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EL DILEMA DEL PRISIONERO:

Se usa como ejemplo del clásico conflicto entre intereses individuales y


colectivos de quienes toman decisiones, y también para justificar los beneficios
de la colaboración. En este juego, se supone que cada uno de los jugadores, de
forma independiente, trata de maximizar su beneficio sin importarle el resultado
de su adversario.
Dilema del prisionero
Matriz de Pagos
(años de cárcel)
Preso Y
lealtad traición
lealtad 2 \ 2 10 \ 1
Preso X
traición 1 \ 10 5\5
Los pagos a la izquierda o a la derecha de la barra indican los años de cárcel a
los que es condenado el preso X o Y respectivamente según las estrategias que
hayan elegido cada uno de ellos.
En vez de expresar los pagos en años de cárcel, podríamos indicar simplemente
el orden de preferencia de cada preso de los correspondientes resultados, con
lo que el modelo pasa a tener aplicación más general.
Dilema del prisionero
Matriz de Pagos
(orden de preferencias)
Preso Y
lealtad traición
lealtad 2 \ 2 4\1
Preso X
traición 1 \ 4 3 \ 3*
La aplicación de la estrategia maximín conduce en este juego a un resultado
subóptimo. Al no conocer la decisión del otro preso, la estrategia más segura es
traicionar. Si ambos traicionan, el resultado para ambos es peor que si ambos
hubieran elegido la lealtad. Este resultado es un punto de equilibrio de Nash y
está señalado en la matriz mediante un asterisco.
El dilema del prisionero, tal como lo hemos descrito, es un juego de suma no
nula, bipersonal, biestratégico y simétrico. Fue formalizado y analizado por
primera vez por A. W. Tucker en 1950. Es posiblemente el juego más conocido
y estudiado en la teoría de juegos. En base a él se han elaborado multitud de
variaciones, muchas de ellas basadas en la repetición del juego y en el diseño
de estrategias reactivas.

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