KATTY ALEJANDRA QUISPE LAYME

Tacna, 25 de Marzo del 2014

En uno de los capítulos anteriores hemos hablado de la necesidad que tiene el hombre de
conservar la autoestima. ¿Qué es, pues, la autoestima?

E
s la conciencia individual de la propia valía del valor de
cada uno por su calidad de persona humana. Responde a
la compresión de cada uno sobre la propia naturaleza del
ser humano.

l hombre y la mujer se deben a sí mismos esta consideración y aprecio naturales, sean cuales
fueran sus circunstancias personales. El proceso de autoestima es permanente en el hombre
y la mujer. Se basa en la verdad de uno mismo y en la sinceridad espontanea de proyectar en
el pensamiento y en la acción lo que es uno mismo. Esta verdad no es otra cosa que el
conocimiento de las propias limitaciones y de los talentos que todos tenemos para conducirnos
por la vida correctamente, lo que nos conduce a la humanidad.
¿Por qué es necesaria la autoestima? Es condición para el desarrollo armónico de cada
persona, porque solamente partiendo de la propia
dignidad puede impulsar su vida con un
desenvolviendo natural que actualice todas sus
virtudes.

La autoestima es la toma de conciencia de la propia

realidad, en la que cada uno se da cuenta de lo que es
y de lo que puede dar de sí.
1. VENTAJAS DE LA AUTOESTIMA
 La seguridad en uno mismo. Es decir, la persona confía en su capacidad de aprender, de
perfeccionarse, de superar las dificultades que encuentra en su trabajo o en el medio
ambiente.
 Si la persona se autoestima, se respetará a sí misma, y, en consecuencia, sabrá hacerse
respetar también por las demás personas.
 Este auto respeto lleva a cada uno a defender su propia fama, honor y dignidad, y esta
actitud se proyectará al respeto de la fama, honor y dignidad de las demás personas.

2. CADA PERSONA DEBE TENDER A SER MÁS

2.1 La autoestima no se daba en lo que la persona tiene sino en lo que la persona es.
Ejemplo: un joven se respeta sí mismo cuando fortalece su carácter para dedicar al
estudio las horas necesarias.
2.2 No se valora al hombre porque tenga muchas cosas, como dinero, poder, influencia,
etc., sino por lo que el hombre es por su naturaleza misma, por el espíritu y afecto que
acompaña a su cuerpo en su realidad de persona, por ser imagen y semejanza de Dios.