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OBEDIENCIA DEBIDA

Se tiene en cuenta que la obediencia debida tiene presente los diferentes


problemas que conciernen a la obediencia al derecho, dado que sirven de
fundamento al orden social institucionalizado y regula el funcionamiento del
aparato del Estado. Esto implica el establecimiento de un sistema de autoridades
públicas pues tienen la función de proteger los intereses de la comunidad y la
obligación de actuar conforme a la competencia que el orden jurídico les fije, es
pertinente partiendo de lo anterior citar la Ley N°27936 publicado el 12 de febrero
del 2003 LEY DE CONDICIONES DEL EJERCICIO DE LA LEGÍTIMA
DEFENSA, que en sus artículos segundo y tercero expone lo siguiente
respectivamente: articulo 2 evaluación de la legítima defensa “una vez invocada
la legítima defensa debe ser materia de evaluación y decisión por parte del
ministerio público, para efectos de abstenerse de ejercer la acción penal,(...)”;
artículo 3 medida cautelar “ ante la invocación de la legítima defensa, el
Juez(...)impondrá mandato de comparecencia, cuando existan indicios válidos de
legítima defensa”

La constitución nos comenta en su art. 43 que la República Peruana es


democrática, social, independiente y soberana, por tanto quienes ejercen el
poder del Estado lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la
Constitución y las leyes establecen, en tal sentido el sistema tiende a garantizar
que el poder público sea ejercido dentro de los límites constitucionales y legales
para protección de los intereses individuales y colectivos. Los mandatos legales
deben ser manifestaciones del ejercicio legítimo del poder público, pues de esta
manera se plantea la obediencia debida a la ley y sus respectivos mandatos
dictados, si se diera el caso que los límites constitucionales y legales no fueran
respetados es evidente que los mandatos dictados serán ilícitos y también es
evidente que su cumplimiento no es obligatorio, el porque de la ilicitud se da
porque no reúnen las formalidades exigidas, la falta de competencia y/o la
incorrección de su contenido.

Un problema acaecido mucho más complicado es la desobediencia a leyes


arbitrarias inconstitucionales, cabe destacar que la constitución en su art. 46
alude “nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen
funciones públicas en violación de la Constitución y de las Leyes”, es deducible
de lo explicado que el mandato ilícito dictado por una autoridad, supone el
ejercicio indebido del poder público, semejante a la usurpación de poder y por
tanto es atinado la no obediencia del mandato por ser nulo.

Referente a la obediencia debida conforme al Código Penal, tenemos que en el


artículo 20 en sus incisos noveno y décimo primero dice: art.20, inc. 9 “ el que
obra por orden obligatoria de autoridad competente expedida en ejercicio de sus
funciones”; art 20 inc. 11 “El personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional, que en el cumplimiento de su deber y en uso de sus armas en forma
reglamentaria, cause lesiones o muerte”, este último inciso fue modificado por el
Artículo Único de la Ley N° 30151, publicado el 13 de enero de 2014, cuyo texto
quedó de la siguiente manera: “El personal de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional del Perú que, en cumplimiento de su deber y en uso de sus
armas u otro medio de defensa, cause lesiones o muerte” ; se ha discutido
mucho respecto a que la obediencia exima de pena al subordinado no
excluyendo de responsabilidad al superior jerárquico, pues estaría actuando
como autor mediato si lo hizo con dolo (o simplemente como autor culposo, en
caso de no comprobarse el dolo). Es atinado en este contexto citar a Peña quien
afirma que la obediencia debida es “causa de inculpabilidad”, aunque luego
sostenga que ésta se configura “si se obra al amparo de orden lícita”; esta
explicación da a entender que la obediencia debida se toma como una causa de
justificación.
Varios autores parten de que el texto legal hace referencia al cumplimiento de un
mandato de autoridad competente, dentro de dicho autores tenemos a Zuñiga,
quien en relación a la obediencia jerárquica señala “el fundamento dogmático de
la obediencia debida se basa en la permisibilidad o no de mandatos antijurídicos
obligatorios, es decir, el carácter vinculante de órdenes antijurídicas y además de
las condiciones de su tratamiento en Derecho Penal”, por su parte en los demás
autores, nos parece que el factor decisivo se da en la manera como se aborda la
interpretación de la disposición legal.

La discusión teórica respecto a la obediencia debida, suele acaecer


frecuentemente en el extranjero, por ejemplo, en el Código Penal Argentino, en
su artículo 34.5 dispone como eximente que el agente “obrare en virtud de
obediencia debida”; mientras que en el Código Penal uruguayo se prevé, en su
artículo 29, que está exento de responsabilidad el que “ejecuta un acto por
obediencia debida”, pero el legislador uruguayo expreso que para casos de
obediencia debida se deben reunir las siguientes condiciones: “a) Que la orden
emane de una autoridad; b) que dicha autoridad sea competente para darla; c)
que el agente tenga la obligación de cumplirla”. La existencia de una relación de
jerarquía es la de saber apreciar el error. Con referencia a lo anterior se dice “
será apreciado por el Juez teniendo en cuenta su jerarquía administrativa, su
cultura y la gravedad del atentado”

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