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Latinoamericano
¿Qué tienen en común? Los tres fueron determinantes para la pedagogía de su tiempo
y tuvieron un papel absolutamente destacado en la organización de la educación de
sus países. Les pedimos que relean la cita que sigue y presten especial atención a la
idea dehegemonía y contrahegemonía que presenta:
Para sintetizar
Parte I
Para reflexionar
“(…) tiene por objeto preparar las nuevas generaciones en masa para el uso de
la inteligencia individual, por el conocimiento aunque rudimental de las ciencias
y hechos necesarios para formar la razón, es una institución puramente
moderna, nacida de las decisiones del cristianismo y convertida en derecho por
el espíritu democrático de la asociación actual” (Sarmiento, Educación Popular,
1849:48 y 49)
Para reflexionar
Sigamos. Para abordar el pensamiento sarmientino, para esta clase elegimos hacerlo
desde la implantación del “normalismo” como modelo para organizar la educación.
completa:http://archivohistorico.educ.ar/sites/default/files/III_11_0.pdf
El normalismo argentino fue la forma en la que se organizó, a fines del siglo XIX, la
formación de los maestros a partir de la creación de la Escuela Normal de Paraná en
1870 y, desde allí, la educación básica y común. Hasta entonces, personal con escasa
formación -como capataces de estancia, dependientes de pulpería, procuradores o
extranjeros sin profesión- se ocupaba de la enseñanza elemental (Diker y Teriggi,
1997). Era necesario, desde el modelo sarmientino, luchar contra el “maestro
espontáneo”, contra los curas, contra los educadores influidos por ideas anarquistas,
contra los maestros extranjeros. Había que imponer una lengua, una forma de
relación con la religión, con el Estado y con el aparato productivo (Puiggrós, 1994).
[…] ...el primer término articula lo europeo y el desprecio por lo americano, pero
también se refiere a la democracia, la alfabetización, el antidogmatismo y el
minifundio. La barbarie condensa lo americano y lo autóctono, así como el
analfabetismo, el dogmatismo, el autoritarismo y el latifundio. (Pineau, 1997:27)
Para sintetizar
Erudición y Habilidades
Profesiones y Oficios, en tumulto,
Herencias, Privilegios y Usurpaciones =
es la divisa de las Monarquías
la de las Repúblicas debe ser
Educación Popular
Destinación a Ejercicios útiles
aspiración fundada a la propiedad
Si es quimérica ésta, desprécienla como tal y digan
la MONARQUÍA
es el Gobierno natural de…
la IGNORANCIA
el más legítimo, el más sencillo, el más durable que se conoce;
Pero,
No podemos volver a él, porque las Luces del siglo no lo
consienten.
Perderemos el tiempo en tentativas inútiles.
Rodríguez, Simón, Sociedades Americanas, 1828
Simón Rodríguez decía de sí mismo que era tratado de loco por sus ideas. Fue un
pedagogo que estuvo fuera de su tiempo. Tanto revolucionaba e incomodaba su
pensamiento que no será hasta los últimos años que empezará a recuperar su legado
intelectual en América Latina. El maestro sólo era recordado en su Venezuela natal,
donde recibió permanentemente su merecido homenaje. Pero no había logrado
franquear las puertas de la Patria Grande. Nos tranquiliza que en los últimos años
eso haya empezado a cambiar y podamos acceder a su pensamiento, su proyecto
pedagógico, la medida de su “locura”.
"El alegato de Simón Rodríguez no se perdió ni perdió, sino que quedó configurado
como una deuda, como lo que se debió haber hecho pero no se hizo, como el proyecto
que llevaría a la libertad, la verdadera, la de los ricos y los pobres, haciéndolos
iguales, el proyecto cuya potencia fue advertida casi exclusivamente por los
poderosos, y por esa razón, arrinconado, combatido, acallado, ocultado.
Ni siquiera un siglo y medio después, la idea-propuesta de Simón Rodríguez inspiró
a la educación popular latinoamericana nacida al calor de las luchas de
liberación." [4] (Puiggrós, 2005:43)
"Los negros, los indios, los pobres, los que no tenían condiciones legales para ser
electores ni candidatos a ser elegidos, por falta de instrucción, debían constituir la
base de un sistema educativo que jugara para una democracia que el maestro de
Bolívar soñaba popular." (Puiggrós, 2005:44)
Rodríguez reclamaba por el conjunto de lo que hoy llamamos “minorías”, los quería
todos juntos para trabajar con ellos, para educarlos y compartir con ellos la
experiencia de aprender. Los llamaba “los desarrapados”.
Para reflexionar
En tiempos de Simón Rodríguez, se expandía con gran éxito por América Latina el
“método lancasteriano”. Importado de Inglaterra, representaba la mayor economía
de esfuerzos en la educación masiva de los niños y jóvenes que la revolución
industrial necesitaba. Un maestro y alumnos destacados ocupando el lugar de
“monitores” permitían educar a cientos de niños en un mismo momento. Era efectivo,
veloz y fundamentalmente barato.
Parte II
Para cerrar esta clase, llegamos a la pequeña pero importante República Oriental del
Uruguay. Allí nos detendremos a explorar el pensamiento de José Pedro Varela,
considerado el organizador del sistema educativo uruguayo. En esta clase justamente
podemos ver cómo las ideas pedagógicas a veces se plasman en experiencias
concretas de gobierno y administración del sistema educativo, e impactan en políticas
públicas que llegan a las aulas, de uno u otro modo, si bien no replican exactamente
cómo se las piensa en el plano de la teoría. Algo parecido a lo que nos sucede entre
las planificaciones de nuestras clases, y las experiencias concretas de enseñanza
aprendizaje y las prácticas institucionales. Insistimos en esa cuestión, ya que la idea
de este recorrido por las pedagogías latinoamericanas, situadas en los distintos
contextos epocales y territorios, es que les pueda brindar herramientas para pensar
sus prácticas hoy.
Heredero de la obra de Sarmiento del otro lado del Río, Varela impulsó la creación
de un movimiento educacional llamado “Sociedad de Amigos de la Educación Popular”
donde se gestó la Ley de Educación que fuera aprobada por el gobierno, aunque con
importantes cambios sobre la versión original. Su designación como Inspector
Nacional de Instrucción Pública fue en 1877.
Esta es una posición altamente contraria al centralismo que reinaba en las propuestas
de organización de los sistemas educativos. Se ven allí puntos de contacto con lo que
fue la Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires (1875), diseñada por
Sarmiento, y que si bien fue antecedente de la Ley 1420, ésta no refleja su espíritu
democrático sino que, por el contrario, regula la organización del sistema educativo
argentino bajo la más alta centralidad del gobierno en la Dirección del Consejo
Nacional de Educación.
Varela, para sorpresa de muchos, cedió sin oponer mayores reparos. Justificó su
acción diciendo: “El influjo de la reforma escolar es duradero y profundo. Peso en mi
conciencia ambos hechos y no tengo la menor duda de que hago a mi país más bien
que mal” (Varela en Bralich, 2011:62). Al frente de la Inspección Nacional, Varela
encarnó con fuerza el proyecto que representaba. Lo hizo organizando al sistema
educativo uruguayo de manera centralista y, en muchos casos autoritaria: cesanteó
maestros, si éstos manifestaban desacuerdos con sus lineamientos, y ejercía sutil
presión sobre las Comisiones Departamentales en el mismo sentido. No obstante,
bajo su gestión se alcanzaron logros importantes en la educación uruguaya:
El principal aporte de Varela fue la organización del sistema educativo uruguayo que
adquirió las formas que ya mencionamos. No obstante, las ideas que plasmó en el
proyecto de ley no cayeron en el olvido.
Para finalizar esta clase les dejamos algunas referencias que organizan el
pensamiento de Sarmiento, Rodríguez y Varela en clave de construcción de
hegemonía en la organización de la educación.
Rodríguez
Varela
Ahora sí, llegamos al final de esta clase. Hemos recorrido el pensamiento de tres
exponentes que con sus diversas posturas cubren casi todo el arco de posibilidades
para organizar la educación. A continuación les proponemos actividades, bibliografía
y recomendaciones de películas y literatura para explorar. ¡Nos leemos en el próximo
encuentro!
BIBLIOGRAFÍA
[2] Terán, Oscar, Para leer el Facundo. Civilización y barbarie: cultura de fricción,
Buenos Aires, Capital Intelectual, 2007
[3] Puiggrós, Adriana, Qué pasó en la educación argentina. Breve historia desde la
Conquista hasta el presente, Buenos Aires, Galerna, 2002.
[7] Varela se enfrentaba con un serio problema: la mayor parte de la población era
analfabeta, con lo que se reducía en mucho ese universo de ciudadanos que podían
elegir y ser elegidos.
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