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Glicoproteínas de la matriz extracelular

1.0 INTRODUCCIÓN:
Los componentes más importantes de la matriz extracelular, lo constituyen el colágeno y los
proteoglicanos. Sin embargo, existe un grupo de proteínas no colágenas de la matriz, que además de unirse al
colágeno y a los proteoglicanos lo hace a receptores específicos de la membrana celular. Son las
glicoproteinas. Esta interacción permite mantener la organización de la matriz, regulando por ejemplo la
adhesión, migración y forma celular. Estas glicoproteinas son reguladores cruciales del microambiente
celular.
En el presente informe se describirán las Glicoproteínas de la Matriz extracelular, considerando su
estructura, acción y ubicación.

2.0 DESARROLLO:
Las glicoproteínas se distinguen de los proteoglicanos por su mayor contenido de proteínas (85%-90%
del peso molecular), y porque a sus cadenas laterales de polisacáridos son de diferente naturaleza.
Frecuentemente contienen hexosamina, galactosa y otros azucares con ácido siálico. Además, su formación
comienza cuando las proteínas de membrana que se sintetizan en el retículo endoplasmático rugoso, se envían
al complejo de Golgi en vesículas que se fusionan con él. Así, dentro de los sacos del complejo de Golgi, se
produce el enlace final de los glúcidos con las proteínas; formando las Glucoproteínas, que luego se dirigen
en vesículas al lugar correcto.
Las glicoproteínas reconocidas de la matriz extracelular son la fibronectina, laminina, enactina,
trombospondina, fibrilina, tenascina y undulina.

• Fibronectina: es la glicoproteina más importante de la matriz extracelular, su peso molecular es


de 440000 D, con un contenido de 5 % de hidrato de carbono y compuesta por dos cadenas de 220000 a
250000 unidas por puentes disulfuro. Así, cada molécula se compone de dos subunidades unidas
mediante enlaces disulfuro y en cada subunidad, hay varios dominios globulares con sitios de unión para
el colágeno, heparina, fibrina y determinadas proteínas. Forma parte de la matriz extracelular del tejido
conjuntivo, de la lamina basal, de los epitelios, de la lamina externa que envuelve a las fibras musculares
lisas y esqueléticas y a las células de Schwan.
La sintetizan los fibroblastos del tejido conectivo, astrocitos del tejido nervioso, y mioblastos del tejido
muscular ( en conjunto producen la llamada fibronectina celular), las células endoteliales y
hepatocitos( fibronectina circulante), y las células amnióticas.
Debido a que no es directamente visible al microscopio, lo que sabemos de su estructura se debe a su
localización inmunohistoquimica mediante anticuerpos fluorescentes.
La molécula de fibronectina tiene a lo largo de su cadena un conjunto de puntos de enlace o receptores
altamente específicos para las macromoléculas de superficie celular y de la matriz extracelular. Estos
puntos de enlace permiten a la fibronectina establecer adhesiones intercelulares, con diversos tipos de
colágeno, con el ácido hialuronico, otros aminoglicanos, fibrina y con la acetilcolinesterasa de la sinapsis
y placa motora. El receptor de la fibronectina que existe en las membranas celulares forma parte de la
familia de receptores de superficie celular, denominadas integrinas, que interaccionan con diversas
glucoproteinas de la matriz extracelular. Algunas de estas integrinas también tienen una región
citoplasmática que se une a los componentes del citoesqueleto, por lo que enlazan las proteínas
estructurales del interior de la célula con las de la sustancia fundamental que las rodea. La fibronectina
circulante se une a la fibrina y es posible que participe en la coagulación.

• Entactina: Es una Glucoproteína sulfatada que forma parte de la lámina basal, como la laminina
y se cree que une a la laminina con el colágeno tipo IV.

• Laminina: es una gran molécula glicoproteica sulfatada con un 15 % de hidrato de carbono, con
forma de cruz. Esta compuesta por 3 cadenas, una cadena A de 400000 D y dos cadenas B de 200000 D
cada una, unidas en forma covalente por puentes disulfuro, para formar una molécula de
aproximadamente 1000000 a 1100000 D. A la microscopia electrónica muestra una estructura única
asimétrica, con un brazo largo (75nm) y tres brazos cortos (35nm) unidos. El brazo largo puede estar
formado por las cadenas B y los brazos cortos pertenecer a 3 cadenas A.
Se une a la membrana de las células epiteliales y musculares, al colágeno tipo IV y a los proteoglicanos
de heparan sulfato, y ha sido posible identificar en la molécula de laminina las regiones de unión de cada
una de estas estructuras. Esta es elaborada por la mayoría de las células epiteliales y endoteliales. Las
múltiples interacciones de la laminina permiten que desempeñe un papel fundamental en el ensamblaje de
la lamina basal. No solo une las células epiteliales a su lamina basal sino que también influye en su
fenotipo. Cuando se cultivan en geles de colágeno tipo I, las células epiteliales que carecen de lamina
basal modifican la naturaleza de sus filamentos intermedios, dejan de sintetizar sus productos normales y
se transforman en células transformadas tipo fibroblastos. Sin embargo cuando se cultivan en geles que
contienen lamina basal, y que por lo tanto contienen laminina, se mantiene su estado diferencial normal.
Por todo aquello es probable que la laminina pueda influir en la forma y función celular.

• Trombospondina: es una glucoproteina de adhesión de peso molecular 420000 D, formada por


tres subunidades de 160000 D unidas por puentes disulfuro. Fue identificada primero como producto que
secretaban las plaquetas activadas durante la coagulación de la sangre; en realidad, es la proteína más
abundante en los gránulos de las plaquetas. Se une al fibrinogeno, al plasmalogen y al activador del
plasmalogen, y es escencial en la coagulación sanguínea. La trombospondina se une también al
colágeno, la heparina y la fibronectina, y ha sido localizada mediante anticuerpos fluorescentes en
diversos tejidos como el músculo, la piel, y los vasos sanguíneos. La sintetizan los fibroblastos del tejido
conjuntivo, las células endoteliales y las células musculares lisas. Tras su secreción, se une a la superficie
de la célula y a componentes de la matriz extracelular, no obstante, su función precisa en los tejidos
conjuntivos es prácticamente desconocida.

• Fibrilina: es una glicoproteina de peso molecular de 350000 D, distribuida ampliamente en la


matriz extracelular de la dermis, pulmón, riñón, arteria aorta y pulmonar, tendón, músculo, cartílago
elástico, cráneo y zonula ciliar. Esta principalmente asociada a las microfibrillas de las fibras elásticas.

• Tenascina: fue identificada por primera vez en tumores humanos y en la unión miotendinosa del
pollo. Es una proteína hexamérica que se expresa durante la morfogénesis embrionaria, y escasamente
presente en el adulto. Induce la interacción entre células epiteliales y mesenquematicas, en órganos como
el intestino, donde participan en la formación del epitelio. En el adulto reaparecen durante los procesos
infamatorios, de reparación y en tumores malignos. Es sintetizada por células mesenquematicas y esta
conformada por 6 brazos que emanan de una partícula globular central de aprox. 6 nm de diámetro. Estos
brazos son largos, flexibles como los de la fibronectina circulante, pero presentan características
diferentes. Cada brazo mide 87 nm de longitud, lo cual permite extenderse a una distancia de 150 nm.
La tenascina presenta un rol inmunosupresivo sobre células del sistema inmune. Inhibe la adhesión del
monocito a la fibronectina, inhibe la activación del linfocito T por antigenos solubles, por aloantigenos o
por la concavalina A. Se cree que es importante para la migración celular en el sistema nerviosos en
desarrollo.

• Undulina: tiene aspecto de fibras onduladas al microscopio óptico. Sintetizada por las células
almacenadoras de grasa en el hígado, en la placenta, intestino, piel y mucosa oral y por una línea de
células provenientes de rabdomiosarcoma humano.
A microscopia electrónica se ha detectado exclusivamente en la superficie de fibras colágenas maduras
del tejido conectivo.
Esta conformada por un brazo largo de 80 nm de longitud que termina en forma de nódulo en un
extremo, y en uno o dos brazos en el otro extremo. Tiene un peso molecular de 1000 D. Las células
adiposas del hígado sintetizan y liberan undulina estructurada por 3 cadenas polipeptídicas de 270,180 y
190 kD.
Por su relación con el colágeno tipo I, es posible que este relacionada con la organización de la matriz
extracelular, interactuando con el sitio de clivaje de la colagenaza. Al interconectar las fibrillas
colágenas, interviene en la formación de haces fibrilares a nivel de un dominio en el carboxilo terminal
de la cadena alfa 2 del colágeno I. Sin embargo en el hígado es probable que este asociada a la
diferenciación del mesenquima. En general se presenta en matrices diferenciadas.
Se sugiere que pertenece a la superfamilia de glicoproteinas fibronectina-tenascina, todas derivadas de
un gen común.
3.0 CONCLUSIÓN:
Las glicoproteínas son estructuras moleculares formadas principalmente por cadenas aminoacídicas
unidas a una pequeña porción de glúcidos. Se encuentran fundamentalmente en la matriz extracelular
asociadas a componentes tanto de la misma matriz como a estructuras celulares ( receptores), y su función
primordial es la de servir de anclaje de a las células a estructuras de soporte como la lamina basal y
componentes colágenos de la matriz. Contribuyen además, al anclaje de los epitelios a la matriz extracelular.
Dentro de todas estas, destaca la Fibronectina que adopta formas diferentes, todas codificadas por el
mismo gen, y se encuentra en la Matriz extracelular como fibrillas insolubles, pero de manera soluble en la
sangre y otros líquidos tisulares.

4.0 BIBLIOGRAFIA:

1. Geneser, Finn. Histología. Editorial Panamericana. 3ª Edición. Madrid-España,


2002. Páginas: 205-206.
2. Fawcett, D.W. Tratado de Histología. Editorial Interamericana. 12ª Edición.
Madrid- España, 1995. Páginas: 160- 161.
3. Stevens, Alan. Texto y Atlas de Histología. Editorial Mosby/Doyma. Madrid-
España, 1993. Páginas: 46-47.
4. Tchernitchin, Andrei. N. Histología. Editorial Mediterraneo. Santiago- Chile, 1995.
Páginas: 73-75.

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