Está en la página 1de 3

Tierra prometida

(Inicio con el sonido de marcha de las máquinas de un barco carguero. Dos hombres
tendidos en el suelo)
Anselmo(Despertando llama a su amigo) ¡Darío, Darío!…
Darío¿Qué pasa? Aquí estoy. Tranquilo…
Anselmo¿Cuánto falta? No creo que aguante más.
DaríoCalma, pronto llegaremos. No debe faltar mucho.
AnselmoEse sonido Anselmo. No cesa, esas máquinas no van a parar
nunca.
DaríoSi va a detenerse. El barco va a llegar a la florida. Ya lo
verás. John Jairo hizo lo mismo que estamos haciendo
nosotros. Ahora vive allá en los Estados Unidos.
AnselmoSi, eso lo se. Tengo mucho frío. Siento que no voy aguantar
más.
DaríoSi lo vamos a lograr. En cuanto el barco toque puerto,
bajamos a la primera oportunidad. Solo hay que llamar a
John Jairo. Por aquí tengo el número…
Anselmo¿Cuánto días llevamos encerrados en esta bodega? Yo perdí
la cuenta.
DaríoDiez, once…
AnselmoNo estás seguro. En medio de esta oscuridad es fácil perder
la noción del tiempo.
DaríoSolo se que en cualquier momento esas máquinas van a
detenerse.
AnselmoY cuando lo hagan, encontraran a dos colombianos muertos en
una bodega cargada de plátanos.
Darío!Cállate! Eso no va a pasar. Llegaremos a los Estados Unidos.
Encontraremos trabajo. Ahorraremos y les enviaremos dólares
a nuestras familias. Las vamos a sacar de la miseria. Ya lo
verás.
AnselmoAgua, agua, tengo mucha sed.
DaríoSe acabó. Te bebiste el último sorbo. (El sonido de las máquinas
aumenta en volumen, Anselmo entra en desesperación.)
Anselmo!Paren, detengan ese maldito sonido! No quiero escucharlo
más.
Darío!Cállate! Te pueden oír. Y si nos descubren, nos pondrán en
manos de la policía y después nos deportarán. ¿Quieres eso?
¿Quieres que nos devuelvan a Colombia?
AnselmoNo, no…
DaríoEntonces, cálmate. Pronto llegaremos
Anselmo¿Cuánto tiempo dijo John Jairo estuvo escondido en la
bodega del barco?
DaríoCuatro o cinco días. Algo así.
AnselmoPero, ¿Por qué no hemos llegado a puerto? ¿Qué pasa? ¿Y si
este barco no va hacia donde queremos?
Darío¿Qué quieres decir?
AnselmoQue si este barco no ha tocado puerto, es que no vamos a
Estados Unidos. Nos equivocamos Darío. ¡Nos equivocamos!
¡Moriremos!
Darío!Cállate! ¡Cállate! Estas desvariando.
AnselmoNo quiero morir. No importa que me escuchen. ¡Auxilio!
¡Auxilio!
DaríoShhh… Anselmo, por favor. Por lo que más quieras. Cálmate.
AnselmoYa no soporto este encierro. Es como estar en una enorme
urna. Esta bodega será nuestra tumba. ¿No tienes miedo
Darío? Dime. Contéstame.
DaríoEstás hablando muchas pendejadas.
Anselmo¿Y si morimos aquí dentro? ¿Y si después les da por revisar
esta bodega y nos encuentran muertos? ¿Qué harán?
DaríoNo, no nos van encontrar muertos.
Anselmo!Nos arrojaran al mar Darío! Terminaremos siendo comida
para los peces.
DaríoNo, no, no. Te digo que no.
AnselmoEl mar será nuestra tumba. Nadie sabrá lo que paso con
nosotros.
Darío!Basta Anselmo, ya cállate!
Anselmo!Yolanda! ¡Yolanda! Va a pensar que la abandone y mamá
sufrirá mucho. La pobre no soportará tanto dolor. Y si se
muere, será mi culpa Darío. ¡Mi culpa! (Vuelve a escuchar el
sonido de las máquinas del barco). ¡Paren esas malditas
máquinas! (El sonido baja en intensidad hasta que se desvanece)
DaríoPor dios Anselmo. Vuelve en ti. Estas desvariando.
AnselmoSi, me estoy volviendo loco Darío.
DaríoYo soy el que voy a terminar enloqueciendo.
AnselmoHace un rato vi a tu padre.
DaríoSería un sueño.
AnselmoNo estoy seguro de ello.
Darío¿Qué quieres decir?
AnselmoMe pareció tan real. Tenía una cara muy triste.
DaríoÉl está muerto.
AnselmoLo sé. Yo nunca conocí al mío. Mamá nunca habla de él.
DaríoA veces es mejor no saber nada.
AnselmoPero me gustaría saber porque nunca quiso conocerme.
DaríoCréeme, es mejor así.
AnselmoNo, no, no.
Darío¿Qué te pasa?
AnselmoEs que vi a alguien.
Darío¿A quién? Si solo estamos tú y yo. No hay nadie más.
AnselmoNo me lo vas a creer. Tengo miedo. No puedo respirar
Darío¿A quién viste?
AnselmoA Felipe.
DaríoFelipe esta muerto.
AnselmoSi, por eso tengo miedo. Vi en la cara de Felipe, la misma
tristeza que vi el rostro de tu padre.
DaríoPero que locuras estas diciendo.
AnselmoDarío, Darío…
DaríoAnselmo. Despierta, vamos. Anselmo, Anselmo no me dejes solo.
¡Anselmo! (Comienza el sonido de las máquinas) Auxilio,
auxilio. ¡Paren esas máquinas!

También podría gustarte