El mucho estar pegado a una pantalla es un requisito inevitable en la actividad del escritor de

hoy en día. Esto supone el soporte tecnológico que conlleva la escritura digital, léase, todas las
herramientas y aplicaciones de las nuevas tecnologías de la información y la red de internet
misma. Por ende, escribir hoy en día implica el fondo de todo el universo de la red y de las
aplicaciones tecnológicas que le son concomitantes. Esta es una consecuencia de la que no hay
escapatoria, aun si pareciera que más bien obstruye o perturba una serena actividad
intelectual. Mientras se escribe, se está a un click de acceder a un sinfín de información, de
comunicaciones y diálogos que se convierten en el contexto de lo que se vaya escribiendo a
cada momento. De esta suerte, la escritura tiene que verse como un producto emergente del
océano de la red, como algo que se sale pero se mantiene siempre ligado a su fuente. Ahora la
escritura se encuentra moldeada por la red en el proceso de su conformación misma, más allá
de lo que se escriba, venga de donde vengan los temas y la inspiración, el momento definitorio
de la plasmación del lenguaje de la escritura se haya mediado por el universo de la red que
juega como el contorno tecnológico de esta.

Por qué mi obsesión con lo estético. Por qué mi goce con el goce del otro, de la otra.

El terreno donde debo contrastar si un peinado sirve o no, o una lectura, o un tipo de música
es este. He estado completamente perdido. Por supuesto que se gana experiencia en la calle,
pero de igual manera, todo lo que debía haber ganado tenía que traducirse sí o si aquí, en este
terreno. Bah, cuánto tiempo perdido. Es hora de retornar para siempre a la caverna, es hora de
enfrentar cara a cara el encierro en sus peores facetas. De algo habrá servido tanto caminar, y
pensar, y descansar, meditando, cantando, leyendo…

Mi pulsión de muerte contra toda enfermedad concebible

Esto significa, más que una ampliación, un giro con respecto al modo como se escribía
anteriormente.

Esto significa una ampliación de lo que llamaremos el contexto discursivo de la escritura.

Anteriormente, el material impreso y