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‘e“Inflar” Ia cantidad de dinero que cireula en. tana economia. Ese es el origen dela palabra in- ‘acién: unametaoraparala emisién de moneda. ‘Una préctica generalmente utilizada por el sec tor pblico para financiar sus posiciones dt ‘arias (ms gastos que ingresos), Y como em sién de moneda sn respaldo impactade manera {ecisiva sobre los precios la palabra inflacion se fasocia en forma attomatica ean una sua gene raligada de precios. Bn la Argentina, es un tér~ ‘mino que activa el horror. Quién no recuerda -o no escuch6 hablar~de la“hiper del 89": los pre ios suban ese afio mas del 3.000%; las faetn- ras de gas, uz teléfonos ~que estaban retrasa- das-aumentaban 700%. La mitad de unsalario breve era destinado al pago deservicios, sein ‘un paper con la firma del historiador econémi 0 Mario Rapoport, Sin embargo habria quean- ticipar que casi no quedan economistas que se rasguen las vestidaras frente a niveles modera~ dos deinflacion: entre un 8 y10% es aceptable. a historia de ajustes feroves con niveles de al- tisimo desempleo hizo que muchos especialls- tas hayan eambiado de opinion. Ya nadie quie- relapaz de los comenterios. ‘© Una inlacién aceptable fuela que dominé el periode 2003-2006. ElIndiee de Presiosal Con sumidor (IPC), que es la medida utlizada para calcular la inflacin de un periodo a través de Ja variaci6n en el precio de una eanasta de ali- ‘mentns seleccionada, fue en promedio dol 8%. Lacomtiabilidad del Instituto Nacional de Es- tadisticas y Censos (INDEC) todavia no habia sido puesta a prueba, ‘© Pero en aque verano de 2006, los precios co menzaron aacelerarse. Ere prineipio den pe- todo earacterizado por lo que se conoce como “inilacién de demanda” Simple: la oferta de bie~ nes y servicios era insuficiente para satisfacer Ja demanda y el desequilibrio impulsé la suba de precios. Aumentar la oferta no era sencillo Bl fuerte erecimiento del consumo durante los ‘aos pevios habia colocado alas empresas muy ‘erea dellimite de su capacidad instalada. Fren teaestedesequilibriono hubo sefiales de mode racién. Ninguna, No era el objetivo “enfriar” la economia, ai siquiera aplicaele paiostibios. EL _gasto piblico signi creciendo, continu alen- ‘éndose el consumo y la cirenlacién de dinero “que podria haber sido controlada por el Banco Central, por ejemplo, elevando las tasas de inte- és mantuvo su ritmo expansive, (© El alza de procios empez6 a hacerse visible yl negacién fue Ia politica clegida para ovitar {que a le “inflacion de demanda’” se sumara “la inflacién por expectativas”: si todos ereen que los precios van a subir, tomaran decisiones que hhavan que, finalmente, ls precios sulban. Eiies- g0 de la profecta autocumplida. El INDEC eo- ‘menz6 entonces a publicer datos subestimados deacuerdo con un “cambio metodoldgico' y dej6 deser,a partir de2007, una fuente ereible. Con ‘sltoras, algunas provineias e incluso la Univer- sidad de Buenos Aires se convirtieron en fuentes sustitutas con estimaciones queduelen duplicar las estadistcas piblicas. éSe puede proyectar a 40 | Roreexe Sow | Novembresez0n Asunros Iyrervos | smediano y largo plazo sin informacién confiable xy eonsensuadia? No, no se puede. Por eso la eco romia esta clavada en el corto plazo. ‘@ Ademés de intentar -fallidamente- contro, lar la inflacién por expeetativas, la subestima- cin de la inflacién tavo atro abjetivo: reducir el pago de intereses delos bons ajustables por CER, una medida técnica que también reflejala inflacién. Muchos creen que el ahorro estima 440 30 mil millones de ddlares) no compensa el lima negative que quedé instalado: nuevos vies- ‘gos y mas dficiles de evaluar, dada la discrecio- nalidad delas acciones piblicas. En esos meses, cl riesgo pais de Argentina era casi idéntico al de Brasil; hoy lo cuatripliea, LALOGICA ES ESTA: SIES IMPOSIBLE, AHORRAR Y CONSERVAR EL VALOR DEL PESO EN EL TIEMPO, 2QUE HACER? CONSUMIRLOS. YA. ANTES DE QUE SE DISUELVAN. ‘© En guardia, Asi ostaha el sector productive cuando en marzo de 2008 comenzb el conflie- tocom el eampo porel aumento de ls retencio nes, La erisis no hizo més que profundizar el rmalestat. Desde entonces, la presion impositi- vasiguié en aumento y fue seialada como una de las trabas a Ia inversion (necesaria para que crezea la oferta y se achique el desequilibrio por el exceso de demanda). No es casual que desde aguel otofo Tas tasas de inversin hayan estado ‘eayendo casi sin respiro: en 2012, la cada dela inversion bruta interna fijafue del 4,0% yopacd el crecimiento econémico, que apenas aleanz tun modesto 1,9%. Este afio la tendencia mejo- +, pero hace falta un impulso mayor. Mientras el mundo desarrollado se debatia, cen medio de la recesiny el desempleo que dej6 la tremendsa erisis fnanciera desatada en 2007, ‘aqui ce ratifieaba el rumbo dela politica eco- rnémica: no habria medidas de ajuste, ol ereci- ‘miento se sostendria con estimulos al eonsumo {yun gasto piblico ereciente orientado a redis~ tribuir la riqueza, Los aumentos salarales re- flejaron el costo de vida real -lejos del [PC del INDEC-, comenzandowuna earrera contra lain- flacién que se retroalimenta afioa.soyy que, di- ficilmente, termine eon un saldo favorable para los trabajadores. ‘© Desatadaslas expectativas de inflacin, las re- servas del Banco Central empezaron 2 caer. El proceso virtuoso deemisién de moneda-compra de délares-erecimiento de reservas” que se habi sostenido en afios previos comenzé a revert 6, Qué quieren los argentinos cuando sfenten (que sus ahorros estén bajo amenaza? Dolares, El eepo cambiario fuela respuesta del gobierno en2011 Restriceionesal turismo primeroy poco después, en octubre, prahibieién de compra de ‘moneda extranjera can fines de atesoramiento. El resultado devino, como con a inflacién, enla convivencia dedosrealidades: un tipa de cambio oficial y otro paraleloo blue. Seginlademanda, lnbrecha entre ambososcla entre un 30,¥ 50%. Y sibien ese corsé sobre el délar oficial viene ac- ‘tuando como un anela de precios, la sospecha ‘deque esa distancia tend que achicarse odes- parecer alimenta la inflacién por expectativas Existe memoria de lo que pasa con los precios ceuando se destapa la presién contenida ‘© Sino.se puede atesorar moneda extranjera, sila tasa de interés por un depésito a plazofjo es en términos reales negativa los bancos ofe~ een el 18% mientras la inflacinestimada es del 25%), si las operaciones inmobiliarias se han ‘vuelto eomplelisimas, si se hace imposible aho- svar y conservar el valor del peso en el tiempo: qué hacer? Consumirlos. Ya. Antes de que se

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