Ahora bien, con relación a aquellos casos en los cuales el obligado nuevamente incumple el
pago de la asistencia familiar, es decir, después emitirse por primera vez, el mandamiento
de apremio contra el obligado y por consiguiente, cumplir seis meses de privación de
libertad, se dispone su libertad, bajo fianza juratoria, pero, nuevamente es apremiado por
segunda vez, por la misma razón, y luego de cumplir otra vez seis meses de su apremio,
solicita su libertad. Al respecto, la SCP 1156/2004-R de 23 de julio, razonó que: “…si bien
la interpretación sobre los alcances y efectos de la norma prevista por el art. 11.II de la
LAPACOP, fue efectuada a través de la citada SC 1049/2001-R, que establecía que: '(…)
en el caso de un apremiado por incumplimiento del pago de asistencia familiar, después de
seis meses de privación de libertad en la cárcel, durante los que no cancela su obligación,
puede el Juez disponer su libertad bajo fianza juratoria. Pero, si nuevamente es apremiado
por la misma razón y vuelve a incumplir su obligación, luego de permanecer en la cárcel
pública otros seis meses, el Juez aplicará la norma prevista por el art. 11 numeral 2) de la
Ley 1602, siendo el efecto que, entre tanto no pague la asistencia familiar no podrá
concedérsele la libertad (…)', sin embargo, al concebirse que en ningún caso se puede
someter al apremiado por asistencia familiar a una restricción de su libertad de manera
indefinida y permanente; aún así sea como efecto del reiterado incumplimiento en el pago
de pensiones de asistencia familiar; es preciso cambiar el señalado entendimiento
jurisprudencial, en sentido de que la privación de libertad del obligado de manera
indefinida constituye no solamente prolongar la limitación sino ingresar al campo de la
supresión del derecho, por lo mismo la medida se convierte en apremio indebido” (las
negrillas son nuestras).