Hagamos un poema,

Con tus manos

Y el aroma de tu piel.

Hagamos un poema,

vos,

yo,

nosotros.

Únicos en nuestro amor prófugo,

Escapista y engañoso.

Hagamos un poema,

O mejor, seamos el poema.

Vos,

Yo,

Nosotros.

Únicos en nuestro amor a medias.

Houdini

Esperan las lágrimas en lo profundo del alma,

Junto a la tinta invisible que el tiempo dibuja

Y reconstruir allí el infierno del olvido del amor.

Mi amor y tú amor forjaron el olvido.

Ese olvido que sólo la luz del sol ilumina

A ti, a mí, a nosotros y los otros.

Los abriles naranjas del atardecer

de los enfermos y de los que ya son olvido.

El olvido que corrompe hasta el alma virtuosa,

Que hace que el pobre no recuerde lo que fue.

Es como preguntar a qué vine a este mundo.

Mi amor, esa respuesta está en vos cuando te movés

Te inquietás o cuando sólo pensás en amar.

Amar en silencio ese amor que es tu verdad.

Hay algo más tonto en la vida que llamarme cobarde,

Es llamarme Houdini por mi condición escapista.

Las virtudes olvidadas, el traje a ocultar.

Porque termina el arcoíris en tu alma y la mía

Que viene y se dirige a mis sueños y los tuyos

se cruzan, se abrazan, besan y despedazan.

Tus sueños y los míos que se dicen niños,

Esos niños que juegan a quererse y odiarse,

Soñarse juntos y desesperarse si uno falta.

Falta que hace que mi alma huya y te busque,

Pero me sigue el esqueleto del cuerpo

que ya no es mío sino que es tuyo en el principio.

Cuerpo que siente ausencia y el recuerdo,

Mi cintura gira y anhela un sueño que no vendrá.

Entonces, ya no sé si soy una malvada

que no se deja querer o una buena,

que solo tiene miedo a dejarse querer.