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Lo que cualquier persona teme

Hace mucho tiempo en un lejano país, cuyo nombre nadie recuerda, y cuya
ubicación todos olvidaron, sucedió una historia increíble. Aquel lugar era muy
avanzado para su época, pero había algo extraño en ese país, todos los
habitantes eran muy similares, desde niños hasta ancianos, cada uno de ellos
tenía la piel blanca como el marfil, el cabello tan rubio que parecía blanco y los
más hermosos ojos de color azul. Pero esta historia no se trata de lo prospero que
fue el país, ni de lo peculiar que eran las personas, esta historia trata del hombre
que llego a cambiar a toda una nación con su revolución.
Era una hermosa mañana de primavera, las aves cantaban, las flores abrían sus
pétalos y los niños estaban felices de poder salir a jugar después de un largo
invierno. En la casa de la familia más prospera de la nación, sucedía algo de gran
alegría para Rodrigo el jefe de la casa, después de muchos años de espera su
mujer le iba a dar su primer hijo, el primogénito, el heredero de toda su dinastía.
Pero su felicidad se vio manchada cuando por fin le permitieron ver al niño, quedo
completamente sorprendido al ver que su hijo tenía la piel morena, el cabello
castaño oscuro y los ojos de un café claro, “¡¿Quién es este niño?!” “¡¿Dónde está
mi hijo?!” –le pregunto a la partera, ella confundida le dijo que ese era su hijo, que
ella misma lo había recibido, él completamente enojado fue a hacerle el reclamo a
su esposa, “¿Con quién me engañaste?” –Le pregunto cogiéndola por los
hombros, pero ella se quedó completamente inmóvil, después de diez años de
matrimonio le dolía que desconfiara de ella, “¡Con nadie!” “¿Cómo puedes pensar
algo así?” –Respondió ella con los ojos llenos de lágrimas, “Pues mira a ese niño”
–dijo él un poco más tranquilo, nunca le había gustado verla llorar, “No tiene
nuestro color de piel, su pelo es oscuro y sus ojos cafés, se parece a los
monstruos del sur”, ella miro al niño y se quedó pasmada al comprobar que su
esposo tenía razón, no se parecía a ninguno de los dos, ni si quiera se parecía a
nadie que viviera en su país, en ese preciso momento recordó algo que paso
antes de su embarazo, algo que pensó podría dejar en el pasado, pero se
equivocó y ahora tendría que decirle la verdad a su amado esposo, “Yo era estéril”
–Dijo mirando hacia otro lado, mientras jugaba con un anillo en su dedo, “pero…
eso, eso es imposible” –Dijo su esposo, “Yo mismo te vi embarazada”, “Hay algo
que no te he contado” –Le respondió ella, “Antes de quedar embarazada, visite
una bruja de troupe, de las troupe que vienen del sur, de las que vienen junto con
todos esos monstruos, como la mujer barbuda o la mujer araña, mientras tú te
divertías con esas novedades, yo la visite y me dijo que yo no podría tener un hijo,
que nunca podría cumplir….” –La interrumpió un fuerte sollozo, su esposo con el
corazón hecho trizas por lo que acababa de oír y por ver a su esposa llorando, la
consoló por un rato, después de un momento pudo continuar, “Ella me dijo que
había una forma en la que yo podría quedar embarazada, pero que esta tendría
consecuencias graves, que mi hijo no saldría como los demás, eso no me importo
yo solo quería sentir la felicidad de tener un hijo, de amarlo y verlo crecer, así que
lo hice, me bebí una pócima que me dio y al mes quede embarazada” –Dijo la
última frase con una determinación que sorprendió a Rodrigo, este miro al bebé y
la miro a ella, “Eso explica porque antes no lo habíamos logrado, te amo por haber
tomado una decisión así, pero debiste hablar conmigo” –Le dijo mientras miraba al
bebé, ella suspiro y tomo un sorbo de agua, “Lo siento no pensé que fuera a pasar
algo así” –Le dijo con la voz quebrada, en ese momento él la tomo de la mano, le
dio un largo beso y le dijo que todo iba a estar bien, que el niño era su hijo y lo
amaría como tal.
Simmon corría por el verde bosque que rodeaba la casa de su padre, le gustaba
mucho ir allí después de cumplir sus deberes, ya que no había nadie a su
alrededor y siempre podía pensar con tranquilidad, pero además de eso le
gustaba estar solo, no solo para pensar, sino porque las demás personas lo
trataban muy mal por su color de piel y eso era algo que él no comprendía, ¿Cómo
era posible que fuera tan distinto a los demás?,¿Por qué no se parecía ni siquiera
a su padre?, esas preguntas rondaban todo el día por la cabeza de Simmon, a
pesar de que nunca le había faltado nada, siempre se sentía solo, diferente, único,
pero nunca sabia de que forma. Esa tarde Simmon fue con sus padres a ver una
feria de artistas itinerantes, a pesar de que no le gustaba salir a eventos públicos
por las miradas que recibía de los demás, siempre desde que tenía memoria había
amado ir a ver a los que llamaban monstruos, disfrutaba viendo a los hermanos
siameses, dos hombres que estaban unidos por su cintura, a la cabra de dos
cabezas, la mujer barbuda y a muchos otros, pero lo que más disfrutaba es que
con ellos se sentía en casa, no se sentía diferente como con sus familiares y
vecinos, para desgracia de Simmon no pudo disfrutar todo el espectáculo ya que
se separó un momento de sus padres y las personas se empezaron a burlar de él,
“Deberías estar con los monstruos, no con nosotros” –Le decían algunos, “Eres
una deshonra para tu familia, no mereces tantos privilegios” –Decían los otros,
justo cuando se iba a ir corriendo apareció el hombre elefante, un hombre que
tenía una enfermedad que hacía que sus extremidades fueran más grades de lo
normal, “¿Qué pasa aquí?” “¿Por qué no se burlan de alguien de su tamaño?” –
Dijo mirándolos con desafío, pero nadie se atrevió a contestar y simplemente se
fueron, “No deberías separarte de tus padres, ya sabes lo cruel que pueden ser
las personas con lo diferente” –Miro a Simmon un rato con compasión en sus ojos,
“Gracias, ¿me ayudarías a buscarlos?” –Contesto Simmon. Después de esa tarde
Simmon pensó mucho en las palabra del hombre elefante, era verdad las
personas eran muy crueles con los que no se parecían a ellos o peor aún los
utilizaban como objetos de entretenimiento como pasaba con el hombre elefante y
sus compañeros, pero ¿por qué actuaban así?, Simmon llego a una conclusión:
hay algo a lo que cualquier persona teme y son las cosas que no entiende, lo que
se sale de lo que han llamado normal, y en el instante que llego a esa conclusión
decidió cambiar la mentalidad de las personas, hacer un mundo mejor para los
monstruos.
Pasaron los años y Simmon recorrió el mundo, buscando la respuesta a una
pregunta que no había podido contestar: ¿Cómo cambiar la mentalidad de su
país?, había pasado por los países del sur, donde las personas tenían un color de
piel muy similar al suyo, en aquellos países nadie lo insultaba, ni siquiera recibía
malas miradas por parte de las personas, se sintió muy bien, pero al mismo tiempo
sintió tristeza al recordar que en su país no era así. Después de un tiempo pudo
encontrar al hombre que estaba buscando, un místico muy conocido por haber
cambiado la forma de pensar de las personas del sur, y hacer que dejaran de
mirar a los que tenían diferencias como si fueran fenómenos. Este hombre le
explico que la mejor forma de hacer que alguien cambie sus pensamientos hacia
otros, es hacerle entender que en el fondo todos son iguales, no hay diferencias,
por eso es que los niños no les importa jugar con alguien así tenga un color de piel
diferente, un origen diferente, pero que lastimosamente a las sociedades solo les
importa lo superficial, lo que se puede tocar, no entienden que la naturaleza puede
tomar muchas formas y tamaños es su proceso creativo, que todo es hermoso si
se mira con ojos de amor. Todo eso hizo pensar a Simmon, el místico tenía razón
la naturaleza hacia muchas maravillas al crear los cuerpos de los seres vivos, en
todo el mundo por mucho que se parecieran dos personas no eran complemente
iguales, pero entonces en su país ¿Por qué todos parecían tan iguales?, ¿Qué los
hacia diferentes al resto del mundo?
Después de esa experiencia en los países bajos, Simmon regreso a su hogar, y
allí descubrió que en su país se presentaron las mismas diferencias corporales
que en el resto del mundo, la cuestión era que eso había sucedido muchos siglos
atrás, insto a su padre para que le contara que había sucedido, este después de
mucho negarse accedió, “Hace mucho tiempo, antes de que existiera la
democracia, vivió un gran científico, este gobernaba nuestro país en su totalidad, y
estaba convencido de que todos debían ser iguales en apariencia, hizo una serie
de experimentos, y logro hacer que los bebés que nacieron fueran casi idénticos,
lo malo fue que todo aquel naciera diferente lo mataba, por esa razón fue
derrocado y fueron elegidas varias familias para gobernar, entre ellas la nuestra,
por eso es que se esta historia, pero nadie más debe saberla, nos quitaría nuestra
identidad”, Simmon no podía creer lo que había escuchado, como era posible que
un solo hombre hubiera cambiado toda una nación, pero si era cierto eso
significaba que él también podía cambiarla.
Simmon decidido a cambiar su país, difundió la historia del científico loco, al
principio nadie le creía y lo denigraban, pero después de un tiempo y con la ayuda
de su familia, logro demostrar que todo era verdad, que aunque todos fueran tan
similares en apariencia, esto nos los hacia únicos, de hecho les habían robado
esta oportunidad, la gente totalmente perdida no sabía qué hacer. Simmon con la
respuesta en sus manos les enseño todo lo que había aprendido del místico y así
surgió una nueva era en su país, todos lo amaban y respetaban, además de esto
nadie volvió a tratar a los que eran en apariencia diferentes como a unos
monstruos.

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