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EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN
Y DISTRIBUCIÓN
ÍNDICE
RESUMEN .......................................................................................................................................... 7
1. Introducción y Objetivos del Trabajo ............................................................................... 9
1.1. Planteo del Problema ............................................................................................................ 9
1.2. Objetivo y Alcance del Trabajo .............................................................................................. 10
1.2.1. Estructura del informe .......................................................................................................... 10
1.3. Definiciones ......................................................................................................................... 10
1.3.1. Pérdidas Técnicas ................................................................................................................. 10
1.3.2. Pérdidas No Técnicas ............................................................................................................ 10
1.3.3. Pérdidas Totales ................................................................................................................... 11
2. Métodos para Reducir Pérdidas Técnicas en Sistemas de Transmisión y Distribución .... 12
2.1. Caracterización de Pérdidas de Energía y Potencia en Sistemas de Distribución ....................... 12
2.2. Tecnologías para Reducir Pérdidas en Sistemas de Distribución ............................................... 15
2.2.1. Reducción controlada de la Tensión ....................................................................................... 16
2.2.2. Cambio de Conductor en Alimentadores ............................................................................... 16
2.2.3. Reconfiguración de Mínimas Pérdidas ................................................................................... 16
2.2.4. Mejora de la Eficiencia de Transformadores de Distribución ................................................... 16
2.2.5. Optimización de la Potencia Reactiva .................................................................................... 17
2.2.6. Rebalanceo de Fases ............................................................................................................. 17
2.2.7. Incremento de la Tensión Nominal ......................................................................................... 17
2.3. Caracterización de Pérdidas de Energía y Potencia en Sistemas de Transmisión ....................... 17
2.4. Tecnologías para Reducir Pérdidas en Sistemas de Transmisión ................................................ 19
2.4.1. Aumento de la Tensión Nominal ............................................................................................ 19
2.4.2. Optimización de la Tensión/Potencia Reactiva ......................................................................... 20
2.4.3. Uso de Conductores de Baja Resistencia ................................................................................ 21
2.4.4. Mejora de la Eficiencia de Transformadores ........................................................................... 21
2.4.5. Reducción de la Energía Utilizada en Subestaciones ............................................................... 22
2.4.6. Otras pérdidas ....................................................................................................................... 22
3. Estimación de la Reducción de Pérdidas Técnicas en el Sistema Electrico Argentino ..... 23
3.1. Reducción de Pérdidas en Distribución ................................................................................... 23
3.1.1. Procedimiento ....................................................................................................................... 23
3.1.2. Condiciones de Referencia .................................................................................................... 23
3.1.3. Reducción de Consumo y Pérdidas ........................................................................................ 24
3.1.4. Resultados para Distribución ................................................................................................. 25
3.2. Reducción de Pérdidas en Transmisión ................................................................................... 27
3.2.1. Procedimiento ....................................................................................................................... 27
3.2.2. Reducción de Pérdidas ........................................................................................................... 27
3.2.3. Resultados para Transmisión .................................................................................................. 28
3.3. Resumen de Resultados ......................................................................................................... 30
4. Resumen y Conclusiones ..................................................................................................... 33
5. Bibliografía .......................................................................................................................... 35
6 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 7
Resumen
Introducción
Cuando se transmite energía eléctrica desde las centrales de generación a los usuarios a través de los redes
de transmisión y distribución, se producen pérdidas de energía y potencia, debido a las características físicas
de los componentes de la red. Estas pérdidas son inherentes a la conducción de la energía eléctrica a través
de medios físicos y no pueden evitarse del todo.
Se estima que en general las pérdidas de energía en las redes de distribución oscilan entre el 5 y 6 por ciento
de la energía entregada a los usuarios, y entre el 2,5 y 4 por ciento de la energía transportada en los sistemas
de transmisión. Si bien este porcentaje no parece elevado, el valor absoluto cuando se considera todo el sis-
tema nacional es realmente significativo. En efecto, si tenemos en cuenta que la demanda de energía anual
en el país en el año 2012 fue de aproximadamente 22.000 GWh, si se considera una pérdida promedio total
del sistema del 10 % por ciento, la energía pérdida en las redes será de aproximadamente 2.200 GWh. Esto
representa la energía suficiente para alimentar 3,6 millones de hogares promedio de Capital Federal.
Existen oportunidades significativas para mejorar la eficiencia energética de las redes existentes y de las am-
pliaciones futuras. Mejorar la eficiencia significa implementar medidas que lleven los niveles de eficacia más
allá de las prácticas aceptadas para la actividad. Existen una cantidad de medidas prácticas y tecnologías que
pueden implementarse para reducir las pérdidas en las redes.
Objetivo
El objetivo de este trabajo es estimar el mejoramiento de la eficiencia de sistemas de transmisión y distribu-
ción (reducción de pérdidas) que podría lograrse con la implementación masiva de tecnologías y medidas
para reducir pérdidas. Cabe destacar que este trabajo se refiere solo a la disminución de pérdidas técnicas.
Conclusiones
En este trabajo se presenta un análisis simplificado de los potenciales ahorros de energía que podrían lo-
grase si se implementaran una serie de medidas para reducir las pérdidas de los sistemas de distribución y
transmisión. La metodología de estudio considera un periodo de 15 años, con el año horizonte en 2028,
donde se va desarrollando una implementación gradual de estas técnicas de reducción de pérdidas.
Los resultados indican que podría lograrse una reducción total del 3% de la demanda máxima del sistema
en el año horizonte. En valor absoluto este ahorro es significativo y puede tener un impacto notable en las
inversiones del sistema.
8 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
Debe destacarse que en general la implementación de medidas para reducir pérdidas es económicamente via-
ble cuando se reemplazan equipos y componentes debido a falla o vencimiento de la vida. Por ejemplo, es prác-
ticamente imposible justificar el cambio de un transformador de potencia solo para mejorar le eficiencia. Sin
embargo, si la decisión de cambiar la maquina se ha tomado por otro motivo (falla, edad, confiabilidad, etc.),
entonces se presenta la oportunidad de considerar una opción con menores premios. Los beneficios del ahorro
en ese caso deben superar el costo adicional de un transformador más eficiente, pero no el costo total.
Por este motivo, es sumamente importante que se le dé mayor peso a la eficiencia energética cuando se re-
emplazan equipamiento y partes de un sistema, porque es prácticamente la única oportunidad para hacerlo.
En efecto, una vez que el nuevo elemento se pone en servicio, después habrá que esperar varias décadas
hasta que el mismo deba ser reemplazado nuevamente.
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 9
Se estima que en general las pérdidas de energía en las redes de distribución oscilan entre el 5 y 6 por ciento
de la energía entregada a los usuarios, y entre el 2,5 y 4 por ciento de la energía transportada en los sistemas
de transmisión. Si bien este porcentaje no parece elevado, el valor absoluto cuando se considera todo el sis-
tema nacional es realmente significativo. En efecto, si tenemos en cuenta que la demanda de energía anual
en el país en el año 2012 fue de aproximadamente 22.000 GWh1, si se considera una pérdida promedio total
del sistema del 10 % por ciento, la energía pérdida en las redes será de aproximadamente 2.200 GWh. Esto
representa la energía suficiente para alimentar 3,6 millones de hogares promedio de Capital Federal2.
En general puede decirse que no es económicamente viable diseñar un sistema con un porcentaje de pérdidas
muy bajo, dado que eso implicaría niveles de inversión prohibitivos. Si bien los sistemas de transmisión y distri-
bución se diseñan teniendo en cuenta el impacto económico de las pérdidas, generalmente hay otros aspectos
que priman en el diseño de instalaciones, lo que hace que en muchos casos las soluciones adoptadas no son
óptimas en relación a la eficiencia energética. Existen además una cantidad importante de componentes de
red con muchos años de servicio y deterioro, lo que afecta su eficiencia. Por otro lado, se han introducido una
serie de cambios de topología y uso en las redes respecto a su diseño original para adaptar las mismas a los
crecientes y cambiantes requerimientos de servicio. Estos cambios implican que en muchos casos las redes se
operan muy fuera de sus parámetros óptimos de diseño, lo que afecta significativamente su eficiencia.
Lo anterior indica que existen oportunidades significativas para mejorar la eficiencia energética de las redes
existentes y de las ampliaciones futuras. Mejorar la eficiencia significa implementar medidas que lleven los
niveles de eficacia más allá de las prácticas aceptadas para la actividad.
Existen una cantidad de medidas prácticas y tecnologías que pueden implementarse para reducir las pér-
didas en las redes. EPRI ha realizado en los últimos cinco años una gran cantidad de casos de estudio y
1
CAMMESA Informe Anual 2012
2
Según datos de las distribuidoras de jurisdicción nacional, el consumo promedio de Capital y Gran Buenos Aires, se encuentran en
los 550 kWh por bimestre, esto es 3.300 kWh/año.
10 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
proyectos pilotos para cuantificar y demostrar el ahorro energético que puede lograse implementando estas
medidas, los beneficios económicos y los costos de implementación, y los beneficios ambientales en relación
con la reducción de las emisiones de carbono.
Posteriormente se hace una estimación general de la posible reducción de pérdidas de energía que pue-
de obtenerse si se implementan estas medidas en forma masiva en el sistema nacional. Para este cálculo
se realiza en primera medida una proyección del crecimiento de la demanda total, utilizando un método
econométrico que considera como variable independiente el crecimiento estimado del PBI. Por otro lado se
adoptan hipótesis sobre el grado de implementación de diversas tecnologías de reducción de pérdidas, y
el porcentaje de reducción que las mismas permiten. Por último, se hace una estimación del impacto de la
mejora en la eficiencia energética de las redes sobre las emisiones de CO2 debidas al sistema eléctrico.
1.3. DEFINICIONES
Las pérdidas de energía eléctrica se pueden clasificar en dos grandes grupos según su origen:
1. Por Robo o Hurto: comprende la energía que es apropiada ilegalmente de las redes por usuarios que
no tienen sistemas de medición (conexiones clandestinas o “colgados”).
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 11
2. Por Fraude: corresponde a aquellos usuarios que manipulan los equipos de medición para que regis-
tren consumos inferiores a los reales.
3. Por Administración: corresponde a energía no registrada por la gestión administrativa de la empresa
(errores de medición, errores en los procesos administrativos, falta de registro adecuada, estimacio-
nes desactualizadas, obsolescencia de medidores, errores en los registros de censos de instalaciones
de alumbrado público, etc.).
a) Pérdidas Óhmicas o Pérdidas en el Cobre: son provocadas por la circulación de corriente eléctrica
a través de los circuitos. Su magnitud depende entonces de las características de las redes y de la
carga a que éstas se ven exigidas. También se las denomina pérdidas de carga.
b) Pérdidas en Vacío: Estas se originan por la circulación de corrientes de magnetización en los núcleos
de hierro de transformadores y otros equipos de la red. También se incluyen en esta categoría las
pérdidas por corrientes parásitas en aisladores de líneas y por efecto corona. Estas últimas se mani-
fiestan fundamentalmente en redes de transmisión. En distribución son insignificantes. A diferencia
de las pérdidas de carga, las pérdidas de vacío aparecen toda vez que los circuitos están energizados,
independientemente del nivel de carga o circulación de flujo de potencia por los mismos.
Las siguientes son algunas conclusiones importantes de los resultados de ese trabajo, en cuanto a la carac-
terización de las pérdidas en distribución [6] [7] [8]:
• Las pérdidas totales en los sistemas analizados (pérdidas de energía totales de distribución, sin incluir
el transformador de la subestación), oscilaron entre 1,71% y 7,69% promediando 3,64% del con-
sumo total.
• Las pérdidas a máxima demanda (carga pico) oscilaron entre 2,9% y 6,04% con un promedio de
3,83%, lo que demuestra una gran dispersión. Las pérdidas máximas que superan el 3,0% fueron
reportados en el 75% de los circuitos, mientras que el 25% de los circuitos presentaron pérdidas
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 13
superiores a 5,8%. El mayor porcentaje de estas pérdidas se debe a pérdidas primarias en las líneas
o alimentadores.
• Las pérdidas primarias en las líneas representaron en promedio un 1,4% de la demanda total.
• Las pérdidas en vacío en transformadores promediaron 1.6% del total de demanda, con una varia-
ción de entre 0,5% a 3,5%.
• Las pérdidas en circuitos secundarios (acometidas) fueron muy bajas, en promedio 0,3% del consu-
mo, con un máximo de 0,8%. Los informes del estudio destacan que en realidad el detalle sobre estas
pérdidas solo se pudo obtener en algunos circuitos, por lo que es difícil generalizar los resultados.
La Tabla 2-1 ha sido elaborada en base a los resultados del trabajo del EPRI, y la misma muestra las pérdidas
en circuitos de distribución desagregadas por categoría [7]. Se observa en esta tabla que las pérdidas en
los alimentadores primarios y las pérdidas en vacío en los transformadores de distribución representan los
mayores componentes de pérdidas.
Categoría Porcentaje
No se ha encontrado información con ese nivel de desagregación para el sistema eléctrico argentino. Sin
embargo, a falta de otra información, estos valores pueden ser utilizados como referencia para este estudio.
Para tal objetivo, resulta necesario complementar dicha información de referencia con datos relevantes del
sistema argentino. El informe de referencia [1], si bien data de algunos años atrás, presenta información
general muy valiosa para los objetivos de este trabajo. En el sistema argentino en la mayoría de las pro-
vincias hay Grandes Usuarios Mayores (GUMAs), Grandes Usuarios Menores (GUMEs) y Grandes Usuarios
Particulares (GUPA)3, que compran directamente en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), y utilizan las ins-
3
Grandes Usuarios Mayores (GUMAs): Son aquellos que tienen, como mínimo, una demanda de potencia para consumo propio ≥ 1
MW, y de energía ≥ 4.380 MWh anuales.
Grandes Usuarios Menores (GUMEs): Son aquellos que tienen una demanda de potencia para consumo propio ≥ 30 kW, y < 2.000
kW (medición triple tarifa).
Grandes Usuarios Particulares (GUPA): Son aquellos que tienen en cada punto de conexión una demanda de potencia para consumo
propio ≥ 30 kW, y menor a 100 kW (medición simple tarifa).
14 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
talaciones de transporte de la distribuidora local, remunerando a ésta mediante la figura de Función Técnica
de Transporte. Por lo tanto, la demanda de estos agentes impacta directamente los sistemas de transmisión,
pero no de distribución.
Tabla 2-2: Distribución porcentual de la demanda de energía por categoría tarifaria (Fuente [1])
Otra información importante que presenta ese estudio es el valor total de pérdidas por empresa de distribu-
ción. Tal información se presenta en la Figura 2 1. Del análisis se observa que el 72 % de las empresas tienen
una pérdida total por debajo del 15 %; 28 % de las empresas tienen pérdidas totales con valores entre 18
y 30 % y hay una sola con 40 %. En promedio las pérdidas totales es de 15,7 %.
Puede asegurarse que en materia de Pérdidas Técnicas, las empresas argentinas no presentan una situación
preocupante, dado que se han realizado inversiones importantes en la modernización de las redes. El 92 %
tienen valores por debajo del 10 %. En promedio las pérdidas técnicas de las empresas son del 6 %.
En esta sección de describen sucintamente las distintas tecnologías de reducción de pérdidas consideradas
en este estudio. El lector interesado en más detalles puede recurrir a los documentos de referencia.
16 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
Estudios de campo realizados en los últimos años demuestran que una reducción del 1% en la tensión, oca-
siona una disminución entre el 0,6% y el 1% del consumo. La máxima reducción posible en la tensión está
limitada por las condiciones de calidad de servicio, donde el límite inferior del rango permitido de tensión es
del 10%, para el usuario más afectado (en el extremo del alimentador o circuito).
Esta técnica es ampliamente utilizada en ciertas regiones de Estados Unidos. Existen varias técnicas y méto-
dos, que van desde el simple control sobre los taps de los transformadores de estación, hasta sistemas de
control de lazo cerrado que retroalimentan información desde el usuario final. El informe de la referencia
[10], presenta una descripción detallada de estas tecnologías así como el resultado de numerosos estudios
de campo y laboratorio.
En general es muy difícil justificar el reemplazo de un conductor en un alimentador existente solo por
consideraciones de eficiencia, sin embargo, como sucede en muchos otros casos, si el conductor se debe
reemplazar por otros motivos (corrosión, rotura, capacidad), una alternativa de menor pérdida óhmica pue-
de resultar viable si se realizan cálculos integrales de eficiencia y economía a lo largo de toda la vida útil del
sistema eléctrico.
los Estados Unidos, demostró que el reemplazo de transformadores de distribución, especialmente los más
antiguos, por otros de mayor eficiencia (hierro - silicio con grano orientado), se puede lograr una reducción
de las pérdidas del orden del 20%-30%. A partir de los resultados de ese estudio, se implementaron en
Estados Unidos reglamentaciones que exigen un mínimo de eficiencia para los transformadores de distribu-
ción que se fabrican e instalan a partir del año 2010.
Este tipo de medida se ha utilizado en algunos sistemas por décadas, sin embargo su uso no es masivo. Las
nuevas tecnologías de redes inteligentes permiten realizar un control más preciso, adaptado a las condicio-
nes del sistema en cada momento, y en forma más automatizada, reduciendo la intervención del operador,
y mejorando la eficiencia del control.
tales como las originadas por el efecto corona en las líneas y las debidas a corrientes parásitas en aisladores,
son más notables que en los sistemas de distribución, sin embargo el peso relativo de estas en las pérdidas
totales, es realmente muy bajo [14].
El aporte de cada tipo de componente a las pérdidas totales de transmisión es difícil de determinar en
forma precisa. El estudio de referencia [11] presenta una desagregación de los componentes de pérdidas
que ha sido elaborado a partir de numerosos estudios de pérdidas de diferentes empresas eléctricas. La
tabla siguiente muestra esa clasificación y desglose de pérdidas. La mayor parte de las pérdidas se debe a
las corrientes por los conductores de las líneas y cables de transmisión. Los transformadores representan
alrededor del 11% de las pérdidas, y esto incluye las pérdidas en el cobre o pérdidas de carga y las pérdi-
das en el hierro. Una categoría importante considerada, es la energía utilizada en los servicios auxiliares e
instalaciones de subestaciones. Esto no es una pérdida de energía en el sentido estricto, ya que es energía
consumida. Sin embargo desde el punto de vista de la eficiencia del sistema de transmisión es energía que
no llega al usuario, por lo tanto es considerada pérdida.
Se incluyen también otros componentes de pérdidas menores como las debidas al efecto corona en líneas y
las pérdidas en hilos de guardia de las líneas. En la categoría de varios se incluyen otras pérdidas, tales como
las debidas a corrientes parasitas en aisladores, pérdidas en reactores, capacitores y otros componentes del
sistema.
Categoría Porcentaje
Para los objetivos de este trabajo es necesario considerar, al menos en forma aproximada, los porcentajes de
energía que se pierden en el sistema eléctrico argentino. La Figura 2-2 presenta la evolución de balances
anuales de energía en el sistema eléctrico desde el año 1992 al 2012. Estos balances no incluyen las redes
de distribución, por lo que las pérdidas pueden considerarse como pérdidas en la transmisión.
En la Figura 2-3 se grafican los porcentajes de pérdidas respecto a la demanda total para los distintos años.
Se observa una fuerte reducción de pérdidas y consumos a partir de 2000. A los efectos de este estudio se
considera un promedio de los últimos 10 años, en un valor de 3,9 %.
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 19
12.0%
10.0%
Pérdidas de energía %
8.0%
6.0%
4.0%
2.0%
0.0%
1992 1997 2002 2007 2012
Año
En muchos casos es posible expandir el sistema superponiendo redes de mayor tensión a las redes exis-
tentes, en lugar de reforzar el sistema actual con más líneas de la misma tensión. Tal decisión depende de
20 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
muchos factores, pero fundamentalmente de la visión de largo plazo. En una planificación de largo plazo
15-20 años, se puede tener una visión más estratégica sobre la evolución del sistema, y diseñar el mismo
en función de las mejores opciones que respondan a ese objetivo. Construir redes de mayor tensión donde
no las hay es una opción más onerosa. En la planificación de corto plazo en general se busca reforzar la red
para adecuar a la misma a las condiciones previstas en un periodo de 3-5 años, por lo que normalmente no
se consideran cambios significativos en la estructura de la red vigente.
Esta opción no solo contempla la construcción de nuevas líneas, sino también la adaptación de líneas exis-
tentes para operar en una mayor tensión nominal. Existen varios ejemplos de esta técnica en otros países
[14]. Por ejemplo, líneas de 115 kV fueron modificadas para operar a 230 kV. Si bien podrían encontrarse
casos aislados en el sistema argentino, se considera que esta opción es de limitada aplicación.
En el sistema eléctrico argentino los sistemas de transmisión regionales están constituidos fundamentalmen-
te por líneas en 132 kV, y en menor medida con líneas de 220 kV. Existen algunos proyectos para construir
más líneas de 220kV – por ejemplo en anillo de 220 kV en la región de Gran Mendoza considerada en el
Plan Federal II – pero en general contemplan la expansión de las redes en 132 kV.
Por otro lado, cabe mencionar que el sistema argentino de interconexión de 500 kV ha sido extensamente
ampliado en los últimos años, y en algunos casos ha ayudado de “descomprimir” en alguna medida las re-
des regionales. Por lo tanto, se considera que la utilización de este recurso en el futuro para reducir pérdidas
se limita algunos casos en las redes regionales.
Mantener un perfil óptimo de tensiones a medida que las condiciones del sistema cambian requiere de un
sistema de control centralizado, en muchos casos denominado control secundario de tensión. Este tipo de
control se aplica en algunos sistemas eléctricos de Europa y China [14], sin embargo no está ampliamente
difundido.
En la mayoría de los casos, se define mediante estudios un determinado perfil de tensiones que luego el
operador del sistema debe tratar de mantener durante la operación. Dado que las condiciones del sistema
cambian permanentemente, los valores de tensión definidos en los estudios no son en general los que
optimizan la red para las condiciones reinantes en un momento dado. Algunos estudios demuestran que
realizando la optimización en línea (varias veces al día) se pueden obtener importantes beneficios no solo de
reducción de pérdidas, sino que más importante aún, una optimización de los recursos de compensación y
aumento de las reservas de potencia reactiva [15][16].
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 21
En las líneas áreas de transmisión, las fuerzas que definen las dimensiones de la estructura y sus cimenta-
ciones están mayormente definidas por las fuerzas de viento sobre el conductor, y en algunos casos por el
peso del hielo que se forma sobre el conductor. Estas fuerzas dependen del diámetro del conductor, lo cual
indica que usando un conductor trapezoidal de igual diámetro que uno convencional, se puede tener mayor
capacidad de transmisión y entre un 18%-25% menores pérdidas, sin impactar significativamente en las es-
tructuras de las torres. Esto también hace posible que en algunos casos se pueda reemplazar un conductor
existente por uno trapezoidal del mismo diámetro, con mínimo refuerzo de las torres.
Existen otros conductores avanzados con un tipo especial de aluminio que permite operar a muy altas tem-
peraturas, y algunos de ellos con mínimo cambio de flecha, lo que hace que puedan transmitirse corrientes
mucho más elevadas que en conductores ACSR de la misma sección (ejemplo de estos son ACCC, ACSS,
ACCR). Sin embargo, esos conductores están destinados a aumentar la capacidad de transmisión, más que
a reducir pérdidas [13].
Como ocurre en general con los distintos tipos de componentes de un sistema eléctrico, la mayor eficiencia
implica un mayor costo de inversión, de ahí que haya una relación de compromiso entre la eficiencia y los
costos de inversión. Algunos estudios demuestran que en ciertos casos un aumento pequeño de la eficiencia
en términos porcentuales (0,2% – 0,4%) implica una reducción significativa de las pérdidas totales (20% -
30% de reducción [12]), y que tal mejora de la eficiencia resulta económicamente conveniente.
La opción de considerar transformadores de mayor eficiencia resulta atractiva cuando se trata del reempla-
zo de máquinas viejas que han fallado y han llegado al final de su vida útil. Las unidades antiguas por lo
22 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
general eran de menor rendimiento, y al reemplazar las mismas se puede lograr una mejora en la eficiencia
energética del sistema.
El informe de la referencia [17] por ejemplo, presenta un estudio realizado en subestaciones de la empresa
Consolidated Edision que abastece la ciudad de New York. El estudio muestra que implementando diferen-
tes medidas de eficiencia energética se puede reducir la energía consumida en esas subestaciones en un
18%-20%. En el caso de las subestaciones de esa empresa, una reducción del 20% de la energía consumi-
da en los servicios auxiliares (incluyendo la iluminación), representa alrededor de 14.000 MWh/año. Debe
destacarse que eso representa un caso bastante particular donde hay grandes subestaciones con sistemas
de SF6 y grandes sistemas de cables subterráneos. En las subestaciones más modernas con salas de control
tipo modular, la energía consumida es mucho menor, en mayor medida todavía si se trata de subestaciones
no atendidas.
Las pérdidas en los hilos de guardia toman valores notables en algunos casos. Estas se deben a las corrientes
que se inducen en los mismos. Dado que en general se trata de cables de acero de alta resistencia eléctrica,
estas corrientes originan pérdidas relativamente altas. Una técnica para reducir esas pérdidas es mediante
segmentación del hilo de guardia de modo de abrir el circuito por donde circulan las corrientes inducidas
[14][18]. Sin embargo, esa práctica no está muy difundida.
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 23
3. Estimación de la Reducción
de Pérdidas Técnicas
El objetivo de este análisis es realizar una estimación de la reducción de pérdidas y consumo de energía que
podría lograrse si se implementaran en forma masiva en el sistema, una serie de tecnologías tendientes a
mejorar la eficiencia energética de las redes de transmisión y distribución.
Como se explicó en el capítulo 3, el primer caso es una técnica destinada a reducir el consumo de energía,
no necesariamente las pérdidas.
El caso 2) por el contrario, el objetivo es reducir la energía pérdida en las redes, pero manteniendo el mismo
consumo. Es decir, es una mejora de la eficiencia.
4
ESTUDIO DE PÉRDIDAS EN COMPAÑÍAS DE DISTRIBUCIÓN DE ELECTRICIDAD DE ARGENTINA. Resumen Mayo 2008
International Copper Association, Ltda.
24 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
• Se calculan las pérdidas en distribución desagregadas por tipo de componente del subsistema, de
acuerdo a lo descripto en la Tabla 2-1 de capítulo 3.
• Para cada año se estiman las emisiones de CO2 usando el factor de emisiones promedio para el sector
eléctrico argentina de 0,52 tCO2/MWh5.
5
Cálculo del factor de emisiones de CO2 de la red argentina de energía eléctrica – Secretaria de Energía. Disponible en http://
energia3.mecon.gov.ar.
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 25
Mediante reducción de la tensión se puede lograr una disminución de la energía total de consumo en el año
horizonte de 4.130 GWh.
La reducción total de consumo con la implementación de todas las medidas, esto es, reducción de tensión
más medidas para reducir pérdidas es de (4.130 + 1.400) GWh = 5.530 GWh/año, lo que representa un
2,5% de la demanda total para ese año.
La Figura 3-1 muestra como contribuye cada tipo de tecnología o medida considerada en la reducción total
de consumo de energía para del periodo de análisis. En esta figura se ha agrupado todo el aporte de las
26 | CÁMARA ARGENTINA DE LA CONSTRUCCIÓN
distintas tecnologías de reducción de pérdidas en una sola categoría. El objetivo es mostrar el aporte relativo
de la reducción de pérdidas frente a la disminución de tensión. El aporte de cada método de reducción de
pérdidas se presenta en la Figura 3-2. La Figura 3-3 presenta la reducción de emisiones de CO2 que se
logra con ambos métodos, reducción de tensión y reducción de pérdidas de distribución.
Figura 3-1: Proyección de la reducción total de consumo mediante reducción de tensión y la implementación de medidas para
reducir pérdidas en distribución
Figura 3-3: Proyección de la reducción de emisiones de CO2 mediante reducción de consumo y pérdidas en distribución.
• Se parte de una proyección de la demanda de energía total del sistema para los próximos 15 años,
según se presenta en la Tabla 3-1.
• En cada año se calculan las pérdidas totales en transmisión, considerando que las mismas son del
3,9% de la energía total demanda por el sistema, tal como se describió en el capítulo anterior.
• Se calculan las pérdidas en transmisión desagregadas por tipo de acuerdo a lo descripto en la Tabla 2-3
del capítulo 2.
• Para cada año se estiman las emisiones de CO2 usando un factor de emisiones de promedio para el
sector eléctrico argentino de 0,52 tCO2/MWh.
La Figura 3-4 muestra como contribuye cada tipo de tecnología o medida adoptada en la reducción total
de las pérdidas de transmisión. La Figura 3-5 muestra este resultado pero expresado como porcentaje de
las pérdidas totales. Se observa que el incremento de la tensión nominal es lo que tiene más peso en la
reducción de pérdidas, seguido por el uso de conductores de sección trapezoidal y posteriormente por op-
timización de la potencia reactiva y control de tensión.
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 29
La Figura 3-6 muestra el total de emisiones de CO2 producida por el sistema eléctrico y la contribución de
la reducción de pérdidas en transmisión. Como puede observarse el aporte de reducción de emisiones es
muy poco significativo, menor del 1%. Esto se debe fundamentalmente que el impacto de las pérdidas en
transmisión frente al total de emisiones, es de por sí bajo.
Figura 3-6: Contribución de la reducción de pérdidas en transmisión a la disminución del total de emisiones de CO2 producidas por
el sistema eléctrico.
3.3.RESUMEN DE RESULTADOS
La Tabla 3-2 presenta un resumen de los resultados obtenidos del análisis correspondiente al año horizonte
2028. Se observa en esta tabla que el mayor ahorro de energía se puede obtener mediante la implemen-
tación de la técnica de reducción controlada de tensión. Los ahorros de energía mediante reducción de las
pérdidas en distribución son menores pero no despreciables.
La tabla muestra que el ahorro total de energía que podría lograrse con la implementación de todas estas
medidas es del 3% con respecto a la demanda total del sistema (generación neta). Si bien este valor puede
no parecer significativo, representa una energía de 6.923 GHW al año, suficiente para alimentar alrededor
de 2.100.000 hogares promedio de Capital Federal, considerando como se describió anteriormente, que el
promedio de consumo de esos hogares es de 3.300 kWh/año.
Por otro lado, según la estimación de crecimiento de la demanda eléctrica, la demanda pico para el año
2028 puede llegar a 38.000 MW. Si se considera una pérdida total en la demanda máxima del 9%, la
potencia de pérdida será de 3.420 MW. Una reducción del 15% de esa pérdida representa 513 MW. Este
valor equivale a la capacidad nominal de la nueva central Guillermo Brown (540 MW) que se está constru-
yendo, y más de dos veces la capacidad de la central Rio Turbio (240 MW).
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 31
[GWh] 6.923
Reducción total de consumo de energía
[%] 3.0%
[Mton] 4,57
Reducción total de las emisiones de CO2
[%] 3.0%
Es importante destacar que el análisis presentado en este informe es muy simplificado, y tiene por objeto
estimar en forma general el orden de magnitud de los ahorros de energía, potencia y emisiones que podrían
lograrse con la implementación masiva de tecnologías para reducir el consumo y las pérdidas en los sistemas
de transmisión y distribución.
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REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS EN SISTEMAS DE TRANSMISIÓN Y DISTRIBUCIÓN | 33
4. Resumen y Conclusiones
En este trabajo se presenta un análisis simplificado de los potenciales ahorros de energía que podrían lo-
grase si se implementaran una serie de medidas para reducir las pérdidas de los sistemas de distribución y
transmisión. La metodología de estudio considera un periodo de 15 años, con el año horizonte en 2028,
donde se va desarrollando una implementación gradual de estas técnicas de reducción de pérdidas.
Los resultados indican que podría lograrse una reducción total del 3% de la demanda máxima del sistema
en el año horizonte. En valor absoluto este ahorro es significativo y puede tener un impacto notable en las
inversiones del sistema.
El análisis económico de los costos de inversión y beneficios de implementar estas medidas esta fuera del
alcance de este trabajo. Sin embargo, los estudios de referencia considerados en este informe, demuestran
que en muchos casos estas medidas para mejorar la eficiencia energética son atractivas económicamente.
Debe destacarse que en general la implementación de medidas para reducir pérdidas es económicamente
viable cuando se reemplazan equipos y componentes debido a falla o vencimiento de la vida. Por ejem-
plo, es prácticamente imposible justificar el cambio de un transformador de potencia solo para mejorar le
eficiencia. Sin embargo, si la decisión de cambiar la maquina se ha tomado por otro motivo (falla, edad,
confiabilidad, etc.), entonces se presenta la oportunidad de considerar una opción con menores premios.
Los beneficios del ahorro en ese caso deben superar el costo adicional de un transformador más eficiente,
pero no el costo total.
Por este motivo, es sumamente importante que se le dé mayor peso a la eficiencia energética cuando se re-
emplazan equipamiento y partes de un sistema, porque es prácticamente la única oportunidad para hacerlo.
En efecto, una vez que el nuevo elemento se pone en servicio, después habrá que esperar varias décadas
hasta que el mismo deba ser reemplazado nuevamente.
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5. Bibliografía