de PDGE. Por la gravedad y
profundidad de la crisis económica actual CPDS propone acometer medidas coyunturales con toda la urgencia
posible.

11. Política Económica para salir de la crisis hacia el crecimiento económico


CPDS insta tomar todas las medidas necesarias que faciliten la consecución de recursos financieros, además
de los provenientes del necesario desarrollo del sector petrolífero, para diversificar la economía, poner en
marcha inversiones en el sector público y, más, en el desarrollo de la actividad económica del sector privado,
adoptando medidas eficaces contra la corrupción, propiciando mecanismos y procedimientos para una gestión
fiscal transparente y ajustada y una estabilidad institucional (democracia), creando un marco de seguridad
jurídica y conformando y manteniendo un clima de negocios adecuado.
Reconociendo la pertenencia de nuestro Guinea Ecuatorial a la Comunidad Económica y Monetaria de África
Central (CEMAC), CPDS cree que es necesario enmarcar y alinear la política económica doméstica para salir
de la crisis actual con las de los demás países comunitarios; es decir, desde las medidas coyunturales a medio
y largo plazo adoptadas por los Jefes de Estado de la CEMAC en el marco del Programa de Reformas
Económicas y Financieras (PREF-CEMAC), hasta las medidas recordadas y recomendadas desde el BEAC
sobre los grandes y principales ejes de transformación profunda de la economía comunitaria regional.

12. Integración étnica


Vivimos en una sociedad plural porque Guinea Ecuatorial es un país multiétnico, con unas comunidades
humanas que se conciben como pueblos con identidad propia y una percepción particular de las demás
comunidades. Esta pluralidad es una riqueza cultural que debe suponer una ventaja para el país, y el hecho de
asumir esta pluralidad como una ventaja no implica la negación de los posibles conflictos de convivencia o la
fuerte expresión de reflejos identitarios. Estos reflejos pueden manipularse de manera peligrosa y pueden
desembocar en la autodestrucción de la sociedad.
Convergencia Para la Democracia Social cree que no hay que ignorar las desagradables y dramáticas lecciones
que la manipulación de sentimientos étnicos ha dado y sigue dando a la humanidad (Segunda Guerra Mundial,
conflictos de Oriente Próximo, el Apartheid, Bosnia, Ruanda, Nigeria, Darfour, etc.). En el caso de Guinea
ecuatorial, el régimen, como los otros poderes autoritarios e intolerantes, ha preferido acallar el tema étnico.
CPDS cree que no es acertado eliminar los tabúes que puedan existir sobre los temas étnicos, ni ocultar el
hecho de que, a raíz de la política discriminatoria practicada por las dos dictaduras habidas en el país, existe
una “cuestión” étnica latente en Guinea Ecuatorial.

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La mejor manera de lograr la integración étnica es concebir una estructura de las instituciones de todos los
niveles, en los que se refleje la diversidad étnica y en las que nadie se sienta discriminado ni marginado por su
pertenencia a una determinada etnia. Para ello, CPDS aboga por la descentralización de las instituciones de
poder, que sirva para acercar dichas instituciones a los ciudadanos, de suerte que éstos se identifiquen con
ellas. Con esta identificación, ninguna institución podría ser percibida como opresora de una determinada etnia,
ni tampoco ninguna institución estaría reservada únicamente a una etnia determinada.

13. Participación de la Mujer e Igualdad de Género


Vivimos en una sociedad en la que, por razones tradicionales y culturales, la mujer no goza de los mismos
derechos que el hombre. Esta desigualdad de derechos da, como resultado, la escasa participación de la mujer
en la vida política, social y económica del país. En la actualidad, todos los países democráticos conocen
grandes transformaciones sociales, gracias a la lucha por la igualdad de derechos, tanto para hombres como
para las mujeres, que ha permitido a dichos países beneficiarse de la doble aportación, de hombres y mujeres,
para su desarrollo.
En los últimos años, el Gobierno de Guinea Ecuatorial ha venido manteniendo grandes discursos en favor de
la igualdad de género. Si bien ha aumentado considerablemente el número de las mujeres en las instituciones
del Estado, la consideración que se otorga a la mujer sigue siendo degradante. En 2016, el Ministerio de
Educación aprobó dos órdenes ministeriales para materializar el artículo 153, e) de la Ley General de
Educación, del año 2007, que castiga a las alumnas embarazadas con la expulsión del centro y pérdida del
curso académico.
Esta ley es injusta y discriminatoria a la vez, retrógrada y machista. Injusta y discriminatoria, porque es
contraria a la Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial en cuanto a la igualdad de derechos entre todos los
ciudadanos y ciudadanas, y pone en desventaja a las niñas frente a los niños ante la Educación; retrógrada, ya
que supone un retroceso y una vuelta a los tiempos más lúgubres de la opresión contra la mujer, y, finalmente,
es machista porque da un trato de inferioridad a las chicas por el mero hecho de serlo, por ser las únicas que
pueden concebir, y, al impedir su formación durante los nueve meses del periodo de gestación, les arrebatan
una de las herramientas que mejor contribuyen a su emancipación, cual es la educación. Es una ley que tendrá,
y ya está teniendo, como era de esperar, varias consecuencias nefastas. A medio y largo plazo, dará lugar al
retroceso de la mujer en todos los sentidos, lo que supondría, al mismo tiempo, un retroceso de todo el país, al
perjudicar a más de la mitad de sus habitantes. Las consecuencias a corto plazo serán los abortos provocados
por las propias niñas que quieren estudiar pese a estar embarazadas, con riesgo seguro de muertes prematuras,
mientras el otro responsable del embarazo, el hombre, seguirá haciendo su vida normal. Finalmente, la medida
del Ministerio de Educación y Ciencia perjudica a las chicas embarazadas al dejarlas socialmente
estigmatizadas.
Como reacción a esta medida, el Secretario General de CPDS envió una carta a la Ministra de Asuntos Sociales
e Igualdad de Género, llamando su atención sobre esa medida del Gobierno y pidiéndole actuar para convencer
a sus compañeros del Gobierno y a sus correligionarios que ocupan el 99% de los escaños de las dos Cámaras
del Parlamento, para que parasen la aplicación de esa infame medida y suprimieran el referido artículo de la
Ley de Educación. La ministra de contestó.
Como socialdemócratas, debemos estar convencidos de que, sólo con la integración de las mujeres, que son
un poco más de la mitad de la población, podemos alcanzar una sociedad democrática y respetuosa con los
derechos y las libertades de las personas. Así, pues, CPDS debe apostar por una política progresista que
suponga la eliminación y abolición progresiva de las trabas que impiden la integración de la mujer, desde un
triple enfoque: legislativo, político y social. El primero trata de plantear con valentía las propuestas y cambios
legislativos que garanticen la igualdad de derechos y oportunidades entre varón y mujer. El segundo consiste
en poner en práctica políticas que garanticen e impulsen la participación de la mujer en todos los ciclos de
formación académica. El tercer enfoque es el de la sensibilización de la sociedad, en general, y de las propias

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mujeres, en particular, para despertar conciencias y animar a las propias mujeres para su mejor integración en
pie de igualdad.
CPDS es el partido de la libertad, el partido de la extensión de derechos y libertades, del respeto a la libre
decisión de cada ciudadano en la construcción de su proyecto de vida. La libertad la queremos para todos sin
distinción, por ello, debemos impulsar políticas para que todos los ciudadanos, de todas las condiciones
sociales, puedan acceder a las mismas oportunidades, para que el esfuerzo y las capacidades de cada cual sean
el único límite a nuestros sueños.
Por eso CPDS tiene que presionar al Gobierno, emprendiendo acciones como la recogida de firmas para abolir
el artículo de la Ley de Educación que expulsa de las aulas de clase a las alumnas embarazadas.

14. Los jóvenes


La base del porvenir de toda la sociedad está en su juventud, que es la esencia y garantía de la supervivencia
de todo pueblo. En una sociedad en que no se prima el esfuerzo ni la formación, y los valores son la riqueza
fácil y la ociosidad, la política del Gobierno del PDGE dirigida a nuestros jóvenes es catastrófica. Los jóvenes
carecen de centros de enseñanza adecuados para su formación; no tienen lugares de recreación y ocio juvenil,
ni instalaciones deportivas, ni opciones laborales ni profesionales adecuadas a su formación, necesidades y
preferencias. La consecuencia es la pérdida de valores, la inexistencia de modelos a imitar, el vandalismo, el
alcoholismo, la prostitución y la delincuencia juvenil. Es una triste realidad en nuestro país.
Sin embargo, hay esperanzas de que esta realidad se pueda cambiar a medio plazo. Los propios jóvenes
necesitan el cambio, y prueba de ello es la formidable movilización que consigue CPDS en cada proceso
electoral en que participamos. La juventud nos apoya porque pide y cree en el cambio que propugnamos.
Por tanto, los jóvenes han de constituir una de las prioridades de CPDS. La savia regeneradora de la juventud,
su ilusión de vida y dinamismo son factores positivos que, sabiendo abrir espacios para la participación y
formación integral de los mismos, resultan ser una innegable fuerza de transformación social. Guinea
ecuatorial es un país con una población mayoritariamente joven. Más del 70% de la población tiene menos de
25 años. Este dato constituye una gran fortaleza en nuestro proyecto de país. Nuestras políticas de desarrollo
deben propiciar la participación de los jóvenes en la dinámica de construcción de una sociedad moderna y
próspera desde todos los sectores. Es necesario apoyar a los jóvenes estudiantes en su formación, a los jóvenes
trabajadores a integrarse en el proceso de creación de la riqueza nacional, en el campo y la ciudad. Es necesario
fomentar la vida asociativa en la juventud ayudándoles a agruparse en iniciativas diversas de tipo productivo,
recreativo o de otra índole que les conduzca a expresar sus capacidades de producción social.
A lo largo de los últimos años, CPDS ha realizado actividades, fundamentalmente formativas, destinadas a los
jóvenes, pues una buena política de la juventud sólo puede ser creíble y coherente, cuando se inicia desde el
seno del partido, trabajando, codo con codo, con los jóvenes. En este sentido, la Organización de Jóvenes de
CPDS debe servir para abrir espacios de participación y formación integral de los jóvenes.
Debe ser un reto para los jóvenes de CPDS, en la nueva etapa que marca este VI Congreso, conformar redes
de contactos con todos los jóvenes de la geografía nacional, juventudes socialistas del continente africano y
del mundo occidental, donde el partido ha orientado sus relaciones internacionales.
El partido es consciente de la difícil situación sociopolítica y económica que ha marcado el régimen para que
los jóvenes no puedan tomar partido en la lucha política en favor del cambio. En el mismo sentido, somos
conscientes de que la única manera de conquistar la libertad es luchar siempre por ella, manteniendo
puntualmente informados al pueblo y a la comunidad internacional sobre la crítica situación que atraviesa el
país.
En este sentido, a parte del órgano informativo del partido, LA VERDAD, los jóvenes deberán contar con un
boletín informativo de su organización, en el cual podrán publicar sus actividades políticas, culturales y
artísticas, extensivas a cuantos jóvenes quieran participar en las mismas.

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15. Las personas de edad avanzada y los discapacitados
Por razones tradicionales y por la inexistencia de una política social en favor de los más desfavorecidos en
Guinea Ecuatorial, las personas de edad avanzada están al cuidado de sus hijos y demás familiares, que cubren
el vacío de la seguridad social. Los mayores sin descendencia y sin la fuerza física necesaria para poder seguir
ganándose el sustento pese a su edad y a pesar de llevar toda una vida trabajando, se mueren de hambre. Lo
mismo ocurre con aquéllos que, por encontrarse impedidos física o mentalmente, no pueden mantenerse por sí
mismos. En nuestro país abundan personas abandonadas a su suerte por carecer de un entorno familiar
dispuesto o capaz de cuidar de ellas.
CPDS entiende que en el país hay recursos económicos suficientes para atender a todas las personas mayores
de 65 años que no cuentan con medios para ello, para quienes el Estado debe crear un fondo especial de
pensiones. La inmensa mayoría de ellos residen fuera de las ciudades, víctimas, además, del éxodo rural al
quedarse sin los familiares que puedan cuidar de ellos.
En el caso de los discapacitados, además de destinar recursos económicos para su mantenimiento en el hogar,
se necesita establecer para ellos planes de formación especial, para que puedan desarrollarse como personas y
contribuir a la sociedad según su capacidad.

16. Protección de la familia


La familia es la célula de la sociedad, el medio en que el individuo nace y recibe la primera educación como
ser humano, antes de ir a la escuela. El éxito o fracaso de una persona en el futuro depende mucho de la
educación recibida, desde temprana edad, en el seno de su familia.
Un fenómeno social que, por desgracia, es frecuente en nuestra sociedad, es la existencia de niños de madres
solteras, quienes en la mayoría de los casos se ocupan, en solitario, del cuidado de los pequeños, cada uno de
ellos con su padre, en ocasiones, desconocido. En este caso, los niños, al no crecer en una familia estructurada,
no podrán recibir la adecuada formación ni aprenderán valores sociales y morales para ser personas de
provecho. Otras familias están estructuradas, pero en las que, por las dificultades existentes en el país, los
padres no tienen empleo o carecen de medios suficientes para su cuidado. En estos casos, la educación de los
niños es bastante complicada ya que los padres, al no poder satisfacer las necesidades materiales de los hijos,
perderán la autoridad paterna sobre éstos, con resultados indeseables.
Por otra parte, la pérdida de los valores sociales en beneficio de un materialismo salvaje, unida a la miseria
generalizada en el país, ha dado lugar a la desestabilización de las familias, que acaban en el divorcio o
separación de los cónyuges. Muchas de esas familias son numerosas, lo que dificulta la educación de los hijos,
en un país en el que no existen ayudas públicas a las familias ni un sistema educativo serio.
El resultado es una masa importante de niños y jóvenes, algunos sin escolarizarse, y otros con un nivel de
formación muy deficiente en valores y habilidades laborales. En una sociedad con la presión social para
acceder a las riquezas, pero sin valores ni formación en habilidades profesionales, la tendencia es dedicarse a
actividades ilícitas. Y las consecuencias sociales son nefastas: dificultades para que el país despegue y se
desarrolle, mucho desempleo y aumento de la delincuencia.
CPDS aboga por que el Estado proteja a las familias, dando subsidios por el número de hijos que tengan que
cuidar, y becas y ayudas para la formación de dichos niños.

17. Desarrollo comunitario


En las últimas dos décadas, se habla de un fenómeno llamado globalización, que consiste en una interrelación
e interdependencia de todos los países, fundamentalmente en lo económico. Supone una circulación libre y
rápida de bienes, servicios y capitales entre países, y si no se ponen los medios para controlar sus aspectos
negativos, la globalización puede dar lugar a un aumento de la pobreza. Es lo que ocurre en la actualidad.
A lo largo de los últimos 30 años, el mundo ha sufrido muchas crisis, la mayoría de ellas en economías
emergentes, pero la actual crisis financiera, que es la peor después de la Segunda Guerra Mundial, ha afectado
a las economías más avanzadas y sólidas del mundo. Esto ha terminado generando inestabilidad en las
expectativas de precios de todas las mercancías de primera necesidad, minando así de forma drástica y

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repentina la calidad de vida de muchas personas en el mundo. Los países más pobres y los que, como Guinea
Ecuatorial, no producen nada, son los que más sufren la crisis. De hecho, en el país escasean, y son cada día
más caros, los productos de primera necesidad.
Por otra parte, la falta de capital y de competitividad en el mercado de bienes y servicios, así como la fuerte
fiscalidad en las importaciones y exportaciones de los países en vías de desarrollo, favorecen la
invasión/importación de productos de bajo coste provenientes de los países altamente competitivos,
destruyendo así su incipiente tejido comercial, industrial y agropecuario; ello conlleva a una escasez, cada vez
mayor, de los recursos que antes permitían que los grupos humanos autóctonos de dichos países tuvieran una
existencia decente en sus vidas, condenando a aquéllos a la extrema pobreza.
El continuo crecimiento de la población y el abandono de las zonas rurales por una buena parte de la población
parar vivir en las grandes ciudades, en busca de mejores condiciones de vida, son causas importantes que
inciden de manera determinante en la rápida degradación del medio ambiente y un aumento de la pobreza en
el mundo.
Nuestro país, a pesar de su envidiable riqueza por habitante, que debería permitirle llevar a cabo políticas que
eviten el éxodo rural, conoce un aumento poblacional de las ciudades, en progresión geométrica. El campo
está sufriendo una auténtica depresión. La gente joven abandona los pueblos para concentrarse en las ciudades,
aumentando así las bolsas de pobreza de los barrios pobres de nuestras urbes que, además, se han convertido
en una plataforma de la delincuencia juvenil.
Desde una postura socialdemócrata, hemos de impulsar políticas que inciten a la gente del campo a quedarse
en sus pueblos, dándoles oportunidades que hagan atractiva la vida del campo. Atraer mediante una política
alentadora, a tanta gente que viviendo en las ciudades podría dignificar sus existencias trabajando en el campo.
Impulsar el desarrollo es apoyar iniciativas que surjan de colectivos desfavorecidos e incluso incitándoles a
organizarse para, juntos, alcanzar los mayores éxitos, pues el autodesarrollo de las comunidades sólo se puede
conseguir a través de una participación importante de las propias comunidades.
Para ello, el Estado y demás organismos deben impulsar proyectos que puedan convertirse en autosuficientes
para el desarrollo y la generación de las capacidades de desarrollo de la comunidad, fomentando la
participación, la cooperación, la solidaridad, la autogestión y la identidad cultural.

18. La sociedad civil


La sociedad civil es el conjunto de organizaciones y asociaciones de ciudadanos (ONG's, sindicatos,
cooperativas, colegios profesionales, grupos religiosos, etc.) que, sin buscar el poder político ni la adhesión a
un partido determinado, actúan en el campo de lo público con el objetivo de alcanzar el bien común. La
existencia de una sociedad civil, diferenciada de la sociedad política, es un requisito básico para la democracia,
pues complementa la acción del Estado en su misión de servir a los ciudadanos, estableciendo un equilibrio
entre éstos y aquél. Por ello se dice que sin la sociedad civil no hay Estado democrático.
En la medida en que las organizaciones de la sociedad civil suelen ser espacios de concienciación sobre la
realidad social y con capacidad de movilización social, el poder en plaza en Guinea Ecuatorial nunca ha visto
con buenos ojos el desarrollo de ese tipo de organizaciones, incluso cuando éstas están formadas por gente del
su entorno político. Es de esta manera que las pocas asociaciones existentes, llámense cooperativas, ONG´s,
etc., tienen serias dificultades para funcionar correctamente, y su capacidad de articulación social es
prácticamente nula. Esta constatación es también válida para aquellas asociaciones consideradas afines al
régimen.
Salvo el Colegio de Abogados, que mal funciona por el intervencionismo del régimen, no existen colegios
profesionales en nuestro país. Pese a la existencia de una ley de sindicatos, y a pesar de las recomendaciones
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al Gobierno, tampoco existen sindicatos.
Esta situación antes no puede más que animar a CPDS fomentar y apoyar el surgimiento de una sociedad civil,
elemento imprescindible para la vertebración social y el desarrollo de la democracia.
Una sociedad en la que se pueda instrumentalizar un eje de buena gobernabilidad, basada en un seguimiento
transparente de la cosa pública, donde sea posible la capacitación y sensibilización de la ciudadanía sobre el
19
rol llamado a jugar por la sociedad civil en cuestiones de solidaridad, humanismo y de presión, al objeto de
articular y apropiarse de las políticas públicas y con capacidad de promover opinión y debate sobre las políticas
públicas. Para ello, es necesario una nueva legislación que implique una nueva ley de asociaciones y del
régimen de las organizaciones no gubernamentales, al objeto de, propiciar un entorno favorable para la
sociedad civil, capaz de participar en el desarrollo social y sostenible de la ciudadanía, dentro del proceso de
la Iniciativa de Transparencia en las Industrias Extractivas, en anagrama ITIE/EITI.

19. Derechos Humanos


Guinea Ecuatorial es uno de los países del mundo donde el disfrute de los derechos humanos y el ejercicio de
las libertades es más precario. La prueba de ello es que nuestro país es uno de los que han sido objeto de la
más duradera vigilancia por parte de la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
vigilancia realizada desde el año 1980 por un Relator Especial hasta el año en que hay relatores temáticos
(contra la tortura, sobre libertad de expresión, contra las detenciones arbitrarias). La vigilancia a Guinea
Ecuatorial por parte de los organismos internacionales que promueven el respeto de los derechos humanos,
sólo es comparable con la que se hace en países en conflicto. A pesar de las leyes promulgadas a lo largo del
proceso de democratización, en el sentido de proteger los derechos y libertades de las personas, principalmente
la ley contra la tortura, promovida por CPDS en el Parlamento, en nuestro país se sigue maltratando con
extrema violencia en las comisarías de policía, y la cultura general de los agentes de la autoridad en la materia
de derechos humanos sigue siendo el desprecio a la dignidad humana.
Por otra parte, utilizando los recursos provenientes de la explotación del petróleo, el régimen se ha embarcado
en una peligrosa aventura que puede crear conflictos de gravedad con los países de nuestro entorno geográfico.
Se trata de la práctica que consiste en secuestrar a exiliados políticos guineanos en los países africanos,
sobornando a policías y autoridades fronterizas de esos países. Dicha práctica ha sido denunciada, en varias
ocasiones, por CPDS y organizaciones de defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional.
Siendo generalizada y sistemática la violación de los derechos de los ecuatoguineanos, hay grupos de población
más vulnerables en este aspecto:
a) Militante político.- A pesar del pluralismo político oficial, ser militante político de un partido de la
oposición sigue produciendo miedo en gran parte de la población y animadversión en los círculos de poder. El
militante de la oposición sigue siendo considerado por el régimen como un “enemigo de la patria”, un golpista
sospechoso y, lo más grave, un ciudadano de segunda clase con menos derechos que el militante del partido
en el poder. El que se identifica como de la oposición tiene restringido el acceso al empleo público y privado
y a cualquier otra oportunidad de promoción social. Esta marginación puede afectar a los miembros de su
familia e incluso a amigos cercanos.
b).-Delincuentes comunes.- Ante una denuncia formulada en una comisaría de policía contra un supuesto
ladrón por cualquier persona con poder o influencia, ya sea empresario, autoridad o algún pariente de ésta, los
agentes infligen malos tratos al sospechoso, aun cuando no disponen de pruebas fehacientes de haber cometido
el robo.
c) Extranjero.-Resulta preocupante que Guinea Ecuatorial, que participa en las instituciones subregionales,
proceda a una persecución de ciudadanos de países vecinos, lo que podría considerarse como xenofobia.
Como partido que lucha por la democracia, CPDS seguirá denunciando las violaciones de los derechos
humanos en Guinea Ecuatorial. Por otra parte, abogará por la creación de un Observatorio de Derechos
Humanos en el país, integrado por representantes religiosos, abogados independientes y organizaciones no
gubernamentales. Financiado por el Estado, su objetivo será velar por el respeto de los derechos humanos,
formando recursos humanos en la materia y promoviendo la investigación de casos de violación de derechos
humanos, así como su solución ante las instancias competentes del Estado.

20. CPDS y la Pena de muerte


La pena de muerte o pena capital es el derecho que se otorga el Estado para provocar la muerte a un condenado
como castigo legal por un delito o un crimen.
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Guinea Ecuatorial es parte en el Pacto Internacional sobre derechos Civiles y Políticos desde 1987, pero el
Gobierno no ha firmado el 2° Protocolo Facultativo de este Pacto que propugna la abolición de la pena capital
para los Estados que lo ratifican. La pena de muerte es, pues, vigente en Guinea Ecuatorial.
Lo que sucede en la práctica en nuestro país es que, además de ser utilizada para castigar a los criminales,
también se utiliza la pena de muerte para eliminar a opositores políticos. En este último caso, la pena suele
basarse en juicios sumarísimos carentes de toda legalidad y violadores del Ordenamiento Jurídico en materia
procesal y penal. La pena de muerte es, por consiguiente, utilizada en Guinea Ecuatorial, sobre todo como
instrumento de represión política de la dictadura.
Y eso que, de una manera general, está demostrado que la pena capital no es efectiva para la prevención de los
delitos ni su repetición. A partir de allí, fiel a los valores de la socialdemocracia, respetuoso con los derechos
de todas las personas, CPDS coincide con los que opinan que el derecho a la vida es un derecho humano
incluso para los criminales, un derecho humano que el Estado no debería permitirse violar, y sostiene que
existen otras formas de castigo para los criminales.
Un Estado de Derecho civilizado no debería comportarse como alentador de venganza y del uso de la violencia,
como es el caso cuando se aplica la pena de muerte. Un Estado de Derecho debe tener el coraje de aplicar la
Justicia, un valor socialdemócrata, y eso supone superar los sentimientos de venganza, ir más allá de las ansias
de dar vida por vida, y encontrar y aplicar penas encaminadas no sólo a restablecer la justicia, sino asimismo
a prevenir el delito, a rehabilitar a los criminales dándoles tanto la posibilidad de reconciliarse con la sociedad
y con las víctimas del delito o crimen, como la de intentar indemnizar a estas víctimas.
Por lo tanto, Convergencia para la Democracia Social se pronuncia resueltamente a favor de la abolición de la
pena de muerte en Guinea Ecuatorial y promete hacer de la firma y ratificación del 2° Protocolo Facultativo
de Pacto Internacional sobre derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas una de sus principales
prioridades.

II. POR UN ESTADO MODERNO

1. Introducción
Por desgracia, nuestro país no está al margen de un fenómeno que afecta a la mayoría de los países africanos,
consistente en considerar al Estado y sus instituciones como instrumentos para el enriquecimiento personal y
familiar, teniendo en cuenta, sobre todo, que el poder es el principal medio de acceso a la riqueza en África.
El Estado se administra como un patrimonio personal del dictador de turno, ejerciendo el poder de modo
arbitrario, sin respetar las normas establecidas. Los puestos de trabajo y los cargos se conceden no en función
de criterios académicos ni de competencia profesional, sino de parentesco y de afinidad distrital, regional o de
partido. No existe una separación real de poderes: el poder legislativo, el Parlamento es simbólico ya que actúa
en función de la voluntad del dictador y no ejerce ningún control sobre el poder ejecutivo. El poder judicial no
es independiente, pues el jefe del Estado, primer magistrado de la nación, nombra y cesa, a su antojo, a jueces
y fiscales, que ejercen sus funciones sin las necesarias competencias profesionales.
Esta amanera de concebir el Estado, con el tiempo, acaba desembocando en conflictos políticos de carácter
nacional, regional o étnico. En el fondo de esos conflictos, subyace el afán de apoderarse de los bienes y
riquezas del Estado utilizando el poder político.

2. Por una Administración Pública eficaz


La Administración Pública es el soporte técnico del funcionamiento de los poderes del Estado. Para poder
cumplir su misión, que es la de servir a los ciudadanos, la Administración pública debe estar dotada de medios
materiales, financieros y humanos necesarios. Esto implica, fundamentalmente, funcionarios cualificados en
sus diversas materias con un salario que les permita una dedicación plena.
Sin embargo, el Gobierno del PDGE ha convertido a la Administración pública ecuatoguineana en un
instrumento puro al servicio del poder del régimen. El criterio de selección de los funcionarios no es la
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capacidad profesional, sino la pertenencia al partido gubernamental y la adhesión a la línea política del
dictador; escasa utilización de las nuevas tecnologías aplicadas a la función pública; falta de reciclaje del
funcionariado; salarios insuficientes que obligan al pluriempleo de los funcionarios, teniendo algunos de ellos
que dedicarse a la agricultura de subsistencia, etc. Todo eso da lugar a una estructura administrativa obsoleta,
mediocre y sumida en la corrupción.
Convergencia para la Democracia Social concibe una Administración pública eficaz, eficiente,
profesionalizada, honrada y honesta, absolutamente imprescindible para el buen funcionamiento del Estado.
Por ello aboga por una carrera administrativa, con especialidades (Administración del Estado, Administración
Local, Diplomacia, etc), a la que el acceso y la promoción se realicen por concurso de méritos. En cada
especialidad se establecerán unas pocas escalas, de técnicos superiores a los auxiliares, suficientes para ofrecer
a los ciudadanos un servicio simplificado y eficaz.
Una escuela de Administración, adaptará sus programas de formación a estos requerimientos.

3. Gobierno y forma de Gobierno


Si algo caracteriza al régimen imperante en nuestro país es la falta de un Gobierno que gobierne. Lo que hay
es un gobierno incapaz de resolver un solo problema en el país, pese al triunfalismo que caracteriza las
declaraciones de sus miembros. Como en la Administración Pública, el poder ejecutivo se ha convertido en
una gran empresa en la que, en cada remodelación, el Jefe del Estado crea puestos nuevos para satisfacer a su
numerosa clientela, formada por seguidores incondicionales y parientes. Solamente por eso se explica que en
un país pequeño, con una población inferior a un millón de habitantes, un Gobierno tenga más de setenta
miembros, cuyo único objetivo es el enriquecimiento personal en detrimento del desarrollo del país.
Para CPDS, el Gobierno tiene que ser eficaz y, en consecuencia, ser diligente en su actuación; para ello el
Ejecutivo no debe ser numeroso y debe tener entre doce y quince ministros, con una simplificación de los
escalafones políticos de la Administración: cuatro entre ministro y director general.
En cuanto a la forma de gobierno, ésta puede no ser determinante para el correcto funcionamiento de un Estado,
cuando se trata de una democracia arraigada en la sociedad, y cada responsable conoce, asume y acata las
competencias que la ley le otorga. Sin embargo, en una democracia en construcción, la forma de Gobierno
puede facilitar o dificultar la gestión del Estado y propiciar un determinado funcionamiento, o introducir
disfuncionamientos en el sistema político.
CPDS aboga por una forma de Gobierno en la que se pueda identificar con claridad al máximo responsable
del Ejecutivo, y no pueda haber problemas de bicefalia en el mismo, siendo el Presidencialismo la forma de
Gobierno que más se ajusta a la claridad y simplificación necesarias. Se elige el tándem Presidente-
Vicepresidente, por sufragio universal directo; el presidente nombra un gobierno, cuyos miembros pasan por
la aprobación del Parlamento; los miembros del gobierno son responsables ante el presidente, pero la Cámara
competente puede reprobar a los miembros del gobierno, en cuyo caso tendrían que ser sustituidos por el
presidente.
Una de las razones por las que CPDS rechazó la última reforma de la Ley Fundamental, es por el
establecimiento del actual sistema ultra presidencialista, que entrega todos los poderes al Presidente de la
República, con un poder legislativo (Parlamento bicameral) sometido a su voluntad.
CPDS aboga, asimismo, por el establecimiento de un sistema de incompatibilidades de los miembros del
gobierno, para evitar las interferencias de sus intereses como tales y los que puedan derivarse de su actividad
mercantil o empresarial.

4. Parlamento Bicameral
La reforma constitucional llevada a cabo en 2011, dio lugar a un Parlamento de dos cámaras: la Cámara Baja,
que es la de los Diputados, y la Cámara Alta, que es el Senado.
a) La Cámara de los Diputados de Guinea Ecuatorial es el fiel reflejo de cómo el régimen ha adulterado el
sentido y significado de las instituciones en nuestro país. Una vez más, estamos frente a una institución que no
está cumpliendo con su misión, que consiste en elaborar leyes y controlar al Gobierno. Sólo sirve da caja de
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resonancia del Gobierno; el tiempo que tiene para desarrollar sus funciones legislativas es muy corto; dos
períodos de sesiones al año de unos 35 días cada uno. Es decir, nuestro poder legislativo, en el mejor de los
casos, trabaja 70 días al año. Como en el caso del Ejecutivo, el Parlamento es una institución para recompensar
a los militantes del PDGE, cuyo perfil académico y político no les permite desempeñar las verdaderas
funciones de un diputado.
Tras la Reforma, el afán de compensar el activismo político de los militantes del gubernamental PDGE, motivó
al Jefe del Estado a deteriorar el perfil político de los Diputados, con la incorporación de una nutrida legión de
jóvenes miembros de la Asociación Hijos de Obiang (ASHO). El resultado es que, si antes había diputados
que, al final de toda una legislatura, no habían tenido ni una sola intervención, tanto en comisiones como en el
pleno, ahora hay diputados que ignoran por completo la función para la que están en la Cámara.
Para CPDS, la Cámara de los Diputados, como poder legislativo, además de elaborar las leyes debe controlar
las acciones del Gobierno, para que éste no se extralimite en sus funciones y cumpla sus obligaciones.
b) El Senado como segunda Cámara del Parlamento. El Senado se introdujo en Guinea Ecuatorial a raíz de
la referida reforma constitucional. ¿Qué trae como novedad el Senado ante la cámara de Diputados, que sola
venía asumiendo la teórica labor de elaborar las leyes?
Cabe recordar que cada Estado tiene realidades culturales, políticas o geográficas que le son propias, lo que
hace que el Senado no tenga las mismas funciones en todos los países del mundo. Sin embargo, se le reconocen
tres funciones básicas: la función política de control al Gobierno, la función legislativa y la función de
representación territorial.
En Estados Unidos, además de las funciones política y legislativa, el Senado ostenta la representación
igualitaria de todos y cada uno de los cincuenta Estados que forman ese inmenso país. Cada estado es
representado por dos senadores, independientemente de su población. Finalmente, el Senado norteamericano tiene una
función judicial. En Francia, cumple las funciones legislativa y de control al Gobierno. De lo dicho se deduce que el
Senado, en los casos citados, funciona como un contrapeso de los gobiernos.

Conviene resaltar que fue CPDS el primer partido que planteó la necesidad de la creación del Senado como
segunda Cámara en el Parlamento ecuatoguineano. Sin embargo, el Senado que se introdujo a raíz de la última
reforma constitucional, como el resto de instituciones fruto de dicha reforma, no tiene funciones claras, y el
reparto territorial de escaños de esa Cámara alta, reproduce prácticamente la distribución territorial de escaños
aplicada en el caso de la Cámara de Diputados. Es, en realidad, una cámara que tiene como objetivo servir a
los intereses del dictador, porque se creó con intenciones perversas para alimentar a todos sus clientes políticos,
cada vez más numerosos, y a los que el régimen procura tener a su lado. Por lo tanto, no puede cumplir ni la
función política de control al Gobierno, ni la función legislativa, ni actúa como una cámara de representación
territorial.
CPDS entiende que Guinea Ecuatorial es un Estado con varias identidades culturales, en el que una sola etnia
representa alrededor del 80% de la población, y geográficamente disperso, con territorios separados entre sí
por el mar. Por tanto, el Senado, además de las otras funciones que se le puedan asignar, debe actuar como
Cámara de representación territorial, con el fin de establecer el necesario equilibrio político entre territorios y
poblaciones.
Debe ser así porque para CPDS, tanto la Cámara de los Diputados, como el Senado, deben suponer un real
contrapeso de todo poder, con el fin de evitar a toda costa la concentración de poder en manos de un dictador.
En su función legisladora, el Parlamento, en su conjunto, debe servir de elemento integrador, velando por los
intereses de todos los territorios y pueblos de Guinea Ecuatorial. Para ello, CPDS siempre abogó y seguirá
abogando por un verdadero Parlamento con dos Cámaras: una Baja que represente la pluralidad ideológica de
la ciudadanía, recogida y encauzada en opciones políticas partidarias; y otra Alta, que, reflejando la pluralidad
territorial y étnica del país, represente a todos y cada uno de los pueblos de Guinea Ecuatorial, en una
proporcionalidad suficiente que permita a cada grupo influir en las decisiones de Estado que se tomen.

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5. Poder Judicial
Tener institucionalizada correctamente una administración de justicia en un país es la mejor garantía de su paz
social y de la seguridad de sus ciudadanos, e implica que todos los ciudadanos y todas las instituciones sean
iguales ante la ley, y los que tienen que aplicar la ley, es decir los jueces, los traten por igual.
Cuando un ciudadano o residente tiene que resolver un asunto en los tribunales de Guinea Ecuatorial se
encuentra con muchos problemas:
 No sabe a quién dirigirse, pues los policías, gendarmes, militares, alcaldes, delegados de Gobierno,
presidentes de los consejos de poblado y de las comunidades de vecinos, los representantes del
ministerio de la Promoción de la Mujer y los propios jueces, se han erigido en “jueces”. En otras partes
donde la justicia está correctamente organizada, sólo los jueces dirimen las diferencias entre los
ciudadanos y entre éstos y las instituciones y entre los ciudadanos y la sociedad.
 No sabe qué derechos le asisten, porque el cuerpo legal de este país no está suficientemente difundido.
 No dispone de asistencia letrada: si es un asunto del que necesita abogado y no tiene dinero para
pagarlo, se queda en la absoluta indefensión.
 Dan la razón, no al que legalmente la puede tener, sino al que más influencia tiene o al que más paga.
Y si la parte contraria es una institución o un agente de una institución, puede olvidarse de que pueda
tener razón.
 Los jueces no son sancionados cuando actúan de forma incorrecta, y favorecen a los que les conviene,
aun en contra de lo que dice la ley.
 Los jueces no son nombrados por méritos; en consecuencia, ni tienen independencia, ni poseen
suficientes conocimientos del Derecho.
 Se absuelve a delincuentes.
Todo esto, y más, produce dos efectos inmediatos: por un lado, deja al grupo que está en el poder en la absoluta
impunidad, y, por otro, deja a los ciudadanos en la indefensión y en la inseguridad. Ante esta situación los
ciudadanos tienen la tentación de tomarse la justicia por su mano y, por consiguiente, son ciudadanos a los que
la falta de justicia hace que sean potencialmente agresivos y violentos.
Por lo tanto, urge instaurar en Guinea Ecuatorial un poder judicial independiente. Para CPDS ha de propugna
y apoyar iniciativas que tiendan a instituir una carrera judicial, en la que queden bien delimitadas las funciones
de los distintos campos de la carrera (magistrados y jueces, abogados, notarios, registradores), primando la
profesionalización de los ejercientes, su integridad moral y ética, el acceso y la promoción por méritos y su
inamovilidad.
CPDS defiende asignar a la administración de justicia los recursos que le permitan el ejercicio adecuado de su
función, manteniendo su independencia, dignidad y eficacia, así como una dotación de personal y presupuesto
autónomos.
En el campo judicial, CPDS propugna una amplia e intensa cooperación con España, por ser el país con el que
Guinea Ecuatorial tiene una tradición judicial común.

6. División territorial del Estado


Además de ser un país geográficamente muy disperso lo que dificulta enormemente las comunicaciones ,
Guinea Ecuatorial está constituido por grupos étnicos que componen otros tantos pueblos. Una adecuada
institucionalización del Estado debería tener en cuenta esta circunstancia; y para que cada ciudadano de cada
pueblo se sienta protagonista de su destino político, es necesario que tenga a su alcance a los gestores de la
cosa pública.
Por ello, CPDS propugna un Estado descentralizado, para acercar las instituciones a los ciudadanos. Esto
implica que, además de las instituciones de Gobierno estatales, debe haber instituciones de Gobierno en los
diferentes niveles en que se jerarquiza la división administrativa del país: regional, provincial, distrital, local.
Como en el ámbito estatal, su gobierno será elegido por sufragio universal directo. Dichas instituciones deberán
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tener la suficiente autonomía y recursos para aplicar las políticas que decidan los ciudadanos en el ámbito de
sus competencias y territorios.

7. En defensa del Régimen Republicano


La República tiene un sistema político que se fundamenta en el imperio de la ley, con una Constitución que
garantiza la igualdad de todos ante la ley como la forma de frenar los posibles abusos de las personas que
tienen mayor poder, del Gobierno y de las mayorías, con el objeto de proteger los derechos fundamentales y
las libertades civiles de los ciudadanos, al margen de los que no puede actuar nunca un gobierno legítimo. En
una República, a diferencia de la monarquía, el poder no se hereda, sino que los gobernantes son elegidos
democráticamente por los ciudadanos. Por eso, los Padres de nuestra Independencia lucharon para que Guinea
Ecuatorial fuera una República, y no una monarquía en la que el poder se hereda de padres a hijos.
Contrario a este espíritu republicano, hace mucho tiempo que el Presidente de la República puso en marcha su
plan para una sucesión hereditaria en la Jefatura del Estado, cuyo objetivo es que su hijo primogénito herede
el cargo de Jefe del Estado, como ha ocurrido en países como Corea del Norte, Togo, República Democrática
del Congo o Siria, no precisamente ejemplos de democracia.
Para conseguir su objetivo, el Presidente Obiang reformó la Ley Fundamental para imponer el artículo 45 que
establece, entre otras cosas, que en caso de vacancia en la Jefatura del Estado por dimisión, incapacidad física
o mental y o muerte del Presidente de la República, asumirá sus funciones el Vicepresidente de la República
y culminará su mandado. Una vez aprobada la reforma constitucional, no dudó en violar la Constitución, con
el nombramiento de su hijo como Vicepresidente Segundo de la República, cargo no contemplado en la Carta
Magna. Tras las fraudulentas elecciones presidenciales de 2016, Obiang eliminó el puesto y le nombró como
único Vicepresidente de la República, cargo que, si se produce uno de los casos recogidos en el referido artículo
de la Ley Fundamental, le permite a su hijo convertirse, de forma automática, en Presidente de la República,
Jefe del Estado y del Gobierno, heredando dichos cargos como si Guinea Ecuatorial fuera una monarquía.
Con esta pretensión, el Jefe del estado viola dos de los principios básicos del régimen republicano: la igualdad
ante la ley y el pueblo como depositario de la soberanía nacional.
Convergencia para la Democracia Social, por principios y por convicciones, tiene el deber moral y político de
oponerse a los planes del dictador, y velar por que el cargo de Jefe del Estado sea ocupado, únicamente, por
aquel a quien el pueblo soberano, en el ejercicio de sus facultades y prerrogativas constitucionales, haya
elegido de forma democrática.

III. DERECHOS Y LIBERTADES FUNDAMENTALES

1. Introducción
La Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial, en su artículo 13, reconoce los derechos y libertades fundamentales
de los ciudadanos. No recoge todos los derechos, como es el de la huelga, pero de respetarse los reconocidos,
nuestro país habría avanzado en el proceso de democratización iniciado en 1991 con la aprobación, en
referéndum, de la reforma de nuestra Constitución.
En base al mencionado artículo13, se han elaborado varias leyes que, en teoría, deberían servir para el avance
y culminación del proceso democrático todavía en curso en el país. Sin embargo, los constantes
incumplimientos y violaciones, por parte del régimen, del ordenamiento jurídico y acuerdos suscritos con los
partidos políticos, demuestran que se ha producido una trágica vuelta atrás en el camino de la democracia.
La reforma constitucional de 2011, que concentra la casi totalidad de los poderes del Estado al Jefe del Estado,
confirma esa involución.

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2. Leyes reguladoras del proceso de democratización
a) La ley Fundamental, su reforma e incumplimientos.- Una de sus trabas más importantes es que, en su
articulado, nuestra Constitución consagra la concentración de todos los poderes del Estado en manos del
Presidente de la República. Por esto, en el sentido que acabamos de señalar, hablamos de obstáculos y trabas
bien institucionalizados y organizados. Hasta que no se supere esta situación, ni se habrá iniciado el proceso
de democratización, ni se llegará a la misma democracia; los cambios que se hagan, mientras tanto,
responderán cada vez más a los intereses de los que detentan el poder.
b) La Ley de Asociaciones y demás Leyes Civiles.-Nos referimos a la Ley General de Asociaciones; la Ley
sobre la Libertad de Reunión y Manifestación; la Ley de Sindicatos y Relaciones Colectivas de Trabajo y la
Ley de Prensa e Imprenta. Estas normas, para desdicha de las organizaciones o instituciones que encarnan
dichos derechos, tienen el denominador común de asfixiar los derechos cuyo ejercicio pretenden regular, en
lugar de respetarlos y promocionarlos; todo, con la excusa de mantener la paz, el orden, la concordia y la
seguridad nacional; pero está claro que lo que tratan de mantener es el estado actual de las cosas en nuestro
país. Aparte el problema de saber en qué términos habría que entender los conceptos de paz, orden, concordia
y seguridad nacional, se añade el hecho de que las autoridades locales, con su particular visión de dichos
conceptos, y preocupadas por que la situación permanezca tal como está, autorizarían o suspenderían las
actividades llamadas de dichas organizaciones o instituciones. También se añade otra serie de condicionantes
oficiales u oficiosos para los mismos efectos: instrucciones directa o indirectamente de parte de las autoridades
periféricas a la población para no acudir o simplemente obstaculizar las reuniones organizadas por los partidos
de la oposición.
c) La Ley de Partidos Políticos.-En todo Estado democrático o que está en un proceso de democratización,
los grupos políticos son los que aglutinan a las gentes en función de los diferentes ideales que se tienen para
que la sociedad sea más humana y más justa. Dichos grupos son los partidos políticos.
Sin embargo, la ley que tiene que regular y garantizar su funcionamiento está siendo utilizada por el Gobierno
para legalizar, a su antojo, a partidos políticos de su conveniencia, al tiempo que impide la legalización de
otros que no quieran servir a sus intereses espurios.
CPDS aboga por la reforma de dicha ley, con el fin de flexibilizar las condiciones y requisitos para la creación
de partidos políticos, haciéndoles más libres, más democráticos en su funcionamiento interno, y blindándoles
de la injerencia del Gobierno.

d) La Ley de Financiación de los Partidos Políticos


La actividad política consume muchos recursos económicos, cuya financiación puede proceder de fuentes
públicas y privadas. En un ambiente enrarecido en el que los afiliados, adheridos y simpatizantes de los partidos
políticos de oposición están condenados a la más absoluta miseria y no tienen acceso a un empleo digno por
pensar de manera diferente, a pesar de las ingentes cantidades de recursos que se siguen obteniendo de la
extracción de petróleo y gas, no es fácil conseguir que aquellos ciudadanos contrarios al régimen aporten
recursos para el funcionamiento de las formaciones políticas de su preferencia.
En este sentido, cobra especial importancia la financiación pública, sobre todo durante los procesos electores,
desde la confección del censo, la precampaña y campaña electorales hasta el mismo día de las votaciones,
cuando los partidos políticos se movilizan en sumo grado para atraer y convencer al electorado para captar su
voto. Lamentablemente, de un momento a esta parte, estamos viendo cómo el Gobierno se esfuerza cada día
más en arruinar a la oposición negándose a dotarle de recursos suficientes para concurrir con cierta dignidad a
las elecciones, lo que de alguna forma ya era habitual, como ocurrió en las últimas legislativas y municipales.
Este comportamiento agresivo ha sido de tal magnitud que se ha traducido en la promulgación de la vigente
Ley de Financiación de los Partidos Políticos, que contempla, entre otros extremos letales, una financiación
estatal de los gastos electorales después de las votaciones como devolución de aquellos en los que se haya
incurrido previamente durante todo el proceso electoral.

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Por otra parte, hay que reconocer que el partido que ostenta el poder en nuestro país funciona como en un
régimen de partido único, poniendo a su disposición todos los recursos del Estado a favor de sus intereses
partidistas. Por ello, si de verdad pudiera existir en el régimen una voluntad democratizadora, debería
plantearse una discriminación positiva a favor de la oposición en cuestiones relacionadas con la financiación,
pues, en este tema como en otros, no es justo que a CPDS se le coloque a la misma altura que el PDGE.
Por tanto, CPDS cree que la vigente Ley de Financiación de los Partidos Políticos ha de ser modificada
introduciendo las siguientes consideraciones:
1) Consignar en los Presupuestos Generales del Estado una asignación para extender e implantar en todo el
país la cultura democrática, de fomento de libertades y de respeto de los derechos humanos, mediante giras,
seminarios, cursos de formación, congresos y otras actividades políticas similares. También podría
contemplarse en este fondo la dotación de sedes propias a partidos políticos de seriedad y honradez probadas.
2) Incluir la financiación estatal para atender los gastos de funcionamiento, no solo por el número de escaños,
sino también por el de votos obtenidos en las últimas elecciones legislativas para los partidos políticos con
escaños en la Cámara de Diputados o Senado.
3) Contemplar que la financiación para gastos de mantenimiento sea también acordada en similares términos
que el Estado, por las Corporaciones Locales en sus ámbitos de influencia.
4) Considerar a las aportaciones de personas extranjeras como aportaciones privadas destinadas a los gastos
de funcionamiento, y no prohibirlas simple y llanamente como ocurre en la actualidad, mientras el PDGE las
recibe constantemente.
5) Reeditar la situación anterior y reflejar la necesidad de que la financiación electoral esté disponible antes
del inicio de la precampaña electoral y con suficiente antelación.

e) Ley Reguladora de las Elecciones Legislativas, Municipales y Referéndum.


Un elemento esencial en un régimen de libertades y democracia es la celebración de elecciones periódicas para
dar cabida a la expresión y ejercicio de la voluntad popular representada en los ciudadanos electos,
constituyendo así una vía para la alternancia en el poder. Pero, esta situación no puede hacerse realidad en un
país donde la ley electoral vigente presenta escollos como algunos de los que se mencionan a continuación:
1) La falta de una administración electoral incapaz de actuar con autonomía, transparencia, objetividad e
imparcialidad. En efecto, la Junta Electoral Nacional está compuesta por seis Magistrados o Jueces del Poder
Judicial, seis representantes del Gobierno y la Administración y un Secretario y un Representante de cada
partido político o Coalición que concurran a las elecciones. Si se tiene en cuenta que al menos, dieciséis de los
dieciocho partidos hoy existentes son claramente afines al régimen instalado en plaza, resulta que son en total
veintinueve el número de sus integrantes partidarios de la dictadura, lo que de entrada hace imposible la
elección democrática como presidente de la Junta Electoral Nacional de un miembro de la verdadera oposición,
en contra de lo que pretende insinuar el artículo 14.3.
CPDS apuesta por una administración electoral que, si no es independiente, al menos refleje la pluralidad y
diversidad de ideas y puntos de vista sobre la gestión de la cosa pública de todos los partidos políticos o
coaliciones concurrentes a determinadas elecciones, lo que exige poner por delante el interés general y
esforzarse en designar por consenso, tanto a los presidentes de la Junta Electoral Nacional y de las Juntas
Electorales Distritales o Municipales, como a los respectivos secretarios y vocales, procurando en todo
momento que entre éstos haya miembros de la verdadera oposición, dígase CPDS.
Y es que este modo de actuar podría constituir, quién sabe, un punto de partida de cara a la consecución de un
Gran Acuerdo Nacional que evite la discusión y favorezca el entendimiento sobre grandes rótulos de interés
nacional.
2) La previsión de un mecanismo de elaboración del censo electoral propio de países desarrollados y no
acorde con nuestra realidad. No es suficiente la elaboración y promulgación de leyes, que en múltiples

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ocasiones, solo se limitan a reproducir sencilla y llanamente otras legislaciones, sino que hay que poner los
medios, suficientes en calidad y cantidad, y adoptar estrategias para que dichas leyes sean efectivamente
puestas en práctica, teniendo en cuenta las circunstancias de oportunidad, tiempo y lugar. El levantamiento del
censo electoral en Guinea Ecuatorial ha de tomar como referencia la práctica puesta en marcha en países de
nuestro entorno próximo como Camerún donde, a petición del Gobierno, expertos internacionales acudieron
para asesorar y colaborar en la confección de un censo electoral creíble y aceptado por todos los actores
políticos.
CPDS cree en la necesidad de la elaboración de un censo biométrico como ya es práctica habitual en muchos
países africanos para desterrar, de una vez por todas, las diferentes apreciaciones sobre la calidad y validez de
los censos electorales que se vienen elaborando. Pues, el censo biométrico recoge y refleja claramente en el
carné correspondiente, las características biológicas tanto externas como internas físicamente medibles, como
es el color de los ojos, la huella dactilar o la talla. Estos datos permiten determinar y reconocer de forma
inequívoca al individuo y potencial elector que se tenga en frente, evitando así, por ejemplo, las inscripciones
múltiples y, en consecuencia, también el voto múltiple.
3) El impedimento a que todos los partidos políticos puedan concurrir a unas elecciones convocadas para la
constitución de los órganos locales menores, Consejos de Poblado y Comunidades de Vecinos. Estos entes,
cuya composición está hoy enteramente reservada al partido gobernante, constituyen el cimiento sobre el cual
se asientan las permanentes maniobras fraudulentas del PDGE pero que se acentúan desde la confección misma
del censo electoral hasta las votaciones, el escrutinio y la proclamación de los resultados electorales, pasando
por el desarrollo de la campaña electoral. Una práctica que contraviene la Ley Reguladora de la Administración
Local en la República de Guinea Ecuatorial que, en reformas recientes impulsadas desde la Cámara de los
Diputados por CPDS, ha terminado por contemplar la celebración de elecciones para la composición de los
Órganos Locales Menores.
Los Consejos de Poblado y Comunidades de Vecinos deben cabalmente cumplir su papel de ser los primeros
órganos de gobierno y representantes de la administración que ha de tener a su disposición el ciudadano, con
lo que tendrían que entrar en contacto y reunirse periódicamente con la población concerniente a fin de debatir,
acordar y buscar soluciones a los múltiples problemas que la azotan, en lugar de constituirse como son de
momento, en focos de amedrentamiento, persecución, maltrato e intimidación a los ciudadanos, sobre todo a
los que no se ajustan a la ideología del PDGE.
En este sentido, CPDS, siendo consciente del peligro que lo relatado supone para la estabilidad política y el
avance del proceso de democratización, eleva la voz para que se convoquen cuanto antes unas elecciones para
la constitución democrática de los Consejos de Poblado y Comunidades de Vecinos a lo largo y ancho de toda
la extensión de nuestro país.
4) La adopción de una papeleta única donde aparezcan todas las candidaturas. El artículo 96 de la vigente
ley electoral contempla la expedición de una papeleta para cada una de las candidaturas, partido político o
coalición, que concurren a las elecciones. Tal disposición en principio aceptable si se tiene en cuenta el derecho
comparado, es sin embargo letal en nuestro país donde los agentes del PDGE presentes el día de las votaciones
en todas las mesas electorales, suelen obligar descaradamente a los votantes a coger solo una de las papeletas
de las varias presentes, papeleta que no suele ser sino del PDGE, coartando de esta manera la libertad de voto.
En evitación de todo ello, CPDS prefiere la adopción de la papeleta única a fin de que quede desterrada la
necesidad de elegir qué papeleta y facilitar así a los electores el acto de votar.
5) La exigencia de que en las listas electorales, por cada titular figuren dos suplentes (artículo 168). En un
ambiente de permanente intimidación y amenazas a la población por parte del régimen no es nada fácil que la
gente dé la cara, se identifique abiertamente con la oposición y tenga el valor de presentarse como candidatos
en sus litas. Los detentores del poder lo saben muy bien, y es por ello que entre las últimas aberraciones
introducidas en la ley electoral, conste que ha de haber dos suplentes por cada candidato a las elecciones
legislativas o municipales. Y la razón de este hecho es simple: dificultar, en sumo grado, la confección de listas
electorales a los partidos de la oposición.
CPDS exige la eliminación de todo tipo trabas, como en esta ocasión, impuestas a la oposición, proponiendo
que la ley electoral dé por suficiente la presentación de una lista completa de candidatos titulares, a la que

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habrá que sumar no más de tres suplentes. De esta manera se introduciría una cierta flexibilidad y se
antepondría el interés general en la presentación de candidaturas.
6) La disolución de las Corporaciones Locales y convocatoria de nuevas elecciones previstas en el artículo
223.1. Dicho artículo estipula que en el supuesto de disolución de las Corporaciones Locales conforme prevé
la Ley Reguladora de la Administración Local, el Gobierno Central convocará elecciones parciales para
constituir la nueva corporación. Y es que la mencionada Ley Reguladora de la Administración Local, en su
artículo 240.1 de su última reforma, recoge esta misma redacción pero añadiendo que en dichas elecciones
parciales participarán únicamente el partido o los partidos políticos, la coalición o coaliciones electorales que
formaban parte de la Corporación Municipal disuelta, eliminando el artículo que permitía la participación de
todos los partidos políticos, habiendo formado, o no, parte de la corporación disuelta.
Para CPDS esta es una prueba más de la nula voluntad del Gobierno del PDGE de hacer avanzar el proceso de
democratización y promocionar el pluralismo político. Su deseo es instaurar, de nuevo, un régimen de partido
único. Estamos convencidos de que solo en la diversidad y en la pluralidad de ideas es posible mirar al futuro
con fundado optimismo. Es por ello que resulta obligado proponer la supresión de las mencionadas referencias
legales en la vigente ley electoral en concordancia con la también vigente y antes mencionada Ley Reguladora
de la Administración Local.
7) Una afirmación que no deja lugar a dudas: la Junta Electoral Nacional, en el caso del referéndum, será
presidida por el Ministro del Interior y Corporaciones Locales. Esto es lo que prevé el artículo 247, inciso 1,
de la ley electoral. Como decimos, se trata de una muestra clara de que la pretensión última del régimen es que
la Junta Electoral Nacional sea presidida por el Ministro del Interior y Corporaciones Locales, pretensión que
intenta camuflar sin conseguirlo, refiriéndose a que, en el caso de las elecciones legislativas y municipales,
dicho presidente será elegido democráticamente. Esto es imposible actualmente si se tiene en cuenta la
tipología de miembros y el número de los mismos previstos en su composición, como hemos señalado más
arriba.
Por tanto, CPDS expresa, una vez más, su esperanza y deseo de que en el país se constituya una junta electoral
capaz de velar por la objetividad, imparcialidad, igualdad y transparencia en los procesos electorales venideros.
En fin, el resultado práctico de estos impedimentos legales es que todas las elecciones que se han celebrado en
el país desde 1.993, han sido fraudulentas. Y, evidentemente, esto anula la pretensión de los que detentan el
poder de que en Guinea Ecuatorial hay una democracia, pues todas las democracias modernas se fundamentan
en tres elementos: el convencimiento de que todo el poder emana del pueblo, que tanto el Gobierno como el
Parlamento deben estar acordes con la voluntad del pueblo, y que las elecciones libres y honestas forman un
campo abierto en el que competirán los partidos políticos.
No se puede hablar de democracia cuando falla alguno de estos elementos: en Guinea Ecuatorial, fallan todos.
En este sentido, los procesos electorales son la demostración clara de la involución del proceso de que estamos
hablando, pues, desde 1993 y de unas elecciones a las siguientes, se ha producido un aumento de la represión,
de los mecanismos y prácticas fraudulentas, y del empeoramiento de la legislación electoral, todo ello para
evitar que los ciudadanos puedan manifestar libremente sus preferencias.
En las últimas elecciones, además del voto público, la no admisión y/o expulsión de los interventores de las
mesas electorales así como su alejamiento de las mismas cuando raramente eran acreditados y la inclusión de
Distritos Urbanos de infraestructura todavía inacabada y población inexistente, la no exposición de las papeles
de la Coalición Electoral Juntos Podemos en varias circunscripciones y un gran número de mesas electorales,
fue el nuevo elemento de fraude montado por el régimen para hacerse con el voto de la oposición y adjudicarse
la práctica totalidad de los escaños en liza.
f) Derecho de huelga. La Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial ignora el derecho que tiene todo ciudadano
a la huelga. Ello se debe al hecho de que el régimen no quiere reconocer al trabajador ninguno de sus derechos
básicos, por lo que les impide disponer de un instrumento tan básico a la hora de poder defender sus derechos,
pisoteados tanto por las empresas como por el propio Gobierno.
Por otra parte, existe una ley de sindicatos en el país, promulgada en 1991. Desde entonces, no se ha legalizado
ningún sindicato. Dicha ley, entre otras cosas, prohíbe la sindicación de los funcionarios públicos,
condicionándola a la promulgación de una ley posterior, que sigue sin aparecer.

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Finalmente, la Ley Fundamental no prohíbe la tortura. Sin embargo, gracias a la iniciativa tomada por el grupo
parlamentario al que pertenecía CPDS en la legislatura de 2004 a 2008, y que el Gobierno hizo suya, se aprobó
la ley contra la tortura Guinea Ecuatorial, siendo la primera vez que el régimen reconocía su práctica en nuestro
país.
g) Además de las leyes antes indicadas, CPDS aboga por una reforma profunda de las siguientes leyes:
 La propia Constitución, en el sentido de reconocer más derechos a los ciudadanos y limitar los
excesivos poderes otorgados al Jefe del Estado.
 La ley de reunión y manifestación también necesita cambios, principalmente en lo que se refiere al
poder otorgado a las autoridades periféricas en la restricción de las libertades de los partidos políticos.
 La ley de sindicatos debe ser más flexible en cuanto a los requisitos para la legalización de las
asociaciones de trabajadores. Por otra parte, debe facilitar la sindicación de los funcionarios, que son
el sector más numeroso de los trabajadores fijos. , que es la ley suprema de cualquier Estado.

IV. MODELO DE PARTIDO

1. Introducción

El tema crucial del funcionamiento del partido, en todas sus estructuras, siempre se ha abordado en el seno de
CPDS en Congresos, Consejos Nacionales y jornadas de reflexión sobre esa cuestión. Son cuestiones que
afectan al funcionamiento de las Agrupaciones (distritales, municipales y regionales) y las relaciones en los
dirigentes entre sí y con la sociedad.
En este Congreso, el funcionamiento de CPDS recobra una importancia crucial en una nueva etapa del partido,
marcada por la extremada hostilidad del régimen hacia nuestro partido, mostrada en los últimos años y
agudizada durante las fraudulentas elecciones municipales y legislativas del pasado 12 de noviembre.
Al margen del escandaloso fraude, las elecciones sirvieron para constatar que la mayoría de los militantes y
simpatizantes de la oposición que pudieron emitir su voto, no confiaron en la Coalición electoral encabezada
por CPDS, en un momento en que CPDS había dejado de ser la única referencia de la oposición en Guinea
Ecuatorial.
Tanto la decisión del régimen de acabar con CPDS, como la inclinación hacia otra clase de oposición observada
en los ciudadanos en los últimos dos años, nos deben hacer replantear la estrategia de lucha democrática que
CPDS ha de poner en marcha a partir de este VI Congreso.

2. Estrategias para el funcionamiento interno de CPDS: acercar el Partido a la Sociedad e


implicar a la ciudadanía en la lucha democrática
Esta cuestión, abordad en el último Congreso, se debe seguir debatiendo en este VI Congreso. A lo largo de la
historia política, los cambios políticos reales, revolucionarios o pacíficos, han sido protagonizados por el
pueblo. Rara vez un levantamiento armado o un golpe de Estado ha traído la democracia a un país.
Cuando es un gran líder, el “Salvador de la nación”, o una Fuerza Sobrenatural, quien venga a liberar al pueblo,
lo más probable es que dicho pueblo no sea libre a largo plazo, porque el líder se aferrará al poder y siempre
se comportará como un dictador más, pues se creerá el dueño absoluto del pueblo, y pensará que el pueblo le
debe la libertad y todas las demás bondades. Así, aparecerán expresiones como “quien quiera el poder que
tengo, que haga lo mismo que hice yo”. Sin embargo, cuando es el propio pueblo el protagonista de su
liberación, también será el principal guardián de su libertad.
Uno de los factores que han influido, de forma negativa, y mermando la eficacia del proceso de
democratización de Guinea Ecuatorial, es la escasa implicación de la propia población en la lucha política y
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en la defensa de sus propios derechos. En cualquier país del mundo, cuando un colectivo (trabajadores,
funcionarios, estudiantes, taxistas, etc.), o la población en general, se ve perjudicado injustamente por la
actuación de los poderes públicos (reducción de salarios, mala calidad de los servicios públicos, promulgación
de una ley injusta, etc.), suele movilizarse de forma pacífica para reivindicar sus derechos; lo hace mediante
manifestaciones públicas, huelgas o acampadas, sin que intervengan los partidos políticos, salvo por razones
de solidaridad.
Ocurre, sin embargo, que, en Guinea Ecuatorial, cuando los poderes públicos cometen atropellos, los
ciudadanos afectados, a lo sumo, acuden a los partidos políticos para pedir su intervención; normalmente, se
quedan en sus casas quejándose.
Esta falta de implicación y compromiso por parte de la ciudadanía, tiene varias causas, entre las cuales
podemos citar las siguientes:
a) Al ser colonizada por un país no democrático, Guinea Ecuatorial sufre una falta de tradición asociativa,
que mueva a los ciudadanos a luchar por un interés común;
b) El miedo inculcado a la población por los gobernantes, desde la época colonial hasta nuestros días, y
que considera que la actividad política realizada al margen del Gobierno, puede traer consecuencias
desastrosas para el individuo y sus allegados;
c) El régimen actual, como el anterior, lejos de fomentar el desarrollo de la sociedad civil, lo obstaculiza
y politiza las pocas asociaciones existentes en el país.
d) Desde el inicio de este interminable proceso de democratización, la propia oposición democrática no
ha realizado grandes esfuerzos por conseguir la movilización de la población cuando hiciera falta, sino
que cada partido se dedicó al proselitismo a favor propio con el fin de conseguir votos el día de las
elecciones. Por otra parte, los propios partidos políticos, ante cualquier atropello contra la población a
lo largo de esos años de transición política, se han limitado a pedir “calma” a la población mediante
comunicados, y a apelar a la comunidad internacional. La oposición nunca trató de movilizar al pueblo,
quizás temerosa de que tendría escaso éxito.
En este ambiente de apatía y miedo, CPDS lleva realizando la lucha política pacífica por la democratización
de Guinea Ecuatorial en los últimos veintiséis años. En este periodo de lucha, hemos hecho propuestas
políticas, tanto al Gobierno, en la necesidad de un Diálogo Político incluyente para encontrar una solución
política negociada al estancado proceso de democratización, como a los partidos políticos, en la necesidad de
una Unidad de Acción de la oposición, en la lucha contra la dictadura.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos de CPDS, el régimen de Obiang no sólo no ha aceptado un diálogo
sincero y serio para darle una salida concertada a la situación política del país, sino que ha cerrado todas las
puertas al diálogo y su actual estrategia es la de acabar y desacreditar políticamente a CPDS. Prueba de ello,
han sido las fraudulentas elecciones legislativas y municipales del 12 de noviembre de 2018, en las que la
dictadura ha hecho todo lo posible para echar a CPDS de las instituciones del Estado.
En consecuencia, se impone la necesidad de un cambio de estrategia política en nuestra lucha política, para
hacer frente a la actual coyuntura política y preparar al partido para que pueda afrontar con garantías el futuro
político del país. Esta estrategia debe tener, como uno de los principales objetivos, la consolidación interna del
partido para hacerlo más fuerte, más cohesionado y con más compromiso de sus militantes en la lucha por la
libertad y la democracia en nuestro país.
Es en este sentido en el que este VI Congreso tiene que servir para, no solo reafirmar el liderazgo de CPDS en
la oposición interna del país, sino también posicionarlo como el partido de vanguardia y de la esperanza del
pueblo guineano. Este Congreso tiene que servir, por otra parte, para que CPDS siga apostando, a pesar de las
dificultades, por la Unidad de Acción de la oposición, con la incorporación de fuerzas sociales, como la única
manera de conseguir un cambio democrático pacífico en nuestro país.
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En esta línea de consideraciones, CPDS tiene que poner en marcha, de forma continua, acciones de carácter
interno y externo.
a) Acciones internas:
- Coordinación política permanente sobre la posición política del partido con los dirigentes regionales,
distritales y de base y los diferentes candidatos en las diferentes elecciones, para fortalecer las propuestas
políticas del partido hacia un cambio democrático.
- Formación y capacitación permanentes a los dirigentes de base y candidatos en temas de comunicación
política, Derechos Humanos, Cómo desarrollar una campaña electoral, Libertades Públicas, etc, para preparar
a nuestros dirigentes de cara al futuro.
- Activación permanente de las bases del partido, mediante presencia política continua de dirigentes nacionales
en las bases.
b) Acciones externas:
- Organización constante de actividades y encuentros que nos permitan el contacto permanente con la
ciudadanía, tales como, comidas de dirigentes de CPDS con los vecinos, excursiones de miembros de las
Juventudes de CPDS con los jóvenes, sin distinción de ideología política, presencia de dirigentes de CDPS en
actos y ceremonias celebrados en sus barrios de residencia (velorios, entierros, celebración de defunciones,
fiestas patronales, casamientos, etc.), y
- campañas de movilización y llamamientos a la movilización y/o a la desobediencia civil cuando la
intransigencia y la cerrazón del régimen así lo requieran, y siempre que sea posible.

3. Modelo de financiación del Partido


Para que toda organización o asociación, como los partidos políticos, pueda funcionar adecuadamente y
cumplir sus objetivos, necesita disponer de recursos suficientes. Necesita dinero para hacer frente a sus
necesidades. Según la le, en Guinea Ecuatorial, los partidos políticos se financian con las cuotas de sus
militantes, las aportaciones de los simpatizantes, los beneficios de sus actividades productivas y las
subvenciones del Estado en concepto de la representación institucional de cada partido.
Desde la fundación de CPDS, este partido ha atravesado dos etapas principales en lo que se refiere a los
recursos que permitiesen su funcionamiento. Durante la primera etapa, que abarca desde su fundación hasta el
I Congreso Nacional, CPDS funcionó gracias a las donaciones de sus simpatizantes y personas de buena
voluntad que creyeron en nuestro proyecto político, junto con las donaciones de miembros de la Comisión
Ejecutiva Nacional. Durante la siguiente etapa, es decir, desde el primer Congreso Nacional hasta nuestros
días, el partido siguió contando, para su funcionamiento, con las aportaciones de simpatizantes, sumadas ahora
a las cuotas ordinarias de los miembros de la CEN y las subvenciones estatales en concepto de nuestros
parlamentarios y concejales. Por otra parte, la Ley de Financiación de los Partidos Políticos permitía al
Gobierno financiar las campañas electorales de los partidos políticos.
Todas estas fuentes de financiación permitieron el funcionamiento de CPDS hasta el año pasado, cuando el
régimen decidió acabar con CPDS cortándole todas las fuentes de financiación con que contaba para su
funcionamiento. En primer lugar, modificó la ley de financiación de los partidos políticos, eliminando las
subvenciones que se daban a los partidos por su participación en las elecciones. En segundo lugar, organizó
unas elecciones cuyo objetivo era, como venimos diciendo, expulsar a CPDS de las instituciones, como
efectivamente ha ocurrido.

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En estos momentos, CPDS no cuenta con la financiación del Estado al no tener representantes electos. Y
debido a la crisis económica que afecta a nuestros otrora donantes, estos no pueden seguir aportando sus
recursos a CPDS.
Ante este panorama, no nos queda otra salida que las cuotas de los militantes, ya que las de los miembros de
la CEN no pueden cubrir ni la décima parte de los gastos que necesita realizar el partido.
El lema de este VI Congreso, “MÁS COMPROMISO POR EL CAMBIO”, nos anima a superar este desafío.
En este sentido, el partido, ya fuera de las instituciones, de donde, como hemos dicho, provenían, en su
mayoría, los recursos con los que funcionaba, tiene que idear ahora distintas estrategias para superar esta dura
prueba a que nos ha sometido la dictadura.
Todos los militantes de CPDS, tras este nuevo Congreso, deben tomar conciencia de que la continuidad de este
gran proyecto descansará en lo que cada uno de sus militantes sea capaz de dar, y que el Partido nada
tiene que ofrecer a los militantes. Esto implica que las contribuciones económicas, sobre todo las cuotas
ordinarias, deben ser abonadas de forma regular y puntual, según sean las exigencias de los Estatutos y
reglamentos del Partido.
Todas las estructuras y órganos del partido, así como sus organizaciones afines, deberán elaborar un
presupuesto anual de funcionamiento y un proyecto de financiación, donde se reflejarán, respectivamente, las
actividades a desarrollar y la forma de autofinanciarse o recolectar los fondos.
Las recaudaciones de cada estructura u organización afín, serán transferidas a la Secretaría de Finanzas del
Partido.

4. CPDS y los valores


Los valores, es decir, las normas de carácter moral que deben guiar nuestra acción política, han sido siempre,
y lo seguirán siendo, una cuestión de una importancia capital para CPDS, en una sociedad en la que no sólo
no se cultivan los valores, sino que además, se premian lo que podríamos denominar “contravalores”.
Conocidos por todos los principios ideológicos de CPDS (libertad, igualdad, solidaridad y justicia social),
hemos de abogar por la promoción de los valores sociales y el desarraigo de las conductas que contravengan
los valores como la honestidad, la capacidad de trabajo, la competencia profesional, la lealtad, el rigor en la
ejecución de las tareas encomendadas, etc.
Además de estos valores, a estas alturas del proceso de democratización, y teniendo en cuenta la realidad del
país, debemos fijarnos en otros aspectos que pueden influir en nuestra convivencia.

a) La dignidad humana.-La Declaración Universal de los Derechos Humanos tiene como finalidad ensalzar
y obtener el respeto absoluto de la dignidad humana. La cultura de respeto a la dignidad humana, materializada
en el respeto de los derechos humanos, debe fomentarse, y debe ser la guía de toda la acción de los ciudadanos
en todos los ámbitos de la sociedad.
b) La tolerancia.-La aceptación del otro tal cual es, el respeto de sus opiniones, la posibilidad de expresarlas
libremente sin que tema represalias por ello, es la base para una convivencia cívica y pacífica, entre los
ciudadanos y entre los pueblos. Para Convergencia Para la Democracia Social, en la actuación desde las
instituciones, la tolerancia, que capacita para encajar críticas y, en consecuencia para perfeccionarse, es una
virtud fundamental que deben tener los ciudadanos que acceden a las instituciones.
Cuando desde CPDS exigimos más democracia, es que estamos reivindicando más y mejor convivencia,
porque Guinea Ecuatorial es de todos. De ahí que, por encima de cualquier otra cosa, en CPDS hemos de
apostar por la convivencia segura, pacífica y tolerante entre los guineanos; la participación al desarrollo de
este país es de todos sus hijos, sin exclusiones, desde el respeto al pluralismo ideológico, religioso, cultural,
étnico, etc.

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c) La aceptación de los extranjeros.-En la línea de lo apuntado en el anterior párrafo, está la cuestión de los
extranjeros en Guinea Ecuatorial.
La buena convivencia debe ser disfrutada por todos los que viven con nosotros, incluidos los extranjeros. En
los últimos tiempos, nuestro país tiene una afluencia migratoria sin precedentes, a causa de la explotación del
petróleo. No podemos permitirnos una sociedad que discrimina a los inmigrantes, pues esa discriminación se
vuelve contra la propia sociedad, falta al espíritu hospitalario que nos caracteriza y rompe nuestra convivencia.
Ser extranjero no puede constituirse en delito; no tener papeles no significa no tener derechos. El extranjero
que vive entre nosotros debe ser respetado con todos sus derechos establecidos en la legislación. Asimismo, el
extranjero debe respetar las leyes y normas, costumbres y tradiciones del país que le acoge.
El grado de civilización de un país se mide por los niveles de acogida e integración que ofrece a los extranjeros,
sobre todo, a aquellos que vienen a ganarse honradamente su vida. No podemos olvidar que en los momentos
más duros de la historia reciente de nuestro país, miles de guineanos buscaron refugio fuera de nuestras
fronteras y, hasta hoy, por razones diversas, muchos siguen residiendo en el extranjero.
La aceptación del otro tal cual es, el respeto de sus opiniones, la posibilidad de expresarlas libremente sin que
tema represalias por ello, es la base para una convivencia cívica y pacífica entre los ciudadanos y entre los
pueblos. La tolerancia, sea en política como en la vida cotidiana, no es un ejercicio teórico de discursos; es un
ejercicio dinámico, práctico, materializado en acciones de condescendencia. Una sociedad así en convivencia
encontrará con más facilidad la solución de sus problemas.

5. La participación política de los jóvenes


Guinea Ecuatorial es un país con una población mayoritariamente joven. Más del 70% de la población tiene
entre 25 y 30 años. Este dato constituye una gran fortaleza en nuestro proyecto político de país. Nuestras
políticas de desarrollo, y así lo prevé CPDS, deben priorizar y propiciar la participación de los jóvenes en la
dinámica de construcción de una sociedad moderna y próspera desde todos los sectores.
Es necesario apoyar a los jóvenes estudiantes en su formación, a los jóvenes trabajadores a integrarles en el
proceso de creación de la riqueza nacional, en el campo y en la ciudad. Es necesario, asimismo, fomentar la
vida asociativa en la juventud ayudándoles a agruparse en iniciativas diversas de tipo productivo, que les
conduzcan a expresar sus capacidades de producción social.
La base del porvenir de toda sociedad está en su juventud, que es la esencia y la garantía de la supervivencia
del propio Estado. En un país como la Guinea Ecuatorial gobernada por el PDGE, donde no se prima el
esfuerzo, la formación, los valores de la honestidad, la honradez, la capacidad individual y colectiva, y los
“valores” que propugna la dictadura son el enriquecimiento fácil, la apología a la corrupción y la ociosidad,
entonces estamos cada vez en una sociedad al borde del colapso y sin perspectivas de desarrollo.
La política del Gobierno del PDGE dirigida a nuestros jóvenes es sencillamente catastrófica en toda su
extensión: los jóvenes carecen de centros adecuados para su formación, ya sean secundarios o de formación
profesional; no tienen lugares de recreación y de ocio juvenil, ni existen instalaciones deportivas para los
jóvenes en todo el ámbito nacional, etc. La consecuencia inmediata a esta situación es la pérdida de valores
humanos, la inexistencia de modelos a imitar, el vandalismo, el alcoholismo, la prostitución y la delincuencia
juvenil, cada vez en aumento en nuestra sociedad. Y es una triste realidad en nuestro país.
Sin embargo, y a pesar de esta lúgubre situación, hay fundadas esperanzas de que esta realidad se pueda
cambiar y se cambiará a corto y medio plazo. Los propios jóvenes necesitan el cambio, y prueba de ello es la
implicación y el interés de muchos jóvenes en la situación sociopolítica del país.

Los jóvenes rechazan las prácticas políticas del actual régimen, sumido en la corrupción y en la incompetencia,
pero no así los nobles valores que debe conllevar la práctica política. Valores como la solidaridad, la equidad
y la tolerancia son altamente valorados por los jóvenes.
Frente a esta situación, se denota un déficit en la implicación política de la juventud en los últimos años, y de
forma especial, en las últimas fraudulentas elecciones. Y esta poca implicación de los jóvenes, sumada a la
cada vez más represión política por parte de la dictadura, ha condicionado que hoy día tengamos un entorno
político nada favorable.
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Es sabido que, en la actual situación sociopolítica del país, los problemas estructurales del mercado de trabajo
y la total carencia de políticas sociales para los jóvenes, condicionan la participación de la juventud en asuntos
políticos del país. Hay que decir, además, que los jóvenes, con estas políticas nefastas de la dictadura, se han
convertido en un colectivo en riesgo de exclusión social y otras dimensiones de marginación como la existencia
de importantes desequilibrios educativos y una alta tasa de jóvenes que no concluyen la educación secundaria,
lo que a su vez se relaciona con el empleo y el riesgo de pobreza.
En otros países, esta situación de emergencia en la que se encuentran los jóvenes, suele generar, en ellos, un
estado de incertidumbre, descontento y desesperación, con serio riesgo de explosión social. La pregunta es:
¿Está implicando esto una mayor conciencia de participación política de los jóvenes, o están estos
desmovilizados? ¿Se está transformando esta implicación y participación respecto a la que hubo en el pasado?
En definitiva: ¿Por qué esta situación no anima la participación política de los jóvenes en la oposición y,
concretamente, a favor de CPDS? Desde luego son cuestiones importantes que el partido tiene que revisar en
profundidad y dar respuesta en el complicado contexto sociopolítico en que nos encontramos.
Es evidente que una juventud sumida en el alcoholismo, la delincuencia y la falta de formación, no es
fácilmente movilizable para una pucha política democrática. ¿Qué mecanismos adoptar para la movilización
y la implicación de la juventud en política? Sobre todas estas cuestiones merece la pena que CPDS reflexione
y adopte, con urgencia, estrategias políticas para lograr una mayor y efectiva implicación de la juventud
guineana en los asuntos políticos del país. Porque sin esta participación y empuje de la juventud, la lucha por
la democratización, la consecución de las libertades políticas y la abolición de la dictadura se harán más
difíciles.
A lo largo de los últimos años, CPDS ha realizado diversas actividades, principalmente formativas, destinadas
a jóvenes, pues entendemos que una buena política de la juventud sólo puede ser creíble y coherente, cuando
se inicia desde el seno del propio partido, trabajando con los jóvenes. En este sentido, la organización de los
jóvenes de CPDS tiene que servir, más que nunca y desde ahora, como un elemento integrador de los jóvenes
y un espacio de participación, formación y debate político de toda la juventud guineana, con independencia
ideológica, que quiera participar en los asuntos sociales y políticos que afectan a su país.

6. CPDS ante el relevo generacional. Estrategias


El relevo generacional, en una organización o en cualquier otra esfera de la vida, es la sustitución de los
mayores por los más jóvenes. El hecho de que hayan nacido en periodos diferentes hace suponer que los
individuos son diferentes en sus planteamientos y en sus visiones en cuestiones sociopolíticas.
Hacer notar que el futuro de la democracia, tanto en la sociedad como en el seno de los partidos políticos, se
encuentra en los jóvenes. En CPDS encontramos a jóvenes defendiendo la democracia y la trasparencia en la
toma de decisiones, la rendición de cuentas por parte de los responsables del partido y la equidad. La juventud
siempre ha sido un eje político al servicio del cambio social.
Los partidos políticos, al ser organizaciones con vocación de permanencia en el tiempo, es decir, llamadas a
sobrevivir al paso de los años, llegando o no al poder, deben continuar con su compromiso de luchar por el
cambio sociopolítico que propugnan. Y para garantizar esta supervivencia en el tiempo, el partido debe tener
una cantera de jóvenes comprometidos con los ideales y objetivos políticos del partido, jóvenes dispuestos a
ir desempeñando paulatinamente los roles que les permitan asumir con responsabilidad el necesario relevo
generacional en el seno del partido.
Ya han pasado más de veintisiete años desde la fundación del partido, y muchos de los fundadores,
cofundadores y antiguos dirigentes y militantes del partido, llevan a sus espaldas más de dos décadas de lucha
política ininterrumpida contra la opresión dictatorial, tiempo suficiente para que el partido hubiera preparado
el adecuado relevo generacional.

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Desde su legalización, consciente de esa necesidad, CPDS se preocupó por la preparación de los jóvenes,
ayudando a muchos de ellos a trasladarse a Europa y América para formarse. Sin embargo, una vez que
regresan al país, esos jóvenes, ya hechos profesionales, se preocupan más por su futuro profesional y laboral
que por la lucha política y por el partido que en su día les apoyó. Se confirma, así, la hipótesis de que muchos
ciudadanos se adhieren a los partidos políticos no para apoyarlos en su labor, sino para obtener de ellos una
ayuda o salida para sus aspiraciones personales.
Esta difícil realidad debe animar a CPDS, más que nunca, a doblegar sus esfuerzos y dirigir su acción política
hacia los jóvenes para encontrar el relevo a los actuales dirigentes, en una tarea en la que no sólo es necesario
un dirigente o un grupo de dirigentes eficientes, sino también una militancia joven activa, crítica y responsable,
en una positiva mezcla entre experiencia y juventud, sacando provecho de lo mejor de cada cual.
De esta manera, no solo se garantizará un cambio generacional capaz de mantener un equilibrado en el seno
de CPDS para continuar con la lucha democrática, sino que, además, pueda conservar los principios y valores
por los que se fundó el partido.
En política, no se puede descartar por completo la experiencia ni muchos menos los valores y principios que
sustentan ideológicamente al partido; por ello es importante mantener un equilibrio entre los viejos dirigentes
y los nuevos. En consecuencia, el partido debe contar siempre con la experiencia y el acompañamiento de
todos los veteranos y dirigentes históricos del partido, reconociendo que con el esfuerzo y la valentía de todos
ellos, las presentes y futuras generaciones del partido pueden disponer hoy de un partido como CPDS,
alternativa de poder y garantía de democracia y referente imprescindible en la política de Guinea Ecuatorial,
no solo del último cuarto de siglo, sino también de las décadas venideras.
El relevo generacional en CPDS, tiene que ser un proceso adaptativo, donde habrá que tomar toda la base
ideológica y la experiencia de lucha política acumulada de las generaciones precedentes y ajustarlas a los
nuevos y futuros tiempos. El relevo no debe verse jamás como un asunto de ruptura entre generaciones, sino
más bien como cooperación entre generaciones del partido. El relevo generacional no es “un quítate tú para
ponerme yo”, sino que tiene que ser una necesidad que CPDS y la sociedad exigen para la continuidad de la
lucha y la consecución de los objetivos propuestos por el partido en beneficio de los supremos intereses de la
nación.
Conviene señalar que el éxito del relevo generacional en CPDS dependerá, en gran medida, de que la
población votante y militante perciba este cambio como positivo y sea, a la vez, parte de las demandas exigidas
por la mayoría de la población guineana, y del total compromiso a los ideales de CPDS por parte de los que
están llamados a asumir el liderazgo de este relevo.
Como estrategias de preparación de este relevo político en CPDS, no cabe otra que la captación de jóvenes y
su formación en la ideología política del partido, la importancia de los valores democráticos, el respeto de los
derechos humanos, las libertades políticas, las políticas públicas, el sindicalismo y la igualdad de género. Será
fundamental la organización de cursos de liderazgo juvenil en partidos políticos y la oratoria política, con el
objetivo de ir descubriendo talentos y promesas políticas capaces de asumir el relevo y liderazgo político en
CPDS.

7. CPDS y el sindicalismo
Uno de los obstáculos que han incidido negativamente en el proceso de democratización de Guinea Ecuatorial,
es la ausencia de sindicatos. Como venimos denunciando, a pesar de que hay una ley que regula su formación,
no existen en la práctica, y los trabajadores siguen sin ninguna organización que defienda sus derechos y
condiciones de trabajo.

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Por su lado, el Estado, a pesar de ser el mayor empleador, sigue sin regular la sindicación de los funcionarios.
Para un adecuado encuadramiento de los trabajadores y la defensa de sus derechos, CPDS trabaja desde su
fundación, en la formación de un sindicato hermano, la Unión Sindical de Trabajadores (UST).
Hay que recordar que hace más de quince años, la UST presentó un expediente de legalización del Sindicato
de Docentes, tras un laborioso proceso de proselitismo sindical en el sector de la enseñanza. Dicho expediente
no obtuvo respuesta alguna por parte del Gobierno.
CPDS seguirá brindando su apoyo, ánimo e iniciativa, a través de la Secretaría de Acción Sindical, para que
UST encuentre su espacio para llevar a cabo su cometido. Es cierto que sindicatos y partidos políticos deben
ser independientes, como también lo es que, en la gran mayoría de los casos, sindicatos y partidos políticos de
izquierdas tienen el mismo origen y anduvieron juntos hasta que los trabajadores pudieron encontrar cauces
legales para su acción.
La situación de abandono en que se encuentran los trabajadores, jóvenes y desempleados en el país, agudizada
gravemente tras la crisis económica iniciada hace cuatro años, exigen que CPDS trabaje para la creación de
una verdadera conciencia sindical en Guinea Ecuatorial. Las condiciones actuales de lucha por los derechos
de los ciudadanos y de los trabajadores, se encuentran más cerca del estadio de los inicios del movimiento
obrero, con la revolución industrial. En consecuencia, sigue siendo absolutamente necesario que UST
encuentre en CPDS la fuente de su acción e iniciativa.
Una acción inmediata tras el VI Congreso, debería ser la reanudación de la ardua tarea de reconstituir el
Sindicato de Docentes para que, aun sin legalización, pueda, de manera incipiente, funcionar en defensa de los
derechos de los maestros y profesores de Guinea Ecuatorial.

8. CPDS y el diálogo político


Como ya se apuntó en el V Congreso, la democracia es un proceso permanente, tanto que, incluso en países
que tienen una larga tradición democrática, siempre hay necesidad de ir mejorándola y adaptándola a las
necesidades de la sociedad; para ello hay establecidos cauces institucionalizados para el diálogo entre los
poderes y los actores políticos. Diálogo para que las decisiones y los pasos que se dan en el sentido de dicha
mejora, puedan contar con todas las opiniones, y en consecuencia que todos puedan sentirse comprometidos
con dichas decisiones.
Dado que esta necesidad de mejora es aún mayor en países como Guinea Ecuatorial, donde apenas se han dado
los primeros incipientes pasos hacia la democracia, y debido al estancamiento del proceso democratizador por
la nula voluntad del régimen de emprender unas verdaderas reformas políticas que permitan una alternancia
política mediante unas elecciones libres y trasparentes, el V Congreso de CPDS dio a la Comisión Ejecutiva
Nacional el mandato de proponer al Jefe del Estado la apertura de un proceso de diálogo nacional inclusivo
entre todos los actores políticos del país, tanto del interior como del exilio. La CEN presentó la propuesta a
Obiang el 14 de febrero de 2014, y este aceptó celebrar una mesa diálogo nacional en las condiciones que
propuso CPDS: participación de todas fuerzas políticas, legalizadas y no legalizadas; discusión de todos los
puntos que las partes propusieran, y una amnistía que diera lugar a la liberación de todos los presos políticos
y el regreso de los exiliados en libertad. También Obiang se comprometió a que el Gobierno trabajase con
CPDS en la organización y preparación de dicho diálogo.
La Mesa de Diálogo Nacional, celebrada en noviembre de 2014, fue un fracaso porque el Gobierno adulteró
completamente la idea inicial y convirtió el diálogo en una simple operación de propaganda y lavado de imagen
sin ningún resultado que supusiera un avance en el proceso de democratización del país: ignoró a CPDS durante
la preparación del diálogo e intentó, una vez más, provocar una escisión en el seno de nuestro partido al permitir
la participación de la falsa facción CPD-r, no liberó a los presos políticos, impuso un orden del día que solo
recogía la revisión de cuatro leyes, y rechazó admitir a debate los puntos que la oposición pretendía discutir.
El fracaso de la Mesa de Diálogo se manifestó no solo por el abandono del mismo por parte de CPDS, sino
también por los nulos resultados obtenidos de la misma. De hecho, las elecciones celebradas después de dicho
diálogo, es decir, las presidenciales de 2016 y las municipales y legislativas de 2017, son las más fraudulentas
jamás registradas en la historia de nuestro país. Es decir, la Mesa de Diálogo Nacional fue usada por el régimen
para empeorar las condiciones de participación electoral y las leyes que rigen los procesos electorales, como
la misma ley electoral y la ley de financiación de los partidos políticos.
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Las elecciones del 12 de noviembre, cuyos resultados han hecho retroceder al país a un Parlamento monocolor,
y cuyo desarrollo provocó la disolución, por la vía judicial, de uno de los partidos que fueron legalizados como
premio por su participación en dicho diálogo, han dado lugar a la peor crisis política conocida en el país desde
el inicio del proceso de democratización en 1991.
Sin embargo, y pese a la situación descrita, CPDS debe seguir apostando por el diálogo sincero, fluido y
permanente entre el Gobierno y las fuerzas políticas, como medio para la solución de los problemas políticos
y sociales que afectan a nuestro país.
En un país donde hay diálogo permanente y sincero, se crea un ambiente de confianza y esperanza en la
población, y un clima político que destierra toda tentativa de usar la violencia como método de acceder o
permanecer en el poder, como el silenciado intento de golpe de Estado del 24 de diciembre de 2017.
La situación descrita y la experiencia vivida a lo largo del proceso de democratización, basada en la nula
voluntad del régimen de dialogar con sinceridad y generosidad con las fuerzas políticas y sociales para
establecer la democracia y la estabilidad política en el país, deben hacer reflexionar a CPDS sobre el tipo de
diálogo que deba mantener con el Gobierno. A partir de ahora, cualquier diálogo o negociación entre el
Gobierno y la Oposición debe contar con la mediación o participación de actores políticos internacionales,
como las Naciones Unidas, implicando así a la comunidad internacional.
En lo que respecta a las demás formaciones políticas, CPDS debe seguir buscando el diálogo y el entendimiento
con otras formaciones políticas, legalizadas o no, exigiendo, en todo momento, el respeto a la soberanía de
cada formación política.

9. CPDS y los partidos del escenario político nacional


Desde su fundación, CPDS se ha caracterizado por su acercamiento a los otros partidos políticos de nuestro
país, sobre todo los de la oposición crítica con el régimen dictatorial de Guinea Ecuatorial. Ha sido una dura y
larga andadura, generando, en ocasiones, esperanzas e ilusiones en los ciudadanos de nuestro país, y, en otras,
creando frustraciones.
Dos momentos importantes en la reciente historia política de nuestro país han sido, en 1992, la creación de
la Plataforma Oposición Conjunta (POC), que obtuvo la victoria en las elecciones municipales de 1995. El
otro acontecimiento importante en nuestro país fue la fracasada Mesa de Diálogo que, propuesta y
promocionada por CPDS, tuvo lugar en el 2014 con un estrepitoso fracaso, habiendo reunido nuestro partido
en la capital de España a la oposición, partidos políticos y grupos de activistas, en torno al Manifiesto de
Madrid. No podemos pasar por alto, sin hacerles ninguna mención, al Bloque de Oposición Democrática
(BOD), creado antes de la POC.
Por mandato del V Congreso, celebrado a finales de 2013, el Secretario General del Partido, apoyado por la
Comisión Ejecutiva Nacional, durante más de cuatro años ha hecho un trabajo inconmensurable a fin de
trabajar juntos con otros grupos políticos, trabajos que se han venido desarrollando en el Frente de Oposición
Democrática (FOD), y más recientemente en la Coalición electoral JUNTOS PODEMOS. CPDS siempre ha
buscado dialogar con los demás grupos y la experiencia acumulada de la relación con estos no ha sido la más
deseada. Hemos sufrido ataques verbales, insultos y falsas acusaciones de quienes, incluso, se han beneficiado
en algún momento del acercamiento de CPDS. Sin ser muy optimistas, pensamos que el futuro político de
nuestro país pasará por el diálogo y la unión con otras fuerzas políticas. Nunca ha sido ni será fácil el trabajo
con otros partidos políticos, pero la necesidad lo exige, y CPDS tendrá que seguir buscando ese deseado
encuentro, pero con más exigencias y en cuestiones muy puntuales.

10. CPDS ante los futuros procesos electorales


Desde el inicio del interminable proceso de democratización, el Gobierno realiza, de forma sistemática,
elecciones fraudulentas en las que se destacaban el voto público, el censo electoral truncado, la administración
electoral en manos del partido en poder, la práctica prohibición del acceso de los partidos de la oposición a los

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medios de comunicación y la ausencia de expertos internacionales en su preparación. Por eso, de los 14
procesos electorales celebrados en el país entre 1993 y 2016, la oposición solo ganó las elecciones municipales
de 1995, gracias la única participación de la comunidad internacional en la elaboración del censo electoral y
la observación. En todas las demás elecciones, el partido en poder se atribuía entre el 97 y el 99% de los votos.
Sin embargo, y como todo aquel cúmulo de ilegalidades fuera poco, a las elecciones municipales y legislativas
de 2017 se les añadieron, entre otras graves irregularidades, las siguientes:
a) Insuficiente, por no decir inexistente, financiación electoral: De los 400 millones de financiación de
las elecciones de 2013, se pasó a 30 millones en 2017;
b) Endurecimiento de las exigencias para la presentación de las candidaturas: Tras haber creado más de
50 distritos urbanos nuevos, se reformó la ley electoral para aumentar el número de candidatos. Así,
cada candidato titular de una lista, necesita dos suplentes, de tal manera que se triplica,
innecesariamente, el número de personas que un partido necesita para la presentación de una lista
electoral.
c) Compra directa, por parte de dirigentes locales del PDGE, de carnets de elector para usarlos en
beneficio de la candidatura de dicho partido;
d) Manipulación y deformación del símbolo y la papeleta de la coalición Juntos Podemos para hacerlos
irreconocibles;
e) Ausencia de las papeletas de la oposición en mesas electorales durante la jornada electoral;
f) Secuestro de urnas para la realización clandestina del escrutinio.
La organización y desarrollo de dichas elecciones, así como el resultado de las elecciones municipales y
legislativas de 2017, han sido la constitución, de nuevo, de un Parlamento monocolor. En definitiva, se puede
afirmar, sin lugar a dudas, que con dichas elecciones, el Gobierno militar del General Obiang ha dado un nuevo
golpe de Estado, por lo que, desde ahora, el proceso de democratización se reinicia saliendo del punto de
partida.

A partir de ahora, para que CPDS participe en unas elecciones, estas tienen que ser organizadas en condiciones
diametralmente opuestas a las de las elecciones celebradas en la etapa anterior.

11. Los medios de comunicación


En los países con regímenes políticos dictatoriales, como es el caso Guinea Ecuatorial, uno de los principales
objetivos del Gobierno, en el camino de perpetuar el poder imperante, es controlar los medios de comunicación.
Con este control, controla también a la sociedad mediante la manipulación de la información y la negación a
dichos medios de voces discrepantes.
A pesar de que las leyes vigentes en nuestro país reconocen el derecho de todas las formaciones políticas al
libre acceso a los medios de comunicación del Estado, la Ley fundamental de Guinea Ecuatorial, el Pacto
Nacional y sus Documentos de Evaluación, y el derecho a disponer de sus propios medios de comunicación,
la Ley de Prensa e Imprenta, los partidos de la oposición siguen sin tener acceso a la Radiotelevisión Guinea
Ecuatorial, cuyas emisiones están consagradas al partido gubernamental, tarea a la que se dedica también la
única emisora privada existente en el país, propiedad del hijo del Jefe del Estado.
Con ello, la dictadura deja a la oposición sin la herramienta política básica de lucha, que es la posibilidad de
hacer llegar su voz y su mensaje al pueblo. Con ello, también, la dictadura militar ha enmudecido a la
oposición; y con una oposición muda, la dictadura tiene las manos libres para reprimir en silencio, mentir en
silencio y dogmatizar en silencio, sin ninguna opinión en contra.

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a) El papel de LA VERDAD, órgano informativo de CPDS
La historia de Convergencia Para la Democracia Social, desde los inicios del partido, no se puede comprender
sin la existencia de LA VERDAD, su órgano de información. LA VERDAD fue el medio con el que se dio a
conocer CPDS, el instrumento que utilizó para su tarea de pedagogía política y cívica más importante: hacer
conocer al pueblo sus derechos y libertades, así como la necesidad de su defensa. Gracias a esta labor, nuestro
partido se ganó la simpatía, el respeto y la confianza de la población, y LA VERDAD se convirtió, desde los
años noventa, junto con el programa de Radio Exterior de España para Guinea, en el medio por el cual se
denunciaban la corrupción política y administrativa y las violaciones de los derechos humanos, protagonizados
por el régimen.
Tan importante es este órgano informativo, que los Estatutos y reglamentos del CPDS obligan a sus dirigentes
nacionales a implicarse directamente en su elaboración y difusión. Sin embargo, la implicación de los
miembros de la CEN ha sido claramente insuficiente, lo que ha contribuido a que la publicación de LA
VERDAD, que empezó siendo mensual, se haya convertido, en la actualidad, en meramente testimonial.
A partir del año 2014, la periodicidad de LA VERDAD sufre una reducción tan progresiva, que en 2013 no se
publicó ni una sola vez, en 2017 se publicó dos veces y ninguna en lo que llevamos de 2018.

b) La emisora “Onda Libre”


Teniendo en cuenta toda esta situación, caracterizada por la apropiación del Gobierno y su partido, de los
medios de comunicación que son de todos, en el año 2008, CPDS importó al país una pequeña emisora de
radio, denominada “Onda Libre”, cuyo objetivo era no solamente suplir nuestra falta de acceso a los medios
de comunicación públicos, sino también, ejercer nuestro derecho a disponer de un medio de comunicación,
como establecen las leyes invocadas en este apartado.
La reacción del Gobierno dictatorial fue inmediata: una treintena de efectivos armados de las fuerzas de
Seguridad, acompañados de técnicos de RTVGE, asaltó la sede nacional de CPDS en Malabo, con el objetivo
de secuestrar la emisora. Al no haberla, se apropiaron de documentación y diversos objetos y material de
propaganda del partido, que jamás fueron devueltos, pese a las reclamaciones presentadas por nuestro partido.
El V Congreso ya había recomendado a la CEN reemprender, con carácter inmediato, la tarea emprender
nuevas gestiones ante el Gobierno para la puesta en marcha de nuestra emisora de radio, Onda Libre. Por tal
motivo, en el transcurso del único encuentro entre el Jefe del Estado y el Secretario General de CPDS, este le
planteó a Obiang el problema de la referida emisora. El Presidente le recomendó que volviese a enviar una
solicitud de autorización al Ministro de Información, asegurándole que no habría inconveniente alguno para
que nuestra emisora se pusiera en marcha. Se envió la solicitud al Ministerio de Información, pero la respuesta
fue la misma que en 2008: la exigencia de unas condiciones que, en realidad, significan la negativa de la
autorización.
Así las cosas, queda bastante claro que el partido tiene la imperiosa necesidad de potenciar LA VERDAD, su
órgano informativo. La potenciación de LA VERDAD implica la creación de un equipo directivo y técnico
para su administración, redacción, edición y publicación, con competencias claras y dedicación preferente,
además de la obligación de los miembros de la CEN de escribir artículos de forma periódica.
En cuanto a “Onda Libre”, este VI Congreso debe tomar una decisión y dar un mandato a la nueva CEN para
la gestión de dicha emisora.

12. Las redes sociales y su uso en la política guineana


La llegada de Internet a nuestras vidas ha supuesto la aparición de las redes sociales, que son aplicaciones web
que posibilitan el contacto entre personas que se conocen previamente o hace que se conozcan a través de la
red. Las redes sociales en internet, como Facebook, Twitter o la mensajería Whatsapp, permiten la
comunicación política ya que son un medio para escuchar, conversar y compartir opiniones e ideas políticas
de forma directa con los ciudadanos conectados y los no conectados, ya que la información que sale en las

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redes sociales también se puede pasar verbalmente de una persona a otra, como es el caso de Guinea Ecuatorial,
donde pocas personas tienen acceso a internet.
En la política guineana, sobre todo la que se hace desde fuera del país, las redes sociales no solo se usan para
la comunicación política entre políticos y ciudadanos o para difundir opiniones y crear debate político, sino
para luchar contra partidos políticos, denigrando a sus dirigentes y difundiendo informaciones falsas contra
sus partidos. Tanto es así, que, en los últimos años, muchos se han erigido en supuestos líderes políticos al
frente de partidos políticos que se han dado a conocer gracias y por las redes sociales.
La más utilizada por los guineanos es Facebook, donde aparecen políticos o activistas anónimos que usan
falsas identidades para atacar y tratar de destruir a personalidades políticas o partidos como CPDS, que luchan
contra la dictadura en condiciones extremadamente difíciles. Lo hacen difundiendo vídeos, audios,
comunicados u opiniones con información falsa que después se transmite boca a boca entre los ciudadanos que
creen en la veracidad de todo cuanto sale por internet, como si aquello que sale por internet no lo escribiesen
o publicasen personas de carne y hueso como tú o como yo.
Mientras permanecen activos esos agitadores e incluso multiplican su aparición, la presencia de jóvenes de
CPDS en dichas redes es, por el contrario, cada vez más escasa, renunciando, así, a la posibilidad de aprovechar
dicho medio para difundir las ideas y actividades de CPDS y defender a su partido de los ataques de aquellos
que desean destruirnos.
Por otra parte, CPDS debe ser consciente que, por el veto que el régimen ha puesto contra nosotros en los
medios de comunicación, debemos explotar positivamente las ventajas de las redes sociales.
Es necesaria la presencia de CPDS en las redes sociales, pero quienes intervengan en defensa de CPDS no
deben hablar en nombre y representación de CPDS, ya que las redes sociales son un arma de doble filo, pues
lo que se diga o publique, así como la manera de hacerlo, lejos de beneficiar al partido, lo puede perjudicar.
Únicamente la persona designada por la CEN para ocuparse del sector, podrá hablar en nombre de CPDS. Por
eso, en esta nueva etapa del partido, en la que debemos intensificar la comunicación política con todos los
sectores de la población, particularmente con la juventud, es necesario crear una Secretaría Ejecutiva encargada
de las Redes Sociales y Nuevas Tecnologías, y que se encargaría también de la web del partido. El uso de las
redes sociales no debe servirnos como un fin en sí, sino un medio, adaptado a los nuevos tiempos, para
comunicarnos con la gente.
Recordar que, desde hace más quince años, CPDS dispone de una página web que, por el deterioro progresivo
y las restricciones que sufre internet en Guinea Ecuatorial, no ha podido mantenerse en funcionamiento. Tras
varios años, se ha actualizado con un nuevo formato y nuevo nombre, pasando de www.cpds-gq.org a
www.cpdsge.org. Esta web debe funcionar y administrase en las mejores condiciones que podamos.

13. La amenaza del populismo


Decimos que un partido político es populista cuando su estrategia se basa en propuestas que resultan atractivas
para el pueblo, pero que tienen un componente demagógico. Esto quiere decir que los populistas proponen
soluciones fáciles, pero falsas, a problemas reales que sufren los ciudadanos. Una de las características del
populismo es que, para alcanzar o consolidar su poder, suele dirigir su mensaje al pueblo que sufre, basando
su estrategia en la denuncia, crítica y ataques constantes a la clase política y a los partidos tradicionales a los
que acusa de causantes o cómplices de la mala situación que atraviesa el país, convirtiéndolos a todos en
cómplices y, por tanto, en objetivo a batir. El líder populista se presenta como el salvador del pueblo, el
redentor de los humildes.
El populismo surge, en la mayoría de los casos, cuando hay una crisis política y social aguda, aprovechando
el descontento, el enfado y la desesperación de los ciudadanos.
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Guinea Ecuatorial es un país sumido en una crisis total: crisis política con un gobierno basado en el clientelismo
y el nepotismo, incapaz de resolver los problemas de los ciudadanos, y dedicado prioritariamente a perseguir
a la oposición política, usando el fraude electoral sistemático para mantenerse en el poder; crisis económica
derivada de la corrupción y la mala administración de los recursos económicos que ha dado lugar al desempleo,
la miseria generalizada, la delincuencia, la inseguridad ciudadana y la desesperación; y crisis de valores,
porque la honestidad, la honradez, el espíritu de trabajo, la solidaridad, la tolerancia, etc., han perdido sentido
y utilidad práctica en la vida diaria de los ecuatoguineanos, dando lugar a la falsedad, engaño, afán de
enriquecimiento rápido, insolidaridad, intolerancia…
En tal situación, muchos ciudadanos, desinformados, cansados y desesperados, meten en el mismo saco de
culpables tanto a los opresores como a los partidos que vienen luchando sin éxito contra la dictadura, y confían
su liberación a la aparición de “líderes naturales” libertadores, los cuales les convencen con promesas de
cambio aparentemente fáciles y atractivas, pero en realidad difíciles o imposibles de realizarse.
Habiéndose convertido CPDS en un objetivo a combatir por parte del populismo, nuestro partido debe seguir
su lucha política, como siempre, contra la dictadura y, ahora, defenderse de los ataques y mensajes falsos de
los populistas.
¿Cuál es la estrategia para luchar contra el populismo?
Como se ha dicho, son las crisis políticas y sociales agudas las que favorecen la aparición del populismo, y
este desaparece cuando se resuelven los problemas que causaron su aparición. Mientras haya dictadura,
represión contra los demócratas, injusticias contra el pueblo y fraudes electorales sistemáticos, siempre existirá
la tentación populista. Por tanto, para acabar con los populismos, primero tiene que desaparecer la dictadura y
establecerse la democracia en Guinea Ecuatorial. Para conseguir estos objetivos, CPDS no utilizará jamás la
mentira ni las promesas falsas para conquistar el apoyo de los ciudadanos; hay que tener en cuenta que, en
política y en la vida misma, tarde o temprano, la mentira acaba saliendo a la luz.
Por eso la lucha de CPDS tiene que dirigirse, no contra otros partidos políticos de la oposición, sino contra la
dictadura que ha sumido al país en una eterna crisis en todos los aspectos. CPDS tiene que seguir denunciando
los atropellos, la miseria y las injusticias que sufre la población, y movilizar a los ciudadanos para que se
impliquen en la lucha por su propia liberación, diciéndoles siempre la verdad y concienciándoles de la dureza
y dificultades que existen en toda la lucha por alcanzar la liberación. La lucha por la democracia nunca ha sido
fácil ni breve, ni tampoco tiene fechas ni plazos para alcanzar sus objetivos.

14. Posición de CPDS ante la dicotomía entre Internacional Socialista y la Alianza Progresista
a) La Internacional Socialista (IS)
Nuestra actual Internacional Socialista es la organización mundial de partidos socialdemócratas, socialistas y
laboristas, refundada en 1951 después de una larga historia de luchas entre defensores de los trabajadores, y
que agrupa actualmente a más de 140 partidos políticos y organizaciones de todos los continentes. Es la
organización de partidos más importante del mundo. En más de 15 países africanos, gobiernan partidos
miembros de la Internacional Socialista.
La IS es la mayor y más antigua organización política del mundo; ella coopera estrechamente con el Partido
de los Socialistas Europeos (PSE), la Organización Árabe Social Democrática Foro (ASDF), el Foro Euro-
Latinoamericano de Parlamentarios Progresistas y Socialistas y el Grupo Socialdemócrata del Parlamento
Latinoamericano, entre otros.
En la actualidad, se está produciendo una escisión en el seno de la IS, lo cual se hizo patente a partir del XXIV
Congreso de la Internacional Socialista, celebrado del 30 de agosto al 1 de septiembre de 2012 en Ciudad

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del Cabo, Suráfrica, el primer congreso en la historia de la Internacional que se realiza en tierras africanas,
contando con el Congreso Nacional Africano (ANC) como anfitrión.
Siguiendo las decisiones tomadas por el Consejo de la IS en la reunión de enero de 2012 en San José de Costa
Rica, desde ahora todos los órganos de trabajo de la Internacional Socialista deben ser sometidos a un proceso
electoral competitivo y abierto a todos los miembros plenos que hubieren cumplido con los requerimientos
estatutarios. Los candidatos registrados son elegidos por votación secreta.
Con ocasión, pues, de estas primeras elecciones, se manifiesta la voluntad de una importante fracción de
partidos miembros de la IS de negociar reformas profundas con los dirigentes actuales de la organización en
el sentido de promover cambios en la dirección de la misma, es decir, cambio del Presidente actual, Georges
Papandreu (en el puesto desde 2006), y del Secretario General, Luis Ayala (en el puesto desde 1989). Estos
cambios, según sus defensores, permitirían imprimirle un nuevo impulso a la IS.
No hubo acuerdo, por lo que se presentaron dos candidaturas a la Secretaría General: la del saliente Luis Ayala
y la de la fracción renovadora, Mona Sahlin, ex presidenta del Partido socialdemócrata sueco entre 2007y 2011
y Vicepresidenta de la IS. Esta acaba perdiendo las elecciones, con lo que se mantiene la misma directiva al
frente de la IS.
A partir de aquel Congreso, la fisura entre los dirigentes reelegidos y los que se declaran renovadores se irá
agrandando, para cristalizase en el XXIV Consejo de la Internacional Socialista celebrado en Cascais, Portugal,
en febrero de 2013, al no producirse ningún acercamiento entre las dos partes ni posibilidad visible alguna de
diálogo. Con esto, los progresistas del mundo se encaminaban peligrosamente hacia la constitución de una
organización política mundial bicéfala.

b) Nace la Alianza Progresista


Así es como esta facción que se siente decepcionada por la evolución de la IS y disconforme con la manera en
que la misma está dirigida, decide crear la Alianza Progresista. Esta integra a partidos políticos progresistas,
la mayoría de ellos miembros o ex miembros de la Internacional Socialista. La AP se presenta como una
organización política internacional con el objetivo de convertirse en la organización mundial del "movimiento
progresista, socialdemócrata, socialista y laborista", para contribuir a la creación de un orden mundial
cooperativo que permita compartir soluciones a los problemas, así como a la construcción de un futuro posible.
Para ello, expresa su vocación de querer compartir las mejores prácticas del desarrollo de un partido, su
organización, las campañas, el desarrollo de las elecciones, el compromiso y la evolución de las políticas entre
todos sus miembros.
La Conferencia preliminar a la creación de la Alianza Progresista se celebra en Roma en diciembre de 2012,
con la participación de 42 partidos políticos. La fundación oficial tiene lugar el 22 de mayo de 2013 en Leipzig,
Alemania, con la participación de unos 70 partidos políticos socialdemócratas de todo el mundo.
La AP integra actualmente a más de 130 partidos y organizaciones progresistas. Cabe señalar que la Alianza
Progresista de los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo se unió a la AP a partir de su fundación
oficial. La AP coopera asimismo con varias redes de partidos regionales, como el Partido de los Socialistas
Europeos (PSE), el Grupo de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, la Red de la
Socialdemocracia en Asia (SocDem Asia), la Alianza Progresista de África Central (APAC, de la que CPDS
es miembro) y el Foro Socialdemócrata Árabe (ASDF), entre otros.

c) El posicionamiento de CPDS entre las dos organizaciones.


Las pugnas en el seno de la IS son tan viejas como la propia organización. Empezaron desde la llamada Primera
Internacional, a mediados del siglo XIX, entre los fundadores del movimiento, Marx y Engels por un lado, y

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Bakunin por otro. Marx y sus seguidores, partidarios del socialismo científico, pregonaban la lucha por las
conquistas sociales, laborales y, en último término, el poder del Estado. Bakunin y sus seguidores, partidarios
del anarquismo colectivista, estaban opuestos a toda autoridad y rechazaban toda noción de Estado; ellos eran
favorables a la revolución inmediata y espontánea que pregonaba el poder de decisión por medio del consenso.
Las diferencias programáticas existentes entre ambos sectores condujeron a la escisión entre marxistas y
bakuninistas.
Las pugnas se prosiguieron en la Segunda Internacional, creada en Paris en 1889, con el objetivo de alcanzar
el poder mediante el voto popular. Pero las guerras instalaron el debate dentro de la Internacional y dividieron
al movimiento obrero; cada asociación de trabajadores apoyó la causa de su país y la Segunda Internacional
acabó extinguiéndose en 1916.
La pugna actual se gesta desde las más altas esferas de dirección y de financiación de la organización. Mientras
unos ven unas nuevas maniobras de dominación del norte rico sobre el sur pobre, otros subrayan la necesidad
de dar un impulso renovador, de imprimir un nuevo dinamismo a la organización diseñándole nuevos objetivos
políticos.
Sea lo que fuere, la IS sigue siendo la organización de referencia mundial de los partidos de Izquierda. Nuestra
formación política ha ostentado durante más de 4 años una de las Vicepresidencias de la Internacional
Socialista a través de su anterior Secretario General Placido Mico. Asimismo, la Secretaria de Participación
de la Mujer de CPDS, Epifania Avomo Bikó, ocupa actualmente el puesto de Vicepresidenta de la
Internacional Socialista de Mujeres desde la reunión del Consejo de la Internacional Socialista celebrada en
febrero de 2013 en la ciudad portuguesa de Cascais.
Sin embargo, CPDS es también favorable a la alternancia y a la renovación dentro de la organización. Nuestra
formación política es miembro de la Alianza Progresista del África Central (APAC), nacida antes de la AP
pero integrante de la misma. Por eso, como ocurre con muchos partidos miembros de la IS, CPDS es miembro
de pleno derecho de ambas organizaciones, y tiene que seguir siéndolo, con la esperanza de que las iniciativas
y trabajo de los partidarios de la reunificación tengan rápidamente un resultado favorable.

V. POLÍTICA INTERNACIONAL Y EXTERIOR

1. Asuntos de actualidad internacional


Convergencia Para la Democracia Social es miembro de pleno derecho de la Internacional Socialista y, como
tal, de la Internacional Socialista de Mujeres y de la Internacional Socialista de los Jóvenes (IUSY). Por ello
mantiene relaciones de fraternidad con los partidos integrantes de dicha Internacional. Desde estos foros,
participa en la formación de la opinión en los temas de preocupación internacional. En los Congresos anteriores
de CPDS, evocamos, analizamos y nos posicionamos respecto a temas como la globalización, el desarrollo
sostenible, la lucha contra la pobreza, la democratización y el respeto de los derechos humanos, la violencia
de origen religioso, étnico, político.
a) La globalización.-Es uno de los fenómenos político-socio-económicos que están en todos los foros de
debate en el mundo actual. La globalización está favorecida por el gran desarrollo de las tecnologías de la
comunicación, y una de sus mayores características es la posibilidad de intercomunicación inmediata y real de
las gentes, cualquiera que sea el lugar del Globo en que se encuentren. Esto es, la globalización supone fluidez
en el movimiento de información, de las imágenes, del capital.
Frente aspectos positivos como pueden ser el gran avance del comercio internacional, una producción de mayor
calidad, la posibilidad de acceder a informaciones (también de adquirir conocimiento), etc., la globalización
tiene aspectos negativos como el incremento de la corrupción, la facilidad con que se pueden eludir los
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controles de los Estados, el incremento de las diferencias sociales y del desempleo, la deslocalización de las
empresas a lugares de bajos costes de producción, una incitación a los movimientos migratorios actuales, etc.
CPDS debe proponerse analizar el fenómeno de la globalización, con vistas a redefinir el papel de las
instituciones nacionales e internacionales, que supongan un mejor aprovechamiento de los aspectos positivos
de la globalización, así como concebir políticas para paliar sus efectos negativos.
b) El desarrollo sostenible.-Uno de los problemas con que se encuentra el modelo actual de desarrollo es que
la acción del hombre causa mucha agresión a la naturaleza, que se traduce en contaminación, con su
consecuencia de cambio climático, y el agotamiento de los recursos; la avidez consumista es una de las causas
de estos problemas. Por otro lado, la necesidad desenfrenada de explotación de los recursos ha estado en el
origen de muchos conflictos actuales.
Convergencia Para la Democracia Social asume un modelo de economía en el que las políticas de desarrollo
deben acomodarse a los ciclos y procesos de regeneración de la naturaleza, para el mantenimiento de los
sistemas ecológicos y la calidad de la vida de los ciudadanos. El desarrollo debe ser compatible con un medio
natural que no se degrade gravemente y ponga en peligro la pervivencia de la vida en este planeta.
c) La democratización de los países con regímenes autoritarios.-Muchos de los conflictos que actualmente
asolan al mundo los originan directa o indirectamente dirigentes desalmados que acceden y permanecen en el
poder en muchos países por la fuerza y causan muchas injusticias sociales. Es urgente la democratización de
dichos países para desactivar las tensiones de violencia que provoca la represión de sus dirigentes autoritarios.
CPDS aboga por que se den suficientes instrumentos a los organismos internacionales para usar todos los
mecanismos persuasorios y disuasorios que deban favorecer a la instauración de la democracia en dichos
países, mediante la celebración de elecciones libres y transparentes.
d) La violencia política y religiosa.-El mundo está viviendo episodios graves de violencia que producen
verdaderas tragedias en los lugares afectados. Estos fenómenos, cuya manifestación más cruda son los
genocidios y el terrorismo internacional, se presentan en forma de reivindicaciones o venganzas políticas,
religiosas o étnicas. No se nos debe esconder ni se debe callar que estos fenómenos de violencia hunden sus
raíces en las injusticias sociales que relegan a muchos habitantes de muchos países a llevar una vida miserable
y en la intolerancia. Las injusticias sociales son producidas por la desmesurada ambición explotadora de
muchos sectores de poder. Y la miseria en la que relegan a muchas y amplias capas de poblaciones produce
gentes que pueden ser fácilmente manipuladas para dedicarse a actividades violentas.
Las pretensiones de dar solución a dichos problemas pero ignorando este origen de injusticias, han provocado
la escalada de violencia de tinte religioso, político o étnico que se vive hoy en muchos lugares del planeta.
CPDS es contraria a la práctica de la violencia, que no debe encontrar justificación en ninguna situación de
injusticia. No obstante, es responsabilidad de los políticos tener la valentía de no ver este tipo de problemas de
forma simplista, e intentar encontrar, mediante el diálogo y las acciones tendentes a eliminar la pobreza del
mundo.
e) La lucha contra la pobreza.-Tiene relación con los otros temas. La globalización, si no se ponen los medios
para controlar sus aspectos negativos, puede suponer, y de hecho está suponiendo, un aumento de la pobreza.
Por otra parte, los efectos de un desarrollo que no tiene en cuenta la sostenibilidad de los ecosistemas, también
supone que en muchas áreas del mundo escaseen cada vez los recursos que antes permitían la supervivencia
de los grupos humanos autóctonos de dichas áreas, a los que se condena a la pobreza. Finalmente, los países
con mayores niveles de pobreza son aquellos en los que persisten regímenes autoritarios, cuyos hábitos de
corrupción depauperan a los habitantes de dichos países.
Por eso, la materia humana que fácilmente está expuesta a la manipulación para el ejercicio de la violencia
política y religiosa, proviene de las capas pobres de las poblaciones.
CPDS deduce de esta interrelación que contra la pobreza sólo se puede luchar abordando simultáneamente los
otros problemas, pero sobre todo ayudando al establecimiento de regímenes democráticos, de cuya
responsabilidad y honradez debe surgir la solución a los otros problemas y a la pobreza.

2. Otros asuntos de actualidad internacional

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a) Tribunales Penales Internacionales.-Pueden suponer un elemento para poner coto a la impunidad de los
que sistemáticamente comenten crímenes de lesa humanidad, y disuasión para los violadores sistemáticos de
los Derechos humanos. CPDS apoya su puesta en marcha, por lo que pide al Gobierno de Guinea Ecuatorial a
ratificar la Corte Penal Internacional.
b) La Crisis financiera internacional.-En el III Congreso, hablando de los aspectos negativos de la
globalización, ya advertíamos del peligro que supone la facilidad con que los especuladores pueden eludir los
controles de los Estados, y señalábamos la necesidad de analizar el tema para redefinir el papel de las
instituciones nacionales e internacionales en la materia. Y efectivamente, la excesiva virtualización de la
economía y de las finanzas, al margen de un control institucional, ha llevado a la crisis financiera que se vive
actualmente.
CPDS apoya la implementación de una regulación y control de los sistemas financieros nacionales e
internacionales, dando mayores atribuciones a los organismos encargados de dicho control, acabando con los
llamados paraísos fiscales y eliminando el secreto bancario en los casos en que se investigan cuentas con dinero
de dudosa procedencia.
c) Unión Africana.-CPDS cree que un proyecto de unidad para África es un sueño que acarician todos los
amantes de nuestra patria grande. Pero la unidad del continente no puede hacerse de cualquier manera. Hace
falta establecer unos criterios de convergencia para garantizar el éxito de la iniciativa. El simple cambio de
denominación por el que la Organización para la Unidad Africana se convierte en Unión Africana no constituye
ninguna garantía de que los objetivos fijados se vayan a alcanzar. El proceso de integración africana debe
poder ser controlado por los pueblos del continente. Para ello es necesario que estos pueblos accedan a una
real democracia nacional que les permita ser los actores y artífices de la integración.
CPDS cree que antes de nada, habría que fortalecer las uniones regionales o subregionales en materia de
democracia y buena gobernabilidad. Los países que vayan alcanzando niveles homologables en la materia,
vendrían a constituir el núcleo de la unión. A estos se irían uniendo los demás, conforme fueran cumpliendo
con los criterios de convergencia.
d) Mbañé e islotes adyacentes.-El respeto de la intangibilidad de las fronteras heredadas del sistema colonial
es una garantía de estabilidad en la región, por lo que CPDS exige el respeto de la soberanía de Guinea
Ecuatorial sobre las islas de Mbañé, Conga y Cocoteros, así como la resolución del contencioso entre Camerún
y Guinea Ecuatorial sobre la zona de Kyeosí.
e) Comunidad Económica y Monetaria del África Central (CEMAC).-Desde CPDS creemos que es ya
hora de implicar a los ciudadanos en la construcción de las instituciones comunitarias que les representan en
la subregión, mediante la elección por sufragio universal del parlamento de la CEMAC
f) Sahara Occidental.-El estancamiento que conocen las negociaciones sobre la problemática del Sahara
Occidental perjudica gravemente el desenvolvimiento de las poblaciones de dicho territorio. La ocupación por
parte de Marruecos de estos territorios ha violado frontalmente el derecho del pueblo saharaui a decidir su
destino, después de la retirada de España.
En este sentido, CPDS considera inaceptable que un país miembro de la Unión Africana sea ocupado por otro
país del mismo continente.
g) Oriente Medio.-CPDS apoya el derecho de Israel a existir dentro de unas fronteras seguras, al tiempo que
reconoce el inaplazable e inalienable derecho del pueblo palestino a un Estado libre conforme a las
resoluciones de Naciones Unidas.
h) La llamada “Primavera árabe” y el riesgo de opciones no democráticas en Guinea Ecuatorial.
La Primavera Árabe se refiere a los levantamientos populares que empezaron en Túnez en diciembre de 2010
y afectaron a Egipto y Libia, derrocando a sus respectivos dictadores. A continuación, se trasladaron a Yemen
y, después, a Siria, país sumido actualmente en una cruenta guerra civil que ya dura siete años sin que se
vislumbre una solución a corto plazo.
La mayoría de los expertos en política internacional, coinciden en señalar, como principales causes de las
revueltas árabes:

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a) unas condiciones de vida duras arraigadas en el desempleo, que daban lugar a una situación de pobreza
generalizada, principalmente, entre los jóvenes;
b) existencia de regímenes corruptos, autoritarios y represores que impedían el ejercicio de las libertades
y derechos, y
c) los mismos regímenes impedían una oposición política creíble, lo que dio lugar a un vacío llenado por
movimientos islamistas de diversa índole.
Es decir, las protestas no fueron casuales, sino que obedecieron a las causas citadas, que fraguaron en la
población el cansancio y la desesperación durante décadas de dictaduras corruptas y conculcadoras de los
derechos de sus ciudadanos.
Tras la caída de los dictadores en Túnez, Egipto y Libia, solo el primero de esos países ha alcanzado una plena
estabilidad política, mientras que Egipto balacea entre la estabilidad y la vuelta al autoritarismo y Libia está
sumida en el caos. Este último caso es aprovechado por regímenes dictatoriales, como el de Guinea Ecuatorial,
para afirmar que la Primavera Árabe fue negativa porque sus resultados son la inestabilidad política y las
guerras internas.
Dicha afirmación es falsa, pues siendo aquellas las causas reales de la Primavera Árabe, cabe afirmar que,
cuanto más tiempo soporten los pueblos la miseria, la represión y la conculcación de sus derechos, más se
radicalizarán las protestas y sus reivindicaciones hasta posiciones y situaciones extremas.
Es más, la situación es parecida a lo que ocurre en Guinea Ecuatorial, donde el régimen dedica todos sus
esfuerzos para acabar con la verdadera oposición, lo que puede dejar un vacío político, que fácilmente podrían
ocupar movimientos de corte fundamentalista y violenta o por los populismos.
CPDS tiene el deber político y moral de defender la vía política basada en el diálogo, a fin de que Guinea
Ecuatorial alcance la democracia, sin traumas ni más derramamientos de sangre. Para ello, debe insistir en su
tarea de pedagogía política, no solo a la población, sino sobre al régimen, responsable último de la involución
que está sufriendo nuestro país.

V. ESTATUTOS

El V Congreso abordó la necesidad de la creación de un órgano que integrase a antiguos dirigentes y miembros
de la Comisión Ejecutiva Nacional. Dicho órgano se denominó Comité Consultivo, pero quedó pendiente su
implantación. Por lo tanto, el VI Congreso deberá dotarle de forma y atribuciones estatutarias como, a
continuación, se propone:

I. DENOMINACIÓN: COMITÉ CONSULTIVO.


II. COMPETENCIAS:
Asesorar al Secretario General y los Secretarios de Áreas de la CEN en materia de:
a) Política internacional
b) Política nacional
c) Organización interna del partido
d) Relaciones con el gobierno
e) Relaciones con otros partidos políticos nacionales e internacionales
f) Relaciones con la sociedad civil.
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2. Elaborar su propio Reglamento que será ratificado por la CEN.
III. COMPONENTES:
Los ex miembros de la CEN y dirigentes regionales y distritales del Partido que cesan sus funciones en sus
funciones y que no hayan sido expulsados ni hayan tenido un comportamiento negativo según las normas del
partido.
ACCESO:
Al Comité Consultivo se accederá de manera automática al término del Congreso que ha cesado su función,
para los ex miembros de la CEN.
Los que proceden de las Agrupaciones Regionales y Distritales, solicitarán a la CEN su ingreso a dicho órgano.
La Comisión Ejecutiva Nacional analizará la situación del solicitante y, en el transcurso de la primera reunión
de la CEN tras la recepción de la solicitud, comunicará al solicitante la respuesta a su petición.

PROPUESTA DE MODIFICACIÓN:
II.- En el art. 29 añadir incisos:
h).- Cargos electos de CPDS en las instituciones y los cargos públicos.
i).- los miembros del Órgano Consultivo.

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