Nada es gratis; un Estado de bienestar no lo tiene quien quiere, sino
quien puede, y hay que esforzarse para alcanzarlo 11 de marzo de 2018
En el reino del revés, quienes se proclaman estatistas destruyen al
Estado y quienes son acusados de desmantelarlo lo construyen. El populismo ha sido exitoso en reivindicarlo como una de sus principales banderas, con objeto de descolocar éticamente a su adversario, el demócrata liberal. Se ha creado así una situación paradojal, como ocurrió también con otros valores, como el idealismo, la ética de la solidaridad, la justicia social u otras reivindicaciones en beneficio de quienes menos tienen, pero dejándolos siempre en la pobreza.
En la Argentina, el Estado fue columna vertebral de la modernización
que comenzó en la organización nacional y que completó la Generación del 80, atrayendo a millones de inmigrantes que fueron la argamasa del país actual. Por respeto a ese legado, no parece razonable ceder la defensa del Estado a quienes lo han malversado y permitir que los