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LOS RETOS DEL PERIODISMO MODERNO La responsabilidad social del periodismo 1.1. La verdad y el contexto en la prensa moderna En una encuesta realizada por el Pew Research Center for the People and the Press, el cien por ciento de los periodistas estadou- nidenses coincidieron en que la tarea principal del periodismo era «registrar los hechos correctamente» (Pew Research Center, 1999). Desafortunadamente, la tarea del periodista en la sociedad moder- na es mucho mas compleja que esto, ya que la veracidad de ciertos hechos, la seleccién de éstos por encima de otros y el contexto en el que se colocan pueden afectar sustancialmente la manera en que el periodista «registra» la realidad. Ya en 1947, la Comisién de la Libertad de Prensa, 0 Comisién Hutchins, se habia dado cuenta de este problema al explorar el pa- pel de la prensa en una sociedad democratica. «El relato de un he- cho aislado», dice el informe de la comisién, «aunque veridico en sf mismo, puede ser engafioso y, de hecho, falso». Por ello, concluye, «ya no es suficiente reportar fielmente un hecho. Ahora es necesario reportar fa verdad acerca de ese hecho» (Commission on the Freedom of the Press, 1947: 22). Veamos un caso que ejemplifica lo que dice la comisién. En el verano de 1993, el semanario Newsweek le dedicé un reportaje de portada al tema de la inmigracién en Estados Unidos. Para estimar el impacto econémico de los inmigrantes, Newsweek utilizé a un es- pecialista de la Universidad de Rice, Donald Huddle, quien esti- maba que los inmigrantes le costarfan al gobierno 50 mil millones de dédlares al ao. Esta impresionante cifra fue ampliamente repor- tada en otros medios estadounidenses como una estimacién verda- dera, basada en la diferencia entre la cantidad de dinero que los inmigrantes pagaban en impuestos y la cantidad que consum/an en servicios gubernamentales. Si aceptamos la nocidn de que la labor del periodista es «regis- tram los hechos, no hay ningun problema con el reportaje de ESCRIBIR EN PRENSA Newsweek. Sin embargo, el «registro» de este hecho como algo «ver- dadero» y «esencial» tenia tres problemas graves: la estimacion era falsa, la calidad de la fuente cuestionable y el contexto alentaba la xenofobia en vez del entendimiento. La estimacién de Huddle era una extrapolacién que usaba so- lamente datos de los inmigrantes del condado de Los Angeles. Esta extrapolacién subestimaba el ingreso promedio anual de cada in- migrante de Estados Unidos en mas de cuatro mil dolares por afo, disminuyendo sustancialmente la cantidad estimada que pagaban en impuestos. Ademds, Huddle no era un observador «imparcial» del fenédmeno migratorio, como lo habia registrado Newsweek. Huddle no habia presentado los resultados de su investigacién a un panel de académicos sino a su patrocinador, una organizacién an- tlinmigrante, Carrying Capacity Network. Finalmente, el contexto no alentaba la comprensidn racional del fendmeno migratorio, si- no la recurrente xenofobia en contra de grupos de inmigrantes no blancos que ha marcado la historia y la politica migratoria de Estados Unidos (Miller, 1994: 22). Por esta razén la Comisién Hutchins plantea que la primera responsabilidad del periodismo contempordneo es con la verdad, en un contexto que promueva el entendimiento racional de la rea- lidad y no el prejuicio racial. Segtin la comisién, para cumplir su responsabilidad social en una democracia, la prensa debe cumplir cinco requisitos. Debe proporcionar: 1. Una relacién veridica, completa e inteligente de los aconte- cimientos diarios en un contexto que les dé significacién. 2. Un foro para el intercambio de comentarios y criticas. 3. Una imagen representativa de los grupos que constituyen la sociedad. 4. La presentacion y la clarificacién de los objetivos y los valo- res de la sociedad. 5. Acceso completo al acontecer diario. Abordemos uno por uno estos requisitos del periodismo y del pertodista. El primero menciona dos aspectos clave que ya explica- mos anteriormente: la veracidad y el contexto. El segundo requisito se refiere a garantizar la diversidad de ideas en el espacio publico. Los medios de comunicaci6én, dice la comisién, deben «asumir la tarea de publicar ideas significativas > LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL PERIODISMO contrarias a las suyas» de manera rutinaria. Aqui existe la preocu- pacion de que, debido a la excesiva concentracién de la propiedad de los medios, no se presenten nunca ante el publico ideas contra- tias a las ideas que defienden esas empresas. Se trata pues de ofre- cer a la sociedad Ja mayor diversidad de opiniones tanto en las paginas de opinién como en las noticias. El tercer requisito es de particular relevancia para grupos que han sido histéricamente ignorados y/o estereotipados por los me- dios. «Un comportamiento responsable», dice la comisién, «signi- fica simplemente que tales imagenes repetidas y resaltadas representen completamente al grupo social. La verdad acerca de cualquier grupo social, aunque no debe excluir sus debilidades y sus vicios, también incluye el reconocimiento de sus valores, sus aspi- raciones y su humanidad comun». Por ejemplo, los afroamericanos apuntan, con razén, que la prensa estadounidense no se interesa por ellos, a menos que haya un descontento popular como el pro- vocado por el juicio de Rodney King. Del mismo modo, los gru- pos indigenas de América han sido constantemente ignorados o tratados de un modo paternalista, a menos que haya conflictos ar- mados como el de los mayas del sur de México 0 los mapuches en Chile. E! cuarto requisito tiene que ver con la necesidad de presentar y clarificar los valores de una nacién por medio de un periodismo realista, que se aleje de la propaganda, aun en momentos en los cuales se proclama la idea de unidad nacional. Durante la reciente invasion de Irak por parte de las tropas estadounidenses y britani- cas, por ejemplo, la prensa norteamericana fue incapaz de criticar las razones utilizadas por el presidente Bush para justificar esta in- vasion, a pesar de que la libertad de prensa estd garantizada por la primera enmienda de la constitucién estadounidense. Finalmente, el quinto requisito se refiere a la aspiraci6n perio- distica de informar a la sociedad de todo lo que sea relevante, sin ocultar informacién ya sea por temor a represalias 0 por ganancia mercantil o politica. Estas responsabilidades sociales del periodismo y del periodista son utiles en este libro porque sirven de guia para los que quieren ejercer un periodismo independiente y relevante para la sociedad. La percepcién de que la prensa tiene una responsabilidad social ha ESCRIBIR EN PRENSA zRzLYy Periodismo internacional: el informe de la Comisién Hutchins La Comision de la Libertad de Prensa, o Comision Hutchins, fue creada y patrocinada por Henry Luce, duefio del imperio periodistico Time-Life, para explorar el papel del periodismo en una so- ciedad democratica. Para la desilusi6n de Luce, quien esperaba un informe favorable hacia la prensa estadounidense, la Comisién Hutchins pu- blicé un informe critico que apuntaba por prime- ra vez los riesgos del monopolio de la propiedad de los medios, la necesidad de cubrir mejor di- versos grupos sociales, la necesidad de transmitir diversas ideas y el papel fundamental de los me- dios independientes en una sociedad democrati- ca. Por ello, la comisién hizo las recomendaciones mencionadas aqui. A pesar de que el informe no tuvo la difusién adecuada en su momento sus re- quisitos de responsabilidad social se han conver- tido en una de las piezas centrales de la ética periodistica y de la cobertura de grupos minori- tarios de Estados Unidos. servido como un poderoso incentivo para aquellos que quieren re- alizar un periodismo independiente y relevante para la sociedad, a diferencia de la prensa dominada por intereses comerciales y poli- ticos. 1.2. Periodismo relevante: El publico como ciudadano «Periodismo civico» es hoy en dia un término de moda para re- ferirse al tipo de periodismo que estd al servicio informativo y edu- cativo de su comunidad. No obstante, el periodismo civico ha existido siempre y a veces con positivos resultados financieros. La mal llamada «prensa étnica» estadounidense ha brindado ejemplos notables del poder del periodismo al servicio de su comunidad. A principios del siglo xx, por ejemplo, el semanario afroameri- cano Chicago Defender, publicado en Chicago pero distribuido mu- chas veces de manera clandestina en los estados del Sur, logré una hazafia extraordinaria. No sdlo ayud6 a que los afroamericanos del LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL PERIODISMO Sur se defendieran en contra de los linchamientos y la segregacién brutal, sino que también alenté a que el cinco por ciento de la po- blacidn negra abandonara el Sur y se mudara a ciudades del Norte, incluida Chicago, en donde la segregacidén no era tan violentamente aplicada por grupos paramilitares como el Ku Klux Klan y se nece- sitaba mano de obra industrial. Este proceso, conocido como la «Gran Migracién», transformé sustancialmente las ciudades del nor- te de Estados Unidos. Entre 1910 y 1920, por ejemplo, la poblacién negra de Chicago crecié en un 128 por ciento. Y el Chicago Defender, fundado por Robert S. Abbott en 1905 con sdlo 25 cen- tavos de capital, se convirtié en el periddico afroamericano mas po- deroso del perfodo de entreguerras con una circulacién de mas de 230.000 ejemplares (Nelson, 1999; Serrin y Serrin, 2002: 185-188). En fechas mds recientes, Ménica Lozano, presidenta del perié- dico angelino La Opinién, el diario en espafiol de mayor circula- cién en Estados Unidos, confirmé la idea de que el periodismo civico en realidad no cra nada nuevo. «Todos estén ocupados ha- blando de periodismo civico, pero nosotros lo hemos practicado por muchos afios» (Rodriguez, 1999: 113). Y no exageraba al afir- mar esto. La Opinién ha cubierto de una manera tan diferente las cruzadas antimexicanas en Estados Unidos en los afos de 1930 y 1950, que las deportaciones masivas de mexicanos y méxicoameri- canos parecian acontecimientos completamente diferentes de los que eran descritos por Los Angeles Times y la gran prensa estadou- nidense en inglés (Chavira, 1976). La Opinion, un periddico leido por muchos inmigrantes lati- nos, también hizo una cobertura diferente de la campafia antiin- migrante del ex gobernador de California, Pete Wilson, que culminé en 1994 con la aprobacidn de la Propuesta 187, la cual proponia negar educacién y servicios de emergencia médica a los inmigrantes —en su mayoria latinos—. Pilar Marrero, jefa de la seccion metropolitana del periddico angelino, resume asi la cober- tura de su diario: «La Opinién, junto con otros medios en espafiol, tomé partido en esta campafia y no unicamente en las paginas editoriales. Estaba bien claro que nuestro trabajo no era sélo registrar pasivamente la informacién sino que teniamos la obligacién de tomar partido por nuestros lectores. La mayoria de los latinos, incluso aquellos que ESCRIBIR EN PRENSA nacieron en este pais, entendieron el racismo que contenia esta pro- puesta y votaron en su contra» (Marrero, 2001: 29; las itdlicas son nuestras). Es por esto por lo que, para Marrero, el periodismo civico es «una estrategia utilizada con frecuencia por los periddicos que sir- ven a comunidades de inmigrantes». Refiriéndose a la cobertura de la campana de destitucién del entonces gobernador de California, Gray Davis, en el 2003, Marrero sintetizé lo que era para ella el pe- riodismo civico. «Al asumir esta perspectiva podemos informar, ex- plicar, interpretar y, a veces, defender los intereses de nuestros lectores» (Marrero, 2003: 64). Y es precisamente ese compromiso del periodista con su publi- co como ciudadano y no como cliente el que interesa resaltar aqui. Hay que recordar que en muchos paises, los periodistas y el traba- jo periodistico estan protegidos por leyes que afirman explicita o implicitamente que la labor periodistica es un bien social y no una mercancia mas. Por ello, es esencial hablar de para quién trabaja el periodista. Para quién trabaja el periodista a responsabilidad social de los medios es esencial en un sis- [ tema verdaderamente democratico. No obstante, todos los sistemas de medios operan bajo ciertas limitaciones impues- tas por el tipo de régimen politico y econémico de un pais. El es- tudio clasico de Herman y Chomsky acerca de la economia politica de los medios en Estados Unidos sostiene que éstos desempefian un papel propagandistico debido a los Ifmites econémicos y politicos bajo los que operan. Por ello, los grandes medios acaban sirviendo a los intereses de grandes empresas y politicos poderosos. Y eso es en gran medida cierto, pero el modelo no da cuenta de las muchas maneras en las cuales este sistema hegeménico es cuestionado por la llamada prensa alternativa y por periodistas que creen gue el pe- riodismo tiene una responsabilidad social con los ciudadanos de un pais. De hecho, la credibilidad de un medio descansa precisamen- te en la nocién de que el periodista trabaja para la sociedad, tal y como lo formulan Kovach y Rosenstiel (2001: 51-52): El compromiso con los ciudadanos es mas que egoismo protesional. Es este contrato implicito con el publico el que le dice a la audiencia que las criticas cinematograficas son honestas, que las resefias de restaurantes no estan influidas por los anunciantes, que la cobertura no esta sesgada en beneficio de los amigos. La nocién de que a aquellos que reportan las noticias no se les ha impedido que investiguen y digan la verdad —aun a costa de otros intereses financieros del dueho— es un prerrequisito para contar la noticia veraz y persuasivamente. Es la razén por la cual los cludadanos creen en una organizacion noticiosa. Es la fuente de nuestra credibilidad. Este es el marco de referencia bajo el cual opera este libro. La obra parte de dos premisas fundamentales. La primera premisa plan- tea que la primera obligacién del periodista es para la sociedad y no para una empresa mercantil, un gobierno o un partido politico. ESCRIBIR EN PRENSA 10 La segunda premisa es que esta nocién de responsabilidad social ha sido compartida por muchos periodistas en el mundo de habla hispana. Por ello, esta seccidn intenta identificar los obsraculos a es- te po de periodismo en el mundo de habla hispana y, al mismo licmpo, ejemplificar de qué manera distintos medios y periodistas comprometidos con la sociedad han transtormado nuestras socie- dades. Serta impensable, por ejemplo, hablar de la transici6n demo- cratica espaniola sin la labor hecha por medios como Ef Pais, quiza cl periddico de mayor influencia en el mundo de habla hispana. Pero on los ultimos tremta atios la concentracién de propiedad de los medios espanoles amenaza a su responsabilidad social. Asimismo, no se podria hablar de la derrota del Partido Revolucionario Institucional en México sin mencionar el papel del periodismo independiente mexicano en medios como Excelsior, Proceso, Lat fornada, £1 Financiero, Zeta, #1 Norte y otros. Pero sa- cudirse un sistema de cooptacién ccondmica del Estado le costo ca- stun siglo al periodismo mexicano v hoy todavia su futuro es INCLErLO. lampoco podemos dejar de lado la gran tradicién de periodis- mo investigative en Colombia y Argentina, los cuales han dado al mundo una de las mas ricas tradiciones de wackrakers que hayan existido en cualguicr idioma, desde 1950. No obstante, todavia hay mucho por hacer ada hora de permitir cl acceso ciudadano a intor- macton publica. Finalmente, tampoco podemos dejar pasar de lado la impor- tante libor que los periodistas de habla hispana han hecho a favor de la poblaci6n latina de Estados Unidos. La posicion de subordi- hacion en que se encuentra el periodismo hispano y las poblacio- nes latinas en Estados Unidos han creado un fuerte periodismo comunitarlo, pocas veces estudiado y reconocide como parte del periodismo en espanol. 2.1. Globalizacién y concentraci6n de medios: El caso espanol En los ultimos 30 anos, el mapa empresarial de los medios de comunicacton ha experimentado en Espana una metamorfosts mas PARA QUIEN TRABAJA EL PERIODISTA visible que en los paises de su entorno. Tras las cuatro décadas del sistema hegeménico de la «prensa del Movimiento» y la television y la radio al servicio del Estado, la transicién trajo consigo la apa- rici6n de numerosos medios de alcance local, regional y nacional, asi como la formacién de diversos grupos que aspiraban a diversifi- carse en distintas areas de la comunicacién, compitiendo con otros de mas solera y nacidos al amparo de periddicos anteriores a la dic- tadura, como Prensa Espafiola con ABC 0 el Grupo God6 con La Vanguardia. En la década de los noventa, la acelerada eliminacién de las fronteras econémicas en la Union Europea impulsé la incorpora- cién de los medios espafioles al fenémeno de concentracién de me- dios que Europa, Estados Unidos y Latinoamérica vivian intensamente desde los afios ochenta. Esta acumulacién de medios de comunicacién en un numero reducido de propietarios representa, como menciondbamos ante- riormente, una de las grandes amenazas contra la libertad de los pe- tiodistas y contra la funciédn social que a estos se les supone (Herman y Chomsky, 1988; Curran y Seaton, 1985; Schiller, 1982; Bagdikian, 1987). Aunque generalmente se alude al efecto pernicioso de la reduc- ci6n de la pluralidad informativa y a los peligros de dominacién cultural cuando los grandes conglomerados atraviesan fronteras, el auténtico conflicto surge de la total integracién de las empresas in- formativas en el proceso de globalizacién econémica y el fuerte componente financiero que la caracteriza. Ast, la rentabilidad se convierte en la prioridad de los directivos de los medios, exigidos en muchos casos por los fondos de inver- sion —probablemente de otro pais— que poseen parte del capital de la empresa y que demandan unos margenes de negocio acordes con los riesgos asumidos por sus depésitos. Junto a la subordina- cion de los criterios necesarios de calidad y responsabilidad social, esta dependencia repercute directamente en el periodista en forma de precariedad laboral y despidos cuando la cuenta de resultados no cuadra con lo esperado. (Ramonet, 2002; Quiréds, 2002). Ademas, la pertenencia a grandes grupos empresariales implica la inevitable vinculacién de los destinos econémicos del medio a los de otras compafilas con intereses en diversos sectores de la actividad 11 ESCRIBIR EN PRENSA 12 industrial, con lo que se compromete seriamente la capacidad del periodista para informar con libertad sobre los temas que pudieran entrar en conflicto con sucesos relacionados con dichas actividades. Telecomunicaciones, construccién, energia y banca son algu- nos de los mas asiduos compafieros de aventuras de las empresas de medios. En estas circunstancias, por ejemplo, mucho habra de me- ditar el director de un medio participado por constructoras y ban- cos el encargo de una serie de reportajes de investigacién sobre la especulacién inmobiliaria y el encarecimiento desorbitado de la vi- vienda. En el extremo de estas nocivas relaciones nos encontramos con el caso de las empresas fabricantes de armamento que se convierten en duefas de medios de comunicacién. El caso mds conocido es el de General Electric, la mayor empresa del mundo por capitaliza- cién bursatil y, entre otras cosas, fabricante de aviones de combate, sistemas de detecciédn de misiles y reactores nucleares, ademas de propietaria de la cadena norteamericana de televisién NBC. Comparte negocios e intereses con Westinghouse, otra gran em- presa con activos en la industria de la guerra, duena del conglome- rado CBS y a su vez incrustada en Viacom, el cuarto gigante de la comunicacién mundial tras AOL Time Warner, Vivendi Universal y Disney. Ya en Europa, y con fuerte implantacion en la edicién de revis- tas en Espafia, encontramos al grupo francés Lagardere, principal grupo editorial de su pais (Hachette, Fayard, Larousse) y formado en torno a un grupo de empresas dedicada a la fabricacién de avio- nes de combate, misiles y helicépteros, entre otros (Bremond, 2003). Aun sin ser demasiado cinicos en el andlisis del clima de opinion que precedié a la invasion de Irak en 2003 por tropas es- tadounidenses, es ldgico pensar que los medios ligados a estos con- glomerados no fueron los mds proactivos a la hora de buscar voces opuestas al discurso oficial del ejecutivo norteamericano. Esta intrincada red de relaciones empresariales no seria posible sin el beneplacito legal de los diferentes gobiernos nacionales. Las tradicionales restricciones que protegian a los medios como un bien cultural han ido dando paso a una interpretacién mas mercantil de la industria de los medios, especialmente en lo que respecta a la PARA QUIEN TRABAJA EL PERIODISTA interpretacion de las leyes que regulaban las tendencias monopollfs- ticas y la propiedad por parte de capitales extranjeros. Lo que comenz6 como el intento por definir de derecho lo que los grandes magnates iban consiguiendo de hecho mediante fusio- nes y adquisiciones, ha acabado convirtiéndose en una peligrosa simbiosis entre gobiernos y grandes empresas de comunicacion, Los favores en la concesién de licencias 0 autorizaciones de compras han terminado con una fuerte vinculacién entre los gobiernos, sus par- tidos y las empresas favorecidas, dando lugar a lo que conocemos como «clientelismo politico» (Hallin and Papathanassopoulos, 2001). A diferencia de lo que sucedia con la prensa del siglo XIX y principios del xx, cuando los periddicos se adscribian a una deter- minada ideologia por cuestiones puramente politicas, los medios de hoy muestran una preocupante tendencia a adquirir la tonalidad del partido que mds favorece su expansién empresarial. El ejemplo mas hiperbdlico lo encontramos en la Italia de Silvio Berlusconi, primer ministro, ministro de asuntos exteriores, hombre mas rico de su pais y duefio de Mediaset, la empresa que controla en cuasi monopolio la televisidn italiana y ostenta una po- sici6n dominante en prensa y edicion de libros, con intereses tam- bién en televisiones de Francia, Espafia y Alemania. Aunque por exagerado la complejidad de su caso implica otras facetas aparte de la mera concentracidn de medios, todo parece indicar que el defi- nitivo ascenso de Berlusconi como magnate de la comunicacién y aspirante a la direccién politica del pais se produce en 1984, cuan- do Bettino Craxi promulga el «Decreto Berlusconi» por el que se revoca la decisién judicial de prohibirle la propiedad de canales de televisién por entrar en conflicto con sus posesiones de periddicos, editoriales y agencias de publicidad (Travaglio, 2001). Las anterio- res y posteriores relaciones —politicas y financieras— entre Craxi y Berlusconi siguen diluciddndose en algunos medios periodisticos y en los tribunales. En el mercado de Ja comunicacién en espafiol tan sdlo Emilio Azcarraga Milmo y su Televisa en México han alcanzado un cierto paralelismo con Berlusconi y Mediaset, tanto en el tamafio de sus corporaciones como en la simbiosis con los intereses de la clase po- litica dirigente, el Partido Revolucionario Institucional, en el caso mexicano. Gracias a su comunién con los intereses del antiguo 13 - ESCRIBIR EN PRENSA 14 Sw, Enlace cultural: Ciudadano Kane Hasta hace poco, el referente universal sobre el magnate de la comunicacidn tipico era el del William Randolph Hearst (1863-1951) tan magis- tralmente representado e interpretado por Orson Welles en Ciudadano Kane. Sin embargo, Hearst, fundador del imperio que hoy conocemos como Hearst Corporation, jamas tuvo un poder media- tico parecido al que poseen hoy Silvio Berlusconi o Rupert Murdoch. En su mejor momento empre- sarial, Hearst llegé a controlar 28 periddicos, 18 revistas y algunas companias en Hollywood, muy lejos de los oligopolios multimedia del italiano o el australiano. Su documentada intervencién en la guerra hispano-norteamericana de 1898 («Traiganme las fotos, yo pondré la guerra») no obedeciéd a su compromiso con el Partido Republicano de! presidente McKinley sino al sim- ple y prosaico deseo de vender mas periddicos: eran los tiempos de la prensa amarilla. Hoy, la Hearst Corporation mantiene una firme posicion en la prensa diaria (San Francisco Chronicle, Houston Chronicle, Seattle Post-Iintelligencer); re- vistas (Cosmopolitan, Esquire, Seventeen) y tele- vision por cable (A&E, ESPN, Cosmopolitan TV, The History Channel, Tevecap Brasil). Televisa partido vobernante —que data de los afos cincuenta tiene atin hoy una presencia dominante en televisién, publicacién de revistas y en la produccién y distribucién de cine, video y mu- sica en México. Con intereses cruzados (Univision, principalmen- te), y participando también de la expansién de Ja audiencia hispana en Estados Unidos, el grupo venezolano Cisneros pugna con Televisa por el liderazgo en la region, llegando los tentdculos de su imperio de embotelladoras y medios de comunicacién a mas de treinta paises (Fox, 2002; Paxman y Saragoza, 2001). En Espafia no se han alcanzado aun estos grados de concentra- cidn y connivencia con el poder, aunque existe total acuerdo en se- falar a Jesus de Polanco y PRISA (Promotora de Informaciones, S.A.) como el modelo espafiol de la concentracién de medios aus- piciada por las buenas relaciones con el partido gobernante. PARA QUIEN TRABAJA EL PERIODISTA Partiendo de un exitoso negocio familiar de ediciédn de libros (Editorial Santillana) y la publicacién del diario que marco la tran- sicidn espafiola hacia la democracia (E/ Pais), PRISA se vio favore- cida en sus deseos de expansién hacia radio y televisién por los sucesivos gobiernos del Partido Socialista Obrero Espanol en el pe- riodo 1982-1996, especialmente en la fusiébn de Cadena Ser y Antena 3 Radio y la concesién del canal de televisién de pago, Canal+ (Colias y Frattini, 1996). A partir de aqui, el imperio PRISA se diversifica (produccién y distribucién de cine y musica, televi- sién digital por satélite, televisién local, Internet, revistas, librerias, prensa econémica y deportiva), se internacionaliza a través sobre todo de la adquisicién de editoriales y cadenas de radio en Latinoamérica y establece acuerdos con otros grandes de la comu- nicacién como Vivendi-Universal (Canal+), AOL-Time Warner (CNN+) y la propia Televisa, mediante la adquisicién del 50 por ciento de Radidpolis, el brazo de radiodifusién del grupo mexica- no, con emisoras en varios pafses del continente americano, donde Prisa es considerada ya uno de los jugadores de referencia. Con el fin de contrarrestar la influencia empresarial ¢ informa- tiva adquirida por PRISA, el Partido Popular se planted desde su llegada al poder en 1996 la necesidad de crear un gran grupo me- didtico que representara el apoyo que PRISA supuso para el PSOE en su tiempo. Se eligidé a la recién privatizada Telefénica y a su sec- tor de medios, Telefénica Media, pues el antiguo monopolio espa- fol de telefonia se vefa asi mismo como una empresa global! de comunicaciones con especial interés en las nuevas tecnologias y la expansion internacional. Asi, a través de compras, obtencién de li- cencias, concesiones gubernamentales y ajustes legales (Valero, 2002), Telefonica Media fue haciéndose un hueco entre los grandes erupos de comunicacién espafioles, ocupando espacios destacados en radio (Onda Cero), televisi6n (Antena 3, Via Digital), Internet (Terra-Lycos) y produccién de contenidos (Endemol, Mediapark Lolafilms). Este intento de creacién de una alternativa a PRISA involucré a otros grupos que temian quedarse en un segundo plano y desaté una auténtica «guerra de medios» en la que cada grupo hubo de to- mar posicion. Estas luchas tuvieron su mejor reflejo en la llamada «guerra digital» (Martinez Soler, 1998) desatada por el control de la televisién digital de pago. Partidos, periddicos y hasta jueces se 15 ESCRIBIR EN PRENSA 16 dividieron al apoyar o atacar la legalidad de la plataforma de PRISA (Canal Satélite Digital) frente a la «gubernamental» (Via Digital). En lo que muchos quisieron ver como una derrota de la politica de medios del gobierno del Partido Popular, ambas plataformas ter- minaron fusionandose en 2003 bajo el paraguas de PRISA a través de Sogecable, mientras que Telefonica Media (ya Admira Media) entraba en el consejo de administracién de Sogecable a través de un 25 por ciento de su accionariado. Pese a su diversificacién e implantacién internacional (Admira, por ejemplo, esta presente en cuatro continentes y mds de veinte paises), los grupos espafioles ocupan un lugar atin secundario en el mapa de los medios europeos y mundiales. Igualmente, la concen- traci6n no ha llegado tampoco al punto en que uno o dos grupos dominen en régimen de oligopolio un sector determinado o un consorcio extranjero tenga una posicién preponderante (salvo en el caso de las revistas especializadas, donde los gigantes europeos do- minan ampliamente). Pero la creciente tendencia a la concentracién es incontestable y ya estan plenamente definidos una serie de grupos que, junto a PRISA y Admira, extienden sus ramificaciones a diversos sectores de la comunicacién, enfrentdndose a veces por el control de deter- minados medios y compartiendo acciones y sillones en consejos de administracién de otros. Estos grupos apuestan cada vez mas por la presencia internacional —-en Europa y Latinoamérica principal- mente— por lo que a su vez tienden a ligar sus intereses a los de otros grandes conglomerados internacionales, sobre todo curopeos. A grandes rasgos, el mapa de los grandes grupos de comunicacién espafioles es, a principios del siglo XXI, el que sigue: PRISA. Intereses en prensa (El Pats, Cinco Dias, As, El Correo de Andalucta y otros diarios locales), television (red de emisoras lo- cales Localia, Canal+, Satélite+, CNN+); radio (Cadena Ser, Cadena Dial, Radio Olé, 40 Principales); revistas (Cinemania, Rolling Stone); edicién de libros (Aguilar, Ediciones El Pais, Santillana, Alfaguara, Taurus, librerfas Crisol, Mangold) y cine (Sogecine, Sogepag, Warner Sogefilms, Warner Lusomundo). Grupo Telefénica: Incluimos aqui las posesiones de Telefénica Contenidos, empresa en la que se escindiéd Admira en 2002 por ra- zones administrativas. Intereses en televisién (Antena 3, Satélite+ PARA QUIEN TRABAJA EL PERIODISTA —a través de Sogecable—, Telefé) y cine y produccién (Lolafilms, Endemol, Mediapark, Telefénica Sport, Telefénica Servicios audio- visuales). Tiene presencia en el mundo editorial a través de un 5% de participacién en el grupo britdnico Pearson, propietario de Recoletos, y posee el 13% del satélite Hispasat. Por incompatibili- dad legal con su participacién en Sogecable, Telefénica se deshizo en 2003 de parte de sus acciones en Antena 3 (vendidas a Planeta). Ya en 2001 habia vendido Onda Cero a la misma Antena 3, des- vinculandose asi del negocio de la radio. Por ultimo, el tercer bra- zo de medios de Telefénica —tras innumerables vaivenes financieros y administrativos— queda constituido por el gigante de Internet Terra-Lycos. Vocento. Surgido como tal en 2001, de la unidn del Grupo Correo y de la editora de ABC, Prensa Espafiola. Intereses en prensa (ABC, El Correo EspanollEl Pueblo Vasco, Diario Vasco, Diario Montanés, La Rioja, Ideal, Hoy, El Norte de Castilla y otros diarios locales); televisién (un 25% de Telecinco, Rioja TV, Ideal TV, Huelva Televisién, Teledonosti, y hasta 18 canales locales); re- vistas y suplementos (E/ Semanal, Prensa Rutas, Mediatika), ade- mas de participaciones en la agencia Colpisa y emisoras de radio (COPE), agencias de publicidad y empresas de distribucién e im- presion. Planeta. Primer grupo editorial de Espana y uno de los diez primeros del mundo. Ha consolidado en los tiltimos afios su posi- cin como grupo global de comunicacién. Intereses en prensa (La Kazon); radio (Onda Cero, RKOR, COPE, Radio Intereconomfia); televisidn (Antena 3, Geoplaneta TV) y editoriales (Planeta, Espasa, Ariel, Altaya, Planeta Agostini, Destino, Martinez Roca, Deusto, Temas de Hoy, Seix Barral y otras). Recoletos. Propiedad del grupo multinacional britdnico Pearson, vendid en 2003 su participacién en Unedisa, editora de E/ Mundo. TYiene intereses en prensa (Marca, Expansién, Gaceta Universitaria, Diario Médico y varios diarios en Argentina y Chile); revistas (Actualidad Econémica, Telva, Golf Digest), radio (Radio Marca) y televisi6n (Veo Televisidn). Zeta. Intereses en prensa (E/ Periédico de Catalunya, Fl Periédico de Extremadura, La Voz de Asturias, El Periédico de Aragon, Sport y otros diarios locales); revistas (/nterviti, Tiempo, Woman, 17 ESCRIBIR EN PRENSA 18 Man, Primera Linea, PC Plus); radio (Zeta Radio, Onda Catalana); editoriales (Ediciones B, Suma de letras), produccién multimedia (Zeta Multimedia) y otras participaciones menores en televisién, publicidad y servicios de impresién y logistica. Junto a estos grandes jugadores encontramos otros que aun no han alcanzado el mismo grado de diversificacién o volumen de ne- gocio, pero que poseen cabeceras de referencia en el panorama me- didtico espafol. Unedisa. Participada en mds del 80% por la italiana Rizzoli Corriere della Sera (RCS), edita E/ Mundo y sus ediciones regiona- les y produce television a través de E] Mundo Televisién. Edita ade- mas La Esfera de los Libros y La Aventura de la Historia. Grupo Godo. La histérica empresa catalana (1881) edita La Vanguardia y El Mundo Deportivo y tiene intereses en radios y tele- visiones locales y en numerosos proyectos digitales (Innova, Servijob, Servihabitat, e-Factory, Movendus, Los Clasificados.com). Prensa Ibérica. Uno del los principales propietarios de prensa regional, sus titulos incluyen, entre otros: La Nueva Espana, Levante, Faro de Vigo, Diario de Ibiza, Diari de Girona, Mallorca Zeitung, La Opinidn de Malaga, Coruna y Tenerife, y Diario de Las Palmas. Otros grupos con intereses en diversos medios impresos son Voz (Voz de Galicia, Diario de Leén); Promecal (Diario de Burgos, Diario Palentino, Diario de Avila); Joly (Diario de Cadiz, Europa Sur, Huelva Informacién); Heraldo de Aragon (Heraldo de Aragon, Heraldo de Soria). Para completar la panordmica, es necesrio también dar un re- paso a los principales grupos internacionales que tienen intereses en medios espafoles, algunas de cuyas incursiones han sido ya men- clonadas. AOL Time Warner. Asociada con Prisa a través de CNN+, Warner Lusomundo, y con presencia en los servicios de television de pago a través de algunos de sus canales, como Cartoon Network y el HBO Latino. Bertelsmann. Destaca en el panorama editorial a través de Circulo de Lectores, Plaza & Janés, Mondadori, Lumen o Debate, PARA QUIEN TRABAJA EL PERIODISTA y en el de las revistas, con G+J (Cosmopolitan, Geo, Mia, Ser Padres, Muy Interesante). Sus intereses en la produccién discogrdfica inclu- yen los sellos BMG, Ariola, BMG Video y Sonopress. A través de RTL, participada por el grupo, posee el 17,3 por ciento de Antena 3 ‘Television. Lagardére. Uno de los Ifderes en la publicacién de revistas, a través de Hachette-Filipacchi. Sus tftulos en Espafia incluyen Fotogramas, Diez Minutos, Teleprograma, Elle y Car and Driver. Es propietaria también de las histéricas editoriales Salvat, Bruno y Anaya. News Corp. La compafia del magnate australiano Rupert Murdoch esta presente en Espafia, al igual que en Latinoamérica, en la produccién y distribucidn de cine y televisién a través de Fox Espafia, Fox Latina y Fox Sports en espafiol. Pearson. Propietaria del 80 por ciento de Recoletos y partict- pada en un 5 por ciento por Telefénica; a su presencia en prensa es- pecializada y econédmica (Financial Times International), atiade ademas el control de las divisiones espafiolas y latinoamericanas de la editorial Pearson Education, con sellos como Prentice Hall, Longman, Addison Wesley o Alhambra. Vivendi Universal. El gigante francés tiene una presencia sig- nificativa en Espafia en diversos sectores: Musica (Decca, Polydor, MCA); televisi6n (Canal+, Satélite+) y edicién (Larousse, Vox, Alianza Editorial, Catedra y Piramide, todas con fuerte implanta- cién en Latinoamérica). Ejercicio: evolucién de la concentracion Divididos en grupos, los alumnos buscaran un ar- ticulo periodistico o académico (o el capitulo de un libro) que trate sobre la concentracioén de me- dios —-en Espana o en cualquier pais— anterior a 1990 y otro publicado en el ultimo ano. Analizaran las diferencias y expondran las conclu- siones ante la clase. Es recomendable que cada grupo elija un pais o un sector de la comunicacion diferente para evitar trabajos duplicados. 19 ESCRIBIR EN PRENSA 20 2.2. Servilismo politico: El caso mexicano La prensa mexicana ejemplificé durante todo el siglo Xx uno de los casos mds interesantes de clientelismo politico, en cl cual un partido politico, el Partido Revolucionario Institucional, o PRI, impuso limites importantes al trabajo periodistico. Comparemos, desde el punto de vista de la economia politica, la evolucién de la prensa estadounidense con la mexicana. El sur- gimiento de la prensa industrial en Estados Unidos durante 1830 produjo un sistema basado en el subsidio de anunciantes privados (los lectores no pagan el costo total del periddico), eliminando la prensa politica, religiosa y radical en ese pats (Baldasty, 1992; McClung Lee, 1937; Schiller, 1981). La invencién de las rotativas v otros adelantos técnicos incrementaron dramaticamente el costo de establecer un periddico; en 1850, un impresor podia fundar un periddico con 500 dolares de capital inicial. Esta inversién crecid hasta Ilegar a un millén de doélares hacia fines del siglo XIx (Baldasty, 1992: 5-7). [sto provocd un cambio importante en las finanzas de los dia- rios. Los anunciantes publicitarios se convirtieron en los mecenas de los periddicos. El ingreso total de los periddicos estadouniden- ses en 1879 representaba ya el 44 por ciento del total de ingresos y para fines del siglo XIX representaba 54,5 por ciento (McLung Lee, 1937: 748-9). En la actualidad, la publicidad genera entre el 60 y el 80 por ciento en promedio de los ingresos de un periddico. Por esta razén, Ja circulacién de los diarios se convirtié en el imperativo central. Su negocio era vender lectores a Jos anuncian- tes. En México, en cambio, el surgimiento de la prensa industrial cn 1896 creé un sistema de subsidio gubernamental que intentaba eliminar a la prensa de la oposicién y a la religiosa. El periddico E/ Imparcial tue subsidiado por la dictadura de Porfirio Diaz usando varios mecanismos: dinero para adquirir las rotativas, subsidios mensuales y la adquisicién de un nimero de ejemplares por los go- biernos federal y estatales (Benavides, 1989). in 1897, El Imparcial y su periddico vespertino E/ Mundo tra- ban 50.000 copias al dia, casi diez veces mas que los cuatro perid- dicos mas importantes de Ja oposici6n en la Ciudad de México (Cosio Villegas, 1972: 526). La revolucién mexicana destruy6 PARA QUIEN TRABAJA EL PERIODISTA todos los periddicos de la Ciudad de México, pero los gobiernos posrevolucionarios copiaron y refinaron los mecanismos de control y subsidio que surgieron durante la dictadura. La Unica excepcidén fue el gobierno de Francisco I. Madero, quien terminé atacado por la prensa porfirista, catélica y estadounidense, y posteriormente asesinado con su beneplacito (Benavides, 1989). Hasta fechas muy recientes, la intrincada red de subsidios esta- tales a la prensa mexicana escrita inclufa: publicidad estatal (prin- cipalmente noticias disfrazadas de anuncios), subsidio a los costos del papel, pagos a directores, editores y reporteros, préstamos de la banca de desarrollo y exenciones de impuestos. La publicidad estatal fue durante el siglo xx la esencia de las fi- nanzas del periodismo mexicano y probé ser un mecanismo muy efectivo de control politico (Benavides, 1997). Sin duda, la publi- cidad estatal fue el motivo principal por el que los periddicos me- xicanos no se preocupaban por incrementar su circulacién: eran pertédicos sin lectores. En Estados Unidos, por ejemplo, hacia el afio 1900 la circula- cién total de los periddicos equivalia ya al GO por ciento de la po- blacién urbana. En México, el tiraje manifestado de los periddicos (no su circulacion real) representaba solamente el 26 por ciento de la poblacién urbana jen 1982! (Bohmann, 1989). La publicidad estatal es tan importante para la economia de los medios impresos mexicanos, particularmente los periddicos, que la revista de tarifas publicitarias de la industria (Medios Impresos) to- davia hoy lista precios de «gacetillas», publicidad disfrazada de no- ticlas, predominantemente usadas por el gobierno, con precios dos o tres veces mds caros que los de la publicidad comercial. Las gacetillas son, sin duda, la rebanada mas dulce del pastel publicitario gubernamental y representan el corazon de la econo- mia politica de la prensa escrita en México. E] término «gacetilla», en su sentido publicitario, fue usado pri- mero en México por la revista Medios Impresos, la cual comenzé a publicarse en 1958 bajo el nombre Medios Publicitarios Mexicanos, como un instrumento de trabajo para los publicistas. Antes de esa fecha, esta practica era denominada como «reclamo», un término importado del francés réclame, que en su sentido contemporaneo 21 ESCRIBIR EN PRENSA 22 Ejercicio en grupo: perfil del lector y tasa de escolaridad El profesor dividira la clase en dos tipos de gru- pos. Asignara a los grupos del primer tipo la visi- ta a un periddico o revista local para investigar si la publicacién sabe cual es el perfil de sus lecto- res: escolaridad promedio, sexo, edad y ocupa- cién. Los grupos del segundo tipo se apostaran en quioscos locales y entrevistaran informalmente a los compradores de cada periddico o revista: les preguntaran su nivel de escolaridad, edad, ocu- pacion y las secciones del periddico que leen con mas frecuencia. Todos los grupos presentaran sus resultados en clase y los comentaran. En el caso de que los medios de su comunidad no tengan ningun estudio acerca del perfil de sus lectores, los estudiantes prepararan un informe que espe- cifique el tipo de lectores que tiene ese medio en particular para presentarlo a esa empresa. quiere decir publicidad, pero que en el siglo XIX definia un tipo par- ticular de publicidad: «un texto inserto en un periddico o una pu- blicacién con el objeto de presentar, recomendar y hacer el elogio de un producto, de un libro o de un artista» (Imbs, 1991: 510-11). En el decenio de 1920, el reclamo era una practica comun no sélo en México, sino también en América Latina, en donde se le conocia como «solicitada» o «remitido». En un manual publicitario para compafifas estadounidenses con operaciones en fa regidn, Aughinbaugh (1922) hace notar lo comtin que eran los reclamos. Un aspecto, ahora casi olvidado en Estados Unidos pero todavia de moda en América Latina, es el libre uso del reclamo (reading notices). Los periddicos latinoamericanos y otras publicaciones tienen por norma utilizar reclamos suministrados por sus anunciantes para rellenar espacios inusuales y los pies de las columnas... A los directivos les importa poco lo que se diga en estos reclamos, interesados solamente en que se les pague por el espacio utilizado. El latinoamericano medio leera estos reclamos con un alto nivel de aceptacion, lo cual parece infantil para un estadounidense, pero es bien entendido por aquellos que han pasado unos cuantos anos entre ellos. PARA QUIEN TRABAJA EL PERIODISTA Fortino Ibarra de Anda publicé en 1934 el primer estudio im- portante del periodismo mexicano y también el primer manual de redaccién periodistica. Ibarra se ocupé del reclamo como una de las fuentes de financiamiento de los periddicos e hizo la primera clasi- ficacin del cérmino: el reclamo directo y el reclamo indirecto. Asimismo, mencion6 por primera vez el hecho de que los reporteros eran tentados por esta prdctica y que la mejor estrategia de los duefos de los medios era perseguir este reclamo por mediacién del reportero. La prdctica del reclamo era tan comin en los afios 30 que los decretos mexicanos de 1937-1938 sobre franquicias postales para periddicos y revistas los inclufan como sinénimo de publicidad (Castafio, 1962). Los afios que van de 1940 a mediados de 1950 son de consoli- dacién de los reclamos y otras formas de subsidio para la prensa. Para esa fecha, el reclamo invade ya todo el contenido del periddi- co: noticias, fotografias y columnas politicas. No es casual que el periodista mds famoso de México en esa época sea Carlos Denegri, tal y como lo retrata Carlos Monsivais (1980: 56-57). Fluido, capaz de las adjetivaciones mas sobrecogedoras, sin nocion del ridiculo, Denegri se beneficia de la crisis de un periodismo maniatado y transforma en poderio e impunidad sus habilidades para crénica y reportaje. A fines de los cuarenta, inicia en Excélsior una columna, «Miscelanea politica» que, inspirada en el trabajo del norteamericano Walter Winchell, se erige en profecia y admonicién. Varios presidentes de la Republica y los correspondientes lideres del PRI azuzan, amedrentan, ditieren, halagan, prometen y nulifican por medio de Denegri. El chisme suple a la crénica, la sugerencia maieévola al reportaje. Una mencién negativa es una temporada en los infiernos. Los politicos profesionales se comunican internamente, reconocen jerarquias, dirimen odios o «liman asperezas» pagando puntualmente sus inserciones en «Miscelanea politica». La influencia de Denegri concreta la ilusién colectiva de un Cuarto Poder Novo lo retrata ostensiblemente: es el periodista corrupto de su pieza teatral A ocho columnas. Hacia finales de los afios 50, cuando el nombre de «reclamo» es sustituido por el de «gacetilla», la practica ya es una institucién en 23

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