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¿Cómo produce nuestro cerebro los dèjá

vu?
Estás de vacaciones. Por fin tienes tiempo de realizar ese viaje con el que tanto tiempo
has soñado. Un país extranjero, ahí donde todo es nuevo para ti… sin embargo, una
mañana bajas a desayunar a una cafetería pequeña en una calle cualquiera, te
sientas, y de pronto ocurre: “tú ya has estado ahí, esos viejos edificios te suenan,
esa calle empedrada, esas farolas e incluso el olor… te es familiar”.

¿Cómo puede ser si nunca antes habías estado allí? Otro fenómeno habitual es el
siguiente: mantienes una conversación con alguien, puede que hasta una discusión
donde las emociones marcan mucho el instante. ¿No habías vivido eso mismo antes?

En efecto, este tipo de situaciones son bastante comunes y desconcertantes, tanto,


que han llamado desde siempre la atención de científicos y expertos en diversos
ámbitos ansiosos por darnos sus explicaciones dentro de sus propias disciplinas.
Las científicas pero también las sobrenaturales. Así que veamos hoy qué respuestas
encontramos en nuestro propio cerebro, conociendo en qué región se originan los Dèjá
Vu.

1. LA FUNCIÓN DEL GIRO DENTADO Y LOS DÈJÁ


VU

El nombre de esta estructura cerebral te puede parecer algo inquietante: giro


dentado. Pero en realidad, se trata de una pequeña región muy particular y de función
sumamente especial. Forma parte del hipocampo, de quien te hemos hablado a menudo
al estar tan relacionado con la memoria y con nuestra parte emocional.

-Bien, en realidad lo que hace el giro dentado es algo muy sencillo a la vez que
relevante: Él es el encargado de la llamada memoria episódica. Es decir él es quien
evoca y relaciona nuestros sucesos autobiográficos, él es quien asocia un olor a un
recuerdo, por ejemplo una calle a una conversación, ese restaurante a aquella cena
donde algo nos sentó mal, aquel banco del parque a aquella cita que nunca llegó…

-El giro dentado es quien nos permite también diferenciar situaciones muy
similares, permitiéndonos situarlas en el tiempo. Por ejemplo: la compra que has
hecho hoy no es la misma que hiciste la semana pasada, y esa persona que has conocido
hoy en el trabajo, no la habías visto nunca en ningún otro lugar ni momento temporal.

2. ¿POR QUÉ SE ORIGINAN LOS DÈJÁ VU?


Llegados a este punto vamos a mostrarte lo que nos dicen los científicos. Podemos
asumir el enfoque que deseemos, pero en realidad, lo que queda claro es que a día de
hoy aún no hay consenso:

1. Susumu Tonegawa, es un neurocientífico que ha trabajado con un grupo de


personas que experimentan constantemente el fenómeno Dèjá Vu. Para él, no es más
que un problema de memoria, un pequeño fallo que se sucede cuando nuestro giro
dentado no logra diferenciar entre dos situaciones muy parecidas. Éste, es un fenómeno
común y persistente en enfermedades como el Alzheimer.

2. Otra teoría que deberíamos tener en cuenta es la llamada “memoria de los


sueños”. En ocasiones, durante esos momentos en que quedamos sumergidos por la
dimensión onírica, nos vemos envueltos en historias, escenarios y situaciones que el
cerebro inventa para nosotros. Son sueños muy vívidos en los que experimentamos
íntimamente diferentes eventos.
Más tarde, en nuestra vida cotidiana y lúcida, entramos en contacto ante situaciones que
“nos suenan de algo”. El giro dentado tiene problemas en diferenciar entonces si lo
que estamos viviendo lo hemos experimentado antes, o si es nuevo. ¿He estado antes
en la calle de este país? ¿O este lugar me recuerda quizá a un sueño que he tenido? Es
un campo de estudio realmente interesante.

3. Un último aspecto a tener en cuenta, es el perfil de personas a las que según


estadísticas, les ocurre con más frecuencia los dèjá vu. Son personalidades
sensibles, intuitivas y creativas. No por creativas queremos decir “que se inventan
estas experiencias voluntaria o involuntariamente, en absoluto”. Son personas con
aptitudes más abiertas, más receptivas y por tanto más creativas. Perfiles que a la hora
de recordar algo, acceden con más facilidad al plano del inconsciente de nuestro
cerebro, ese que no es tan accesible para todos.

Teorías todas ellas que aún no nos han traído una conclusión clara. Pero sin lugar a
dudas, cada uno de nosotros somos libres de acogernos al enfoque que más nos
encaje en nuestras propias experiencias. ¿Cuál es el tuyo?

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