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1. Introducción:
Una propuesta no es sólo una «lista de la compra» de las cosas que desea. Una propuesta debe
justificar cada punto de la lista de lo que quiere, de forma que la agencia donante pueda decidir si
está dispuesta a suministrar algunas o todas esas cosas. Usted tiene que saber (y ser capaz de
transmitir) exactamente qué piensa hacer con cada cosa, y es por esto por lo que debe diseñar un
proyecto para llevar a cabo lo que quiere conseguir. Es importante diseñar y formular
cuidadosamente su proyecto. Es igualmente importante escribir una propuesta que atraiga los
fondos necesarios. La redacción de propuestas es una aptitud que requiere ciertos conocimientos
y práctica.
La propuesta de proyecto debe reflejar la situación del trabajo que ya se ha hecho y lógicamente,
se debe exponer. No es suficiente escribir una carta exponiendo su petición. Tiene que demostrar
la necesidad y probar que el proyecto merece los fondos. Recuerde que habrá otras muchas
organizaciones y personas compitiendo por ellos.
Use un lenguaje conciso, claro y simple que exprese exactamente lo que se pretende. Si es
necesario, utilice diagramas o gráficas para ilustrar los puntos clave. Use apéndices para evitar
que el núcleo de la propuesta sea demasiado extenso y la narrativa confusa. Adapte su
presentación a los planteamientos de la agencia. Exprese el deseo de ser entrevistado de forma
personal por la agencia donante una vez que reciban y hayan leído su solicitud.
Y sobre todo . . .
No se desanime si su propuesta no es aceptada. Averigüe las razones e inténtelo con otra
institución.
Quizás usted y sus asociados tengan muchas ideas que quieren llevar a cabo; ven la necesidad de
reducir el analfabetismo y la pobreza, de suministrar agua potable, de mejorar los niveles
sanitarios, de suministrar adiestramiento a personas discapacitadas y muchas más cosas. Aún así,
es necesario que elijan un proyecto que sea muy específico y limiten su meta al deseo de una
simple solución para el problema de mayor prioridad.
Implique a toda la comunidad. Al elegir su proyecto, convoque una reunión y no olvide incluir a
la gente que se ha olvidado con frecuencia en el pasado, mujeres, discapacitados, los más pobres,
los que no tienen voz en la forma en la comunidad toma las decisiones. Compruebe que la gente
que supuestamente se va a beneficiar del proyecto siente que es su proyecto, para su beneficio y
que deben contribuir a él porque les pertenece.
En cualquier caso, no es suficiente elegir su meta. Es preciso hacer una buena planificación,
identificar sus recursos disponibles o potenciales, generar varias estrategias y escoger la más
viable, decidir cómo se va a supervisar (vigilar) el proyecto para asegurarse de que se mantiene
en el buen camino (es decir, que sigue siendo consistente con sus deseos originales) , comprobar
que la contabilidad es transparente y exacta, y decidir qué se va a hacer en cada momento (una
agenda) . Un poco de investigación sobre la ubicación, las características de los habitantes, la
situación y las prestaciones existentes es necesaria para describir el escenario del proyecto. La
mejor manera de asegurarse de que los resultados de esta investigación son auténticos es implicar
a la comunidad y los beneficiarios.
Con su trabajo de base como fondo, querrá comenzar a bosquejar su propuesta. Recomendamos
encarecidamente que obtenga recursos (fondos) de varias fuentes. No deje que su organización o
grupo acabe dependiendo de un sólo donante.
Es necesario descubrir con anterioridad qué fuentes de fondos hay disponibles, gobiernos,
agencias de la ONU, ONG internacionales o fundaciones privadas.
Muchos donantes juzgan según el grado de iniciativa local en la propuesta de proyecto, la
utilización de los recursos disponibles dentro de la zona y los planes del proyecto para
convertirse en autónomo una vez que los fondos iniciales se han agotado.
Su proyecto debe ser práctico, no muy caro, y tener el potencial para poderse repetir en
otras situaciones.