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El VI Congreso de CPDS de CPDS se celebra en una situación extremadamente difícil para Guinea Ecuatorial,
y, particularmente, para Convergencia para la Democracia Social. Difícil para el país porque el inmovilismo
del régimen militar, bajo una apariencia de democracia, no ha permitido avanzar en el camino de la
democratización del país, ni tomar decisiones que puedan suponer una mejora en las condiciones de vida de
los ciudadanos y ciudadanas ecuatoguineanos. La represión contra los opositores, el nepotismo y la corrupción
siguen siendo una pesadilla para el pueblo de Guinea Ecuatorial.
En lo que respecta a CPDS, en particular, los últimos cuatros años han supuesto, hasta la fecha, la etapa más
difícil desde su andadura como partido legalizado. El régimen del General Obiang tiene la concepción de que
los partidos políticos de la oposición deben ser meras organizaciones simbólicas, cuya función no es criticar
al Gobierno, denunciar los abusos de este y aspirar a gobernar, es decir, contribuir al pluralismo político, sino
colaborar con el régimen para perpetuar al Partido Democrático de Guinea Ecuatorial en el poder a cambio de
dádivas y privilegios. La negativa sistemática de CPDS a ser un mero comparsa y su reafirmación diaria en el
compromiso de la lucha por la democracia y los derechos y libertades de todos los ciudadanos y ciudadanas,
han llevado a Obiang a la determinación de acabar con este partido, anulando, mediante acciones ilegales y
maquiavélicas, su capacidad de acción.
Obiang nunca ocultó esa estrategia para eliminar del escenario político a CPDS, al considerar a este partido
como el verdadero obstáculo en el camino para perpetuar su poder omnímodo en Guinea Ecuatorial, país al
que considera como un patrimonio familiar. De ahí sus discursos públicos asegurando acabar con CPDS si este
partido no se adhiere a la coalición eterna del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial y sus aliados. De ahí,
también, el hecho de que las elecciones municipales y legislativas del 12 de noviembre de 2017, hayan sido
las más bochornosas, escandalosas y violentamente fraudulentas, no solo de la historia de nuestro país, sino
también de toda la subregión del África central.
Más de un cuarto de siglo de un interminable proceso de democratización, caracterizado por la corrupción, el
nepotismo, el uso de la fuerza contra la población y los fraudes electorales sistemáticos para mantenerse en el
poder, ha sido tiempo suficiente para causar, en los ciudadanos y ciudadanas, la confusión, la desesperación,
el odio y la creencia equivocada de que los partidos políticos no son capaces de acabar con la dictadura o, en
el peor de los casos, solo han servido para perpetuarla. Esta situación no solo supone el caldo de cultivo para
la irrupción del populismo y el mesianismo, sino también para la aparición de aventuras golpistas, lo que parece
gustar al régimen como excusa para limitar los derechos y libertades del pueblo, esgrimiendo los riesgos de
desestabilización del régimen por parte lo que califica de “enemigos internos y externos de la patria”.
El VI Congreso de CPDS debe servir, pues, para analizar el nuevo escenario político y adoptar nuevas
estrategias de lucha democrática, con el compromiso de todos y cada uno de los militantes del partido,
compromiso que ha de extenderse al resto de ciudadanos y ciudadanas que creen en la libertad, la igualdad de
todos ante la ley y en una sociedad próspera para todos.
El lema del VIº Congreso, MÁS COMPROMISO POR EL CAMBIO, responde a esta necesidad.
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I. POR UN CAMBIO SOCIAL
1. Introducción
Como el anterior, este VI Congreso, pese a la recesión económica que sufre el país debido a la mala gestión
de la cosa pública Guinea Ecuatorial sigue siendo uno de los grandes productores del petróleo en África
subsahariana, se celebra en un momento en que Guinea Ecuatorial se ha convertido en uno de los países con
más crecimiento económico, gracias a la explotación de hidrocarburos (petróleo y gas licuado), manteniéndose
en el tercer puesto de los países productores del petróleo en el África subsahariana, por detrás sólo de Nigeria
y Angola, y en el número 45 entre los 88 países evaluados por la OPEP. Por eso nuestra renta per cápita es
superior a la de los principales países productores del petróleo del Tercer Mundo. La peculiaridad de nuestra
economía reside en que ha generado más exclusión social. Si antes del petróleo los guineanos compartían la
pobreza, ahora, la escandalosa riqueza de unos pocos se erige al lado de la intolerable pobreza de la mayoría
de la población.
CPDS cree en una política social justa, destinada a mejorar el nivel de vida de toda la población, sin
exclusiones, aprovechando la oportunidad histórica que supone la explotación de mucho petróleo en beneficio
de una población inferior a un millón de habitantes.
2. Educación
La educación es un instrumento eficaz para el desarrollo social de cada individuo, ya que no sólo le dota de
formación académica o profesional, sino también para la forma en los valores humanos y cívicos. Por la
proyección de la persona humana en la sociedad, la educación es, en consecuencia, un recurso que permite que
una sociedad o un pueblo se desarrolle, incluso cuando carezca de recursos naturales, de modo que se puede
alcanzar el desarrollo a través de la educación. Aunque un país sea rico en recursos naturales, no puede
progresar sin recursos humanos, que son los ciudadanos y ciudadanas cuya formación posibilita la
transformación de esos recursos naturales en riqueza real para el país.
Sin embargo, hoy por hoy, la educación en nuestro país no responde a los desafíos de los tiempos.
Caracterizado por el desorden, la mediocridad, la corrupción y la ausencia de planificación, nuestro sistema
educativo, deteriorado día a día e incapaz de formar adecuadamente a los jóvenes, no puede garantizar un
futuro esperanzador al país, por los problemas e insuficiencias a los que el Gobierno del PDGE no ha dado
solución, sino que los ha agravado de forma intencionada aplicando el principio de que es fácil manejar un
pueblo inculto. Son los mismos problemas de siempre, que ya fueron también planteados en los anteriores
Congresos de CPDS:
a) Insuficiente número de escuelas. En los últimos treinta y cinco años, la población guineana,
mayoritariamente joven, se ha multiplicado por tres, pero no se construyen suficientes escuelas, lo que provoca
la masificación de los centros escolares, con escuelas que se ven obligadas a tener tres turnos al día. La nula
prioridad que el Gobierno concede a la Educación, se observa, por ejemplo, en el hecho de que, mientras entre
las ciudades de Bata y Malabo se han construido en torno a una docena de cuarteles militares y de la Policía,
no se ha edificado ni un solo centro de Enseñanza Secundaria en 38 años del régimen militar del General
Obiang. Es muy elocuente el dato de los centros que imparten el nivel de ESBA, por poner un ejemplo, en el
distrito escolar de Bata; de 36 centros que imparte este nivel, solo 5 son públicos; la rehabilitación de los
centros públicos es interminable, lo cual afecta, entre otros, al Colegio Enrique Nvo y al Colegio África
(antiguo Grupo Generalísimo), cuyas obras de rehabilitación llevan 8 años sin terminar, y en muchos casos
totalmente paralizadas. Esta situación se agrava aún más en las zonas rurales, donde hay escuelas construidas
sin inaugurar por falta de maestros, y en muchos casos los niños y niñas tienen que hacer recorridos de 5
kilómetros, y con el riesgo que esto supone para menores cuando van a la escuela. Tres cuartos de lo mismo
se puede decir de la isla de Bioko. El abandono del sector educativo, por el Gobierno del General Obiang, ha
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propiciado la proliferación de escuelas privadas, con centros en lugares poco apropiados para realizar la
actividad docente. Muchos de estos centros solo persiguen un objetivo, ganar dinero ya que es un negocio
rentable lejos de la formación del futuro ciudadano.
b) Aulas inadecuadas para impartir la enseñanza, por su deteriorado estado y/o escasa capacidad, dándose
casos en que un solo maestro tiene en clase a más de 100 alumnos, cuando lo adecuado son menos de 40.
c) Deficiente formación de los docentes y nombramientos políticos a personas sin el nivel adecuado para la
docencia. Además, los maestros y profesores cobran salarios tan bajos que, para sobrevivir, muchos de ellos
trafican con notas y tienen que dedicarse, paralelamente, a otras actividades.
d) Carencia de material didáctico. Los alumnos no tienen libros de texto, por lo que se limitan a estudiar con
los apuntes que el maestro dicta en clase, no pudiendo ampliar sus conocimientos. Los libros de texto que
fueron editados con la cofinanciación de la Cooperación Española, que deberían ser gratis, no llegan a los
alumnos pese a que se venden, y los puntos de ventas son confusos al no haber librerías donde se pueden
adquirir.
e) Falta de una inspección de enseñanza seria. En la actualidad, han vuelto a la vieja denominación de
inspección de educación, remplazando los llamados “supervisores de enseñanza”, cuyo nombramiento obedece
a razones de militancia en el partido en poder e inexistencia de una organización y definición curricular. La
Cooperación Española hizo un gran esfuerzo de formar al cuerpo de inspectores recibiendo cursos de alta
inspección en el ministerio de educación y ciencia en Madrid. Este esfuerzo no ha servido de nada, pues los
que recibieron esta formación fueron apartados del cuerpo de Inspectores.
f) Falta de un sistema de becas que, por un lado, incentive a los escolares y, por otro lado, suponga una ayuda
a las familias sin recursos suficientes –que son la inmensa mayoría en el país–, de tal forma que la insuficiencia
de recursos económicos no suponga un obstáculo para la formación de los jóvenes.
Ante la demanda social de plazas escolares por la inadecuada respuesta del Gobierno, surgen iniciativas
privadas. Salvo excepciones, las mismas deficiencias que experimentan los centros públicos las reproducen
los centros privados, que se montan fundamentalmente como un negocio.
Si se considera que todo proyecto o cambio sociopolítico implica siempre un modelo educativo, la nula
atención que se presta a la educación en Guinea Ecuatorial demuestra que el Gobierno no tiene proyecto alguno
para el país. El subdesarrollo en que está sumida la República de Guinea Ecuatorial es la consecuencia de la
falta de atención que recibe este sector, así como la inexistencia de un modelo educativo capaz de formar los
recursos humanos que deberían ser el motor del desarrollo nacional.
En este sentido, CPDS sigue apostando por una educación pública de calidad en un modelo de formación
permanente a lo largo de la vida, porque consideramos que ésa es la única vía para responder con garantías de
éxito los retos del futuro.
La Educación constituye uno de los pilares básicos del Estado social, que se ha de garantizar desde la más
temprana edad, poniendo los recursos humanos, materiales y financieros que hagan falta y que permitan la
eficiencia y sostenibilidad del sistema.
Para garantizar el acceso de todos a una educación de base sólida, es necesario que la educación sea gratuita
en los niveles primario y secundario, dentro de un sistema que potencie una sólida formación profesional que
incluya la adquisición de destrezas manuales de su entorno tradicional.
La educación universitaria para la formación de cuadros superiores se debe racionalizar según las necesidades
de desarrollo del país desde la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial y en centros universitarios del
extranjero.
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El establecimiento de becas ha de constituir uno de los elementos de potenciación del sistema educativo
nacional.
Los programas de alfabetización de adultos vienen a culminar el proceso con la información de que todos
tenemos derecho a la educación con la única condición de tener ganas para ello.
Como progresistas, estamos convencidos de que la formación de todos, con las mismas oportunidades, es uno
de los motores de la igualdad y que, cuanto más altos sean los índices de educación, mejor está preparada una
sociedad para afrontar los retos del presente y del futuro.
3. Sanidad
3.1. Introducción
Desde la toma de poder por el presidente Obiang Nguema en 1979 hasta hoy, en ningún momento los
guineanos han percibido verdadera preocupación en sus sucesivos gobiernos por la búsqueda del bien común
en relación con la salud de la población de Guinea Ecuatorial, contrariamente a los avances conseguidos
durante el periodo colonial y que nos colocaron en los primeros niveles sanitarios de África.
Cincuenta años después de nuestra accesión a la independencia, los sucesivos gobernantes de nuestro país no
solo no han sido capaces de mejorar o, por lo menos, mantener las adquisiciones sanitarias del periodo colonial,
sino que después de destruir lo que ya se había conseguido, están pasando por alto las necesidades básicas de
la población en este sector.
En efecto, el sistema sanitario de Guinea Ecuatorial se caracteriza hoy en día por la visible falta de interés de
los gobernantes por su mejora, las grandes desigualdades entre la gente rica, los propios gobernantes y sus
familias, con suficiente capacidad adquisitiva para tratarse en el extranjero y la inmensa mayoría de la
población pobre que se muere en la miseria sin atención médica adecuada en su propio país. Y no se vislumbran
esfuerzos esperanzadores por parte de estos gobernantes por mejorar el panorama sanitario del país, ni por
mejorar la situación de pobreza que lo gangrena, todo lo contrario.
La organización propiamente dicha del sistema sanitario, la financiación del sector salud y la provisión de la
atención sanitaria constituyen los principales escollos del sistema sanitario de Guinea Ecuatorial. En este
contexto de deficiencias generalizadas, el sistema sanitario de Guinea Ecuatorial devuelve una imagen de
desorden, caos, arbitrariedad y extrema politización, sin que las acciones de los poderes públicos demuestren
interés real por el mejoramiento de estas condiciones.
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sector, de falsificaciones (particularmente en los países de la subregión) y la grave escasez de los aludidos
productos indispensables.
c) Faltan los medios básicos, fiables y seguros, de ayuda al diagnóstico. Por ejemplo, importantes
hospitales públicos como los de Malabo y Bata no ofrecen servicios de radiología dignos de ese nombre;
para las personas que viven con el VIH, los hospitales públicos no son capaces de realizar las pruebas de
confirmación del diagnóstico, ni de conocer la carga viral y el equipamiento linfocitario de dichas
personas; no ofrecen la posibilidad de explorar el corazón con un simple electrocardiograma (ECG). Las
mujeres en periodo de actividad genital no pueden hacerse normalmente la prueba citológica (frotis) que
permite la detección temprana del cáncer de cuello uterino, bastante frecuente en nuestro medio; los
hombres maduros no pueden beneficiarse del control normal de su próstata; poder obtener un simple
hemograma o pruebas bioquímicas de líquidos orgánicos supone una carrera de obstáculos. Estos ejemplos
pueden multiplicarse como patologías encontremos.
d) Los recursos humanos nacionales de calidad son muy escasos, y cuando existen, son infravalorados. No
siempre es conocido el verdadero nivel de formación de los diferentes actores sanitarios. Este sector es un
verdadero rio revuelto en el que comerciantes ordinarios se convierten en farmacéuticos; auxiliares de
enfermería trabajan como enfermeros; enfermeros trabajan como médicos y cirujanos; licenciados y
doctores se confunden en una misma categoría profesional; doctores de sorprendente nivel...
e) No hay colegialidad en el ejercicio profesional: en Guinea Ecuatorial, no existe el necesario intercambio
intelectual y profesional entre colegas, ni estructuras que lo favorezcan. No hay reuniones profesionales,
ni conferencias, ni intercambio de experiencias, ni balance de actividades, nada...
f) No hay una verdadera Seguridad Social que ofrezca protección segura a todos los guineanos contra los
“riesgos sociales”, es decir, la enfermedad, la maternidad, la invalidez, la muerte, un accidente laboral, una
enfermedad profesional, la vejez, la familia. Y a esto se suma la gran pobreza de la población que limita
el acceso de ésta a la escasa y mala atención sanitaria que se produce en el país.
g) El país carece de una base de datos sanitarios reales que permitan guiar la programación de las políticas
de salud.
h) Y, a la base de todo, la extrema politización de la actividad sanitaria, como se observa, además, en
todos los sectores de la sociedad. La pertenencia clara, o la simpatía demostrada hacia el partido en poder
es la clave para izarse a cualquier nivel social y ostentar responsabilidades técnicas muchas veces incluso
cuando la formación del individuo no lo autorizaría.
i) El resultado final es lo que vive la inmensa mayoría de los guineanos: una inseguridad sanitaria general
y un riesgo permanente para su salud.
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b) Priorizando la ejecución del programa de abastecimiento de agua potable a todas las aglomeraciones
distritales y municipales, modernizando las redes existentes y creando nuevas donde no las hubiere.
Progresivamente el programa se extenderá a todos los poblados del ámbito nacional;
c) Promoviendo la modernización del alcantarillado de Malabo, la creación de uno en Bata y, más
progresivamente, en las capitales de distrito y cabeceras de municipios;
d) Promoviendo la organización y desarrollo de sistemas apropiados de eliminación fecal y de aguas
usadas;
e) Dedicando una atención especial a la recogida e incineración de desechos domésticos en las ciudades,
en colaboración con los gobiernos locales. En los poblados, se promoverá la creación de incineradores
públicos y colectivos;
f) Diseñando e implementando programas destinados a introducir progresivamente en nuestra sociedad
hábitos de una alimentación sana;
g) Promoviendo una rigurosa política de lucha contra los hábitos tóxicos, el alcoholismo, el tabaquismo
y las drogadicciones que tan profundamente se han arraigado en nuestra sociedad perjudicando
gravemente la salud de nuestros conciudadanos.
4. Vivienda
La vivienda es la casa donde vivimos, donde nos resguardamos de las inclemencias del tiempo, donde nuestros
niños y nuestras niñas deben estudiar después de salir de clase, donde nos retiramos a estar con la familia y a
descansar después de la jornada laboral.
Para que podamos realizar adecuadamente estas funciones en casa, ésta debe cumplir determinadas
condiciones de habitabilidad. Tener una vivienda supone un gran esfuerzo, y si queremos que la vivienda sea
duradera y con buenas condiciones de habitabilidad, el esfuerzo se hace aún mayor.
En Guinea Ecuatorial, no hay, desgraciadamente, entidades inmobiliarias dedicadas a la construcción de
viviendas, para que las familias puedan comprarlas simplemente, sin tener que hacer el esfuerzo de construirlas
por sí; tampoco hay bancos hipotecarios que ofrezcan apoyo financiero para tal fin, ni instituciones que regulan
cómo hacer las casas, tarea que en otros países corresponde a los Ayuntamientos. Cada uno hace lo que puede,
cuando puede y donde puede, lo cual suele dar lugar a consecuencias negativas:
a) Un desgaste económico importante para las familias, en perjuicio de otras necesidades; a veces dicho
esfuerzo no da los frutos esperados y muchas casas que habían sido empezadas se quedan sin acabar;
b) Un crecimiento caótico de las ciudades, impulsado, además, por el éxodo rural, con el consiguiente aumento
de la insalubridad, las enfermedades ligadas a la falta de higiene y la inseguridad..
En estos últimos años, el Gobierno está llevando a cabo la construcción de viviendas en varios puntos de la
geografía nacional. Dice que son viviendas sociales, pero de sociales no tienen nada, ya que lo que ocurre es
que las mismas, en vez de ser destinadas a sectores de población que viven en condiciones de habitabilidad
precarias, gentes humildes que las necesitan, son adquiridas por personas que tienen más de una vivienda para
arrendarlas a los que el salario les permite ese lujo. Por lo tanto las personas humildes de nuestra sociedad, sin
recursos económicos ni trabajo digno, siguen viviendo en chabolas, además superhabitadas.
Para impulsar una verdadera política de la vivienda social, es necesario diseñar una política urbanística global
que integre políticas del suelo respetuosas con el medio ambiente y con la biodiversidad. Las reducidas
dimensiones del suelo patrio obligan a una racionalización de las políticas relacionadas con la vivienda. La
ocupación del suelo debe respetar la flora, o sea el bosque y las fuentes de agua.
Por otra parte, CPDS debe asumir, y asume de manera contundente, que ningún habitante de este país debe
carecer de una casa digna donde pueda cobijarse con su familia.
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5. Hidrocarburos, agroforestal, ganadería y pesca
En los últimos veinte años, la actividad económica de Guinea Ecuatorial está centrada en la fructífera
explotación de hidrocarburos, petróleo y gas, cuya exportación ha venido proporcionando al Fisco entre el 80
y el 85 por ciento de sus cuantiosos ingresos hasta 2014, año que marca el comienzo de la profunda crisis
económica que estamos viviendo en la actualidad. La ingente cuantía de recursos financieros aportados al
Estado por la industria petrolera ha permitido al Gobierno del PDGE realizar una variedad de inversiones,
principalmente en infraestructuras, si bien como veremos más adelante, la mayoría de las mismas son
inservibles o improductivas por extemporáneas o superfluas. Esas inversiones, al generar un alto nivel de
actividad en el país, propiciaron para Guinea Ecuatorial uno de los mayores índices de crecimiento económico
del mundo de los últimos tiempos. Crecimiento económico que no se ha traducido en desarrollo económico y
social del país debido a la perversa política del Gobierno.
El sector agroforestal fue, desde siempre, la base económica de Guinea Ecuatorial y fuente del bienestar que
conoció el país en los momentos anteriores a la Independencia. En el transcurso del último cuatrienio, periodo
intercongresual, continúa el abandono de la agricultura al carecer el Gobierno de una política económica
adecuada. Persiste la consecuencia directa que es la práctica desaparición del café y el cacao en Río Muni,
mientras que en Bioko la falta de incentivos a la producción del cacao está propiciando el abandono masivo
del sector, próximo a la extinción.
Así, existe un notable contraste entre el crecimiento económico del país y la situación de su agricultura. Un
sector de tan vital importancia para nuestra sociedad no está recibiendo la adecuada atención, y el estado de
abandono en que se encuentra es de una incuestionable evidencia.
La consecuencia de la inacción del Gobierno, en materia de política agraria, es el empobrecimiento de la
población rural, que se veía obligada a emigrar masivamente a las ciudades, principalmente a Malabo y Bata,
para buscar empleo en las empresas ligadas a la producción del petróleo, las cuales tampoco creaban puestos
de trabajo para ellos. Otra posible salida de la población rural, aunque escasa cuantitativamente, ha sido
emplearse en obras de infraestructuras ejecutadas en sus entornos. Con la crisis actual esta posibilidad también
ha desaparecido, lo que evoca la persistencia del empobrecimiento de la población rural.
Bien cierto es que la producción del petróleo debía suponer una gran oportunidad para destinar buena parte de
sus recursos a la producción agropecuaria, para su desarrollo no sólo con vistas a la exportación, sino, también
y sobre todo, para el abastecimiento de nuestro mercado interno de alimentos, en lo que sería coherente y
consecuente con el programa de seguridad alimentaria de las Naciones Unidas
Destinar recursos a este sector tiene implicaciones económicas, humanas y sociales. El desarrollo de la
agricultura incide, de manera incisiva, en el equilibrio demográfico del país, pues permite la creación de
puestos de trabajo en el campo, dando lugar a un desarrollo equilibrado y equitativo del país. Supone que las
poblaciones del campo puedan vivir de su trabajo de manera sostenible y digna, con acceso a unos medios
materiales que faciliten el desarrollo de la productividad, y sin que se vean tentadas a emigrar a la ciudad.
En la misma línea, pese a la creciente demanda de productos cárnicos, la ganadería es inexistente en el país, y
se recurre a la importación de ganado de países limítrofes, principalmente de Camerún.
Persiste la situación en la consecución de productos de pesca, a pesar de estar nuestro país rodeado de extensas
aguas marítimas, y pese a las ingentes cantidades de dinero que dice invertir el Gobierno en el sector pesquero,
el pescado fresco sigue siendo un lujo para la mayoría de la población. La pesca artesanal, sin medios
suficientes (inversiones), no puede abastecer a una población en constante crecimiento. Así, se da la paradoja
de que un país rico en recursos marítimos y en cuyas aguas faenan numerosos barcos de compañías pesqueras
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internacionales de países con los que el Gobierno firma acuerdos, contratos y convenios, tiene que recurrir a
la importación de pescado congelado de baja calidad, para alimentar a su población.
Finalmente, el bosque, otra fuente de riqueza y elemento vital para el equilibrio ecológico, está siendo
malogrado por la avidez y la irracionalidad del régimen, que lo explota de forma despiadada, con el inherente
peligro de que, a medio plazo, asistamos a la paulatina desertificación del país. Particularmente en los últimos
cuatro años empresas integradas por nacionales de países asiáticos y familiares directos de las altas autoridades
del país, han llevado a cabo una brutal tala de árboles en la Región Continental, incumpliendo impunemente
la floja normativa nacional existente en el sector. El afán de enriquecimiento rápido, la consideración de que
Guinea Ecuatorial es un patrimonio propiedad de Obiang Nguema y su familia, así como el desorden reinante
en la administración pública, han permitido la creación de numerosas empresas dedicadas al corte no sólo de
especies antes no consideradas maderables, sino de árboles con diámetro inferior a treinta centímetros; ni
mucho menos cumplen la obligación de repoblación y recuperación de los bosques. Las enormes extensiones
de bosques autoadjudicadas por los familiares y partidarios, y el caos creado entre las autoridades, hasta de
nivel local, en disputa sobre la competencia para otorgar concesiones de explotación forestal, han llevado al
sector a una situación de marasmo económico tal que el mismo Gobierno, al menos por ahora y aparentemente,
ha tenido que paralizar la actividad de tala y proceder a revisar la actividad del sector. Sin embargo, la medida
ha afectado negativamente a los ciudadanos propietarios de motosierras cuya actividad de tala no suponía
ningún peligro para la supervivencia de las selvas, mientras la tala a gran escala, protagonizada por las
empresas del Vicepresidente de la República, sigue en marcha.
La profunda crisis económica actual se manifiesta en nuestro país, desde la industria petrolífera, causada por
la fatal coincidencia en los últimos tres años de dos fenómenos; de una parte, la baja continuada y sostenida
del precio de petróleo en el mercado internacional y de otra, el creciente agotamiento de la producción de los
pozos en explotación, por la escasez de nuevos pozos que puedan cambiar la tendencia a la baja de la
producción a corto plazo y, lo que es peor y más grave, la falta de materialización de inversiones en la
exploración de nuevas parcelas ya sujetas a adjudicaciones y en la explotación de nuevos pozos cuya
exploración ha dado resultado positivo. Estos factores son compatibles con una fuerte disminución de ingresos
en las arcas del Estado que, a su vez, llega en el momento que la deuda interior por obras de infraestructuras
de financiación pública es muy elevada, superando los ¡DOS BILLONES! de Francos CFA. La consecuencia
directa de esta situación es la quiebra y cierre de la mayoría de las empresas del País, empezando por las
grandes del sector, enviando al paro a muchos trabajadores desde los de más baja cualificación.
En la producción agropecuaria apenas se puede hablar de crisis al no haber registrado en este sector un nivel
significativo de actividad productiva en la economía nacional, por falta de interés, inversiones y promoción
del Gobierno.
En el sector forestal la crisis se ha manifestado con la paralización parcial de la actividad de las empresas de
explotación forestal ordenada por el Gobierno tras constatar el abusivo e ilegal modo de operar de las empresas
y algunos servidores públicos, cuyos resultados han creado alarma social por el enorme daño causado a los
bosques y su repercusión en el medio ambiente y en la vida de la gente.
Como en el sector agropecuario, en el pesquero no se puede hacer visible la crisis al no ser objeto, desde
siempre, de un nivel notable de actividad económica en la producción del país. Se sigue registrando la falta de
inversiones reales, aparte las especulaciones del Gobierno de los reiterados proyectos de pesca que no se llevan
a cabo.
Con la explotación del petróleo y el gas, CPDS cree que, visto lo visto hasta ahora, hay que marcar claramente
los objetivos nacionales vinculados al desarrollo económico y social real de Guinea Ecuatorial, en el posible
segundo ciclo o etapa de desarrollo de la industria petrolífera. Para ello, a corto, medio y largo plazo el
Gobierno debe adoptar medidas eficaces que garanticen una buena gestión de las finanzas públicas y contra la
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corrupción, propiciar la estabilidad institucional (democracia), crear un marco de seguridad jurídica y
conformar un clima de negocios adecuado.
Hay que recordar que, en los últimos años, el Gobierno de Guinea Ecuatorial ha expropiado las de muchos
ciudadanos, tierras en las que se practicaba la agricultura. CPDS exigirá que el Gobierno dé una indemnización
justa a los ciudadanos cuyas tierras sean o hayan sido afectadas por las expropiaciones.
Desde CPDS seguimos creyendo que los poderes públicos deben impulsar la autosuficiencia alimentaria
apoyando todas las iniciativas, como la propuesta por las Naciones Unidas sobre Seguridad Alimentaria, que
coadyuven al desarrollo del sector primario, en inversiones para la producción, establecimientos de canales de
distribución y comercialización, una política de subvenciones, la promoción de cooperativas agropecuarias y
pesqueras. Un país que no puede alimentar a sus habitantes tiene un grave problema de seguridad nacional.
Salir de la dependencia casi total en las importaciones que conoce hoy nuestro país, debe ser una prioridad
nacional.
Por eso CPDS apuesta por un sector agropecuario fuerte, con una producción agrícola y ganadera acorde a las
necesidades de consumo del País. Ello es posible por la fertilidad de su suelo, y, además deseable por ser una
fuente de progreso económico, bienestar social, seguridad alimentaria y equilibrio demográfico entre el campo
y la ciudad.
CPDS cree que con los recursos del desarrollo del sector petrolífero, adoptando medidas eficaces contra la
corrupción, propiciando estabilidad institucional (democracia), creando un marco de seguridad jurídica y
manteniendo un clima de negocios adecuado. Invertir, por parte de los poderes públicos, y promocionar
fuertemente los sectores agropecuario y pesquero sería suficiente para cubrir las necesidades actuales de
desarrollo del país, por lo cual este partido aboga por limitar la explotación forestal al consumo interno de
empresas y particulares.
6. Comercio
Dado el bajo nivel de producción nacional de mercancías, el comercio interior de nuestro país va de la mano
de las importaciones. La inmensa mayoría de los bienes disponibles en el mercado, tanto de consumo como de
inversión, son producidos en el exterior y la comercialización de los mismos en el país, mayoritariamente, está
en manos de extranjeros. Precisamente el espectacular aumento de las importaciones se debió al no menos
espectacular aporte de ingentes cantidades de dinero provenientes de la explotación de hidrocarburos.
El tráfico comercial que registró gran aumento en los últimos quince años ha tomado una drástica y progresiva
disminución desde 2013, reflejo de la evolución de la economía en crisis. En el sector comercial se manifiesta
la naturaleza financiera de la crisis: hay mercancías en los establecimientos pero no hay ventas, ya que los
consumidores no tienen dinero para comprar. La profundidad de la crisis económica actual se puede medir en
términos de progresivo empobrecimiento de la población al observar en las economías de base (pequeños
negocios), el aumento del número de economías informales que se transforman en economías de subsistencia.
En el proceso de desarrollo económico-social que conlleva la eliminación de la pobreza, las economías de base
transitan de economías de subsistencia a economías informales, y de éstas a economías formales.
Convergencia para la Democracia Social (CPDS) cree que es necesario promocionar la iniciativa privada
nacional orientada al comercio, desde las economías de base a los grandes comercios, y desde la producción
nacional a las importaciones. Las medidas para esa promoción deben incidir en organizar, legislar y financiar
el sector comercial para coadyuvar el desarrollo económico y social de nuestro País.
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7. Trabajo y políticas de empleo
La vigente Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial, así como la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, establecen que el trabajo es un derecho fundamental que tienen las personas. Es así porque el trabajo
es el medio de todo individuo para ganarse la vida, realizarse como persona y sentirse útil; hace cosas para sí
y para los demás. El trabajo es un bien común, de interés general para la sociedad humana, y fundamento de
la dimensión social del individuo.
La importancia del trabajo para el ser humano obliga al Estado a tener que crear las condiciones para que todos
los ciudadanos puedan encontrar un trabajo de acuerdo a sus capacidades físicas y/o técnicas. Crear las
condiciones para que los ciudadanos y residentes legales puedan acceder a empleos dignos, es una de las
preocupaciones de los gobiernos responsables de cualquier Estado. Los gobernantes faltan a su deber cuando
no facilitan el empleo a la población, atentan contra los derechos de las personas; si, además, condicionan el
acceso al empleo a la pertenencia a un partido político, como hace el gobierno del PDGE, violan uno de los
fundamentos de la sociedad ecuatoguineana consagrado en la vigente Ley Fundamental, a saber: d) La
protección del trabajo a través del cual el hombre desarrolla su personalidad, creadora de riqueza de la nación
para el bienestar social.
Desde CPDS creemos que trabajar es un derecho universal de toda persona sin distinción de ideología política,
credo religioso, pertenencia étnico-tribal, sexo o nacionalidad. Por eso las políticas de empleo deben formar
parte de las políticas de bienestar, de tal manera que se diseñan no sólo para procurar trabajo y salario digno a
todos los que estén en condiciones de ejercer una actividad, sino también para garantizar una existencia digna
mediante subsidios de desempleo a todos los que, por una u otra razón, hubiesen perdido el empleo, y una
renta mínima digna a aquellos que no pueden hacer ninguna actividad. Estas políticas deben fomentar y
catalizar las iniciativas públicas y privadas para la creación de empleo.
La política de empleo es competencia exclusiva del Gobierno, que facilita la creación de puestos de trabajo
desde el sector público, hasta procurar mecanismos legales necesarios para que las empresas del sector privado
puedan desarrollar sus actividades, dentro de un marco legal que garantice la propiedad privada y la protección
de los derechos laborales de los trabajadores.
CPDS cree que, en el marco de un sistema económico de libre mercado, la inversión extranjera tiene que
contribuir a la creación de empleo, y con un sector privado nacional competitivo para el sostenimiento de la
economía real, ésta que llega a la gente a través de las pequeñas y medianas empresas, que son las que más
empleo crean.
Una de las medidas para evitar el desempleo es la formación de jóvenes en oficios y profesiones en materias
más solicitadas en el mercado de trabajo. Por ello, CPDS aboga por la potenciación de la Formación
Profesional Ocupacional que permita el fácil acceso al empleo a jóvenes que no hayan alcanzado los niveles
superiores de educación.
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En mayor o menor medida, la crisis económica y financiera que padece Guinea Ecuatorial también afecta a los
demás países de la CEMAC, una situación grave que viene registrándose desde hace tres años, siendo así
reconocido por la Comisión (Gobierno) de la CEMAC, el BEAC, el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial.
En esas instituciones se reconoce que desde 2014 la CEMAC vive una coyuntura económica y financiera
progresivamente muy difícil. La atribuyen al brusco y repentino cambio de tendencia de los precios de materias
primas, principalmente la bajada progresiva del precio del petróleo en el mercado internacional, teniendo en
cuenta que cuatro países de la Comunidad son exportadores de este producto y los ingresos derivados de su
exportación inciden de forma muy notable en los aportes de divisas a la CEMAC y, lógicamente, en la
financiación de las respectivas economías. En orden descendiente por el impacto negativo de la importancia
de la bajada de esos ingresos, la lista de esos países está encabezada por Guinea Ecuatorial, seguido de Gabón,
Congo y Camerún.
Por lo tanto, reconociendo la integración económico-financiera subregional de nuestro país, y una vez tenido
en cuenta la estabilidad del franco CFA, así como unas políticas monetaria y financiera adecuadas, medidas
garantizada por el BEAC, CPDS cree que es necesario enmarcar y alinear la política económica doméstica
para salir de la crisis actual con las de los demás países comunitarios; es decir, desde las medidas coyunturales
a mediano y largo plazo adoptadas por los Jefes de Estado de la CEMAC en el marco de un Programa de
Reformas Económicas y Financieras (PREF-CEMAC), que las reagrupan para ser implementadas por los
Estados y las instituciones comunitarias, hasta las medidas acordadas desde el BEAC sobre los grandes y
principales ejes de transformación profunda de las economías. Teniendo en cuenta que el PREF-CEMAC se
articula alrededor de cinco pilares: (i) políticas fiscales, (ii) política monetaria y sistema financiero, (iii)
reformas estructurales, (iv) integración regional, y (v) cooperación internacional, y que desde el Banco emisor
se recuerdan los grandes y principales ejes de transformación profunda de las economías para articular las
medidas coyunturales recomendadas a la Comunidad, que son: (a) la intensificación de los esfuerzos de
diversificación de las bases productivas y de exportación centrada sobre una consolidación del marco
macroeconómico, la aceleración de reformas estructurales, el fortalecimiento de infraestructuras de base,
mejora del clima de negocios y la promoción del sector privado; (b) fortalecer la integración económica
regional a través de la promoción del comercio intrarregional, la libre circulación de capitales, de bienes y de
personas, la armonización de políticas sectoriales y la aceleración del Programa Económico Regional (PER);
y (c) fortalecimiento de la vigilancia multilateral.
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población en general, ni electricidad, ni transportes públicos terrestres, marítimos y fluviales, ni la suficiente
urbanización de Malabo, Bata y todas las cabeceras de distritos.
Lo más lamentable es que el Gobierno esté tratando de ignorar la crisis. Por eso el Presidente de la República
puso en marcha el proyecto de creación de los nuevos Distritos Urbanos, más de cincuenta en total, cuya
construcción encargó a empresas que eran propiedad exclusiva de guineanos, es decir, de hermanos militantes
del PDGE, argumentando que las empresas extranjeras habían robado el dinero del pueblo, y ya era de que los
propios guineanos ganasen dicho dinero.
En la situación actual de crisis económica no sólo hacen faltan recursos financieros para acometer las
inversiones en las mencionadas infraestructuras, sino también para el mantenimiento y conservación de
carreteras y calles de todo el país que ya registran un grado de deterioro importante en apenas menos de diez
años, además de la posibilidad de terminar, si algunas merecen la pena, las infraestructuras cuya construcción
se encuentra paralizada, como es el caso de la central hidroeléctrica de Sendye sobre el Río Woro/Wele, a la
vista del fracaso de la construida incomprensiblemente sobre el afluente Djibloho.
En el caso de Oyala/Djibloho, el Presidente de la República, que ya es consciente de la inviabilidad de su
proyecto real desde todos los puntos de vista, no sólo no lo cancela, que posiblemente ya no sea una opción,
sino que hasta ahora tampoco plantea la posibilidad de una reorientación para que la inversión acometida se
pueda rentabilizar de alguna manera.
CPDS propone encarecidamente un estudio de viabilidad integral del proyecto Oyala/Djibloho que, con una
inversión adicional, la mínima posible, permita a largo plazo obtener alguna rentabilidad de los cuantiosos
recursos financieros enterrados en medio de la selva. Si la ingente cantidad de dinero invertido hasta ahora
puede justificar en gran medida la, en la práctica, quiebra financiera del Estado, no cabe duda de que pretender
terminar el proyecto en su concepción original/actual es del todo inasumible para Guinea Ecuatorial.
Para CPDS, la inversión en infraestructuras debe servir para el desarrollo del País y no para presentar pura
apariencia del mismo. Los recursos financieros públicos se deben invertir en infraestructuras que permitan
poner las bases para la puesta en marcha de una economía productiva, un proceso de industrialización de
nuestra economía, infraestructuras que hagan viables políticas sanitarias modernas, una educación de calidad,
una agricultura competitiva capaz de garantizar nuestra seguridad alimentaria, infraestructuras de
transformación que favorezcan el desenvolvimiento de un verdadero sistema productivo integral.
10. El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de Guinea Ecuatorial hacia el Horizonte
2020
A menos de dos años para adentrarnos en el año 2020 se constata que Guinea Ecuatorial está muy lejos de ser
calificado de “País Emergente”, lo que evidencia el rotundo fracaso del Plan Nacional de Desarrollo
Económico y Social “Horizonte 2020”, diseñado y adoptado en la II Conferencia Económica Nacional
celebrada en Bata, en noviembre de 2007. En el Acta Final, adoptado en forma de Decreto-Ley, se establece
que “la Conferencia se propone que para el año 2020, Guinea Ecuatorial sea un país emergente, para lo cual
sería necesario cimentar las bases desde el año 2012, con un programa intergeneracional. La segunda fase que
conducirá al país al estadio de país emergente se concluiría en 2020”.
La Estrategia Global resumida en el último lineamiento: ““Un plan de desarrollo para todos “Visión y
Ambición de Desarrollo para todos””, resulta una quimera once años después de haber sido formulada y puesta
en marcha. El resultado real, fruto de la mala gobernanza llevada a cabo por el Gobierno de PDGE, es NADA
para MUCHOS y TODO para POCOS. La presente crisis económica está ampliando, incluso, el segmento
social de la pobreza del País. Sin crecimiento económico sostenido ni diversificación de las fuentes de creación
de riqueza no puede haber reducción de la pobreza; y sin ésta no es posible conseguir “Todo para Todos”
proclamado cansinamente, y repetidamente, por el Gobierno de PDGE.
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Reconociendo el fracaso de su PNDES “Horizonte 2020”, el Gobierno se planteó el año pasado celebrar una
III Conferencia Económica Nacional, todavía sin fecha, bajo el título genérico, ni más ni menos, de “La
consolidación de la Equidad Social y la Diversificación Económica” y “con el objetivo principal de realizar
una transición de una economía dependiente de los ingresos del sector de hidrocarburos a una economía
diversificada”. Lo que viene a ser lo mismo que “conducir al País al estadio de país emergente”, objetivo
fracasado de la II Conferencia Económica Nacional; lo cual no tiene sentido práctico si no para montar un
nuevo escenario para un nuevo cruel engaño y entretenimiento al pueblo.
Desde el punto de vista de CPDS, y ante la situación de graves crisis en las que se encuentra el País, en lo
referido al ámbito económico-financiero, es absolutamente necesario que, con la mayor urgencia posible, el
Gobierno de PDGE tome todas las medidas necesarias que faciliten la consecución de recursos financieros,
además de los provenientes del necesario desarrollo del sector petrolífero, para acometer inversiones en el
sector público y, más, en el desarrollo de la actividad económica del sector privado; adoptando medidas
eficaces contra la corrupción, propiciando mecanismos y procedimientos para una gestión fiscal transparente
y estabilidad institucional (democracia), creando un marco de seguridad jurídica y manteniendo un clima de
negocios adecuado.
CPDS da por fracasado definitivamente el Plan Económico Nacional para el Desarrollo Económico y Social
de Guinea Ecuatorial hacia el Horizonte 2020 propuesto por el Gobierno de PDGE. Por la gravedad y
profundidad de la crisis económica actual CPDS propone acometer medidas coyunturales con toda la urgencia
posible.
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La mejor manera de lograr la integración étnica es concebir una estructura de las instituciones de todos los
niveles, en los que se refleje la diversidad étnica y en las que nadie se sienta discriminado ni marginado por su
pertenencia a una determinada etnia. Para ello, CPDS aboga por la descentralización de las instituciones de
poder, que sirva para acercar dichas instituciones a los ciudadanos, de suerte que éstos se identifiquen con
ellas. Con esta identificación, ninguna institución podría ser percibida como opresora de una determinada etnia,
ni tampoco ninguna institución estaría reservada únicamente a una etnia determinada.
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mujeres, en particular, para despertar conciencias y animar a las propias mujeres para su mejor integración en
pie de igualdad.
CPDS es el partido de la libertad, el partido de la extensión de derechos y libertades, del respeto a la libre
decisión de cada ciudadano en la construcción de su proyecto de vida. La libertad la queremos para todos sin
distinción, por ello, debemos impulsar políticas para que todos los ciudadanos, de todas las condiciones
sociales, puedan acceder a las mismas oportunidades, para que el esfuerzo y las capacidades de cada cual sean
el único límite a nuestros sueños.
Por eso CPDS tiene que presionar al Gobierno, emprendiendo acciones como la recogida de firmas para abolir
el artículo de la Ley de Educación que expulsa de las aulas de clase a las alumnas embarazadas.
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15. Las personas de edad avanzada y los discapacitados
Por razones tradicionales y por la inexistencia de una política social en favor de los más desfavorecidos en
Guinea Ecuatorial, las personas de edad avanzada están al cuidado de sus hijos y demás familiares, que cubren
el vacío de la seguridad social. Los mayores sin descendencia y sin la fuerza física necesaria para poder seguir
ganándose el sustento pese a su edad y a pesar de llevar toda una vida trabajando, se mueren de hambre. Lo
mismo ocurre con aquéllos que, por encontrarse impedidos física o mentalmente, no pueden mantenerse por sí
mismos. En nuestro país abundan personas abandonadas a su suerte por carecer de un entorno familiar
dispuesto o capaz de cuidar de ellas.
CPDS entiende que en el país hay recursos económicos suficientes para atender a todas las personas mayores
de 65 años que no cuentan con medios para ello, para quienes el Estado debe crear un fondo especial de
pensiones. La inmensa mayoría de ellos residen fuera de las ciudades, víctimas, además, del éxodo rural al
quedarse sin los familiares que puedan cuidar de ellos.
En el caso de los discapacitados, además de destinar recursos económicos para su mantenimiento en el hogar,
se necesita establecer para ellos planes de formación especial, para que puedan desarrollarse como personas y
contribuir a la sociedad según su capacidad.
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repentina la calidad de vida de muchas personas en el mundo. Los países más pobres y los que, como Guinea
Ecuatorial, no producen nada, son los que más sufren la crisis. De hecho, en el país escasean, y son cada día
más caros, los productos de primera necesidad.
Por otra parte, la falta de capital y de competitividad en el mercado de bienes y servicios, así como la fuerte
fiscalidad en las importaciones y exportaciones de los países en vías de desarrollo, favorecen la
invasión/importación de productos de bajo coste provenientes de los países altamente competitivos,
destruyendo así su incipiente tejido comercial, industrial y agropecuario; ello conlleva a una escasez, cada vez
mayor, de los recursos que antes permitían que los grupos humanos autóctonos de dichos países tuvieran una
existencia decente en sus vidas, condenando a aquéllos a la extrema pobreza.
El continuo crecimiento de la población y el abandono de las zonas rurales por una buena parte de la población
parar vivir en las grandes ciudades, en busca de mejores condiciones de vida, son causas importantes que
inciden de manera determinante en la rápida degradación del medio ambiente y un aumento de la pobreza en
el mundo.
Nuestro país, a pesar de su envidiable riqueza por habitante, que debería permitirle llevar a cabo políticas que
eviten el éxodo rural, conoce un aumento poblacional de las ciudades, en progresión geométrica. El campo
está sufriendo una auténtica depresión. La gente joven abandona los pueblos para concentrarse en las ciudades,
aumentando así las bolsas de pobreza de los barrios pobres de nuestras urbes que, además, se han convertido
en una plataforma de la delincuencia juvenil.
Desde una postura socialdemócrata, hemos de impulsar políticas que inciten a la gente del campo a quedarse
en sus pueblos, dándoles oportunidades que hagan atractiva la vida del campo. Atraer mediante una política
alentadora, a tanta gente que viviendo en las ciudades podría dignificar sus existencias trabajando en el campo.
Impulsar el desarrollo es apoyar iniciativas que surjan de colectivos desfavorecidos e incluso incitándoles a
organizarse para, juntos, alcanzar los mayores éxitos, pues el autodesarrollo de las comunidades sólo se puede
conseguir a través de una participación importante de las propias comunidades.
Para ello, el Estado y demás organismos deben impulsar proyectos que puedan convertirse en autosuficientes
para el desarrollo y la generación de las capacidades de desarrollo de la comunidad, fomentando la
participación, la cooperación, la solidaridad, la autogestión y la identidad cultural.
1. Introducción
Por desgracia, nuestro país no está al margen de un fenómeno que afecta a la mayoría de los países africanos,
consistente en considerar al Estado y sus instituciones como instrumentos para el enriquecimiento personal y
familiar, teniendo en cuenta, sobre todo, que el poder es el principal medio de acceso a la riqueza en África.
El Estado se administra como un patrimonio personal del dictador de turno, ejerciendo el poder de modo
arbitrario, sin respetar las normas establecidas. Los puestos de trabajo y los cargos se conceden no en función
de criterios académicos ni de competencia profesional, sino de parentesco y de afinidad distrital, regional o de
partido. No existe una separación real de poderes: el poder legislativo, el Parlamento es simbólico ya que actúa
en función de la voluntad del dictador y no ejerce ningún control sobre el poder ejecutivo. El poder judicial no
es independiente, pues el jefe del Estado, primer magistrado de la nación, nombra y cesa, a su antojo, a jueces
y fiscales, que ejercen sus funciones sin las necesarias competencias profesionales.
Esta amanera de concebir el Estado, con el tiempo, acaba desembocando en conflictos políticos de carácter
nacional, regional o étnico. En el fondo de esos conflictos, subyace el afán de apoderarse de los bienes y
riquezas del Estado utilizando el poder político.
4. Parlamento Bicameral
La reforma constitucional llevada a cabo en 2011, dio lugar a un Parlamento de dos cámaras: la Cámara Baja,
que es la de los Diputados, y la Cámara Alta, que es el Senado.
a) La Cámara de los Diputados de Guinea Ecuatorial es el fiel reflejo de cómo el régimen ha adulterado el
sentido y significado de las instituciones en nuestro país. Una vez más, estamos frente a una institución que no
está cumpliendo con su misión, que consiste en elaborar leyes y controlar al Gobierno. Sólo sirve da caja de
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resonancia del Gobierno; el tiempo que tiene para desarrollar sus funciones legislativas es muy corto; dos
períodos de sesiones al año de unos 35 días cada uno. Es decir, nuestro poder legislativo, en el mejor de los
casos, trabaja 70 días al año. Como en el caso del Ejecutivo, el Parlamento es una institución para recompensar
a los militantes del PDGE, cuyo perfil académico y político no les permite desempeñar las verdaderas
funciones de un diputado.
Tras la Reforma, el afán de compensar el activismo político de los militantes del gubernamental PDGE, motivó
al Jefe del Estado a deteriorar el perfil político de los Diputados, con la incorporación de una nutrida legión de
jóvenes miembros de la Asociación Hijos de Obiang (ASHO). El resultado es que, si antes había diputados
que, al final de toda una legislatura, no habían tenido ni una sola intervención, tanto en comisiones como en el
pleno, ahora hay diputados que ignoran por completo la función para la que están en la Cámara.
Para CPDS, la Cámara de los Diputados, como poder legislativo, además de elaborar las leyes debe controlar
las acciones del Gobierno, para que éste no se extralimite en sus funciones y cumpla sus obligaciones.
b) El Senado como segunda Cámara del Parlamento. El Senado se introdujo en Guinea Ecuatorial a raíz de
la referida reforma constitucional. ¿Qué trae como novedad el Senado ante la cámara de Diputados, que sola
venía asumiendo la teórica labor de elaborar las leyes?
Cabe recordar que cada Estado tiene realidades culturales, políticas o geográficas que le son propias, lo que
hace que el Senado no tenga las mismas funciones en todos los países del mundo. Sin embargo, se le reconocen
tres funciones básicas: la función política de control al Gobierno, la función legislativa y la función de
representación territorial.
En Estados Unidos, además de las funciones política y legislativa, el Senado ostenta la representación
igualitaria de todos y cada uno de los cincuenta Estados que forman ese inmenso país. Cada estado es
representado por dos senadores, independientemente de su población. Finalmente, el Senado norteamericano tiene una
función judicial. En Francia, cumple las funciones legislativa y de control al Gobierno. De lo dicho se deduce que el
Senado, en los casos citados, funciona como un contrapeso de los gobiernos.
Conviene resaltar que fue CPDS el primer partido que planteó la necesidad de la creación del Senado como
segunda Cámara en el Parlamento ecuatoguineano. Sin embargo, el Senado que se introdujo a raíz de la última
reforma constitucional, como el resto de instituciones fruto de dicha reforma, no tiene funciones claras, y el
reparto territorial de escaños de esa Cámara alta, reproduce prácticamente la distribución territorial de escaños
aplicada en el caso de la Cámara de Diputados. Es, en realidad, una cámara que tiene como objetivo servir a
los intereses del dictador, porque se creó con intenciones perversas para alimentar a todos sus clientes políticos,
cada vez más numerosos, y a los que el régimen procura tener a su lado. Por lo tanto, no puede cumplir ni la
función política de control al Gobierno, ni la función legislativa, ni actúa como una cámara de representación
territorial.
CPDS entiende que Guinea Ecuatorial es un Estado con varias identidades culturales, en el que una sola etnia
representa alrededor del 80% de la población, y geográficamente disperso, con territorios separados entre sí
por el mar. Por tanto, el Senado, además de las otras funciones que se le puedan asignar, debe actuar como
Cámara de representación territorial, con el fin de establecer el necesario equilibrio político entre territorios y
poblaciones.
Debe ser así porque para CPDS, tanto la Cámara de los Diputados, como el Senado, deben suponer un real
contrapeso de todo poder, con el fin de evitar a toda costa la concentración de poder en manos de un dictador.
En su función legisladora, el Parlamento, en su conjunto, debe servir de elemento integrador, velando por los
intereses de todos los territorios y pueblos de Guinea Ecuatorial. Para ello, CPDS siempre abogó y seguirá
abogando por un verdadero Parlamento con dos Cámaras: una Baja que represente la pluralidad ideológica de
la ciudadanía, recogida y encauzada en opciones políticas partidarias; y otra Alta, que, reflejando la pluralidad
territorial y étnica del país, represente a todos y cada uno de los pueblos de Guinea Ecuatorial, en una
proporcionalidad suficiente que permita a cada grupo influir en las decisiones de Estado que se tomen.
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5. Poder Judicial
Tener institucionalizada correctamente una administración de justicia en un país es la mejor garantía de su paz
social y de la seguridad de sus ciudadanos, e implica que todos los ciudadanos y todas las instituciones sean
iguales ante la ley, y los que tienen que aplicar la ley, es decir los jueces, los traten por igual.
Cuando un ciudadano o residente tiene que resolver un asunto en los tribunales de Guinea Ecuatorial se
encuentra con muchos problemas:
No sabe a quién dirigirse, pues los policías, gendarmes, militares, alcaldes, delegados de Gobierno,
presidentes de los consejos de poblado y de las comunidades de vecinos, los representantes del
ministerio de la Promoción de la Mujer y los propios jueces, se han erigido en “jueces”. En otras partes
donde la justicia está correctamente organizada, sólo los jueces dirimen las diferencias entre los
ciudadanos y entre éstos y las instituciones y entre los ciudadanos y la sociedad.
No sabe qué derechos le asisten, porque el cuerpo legal de este país no está suficientemente difundido.
No dispone de asistencia letrada: si es un asunto del que necesita abogado y no tiene dinero para
pagarlo, se queda en la absoluta indefensión.
Dan la razón, no al que legalmente la puede tener, sino al que más influencia tiene o al que más paga.
Y si la parte contraria es una institución o un agente de una institución, puede olvidarse de que pueda
tener razón.
Los jueces no son sancionados cuando actúan de forma incorrecta, y favorecen a los que les conviene,
aun en contra de lo que dice la ley.
Los jueces no son nombrados por méritos; en consecuencia, ni tienen independencia, ni poseen
suficientes conocimientos del Derecho.
Se absuelve a delincuentes.
Todo esto, y más, produce dos efectos inmediatos: por un lado, deja al grupo que está en el poder en la absoluta
impunidad, y, por otro, deja a los ciudadanos en la indefensión y en la inseguridad. Ante esta situación los
ciudadanos tienen la tentación de tomarse la justicia por su mano y, por consiguiente, son ciudadanos a los que
la falta de justicia hace que sean potencialmente agresivos y violentos.
Por lo tanto, urge instaurar en Guinea Ecuatorial un poder judicial independiente. Para CPDS ha de propugna
y apoyar iniciativas que tiendan a instituir una carrera judicial, en la que queden bien delimitadas las funciones
de los distintos campos de la carrera (magistrados y jueces, abogados, notarios, registradores), primando la
profesionalización de los ejercientes, su integridad moral y ética, el acceso y la promoción por méritos y su
inamovilidad.
CPDS defiende asignar a la administración de justicia los recursos que le permitan el ejercicio adecuado de su
función, manteniendo su independencia, dignidad y eficacia, así como una dotación de personal y presupuesto
autónomos.
En el campo judicial, CPDS propugna una amplia e intensa cooperación con España, por ser el país con el que
Guinea Ecuatorial tiene una tradición judicial común.
1. Introducción
La Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial, en su artículo 13, reconoce los derechos y libertades fundamentales
de los ciudadanos. No recoge todos los derechos, como es el de la huelga, pero de respetarse los reconocidos,
nuestro país habría avanzado en el proceso de democratización iniciado en 1991 con la aprobación, en
referéndum, de la reforma de nuestra Constitución.
En base al mencionado artículo13, se han elaborado varias leyes que, en teoría, deberían servir para el avance
y culminación del proceso democrático todavía en curso en el país. Sin embargo, los constantes
incumplimientos y violaciones, por parte del régimen, del ordenamiento jurídico y acuerdos suscritos con los
partidos políticos, demuestran que se ha producido una trágica vuelta atrás en el camino de la democracia.
La reforma constitucional de 2011, que concentra la casi totalidad de los poderes del Estado al Jefe del Estado,
confirma esa involución.
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2. Leyes reguladoras del proceso de democratización
a) La ley Fundamental, su reforma e incumplimientos.- Una de sus trabas más importantes es que, en su
articulado, nuestra Constitución consagra la concentración de todos los poderes del Estado en manos del
Presidente de la República. Por esto, en el sentido que acabamos de señalar, hablamos de obstáculos y trabas
bien institucionalizados y organizados. Hasta que no se supere esta situación, ni se habrá iniciado el proceso
de democratización, ni se llegará a la misma democracia; los cambios que se hagan, mientras tanto,
responderán cada vez más a los intereses de los que detentan el poder.
b) La Ley de Asociaciones y demás Leyes Civiles.-Nos referimos a la Ley General de Asociaciones; la Ley
sobre la Libertad de Reunión y Manifestación; la Ley de Sindicatos y Relaciones Colectivas de Trabajo y la
Ley de Prensa e Imprenta. Estas normas, para desdicha de las organizaciones o instituciones que encarnan
dichos derechos, tienen el denominador común de asfixiar los derechos cuyo ejercicio pretenden regular, en
lugar de respetarlos y promocionarlos; todo, con la excusa de mantener la paz, el orden, la concordia y la
seguridad nacional; pero está claro que lo que tratan de mantener es el estado actual de las cosas en nuestro
país. Aparte el problema de saber en qué términos habría que entender los conceptos de paz, orden, concordia
y seguridad nacional, se añade el hecho de que las autoridades locales, con su particular visión de dichos
conceptos, y preocupadas por que la situación permanezca tal como está, autorizarían o suspenderían las
actividades llamadas de dichas organizaciones o instituciones. También se añade otra serie de condicionantes
oficiales u oficiosos para los mismos efectos: instrucciones directa o indirectamente de parte de las autoridades
periféricas a la población para no acudir o simplemente obstaculizar las reuniones organizadas por los partidos
de la oposición.
c) La Ley de Partidos Políticos.-En todo Estado democrático o que está en un proceso de democratización,
los grupos políticos son los que aglutinan a las gentes en función de los diferentes ideales que se tienen para
que la sociedad sea más humana y más justa. Dichos grupos son los partidos políticos.
Sin embargo, la ley que tiene que regular y garantizar su funcionamiento está siendo utilizada por el Gobierno
para legalizar, a su antojo, a partidos políticos de su conveniencia, al tiempo que impide la legalización de
otros que no quieran servir a sus intereses espurios.
CPDS aboga por la reforma de dicha ley, con el fin de flexibilizar las condiciones y requisitos para la creación
de partidos políticos, haciéndoles más libres, más democráticos en su funcionamiento interno, y blindándoles
de la injerencia del Gobierno.
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Por otra parte, hay que reconocer que el partido que ostenta el poder en nuestro país funciona como en un
régimen de partido único, poniendo a su disposición todos los recursos del Estado a favor de sus intereses
partidistas. Por ello, si de verdad pudiera existir en el régimen una voluntad democratizadora, debería
plantearse una discriminación positiva a favor de la oposición en cuestiones relacionadas con la financiación,
pues, en este tema como en otros, no es justo que a CPDS se le coloque a la misma altura que el PDGE.
Por tanto, CPDS cree que la vigente Ley de Financiación de los Partidos Políticos ha de ser modificada
introduciendo las siguientes consideraciones:
1) Consignar en los Presupuestos Generales del Estado una asignación para extender e implantar en todo el
país la cultura democrática, de fomento de libertades y de respeto de los derechos humanos, mediante giras,
seminarios, cursos de formación, congresos y otras actividades políticas similares. También podría
contemplarse en este fondo la dotación de sedes propias a partidos políticos de seriedad y honradez probadas.
2) Incluir la financiación estatal para atender los gastos de funcionamiento, no solo por el número de escaños,
sino también por el de votos obtenidos en las últimas elecciones legislativas para los partidos políticos con
escaños en la Cámara de Diputados o Senado.
3) Contemplar que la financiación para gastos de mantenimiento sea también acordada en similares términos
que el Estado, por las Corporaciones Locales en sus ámbitos de influencia.
4) Considerar a las aportaciones de personas extranjeras como aportaciones privadas destinadas a los gastos
de funcionamiento, y no prohibirlas simple y llanamente como ocurre en la actualidad, mientras el PDGE las
recibe constantemente.
5) Reeditar la situación anterior y reflejar la necesidad de que la financiación electoral esté disponible antes
del inicio de la precampaña electoral y con suficiente antelación.
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ocasiones, solo se limitan a reproducir sencilla y llanamente otras legislaciones, sino que hay que poner los
medios, suficientes en calidad y cantidad, y adoptar estrategias para que dichas leyes sean efectivamente
puestas en práctica, teniendo en cuenta las circunstancias de oportunidad, tiempo y lugar. El levantamiento del
censo electoral en Guinea Ecuatorial ha de tomar como referencia la práctica puesta en marcha en países de
nuestro entorno próximo como Camerún donde, a petición del Gobierno, expertos internacionales acudieron
para asesorar y colaborar en la confección de un censo electoral creíble y aceptado por todos los actores
políticos.
CPDS cree en la necesidad de la elaboración de un censo biométrico como ya es práctica habitual en muchos
países africanos para desterrar, de una vez por todas, las diferentes apreciaciones sobre la calidad y validez de
los censos electorales que se vienen elaborando. Pues, el censo biométrico recoge y refleja claramente en el
carné correspondiente, las características biológicas tanto externas como internas físicamente medibles, como
es el color de los ojos, la huella dactilar o la talla. Estos datos permiten determinar y reconocer de forma
inequívoca al individuo y potencial elector que se tenga en frente, evitando así, por ejemplo, las inscripciones
múltiples y, en consecuencia, también el voto múltiple.
3) El impedimento a que todos los partidos políticos puedan concurrir a unas elecciones convocadas para la
constitución de los órganos locales menores, Consejos de Poblado y Comunidades de Vecinos. Estos entes,
cuya composición está hoy enteramente reservada al partido gobernante, constituyen el cimiento sobre el cual
se asientan las permanentes maniobras fraudulentas del PDGE pero que se acentúan desde la confección misma
del censo electoral hasta las votaciones, el escrutinio y la proclamación de los resultados electorales, pasando
por el desarrollo de la campaña electoral. Una práctica que contraviene la Ley Reguladora de la Administración
Local en la República de Guinea Ecuatorial que, en reformas recientes impulsadas desde la Cámara de los
Diputados por CPDS, ha terminado por contemplar la celebración de elecciones para la composición de los
Órganos Locales Menores.
Los Consejos de Poblado y Comunidades de Vecinos deben cabalmente cumplir su papel de ser los primeros
órganos de gobierno y representantes de la administración que ha de tener a su disposición el ciudadano, con
lo que tendrían que entrar en contacto y reunirse periódicamente con la población concerniente a fin de debatir,
acordar y buscar soluciones a los múltiples problemas que la azotan, en lugar de constituirse como son de
momento, en focos de amedrentamiento, persecución, maltrato e intimidación a los ciudadanos, sobre todo a
los que no se ajustan a la ideología del PDGE.
En este sentido, CPDS, siendo consciente del peligro que lo relatado supone para la estabilidad política y el
avance del proceso de democratización, eleva la voz para que se convoquen cuanto antes unas elecciones para
la constitución democrática de los Consejos de Poblado y Comunidades de Vecinos a lo largo y ancho de toda
la extensión de nuestro país.
4) La adopción de una papeleta única donde aparezcan todas las candidaturas. El artículo 96 de la vigente
ley electoral contempla la expedición de una papeleta para cada una de las candidaturas, partido político o
coalición, que concurren a las elecciones. Tal disposición en principio aceptable si se tiene en cuenta el derecho
comparado, es sin embargo letal en nuestro país donde los agentes del PDGE presentes el día de las votaciones
en todas las mesas electorales, suelen obligar descaradamente a los votantes a coger solo una de las papeletas
de las varias presentes, papeleta que no suele ser sino del PDGE, coartando de esta manera la libertad de voto.
En evitación de todo ello, CPDS prefiere la adopción de la papeleta única a fin de que quede desterrada la
necesidad de elegir qué papeleta y facilitar así a los electores el acto de votar.
5) La exigencia de que en las listas electorales, por cada titular figuren dos suplentes (artículo 168). En un
ambiente de permanente intimidación y amenazas a la población por parte del régimen no es nada fácil que la
gente dé la cara, se identifique abiertamente con la oposición y tenga el valor de presentarse como candidatos
en sus litas. Los detentores del poder lo saben muy bien, y es por ello que entre las últimas aberraciones
introducidas en la ley electoral, conste que ha de haber dos suplentes por cada candidato a las elecciones
legislativas o municipales. Y la razón de este hecho es simple: dificultar, en sumo grado, la confección de listas
electorales a los partidos de la oposición.
CPDS exige la eliminación de todo tipo trabas, como en esta ocasión, impuestas a la oposición, proponiendo
que la ley electoral dé por suficiente la presentación de una lista completa de candidatos titulares, a la que
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habrá que sumar no más de tres suplentes. De esta manera se introduciría una cierta flexibilidad y se
antepondría el interés general en la presentación de candidaturas.
6) La disolución de las Corporaciones Locales y convocatoria de nuevas elecciones previstas en el artículo
223.1. Dicho artículo estipula que en el supuesto de disolución de las Corporaciones Locales conforme prevé
la Ley Reguladora de la Administración Local, el Gobierno Central convocará elecciones parciales para
constituir la nueva corporación. Y es que la mencionada Ley Reguladora de la Administración Local, en su
artículo 240.1 de su última reforma, recoge esta misma redacción pero añadiendo que en dichas elecciones
parciales participarán únicamente el partido o los partidos políticos, la coalición o coaliciones electorales que
formaban parte de la Corporación Municipal disuelta, eliminando el artículo que permitía la participación de
todos los partidos políticos, habiendo formado, o no, parte de la corporación disuelta.
Para CPDS esta es una prueba más de la nula voluntad del Gobierno del PDGE de hacer avanzar el proceso de
democratización y promocionar el pluralismo político. Su deseo es instaurar, de nuevo, un régimen de partido
único. Estamos convencidos de que solo en la diversidad y en la pluralidad de ideas es posible mirar al futuro
con fundado optimismo. Es por ello que resulta obligado proponer la supresión de las mencionadas referencias
legales en la vigente ley electoral en concordancia con la también vigente y antes mencionada Ley Reguladora
de la Administración Local.
7) Una afirmación que no deja lugar a dudas: la Junta Electoral Nacional, en el caso del referéndum, será
presidida por el Ministro del Interior y Corporaciones Locales. Esto es lo que prevé el artículo 247, inciso 1,
de la ley electoral. Como decimos, se trata de una muestra clara de que la pretensión última del régimen es que
la Junta Electoral Nacional sea presidida por el Ministro del Interior y Corporaciones Locales, pretensión que
intenta camuflar sin conseguirlo, refiriéndose a que, en el caso de las elecciones legislativas y municipales,
dicho presidente será elegido democráticamente. Esto es imposible actualmente si se tiene en cuenta la
tipología de miembros y el número de los mismos previstos en su composición, como hemos señalado más
arriba.
Por tanto, CPDS expresa, una vez más, su esperanza y deseo de que en el país se constituya una junta electoral
capaz de velar por la objetividad, imparcialidad, igualdad y transparencia en los procesos electorales venideros.
En fin, el resultado práctico de estos impedimentos legales es que todas las elecciones que se han celebrado en
el país desde 1.993, han sido fraudulentas. Y, evidentemente, esto anula la pretensión de los que detentan el
poder de que en Guinea Ecuatorial hay una democracia, pues todas las democracias modernas se fundamentan
en tres elementos: el convencimiento de que todo el poder emana del pueblo, que tanto el Gobierno como el
Parlamento deben estar acordes con la voluntad del pueblo, y que las elecciones libres y honestas forman un
campo abierto en el que competirán los partidos políticos.
No se puede hablar de democracia cuando falla alguno de estos elementos: en Guinea Ecuatorial, fallan todos.
En este sentido, los procesos electorales son la demostración clara de la involución del proceso de que estamos
hablando, pues, desde 1993 y de unas elecciones a las siguientes, se ha producido un aumento de la represión,
de los mecanismos y prácticas fraudulentas, y del empeoramiento de la legislación electoral, todo ello para
evitar que los ciudadanos puedan manifestar libremente sus preferencias.
En las últimas elecciones, además del voto público, la no admisión y/o expulsión de los interventores de las
mesas electorales así como su alejamiento de las mismas cuando raramente eran acreditados y la inclusión de
Distritos Urbanos de infraestructura todavía inacabada y población inexistente, la no exposición de las papeles
de la Coalición Electoral Juntos Podemos en varias circunscripciones y un gran número de mesas electorales,
fue el nuevo elemento de fraude montado por el régimen para hacerse con el voto de la oposición y adjudicarse
la práctica totalidad de los escaños en liza.
f) Derecho de huelga. La Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial ignora el derecho que tiene todo ciudadano
a la huelga. Ello se debe al hecho de que el régimen no quiere reconocer al trabajador ninguno de sus derechos
básicos, por lo que les impide disponer de un instrumento tan básico a la hora de poder defender sus derechos,
pisoteados tanto por las empresas como por el propio Gobierno.
Por otra parte, existe una ley de sindicatos en el país, promulgada en 1991. Desde entonces, no se ha legalizado
ningún sindicato. Dicha ley, entre otras cosas, prohíbe la sindicación de los funcionarios públicos,
condicionándola a la promulgación de una ley posterior, que sigue sin aparecer.
29
Finalmente, la Ley Fundamental no prohíbe la tortura. Sin embargo, gracias a la iniciativa tomada por el grupo
parlamentario al que pertenecía CPDS en la legislatura de 2004 a 2008, y que el Gobierno hizo suya, se aprobó
la ley contra la tortura Guinea Ecuatorial, siendo la primera vez que el régimen reconocía su práctica en nuestro
país.
g) Además de las leyes antes indicadas, CPDS aboga por una reforma profunda de las siguientes leyes:
La propia Constitución, en el sentido de reconocer más derechos a los ciudadanos y limitar los
excesivos poderes otorgados al Jefe del Estado.
La ley de reunión y manifestación también necesita cambios, principalmente en lo que se refiere al
poder otorgado a las autoridades periféricas en la restricción de las libertades de los partidos políticos.
La ley de sindicatos debe ser más flexible en cuanto a los requisitos para la legalización de las
asociaciones de trabajadores. Por otra parte, debe facilitar la sindicación de los funcionarios, que son
el sector más numeroso de los trabajadores fijos. , que es la ley suprema de cualquier Estado.
1. Introducción
El tema crucial del funcionamiento del partido, en todas sus estructuras, siempre se ha abordado en el seno de
CPDS en Congresos, Consejos Nacionales y jornadas de reflexión sobre esa cuestión. Son cuestiones que
afectan al funcionamiento de las Agrupaciones (distritales, municipales y regionales) y las relaciones en los
dirigentes entre sí y con la sociedad.
En este Congreso, el funcionamiento de CPDS recobra una importancia crucial en una nueva etapa del partido,
marcada por la extremada hostilidad del régimen hacia nuestro partido, mostrada en los últimos años y
agudizada durante las fraudulentas elecciones municipales y legislativas del pasado 12 de noviembre.
Al margen del escandaloso fraude, las elecciones sirvieron para constatar que la mayoría de los militantes y
simpatizantes de la oposición que pudieron emitir su voto, no confiaron en la Coalición electoral encabezada
por CPDS, en un momento en que CPDS había dejado de ser la única referencia de la oposición en Guinea
Ecuatorial.
Tanto la decisión del régimen de acabar con CPDS, como la inclinación hacia otra clase de oposición observada
en los ciudadanos en los últimos dos años, nos deben hacer replantear la estrategia de lucha democrática que
CPDS ha de poner en marcha a partir de este VI Congreso.
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En estos momentos, CPDS no cuenta con la financiación del Estado al no tener representantes electos. Y
debido a la crisis económica que afecta a nuestros otrora donantes, estos no pueden seguir aportando sus
recursos a CPDS.
Ante este panorama, no nos queda otra salida que las cuotas de los militantes, ya que las de los miembros de
la CEN no pueden cubrir ni la décima parte de los gastos que necesita realizar el partido.
El lema de este VI Congreso, “MÁS COMPROMISO POR EL CAMBIO”, nos anima a superar este desafío.
En este sentido, el partido, ya fuera de las instituciones, de donde, como hemos dicho, provenían, en su
mayoría, los recursos con los que funcionaba, tiene que idear ahora distintas estrategias para superar esta dura
prueba a que nos ha sometido la dictadura.
Todos los militantes de CPDS, tras este nuevo Congreso, deben tomar conciencia de que la continuidad de este
gran proyecto descansará en lo que cada uno de sus militantes sea capaz de dar, y que el Partido nada
tiene que ofrecer a los militantes. Esto implica que las contribuciones económicas, sobre todo las cuotas
ordinarias, deben ser abonadas de forma regular y puntual, según sean las exigencias de los Estatutos y
reglamentos del Partido.
Todas las estructuras y órganos del partido, así como sus organizaciones afines, deberán elaborar un
presupuesto anual de funcionamiento y un proyecto de financiación, donde se reflejarán, respectivamente, las
actividades a desarrollar y la forma de autofinanciarse o recolectar los fondos.
Las recaudaciones de cada estructura u organización afín, serán transferidas a la Secretaría de Finanzas del
Partido.
a) La dignidad humana.-La Declaración Universal de los Derechos Humanos tiene como finalidad ensalzar
y obtener el respeto absoluto de la dignidad humana. La cultura de respeto a la dignidad humana, materializada
en el respeto de los derechos humanos, debe fomentarse, y debe ser la guía de toda la acción de los ciudadanos
en todos los ámbitos de la sociedad.
b) La tolerancia.-La aceptación del otro tal cual es, el respeto de sus opiniones, la posibilidad de expresarlas
libremente sin que tema represalias por ello, es la base para una convivencia cívica y pacífica, entre los
ciudadanos y entre los pueblos. Para Convergencia Para la Democracia Social, en la actuación desde las
instituciones, la tolerancia, que capacita para encajar críticas y, en consecuencia para perfeccionarse, es una
virtud fundamental que deben tener los ciudadanos que acceden a las instituciones.
Cuando desde CPDS exigimos más democracia, es que estamos reivindicando más y mejor convivencia,
porque Guinea Ecuatorial es de todos. De ahí que, por encima de cualquier otra cosa, en CPDS hemos de
apostar por la convivencia segura, pacífica y tolerante entre los guineanos; la participación al desarrollo de
este país es de todos sus hijos, sin exclusiones, desde el respeto al pluralismo ideológico, religioso, cultural,
étnico, etc.
33
c) La aceptación de los extranjeros.-En la línea de lo apuntado en el anterior párrafo, está la cuestión de los
extranjeros en Guinea Ecuatorial.
La buena convivencia debe ser disfrutada por todos los que viven con nosotros, incluidos los extranjeros. En
los últimos tiempos, nuestro país tiene una afluencia migratoria sin precedentes, a causa de la explotación del
petróleo. No podemos permitirnos una sociedad que discrimina a los inmigrantes, pues esa discriminación se
vuelve contra la propia sociedad, falta al espíritu hospitalario que nos caracteriza y rompe nuestra convivencia.
Ser extranjero no puede constituirse en delito; no tener papeles no significa no tener derechos. El extranjero
que vive entre nosotros debe ser respetado con todos sus derechos establecidos en la legislación. Asimismo, el
extranjero debe respetar las leyes y normas, costumbres y tradiciones del país que le acoge.
El grado de civilización de un país se mide por los niveles de acogida e integración que ofrece a los extranjeros,
sobre todo, a aquellos que vienen a ganarse honradamente su vida. No podemos olvidar que en los momentos
más duros de la historia reciente de nuestro país, miles de guineanos buscaron refugio fuera de nuestras
fronteras y, hasta hoy, por razones diversas, muchos siguen residiendo en el extranjero.
La aceptación del otro tal cual es, el respeto de sus opiniones, la posibilidad de expresarlas libremente sin que
tema represalias por ello, es la base para una convivencia cívica y pacífica entre los ciudadanos y entre los
pueblos. La tolerancia, sea en política como en la vida cotidiana, no es un ejercicio teórico de discursos; es un
ejercicio dinámico, práctico, materializado en acciones de condescendencia. Una sociedad así en convivencia
encontrará con más facilidad la solución de sus problemas.
Los jóvenes rechazan las prácticas políticas del actual régimen, sumido en la corrupción y en la incompetencia,
pero no así los nobles valores que debe conllevar la práctica política. Valores como la solidaridad, la equidad
y la tolerancia son altamente valorados por los jóvenes.
Frente a esta situación, se denota un déficit en la implicación política de la juventud en los últimos años, y de
forma especial, en las últimas fraudulentas elecciones. Y esta poca implicación de los jóvenes, sumada a la
cada vez más represión política por parte de la dictadura, ha condicionado que hoy día tengamos un entorno
político nada favorable.
34
Es sabido que, en la actual situación sociopolítica del país, los problemas estructurales del mercado de trabajo
y la total carencia de políticas sociales para los jóvenes, condicionan la participación de la juventud en asuntos
políticos del país. Hay que decir, además, que los jóvenes, con estas políticas nefastas de la dictadura, se han
convertido en un colectivo en riesgo de exclusión social y otras dimensiones de marginación como la existencia
de importantes desequilibrios educativos y una alta tasa de jóvenes que no concluyen la educación secundaria,
lo que a su vez se relaciona con el empleo y el riesgo de pobreza.
En otros países, esta situación de emergencia en la que se encuentran los jóvenes, suele generar, en ellos, un
estado de incertidumbre, descontento y desesperación, con serio riesgo de explosión social. La pregunta es:
¿Está implicando esto una mayor conciencia de participación política de los jóvenes, o están estos
desmovilizados? ¿Se está transformando esta implicación y participación respecto a la que hubo en el pasado?
En definitiva: ¿Por qué esta situación no anima la participación política de los jóvenes en la oposición y,
concretamente, a favor de CPDS? Desde luego son cuestiones importantes que el partido tiene que revisar en
profundidad y dar respuesta en el complicado contexto sociopolítico en que nos encontramos.
Es evidente que una juventud sumida en el alcoholismo, la delincuencia y la falta de formación, no es
fácilmente movilizable para una pucha política democrática. ¿Qué mecanismos adoptar para la movilización
y la implicación de la juventud en política? Sobre todas estas cuestiones merece la pena que CPDS reflexione
y adopte, con urgencia, estrategias políticas para lograr una mayor y efectiva implicación de la juventud
guineana en los asuntos políticos del país. Porque sin esta participación y empuje de la juventud, la lucha por
la democratización, la consecución de las libertades políticas y la abolición de la dictadura se harán más
difíciles.
A lo largo de los últimos años, CPDS ha realizado diversas actividades, principalmente formativas, destinadas
a jóvenes, pues entendemos que una buena política de la juventud sólo puede ser creíble y coherente, cuando
se inicia desde el seno del propio partido, trabajando con los jóvenes. En este sentido, la organización de los
jóvenes de CPDS tiene que servir, más que nunca y desde ahora, como un elemento integrador de los jóvenes
y un espacio de participación, formación y debate político de toda la juventud guineana, con independencia
ideológica, que quiera participar en los asuntos sociales y políticos que afectan a su país.
35
Desde su legalización, consciente de esa necesidad, CPDS se preocupó por la preparación de los jóvenes,
ayudando a muchos de ellos a trasladarse a Europa y América para formarse. Sin embargo, una vez que
regresan al país, esos jóvenes, ya hechos profesionales, se preocupan más por su futuro profesional y laboral
que por la lucha política y por el partido que en su día les apoyó. Se confirma, así, la hipótesis de que muchos
ciudadanos se adhieren a los partidos políticos no para apoyarlos en su labor, sino para obtener de ellos una
ayuda o salida para sus aspiraciones personales.
Esta difícil realidad debe animar a CPDS, más que nunca, a doblegar sus esfuerzos y dirigir su acción política
hacia los jóvenes para encontrar el relevo a los actuales dirigentes, en una tarea en la que no sólo es necesario
un dirigente o un grupo de dirigentes eficientes, sino también una militancia joven activa, crítica y responsable,
en una positiva mezcla entre experiencia y juventud, sacando provecho de lo mejor de cada cual.
De esta manera, no solo se garantizará un cambio generacional capaz de mantener un equilibrado en el seno
de CPDS para continuar con la lucha democrática, sino que, además, pueda conservar los principios y valores
por los que se fundó el partido.
En política, no se puede descartar por completo la experiencia ni muchos menos los valores y principios que
sustentan ideológicamente al partido; por ello es importante mantener un equilibrio entre los viejos dirigentes
y los nuevos. En consecuencia, el partido debe contar siempre con la experiencia y el acompañamiento de
todos los veteranos y dirigentes históricos del partido, reconociendo que con el esfuerzo y la valentía de todos
ellos, las presentes y futuras generaciones del partido pueden disponer hoy de un partido como CPDS,
alternativa de poder y garantía de democracia y referente imprescindible en la política de Guinea Ecuatorial,
no solo del último cuarto de siglo, sino también de las décadas venideras.
El relevo generacional en CPDS, tiene que ser un proceso adaptativo, donde habrá que tomar toda la base
ideológica y la experiencia de lucha política acumulada de las generaciones precedentes y ajustarlas a los
nuevos y futuros tiempos. El relevo no debe verse jamás como un asunto de ruptura entre generaciones, sino
más bien como cooperación entre generaciones del partido. El relevo generacional no es “un quítate tú para
ponerme yo”, sino que tiene que ser una necesidad que CPDS y la sociedad exigen para la continuidad de la
lucha y la consecución de los objetivos propuestos por el partido en beneficio de los supremos intereses de la
nación.
Conviene señalar que el éxito del relevo generacional en CPDS dependerá, en gran medida, de que la
población votante y militante perciba este cambio como positivo y sea, a la vez, parte de las demandas exigidas
por la mayoría de la población guineana, y del total compromiso a los ideales de CPDS por parte de los que
están llamados a asumir el liderazgo de este relevo.
Como estrategias de preparación de este relevo político en CPDS, no cabe otra que la captación de jóvenes y
su formación en la ideología política del partido, la importancia de los valores democráticos, el respeto de los
derechos humanos, las libertades políticas, las políticas públicas, el sindicalismo y la igualdad de género. Será
fundamental la organización de cursos de liderazgo juvenil en partidos políticos y la oratoria política, con el
objetivo de ir descubriendo talentos y promesas políticas capaces de asumir el relevo y liderazgo político en
CPDS.
7. CPDS y el sindicalismo
Uno de los obstáculos que han incidido negativamente en el proceso de democratización de Guinea Ecuatorial,
es la ausencia de sindicatos. Como venimos denunciando, a pesar de que hay una ley que regula su formación,
no existen en la práctica, y los trabajadores siguen sin ninguna organización que defienda sus derechos y
condiciones de trabajo.
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Por su lado, el Estado, a pesar de ser el mayor empleador, sigue sin regular la sindicación de los funcionarios.
Para un adecuado encuadramiento de los trabajadores y la defensa de sus derechos, CPDS trabaja desde su
fundación, en la formación de un sindicato hermano, la Unión Sindical de Trabajadores (UST).
Hay que recordar que hace más de quince años, la UST presentó un expediente de legalización del Sindicato
de Docentes, tras un laborioso proceso de proselitismo sindical en el sector de la enseñanza. Dicho expediente
no obtuvo respuesta alguna por parte del Gobierno.
CPDS seguirá brindando su apoyo, ánimo e iniciativa, a través de la Secretaría de Acción Sindical, para que
UST encuentre su espacio para llevar a cabo su cometido. Es cierto que sindicatos y partidos políticos deben
ser independientes, como también lo es que, en la gran mayoría de los casos, sindicatos y partidos políticos de
izquierdas tienen el mismo origen y anduvieron juntos hasta que los trabajadores pudieron encontrar cauces
legales para su acción.
La situación de abandono en que se encuentran los trabajadores, jóvenes y desempleados en el país, agudizada
gravemente tras la crisis económica iniciada hace cuatro años, exigen que CPDS trabaje para la creación de
una verdadera conciencia sindical en Guinea Ecuatorial. Las condiciones actuales de lucha por los derechos
de los ciudadanos y de los trabajadores, se encuentran más cerca del estadio de los inicios del movimiento
obrero, con la revolución industrial. En consecuencia, sigue siendo absolutamente necesario que UST
encuentre en CPDS la fuente de su acción e iniciativa.
Una acción inmediata tras el VI Congreso, debería ser la reanudación de la ardua tarea de reconstituir el
Sindicato de Docentes para que, aun sin legalización, pueda, de manera incipiente, funcionar en defensa de los
derechos de los maestros y profesores de Guinea Ecuatorial.
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medios de comunicación y la ausencia de expertos internacionales en su preparación. Por eso, de los 14
procesos electorales celebrados en el país entre 1993 y 2016, la oposición solo ganó las elecciones municipales
de 1995, gracias la única participación de la comunidad internacional en la elaboración del censo electoral y
la observación. En todas las demás elecciones, el partido en poder se atribuía entre el 97 y el 99% de los votos.
Sin embargo, y como todo aquel cúmulo de ilegalidades fuera poco, a las elecciones municipales y legislativas
de 2017 se les añadieron, entre otras graves irregularidades, las siguientes:
a) Insuficiente, por no decir inexistente, financiación electoral: De los 400 millones de financiación de
las elecciones de 2013, se pasó a 30 millones en 2017;
b) Endurecimiento de las exigencias para la presentación de las candidaturas: Tras haber creado más de
50 distritos urbanos nuevos, se reformó la ley electoral para aumentar el número de candidatos. Así,
cada candidato titular de una lista, necesita dos suplentes, de tal manera que se triplica,
innecesariamente, el número de personas que un partido necesita para la presentación de una lista
electoral.
c) Compra directa, por parte de dirigentes locales del PDGE, de carnets de elector para usarlos en
beneficio de la candidatura de dicho partido;
d) Manipulación y deformación del símbolo y la papeleta de la coalición Juntos Podemos para hacerlos
irreconocibles;
e) Ausencia de las papeletas de la oposición en mesas electorales durante la jornada electoral;
f) Secuestro de urnas para la realización clandestina del escrutinio.
La organización y desarrollo de dichas elecciones, así como el resultado de las elecciones municipales y
legislativas de 2017, han sido la constitución, de nuevo, de un Parlamento monocolor. En definitiva, se puede
afirmar, sin lugar a dudas, que con dichas elecciones, el Gobierno militar del General Obiang ha dado un nuevo
golpe de Estado, por lo que, desde ahora, el proceso de democratización se reinicia saliendo del punto de
partida.
A partir de ahora, para que CPDS participe en unas elecciones, estas tienen que ser organizadas en condiciones
diametralmente opuestas a las de las elecciones celebradas en la etapa anterior.
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a) El papel de LA VERDAD, órgano informativo de CPDS
La historia de Convergencia Para la Democracia Social, desde los inicios del partido, no se puede comprender
sin la existencia de LA VERDAD, su órgano de información. LA VERDAD fue el medio con el que se dio a
conocer CPDS, el instrumento que utilizó para su tarea de pedagogía política y cívica más importante: hacer
conocer al pueblo sus derechos y libertades, así como la necesidad de su defensa. Gracias a esta labor, nuestro
partido se ganó la simpatía, el respeto y la confianza de la población, y LA VERDAD se convirtió, desde los
años noventa, junto con el programa de Radio Exterior de España para Guinea, en el medio por el cual se
denunciaban la corrupción política y administrativa y las violaciones de los derechos humanos, protagonizados
por el régimen.
Tan importante es este órgano informativo, que los Estatutos y reglamentos del CPDS obligan a sus dirigentes
nacionales a implicarse directamente en su elaboración y difusión. Sin embargo, la implicación de los
miembros de la CEN ha sido claramente insuficiente, lo que ha contribuido a que la publicación de LA
VERDAD, que empezó siendo mensual, se haya convertido, en la actualidad, en meramente testimonial.
A partir del año 2014, la periodicidad de LA VERDAD sufre una reducción tan progresiva, que en 2013 no se
publicó ni una sola vez, en 2017 se publicó dos veces y ninguna en lo que llevamos de 2018.
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redes sociales también se puede pasar verbalmente de una persona a otra, como es el caso de Guinea Ecuatorial,
donde pocas personas tienen acceso a internet.
En la política guineana, sobre todo la que se hace desde fuera del país, las redes sociales no solo se usan para
la comunicación política entre políticos y ciudadanos o para difundir opiniones y crear debate político, sino
para luchar contra partidos políticos, denigrando a sus dirigentes y difundiendo informaciones falsas contra
sus partidos. Tanto es así, que, en los últimos años, muchos se han erigido en supuestos líderes políticos al
frente de partidos políticos que se han dado a conocer gracias y por las redes sociales.
La más utilizada por los guineanos es Facebook, donde aparecen políticos o activistas anónimos que usan
falsas identidades para atacar y tratar de destruir a personalidades políticas o partidos como CPDS, que luchan
contra la dictadura en condiciones extremadamente difíciles. Lo hacen difundiendo vídeos, audios,
comunicados u opiniones con información falsa que después se transmite boca a boca entre los ciudadanos que
creen en la veracidad de todo cuanto sale por internet, como si aquello que sale por internet no lo escribiesen
o publicasen personas de carne y hueso como tú o como yo.
Mientras permanecen activos esos agitadores e incluso multiplican su aparición, la presencia de jóvenes de
CPDS en dichas redes es, por el contrario, cada vez más escasa, renunciando, así, a la posibilidad de aprovechar
dicho medio para difundir las ideas y actividades de CPDS y defender a su partido de los ataques de aquellos
que desean destruirnos.
Por otra parte, CPDS debe ser consciente que, por el veto que el régimen ha puesto contra nosotros en los
medios de comunicación, debemos explotar positivamente las ventajas de las redes sociales.
Es necesaria la presencia de CPDS en las redes sociales, pero quienes intervengan en defensa de CPDS no
deben hablar en nombre y representación de CPDS, ya que las redes sociales son un arma de doble filo, pues
lo que se diga o publique, así como la manera de hacerlo, lejos de beneficiar al partido, lo puede perjudicar.
Únicamente la persona designada por la CEN para ocuparse del sector, podrá hablar en nombre de CPDS. Por
eso, en esta nueva etapa del partido, en la que debemos intensificar la comunicación política con todos los
sectores de la población, particularmente con la juventud, es necesario crear una Secretaría Ejecutiva encargada
de las Redes Sociales y Nuevas Tecnologías, y que se encargaría también de la web del partido. El uso de las
redes sociales no debe servirnos como un fin en sí, sino un medio, adaptado a los nuevos tiempos, para
comunicarnos con la gente.
Recordar que, desde hace más quince años, CPDS dispone de una página web que, por el deterioro progresivo
y las restricciones que sufre internet en Guinea Ecuatorial, no ha podido mantenerse en funcionamiento. Tras
varios años, se ha actualizado con un nuevo formato y nuevo nombre, pasando de www.cpds-gq.org a
www.cpdsge.org. Esta web debe funcionar y administrase en las mejores condiciones que podamos.
14. Posición de CPDS ante la dicotomía entre Internacional Socialista y la Alianza Progresista
a) La Internacional Socialista (IS)
Nuestra actual Internacional Socialista es la organización mundial de partidos socialdemócratas, socialistas y
laboristas, refundada en 1951 después de una larga historia de luchas entre defensores de los trabajadores, y
que agrupa actualmente a más de 140 partidos políticos y organizaciones de todos los continentes. Es la
organización de partidos más importante del mundo. En más de 15 países africanos, gobiernan partidos
miembros de la Internacional Socialista.
La IS es la mayor y más antigua organización política del mundo; ella coopera estrechamente con el Partido
de los Socialistas Europeos (PSE), la Organización Árabe Social Democrática Foro (ASDF), el Foro Euro-
Latinoamericano de Parlamentarios Progresistas y Socialistas y el Grupo Socialdemócrata del Parlamento
Latinoamericano, entre otros.
En la actualidad, se está produciendo una escisión en el seno de la IS, lo cual se hizo patente a partir del XXIV
Congreso de la Internacional Socialista, celebrado del 30 de agosto al 1 de septiembre de 2012 en Ciudad
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del Cabo, Suráfrica, el primer congreso en la historia de la Internacional que se realiza en tierras africanas,
contando con el Congreso Nacional Africano (ANC) como anfitrión.
Siguiendo las decisiones tomadas por el Consejo de la IS en la reunión de enero de 2012 en San José de Costa
Rica, desde ahora todos los órganos de trabajo de la Internacional Socialista deben ser sometidos a un proceso
electoral competitivo y abierto a todos los miembros plenos que hubieren cumplido con los requerimientos
estatutarios. Los candidatos registrados son elegidos por votación secreta.
Con ocasión, pues, de estas primeras elecciones, se manifiesta la voluntad de una importante fracción de
partidos miembros de la IS de negociar reformas profundas con los dirigentes actuales de la organización en
el sentido de promover cambios en la dirección de la misma, es decir, cambio del Presidente actual, Georges
Papandreu (en el puesto desde 2006), y del Secretario General, Luis Ayala (en el puesto desde 1989). Estos
cambios, según sus defensores, permitirían imprimirle un nuevo impulso a la IS.
No hubo acuerdo, por lo que se presentaron dos candidaturas a la Secretaría General: la del saliente Luis Ayala
y la de la fracción renovadora, Mona Sahlin, ex presidenta del Partido socialdemócrata sueco entre 2007y 2011
y Vicepresidenta de la IS. Esta acaba perdiendo las elecciones, con lo que se mantiene la misma directiva al
frente de la IS.
A partir de aquel Congreso, la fisura entre los dirigentes reelegidos y los que se declaran renovadores se irá
agrandando, para cristalizase en el XXIV Consejo de la Internacional Socialista celebrado en Cascais, Portugal,
en febrero de 2013, al no producirse ningún acercamiento entre las dos partes ni posibilidad visible alguna de
diálogo. Con esto, los progresistas del mundo se encaminaban peligrosamente hacia la constitución de una
organización política mundial bicéfala.
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Bakunin por otro. Marx y sus seguidores, partidarios del socialismo científico, pregonaban la lucha por las
conquistas sociales, laborales y, en último término, el poder del Estado. Bakunin y sus seguidores, partidarios
del anarquismo colectivista, estaban opuestos a toda autoridad y rechazaban toda noción de Estado; ellos eran
favorables a la revolución inmediata y espontánea que pregonaba el poder de decisión por medio del consenso.
Las diferencias programáticas existentes entre ambos sectores condujeron a la escisión entre marxistas y
bakuninistas.
Las pugnas se prosiguieron en la Segunda Internacional, creada en Paris en 1889, con el objetivo de alcanzar
el poder mediante el voto popular. Pero las guerras instalaron el debate dentro de la Internacional y dividieron
al movimiento obrero; cada asociación de trabajadores apoyó la causa de su país y la Segunda Internacional
acabó extinguiéndose en 1916.
La pugna actual se gesta desde las más altas esferas de dirección y de financiación de la organización. Mientras
unos ven unas nuevas maniobras de dominación del norte rico sobre el sur pobre, otros subrayan la necesidad
de dar un impulso renovador, de imprimir un nuevo dinamismo a la organización diseñándole nuevos objetivos
políticos.
Sea lo que fuere, la IS sigue siendo la organización de referencia mundial de los partidos de Izquierda. Nuestra
formación política ha ostentado durante más de 4 años una de las Vicepresidencias de la Internacional
Socialista a través de su anterior Secretario General Placido Mico. Asimismo, la Secretaria de Participación
de la Mujer de CPDS, Epifania Avomo Bikó, ocupa actualmente el puesto de Vicepresidenta de la
Internacional Socialista de Mujeres desde la reunión del Consejo de la Internacional Socialista celebrada en
febrero de 2013 en la ciudad portuguesa de Cascais.
Sin embargo, CPDS es también favorable a la alternancia y a la renovación dentro de la organización. Nuestra
formación política es miembro de la Alianza Progresista del África Central (APAC), nacida antes de la AP
pero integrante de la misma. Por eso, como ocurre con muchos partidos miembros de la IS, CPDS es miembro
de pleno derecho de ambas organizaciones, y tiene que seguir siéndolo, con la esperanza de que las iniciativas
y trabajo de los partidarios de la reunificación tengan rápidamente un resultado favorable.
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a) Tribunales Penales Internacionales.-Pueden suponer un elemento para poner coto a la impunidad de los
que sistemáticamente comenten crímenes de lesa humanidad, y disuasión para los violadores sistemáticos de
los Derechos humanos. CPDS apoya su puesta en marcha, por lo que pide al Gobierno de Guinea Ecuatorial a
ratificar la Corte Penal Internacional.
b) La Crisis financiera internacional.-En el III Congreso, hablando de los aspectos negativos de la
globalización, ya advertíamos del peligro que supone la facilidad con que los especuladores pueden eludir los
controles de los Estados, y señalábamos la necesidad de analizar el tema para redefinir el papel de las
instituciones nacionales e internacionales en la materia. Y efectivamente, la excesiva virtualización de la
economía y de las finanzas, al margen de un control institucional, ha llevado a la crisis financiera que se vive
actualmente.
CPDS apoya la implementación de una regulación y control de los sistemas financieros nacionales e
internacionales, dando mayores atribuciones a los organismos encargados de dicho control, acabando con los
llamados paraísos fiscales y eliminando el secreto bancario en los casos en que se investigan cuentas con dinero
de dudosa procedencia.
c) Unión Africana.-CPDS cree que un proyecto de unidad para África es un sueño que acarician todos los
amantes de nuestra patria grande. Pero la unidad del continente no puede hacerse de cualquier manera. Hace
falta establecer unos criterios de convergencia para garantizar el éxito de la iniciativa. El simple cambio de
denominación por el que la Organización para la Unidad Africana se convierte en Unión Africana no constituye
ninguna garantía de que los objetivos fijados se vayan a alcanzar. El proceso de integración africana debe
poder ser controlado por los pueblos del continente. Para ello es necesario que estos pueblos accedan a una
real democracia nacional que les permita ser los actores y artífices de la integración.
CPDS cree que antes de nada, habría que fortalecer las uniones regionales o subregionales en materia de
democracia y buena gobernabilidad. Los países que vayan alcanzando niveles homologables en la materia,
vendrían a constituir el núcleo de la unión. A estos se irían uniendo los demás, conforme fueran cumpliendo
con los criterios de convergencia.
d) Mbañé e islotes adyacentes.-El respeto de la intangibilidad de las fronteras heredadas del sistema colonial
es una garantía de estabilidad en la región, por lo que CPDS exige el respeto de la soberanía de Guinea
Ecuatorial sobre las islas de Mbañé, Conga y Cocoteros, así como la resolución del contencioso entre Camerún
y Guinea Ecuatorial sobre la zona de Kyeosí.
e) Comunidad Económica y Monetaria del África Central (CEMAC).-Desde CPDS creemos que es ya
hora de implicar a los ciudadanos en la construcción de las instituciones comunitarias que les representan en
la subregión, mediante la elección por sufragio universal del parlamento de la CEMAC
f) Sahara Occidental.-El estancamiento que conocen las negociaciones sobre la problemática del Sahara
Occidental perjudica gravemente el desenvolvimiento de las poblaciones de dicho territorio. La ocupación por
parte de Marruecos de estos territorios ha violado frontalmente el derecho del pueblo saharaui a decidir su
destino, después de la retirada de España.
En este sentido, CPDS considera inaceptable que un país miembro de la Unión Africana sea ocupado por otro
país del mismo continente.
g) Oriente Medio.-CPDS apoya el derecho de Israel a existir dentro de unas fronteras seguras, al tiempo que
reconoce el inaplazable e inalienable derecho del pueblo palestino a un Estado libre conforme a las
resoluciones de Naciones Unidas.
h) La llamada “Primavera árabe” y el riesgo de opciones no democráticas en Guinea Ecuatorial.
La Primavera Árabe se refiere a los levantamientos populares que empezaron en Túnez en diciembre de 2010
y afectaron a Egipto y Libia, derrocando a sus respectivos dictadores. A continuación, se trasladaron a Yemen
y, después, a Siria, país sumido actualmente en una cruenta guerra civil que ya dura siete años sin que se
vislumbre una solución a corto plazo.
La mayoría de los expertos en política internacional, coinciden en señalar, como principales causes de las
revueltas árabes:
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a) unas condiciones de vida duras arraigadas en el desempleo, que daban lugar a una situación de pobreza
generalizada, principalmente, entre los jóvenes;
b) existencia de regímenes corruptos, autoritarios y represores que impedían el ejercicio de las libertades
y derechos, y
c) los mismos regímenes impedían una oposición política creíble, lo que dio lugar a un vacío llenado por
movimientos islamistas de diversa índole.
Es decir, las protestas no fueron casuales, sino que obedecieron a las causas citadas, que fraguaron en la
población el cansancio y la desesperación durante décadas de dictaduras corruptas y conculcadoras de los
derechos de sus ciudadanos.
Tras la caída de los dictadores en Túnez, Egipto y Libia, solo el primero de esos países ha alcanzado una plena
estabilidad política, mientras que Egipto balacea entre la estabilidad y la vuelta al autoritarismo y Libia está
sumida en el caos. Este último caso es aprovechado por regímenes dictatoriales, como el de Guinea Ecuatorial,
para afirmar que la Primavera Árabe fue negativa porque sus resultados son la inestabilidad política y las
guerras internas.
Dicha afirmación es falsa, pues siendo aquellas las causas reales de la Primavera Árabe, cabe afirmar que,
cuanto más tiempo soporten los pueblos la miseria, la represión y la conculcación de sus derechos, más se
radicalizarán las protestas y sus reivindicaciones hasta posiciones y situaciones extremas.
Es más, la situación es parecida a lo que ocurre en Guinea Ecuatorial, donde el régimen dedica todos sus
esfuerzos para acabar con la verdadera oposición, lo que puede dejar un vacío político, que fácilmente podrían
ocupar movimientos de corte fundamentalista y violenta o por los populismos.
CPDS tiene el deber político y moral de defender la vía política basada en el diálogo, a fin de que Guinea
Ecuatorial alcance la democracia, sin traumas ni más derramamientos de sangre. Para ello, debe insistir en su
tarea de pedagogía política, no solo a la población, sino sobre al régimen, responsable último de la involución
que está sufriendo nuestro país.
V. ESTATUTOS
El V Congreso abordó la necesidad de la creación de un órgano que integrase a antiguos dirigentes y miembros
de la Comisión Ejecutiva Nacional. Dicho órgano se denominó Comité Consultivo, pero quedó pendiente su
implantación. Por lo tanto, el VI Congreso deberá dotarle de forma y atribuciones estatutarias como, a
continuación, se propone:
PROPUESTA DE MODIFICACIÓN:
II.- En el art. 29 añadir incisos:
h).- Cargos electos de CPDS en las instituciones y los cargos públicos.
i).- los miembros del Órgano Consultivo.
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