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Francis Bacon y la Calumnia de América

Damián Pachón Soto*

RESUMEN

En el presente ensayo se muestra que la utopía de Francis Bacon, conocida como la Nueva Atlán-
tida, es una consecuencia del Descubrimiento de América y de la influencia que este tuvo en la
cosmovisión europea. El autor argumenta que Bacon es un precursor de la llamada “calumnia de
América” que a partir del siglo XVIII se hizo popular en Europa y es la responsable de crear, entre
otras cosas, el sentido de inferioridad del continente americano frente al Viejo Mundo.

Palabras clave
Bacon, Utopía, Descubrimiento de América, Sistema mundo, Inferioridad.

ABSTRACT

I show in this paper that the Francis Bacon’s utopia, known like The New Atlantis, is a consequence
of The discovery of America and the influence that it had about European worldview. I argue that
Francis Bacon is a precursor of the called “calumny of America” what from XVIII century made
popular in Europe, and it is the responsible to create, among other things, of the sense of inferiority
of America in front Old World.

Keywords
Bacon, Utopia, Discovery of America, System-world, Inferiority.

Recibido: 25 de septiembre de 2014 Aceptado: 28 de noviembre de 2014


* Autor de 13 libros, entre ellos, La civilización unidimensional. Actualidad del pensamiento de Herbert Mar-
cuse (2008), Ensayos de Filosofía del Derecho (2008), La concepción de Hispanoamérica en Rafael Gutiérrez
Girardot (2010), La filosofía y las entrañas. El pensar viviente de María Zambrano (2011), Estudios sobre el
pensamiento colombiano, Vol., 1 (2011), Preludios filosóficos a otro mundo posible (2013). Grupo de Investi-
gación en Pensamiento Filosófico en Colombia y en América Latina Fray Bartolomé de las Casas. Universidad
Santo Tomás. damianpachon@hotmail.com

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“The great Atlantis, that you call Silvio Zabala sostiene: “En su Histo-
America”. ria de las Indias escribía Gómara que
Francis Bacon el mayor hecho después de la crea-
ción del mundo, con la excepción de
Presentación la encarnación y muerte del que lo
creó, era el descubrimiento de estas
El objetivo del presente ensayo es partes” (1977, p. 17). Similarmente
mostrar cómo una de las utopías del pensó luego Adam Smith que enten-
Renacimiento, la Nueva Atlántida de
día el significado del Descubrimiento
Francis Bacon, se convirtió en uno de
de América para Europa y el capitalis-
los antecedentes directos de la “dis-
mo. Por lo demás, hay que decir que
puta del Nuevo Mundo” que se dio
en Europa durante el siglo XVIII, la sería imposible aquí hacer una amplia
cual crea una verdadera “calumnia de referencia a las consecuencias que
América”, para usar la expresión de tuvo el descubrimiento para el Viejo
Edmundo O’Gorman. Se sostiene que Mundo. Basta con mencionar tres.
esa “calumnia” crea un profundo pro-
ceso de inferiorización en el latinoa- En primer lugar a partir de 1492 se
mericano o lo que Fernando González formó lo que el sociólogo norteame-
llamó el “complejo de hijo de puta” ricano Inmanuel Wallerstein llamó
(1973, p. 111). ‘the modern system world’, esto es
“el moderno sistema-mundo”, el cual
Para desarrollar la temática expuesta permitió conectar por primera vez el
se dividirá el escrito en tres partes. En globo, mostró su verdadera dimen-
la primera, se alude a las consecuen- sión y tamaño. Eso se logró con los
cias que trajo el Descubrimiento para descubrimientos de Colón, de Pedro
el Viejo Mundo y se sitúa la aparición Álvarez Cabral en Brasil, de Vasco de
de las utopías dentro de esas conse- Gama y sus incursiones en África, de
cuencias. Se afirma, en esta parte, que
Magallanes y Juan Sebastián Elcano
las utopías de Moro, Campanella y
en 1521 cuando dan, por primera vez,
Bacon están inspiradas en los hechos
la vuelta al mundo. Estas exploracio-
acaecidos a partir de 1492. En la se-
gunda parte, se muestran las alusio- nes permitieron conectar el globo de
nes que hizo Bacon sobre América en Norte a Sur y de Oriente a Occidente.
la Nueva Atlántida y en la tercera se Desde entonces, Europa se despro-
pone en contexto estas alusiones con vincializó, por decirlo así. Dice Wa-
la mencionada “disputa del Nuevo llerstein: “El resultado fue la creación
Mundo”. de un nuevo sistema de desigualdad,
economía-mundo capitalista, con
1. El Descubrimiento de América y América como una de sus principales
la utopía de Francis Bacon zonas periféricas” (1992, p. 209).

En su libro Filosofía de la conquista, Wallerstein pone de presente algo que

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ya Marx había anotado en el primer tierras desconocidas, cambia. El des-


tomo de El capital, a saber, que el cubrimiento no solo muestra otros se-
Descubrimiento de América ayudó a res, otra naturaleza, sino que produce
la formación del capitalismo mundial, eruditas (y a veces hasta disparatadas)
a la conversión del capital en capita- discusiones teológicas. Europa ya no
lismo. Para Marx, en efecto, de capi- puede explicar todo como lo hacía an-
talismo solo puede hablarse a partir tes: empezando por la creación mis-
del siglo XVI. Y en ese proceso Amé- ma, pues llegó a pensarse en varias y
rica (no solo ella) fue fundamental, sucesivas creaciones para poder ex-
pues contribuyó a la “acumulación plicar la existencia de América.
originaria” del capital, sin la cual este
no se hubiera centralizado en Inglate- El descubrimiento del otro lleva a la
rra. Dice Marx: discusión sobre la humanidad de los
mismos, que fue aceptada en 1537 por
El descubrimiento de los yaci- Paulo III, y por la cual luchó casi toda
mientos de oro y plata de América, su vida Fray Bartolomé de las Casas.
la cruzada de exterminio, escla- Una vez reconocido ese estatus (lo
vización y sepultamiento en las cual era necesario pues no se podía
minas de la población aborigen, evangelizar a bestias), se discute so-
el comienzo de la conquista y el bre las capacidades racionales de es-
saqueo de las Indias Orientales, la tos hombres y sobre el problema de
conversión del continente africano la esclavitud natural y la legitimidad
en cazadero de esclavos negros: de esa conquista. Nacen problemas
son todos hechos que señalan los como el de la guerra justa. Estas dis-
albores de la era de producción cusiones sobre la humanidad del otro
capitalista. Estos procesos idílicos produjo interesantes doctrinas entre
representan otros tantos factores los teólogos españoles, las cuales
fundamentales en el movimien- dieron origen, entre otras cosas, a los
to de la acumulación originaria gérmenes del Derecho Internacional
(1975, I, p. 638). con Vitoria y a los primeros pivotes
de los derechos humanos, tal como ha
Pero las consecuencias no fueron señalado entre nosotros Enrique Dus-
solo económicas. Por eso es preciso sel al referirse a De las Casas como el
aludir a una segunda consecuencia. primer crítico interno de la moderni-
Con la desprovincialización del Viejo dad (2007, pp. 199 ss) y el ya citado
Mundo lo que sucede es un estremeci- Silvio Zabala.
miento en la forma como ese mundo
se auto-comprende. Europa, en efec- Con América cambia la visión del Or-
to, se sacude, pues la manera como ha bisterrarum, de la visión tripartita del
entendido el mundo, a pesar de viejas mundo expuesta en el Génesis 6:19.
premoniciones sobre la existencia de Aparece una cuarta parte del mundo,

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que es llenada, inventada, con la cos- que Dios continuó la creación des-
movisión europea, esto es, una cuarta pués de los seis días del Génesis, y
parte que es encubierta tal como lo ha cómo pudieron entrar esos anima-
mostrado ampliamente Leopoldo Zea les en el Arca de Noé, puesto que,
(1986, pp. 19-31). También ha dicho si no entraron en ella, ‘no hay para
Edmundo O’Gorman en su funda- qué recurrir al Arca de Noé’, y si sí
mental La invención de América: entraron, ¿cómo es que, cuando sa-
lieron las demás bestias, no se que-
América, en efecto, fue inventada dó en el Viejo Mundo ni un solo
bajo la especie física de continente ejemplar de los animales america-
y bajo la especie histórica de Nue- nos? El padre Acosta se enreda en
vo Mundo. Surgió, pues, como un interrogaciones que lo han tenido
ente físico dado, ya hecho e inalte- perplejo por mucho tiempo (Gerbi,
rable, y como un ente moral dota- 1993, p. 727).
do de la posibilidad de realizarse
en el orden del ser histórico (2002, Esta es solo una muestra de la magni-
p. 152). tud del estremecimiento de la cosmo-
visión teológica europea.
Pero ese proceso de invención no fue
sencillo. Surgieron preguntas teoló- Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con
gicas como ¿en qué día había creado Francis Bacon, el canciller inglés, el
Dios a América? ¿En un octavo día? “padre de la filosofía experimental”
Y dado que la naturaleza (flora, fau- según Voltaire (1993, p. 61), el mismo
na, geografía) del Nuevo Mundo no que tanto contribuyó a la formación
correspondía en gran parte, o no era de la modernidad y del mundo técni-
igual, a la europea, ¿cómo había sur- co-científico (lo que llamo “la era ba-
gido? Antonello Gerbi, el italiano que coniana”) en el que aún hoy estamos,
residió en Perú y uno de los grandes vivimos? La respuesta es sencilla. Un
conocedores de estos debates, trae la tercer elemento que trajo el Descubri-
siguiente historia en su libro La dis- miento de América fue la aparición de
puta del Nuevo Mundo. Historia de las escatologías y de las utopías. Es
una polémica 1750-1900: en estas últimas donde encaja Bacon.
En efecto, América apareció frente a
Pero un siglo apenas después del Europa de varias maneras. Fue vis-
descubrimiento, el padre [José de] ta como un premio dado por Dios a
Acosta, uno de los autores más España por su lucha contra los segui-
conocidos de toda Europa, sabía dores de Lutero; el mismo Colón, en
perfectamente bien que la fauna su tercer viaje, creyó hallar el Paraíso
de las Indias es muy distinta de en el Orinoco; otros vieron a América
la del Viejo Mundo, y se pregun- como el advenimiento del Reino del
ta, angustiado, si había que pensar Espíritu Santo. Por su parte, las ór-

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denes franciscanas se admiraron de Nueva España. El obispo Zumárraga


la pobreza y la simplicidad de la vida poseía un ejemplar, y el oidor Vasco
de los indígenas y creyeron encontrar de Quiroga, después obispo de Mi-
aquí el verdadero cristianismo; Vas- choacán, declara que la ‘utopía’ fue
co de Quiroga pensaba que el Nue- un dechado de donde sacó su famoso
vo Mundo era la “Edad de Oro” o el Parecer en derecho, de 1535 (2003,
Edén. Resaltemos también que el gran pp. 60-61).
intelectual chileno Mario Góngora
–uno de los teóricos, junto con Anto- En el estudio preliminar a las Utopías
nio García, Rafael Gutiérrez Girardot, del Renacimiento al español, del Fon-
Gilberto Freyre, para solo mencionar do de Cultura Económica, Eugenio
algunos, de la “constitución social Imáz, en un ensayo titulado “Topía y
aristocrática” de América Latina– Utopía”, nos dice: “Vasco de Quiro-
nos trae en su documentado ensayo ga escribió al Real Consejo de Indias
“El Nuevo Mundo en algunas esca- un parecer, que no obtuvo respuesta
tologías y utopías de los siglos XVI en el que proponía el régimen de Uto-
a XVIII” el siguiente dato: “Hernán pía como el modelo para reorganizar
Cortés sería comparado por Jerónimo todas las Américas, que ya estaban
de Mendieta a Moisés, como el con- siendo incorporadas al cristianismo”
quistador que abrió a los misioneros (Imáz, 1994, p. 24).
la puerta hacia la nueva cristiandad”
(2003, p. 33). Pero si esto sucedía en Dejando de lado la Ciudad del Sol de
las escatologías, donde América y sus Campanella, que según Mario Gón-
habitantes llegaron a representar una gora también fue relacionada con
alternativa frente a la corrupción mo- América, es necesario detenernos en
ral de Europa, algo similar empezó Francis Bacon y su Nueva Atlántida.
a suceder en visiones más raciona- Frente a estas utopías, a diferencia de
listas de la época: el surgimiento de las escatologías, nos dice Góngora:
las utopías. La primera de ellas fue la “El tema de la Atlántida tiene una ma-
de Tomás Moro, publicada en 1516, yor relación con las utopías que el del
cuyo título era: Libro Del estado ideal salvajismo inocente, ya que ellas son
de una república en la nueva isla de proyectos racionalistas de organiza-
Utopia. Nos dice Mario Góngora en ciones ideales, y el Critias platónico
el ensayo citado: representaba una sociedad altamente
civilizada”. Y es, podríamos decir,
Se sabe positivamente que el padre de una “sociedad altamente civilizada”
las utopías modernas, Thomas Morus, porque es una “utopía científico-téc-
conoció Mundus Novus de Vespu- nica” (Góngora, 2003, pp. 57-58).
cio, y es de toda probabilidad que la
descripción haya influido en su obra. Ahora, sin entrar en detalles en el con-
En todo caso, su libro repercutió en tenido de la Nueva Atlántida como

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tal, interesa para este ensayo poner ción como base del conocimiento, a
de presente que esta utopía está direc- la vez que refuerza filosóficamente
tamente relacionada con los sucesos los pivotes del empirismo inglés y del
posteriores a 1492. Así lo expone un pragmatismo, pues son mejores las
autor tan serio como Copleston en su cosas útiles que los libros. Pero esa
Historia de la filosofía (2004, II, p. reforma del conocimiento no es en
III-230). Bacon, tal como Descartes, Bacon un fin en sí mismo… tiene un
pertenece también a los albores del si- fin más elevado: el progreso humano,
glo XVII. Este siglo recoge el legado la creación de un nuevo orden social
del Renacimiento, ha recibido de él el donde el hombre lleva una vida más
individualismo, el antropocentrismo, ligera debido a los beneficios que le
y el poder correlativo del hombre en permite la ciencia y la técnica. Por
la transformación del mundo. Todo se eso, la de Bacon es una utopía donde
funda en el hombre y en su razón. En a la imagen de lo Nuevo que le arro-
Bacon, aparecen varias expresiones ja el Descubrimiento de América, se
que reflejan ese mundo nuevo, ese le suma el entusiasmo por la ciencia
nuevo orbe, esa nueva humanidad. y los instrumentos útiles que para él
La expresión Nueva Atlántida (que significaron la brújula, el imán y la
en sus escritos relaciona también con pólvora, tal como lo muestra Farring-
América), el título de su libro más fa- ton en su libro Francis Bacon, filósofo
moso Novum Organum, y su proyecto de la Revolución Industrial (1971, pp.
más ambicioso al cual pertenece el 17-18). Por eso la Instauratio Magna
anterior: Instauratio Magna, reflejan es la “gran restauración”, el propó-
el poder de la inmanencia, para decir- sito de restaurar el saber y el poder
lo con Antonio Negri; el nuevo poder que según Bacon, tenía el hombre en
del hombre que hace su historia, im- el paraíso, antes del pecado original
plican la naturalización de la vida y (Granada, 2011, p. X). Por eso se sos-
el deseo del siglo XVII de dominar la tiene la tesis de que Francis Bacon es
naturaleza, pues solo dominándola el más un filósofo social que un filósofo
hombre es libre, obedece a ella, solo o científico. Según el autor, por eso
descubriendo sus secretos conocere- estamos aún dentro de “la era baco-
mos más a Dios, como decía Galileo. niana” (y en esto seguimos siendo
Lo que desea Bacon es reformar el modernos a despecho de los posmo-
conocimiento, elevar las prenociones dernos que creen superar la época his-
a las nociones del conocimiento cien- tórica nacida desde los siglos XVI o
tífico, para así convertir el saber en XVIII) porque fue Bacon el que pro-
poder humano (Bacon, 1984, Works; puso la tesis según la cual el progreso
Tomo VIII). social depende y se deriva como efec-
to necesariamente del progreso cientí-
Es a partir de las anteriores premisas fico (Cf. White, 2006, pp. 350- 367),
como Bacon llega a la experimenta- mentalidad reinante hoy y que fo-

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mentó la idea de que “el intelecto que prolongaron desde el siglo XV hasta
vence a la superstición debe dominar el siglo XX. La segunda visión, la vi-
sobre la naturaleza desencantada”, sión negativa, dio origen a lo que el
tal como sostienen Max Horkheimer ya citado Edmundo O’Gorman lla-
y Theodor Adorno en Dialéctica de la mó “la calumnia de América” en su
Ilustración (2009, p. 60). Ese domi- libro Fundamentos de la historia de
nio sobre la naturaleza desencantada, América de 1942. Precisamente lo
ese deseo, esa muestra de poder es que se sustenta aquí es que la Nueva
típicamente heredera de los inventos Atlántida de Bacon, en sus alusiones
en navegación y los grandes descubri- al Nuevo Mundo, se constituye en un
mientos geográficos del siglo XVI. claro antecedente de esa “calumnia”,
la cual tuvo su apogeo –como ya se
2. América en la Nueva Atlántida dijo– en el siglo XVIII Ilustrado. Vea-
Con el Descubrimiento de América, y mos, entonces, las alusiones de Bacon
a partir de la imagen que legaron al al Nuevo Mundo.
Viejo Mundo los cronistas, empieza
a difundirse preponderantemente dos En la Nueva Atlántida, escrita en
visiones (no las únicas): la de la Amé- 1626, después de hacer algunas refe-
rica paradisiaca, la de los aborígenes rencias a México y a Perú, sostiene el
mansos, pacíficos, sencillos, desnu- canciller inglés (cito in extenso):
dos, naturales, simples, la del buen
salvaje, etc., que tanto impresionó a Pero no mucho después de éstas
Rousseau y, por otro lado, la del bes- ambiciosas empresas, sobrevino
tial, incivilizado e inmoral. A las viejas la venganza divina, pues en el
categorías de bárbaro, pagano, infiel, término de un centenar de años la
gentil, se sumó, desde el siglo XVI gran Atlántida quedó totalmente
la del salvaje; posteriormente a esta perdida y destruida, y no por un
lista habría que agregar las categorías gran terremoto […], sino por un
de incivilizado y pre-moderno (siglo extraordinario diluvio o inunda-
XVIII) y, para acoger la sugerencia de ción, pues estos países tenían por
Arturo Escobar, ya en el siglo XX, la aquél entonces los más grandes
de subdesarrollado (Cf. 2012, p. 32, ríos y montañas del mundo, aun-
nota 17). Pero los cronistas no fueron que es lo cierto que la inundación
los únicos. Los pensadores europeos en sí no fue profunda, pues en la
se deleitaron con las descripciones del mayoría de los lugares no pasó de
Nuevo Mundo exótico y periférico y cuarenta pies, y aunque en general
desde diferentes perspectivas hicieron destruyó hombres y bestias, unos
alusiones a estas tierras, su naturale- cuantos salvajes, habitantes de
za, geografía y a sus habitantes. Esas los montes, lograron escapar. Los
alusiones –benévolas algunas y de- pájaros se salvaron volando a la
gradantes y difamatorias las otras– se copa de árboles altos y a las mon-

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tañas. En cuanto a los hombres, enorgullecía eran las plumas de las


si bien en muchos lugares tenían aves, y aun estos les venía también
edificios que no llegó a cubrir el de sus antecesores montañeses
agua, como esta inundación, aun- a los que siempre atrajo el vuelo
que superficial, duró largo tiempo, infinito de los pájaros que se re-
los del valle que no se ahogaron montaban a las tierras altas, mien-
perecieron por falta de comida y tras abajo se deslizaban las aguas.
otras cosas necesarias. Así que no Así que aquí tenéis cómo, a causa
hay que maravillarse de la escasa de este gran accidente del tiempo,
población de América, ni de la ru- perdimos nuestro tráfico con las
deza e ignorancia del pueblo, pues Américas, con las cuales por estar
hay que considerar a los habitan- relativamente más cercanas man-
tes de América como un pueblo teníamos la mayor parte de nuestro
joven, por lo menos mil años más comercio (Bacon, 1994, pp. 249-
joven que el resto del mundo, ya 250, todos los resaltados son míos,
que tanto ha sido el tiempo trans- D.P.).
currido entre el Diluvio Universal
y esta inundación. Pues el resto de Francis Bacon aquí menciona varios
semilla humana que quedó en las aspectos que serán tópicos en la “dis-
montañas, pobló el país otra vez puta del Nuevo Mundo” en su época
lentamente, y como eran gentes y los siglos XVIII y subsiguientes.
simples y salvajes [no como Noé Una de ellas, la existencia de varios
y sus hijos que pertenecían a la fa- diluvios. Antonello Gerbi –que ha es-
milia más principal de la tierra], no tudiado estos temas con una extrema
pudieron dejar a la posteridad es- minuciosidad, en el libro mencionado
crituras, obras de arte, ni ningún con citas en todas las lenguas y miles
indicio de civilización. Además, de fuentes y referencias– sostiene que
como por razón del frio extremo
de aquellas regiones se habían la hipótesis de un diluvio, o mejor
acostumbrado a sus montañas vi- dicho de un medio diluvio, solo
viendas a vestirse con pieles de americano, ya había sido propues-
tigres, osos grandes y cabras pelu- ta por sir Francis Bacon […] y no
das que tenían por aquellas partes; en una, sino en dos de sus obras
cuando después bajaron al valle y más conocidas, la Nueva Atlántida
se encontraron con el calor intole- y el último de los Ensayos civiles y
rable que allí hacía, ignorando los morales (Gerbi, 1993, p. 77).
medios para proporcionarse vesti-
duras ligeras se vieron obligados Lo importante de la tesis de un dilu-
a implantarse la costumbre, que vio americano (o inundación como la
todavía continúa hoy, de ir desnu- llama Bacon en el texto citado) es que
dos. Lo único que les fascinaba y a partir de él se pueden ofrecer otras

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explicaciones que remiten a los tópi- rica que para el canciller, en una épo-
cos de la “calumnia de América” que ca, tuvo relaciones comerciales con
se dio en esos siglos en Europa. En su isla en el pacífico, gobernada por
primer lugar, a la juventud del conti- hombres de ciencia que querían: “el
nente americano frente a Europa. Esa conocimiento de las causas y secretas
juventud se daba en términos geográ- nociones de las cosas”, así como “el
ficos, de la naturaleza y, por supues- engrandecimiento de los límites de
to, de los habitantes. Tratándose de la la mente humana para la realización
geografía, la juventud explicaba nues- de todas las cosas posibles” (Bacon,
tra mayor humedad, la falta de seque- 1994, p. 263).
dad de estas tierras y la abundancia de
bichos molestos. En segundo lugar, Francis Bacon fue uno de los precur-
según veremos con Buffon, también sores –un pro-Ilustrado podríamos de-
explicaría el menor tamaño de ciertas cir– de la disputa del Nuevo Mundo
especies entre nosotros. Y, en tercer del siglo XVIII y siguientes; el mismo
lugar, tratándose de la civilización, la profeta que vaticinó el mundo de la
juventud de América fue convertida tecno-genética –y otros sueños aún no
en inmadurez, infantilismo, esto es, realizados– que se nos viene encima,
incivilización o salvajismo, bestiali- tal como aparece en su escrito Mag-
dad. nalia Naturae cuando se refirió a los
proyectos de la ciencia:
Con el diluvio también se puede ex-
plicar la falta de población en Amé- El prolongamiento de la vida, la
rica. Sabemos que la poca población restitución de la juventud en cier-
del continente se debió a las matan- ta medida. El retardamiento de la
zas, a la explotación y a las enferme- vejez. La curación de las enfer-
dades para las cuales los indígenas no medades tenidas como incurables.
tenían defensas, sin embargo, Bacon La mitigación del dolor. Modos
explica la poca población acudiendo de purgarse menos desagradables.
al diluvio. En resumen, la inundación La mayor resistencia al dolor y
no solo explica, de una manera cari- a la tortura. La alteración de la
caturesca por qué los indígenas andan complexión física, de la gordura
desnudos, con tapa-rabos y plumas (la blanda y de la delgadez. La modi-
visión exótica que Hollywood y los ficación de la estatura. La modifi-
europeos tienen de este mundo), sino cación de los rasgos fisionómicos.
la juventud, la falta de civilización El acrecentamiento y la exaltación
(pues “no pudieron dejar a la posteri- de las capacidades intelectuales.
dad escrituras, obras de arte, ni nin- La transformación de los cuerpos
gún indicio de civilización”), a la vez en nuevos cuerpos. La creación
que alude a la agreste geografía y los de especies nuevas. El trasplan-
inmensos ríos de América. Una Amé- te entre diferentes especies. […]

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Instrumentos de destrucción béli- en Buffon, quien junto con De Paw y


ca. Producción de la risa y de es- William Robertson fueron los mayo-
tados de ánimo alegres. Fuerza de res exponentes de una interpretación
la imaginación actuante sobre otro maniquea de América, para mostrar
cuerpo y sobre el propio. Acelera- someramente cómo ya en Bacon apa-
ción del tiempo de la maduración. recen algunos rasgos de esa calumnia.
Extracción de alimentos de sustan-
cias no consideradas alimenticias. Buffon (1707-1788), naturalista, bo-
Producción de nuevos hilados tánico, matemático, biólogo, cosmó-
para tejidos y de nuevos materia- logo y escritor francés, cuyo nombre
les para fabricar papel, vidrio, etc. fue Georges-Lois Lecler, afirmó en su
Adivinación por medios naturales. monumental obra Historia natural,
Ilusiones de los sentidos. Mayor general y particular (Histoire natu-
placer para los sentidos. Minerales relle, générale et particulière) (1749-
y cementos artificiales (Citado en 1788), que las especies de América
Zambrano, 2004, p. 129). eran inferiores a las del Viejo Mundo.
Para él, el león del Viejo Mundo era
3. Bacon y La disputa del Nuevo el puma de América, lo mismo que el
Mundo en el siglo XVIII elefante fue comparado con el tapir
amazónico. Sustentó sus afirmaciones
Frente a las reacciones causadas por en hechos que tienen un sustento real,
las afirmaciones de Hegel sobre Amé- es decir verídicos, empíricos, pues
rica en su libro Lecciones sobre la fi- era fácil, verbigracia, ver un puma en
losofía de la historia universal (1974, América, pero que en realidad no lo
pp. 169-177), según las cuales Amé- autorizaban a sacar sus conclusiones.
rica es inferior, sus habitantes sucum- Por ejemplo, es cierto que en América
ben ante civilizaciones más fuertes, no había rinocerontes, hipopótamos,
donde América está por fuera de la camellos, dromedarios, jirafas; pero
historia universal –como si el espíritu esta comprobación lo llevó a reafir-
en su marcha hacia la libertad no hu- mar su tesis de que los animales gran-
biera pasado por estas tierras–, y tras des no existían en América, por lo
el comentario que sobre Hegel hizo cual los animales americanos eran en
en España Ortega y Gasset en su artí- general inferiores y más degenerados.
culo “Hegel y América” de 1924, An-
tonello Gerbi recuerda que Hegel no Buffon afirmó también que las espe-
es el inventor de la tesis de la inferio- cies traídas de Europa a América se
ridad de América, sino que “La tesis habían achicado (1993, p. 9). Antone-
de la “debilidad” o “inmadurez” del llo Gerbi resume esto magistralmente
continente americano […] nace con diciendo:
Buffon a mediados del siglo XVIII”
(1993, p. 7). Detangámonos, pues, Se puede ahora dar un paso adelan-

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te en el razonamiento. Los anima- ban muchos insectos y bichos dañi-


les indígenas (sic) son pocos y de nos. En estas tierras el hombre es más
escasa corpulencia. Los animales cercano a los animales de sangre fría,
importados se han achicado o se el hombre carece de amor (Bacon se
han hecho menos suculentos (con refirió a este asunto con la expresión
excepción del cerdo). Así, pues, el “casi impotentes”) y no domina la
ambiente, la naturaleza americana naturaleza. Buffon estableció una re-
es hostil al desarrollo de los ani- lación entre el agua, la humedad y la
males. generación de los nocivos insectos,
las plagas y los reptiles. Como dice
Estas observaciones son trasladadas Gerbi:
al hombre: pocos y débiles los indíge-
nas del Nuevo Mundo no han podido Seguía de ese modo bajo la suges-
dominar la naturaleza hostil, es decir, tión de que ciertas formas inferio-
como vimos en Bacon, por ejemplo, res de vida nacían de la humedad
el americano ignoraba “los medios y de la podredumbre. Lo podrido,
para proporcionarse vestiduras lige- lo empantanado y lo recién nacido
ras” cuando bajaron de las monta- debían ser, para él, aspectos cone-
ñas, lo cual implica no poder someter xos de una sola realidad, lo cual
la naturaleza. Los americanos, para nos ayuda a entender por qué su
Buffon, no han sabido vencer y so- pensamiento acerca de la naturale-
juzgar las fuerzas vírgenes y endere- za americana oscilaba entre la in-
zarlas a su propia utilidad. En lugar madurez y la decadencia, entre un
de hacer algo por el desarrollo de las mundo embrionario y un mundo
especies animales y el mejoramien- en putrefacción (1993, p. 14).
to de las razas domésticas, el hom-
bre mismo ha permanecido sujeto al Es decir, Buffon creía en la gene-
“control” de la naturaleza, ha seguido ración espontánea, lo cual fue des-
siendo un elemento pasivo de ella, un mentido por Pasteur. También creía
animal de tantos –apenas primus inter que de las ciénagas, los pantanos y el
pares–” (1993, pp. 10-11). agua surgían los sapos. Dice Gerbi:
“América, húmeda, madre prolífica
Pero el asunto no para ahí. Pues de diminutos y malvados animalejos,
Buffon, de acuerdo con el exhaustivo estéril de magnánimas fieras, debía de
análisis de Gerbi, también afirmó que presentar a los ojos de Buffon todos
en ninguna parte del globo son tan los estigmas de una repugnante de-
grandes los insectos como en Amé- bilidad orgánica” (1993, p. 16). Esa
rica. Esto está dicho negativamen- debilidad orgánica se puede explicar,
te, pues Buffon pensaba que gracias siguiendo la tesis de Bacon, debido a
al aspecto pantanoso del paisaje y la la juventud geológica de América, a la
gran humedad en América prolifera- inmadurez de la tierra.

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18 Francis Bacon y la Calumnia de América

Todo esto en Buffon empataba con primitivo, la hacen aparecer como el


algunas tesis sustentadas en Europa pasado del Viejo Mundo; América
según las cuales los animales peque- estaba, pues, en un estado anterior de
ños se reproducían más rápido y fá- civilización que la misma Europa ya
cilmente que los grandes, entre ellos, superó con su modernidad. De ahí la
Humboldt y Malthus que hablaron de tesis de la “falacia desarrollista” de-
la prolijidad de los seres pequeños, nunciada entre nosotros por Enrique
sin que ellos, en especial Humboldt, Dussel, según la cual estos pueblos
dijera que América era inferior, pues deben alcanzar la madurez de Europa,
como muestra Gerbi más adelante en una falacia que ha impuesto a lo largo
su libro, Humboldt habló de lo dife- de nuestra historia un progreso y un
rente que era América y negó su in- desarrollo por la fuerza, que han cos-
ferioridad natural. Por otro lado, el tado muchas víctimas.
mismo Hegel, heredero de Buffon, se
opuso a la tesis que hablaba de ani- La tesis de la inferioridad de las es-
males nacidos del agua. Si bien esa pecies de América la sustenta Buffon
tesis tenía antecedentes en la teología, basándose en un presupuesto tácito:
pues, por ejemplo, Agustín pensaba “Lo grande es mejor que lo chico, de
eso de las ranas (1993, pp. 15, 19: “La que las bestias más corpulentas son
Biblia nos enseña desde las primeras superiores a las menos corpulentas,
líneas que Dios creó el agua antes que de que la fuerza física es atributo de
la tierra y los animales y plantas”). las especies más perfectas”. Como lo
Ocluyendo dice Gerbi: “La humedad evidencia Gerbi, esto es insostenible,
del nuevo mundo tenía que predispo- pues qué diría Buffon hoy de las es-
nerlo, cuando no predestinarlo, a un pecies más grandes que desaparecie-
infinito pulular de insectos, ofidios y ron porque no se pudieron adaptar,
batracios” (1993, p. 20). por ejemplo, los dinosaurios. Por otro
lado, no es posible desechar el papel
Para Buffon América pertenece a la de los animales pequeños en la natu-
prehistoria, pues es un continente que raleza y la perfección de los insectos
salió más tarde de debajo de las aguas que incluso ya se ponía de presente en
y en el cual el hombre aún no domi- aquella época.
na el mundo físico (1993, pp. 20-21).
Recordemos que para Bacon Améri- También hay que decir que en las
ca se inundó mil años después y por teorías de Buffon se llegó a suponer
eso también había salido después del que los dos continentes se habían se-
agua. Podemos decir que para Bacon, parado y que el hombre no se había
América en lo geológico, natural y ci- podido adaptar bien al nuevo suelo.
vilizatorio es más joven que Europa, Y si bien el hombre es distinto de los
pero –se concluye– también su esca- animales, este tuvo el mismo destino
so desarrollo civilizatorio, al ser más al ser puesto en otro escenario (1993,

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pp. 38-39). También Buffon fue cons- En Buffon mismo se advierte esa
ciente de que los “nombres habían instintiva predilección por el Vie-
confundido las cosas”, es decir, que jo Mundo y por su núcleo y sos-
animales que aparentemente eran se- tén, Europa: hay en él, a pesar de
mejantes terminaban asimilándose to- que admira lleno de pasmo a los
talmente, sin hacer énfasis en las dife- grandes carnívoros, un instintivo
rencias, al llamar, por ejemplo, alpaca orgullo de europeo, acostumbra-
al camello. do a observar con curiosidad, sí,
pero también con un leve aire de
Buffon admiró a Montesquieu, quien protección, las extrañas creaturas
sostenía tesis deterministas sobre la de otros climas. Juzgar inmadura
causalidad entre clima y leyes e ins- o degenerada la fauna americana
tituciones políticas, pero que él no equivalía a proclamar madura y
introdujo dentro de esa causalidad al perfecta la del Viejo Mundo, apta
hombre. Por lo demás, estas discusio- para servir de canon y punto de re-
nes (la de animales inferiores) cues- ferencia a cualquier otra fauna, de
tionaban en cierta medida la perfec- cualquier rincón del globo.
ción de la naturaleza hecha por Dios.
Pero esta no era la única discusión: el De aquí se deriva algo que es necesa-
concepto de especie introducido por rio recalcar: la calumnia de América
estos debates también arrojaba una que origina estas disputas por el Nue-
pregunta interesante, pues si el paso vo Mundo, a las que contribuyeron
de una especie de un continente a otro los cronistas, Bacon y los Ilustrados,
la degenera, esto quiere decir que sí se pusieron a favor del mencionado
varían, con lo cual se adelantaba a las eurocentrismo, el cual se formuló, se-
tesis que: “...hablan de una degene- gún Enrique Dussel, a finales del siglo
ración de las especies, de un posible XVIII, es decir, en plena Ilustración.
debilitamiento de éstas en circunstan- Por eso dice Gerbi que:
cias ambientales adversas” (1993, p.
44). Pero además, el problema serio No es simple casualidad que esto
consistía ahora, para la ciencia natu- haya ocurrido en los momentos
ral, en determinar qué hacía que un mismos en que la idea de Europa
animal perteneciera o no a una misma se está haciendo más plena, más
especie, es decir, cuánta diferencia o concreta y orgullosa, no carece de
cuánta similitud se necesitaba para significado el hecho de que, así
que fuera de un tipo o de otro. como la Europa civilizada y políti-
ca se definía entonces en oposición
Buffon aportó a la “Geografía zoo- al Asia y al África, la Europa físi-
lógica”, pero sus estudios tienen, al ca se haya hecho solidaria de los
menos dos limitaciones: la primera: el otros continentes del Viejo Mundo
eurocentrismo. Sostiene Gerbi: y, con gesto impávido, se haya en-

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frentado al mundo americano. Así por una cualidad psíquica, asimis-


como los filósofos y los escritores mo negativa, que era su escasísima
reivindicaban para Europa la pri- paciencia para meterse en detalles
macía de las artes civilizadas y el y minucias (1993, p. 26).
origen de los inventos técnicos y
de los organismo sociales superio- En gran parte de las discusiones pos-
res, y justamente desde el descu- teriores –especialmente en De Paw–
brimiento de América hacían datar no se tuvo ningún problema en afir-
el principio de su nueva y nunca mar abiertamente la inferioridad del
antes vista potencia y riqueza, así hombre americano, que provenía de
Buffon sentencia que todos los la inmadurez natural de América. Los
animales, sin género de duda, fue- propios criollos nuestros tuvieron
ron creados en el Viejo Mundo, del que defenderse ante esta “calumnia
cual emigraron al Nuevo, donde de América”, la cual era usada por
habían de degenerar casi siempre” los españoles para sustentar la nece-
(1993, pp. 42-43; resaltados míos, sidad del tutelaje que los habitantes
D.P.). de este continente necesitaban. Los
españoles, siguiendo en parte la tesis
La segunda limitación que pone de de Buffon, sostenían que el hombre
presente Gerbi es que tal vez la teoría criollo por el solo hecho de nacer en
de Buffon solo provenga de su mega- estas tierras era “degenerado” o “infe-
lomanía y de su miopía: rior” por lo cual la Independencia no
se podía permitir. Sobre todos estos
La predilección de Buffon por aspectos podemos encontrar grandes
los animales grandes tiene tal vez referencias en el libro citado de Anto-
como origen, e indudablemente nello Gerbi.
como componente psicológico, su
propia prestancia física personal. A modo de conclusión
Buffon era corpulento y fuerte, y
estaba orgulloso de serlo. Su apa- Las llamadas “utopías del Renaci-
riencia y su estatura, en opinión de miento” no se pueden concebir en
Hume, eran más las de un mariscal realidad sin el Descubrimiento de
de Francia que las de un hombre 1492. Este estremeció la cosmovi-
de ciencia. sión que Europa tenía de sí misma y
del mundo, originando interesantes y
Asimismo: Su desprecio por los peculiares discusiones en torno a la
bichejos pequeñísimos estaba re- naturaleza y también de carácter teo-
forzado por otra de sus cualida- lógico. En este panorama se inscribe
des fisiológicas: precisamente la el proyecto de Bacon, tanto en el pla-
miopía, una miopía que ni siquiera no científico como el utópico, además
le permitía usar el microscopio, y de ser escatológico. En este sentido,

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la Nueva Atlántida, su libro póstumo, Dussel, E. (2007). Política de la li-


es influido por las discusiones y las beración. Historia mundial y crítica.
noticias que se tenían de América. De Madrid: Trotta.
ahí que sus aserciones sobre este con-
tinente, aún desconocido en la Europa Escobar, A. (2012). Una minga para
de la época, contiene una buena canti- el postdesarrollo. Lugar, medio am-
dad de afirmaciones que alimentaron biente y movimientos sociales en las
la visión exótica que el Viejo Mundo transformaciones globales. Bogotá:
se hizo del Nuevo. Esas aseveracio- Ediciones Desde Abajo.
nes basadas en el desconocimiento o
en meras especulaciones alimentaron Farrington, B. (1971). Francis Bacon,
las pintorescas visiones sobre nuestro filósofo de la Revolución Industrial.
mundo que proliferaron en el siglo Madrid: Editorial Ayuso.
XVII llamadas por Gerbi la “Dispu-
ta del Nuevo Mundo” (como las de Gerbi, A. (1993). La disputa del Nue-
Buffon, Kant o Hegel) y fomentaron vo Mundo. Historia de una polémica
el complejo de inferioridad del lati- 1750-1900. México: Fondo de Cultu-
noamericano y, el correlativo, de su- ra Económica.
perioridad del europeo. Un problema
que está en la base, por ejemplo, del Góngora, M. (2003). “El Nuevo Mun-
colonialismo intelectual y de la sub- do en algunas escatologías y utopías
alternidad y dependencia de Nuestra de los siglos XVI a XVIII”. En Histo-
América. ria de las ideas en América española
y otros ensayos, Compilación, prólo-
Referencias go y notas de Oscar Julián Guerrero.
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En Utopías del Renacimiento. Bogo- drid: Tecnos.
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