Ricardo Alcantara
Gustavo
y los miedos
llustraciones de GustiLos miedosaparecieron
‘cuando la tia Milagros
se instal6 en casa de Gustavo,
Hasta entonces
<1 nifio no los conocia.
Pero la tia
no los trajo en su vieja malera,
Lo que pass fue
aque la mujer los Hlam6
yeellos acudieron presurosos
para sembrar I temor.
Resuilea que la tia Milagros,
‘cargada de buenas intenciones,
cuidaba al pequefio
mientras sus padres estaban de viaje.—Gustavo, hazle caso ala tia
—le recomendé su madre
antes de partir.
Yl seesforeaba
por seguir los consejos de la madre.
Con la tia Milagros
se llevaba muy bien,
Solo discutian a la hora de comer.
La mujer estaba convencida
de que los nifios sanos
detian estar rellenitos y mofletudos.
Par ello
‘era preciso comer en abundancia.
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Asiesque
leserviaa Gustavo
Jos platos lenos a rebosar
Tanto,
_que él se veia incapaz.de acabarlos.
—Come, come —insistia ella—
[Aver si engordas esa piernas,
que parecen dos paillos.
—Es que no puedo mis
—protestaba el nfo.
Y ella lo miraba muy seria,
4 punto de perder la paciencia,
{Hasta que un dia la perdi6!