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Un ejemplo de pregunta del examen

Como ya hemos señalado desde el principio en el examen, dado el tiempo que se


dispone para responder a cada pregunta (unos veinte minutos) y, además por el carácter de la
asignatura (únicamente introductoria) y la propia pregunta a la que se tiene que responder, la
respuesta tiene que ser breve (por dar una indicación solo aproximada una buena respuesta
puede ocupar en el mejor de los casos una cara de un folio). Esto implica que para estudiar la
materia tenéis que realizar una y otra vez un trabajo de síntesis (resumir y resumir) y de
selección (los asuntos muy complicados –que los hay a cada paso en la filosofía- pueden por lo
tanto, al menos en cierta medida, quedar aparcados intentando por lo tanto que la respuesta,
en la medida de lo posible, sea clara, ordenada y atenida a lo que se pregunta –sin
divagaciones que sean mero ‘relleno’). Como el mejor modo de proceder es siempre a través
de ejemplos voy a desarrollar una respuesta a una pregunta posible con el fin de que se capte
lo que estoy señalando. Supongamos que la pregunta es esta: “La abstracción en Aristóteles”;
la pregunta se refiere a lo que se expone entre las páginas 157-160 del manual de la
asignatura, pues bien, veamos cómo se puede responder a la cuestión de tal modo que la
respuesta consiga obtener la máxima puntuación (dos puntos por pregunta como sabéis).
Vamos a ello (he elegido deliberadamente una pregunta de las que cabe calificar de “difícil”,
hay muchas otras mucho más fáciles de enfrentar con éxito, afortunadamente).

Pregunta: “La abstracción en Aristóteles”.

Respuesta:

“Con su teoría de la abstracción Aristóteles pretende dar respuesta a un problema que surge
en el campo del conocimiento, de la ciencia o del saber en un amplio sentido.

La cuestión central es la siguiente: según Aristóteles (y también Platón, que abordó este
asunto común de un modo distinto) el conocimiento de la verdad es un conocimiento de
esencias eternas o de formas universales (la esencia de un caballo o la esencia de un triángulo,
estudiadas respectivamente por la física y por la geometría). Sin embargo la experiencia
sensible que ordinariamente tenemos no ofrece por sí sola algo estable, permanente y
universal. ¿Cómo entonces surge el conocimiento propiamente dicho?

Aristóteles afirma que el conocimiento de las esencias inmutables o de las formas eternas se
logra una y otra vez “por abstracción”. “Abstraer” significa separar, aislar, extraer. Puesto que el
conocimiento tiene su punto de partida en la experiencia sensible de las cosas particulares,
múltiples, contingentes y cambiantes la abstracción tiene que “sacar” de ellas lo universal,
unitario, necesario e inmutable (una serie de propiedades esenciales que definen una clase o
especie de cosas). Esta “separación” de lo segundo a partir de lo primero no tiene lugar “en la
cosa conocida” sino solo en el conocimiento de la cosa, es decir, ocurre en el “concepto”, en un
medio “lógico” o “discursivo”.
¿Qué instancia realiza esa “abstracción”? Una facultad de la mente denominada
“entendimiento” (o “inteligencia”). Este entendimiento –la facultad que realiza la operación de
abstraer lo universal de lo particular, etc.- tiene dos lados: un lado potencial y pasivo (que
recibe la forma inteligible) y otro lado agente o en acto (y es este el que extrae o separa lo que
en las cosas conocidas está junto, entremezclado –una forma y una materia).

Finalmente puede destacarse que esta teoría según la cual el conocimiento de lo universal se
realiza por abstracción es una propuesta distinta de la que hizo su maestro Platón. Aristóteles
no aceptaba ni la tesis de que las Ideas están por sí mismas ‘separadas’ del mundo sensible ni
la tesis de que el conocimiento intelectual es un conocimiento intuitivo que se logra por
reminiscencia o ‘recuerdo’, además tampoco acepta el dualismo antropológico platónico (el
cual distingue radicalmente en los hombres su ‘alma’ y su ‘cuerpo’).”

Hasta aquí una respuesta digamos “perfecta” (completa, clara, ordenada, que ‘va al grano’ de
lo que se pregunta pero que, a la vez, comenta o apunta tesis centrales del autor por el que se
pregunta –y que por su generalidad no siempre tienen que estar exactamente en el epígrafe
del que se extrae la pregunta). Como se ve en ella lo primero que tiene que hacerse –siempre
que se pueda o que la pregunta lo permita (o sea, la mayoría de las veces)- es ‘situar’ la
cuestión que se suscita en la pregunta del examen: si se pregunta por la ‘abstracción’ es
importante señalar que con ella Aristóteles intentó aclarar cómo tiene lugar el conocimiento de
lo universal y eterno, etc. Y una vez situado el contenido que se va a exponer se pasa a realizar
propiamente el desarrollo de la pregunta poniendo una tras otra las ideas principales.

Espero que estas indicaciones os sean de ayuda para preparar el examen. Un cordial saludo.

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