Infecciones bacterianas de Piel

Generalidades
¿Qué son? Son un conjunto heterogéneo de procesos infecciosos, con o sin respuesta inflamatoria
local o sistémica. Está formado por una gran variedad de cuadros clínicos con compromiso,
gravedad y evolución diferentes.

Vías de ingreso: inoculación directa (más frecuente), vía hemática o linfática, o por contigüidad
(cercanía).

Piel (inoculación directa): La piel y sus anexos constituyen la principal barrera estructural de
defensa del organismo frente a agentes externos, estando formada por 3 capas: epidermis, capa
verdaderamente protectora, más superficial y avascular; dermis, y tejido celular subcutáneo),
capas más profundas y vascularizadas.

La epidermis está dividida en 5 estratos: germinativo, espinoso, granuloso y lúcido y córneo (el
más externo, en contacto directo con el medio ambiente). La dermis, se divide en dermis papilar y
dermis reticular constituida entre otros, colágeno tipo III (papilar) I (reticular), fibras elásticas y
mucopolisacáridos; además en esta capa se encuentran las glándulas sebáceas, sudoríparas y
folículos pilosos.

Existe un constante equilibrio entre las defensas que proporcionan la piel y los factores nocivos, de
manera que la eliminación de ese equilibrio puede favorecer el desarrollo de una infección por
bacterias oportunistas. El principal factor de defensa es la integridad de la barrera cutánea,
también se encuentran la flora saprofita (especialmente staphylococcus coagulasa negativos,
Propionebacterium, Corynebacterium) acidos grasos, pH ligeramente acido (entre 7 y 5.5),
inmunidad (linfocitos T, macrófagos y mastocitos); en cambio, los factores nocivos son la
colonización cutánea por flora transitoria (piel con pérdida de integridad de tejidos, contacto con
personas colonizadas) o toxinas principalmente.

Algunos factores que pueden alterar este equilibrio y favorecer las infecciones cutáneas son la
humedad, el aumento de temperatura, diversas enfermedades, inmunosupresión, o el uso de
algunos antibióticos.

Etiología: Las bacterias más importantes como flora transitoria de la piel, y por lo tanto, implicadas
en infecciones cutáneas, son Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes.

Otras bacterias que producen infecciones de piel con menos frecuencia son Streptococcus
agalactiae, y Clostridium. En mordeduras o heridas la infección puede ser polimicrobiana.

Diagnóstico: El diagnóstico de la mayoría de las infecciones cutáneas es clínico, dado que muchas
de estas infecciones presentan características patognomónicas 1. En ocasiones, por mala
respuesta al tratamiento empírico, recidiva o necesidad de un diagnóstico preciso ante cuadros
potencialmente graves pueden ser necesarios estudios micro-biológicos o histológicos (tinción,
cultivo y estudio de sensibilidad)

1 Signos y síntomas que si están presentes aseguran que el paciente padece un determinado trastorno
Tratamiento: Como norma general, hay que usar un antibiótico que cubra S. aureus y S. pyogenes:
En infecciones superficiales, poco extensas, podría utilizarse un antibiótico tópico (como ácido
fusídico, mupirocina o retapamulina). Antibioticos de uso sistémico: Amoxicilina-clavulanato),
cefalosporinas de 1º y 2º Gen.

Si se identifica el microorganismo se debe ajustar el tratamiento. En casos de hipersensibilidad a B

lactamicos: macrolidos o clindamicina (grupo lincosamida).

En RN y lactantes: antibióticos con cobertura a enterobacterias: cefazolina (cefalosporina de 1ra

Gen) o cloxacilina (penicilina resistente a b-lactamasas)+ gentamicina (aminoglucosido) o
cefotaxima (cefalosporina de 3ra Gen).

Clasificación: Primarias con o sin necrosis y Secundarias o sobreinfecciones. Las infecciones

primarias se producen cuando los microorganismos, generalmente Streptococcus pyogenes o
Staphylococcus aureus, invaden una piel previamente sana. Las infecciones secundarias o
sobreinfecciones cutáneas se originan sobre una dermatosis preexistente.

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