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12 de octubre de 2015.

Santiago de Chile

Werken Rodrigo Kuripan, Lof Ranquilko.

De quienes sienten cuál es nuestro dolor, los que comprenden cuál es nuestra
lucha, eso es importante decirlo una y otra vez, para no comprender al estado,
a la prensa que pretende tergiversar nuestra realidad, la que nos acusa de
terrorista, la que nos dice que somos los responsables de la violencia en el sur,
los que hoy día han orquestado en conjunto con el poder político y militar un
aparataje importante para poder responder a nuestra fuerza de lucha en el sur.

Los mapuche que venimos de las comunidades que luchan no hemos escondido
la cara, la hemos dado de frente, le hemos dicho al Estado que ellos son nuestro
enemigo, que tenemos el deber, la responsabilidad de poder caminar y aprender
en esta lucha de otros movimientos, y vamos a unirnos, buscaremos aquella
alianza en la medida de que en mutuo apoyo pueda significar el avance de esta
digna causa.

No nos olvidamos de los lamgnen, de los peñi que también luchan en el norte,
ese pueblo que también fue despojado de sus tierras. Tampoco nos olvidamos
de nuestros presos, como tampoco olvidamos los presos de la causa legitima
del movimiento social chileno, no estamos ausente de ello.

Cuando hemos decidido luchar, hemos decido pensar también que ya no solo
significa ocupar la tierra, sembrar la tierra que recuperamos, sino que también
significa buscar estratégicamente, políticamente y territorialmente la forma de
cómo hacer que este movimiento crezca, pero este movimiento no depende del
estado, no depende de la conadi, no depende este movimiento de ninguna otra
voluntad, nada más que la de los propios mapuche.

Algunos pueden decir que los mapuches cuando están en problemas buscan
apoyo, yo les quiero señalar que los mapuche también podemos dar apoyo, y no
tendríamos por qué tener miedo, cuando el estudiante lucha, está luchando por
cambiar las circunstancias de la historia de este país.

Cuando el trabajador mapuche y no mapuche, sale a la calle a reclamar mejores


condiciones laborales, mejores condiciones de vida, nosotros también sentimos
que esa lucha también nos dignifica y también nos representa.

Esta lucha es hoy día contra la clase política de este Estado, esa clase dominante,
esa clase que dice que los mapuche debemos seguir en la tierra y en la
poquedad, que debemos seguir pensando en que la institucionalidad chilena
debe ser el sostén del resolver nuestros problemas, nosotros le decimos que ya
no solo no creemos en la institucionalidad, también señalamos que vamos a
caminar hacia la autonomía, camino a esa autonomía que no se consigue sola,
pu peñi pu lamgnen, esa autonomía que no solo es territorial, es voluntaria
políticamente, los que estamos en el campo en la lucha diaria solo podemos
caminar en ese camino.
El mapuche que piense que el Estado le va a resolver su problema a través de
un reconocimiento constitucional, equivoca su rumbo, los mapuche tenemos el
deber y el derecho a caminar a la autonomía, a caminar por la libre
determinación, a caminar para recuperar el territorio perdido.

Pero lo importante es que hoy ustedes están presente, espero que mañana
también puedan estar presente con nosotros en cualquier lugar desde donde se
encuentren, apoyando y respaldando nuestra causa y todas las cusas legítimas
que son necesarias levantar en post del bienestar de nuestra condición de vida,
como mapuche y como no mapuche.

Cuando volvamos al sur le vamos a decir a nuestra gente que en Santiago


también hay apoyo, le vamos a decir que la lucha debe seguir, le vamos a decir
a nuestro kona, a nuestra lamgen a nuestros hijos que cuando Colocolo luchó
para defender el territorio frente a la corona española, no se equivocó, que
cuando Caupolicán peleaba al mando de Colocolo era necesario seguir las
ordenes de aquel viejo y sabio longko.

Los mapuche debemos ponernos a disponibilidad del que sabe, y el que sabe
debe ponerse a disponibilidad de la causa, ese es nuestro mensaje, esa es
nuestra lucha, así caminaremos, no le tenemos miedo al fracaso.

El que se equivocó definitivamente es el Estado hoy día, cuando nos criminaliza,


no vamos a cambiar nuestro rumbo, vamos a seguir.

Le agradezco a todos los quienes nos han dado la posibilidad de hablar y de


escucharnos.

Chaltu, pu peñi pu lamgnen

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